1.

Si nuestros sentimientos fuesen libres de ser expresados, me pregunto cuantos secretos habrían sido expuestos.

Sin embargo, él nunca se esperó que su hyung le siguiese el juego, con una sonrisa socarrona, ojos brillantes en su felina mirada. Si bien, ya sentía los estragos de felicidad y adrenalina en su cuerpo, producto del alcohol ingerido aquella tarde, de todos modos la conciencia todavía no se iba de su sistema, era algo consciente de lo que decía, hacía o expresaba. Todavía.

Aquel día había iniciado alegre, Jimin se había levantado con los mejores pensamientos y la mejor actitud del mundo, si bien estaba un poco cansado por la agenda, aquel día era de una buena felicidad. Tenía que ser así.

Cumplían ya 5 años desde que, oficialmente, había debutado, que habían iniciado como jóvenes que no querían hacer otra cosa que dedicarse a lo que amaban: canto, baile o composición. Y él recordarlo le traía melancolía, una de aquellas que te sientes en paz contigo mismo, tranquilo a tal grado que no deseas pelear, no deseabas otra cosa más que recordar con melancolía un bello pasado que te había hecho la persona que eras hoy, incluso recuerdos que no son muy gratos de recordar.

Porque hasta incluso los malos eran buenos.

No esperaba el momento en el cual podían ir a platicar como solían hacerlo en cada FESTA. Convivir, divertirse, bromear, charlar o expresar amenamente, como compañeros, como amigos, como hermanos. Cada momento que pasaba junto a sus compañeros siempre había sido tan gratificante para él que, a pesar de que hubo ocasiones en donde tuvo que fingir, le relajaba y tranquilizaba su compañía.

Bueno, con casi todos.

La tarde llegó y con ello la partida hacia donde se filmaría el FESTA de aquel año. Solamente hizo falta que el Staff acomodara algunos detalles y listo.

3. 2. 1.

Todo inició con un poco de relajo, el ambiente fiestero se notaba y más de aquellos integrantes que solían ser más expresivos, como era el caso de Hoseok, o hasta él de vez en cuando. Nunca faltaron las risas al inicio del rodaje, las bromas tampoco.

Hasta que empezó la dinámica.

Debían contestar preguntas que se les habían asignado, con total sinceridad, y claro, sólo aquellos que tenían algo que comentar acerca de la pregunta.

Jimin se sintió orgulloso, se sorprendió y felicitó a sus compañeros por la sabiduría, a veces un tanto irracionales, que se les fue otorgada con el pasar de su vida.

Los admiró por ello.

Claro que el ambiente se volvió uno mucho más ameno, más tranquilo y más dócil al casi llegar al final. Hoseok yacía con un semblante serio, hasta decaído, claro que reía, pero no todo el tiempo. Las palabras de sus compañeros se hicieron más profundas por el alcohol en su sistema. A pesar de que a él no le agradaba mucho la bebida en un exceso, lo disfrutaba, además, estaba rodeado de gente de confianza por si algo ocurría.

Que lo dudó.

Hasta que sus compañeros soltaron exclamaciones bastantes sorprendidas. Taehyung había confesado quien le había escrito un texto largo, inspirativo y conmovedor a su vez, uno que aquel día le animó.

Yoongi hyung.

—Al final escribió... —fue abruptamente interrumpido por el mismo hombre que estaba avergonzándose más— Que me amaba.

Nuevamente las exclamaciones de sorpresa no hicieron falta. Todo para después descubrir que Jungkook había sido el segundo a quien Yoongi le había mandado un mensaje largo aquella noche.

Internamente Jimin se sorprendió como se incomodó al enterarse de ello. Amaba a sus compañeros, por supuesto, pero la relación que había mantenido con Yoongi...

Agh, era frustrante.

—Suga hyung, quiero ese texto también —pidió Jimin en un tono fingido de severidad, mirándolo de manera juguetona como severa—. Es mas, ¡después del show de hoy dime que me amas! —exclamó ahora sí en un tono bromista y socarronamente exigente.

No pudo evitar sonreír nerviosamente después de haber "exigido" aquello. No faltaron las bromas de los demás con el mismo cuento, que deseaban que al menos Yoongi les dijese algún "te quiero" o similar, no más que un siempre "¿Qué quieres comer?".

Hasta que llegó aquella pregunta.

—¿Cuándo se encuentren decaídos, que les gustaría escuchar o que les dijesen? —leyó Yoongi con la mano en su boca, un tanto valiéndole el texto y tal vez más interesado en cambiar de tema.

—Te amo. —respondió Taehyung sin dudarlo.

Los demás chicos asintieron ya más relajados con el tema.

Pero Jimin no pudo evitarlo. Tenía que decirlo, a pesar del tiempo que llevaba con Yoongi, ni por eso se molestaba en expresar su querer en palabras, aunque había veces que las necesitaba, le eran suficientes y de sobra las acciones que su hyung se esforzaba en expresar, para no ponerlo en duda. Cada abrazo, cada beso, cada toque, cada mínimo roce o contacto así fuesen sus miradas le bastaba, lo sentía suyo como él de Yoongi.

—Ah, sinceramente yo espero que Suga hyung me diga algo así. —habló después que su amigo, señalando al mencionado sin osar a mirarlo.

Pero Yoongi a Jimin sí. Es más, se había desecho de aquel semblante nervioso o neutro para pasar a uno más travieso, más juguetón y socarrón, su sonrisita lo delató, el brillo en sus ojos proveniente de la adrenalina que sentía por lo que diría a continuación sólo lo incentivó a decirlo.

Después de todo, su sonrisa socarrona no hacía más que camuflarlo en un juego por "complacer" a su compañero de grupo.

—Jimin-ah, te amo. —soltó.

Entonces pasó. Los demás chicos exclamaron más que sorprendidos, más que nada Seokjin y Taehyung, pues el primero gritó en dirección a Jimin y el segundo aplaudió, casi que orgulloso; los demás sonrieron dándole la razón o siguiendo el juego. Al final, Jimin se impulsó hacia atrás en una carcajada hasta el respaldo de su silla, encogiéndose en el lugar llevando sus manitas cruzadas a su pecho, mientras le quedó una sonrisa más que satisfecha en su rostro.

Incluso, juró que sentía su rostro arder.

Todo concluyó bien, melancólico, ameno, tranquilo y sincero. En cuanto las cámaras se apagaron dando por finalizada la grabación, los chicos pudieron respirar en paz e ir directamente a descansar, al menos algo así.

Entre el camino a la camioneta algunos se iban balanceando, otros seguían con una alegría inusual en ellos. En cambio Jimin, por su parte, no pudo evitar apegarse a su hyung, quien realmente no le negó la acción.

—En un momento vamos, chicos. —dijo Yoongi repentinamente, levantando la voz lo suficiente como para que sus compañeros y parte del Staff supieran.

Sin poder evitarlo ni tampoco querer detenerlo, Jimin se acercó para abrazar por la cintura a su hyung, dejando su cabeza reposada en parte de su hombro y pecho ajeno. Yoongi no se opuso, al contrario, sonriendo medianamente, acercó aún más a su chico tomándolo por la cintura.

Aquel siempre acto, tan sincero como inocente, fue una prueba de lo cercanos que eran, de lo que surgió alguna vez en ellos, de lo que surge y surgirá con el pasar del tiempo. Jimin lo aceptaba, le encantaba su hyung, amaba cada parte de él, como sabía que Yoongi lo hacía con él.

Su amor era así. A pesar de las circunstancias.

Además, ARMY no tenía que enterarse, no por ahora. En parte, era lindo ocultar un secreto así, una relación así, sentía que le agregaba adrenalina al asunto, pero en algún punto se sentía claustrofóbico, tanta opresión por su carrera, tantas veces que tuvo que aguantarse las ganas de besarlo, de decirle cuanto lo amaba sin ninguna consecuencia de por medio. Pero sabía que no debían dé, tremendo revuelo que aquello sería.

Cuántas fans perderían, cuántas los rechazarían y hasta los denunciarían bajo estúpidos ideales. Pero también dudaba de cuántas los apoyarían no sólo a ellos, sino al grupo en general.

No querían causar problemas, menos ahora que estaban en un auge de su carrera.

Inconscientemente se aferró a la cintura de su hyung y escondió su rostro en el cuello ajeno, inhalando profundamente para tratar de tranquilizarse. Nunca había podido evitar pensar así, era un mal hábito que poseía.

—Te amo, Jimin. —exclamó su hyung en un susurro, ahogado contra su cabellera.

Pero aquellos simples momentos eran un impulso para continuar, necesitaba a su hyung como en aquel y muchos otros momentos. Para continuar fingiendo un fanservice que, detrás de aquella fachada, era real.

Era mejor gozar de pequeños momentos así, pues no sabía cuándo volvería a tenerlo.

¡Por fin! Ya tenía tiempo este fic ahí, sólo juntando polvito ;w; pero ya! Aquí lo tienen!

Reitero, ustedes me ayudarán a continuar con esta historia. Agradeceré mucho (con una dedicatoria en el siguiente capítulo ;3) si dejasen comentarios acerca de qué otro momento desean que narre en el fic. Ahora que leyeron este ya se habrán dado una idea de cómo serán.

Pero este capítulo va para gialeanleya. 💕

Ahora sí, sin más que comentar. Me despido.
Y doy inicio a otra saga más en esta cuenta de nombre YoungMi17.

¿Saga? Así es, Saga.
Les explicaré a profundidad mucho después. ;3

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