(Humanizado porque Yolo XD)

14 de Febrero, Puerto de Sídney

Todo el lugar estaba repleto de decoraciones, en la playa se estaba organizando una pequeña fiesta.

Cerca del puerto, se encontraba la casa de a Marlin, Dory y su hijo Nemo.

La pareja de esposos dormían muy plácidamente, hasta que llegó Nemo y arruinó todo eso.

—¡Despierten! ¡es San Valentín!—los despertó el pequeño saltando sobre su cama—

—Nemo bájate de la cama podrías caerte.—se preocupo Marlin—

—Hay Marlin, deja de ser tan aguafiestas y diviértete un poco.—le dijo Dory a su esposo, tomando sus manos y saltando al lado de Nemo—

—¡Dory! —le gritó—

—¡Salta!—le animó—

—¿Nunca vas a madurar, verdad? —preguntó con un suspiro y una pequeña risa—

—Nopi.—le contestó mientras seguía saltando—

—Eso es lo que me gusta de ti. —le dijo muy romántico—

—Hay que cursis.—dijo Nemo—

—Nemo. —lo llamó su madre—

—¿Si mami? —preguntó el niño—

—Algún día tu te enamoraras al igual que Marlin. —le dijo sonriendo—

—¿Eso de verdad pasará papá? —preguntó confundido—

—Si hijo, pero todavía estas muy joven. —le explicó a su hijo—

—¡Que aguafiestas! —gritaron Dory y Nemo enojados—

—¡Es la verdad! —dijo Marlin—

—Cambiando de tema, ¿quieren ir a la fiesta que habrá en el puerto hoy? —preguntó Dory— 

—¡Si, si, si! ¿podemos ir papá? porfavor, porfavor, porfavor. —le rogó el pequeño—

—¡Nemo! debo hablarlo con Dory. —dijo mirando a su esposa—

Dory le guiño el ojo a Nemo, ya que ellos se entendían, eran complices en todo. Marlin suspiró.

—Iremos.—dijo sin más que agregar—

—¡Si!—festejaron los dos al escuchar aquello—

Dory se arreglo al igual que Marlin, ella como una buena madre, ayudó a Nemo a alistarse.

—Dory.—dijo Nemo llamando la atención de la chica—

—¿Si? —le preguntó—

—¿Como te enamoraste de mi papá? —preguntó con curiosidad—

—E-eh... e-es que... no lo entenderías...—tartamudeaba la peliazul nerviosa—

—¿Fue porque te sentías segura a su lado?—sospechó el niño—

—¡¿Como lo supiste?! —preguntó sorprendida que casi se cae de la silla—  

—Hablas dormida —le informó el peli-naranja—

—Pequeño travieso. —dijo ella, revolviendole el cabello con su mano—

—¿Están listos?—preguntó Marlin desde abajo—

—Si, en un momento bajamos. —le aseguró a su esposo—

—Los estoy esperando hace 15 minutos. —comunicó algo molesto—

—Que exagerado...—dijo Nemo riéndose—

—¡Te escuché! —le gritó a su hijo el cual estaba riéndose a carcajada con su madre—

—¡Ya bajamos! —informó Dory, aguantando las risas—

Madre e hijo bajaron las escaleras tomados de la mano sonriendo, Dory llevaba una blusa azul marino con una falda color crema y zapatos del mismo color y Nemo bajó con una camisa anaranjada con jeans azules y zapatos marrones, Marlin se vistió con una camisa a rayas de color anaranjado y al igual que su hijo, jeans azueles y zapatos marrones.

—Te ves hermosa. —le dijo Marlin a la peli-azul—

—Gracias. —le agradeció ruborizada—

—¡Vamos! —gritó Nemo—

—¡Esta bien! ¡el último en llegar es un pez! —los desafió Dory mientras salia corriendo hacia afuera—

—¡Yo ganaré! —se dispuso Nemo y siguió a Dory—

—Ella y sus metáforas de peces... —se dijo Marlin a él mismo y después de cerrar con llave la puerta, los siguió corriendo—

Los tres con una carrera llegaron al puerto, el ingreso era gratuito a lo que solo gastarían en comida y bebidas y alguna otra cosa que el pequeño peli-naranja quisiera.

Pasaron toda la noche bailando,riendo y cantando. Nemo estaba cansado pero Dory lo animaba para que se quede un poco más de tiempo despierto, ya que quería disfrutar ese momento con toda su familia.

La última banda de la noche subió al escenario y tocó una bella balada romatica que contaba la vida de Dory y Marlin. Como si la canción fuera para ellos.

Se tomaron de las manos y se miraron directamente a los ojos. Ella a los hermosos ojos naranjas de Marlin y él a los brillantes ojos purpuras de Dory.

—Aun recuerdo cuando nos conocimos. —le dijo dulcemente a Dory—

—Y yo... te amo Marlin. —dijo ella con una brillante sonrisa—

—Te amo Dory.—expresó—  

Marlin besó tiernamente a Dory tomándola de la cintura, Nemo solo veía la linda escena con su celular en las manos.

—Ese es mi papá. —manifestó el pequeño—

—¡Ven aquí pequeñin! —lo llamaron—

—¡Digan familia feliz! —dijo el pequeño Nemo, colocando el celular en frete de los tres —

—¡Familia feliz! —dijeron todos al mismo tiempo, sonriendo para la foto—

Nemo tomó la foto y se guardó en la galeria.

—¡Listo! los quiero mucho... —declaro Nemo—

—Y nosotros a ti hijo. —le dijo su padre sonriendole—

Los tres se abrazaron fuertemente mientras las estrellas brillaban junto con la luna.

Una familia completa era el mejor regalo de San Valentín para Marlin, Dory y Nemo.