14 de Febrero, Pueblo Berteno 

El día de los enamorados llegó al mundo de nuestros pequeños y alegres trolls. Pueblo Berteno estaba completamente decorado con arcoíris, corazones y flores de todos los colores y tamaños.

La reina Poppy paseaba al lado de Ramón por todo el pueblo. Usaba un bello vestido corto de color rosa con muchos brillos y su corona de reina.

Todos los trolls caminaban felices, tomados de la mano o del cabello. Por otro lado los bertenos hacían lo mismo, algunos se abrazaban y otros se daban uno que otro beso.

—Ramón, ¿no es hermoso el día de San Valentín? —le preguntó Poppy dando vueltas—

—¿Lo dices en serio? todos esos corazones me dan... asco. —le respondió algo asqueado—

—Hay por favor, no puedes odiar este día tan maravilloso. —le contestó quejandose—

—Tu tienes tus gustos, yo los míos Poppy. —le explicó—

—Pero compartimos algo en común...—le dijo ella—

—¿Y eso es? —preguntó sin interés—

—¡Cantar! ¡Tiempo de abrazar! —exclamó muy feliz—

Poppy le dio un lindo y cálido a abrazo a Ramón, el cual le terminó correspondiendo.

—Aww —exclamaron los demás al ver a la pareja—

—¡Ya ok, no es para tanto! —gritó Ramón algo molesto—

—¡Poppy! —la saludó Bridget, su mejor amiga berteno—

—¡Bridget! —le devolvió el saludo con una sonrisa—

La pequeña troll se acercó a su amiga, ella la levantó con su mano y la puso a la altura de su rostro.

—¿Como estas? —le preguntó—

—¡Bien! ¿y tu? —le devolvió la pregunta—

—Bien, pero estoy un poco nerviosa... —confesó la berteno—

—Cuéntame... ¿a que se debe? —preguntó con curiosidad—

—Es que... —suspiró— tendré una cita con el rey Grisel. 

—¡Eso es fantástico! —exclamó la troll—

—Si, lo sé pero tengo algo de... miedo. —le dijo—

— ¿Pero porque?—preguntó preocupada—

—Ese es el punto... ¡no lo sé! sé que he tenido una cita con él antes pero eso era con Lady Brillantina. ¡ahora soy Bridget! —le explicó nerviosa—

—Brid, él te ama mucho mucho mucho como Lady Brillantina y como tú misma.—le dijo con sinceridad— 

—Em... g-gracias Poppy, lo necesitaba de verdad. ¡Feliz día de San Valentín! —le dijo a su amiga troll— 

—Igualmente, disfruta de tu cita.  —le deseó—

—Eso haré, gracias ¡nos vemos! —se despidió, bajándonla de nuevo al suelo—

—Wow... Poppy la experta en el amor ha llegado. —dijo Ramón en un tono burlón—

—Hay como si fuera Cupido. —exclamó con sarcasmo—

— Si lo eres, para mi. —le dijo dulcemente—

—Ramón ¿desde cuando eres tan cursi? —le preguntó con tono burlón—

—Desde siempre. —confesó—

—¡Hola chicos! —les saludaron sus amigos: Grandulón, DJ, Cooper, Diamantino y Satín y Seda—

—¡Hola! —le devolvieron el saludo el par de trolls—

—¿Y que planes para hoy? —preguntó DJ—

—No lo sé, no planee nada para hoy. Supongo que saldré con Ramón a pasear por el pueblo en la noche. —les explicó a sus amigos—

—¿Y eso de pasear a solas con Ramón eh Poppy? —preguntaron todos molestando a Poppy—

—¡No piensen mal! —gritó Ramón—

—¡sólo quiero pasar un tiempo con Ramón! —les volvió a explicar—

—Esta bien, esta bien. —los trolls comprendieron—

—Chicos, hay veces en que no los entiendo. —les dijo Poppy—

El sol se ocultó. El rey Grisel y Bridget patinaron todo el día, el grupo de amigos trolls se divertía en los bares del pueblo mientras que Poppy y Ramón paseaban por las calles iluminadas de lindos faroles.

—Hey Ramón. —le dijo—

—¿Que ocurre Poppy? —preguntó el ya mencionado—

—A-alguna vez... ¿haz querido decirle a alguien algo pero te da miedo que este te rechace? —le preguntó ella—

—Tal vez... —le dijo sin nada que agregar—

—Vamos, puedes confiar en mí. —le dijo la troll—

—No lo diré. —dijo serio—

—Porfavor, porfavor porfavor. —le rogaba Poppy sin cesar—

—¡Esta bien! ¡si! —confesó—

—¡Lo sabía! —exclamó victoriosa—

—¿Que? —preguntó confundido—

—¡Estas enamorado! —gritó Poppy—

—¡No no no! —negó—

—Si, si que si. —le dijo—

—¡Poppy! —le gritó a la rosada—

—Dime, ¿quien es esa troll especial? —pregunto con curiosidad—

—No te lo diré. —dijo firme—

—¡Ramón! —gritó enfadada—

—¡Eres tu! ¡eres tú Poppy! —admitió sonrojado—

Poppy quedó impactada y muy muy sonrojada al igual que Ramón.

—¿¡Que acabo de decir?! ¡olvida todo lo que te dije! —gritó—

—Yo también te amo Ramón. —le confesó—

La troll rosada se acercaba poco a poco al otro. Ramón se quedo quieto, ya que el también quería lo que pasaba por la mente de Poppy, un beso.

Sus labios se juntaron unos cuantos minutos y rápidamente Poppy se separó.

—¡Te veo mañana! —exclamó ella—

La alegre troll se fue saltando entre las flores, él estaba totalmente sonrojado.

Bueno, admitamoslo. Ramón nunca imaginó enamorarse de su mejor amiga pero tenia sus motivos.

Ella le enseñó la verdadera felicidad.