Como resultado de la filmación de ese día, los labios de Taehyung se hincharon durante dos días y encontró que caminar era un tanto desafiante. Tenía muy poca impresión de lo que se había filmado ese día. Solo recordaba claramente que Jungkook lo había retenido y sentía que nunca podrían separarse.

Cuando las personas estaban apasionadamente enamoradas, parecía que cada momento podía durar hasta el fin de los tiempos y justamente eso fue lo que sintió en aquel momento.

La segunda película fue otro éxito de ventas pero también tuvo un impacto mucho mayor en la vida de Taehyung. Corea y Japón eran tan cercanos que, incluso sin traducción, aquellos que podían leer un poco los caracteres japoneses podían adivinar el significado de las palabras de Jungkook. Sin mencionar que el aspecto visual de las películas era como un lenguaje universal: una imagen podía dejarlo todo claro.

Ambos se convirtieron en sensaciones en la comunidad gay asiática por un tiempo, por lo que la curiosidad acerca de sus antecedentes los llevó a ser sometidos a una búsqueda de carne humana protagonizada por los medios. Debido a la historia de Taehyung que terminó clasificado como actor de poca monta, una vez que la prensa se enteró de su papel en las películas, se publicó en muchas revistas de chismes y en los principales periódicos.

La captura de pantalla de la película que eligieron publicar fue cuando estaba desnudo y con una expresión salaz. Era una imagen sin obstrucciones de él en medio del clímax. La foto fue bastante popular y atrajo a los paparazzi, quienes lo siguieron a todas partes con sus cámaras durante semanas.

Estuvo tan preocupado por la situación que decidió alejarse de Seúl. Finalmente se estableció en la playa, al sur de la ciudad natal de su pareja, con el objetivo de cumplir su deseo abriendo una pequeña tienda de ropa en línea. Después de que un tiempo había pasado y la tienda en línea estaba en camino, abrió una pequeña tienda.

Dos personas y un perro se quedaron en la tienda y la cuidaron, viviendo una vida feliz y sencilla. El mullido peludo negro pasó por un período de absoluta locura. Taehyung lo llamaba Yeontan — según él Yeon provenía de Jeon y Tan de Tae. — Mientras tanto, Jungkook lo llamaba Taekook un nombre que al rubio no le agradaba mucho, causando que el pobre perro estuviera extremadamente desconcertado.

Al final simplemente los ignoró. El rubio comenzó a amar tanto al cachorro que comenzó a llamarlo 'bebé'. Esto resultó en confusión para el cachorro humano. Cada vez que Taehyung aplaudía le aplaudía al pequeño Pomeranian y decía "Bebé", el que se acercaba primero siempre era Jungkook. El mayor siempre sentía pena de tener que decirle, llamé al perro, no a ti.

No esperaba que a Jungkook le gustara especialmente ese apodo. Particularmente cuando estaban en la cama, la palabra "bebé" era como un afrodisíaco y hacía que el menor estuviera muy animado.

Después de cada vez que tuvieron relaciones sexuales, Taehyung se quedaba analizando todo interiormente, determinando que era demasiado indulgente con Jungkook. Había llegado al punto en el que simplemente tomaba lo que quería como si fuera lo esperado.

Sin embargo, sabía que no podía controlarse a sí mismo. Jungkook conocía sus puntos débiles y había encontrado cada grieta en su armadura, no podía ocultarle su verdadero corazón y sentimientos a ese hombre.

Algunas pocas veces lograba salirse con la suya siendo él quien dominara la situación e incluso entrara en el pelinegro, sin embargo, el muy maldito terminaba tomando él en control y el rubio molesto simplemente se dejaba hacer.

El clima en Busan era espléndido y soleado. Sin duda, todavía era invierno, pero en comparación que el gris Seúl, a veces tenían días en los que había un ligero toque de verano.

Jungkook había aprendido recientemente a surfear. No importa su nivel, solo tenía que parecer sin camisa con la tabla de surf encajada debajo de su brazo y atraía varios chillidos y silbidos. Su novio estaba extremadamente celoso por eso siempre que se le daba la oportunidad aprovechaba para pellizcar y morder ese cuerpo que le pertenecía a ambos para dejar su huella.

Inesperadamente, a Jungkook no le importó ni un poco. Por el contrario, lo consideraba una medalla de honor y corría por todos lados como lo había hecho antes. Al final, fue el propio Taehyung quien lo encontró embarazoso.

Una noche, mientras se sentaban en la sala de estar viendo la televisión con el mayor usando el regazo del pelinegro como almohada, el primero sintió una intensa oleada de amor dentro de su corazón. Pensó de nuevo y se dio cuenta de que todavía le debía a su novio una confesión de sus verdaderos sentimientos.

Por lo tanto, se sentó derecho e inmóvil y luego profesó con seriedad aquellas palabras que en más de un año no se había atrevido a decir.

— Bebé, te amo.

El menor se quedó mirándolo fijamente por un segundo sintiendo su corazón desbordarse pero sin mostrarle al otro que estaba ya brincando en un solo pie.,

— ¿Entonces no necesitamos usar el surf como una señal secreta?

Taehyung casi se cayó del sofá. El uso de 'surfear' como una señal secreta se originó unas noche antes. El mayor no estaba satisfecho por el hecho de que Jungkook siempre estaba ofendiendo la moral pública mostrándose todo sexy y seductor sin importarle la temperatura, por lo que en un momento de desesperación terminó diciendo... "En lugar de surfear, deberías guardar energías para hacerlo conmigo."

En consecuencia, desde entonces, el surf se ha convertido en sinónimo proposición sexual tácita entre ambos. En ese momento, el mayor no anticipó que su mocoso llegaría a asociar las dos cosas.

— No. — El rubio prácticamente golpeó su pecho y pisó los pies. — Estoy diciendo, te amo.

— Lo sé. — Respondió con supuesta indiferencia. Sus orejas nunca pudieron ocultar sus sinceras emociones, volviéndose tan profundamente carmesí que hacía que les quisiera dar un mordisco cada vez que esto ocurría.

Taehyung no notó su timidez y se sintió agravado debido a la frialdad percibida, hizo una mueca y quitó la mano ajena que descansaba en su muslo.

— No te lo había dicho, ¿cómo lo sabrías... — Vio al pelinegro levantarse y no pudo evitar tragar saliva. — O-Oye, ¿quién te permitió quitarte la ropa? Oh...

El pelinegro recordó la vez que le dijo a que esperaría a que pensara con claridad las cosas. Lo que no le dijo a en ese entonces fue que, cualquiera que fuera su respuesta, nunca lo habría dejado ir.

En los días que estuvieron separados, aprendió un poco al ver algunos dramas, así como a leer y copiar información relevante que encontró en algunos libros de psicología. Resumió toda la información en 'Diez trucos de oro para capturar el corazón de un hombre' y luego se dispuso a confirmarlos lentamente.

Presionó sus labios contra el cuello del rubio y reveló una pequeña sonrisa con dientes híbridos de tigre y conejo que erizó la piel por donde pasaron.

— Ya vas a tomar ventaja de mí nuevamente...

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Cualquiera hubiera pensado que esos dos años de relación que tuvieron desde el momento en que aceptaron ser novios iban a ser eternos. Incluso ellos pensaron que era así pero las cosas nunca resultaban según lo planeado.

Tenían todo para ser felices y vivir el tan nombrado "felices para siempre." Sin embargo, las cosas comenzaron a tambalearse el día que le ofrecieron a Jungkook un contrato tan jugoso que podría ayudarlos a expandirse como Taehyung deseaba y vivir de ellos sin tener que hacer prácticamente nada por mucho tiempo. Una única película y ya estaba.

En realidad, la oferta iba dividida ya que lo que realmente deseaban era volver a ver en acción a la pareja gay más famosa y de mayor alcance mediático. Sorpresivamente a pesar de no solamente ser gays sino también actores pronos, fue aceptado en Corea del Sur mejor de lo que cualquiera en la nación se hubiera imaginado.

Lo de ellos se vio como la perfecta historia de amor que creció en las "adversidades" y que muchos fantaseaban con tener.

Taehyung había sido claro cuando ellos terminaron aquel contrato, no quería que siguieran envueltos en ese mundo. No porque lo repudiaba como en algún momento hizo cuando no entendía muchas cosas, sino porque no estaba dispuesto a seguir compartiendo a su novio con el mundo.

Esto fue aceptado por el pelinegro sin protestas, después de todo, él también odiaba la idea de que el rubio fuera visto por otros y no hablar sobre la idea de que trabajara con alguien más. Aquello pareció ser un caso completamente cerrado del que se olvidaron por años.

— ¿Por qué me enseñas esto? Sabes perfectamente que no me interesa volver a filmar porno.

— Ni siquiera has leído el documento y las condiciones, es una buena oportunidad, el dinero es bueno, podemos expandirnos mucho más. Ni siquiera a los actores rojos más famosos del porno hétero que es supuestamente el más consumido cobrarían lo que nos están ofreciendo por una única película.

— Es que no me interesan las condiciones del contrato, Jungkook. Nosotros hablamos y llegamos a un acuerdo hace dos años, que traigas esto nuevamente al presente es absurdo. — Se levantó del sofá y caminó hacia la cocina con Yeontan entre sus piernas creyendo que recibiría algún chuche. — Saca ese contrato de agente de mí, ya di mi respuesta y es no.

— ¿Por qué siempre eres así? Solamente podemos hacer lo que tú quieres y como tú quieres. El primero en romper el acuerdo de hace dos años fuiste tú. Estábamos bien en Busan pero tú decidiste que querías regresar a Seúl, querías intentar nuevamente ser un actor porque es tu sueño y estuve de acuerdo, míranos aquí. Acepté sin dudar porque quería que tú fueras feliz, escuché tus razones pero tú ni siquiera me das la oportunidad.

El mayor dejó caer molesto el paquete de chips que intentaba abrir sin éxito y al que le puso tanta fuerza que reventó viendo como su contenido caía por todas partes. No podía creer que una vez más saliera esa conversación a flote, estaba tan cansado de eso. Todo era una maldita comparación, porque uno hizo no se qué y el otro no se cuánto.

— ¿Me estás diciendo que yo soy un egoísta que solamente piensa en sí mismo? — Preguntó en un grito asustando al cachorro que huyo hacia el sofá.

— Yo nunca dije eso, no pongas palabras en mi boca. — Rebatió con frustración.

— No puedes comparar querer superarse con volver a esa mierda en donde a veces controlan hasta nuestros malditos orgasmos, donde no tenemos privacidad y donde somos el objeto sexual de millones de personas. Lo que yo hago es porque actuar es mi sueño, tú ni siquiera comenzaste esas películas porque lo deseabas sino por una maldita apuesta.

— Hasta donde yo tenía entendido, tu sueño fue tener una vida tranquila y dirigir una tienda, cosa que hicimos. — Bajó su tono de voz y se acercó al rubio para abrazarlo. — Mira hasta donde hemos llegado pero aún así tú quisiste que nos trasladáramos a Seúl. Abrimos aquí una sucursal, radicamos en este nuevo apartamento que compramos y soy feliz así. Solamente quería hacer algo para aportar a ese sueño, con ese dinero podríamos hacer muchas cosas pero si no quieres, está bien.

— Hay muchas formas de colaborar y apoyarme, no tienes que andar follando por dinero con más personas. Puedes superar y dejar de ser un mediocre que...

El pelinegro se separó rápidamente al escucharlo, cortando la frase que el mayor estaba a punto de decir para darle una gélida y furiosa mirada.

— ¿Mediocre? ¿Eso es lo que crees que soy? Te informo que gracias a mi mediocridad y al trabajo que tanto denigras es que estamos aquí. Sí, solamente sé follar y por años eso es lo único que he hecho. Películas para adultos con actuaciones curtes tramas carentes de todo como tú dices pero esas fueron las que hicieron que el mundo volviera a verte, supiera tu nombre y recibieras una oportunidad para volver a hacer lo que amas.

— Sabes perfectamente que no quise hablar así solamente...

— Solamente nada, a veces yo también me canso de que salgas con estas estupideces cuando uno menos se lo espera. Sabes por qué me interesó ese contrato más que por el mismo dinero, porque era una oportunidad de trabajar contigo, a tu par y no sentirme miserable cada vez que no me invitas a los eventos a los que vuelven a incluirte o cuando no me presentas a tus amigos famosos porque según tú, una cosa es lo que dijeron los medios años atrás y otra que verdaderamente acepten nuestra relación. Tú vuelves a cumplir tu sueño, tienes todo lo que quisiste pero, ¿dónde quedo yo en todo eso?

Fue esta vez el rubio quien se acercó a él para abrazarlo, sujetándolo con fuerza aún cuando sentía la renuencia contraria a devolverle ese abrazo. Besó su pecho, su cuello y luego habló en voz baja.

— Tú eres parte de mi vida, eres el encargado de todo lo que tenemos, esto también es un trabajo. Eres el administrador de las tiendas Taekook. No tienes que sentirte miserable, tenemos algo grandioso juntos y sabes perfectamente que te amo. No necesito andar contigo de brazo frente a personas que pueden mirarlo con desprecio, soportando tragos amargos por el mero hecho de estar juntos.

— ¿Entonces por qué quieres regresar a esa vida donde no te dejan ser tú y vivir como quieres? — Se alejó mirándolo seriamente, tomando el contrato para romperlo en trozos y lanzarlo a la basura. — Yo nunca soñé con ser el administrador de nada, no es lo que me gusta hacer solo. Disfrutaba hacerlo porque era una actividad que realizábamos juntos, un sueño tuyo en donde yo tenía cabida. En este de la actuación, ¿dónde quedo yo? ¿Realmente te has detenido a pensar en mí aunque sea una vez desde que decidiste que volverías a actuar?

Levantó la barbilla contraria, le plantó un beso en la frente y otro en la boca antes de ir a buscar al peludo, dejándolo parado allí mientras apagaba todo e iba a la habitación. Para cuando Taehyung llegó, él fingió estar dormido, sintiendo sus brazos acariciarlo por detrás. Odiaban esas discusiones pero surgían cuando menos las esperaban.

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— Felicidades, ya me enteré que te han ofrecido un trabajo en Hollywood. — Mencionó el pelinegro abrazando a uno de sus mejores amigos. — No te olvides de mí cuanto te vuelvas un productor famoso.

— Por si no lo sabes, ya soy bastante famoso, sino fuera por eso no me hubieran llamado. La única razón por la que mi hermoso rostro no aparece en todas las revistas es porque estoy dejando que los modelos y actores se lleven algo de comer. — Contestó Seokjin caminando hacia su pareja que lo esperaba en el sofá risueño. — ¿Una copa?

— Por favor. — Aceptó.

— He escuchado que Taehyung consiguió un papel en un nuevo drama, felicidades. — Namjoon levantó la copa y brindó con él. — Que lástima que ya no nos haremos ganar millones mutuamente pero, me alegro por los dos. Sin embargo, lo lo olviden, si algún día desean regresar al mundo de los AV, ya sabes que aquí me tienes para que entren por la puerta grande.

— No, ya no nos dedicaremos más a eso, deja de intentar embaucarnos.

Jungkook fingió sonreír mientras veía a la pareja interactuar, conversando con ellos pero sin estar realmente presente en la conversación. Tener que enterarse por Namjoon que su novio había conseguido un papel y que incluso pronto empezaría a filmar había sido un golpe que le dolía más de lo que aparentaba.

¿Qué estaba sucediendo con ellos? ¿Qué tenía que hacer para volver a ser los que eran meses atrás?

— Kook... — Llamó Jin nuevamente, inclinándose hacia adelante para zarandearlo ayudado por su novio que lo sostenía por las caderas para que no se cayera. — ¿Todo bien?

— Sí, todo bien. — Bebió de su copa y les sonrió. — ¿Cómo le van hacer? Este nuevo camino que va a tomar Jin los mantendrá separados.

— Pues no, estaremos juntos aunque no siempre de forma física. No obstante, encontraremos la forma de mantener la distancia corta. Cuando se quiere se puede, además, ambos estamos realizando nuestros sueños, nos estamos apoyando mutuamente al final, estamos en el mismo ámbito, en el mismo mundo. Entendemos muy bien el trabajo y el esfuerzo que ha puesto el otro para llegar hasta aquí. — Namjoon habló con una sonrisa, sin dejar de acarician la cadera de su novio que lo miraba feliz.

Jungkook recordaba el tiempo en que Jin le decía que primero muerto antes de enredarse con Namjoon, que tenía demasiados peces en su pecera. Cuándo le anunció su relación y le preguntó por todos esos peces, simplemente le contestó que se los había comido y que en ese mar solamente nadaba él. Difiriendo de lo que creyó, ambos se acoplaron muy bien y acababan de cumplir su segundo años de relación.

Todos los que conocían seguían estando felices, juntos pero, Taehyung y él estaban creando una brecha entre ambos que lo asustaba porque por mucho que se molestara, no concebía su vida sin él.

— ¿Ya te vas? — Le preguntaron al unísono cuando dejó la copa de lado y se paró para despedirse.

— Tae deberá regresar dentro de poco, quiero estar allá, además, tengo que sacar a pasear a nuestro hijo, ya es hora. — Se rió ante la imagen de su atípica familia, esa era la que él quería. — Te deseo buen viaje, Jin.

Cuando llegó a su apartamento fue recibido por la enérgica bola negra que ya había crecido bastante. Salieron juntos a caminar y al regresar se sentaron a mirar el televisor, viendo en las noticias lo mismo que le había dicho Namjoon, su novio estaría filmando un drama y este aún no le decía nada. Dejó de lado a Yeontan que hasta el momento lo estaba acariciando en su regazo y cruzó su pierna derecha mientras acariciaba su sien. Observó por el amplio ventanal las luces de la ciudad y sonrió con amargura.

Deseaba estar en aquella pequeña casa que ambos compraron en Busan. Deseaba regresar a esos días, prefería incluso los días en que ambos eran actores porno, ahora lo sentía todo tan lejos y frío que lo asustaba.

Se quedó dormido en el sofá con el peludo, despertándose cuando los rayos de sol, Yeontan y el sonido de la puerta lo despertaron a la misma vez. Se incorporó viendo a su pareja entrar como una uva tropezando consigo mismo. Suspiró cansino pero se levantó para ayudarlo, lo duchó y lo metió en la cama. Lo dejaría descansar pero definitivamente tendrían una buena charla cuando este volviera a dar en sí.

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Posiblemente esta sea la última actualización por hoy. 😂 Estoy muy cansada.