Inconvenientes


El tiempo pasaba rápido, la estación del año donde las hojas caen y el frió se hace presente ya había llegado. Todos se encontraban muy felices desde la llegada del menor al hogar de los Vongola. Habían pequeños comportamientos que el menor tenía con ellos que habían logrado un gran impacto en los demás.

Desde el número de peleas que los guardianes tenían entre ellos cada vez que todos se encontraban reunidos hasta las pequeñas sonrisas que se dejaban ver mas a menudo en el rostro de Reborn el cual pasaba más tiempo con todos ellos (en especial con el menor y su amigo el cual quería acaparar su atención cuando no se encontraba ocupado) y este hecho hacía que todos se alegraran al ver que este se integraba más a la familia y dejaba de pensar que solo era un invitado o un trabajador mas.

Por su parte el menor no se podía encontrar mas feliz de lo que ya estaba. Sentía que ya nunca estaría solo y amaba demasiado a su nueva familia. Siempre había querido un abrazo, una sonrisa dirigida a el y por su puesto el amor que estos le daban.

El pequeño se encontraba sonriendo mientras veía a los demás comer con tranquilidad cosa que poco a poco se hacía mas común por influencia del menor a la familia. 

Giotto sonrió al verle tan contento .- ¿Estas feliz?

El menor se giro inmediatamente a verlo y sonrió .- ¡Si! .- contesto inmediatamente mientras asentía varias veces seguidas y le ofrecía la sonrisa más grande que podía ofrecer.

Los demás no podían evitar embozar sus propias sonrisas al verlo tan contento. Realmente estaban agradecidos por la llegada del menor, harían todo lo posible por el y no dejarían de quererle aun si este tuviese que partir con su propia familia cuando cresca cosa que algunos de ellos temían y preferían no pensar en eso. Claro otros solo se reían de lo sobre protectores que podían ser unos cuantos de ellos. (Timoteo, Giotto, Reborn he inesperadamente G y Alaude).

Una vez acabada la comida todos se fueron para seguir con sus propias tareas, el menor se fue acompañando a su papa a su oficina. Los mayores ya le habían hecho un espacio en ella con su propia mesita para que jugara, dibujar o simplemente se entretuviera imitando a Giottto cosa que descubrieron le encantaba hacer, le admiraba y mucho.

Giotto rió al ver como el menor se colocaba la corbata que le había pedido a G anudar para el unos días atrás. Era demasiado tierno el verlo colocarse prendas tan grandes que le hacían verse mucho mas pequeño de lo que realmente es y aun mas el ver como se le resbalaban las gafas que le había pedido. Claro estas no tenían ningún aumento y por lo mismo eran perfectas según el pequeño.

.-¡Listo!.- Dijo emocionado mientras sostenía las gafas con sus manitas que estaban cubiertas con las mangas muy largas del saco que ahora se daba cuenta era el mismo que había perdido unos días antes. 

.- oh ¿en serio?.- pregunto con una sonrisa el mayor.

.-¡Si! ahora soy como tu papa, mira mira incluso tengo una co-corbata .- dijo con algo de dificultad mientras la tomaba entre sus manos y trataba de evitar que le cayeran las gafas.

.- Oh mi lindo hijo eres una replica mía  -. dijo Giotto ya no pudiendo aguantarse las ganas de mimarlo y acercándose a este para abrazarlo.

Tsuna al ser abrazado y alzado por Giottto comenzó a reirse mientras este restregaba su mejilla con la sulla.

Un montón de risas se escuchaban por la habitación. Era una pieza hermosa la que producía la grave risa del mayor junto con la tierna y aguda risita del pequeño en sus brazos. Las personas en la mansión que alcanzaron a escuchar los sonrieron alegres, nadie podía evitar amar a aquel dúo.

Desde la llegada del menor a la casa muchas cosas habían cambiado pero una de las cosas que mas les alegraba a todos era ver como Giotto parecía resplandecer con su presencia y no es que el fuera triste o algo como  eso pero el había comenzado a ver las  cosas con monotonía desde la muerte de su madre. Siempre había sido un hijo modelo, alguien en el que confiarías, alguien en el que no durarías dar tu vida por el y alguien el que no duraría en dar la propia por ti.

El solía enfrentar todos los problemas de frente y salir adelante sin problemas, no importaba si tenía que sacrificar su propia salud por ello el lucharía para acabar con cada obataculo.

Pero por mas increíble que alguien parezca todos tenemos eso momentos de debilidad. Y el problema era el que el no se permitía serlo, el pensaba que tenía que ser fuerte por los demás. 

Obviamente este actuar no era algo que los demás realmente querían al menos no la gente  que realmente quería lo mejir para el.  Habían muchas personasque se aprovechaban de su bondad y estos terminaban por ser espantados por sus amigos y familiares que no permitirian que gente así este a sus alrededores.

Pero ahora ni había  por que preocuparse por sua actuar, poco a poco con la llegada de Tsuna a la familia.

Todo comenzó al ver la reacción de su padre al reconocerle, el ver como este se permitió a si mismo dejar salir los sentimientos que tanto tiempo estuvieron ocultos por el bien de los demás. Y el momento en el que vio como los demás sonreían al verlo más relajado al verlo hablar con este.

En ese momento el se dio cuenta de cuan tonto el había sido  al guardarse sus problemas para si mismo, recordó cuan afortunado al tener a su familia consigo. Fue solo cuestión de días para que G y Asari lo encontraran desahogándose y nunca se había sentido mas aliviado en su vida.

Fuera de las puertas de la oficina de Giotto se encontraba Reborn recargado a esta.

El azabache sonrio mientras escuchaba a sus dos alumnos/hijos reir.- Hmm

Abrio los ojos al escuchar unos pasos acercarse al voltear vio a G caminando en su dirección.- ¿Paso algo? .- pregunto  seriamente, podía ver por la expresión en el rostro del peli rojo que no se encontraba de buen humor.

.-Ha venido una visita a hablar con Giotto.- dijo con algo de molestia en su voz pero se calmo un poco al escuchar las risas y murmullos de ambos.

.- ¿Quién es?

El peli rojo cruzo los brazos mientras bufaba.- El viejo de los sa- fue interrumpido por la puerta abriendose

.- ¡G! .-  grito el castaño que se asomaba tras la puerta. Estaba bastante contento al ver a su tio favorito.

El otro sonrio al verle y se agacho para cargarlo.- Hola pequeño

El menor solto una risita mientras se colgaba en su cuello escondiendo su carita en este.

Giotto veía todo con una sonrisa.- ¿A que se debe esta reunion fuera de la oficina?.- pregunto al ver a los otros dos.

Antes de que el peli rojo pudiera decir algo Reborn le interrumpio. No dejaría que el otro se enterara de que el llevaba tiempo ahi parado.

.- Tienes visitas dame-Giotto

El peli rojo vio al otro raro pero lo dejo pasar.

.-¿Quién me espera?.- pregunto mientras empezaba a caminar en dirección a la entrada.

.- Hmm el viejo molesto

Giotto entendió rápidamente de quien hablaba y negó con la cabeza.- Te he dicho muchas veces que no debes tratar así a la familia G.

.- El ni es ningún familiar mio. Además, el siempre esta envidiandote y al resto de Vongola. No me da la minima confianza.

El otro no contestó nada, no podía negar que ese hombre siempre lo ponía incómodo y alerta.

Siguieron caminando en silencio incluso Tsuna solo volteaba a verlos a todos desde los brazos de G el cual aún lo cargaba. Giotto abrió las puertas de madera abriéndose paso.

Un hombre de unos 50 años o mas se puso de pie de inmediato al verlos entrar e hizo una pequeña reverencia en dirección del Vongola.

.-Buenas tardes tenga usted señor Vongola ha sido un tiempo desde la última vez que nos hemos visto.

Giotto logro reprimir una mueca al escucharlo y en su lugar dejo una sonrisa cordial .- Buenas tardes, pero por favor no me llames de esa forma Isao sabes bien que no me gusta tanta formalidad solo llamame Giotto por favor.

.- esta bien Giotto

.-¿Y se puede sabes a que se debe tu visita?

.- Quería hablar de negocios, no nos hemos visto desde el fallecimiento de...- fue interrumpido por el rubio que alzo la mano.

.- Por favor no continúes, aún no me tomo bien ese tema.

La sala quedo inundada en un incómodo silencio que fue roto por Reborn.

.- ¿De que negocios hablas?

El otro tembló un poco al escucharlo, se notaba que le tenía miedo a Reborn.

.- emm Sobre la familia, créanme esto seré beneficioso para ambas partes.

.-Primero tendremos que hablar lo bien. No solamente es esto entre usted y Giotto, si no todos los guardianes y Timoteo.- dijo con una vos sería G, el ni era alguien al que pudieses estafar así de facil y sobretodo al tratarse de la familia.

El otro hombre miro con algo de molestia al peli rojo por un momento pero al ver al niño en sus brazos se sorprendió.

.-Esta bien, ¿Y quien es el pequeño que traes contigo?

G chisto la lengua por tal descuido lo que menos quería era que una persona como lo era ese hombre fijara su atención  en Tsuna.

Giotto intervino rápidamente.- El es mi hijo Isao.- contesto por el otro con tranquilidad pero a la vez con autoridad.

El peli negro volteo rápidamente a ver al Vongola.- ¿Tu hijo? , pero no recuerdo que estés casado o este saliendo con alguien Giotto.

.-No, no estoy saliendo con alguien pero lo he adoptado y ahora forma parte de esta familia y es muy querido por todos.- Dijo serio, conocía a Isao y sabía que empezaría a hablar demás si no dejaba las cosas claras desde el principio.

Al prestar atención y darse cuenta de que hablaban de el Tsuna se separo del hombro de G y volteo a ver algo timido al hombre con el que hablaba su papa.

Isao quedo como piedra al ver el rostro de castaño en brazos de G. No podía ser...

.-¿Qué te pasa? .- Reborn pregunto algo extrañado pero con un mal sentimiento al ver las reacción del otro. Afilo mirada fijandose en su reación al ver al menor que se había asustado y se había aferrado más al peli rojo.

El peli negro volteo inmediatamente a ver al de patillas y sacudió un poco la cabeza .- eh, no no es nada solamente que el niño se parece mucho a Giotto ¿Seguro que lo adoptaste? El parecido es muy grande.

Eso no lo podían negar, efectivamente el menor compartía muchos rasgos con su ahora padre y eso era algo que no podía negar. Pero Reborn seguía con un mal sabor de boca, no se fiaba del hombre y sus instintos le decían que no le dejase acercarse al menor y el siempre seguía sus instintos por algo era el mejor en su trabajo.

.-Si, lo adopte ya hace unas semanas atrás.- contesto Giotto -. ¿Te parece si vamos a mi oficina para seguir con esta platica?

El otro solamente asintió y se fue siguiendo al rubio que había cambiado el tema por la seguridad del menor. Mientras se dirigían al pasillo que llevaba a la oficina del Giotto los otros vieron como este no despegaba sus ojos del menor el cual al sentirse mal por esto se abrazo más a G.

.- Ya se fue pequeño .- dijo G mientras hacía pequeños círculos en su espalda tratando de calmarlo.

Tsuna despego su cabeza del cuerpo ajeno y le miro a los ojos a el y a su padrino.- ¿En serio?

.-Si, no te preocupes no te vamos a dejar solo con el.- le reconforto con una sonrisa.

.- ¿le conoces? .- pregunto Reborn, estaba intrigado el porque el otro no dejaba de ver al menor y por la sorpresa que mostró al verle el rostro. No se creía que esa reacción fuera solamente por el parecido de este con Giotto.

Tsuna negó con la cabeza.- No, pero me da miedo...no se, no quiero verlo .- dijo con los ojos llorosos.

Los otros dos se voltearon a ver a los ojos. Estaban preocupados por el menor, no era normal la reacción de este solamente al conocerlo. El castaño si había sido tímido con todos ellos al principio pero nunca había llegado a reaccionar como lo había hecho al conocer a Isao. Algo no estaba bien.

.-¿Quieres ir a jugar con Beni? Roberto me dijo que se encontraba triste por que no ha jugado contigo .- dijo el peli rojo mientras bajaba al otro y lo tomaba de la mano.

Los ojitos del menor volvieron a tomar su usual brillo y reflejaban mucha emoción .- ¡Si!

Un rato después el menor se encontraba corriendo de un lado al otro junto con el can que no dejaba de mover la cola y brincar mientras jugaba con el menor. Por otro lado los otros tres hablaban seriamente de lo sucedido unos momentos atrás mientras le veían jugar.

 .-Ninguno de nosotros le dejara solo en ningún momento .- los otros asintieron de acuerdo -. Roberto

.- ¿Si?

.- Conozco tus habilidades y se muy bien que eres de confianza tanto como para la familia como para mi así que estarás a cargo de cuidar le junto con el perro. Tsuna confía mucho en ustedes y no se sentirá incomodo mientras le cuidas tu y el perro, ya nos conocemos por lo que el resto de la familia no es ningún problema. No quiero que otros guardias estén cerca de el, pueden estar en los alrededores pero solamente tu puedes permanecer a su lado incluso cuando estén los guardianes quiero que estés cerca.

Roberto asintió. Se sentía bien el saber que era alguien en el que pudieran confiar y no los defraudaría el sin dudar daría la vida por cada uno de los integrantes de la familia Vongola y desde la promesa hecha a Giotto el día que trajo a Tsuna a la casa este ya pertenecía a las personas que había jurado proteger, Tsuna era ya parte de su corazón y lo cuidaría sin importar que.

.-No te preocupes Reborn yo me encargare de mantenerlo a salvo, se lo prometí a Giotto y se lo prometo a usted nadie le tocara un solo cabello a Tsu y mucho menor dejare que le hagan daño y si alguien lo intenta me tendrá que silenciar a mi primero, este pequeño es alguien tan importante para usted como para mi.- todo eso lo dijo sin dejar de ver al azabache a lo ojos.

Los otros dos sonrieron del lado al escuchar sus palabras, realmente estaban orgullosos de las persona que lograba reunir Giotto a su alrededor.

Aún recuerdan el día en el que llego el junto con Roberto a la mansión. Como Giotto llegaba casi arrastrando al otro y diciendo que este trabajaría en la mansión aun sin saber en que. Resulto que este era realmente bueno en las peleas e incluso Reborn podía decir que era alguien respetable en el combate cuerpo a cuerpo.

Al principio los demás no estaban tan seguro de la inclusión de Roberto a la familia pero este supo ganarse la confianza de todos al nunca rendirse y sorprenderlos al haberle pedido un entrenamiento al espartano de Reborn. Tal vez este haya tardado un poco al principio pero ahora era capaz de decir con orgullo que era uno de los pocos sobrevivientes de estos entrenamientos y que por ello era el encargado de cuidar a la familia, era la primera barrera (por que los guardianes eran otra) para proteger al hombre que le dio una oportunidad en la vida y no lo defraudaría y ni se diga al pequeño que tanto quería. 

.-Bueno si me disculpan tengo que verificar el cambio de turnos de guardias.- hizo una pequeña reverencia y se acerco al menor y al perro. El pequeño castaño sonrío al verlo acercarse comenzó a hablar emocionado.

.-Es sorprendente .- comento G con los brazos cruzados mientras veía como el otro se despedía de Tsuna y después de irse el castaño se acercaba a este.

Reborn vio como el menor era cargado por el peli rojo y luego volteo en dirección de la ventana de la oficina de Giotto, este les veía desde arriba y daba un pequeño asentir con la cabeza el cual devolvió.

Si, nadie le pondría un solo dedo encima al menor.

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