Prólogo
La vida puede ser una mierda Muchas veces.
Era algo que ya sabía Haruchiyo, algo que aprendió desde muy pequeño
La primera fue la muerte de su madre al dar a luz a su hermana,su padre ya no le prestaba atención a sus hijos y su hermano mayor Takeomi dejaba a el y a Senju solos en casa, mientras el iba con la pandilla
Sanzu y Takeomi acaban de discutir otra vez, Takeomi se va y deja a un agobiado y triste Sanzu solo, que por la presión huye de la casa, por instinto va al parque donde lo llevaba su madre, se sienta en uno de los columpios y empieza a llorar por todo, mientras llora siente como si alguien le rozara girándose para ver a un niño de más o menos su edad y con una capa roja tendiéndole un pañuelo.
-Creo que lo necesitas más que yo- es lo único que dice el desconocido
Él solo agarra el pañuelo.
El niño se sienta en el otro columpio acompañando a Sanzu.
-Mi nombre es Takemichi Hanagaki, y tú?- en ese momento no sabia si responder o no pero con esa sonrisa que le dio pensó que era mejor decirle
- Haruchiyo- fue lo único que dijo, ni apellidos ni nada, no le apetecía en ese momento nombrar nada que lo relacionará con su familia, solo quería concentrarse en aquel extraño.
Para su sorpresa el otro sonrió brillantemente.
- Es un lindo nombre.- Se quedo callado un momento.- ¿Qué haces aquí solo?-
-me escape de mi casa- dijo en seco, como si fuera de lo más normal
-y por que escapaste?- pregunto un poco preocupado
-no quiero esta en ese lugar, al menos por el momento-
-mmmm está bien- tarareo de respuesta.-¿Quieres jugar?-
-¿Qué?- pregunto incrédulo el otro.
- Que si quieres jugar- se señalo a si mismo- conmigo-
Eso lo hizo sonreír un poco, llevaba días sin sonreír.
-Claro, Take- el otro sonrió más ante el apodo.
-Entonces, ¡vamos!- ante de que pudiera decir nada más el niño lo agarro del brazo y salir corriendo
Pasaron la tarde entre juegos y risas, ya estaba oscureciendo y ellos estaba viendo el cielo como poco a poco el sol está escondiéndose
-ne ne haru-kun prometamos algo
-Dime, Take- el otro niño se giro para verlo, ese momento se quedo grabado a fuego en su memoria, podía ver los ojos brillantes y determinados del contrario, su pelo y capa ondeaban por la brisa nocturna
-prometamos que siempre vamos a estar juntos sin importar que- dijo, se notaba en su voz que esta seguro
-estas seguro que quieres hacerlo- pregunto nervioso
-pues claro, me gusta estar contigo- dio una sonrisa tan hermosa que Sanzu pensó que vio un angel- aquí nos reuniremos si?
-Vale, a partir de ahora será esté nuestro lugar de reunión- ambos estrecharon sus meñiques, el atardecer fue testigo de aquella promesa infantil, que duraría con los años.
Después de eso ambos se despidieron el Hanagaki con una gran sonrisa mientras salía corriendo y Haruchiyo solo mirándolo agitando suavemente su mano en un ademan de adiós, esa fue la primera vez que Haruchiyo experimento lo que era la amistad, esa noche durmió en paz sabiendo que acababa de encontrar a quien sería su luz en aquella oscura tierra
Pasaron los años y ellos eran inseparables, no había nadie que los separaban, habían días en los cuales o Takemichi o Sanzu estaban lastimados pero siempre curaban sus heridas entre sí con sonrisas, Sanzu ya le había contado como era su familia y Takemichi al saberlo lo ayudó en todo lo que el pudiera más de una vez ayudó a Sanzu a cuidar a Senju
Para Haruchiyo haber encontrar a Takemichi era lo mejor que le hubiese pasado, todo era alegría para ambos, incluso el último día que se vieron, lo recuerda bastante bien.
Ambos estaban sentados en aquellos columpios en los que se conocieron tomando un refresco, Takemichi empezó a hablar sacándolo de sus pensamientos.
- ¿Recuerdas el día que nos conocimos?, justo era un día como hoy- sus ojos se veían soñadores y una suave sonrisa adornaba sus labios, aquella imagen hizo que algo dentro de Haruchiyo se moviera.
-La verdad es que agradezco a verte encontrado ese día- comento un poco sonrojado por decir aquello.
-Eres una persona muy especial para mi-
-Y tú lo eres para mi- el peli negro se giro sonriendo antes de volver a mirar al frente, los colores del atardecer se veían más intensos que nunca.- Hasta nuestra promesa sigue en pie-
Eso era verdad ambos seguían viéndose a pesar de todos esos años en el mismo sitio
- Y espero que siga cumpliéndose- el oji verde solo miraba admirando al otro, le daba igual el atardecer solo quería seguir viendo a su amigo
-Pues claro que va a seguir cumpliéndose- aseguro el menor, Haruchiyo podría jurar que sus ojos seguro que brillaban con convicción.
-Nunca dejare de venir aquí-
-Eso espero, ¿qué tal está tú padre?- la pregunta hizo el menor se tensara.
-A empeorado- eso hizo que se preocupara.- Mamá está pensando en mudarnos a un sitio donde haya más hospitales- eso hizo que Haruchiyo también se tensara, sonaría egoísta, pero no quería que Takemichi se alejara de él, ese no era momento para pensar en sus deseos, tenía que apoyar a su mejor amigo.
-No te preocupes seguro que se mejora y por fin lo conoceré- eso hizo que el oji azul se animara un poco.
Viendo que su amigo seguía algo triste decidió animarlo con una cosa, antes de que pudiera decir nada agarro su lata vacía para empezar con su idea, tiro con fuerza de la tapa de las latas consiguiendo sacarlas teniendo ambas en su mano
-Mamá una vez me enseño esté truco- con suavidad agarro una de las manos del contrario y le coloco esa especie de anillo.
- Según ella a la persona que le diera estos de anillos siempre estaríamos juntos, tú tienes mi anillo y yo el tuyo, por lo que siempre estaremos juntos pase lo que pase- se puso su anillo a juego, pudo ver como la sonrisa de su amigo de vuelta eso lo calmo.
-¡Claro que si, Haru-kun!-
Después de eso no recuerda más solo una despedida y la promesa de volver a verse al día siguiente
Cuando fue al siguiente día lo espero pero no aparecía, al día siguiente lo espero y al siguiente y al siguiente y así fue por meses pero nunca lo volvió a ver.
Estaba mal se notaba ya no sonreía como antes, ya no jugaba estaba su cuerpo en la tierra, pero su mente y alma era como si murieron, al ver esto Takeomi decidió preguntarle qué hacer a Shinichiro y el le respondió que jugará con su hermano menor y con su mejor amigo, le pareció buena idea a lo cual lo hizo.
Al inicio no hablaba mucho, pero poco a poco empezó a jugar con ellos sonreía no como lo hacía con Takemichi pero era un avance.
Ese avance hizo que Takeomi siempre lo llevara ahí, mientras él y los chicos hablaban ellos jugaban, al principio todo era divertido y alegre, pero empezó a notar cosas que era mejor no decir.
Esas cosas eran Manjiro o Mikey y sus extrañas acciones, había veces en las que se comportaba como un buen amigo y otras en los que parecían más objetos de su propiedad, Haruchiyo siempre trato que su hermana no se acercara demasiado, tenía miedo de que le hiciera algo, también noto que Manjiro era propenso a manipular a las personas de su alrededor, en conclusión no se fiaba del todo de Manjiro, pero para no preocupar a Takeomi decidió que seguiría fingiendo que le gustaba estar con él.
Hasta que llego el día de la discordia.
Esa vez fue cree que... la cuarta vez que la vida le golpeo.
Realmente esa vez si que le dejo marcas y no solamente psicológicas si no de verdad.
Estaba en el patio de los Sano jugando con otro de sus amigos, Keisuke Baji, dentro de lo que cabe le caía mejor que Manjiro, ambos estaban jugando con una pelota, cuando Manjiro abrió la puerta en sus manos llevaba si no recordaba mal un regalo que les había en señado hacía una semana, la nueva maqueta de un avión, no iba a mentir sintió un poco de envidia al verlo, Takeomi nunca le compraba ningún regalo, pero no nos desviemos de la historia, ambos miraron el juguete en su mano, estaba roto y los ojos de Manjiro estaban muy oscuros, parecían un agujero negro.
-¡Hola, Mikey!- saludo el pelinegro, Haruchiyo no sabía si no se había dado cuenta del aura que cargaba o estaba tratando de ignorar el aura del otro.
-Haruchiyo- Manjiro ignoro completamente al otro.-¿Has roto tú el avión?-
-¿Eh?- no entendía nada, en en ningún momento toco el avión.
-Que si tocaste el avión-repitió impasible el otro, a lo que negó.- No me mientas-
-No estoy mintiendo- repuso algo molesto el peliblanco ante aquella acusación, Baji solo miraba todo en silencio.
-Entonces esa estúpida me mintió- murmuro el pelirrubio, Haruchiyo entonces entendió que hablaba de Senju, el otro giro para volver a entrar en la casa, ante el miedo de lo que pudiera hacer ese niño a su hermana se puso delante para detenerlo.-¿Qué estás haciendo?-
-¡No dejare que le hagas nada!- declaro, puede que su relación con Senju no fuera la mejor, pero seguía siendo su hermana.
-Pero ambos somos amigos, ¿no? , deberías apoyarme en todo lo que haga- aquella declaración le hizo poner una mueca de asco y la rabia se apodero de él.
-¡Eso es esclavitud, no amistad!, ¡tú y yo nunca seremos amigo!,¡mi único amigo es Takemichi Hanagaki!- todo se quedo en silencio, Baji estaba en su mismo sitio sorprendido y Haruchiyo hiperventilaba ante lo dicho sin quitar su mirada furiosa de Mikey, llevaba tiempo queriendo decirle eso, por fin pudo.
Manjiro inclino su cabeza hacía un lado con una sonrisa que le helo la sangre.
-Es una lástima, me caías bien, pero si no quieres seguirme por las buenas serán por las malas- antes de poder entender del todo esas palabras Manjiro se lanzo contra él, tirándolo al suelo, empezando a pegarle puñetazos y patadas trataba de darle, pero era imposible al tener al otro encima, Baji trato de ayudarlo, pero recibió un puñetazo tirándolo al suelo, antes de pudieran reaccionar ocurrió lo que lo marcaría.
Mikey en su ira irracional cogió una de las piezas del avión para empezar a rasgar la piel de las comisuras de sus labios.
Empezó a sentir la sangre escurrir Mikey se había levantado y lo miraba todavía sonriendo, el solo estaba de rodillas tratando de secar sus lágrimas por el dolor, la puerta fue abierta por su pequeña hermana que veía el espectáculo asustada.
Pero no podía concentrarse más que en el dolor que sentía.
-Ríe para mi Haruchiyo- la orden le pareció absurda, una broma, pero en ese momento no sabía como reaccionar solo acato la orden, su risa se escuchaba ida como si estuviera desquiciado, algo que alerto a los mayores que se encontraron aquel grotesco escenario
Todos estaban asustado, por un momento nadie se movía, solo miraban el escenario con horror, en un momento ya reaccionaron los mayores y se llevaron a Haruchiyo a el hospital más cercano, mientras dejaban a los niños en la casa.
-POR QUE LO HICISTE?!!- pregunta Baji mientras agarra por el cuello de la camisa a Manjiro, estaba asustado pero también enojado
-que por que lo hice?, simple, así muestro que el es mi amigo y nadie podrá cambiarlo, ahora el sera mi amigo sin importar que- Dio una sonrisa psicópata al lo que asustó más a Baji haciendo que lo suelte, Manjiro miro a la manor por unos momento y se fue del lugar tirando las partes del avión hacia un lado, miro hacia arriba y se pregunto
-Quién es Takemichi Hanagaki?- se pregunto enojado, como es que Haruchiyo prefiere ese niño que ni conoce que a él?-ya no importa, el ya es de mi pertenencia-
Mientras tanto Haruchiyo estaba en el consultorio con unos parches en las comisuras de su boca mientras Shinichiro y Takeomi hablaban con el doctor, el estaba asustado, pensaba en que había hecho mal para que le hiciera eso, se pregunto que le diría Takemichi en esos momentos.
Mientras tanto Takeomi se acerca a el y se pone de rodillas y le empieza a hablar
-Oye, lamento que esto pasará, pero verte así de triste por un niño que te abandonó,decidí hacerlo para que jugaras- Haruchiyo al escuchar la palabra abandonó no le gusto, se enojo y a la vez se puso triste, pensar que Takemichi lo abandonó no le gustaba.
-Takemichi nunca me abandonaría, el...el no lo haría-
-Entonces por qué se fue?, mira aunque fuera tu amigo, no era necesario romper el juguete de Manjiro sabes- eso bastó para que Haruchiyo se enfadarse más
-YO NO LO HICE!! FUE SENJU!!- grito, el no era el culpable
-No me alces la voz!! Y tampoco culpes a tu hermana!!-
-Ella lo hizo yo no fui!! TE ODIO!!- dijo y se fue corriendo lejos de ahí, escuchaba los gritos de Takeomi diciéndole que volviera pero no le hacía caso
Salió del hospital corriendo sin ningún rumbo, todos se le quedaban mirando al verlo pasar, sin darse cuenta sus propios pies lo llevaron al parque donde Takemichi y él jugaban, donde se suponía que Takemichi lo había abandonado hacía dos años.
Se sentó en unos de los columpios y comenzó a pensar en lo injusta que era la vida.
Era injusto que no estuviera su madre, era injusto que su padre no apareciera por casa nunca, era injusto que Takeomi le pusiera el peso del hermano mayor sobre sus hombros, era injusto que tuviera que aguantar las regañeras de las cosas que hacía Senju, era injusto que todo eso le pasara a un niño.
Un niño que solo quería volver a estar con su amigo.
Un niño que solo quería volver a ver a la única persona que le tendió la mano en sus momentos oscuros.
Las lágrimas se hicieron presentes y no pudo retenerlas, su sollozo se escuchaba por todo el lugar en un intento de no ser escuchado se tapo la cara con sus manos.
Todo era demasiado fuerte para él, en tan solo unas horas tuvo que aguantar la culpa de algo que no hizo y unas cicatrices que no eran solo unas cicatrices si no un recordatorio de que ahora era propiedad de psicópata.
Y él lo único que quería era que Takemichi volviera y lo abrazara mientras le aseguraba que todo iba a estar bien, que mientras estuvieran juntos nada importaría, quería volver a sentir sus cálidos abrazos y sus tranquilizadoras palabras
Pero ya no volvería a sentir eso.
Eso lo hizo llorar con más fuerza.
Solo quería de vuelta a su mejor amigo, quería volver a ver a una de las personas que siempre lo entendió y creyó en él.
Aunque era improbable volverlo a ver.
Esa noche Haruchiyo juro dos cosas a la luz de la luna llena.
La primera fue que movería tierra, mar y cielo para encontrar a Takemichi HanagakiLa segunda fue que le haría pagar a Manjiro Sano todo lo que le a hecho, cueste lo que cueste aún si sale mal parado se lo pagara.
Después de ese día Haruchiyo no volvió a casa.
Ni para por su ropa ni para su ropa, para nada.
Pero nadie notó que faltaba un anillo con la tapa de un refresco.
Era la única cosa que necesitaba Haruchiyo, un objeto que le recordaba sus planes y que le otorgaba suerte
Cuantos años han pasado? No se sabe pero han pasado demasiados años y aun no a encontrado a Takemichi, pero aun no se iba a rendir, ya pasaron 2 años desde que murió Shinichiro, de que Kazutora fuera a la correccional ya no tenía mucho contacto con Baji.
aun seguía con Manjiro, no por que lo perdonará si no que por que es de su "pertenecía" y si algo le pasa va a estar ahí para ver como lo destruyen pero si nadie lo hace nadie el lo iba a hacer con sus propias manos.
El día de hoy había una reunión de la ToMan cuando llego vio a todos ahí no le dio tanta importancia de las personas a su alrededor, solo hasta que vio a un chico con pelo rubio junto con el capitán y vice-capitan
inmediatamente reconoció al chico por sus bellos y hermosos ojos de color azul, un azul como unos zafiros brillando.
Sintió como si el mundo se congelara.
Como si el propio universo lo hubiese planeado.
Los años no le habían afectado nada, a lo mejor había crecido y su pelo ahora estaba teñido, pero sin lugar a dudas seguía siendo mejor amigo.
Debajo de aquella mascarilla negra se formo una sonrisa verdadera que no aparecía desde hacía años, sus ojos picaron un poco por la emoción.
Pero aquella emoción rápidamente cambio a preocupación al volver a fijarse.
Takemichi estaba al lado de Mikey.
Takemichi conocía a Mikey.
Eso era algo muy malo, era horrible, era el primer testigo de lo que era capaz de hacer aquel bastardo, tenía miedo de lo que pudiera hacerle a Takemichi, ¿y si lo lastimaba?, ¿y si lo tenía como esclavo?, mil pensamientos negativos cruzaron su mente.
Y Manjiro se fijo en él, sus ojos oscuros parecían llenos de emoción.
Y entonces le sonrió.
Aquel estúpido le sonrió inocentemente.
¿Cómo podía a ver sido tan estúpido?, el día en que paso todo aquello el había nombrado a Takemichi ante Manjiro por el enfado, había condenado a su amigo.
¿Pero como era capaz de hacer eso?, Takemichi no le había hecho nada.
Ante la ansiedad de lo que Mikey podría hacerle a su amigo empezó a clavarse las uñas en la palma de su mano, Muto lo miro de reojo levantando una ceja en señal de que le pasaba, negó tranquilamente para no preocuparlo.
Después de decir lo que tuvieran que decir, Manjiro dejo solo al pelinegro quien se veía desorientado en aquel hostil lugar.
Sin poder más se acerco.
Llevaba años deseando que esto pasara, se imagino una escena más significativa, pero daba igual, mientras volviera a ver a Takemichi era feliz.
Sentía que cada paso que daba era como caminar sobre una cuerda, una cuerda que lo llevaría a su más ansiado deseo.
Esto le recordaba a cuando soñaba como volverían a verse, él se acercaría nervioso y Takemichi le daría una de sus brillantes sonrisas, saludándolo con ''Me alegra volver a verte, Haru-kun''
Y entonces él rompería a llorar y se abrazarían mientras le explicaba porque no volvió aquel día a los columpios, y entonces le perdonaría fuera cual fuera la excusa, porque le había echado de menos.
Pero su sueño fue aplastado en un solo segundo con solo una pregunta.
-¿Necesitas algo?-Haruchiyo se quedo estático, ¿a- acaso no lo recordaba?, el menor se veía intimidado y confundido por estar tan cerca, sintió como si su corazón se rompiera como sus ilusiones.
Él no lo recordaba.
Ante eso trato que su decepción no se notara.
-Apártate, estás estorbando- ante aquella hosca orden el menor se aparto, mentiría si no dijera que no deseo en lo más profundo que el otro se girara y le dijera ''¡Es broma!, pues claro que sé quien eres!'', pero no fue así la escena en cambio fue un Takemichi confundido y un Haruchiyo saliendo bruscamente del templo.
Y allí estaba otra vez en aquel parque, siempre que la vida le daba un golpe él iba ahí.
El lugar donde consiguió todo y lo perdió, algo irónico.
Él llevaba años deseando volver a ver a esa persona, para al final encontrarse con que esta ni lo reconocía.
¿Acaso no fue lo suficientemente importante para él como lo fue para si mismo?¿Acaso su promesa fue solo una.... mentira?De la nada sintió como algo escurría de su mejilla se la toco para encontrarse que estaba llorando, hacía años que no lloraba.
Aquella tarde muchas personas que pasaran pudieron ver a una especie de pandillero llorando en los columpios hasta el atardecer, completamente solo.
Pues esta vez ya no tenía a nadie que lo consolara.
Paso todo el rato llorando y preguntándose, tan insignificante era?, acaso estaba con el solo por pena?, tenia razón Takeomi que lo abandonó?, el no quería aceptarlo el no lo quería creer, en un momento recordó cuando jugaban de pequeños, cuando se conocieron, esa sonrisa tan hermosa, una que jamás olvidará y se fueron todas sus inseguridades y dejo de llorar.
Esa tarde decidió salvar a Takemichi de las garras de Manjiro Sano, y va a hacer que lo recuerde y este a su lado Cómo en los viejos tiempos, sin importar que o como.
Es el prólogo más largo que he hecho, bueno el prólogo fue entre ambas, espero que le haya gustado no olviden votar si le pareció ;) sin mas que decir me despido
Bye!~ :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top