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-Eres increíble, mira ...un cuerpo perfecto, bien trabajado, asombroso... cómo haces? Creí haber dicho que te torturaran hasta dejarte deforme, cómo es que eso no pasó?- musitó deslizando sus manos por el abdómen del demonio que yacía desnudo en la mesa del comedor de la casa, sujetado por algo inexistente pero manteniéndolo firme en su lugar sin ceder las presiones de sus brazos y piernas. El ser, maravillado por la vista detuvo sus manos a milímetros de la parte baja contraria, dónde se dedicó a mirar detalladamente y sin nada de pudor, bajo la atenta mirada del demonio- vaya... ahora entiendo a ese angelito...- silbó una canción insinuadora. Volviendo su vista a Jungkook- grita?, Aunque no me sorprendería, sería excitante saber que gime tu nombre, cuando después de esto podré probarlo sin inconvenientes- dijo siseando y exhalando las palabras, divertido al ver la confusión y molestia del pelinegro presente en sus ojos.
-Vamos, no me darás detalles?, Que desconsiderado de tu parte...- habló presionando el miembro del pelinegro con medida fuerza. Inclinándose hasta quedar de frente a éste, bajando el prepucio en su totalidad, asomando su lengua. Lamió el glande y lo succionó en su boca. Un gemido de protesta por la sensación desagradable que despertó la acción, salió de la boca del demonio.
El ser se alejó lo suficiente, mirando hacia arriba mientras se dedicaba a relamerse los labios , degustando el sabor. Cómo si estuviera catando el más fino vino.
De pronto la entidad abrió desmenuzadamente sus ojos en descubrimiento de algo sumamente importante.
Bajo la mirada hasta posarla en los ojos apáticos del pelinegro que lo miraba fijamente.
- No me lo creo- dijo conteniendo claramente la carcajada que se avecinaba, como si hubiera hecho el descubrimiento más gracioso y sarcástico. - en serio eres tan puro y casto en este mundo regido por el sexo, la morbosidad y las parafilias?...de verdad lo cumpliste?- por fin la carcajada se hizo presente, librándose como si hubiese sido contenida por años. Se retorcía llevando sus manos a su estómago con intensión de calmar un poco el ataque que no quería abandonarlo.
Jungkook solo se dedicó a observarlo, no entendía qué estaba tratando de decir. Está bien, si entendía el hecho que desde que está en ese mundo, jamás fue capaz de entregarse a los placeres banales y físicos , como lo era el sexo. No es que no haya tenido la oportunidad porque de hecho sí, tuvo muchas, muchísimas, sin querer sonar vanidoso, pero él simplemente no tenía ganas, tan fácil como eso. Su cuerpo ni siquiera reaccionaba a los estímulos que le eran brindados una de esas veces que se decidió por hacer algo para alivianar su frustración. Pero todo intento se desvanecía cuando nada lo hacía poner de "humor".
De acuerdo. Debía confesar que más de una vez si sintió deseos carnales, pero cada que buscaba a alguien para satisfacerlos, la sensación, así como venía,se iba de manera fugaz.
Por eso es que las veces que esos deseos primitivos lo alcanzaban, decidía darse placer él mismo.
Siempre con el pensamiento fijo en un ser de pelo dorado, ojos color mar y piel acanelada.
Dios...él juraba que no lo hacía a propósito , pero es que una vez sus deseos despertaban, era como si estuviera viendo una película vivida en su cabeza. Gemidos, razguños, embestidas, todo tan malditamente real, se sentía real, tan real que podía escucharlo gimiendo su nombre y llamándolo por más.
Cerró sus ojos cuando una imagen se le instaló en su cabeza, repitiéndola incesantemente, juró que podía escucharlo jadear en su oído, la temperatura subió y pronto se encontró teniendo un problema poco afortunado para la situación en la que estaba.
- Pero mira eso...nada mal- musitó la entidad mientras aplaudía, con una sonrisa grabada en su rostro, observando el pene erecto del pelinegro. - cuéntame... es bueno?... Se mueve bien?...aún lo recuerdas verdad?, Porque no creo que yo haya ocasionado ese gran problema...- expreso tocándolo.
-No sé de qué mierda estás hablando, suéltame de una puta vez.- respondió entre dientes y fulminado con su mirada al ser que se encontraba junto a él.
- Jungkook, Jungkook, Jungkook...- habló saboreando las palabras, aún con su sonrisa intacta.- no sabes de qué hablo? O es que estás jugando conmigo?...no me tientes, puedo torturarte de la manera más vil y masturbarme en el proceso. - su mirada se endureció borrando todo vestigio de sonrisa.
Sólo lo miró desde la posición en que se encontraba. Tenía mucho que perder, estaba solo y el estar frente a éste ser con notable nivel de poder por sobre él, no era algo bueno.
Jungkook no era tonto, si ponía resistencia era obvio que iba a ser castigado. Por lo cuál decidió que lo mejor sería tratar de encontrar una solución más coherente y llevarse bien con el ente. Soltó un suspiro de resignación y desvío la mirada, para luego suavizarla y volver a enfrentarlo, tratando de encontrar, en el transcurso, explicaciones que aún bailaban en el aire al desconocer su origen.
- Que quieres?...
-Wooww veo que ahora sí estamos dialogando- dijo volviendo a su actitud habitual.- dime, realmente no lo recuerdas? , no creí que funcionara contigo , ya sabes...toda esa mierda del sacrificio, amor y esas estupideces no son cosa mía, y como que no es tan fácil borrarlas de alguien sin dejar algo.
-...
- Vaaamos es en serio?- preguntó mirando de cerca los ojos del demonio, mientras veía un destello de luz parpadeante carmesí en ellos- al parecer tus ojos hablan más que tú... bien...quizás realmente no recuerdas... Sujétate, esto dolerá.
Surgat metió los dedos en su cabeza, con los brazos posados a los costados de la cabeza del demonio, a la altura de la sien, presionando con fuerza descomunal mientras el pelinegro se retorcía sobre la mesa, tensándose de a ratos y desgarrándose la garganta mientras gritaba con todas sus fuerzas, siendo presa de la tortura con sus propios recuerdos reales y otros distorsionados. Sentía una presión en el cráneo, imágenes amontonándose detrás de sus ojos, luces intermitentes comenzando a tomar forma, ruidos rotos con vestigios de voces abriéndose paso a la nitidez, conversaciones, sensaciones , emociones, roces, jadeos, discusiones, amor, odio, melancolía.
Todo pasaba a una velocidad inconcebible y....
Dolor, desconsuelo, tristeza y tormento. Esos sentimientos se instalaron en su pecho como dueños del lugar. Todas sus vidas pasando en menos de un segundo. Con la lentitud suficiente para catalogar cada una de ellas.
Ahí estaba, ese recuerdo que tanto buscaba, se lo mostró, tan real, tan jodidamente real, su piel, su boca , sus manos, su cuerpo, el suyo, fuego y pasión.
Abrió los ojos de golpe en demasía, la vista nublándose producto del líquido transparente que comenzaba a brotar de sus ojos. Sus labios ahora temblaban en una fina línea , callando incontables gritos de impotencia y furia. La sensación de romper en llanto en cualquier momento presente, asfixiándolo y torturándolo brutalmente.
Llevo sus ojos al ente que se encontraba sobre sí, aún con las manos en su cabeza, la vista elevada al techo, mientras jadeaba y gemía débilmente.
El ser lentamente bajó su mirada posádola en la del pelinegro, aún jadeante tratando de recuperar el aliento.
- Mierda eso fue grandioso, no es así?- musitó luego de haberse estabilizado, moviéndose lentamente hacia un costado. Soltó un suspiro pesado. - malditamente grandioso, tanto así que me corrí... parezco una puta quinceañera en su primera vez, vaya.. nunca pensé que podría ser precoz...- dijo llevando una de sus manos dentro del pantalón negro que vestía, tocándose y sacando su diestra ahora llena de semen, dirigiéndola a la boca del demonio para forzarlo a probar su escencia. - vamos no es tan malo - dijo, viéndolo hacer arcadas a penas la sustancia tocó sus labios, era amarillenta, purulenta, rancia y fétida. - crees que al angelito le guste? , Bueno...no tiene mucho qué elegir, de todas manera disfrutaré sometiéndolo y llenando su dulce entrada de mi escencia, lo llenaré tanto de mi, que mi semen se escapará de su boca. Te gustaría eso? Mhn?- expresó tomando de los cabellos al demonio, obligándolo a mirarlo fijamente , mientras hablaba entre dientes.
- Dónde está Nanael? - preguntó tajante y con ira contenida.
- Ese hijo de perra desapareció - se encogió de hombros- también estoy buscándolo.
- Déjame ir, ¡Ahora!.
-Mira pedazo de mierda, no te atrevas a hablarme de esa manera, y si crees que voy a soltarte ahora estás jodidamente equivocado- respondió tomándole la mandíbula con una mano y ejerciendo presión sobre ésta. - no voy a dejar que metas tu puto culo donde no te llaman. Aún tengo mucho por divertirme contigo, esto es sólo el principio. Luego todo ese maldito cuerpo tuyo será mío, no puedo andar en estas fechas si planeo ser el Rey. - dijo con una sonrisa socarrona impresa en sus labios.
- Tú ...- musitó, conectando todos los recuerdos y tratando de encontrar las palabras justas.
- Si, ahora que te tengo donde pueda verte, podré terminar lo que empecé hace siglos. Ahora sí me disculpas debo decorar la habitación.
Surgat dejó la sala y fue rumbo a las escaleras. El pelinegro yacía en la mesa, aún completamente desnudo y con los ojos fijos en el techo.
Ahora cobraba sentido todo lo que sentía cuando veía al ángel.
Nanael lo había traicionado, él le había prometido que todo estaría bien, que no era algo de importancia, solo una recompensa por haber salvado a quien debía hacerlo y además evitar un mal mayor.
Le dolía, no sólo el hecho de haber confiado ciegamente, sino el que no había podido verlo más y fue condenado a una vida de sufrimiento y desdicha. Todos esos siglos creyendo algo que era una completa mentira. No había violado ninguna ley, lo habían traicionado, habían jugado con su anhelo más profundo y aprovechado su confianza.
Él amó y fue amado, podía saborear en su lengua el exquisito sabor de su nombre. Su risa aún resonaba en sus oídos, llegaron los recuerdos de mañanas compartidas, sonrisas cómplices y un sin fin de te amo dichos con mirabas desbordadas de emoción y cariño.
Perdido en el mar de recuerdos dentro su cabeza, no pudo dilucidar que alguién se acercaba a paso lento hacia él. Fue cubierto con una manta y obligado a salir de su trance, mientras unas manos sostenían sus mejillas, volteando su cabeza con lentitud hacia el origen de esos llamados.
- Oye estás bien?, Te han hecho daño?- preguntó temblando sus palabras, con su ceño profundamente fruncido en mueca de verdadera preocupación.
- Tae...- susurró, mordiéndose el labio inferior con fuerza a penas esas palabras abandonaron sus labios. Sus ojos repletos de lágrimas.
- Como es que?...- se alteró apenas el pelinegro comenzó a llorar mirándolo fijamente.-Oye oye, no llores, te ayudaré si?, Todo saldrá bien...
Jungkook miraba como Taehyung dirigía su mirada al suelo, hallando su ropa esparcida por el suelo, inclinándose para tomarlas en sus manos, para luego proceder a ayudarlo a vestirse. Estaba absorto en los gestos del ángel. Sus facciones seguían siendo iguales, su voz, su piel, su boca. Él sabía que no recordaba nada aún, y no estaba seguro de que algún día lo hiciera. Pero el sí recordaba, todo , con lujo de detalles y su promesa de pertenecerle por toda la eternidad, hasta lo que había dicho el ente hacían unos minutos.
Debía protegerlo, no importa si él no sobrevivía, no podía permitir que le ocurriera algo. Huir no era una opción ya que podrían rastrearlo fácilmente y luego de ir por él hubieran ido por Taehyung.
Observó al ángel murmurar a media voz y de pronto los agarres por donde era sujetado cedieron.
- Rápido, vístete, iré a echar un vistazo hasta que lo hagas. Debemos irnos...- le dijo, mientras se alejaba para situarse al pie de las escaleras
- No...- respondió sentándose en la superficie que se encontraba
Taehyung paró en seco ante la negativa.
- Q-que?...- musitó volteándose para quedar frente al pelinegro.
- Que no...no puedo irme...ellos irán por ti, no puedo permitir eso- respondió con tranquilidad mientras comenzaba a vestirse.
- No entiendo, no tenemos nada que hacer en éste lugar, debemos irnos, estoy solo... sin refuerzos y nadie vendrá , es muy peligroso que sigamos aquí...
- Entonces vete... no voy a permitir que te lastimen. - dijo, mientras ya vestido se acercaba al rubio parado en el marco de la puerta.
- P-pero...
- No es necesario que lo entiendas, solo debes escucharme...si? , Vete...por favor solo házlo...
El pelinegro observaba los ojos de Taehyung con detenimiento, los mismos que reflejaban una duda tácita sobre el pedido que le estaba haciendo. Sabía que estaba en algún tipo de debate mental. Innundado por su presencia y los recuerdo que aún seguían frescos en su memoria, dijo sin pensar.
- Te amo Tae, nunca lo olvides...
El ángel lo miró con el entrecejo fruncido en confusión. Estuvo a punto de replicar cuando fue interrumpido.
- Yo era tu ángel, cuando eras niño te me designaron, cuidé de ti por mucho tiempo, hasta que... - suspiró- recuerdas que pasó con tus padres?, Recuerdas algo de tu vida pasada?
Taehyung realmente no recordaba nada, solo que era un ángel y nada más. Nunca se preguntó sobre su origen, creia que fue creado por Dios y ya. Solo negó con su cabeza , dispuesto a escuchar.
- Taehyung , Surgat mató a tus padres para hacer un ritual y abrir un portal que le permitiria derrocar a Lucifer, con la ayuda y alianza de otros demonios, lo había intentado en ese entonces pero pude detenerlo y salvarte antes de que el caos se desatara. El ritual abre entregando un alma pura a los más profundos infiernos, en ese momento el alma pura eras tú, mi deber era protegerte y eso hice. Desde ese entonces me había mantenido a tu lado, pero luego...yo...me enamoré de ti, y comencé a hacerme presente por lapsos para poder estar cerca. Un día Nanael llegó y me dijo que tenía una oportunidad para poder ser feliz contigo. Me dijo que unos textos hablaban de la recompensa del sacrificio y el amor, me envolvió tanto que terminé creyendo que era cierto.
Estuvimos un año juntos , y puedo decirte que fue lo mejor que me pasó en la vida. Luego de terminado el plazo, una mañana ya no volví a sentirte, te veía, pero tú no a mí.
No sé cómo fue, pero en realidad me había ofrecido un contrato a cambio de mi alma, por ese año junto a ti. No sé cómo es que lo consiguió pero creo que tiene algún tipo de contacto en el infierno.
Morí ese día, bueno, mi cuerpo físico en realidad. Pero aún así, me quedé a tu lado. No importaba que fuera un demonio, yo te había hecho una promesa y la iba a cumplir por el resto de mi existencia.
Taehyung lo miraba estático en su lugar, tratando de asimilar todo el flujo de palabras que Jungkook le acaba de decir. Se lamentó el no poder validar nada de lo que escuchó porque él no recordaba nada, pero aún así no le parecía nada descabellado, es más podría darle sentido a todo lo que experimentaba a penas el pelinegro se acercaba a él.
Lo miró a los ojos con detenimiento pensando en sí sería correcto exteriorizar la idea que se le cruzó por la cabeza. No supo cómo pero de un momento a otro había roto toda distancia con el demonio, enredando automáticamente sus brazos alrededor del cuello de Jungkook y éste rodeado su cintura, sus bocas chocando en un tan anhelado contacto, no sabía porqué estaba haciendo eso, pero tampoco se detuvo a analizarlo demasíado. No era como si nunca lo hubiera deseado, porque si, más de una vez se había encontrado ansiando poder probar del fruto prohibido.
Pero como se decía, del dicho al hecho, había un largo trecho , y eso que estaba sintiendo justo ahora, no se asemejaba en nada a lo que había imaginado más de una vez.
El pelinegro se dedicó a acariciar sus labios contra los suyos, dando sutiles presiones sobre boca, besos sin llegar a serlo, solo recorriendo piel contra piel, enviando descargas eléctricas a sus sentidos, el demonio atrapó su labio inferior entre los suyos , succionándolo apenas, incitando al rubio a abrir su boca para introducirse en ella.
Una vez lo hizo, fue tomando por sorpresa con la irrupción del músculo húmedo que se dedicaba a recorrer su interior.
Pronto una sensación de familiaridad comenzó a recorrerlo, como si ese beso hubiera sido tan normal, y ensayado, ambas bocas conociéndose a la perfección.
Los recuerdos golpearon su cabeza obligándolo a separarse bruscamente del beso, mirando con horror todo a su alrededor.
Bajó su cabeza al suelo, agobiado por todo lo que se arremolinaba en su interior. Levantó la mirada y la posó sobre el demonio que seguía atento a él..
- Kookie- susurró al borde de las lágrimas - mi kookie- acortó la distancia presionando, ésta vez, con un hambre voraz sus bocas, buscando disminuir el dolor y la necesidad que sentía en lo profundo de su pecho.
- Señor... disculpe el atrevimiento, pero quería decirle que encontraron a Nanael- un demonio dijo, apareciendo por la puerta del balcón de la habitación.
- Perfecto, encárgate de avisarle a los demás...que traigan todo lo necesario, acaba de llegar nuestro invitado estrella- dijo, mientras se encontraba parado en medio de la habitación con los brazos cruzados sobre su pecho y una sonrisa bailando en sus labios.
-Debemos irnos, por favor vámonos juntos, no dejaré que nos vuelvan a separar- dijo Taehyung, acunando el rostro del pelinegro sosteniendo su mirada.
- Vete tú, debo tratar de detenerlo, escóndete, te buscaré en cuanto todo acabe - dijo presionando apenas sus labios contra los del rubio. - te amo bebé, no sabes cuánto te extrañé...
De pronto una estruendosa carcajada comenzó a sonar desde las escaleras, pasos lentos y calmados asomándose hacia la sala donde se encontraban. Se separaron abruptamente mirando hacia todos lados tratando de encontrar alguna salida o escondite del cual hacer uso.
Aplausos incesantes llegaron a sus oídos y pronto la silueta que los estaba originando se presentó ante ellos.
- Vaya, que rapidez...- dijo, mirando al rubio de pies a cabeza y luego posádola en el pelinegro- que criatura apetecible Jungkook, te envidio...de verdad que moriría por lamer entre sus nalgas- inhaló pesadamente con un sonido siseante de saliva y exhalando con gesto sugestivo.- creo que disfrutaré torturarte y que él esté presente, que placer el solo imaginarlo. Porque no empezamos?...- sonrió.
- Aléjate de él!!!- gritó el ángel, batiendo sus alas y extendiéndolas a sus costados, tomando bajo una de ellas al pelinegro de forma protectora, el color blanco extinguiendose de éstas, abriéndole pasó al color plateado brillante en el mismo instante en que sus ojos adquirieron un tono escarlata. Adoptó una posición de defensa dando un paso al frente.
- Que ternurita...parece un gatito enojado...- hablo con fingida calidez. Alzó su mano abierta, mirando fijamente al ángel, con una sonrisa sutil plasmada en su expresión. Cerró su puño y en ese mismo momento Taehyung soltó un alarido tratando de llevar sus manos a la espalda, el ente giró la muñeca en el aire, aún con el puño cerrado y en la sala se oyó el eco aterrador del sonido de huesos rompiéndose.
- Taehyung!!!- gritó el demonio, tomando al acanelado en sus brazos cuando éste trastabilló y perdió el equilibrio, abrumado por el nivel de dolor que sintió, desmayandose en el transcurso.- déjalo!!!- miró con furia a Surgat.
El ser se encogió de hombros mientras bajaba el brazo y metía sus manos a sus bolsillos.
- Fue irrespetuoso, solo estaba dándole una lección. No es bueno que crea que puede hablarme como se le venga en ganas solo porque sí. Y esa advertencia también va para ti.- una vez habló, se dirigió con calma al sitial que se situaba en la esquina cerca del gran ventanal. Miró fijamente al niño que se encontraba inconsistente en el sillón al otro lado de la sala. Sonrió.
Jungkook lo miraba atentamente desde el suelo, con el ángel inconcsiente entre sus brazos.
- Qué quieres de mí? , No interferiré, solo déjame ir... Déjanos ir...- susurró apenas audible.
Surgat giró su cabeza posando sus ojos en los del demonio.
- Verás, no es tan simple...te necesito , y a él también...son imprescindibles para esto... - se levantó quedando de cara a la ventana. - lo que ustedes tienen es maravilloso, un amor que sobrepasa épocas, vidas y hasta incluso el olvido. Recuerdo ese día, cuando tenía todo listo... Eras un niñato, no más de unos 16 años. Te enfrentaste a mi, en ese tiempo yo era más fuerte, estaba en mi época dorada. Pero tú y tu maldito amor fueron suficientes para despertarlo y romper mis barreras. Ese día hiciste un sacrificio porque fuí tan ingenuo de pensar que podría matarte y que tomarias su lugar sin ninguna consecuencia. Creí que podría funcionar, eras un jodido ángel y todo lo que necesitaba era poder divino para lograr mi cometido.- musitó con desprecio en su voz. - yo no soy un sirviente Jungkook, no soy una puta mucama , no soy una maldita secretaria esperando con las piernas abiertas a que su jefe se digne a follarla por un poco de su atención. Yo merezco más, mucho más.- dijo entre dientes. Suspiró dándose la vuelta, ahora mirando al demonio a los ojos.- ésta vez no fallaré, los mataré a ambos, necesito esos corazones para el ritual, y no tienes idea del poder que portan , nadie va a hacer ningún sacrificio, nadie se interpondrá. Me quedaré con tu cuerpo, será como un envase, y reinaré en el infierno.
- Porqué Lucifer aún confía en ti? - atinó a preguntar.
- No sabes lo fácil que fue engañarlo. Yo, el gran y poderoso Surgat, mano derecha del rey de las tinieblas, amo y señor de las torturas a los pies del altísimo, dejándose follar noche y día para reafirmar nuestra confianza, de rodillas hasta hacerlo correrse gritando mi nombre. Somos demonios Jungkook, somos débiles ante el deseo carnal y el morbo, el sólo hecho de mostrarle sus dominios ante mi, fueron suficientes para convencerlo. Solo le dije que quería torturar un rato y que no tomé en cuenta que escogí mal mis juguetes. - dijo alzando sus hombros despreocupadamente. Giró su cabeza y pudo observar, a través de la ventana, cómo comenzaban a llegar los demás. - Ya es hora.
Se tensó en su lugar, atrayendo al ángel más cerca de su cuerpo.
Parpadeó...y en un segundo la sala se encontraba vacía de los objetos que habían estado allí, pero ahora 13 demonios con niños siendo sostenidos de sus cabezas, inconscientes, formando un círculo entre todos. Taehyung y él eran el centro. Surgat se encontraba a unos metros de ellos , tenía en sus brazos al niño que había estado en el sillón. Una sonrisa de triunfo grabada en su expresión.
Enseguida 3 hombres ingresaron al círculo. Uno de ellos, el que estaba al frente, portaba una túnica blanca sujetando un libro de color negro entre sus manos.
Levantó la cabeza y lo miró.
Nanael.
Le sonrió...
- Hola Jungkook, espero que disfrutes esto... - dijo sacándose la túnica y deslizándola a sus pies. Estaba completamente desnudo. Abrió sus alas manteniendo éstas suspendidas en el aire. Los demonios que lo acompañaban tomaron el libro y lo abrieron frente a él.
Comenzó a recitar palabras en una lengua muerta y los demonios comenzaron a tomar sus verdaderas formas, despojándose de sus prendas.Eran mounstros, con cuernos y cola, cuencas oscuras en lugar de ojos. Sus pieles brillando al rojo vivo. El aire se tornó pesado y el ambiente sombrío.
Taehyung se removió en sus brazos, con un quejido escapando de sus labios. Abrió los ojos y lo miró. Volteó la cabeza y observó a su alrededor. Se tensó y volvió su vista al pelinegro mirándolo con desesperación.
- Sh bebé...
El rubio asintió lentamente.
El ritual dió inicio. Los demonios que formaban el círculo tomaron a los niños y comenzaron a desvestirlos. El escenario se volvió hórrido, repugnante y vomitivo.
Nanael tomó camino hacia el primer demonio, besó la frente del niño que portaba y éste se despertó en ese mismo instante. Hizo lo mismo con todos y cada uno de los demás, dejando una estela de gritos desgarradores por el terror que se instalaba en ellos, al saberse en ese lugar, desamparados y a merced de esos seres. Siendo abusados con violencia y golpeados hasta el cansancio mientras los demonios disfrutaban de su agonía.
Surgat miraba encantado como Nanael terminaba la primera parte del ritual, su miembro latía en anticipación, todo estaba saliendo perfecto, solo un poco más.
El ángel aún desnudo llegó a él, hizo una reverencia y se agachó para llegar a la frente del niño que estaba en sus brazos y se marchó.
Posó su mirada en el ángel pelirubio que era sostenido por Jungkook. Viendo el desprecio es sus ojos. Inclinó levemente su cabeza en forma de saludo.
- Espero que lo disfrutes Taehyung...esto es para ti.- dijo con sorna.
El niño comenzó a gritar cuando fue penetrado brutalmente. El grito de Taehyung resonó por toda la habitación tratando vagamente de detener esa tortura.
El ente sonreía mientras embestía el cuerpo del pequeño, escuchando sus súplicas para que se detuviera. Miraba a Taehyung cada vez que gritaba aún más fuerte. El ángel lloraba desconsoladamente mientras era sujetado por Jungkook también con sus mejillas húmedas.
Sonrió porque sus planes estaban resultando a la perfección, pronto tendría todo en sus manos.
Comenzó a acelerar sus movimientos siendo consciente de la humedad en su miembro. Desgarrando aún más todo a su paso.
- Tómame a mi!!!- gritó el ángel , su voz rompiéndose a mitad de la frase. Su desesperación grabada en el rostro.
- Tranquilo...ya tendrás tu momento.- habló entre jadeos.
Tomó un cuchillo que se encontraba a su lado, echó un vistazo a todo el escenario que se presentaba ante sus ojos sin dejar de moverse.Los demás demonios cortando a sus víctimas, abriéndoles el torso y sacando el corazón de un solo tirón, recitando antigüos textos que eran parte del ritual, cortándose las muñecas y empapando el corazón que tenían en sus manos con su propia sangre.
Entonces miró al niño que yacía bajo él, con los ojos fuertemente cerrados y llorando ahora en silencio, embistió más duro arrancándole un alarido al pequeño, mientras dirigía el cuchillo a su garganta cortándole el cuello de un solo tajo.
Ruidos ahogados de gritos se colaron en sus oídos cuando salió de él y clavó el cuchillo ahora en su pecho, abriéndolo verticalmente y sacando su corazón para hacer exactamente lo mismo que los demás cuando cortó sus muñecas.
Miró al ángel con una sonrisa mientras se levantaba de su lugar y se dirigía a hacia él.
Llevaba el corazón en su mano.
- No lo pudiste proteger, no sirves ...lo dejaste morir, y qué hiciste? , Llorar como una puta magdalena en vez de levantarte y luchar...eres patético...- musitó luego de agacharse a la altura del pelirubio.
Un golpe seco se oyó y todos dirigieron su atención al par.
- Maldito enfermo!!!, crees que podrás salirte con la tuya?.
- Taehyung no!!!- gritó el pelinegro, tratando de contener al ángel que quería safarse de su agarre.
Surgat se incorporó rápidamente y levantó su mano , elevando así el cuerpo del pelirubio para azotarlo contra la pared cercana una y otra vez, hasta dejarlo tirado en el suelo tosiendo sangre
- Déjalo!!!
- Tu cállate!!!.
Ustedes dos sosténganlo, debemos terminar esto.
Un fuerte estruendo dejó a todos estáticos en su lugar.
Surgat abrió en demasía sus ojos al saber cuál era el origen de ese sonido.
-Mierda...
Todos los demonios que se encontraban a su alrededor comenzaron a abandonar la sala en pánico.
- Vuelvan que aún no terminamos!!!- habló el ente , siendo ignorado por todos.- Nanael!! Ven aquí!
- Lo siento, cumplí parte del trato, pagué mi deuda. .- respondió y desapareció del lugar.
- Que mierda crees que estás haciendo?!!- expresó Lucifer con las manos empuñadas y sus ojos ardiendo en llamas.
Surgat se tensó por un momento, para luego relajarse y voltearse a mirar de frente y con burla al altísimo.
- Oh Señor, a qué debo su magnífica presencia a mi humilde orgía?, Es que me extraña y necesita mis servicios?- quiso acercarse, más se quedó rígido cuando una fuerza inexistente sujetó su cuerpo.-
- Acaso te estas burlando de mi maltido hijo de perra, crees que soy imbécil?, Sé muy bien la mierda que estás planeando aquí a mis espaldas!!!
- Señor, lo único que planeo aquí es cambiarme a otro cuerpo para su deleite. Ve al demonio de aquí? - dijo apuntando a Jungkook que era sostenido por dos seres.- es un nuevo envase. Quería hacerlo a la antigua. Con ritual tradicional de por medio.
- Estás insultando mi inteligencia, crees que puedo ser tan imbécil para no saber qué es lo que estás haciendo? , Siempre lo supe, creí que al menos teniéndote a mi lado podría ganar algo de tu lealtad!!!.
- Y qué esperabas?... Que sea tu maldita puta por toda la eternidad...estoy harto, tu idea de balance es una mierda, la gente acá en la tierra debe venerarnos, somos superiores!!! , Debemos tomar este mundo como nuestro!!!.
- Y crees que tus jodidos intereses me importan?...que tú opinión sirve de algo?, Solo sirves para abrime las piernas cuando quiero follar!!!, Si te dejo a cargo de mis ejércitos es porque me conviene que estés a mi lado, por nada más!!!.
Surgat soltó una carcajada.
- Creo que me estás subestimando Señor, soy mucho más poderoso cuando puedo realizar mis rituales.
Y lamento decirle que mientras esté en éste círculo está bajo mi poder.
Lucifer miró la escena con sus ojos abiertos de par en par. Había pasado por alto que entró en el pentagrama de Surgat.
Él no era ignorante, sabía que Surgat era dueño de un poder desmenzurado, casi al igual que él, es por eso que habían hecho una alianza hace años.
Por lo cuál esperaba tarde o temprano para a una revelación de tal magnitud, solo que pensó que llevaría más tiempo.
Sintió una brisa en su nuca y luego todo su cuerpo ser sostenido en su lugar.
- Como sabrás, no me enteré por arte de magia, fuí avisado... vendrán, y no precisamente por mi...
- Crees que tengo miedo?...para ese momento mi poder será inmenso...- respondió con una sonrisa.
- El balance querido amigo, es para respetarse, es por el balance que aún existimos y que ellos lo hacen, es cuestión de tiempo para que éste mundo sea mío. Es el único fin posible...los seres humanos son cada vez más despreciables y manipulables ...
- Basta, jódete con tu maldito discurso. Y déjame terminar...
- Ahora el que me está subestimando eres tú.- musitó.
Un rugido ensordecedor se oyó, vidrios explotando, lamentos de los condenados infiltrándose por todo el departamento, el olor a descomposición y azufre haciéndose insoportable. Jungkook gritaba con sangre en los oídos, llamando al ángel que se encontraba aún en el suelo.
Lucifer se movió rápido por la habitación, acortando la distancia que lo separaba de Surgat, arremetiéndo bruscamente con sus manos el cuello del ente, presionando con fuerza bestial.
- Cómo osas enfrentarme insignificante parásito?...te he tenido paciencia pero ya no más, vas a sufrir los tormentos de la eternidad y yo mismo me voy a encargar de hacerte cumplir los castigos, los calabozos están esperandote, los condenados ansiando poder desmembrarte. Te vas a arrepentir de haber pasado por sobre mi.- escupió las palabras.
Surgat se safó del agarre y corrió hasta el pelirubio levantándolo y poniéndolo como escudo.
- Sabes que solo necesito su corazón para terminar con esto...- dijo con calma, sosteniendo el cuerpo de Taehyung a su lado.
- De todas maneras vendrán por ti...- dijo Lucifer sentándose en el suelo con una mueca divertida- tendrás que matarme si quieres mi lugar. Y estoy ansiando que lo intentes.- vamos apresúrate.
Taehyung abrió grande sus ojos y se movió encontrando un punto débil en el ente que se mostraba consternado por la actitud del caído. Pudo quitarle el cuchillo que llevaba en la mano que lo sostenía y se lo clavó en la garganta.
De inmediato el ente lo soltó y pudo correr hacia el pelinegro. Los demonios que lo detenían huyendo despavoridos por lo ocurrido.
La incipiente risa escandalosa llenó la sala , Lucifer se retorcía en su lugar totalmente divertido...
- Eres miserable...- dijo volviendo a reír.
Jungkook abrazaba a Taehyung que temblaba a su lado con la cabeza metida en el hueco de su cuello.
Observaba a detalle cómo el ente se ahogaba con su propia sangre, formando un charco rápidamente sus pies.
Lo miró con detenimiento mientras éste levantaba su mano, sonriendo en su dirección, a pesar de estar perdiendo sangre en grandes cantidades.
El pánico lo poseyó rodeando con fuerza el cuerpo del rubio cuando lo escuchó emitir un grito agónico desde el fondo de su pecho. Notó sus brazos arder a su alrededor, lo soltó cuando la temperatura fue suficiente para quemarlo. Vió al ángel caer en el piso retorciéndose del dolor sin poder contener los gritos.
- Deténte!!! - exclamó siendo arrastrado por la impotencia. Él estaba ahí parado sin poder hacer nada.
Taehyung se quedó tieso de inmediato, sentándose en su lugar apenas pudo, para levantarse y caminar hacia Jungkook, cesando toda acción, sin emitir ruido alguno con los ojos abiertos desmedidamente y mirando fijo al pelinegro que lo observaba con lágrimas cayendo por sus mejillas. En cuestión de segundos sus alas fueron arrancadas de cuajo y con pedazos exagerados de carne colgando de ellas, dejando dos huecos profundos en su lugar y la sangre comenzando a brotar ininterrumpidamente. Cayó con violencia al suelo. Y todo se volvió negro.
Se estaba asfixiando, no podía respirar, la humedad era perceptible en toda su anatomía, sentía un fuerte temblor atacar su cuerpo. Quiso aferrarse a algo pero no era dueño de sus movimientos. Una voz resonó en su cabeza envíandole pánico en grandes proporciones a su nula estabilidad.
- Jungkook!!!, Jungkook!!!- escuchó a lo lejos.
Se sentía pesado.
-Amor despierta!!!- abrió sus ojos de golpe, viendo el rostro de la persona que se encontraba a su lado. - amor que pasó?...porqué estás llorando? - habló ahora con calma.
El pelinegro lo miró con sus ojos rápidamente llenándose de nuevas lágrimas. Se aferró con fuerza a la cintura de su novio. Agobiado por todas las emociones que lo estaban atacando.
- Te amo Tae, te amo tanto...jamás me faltes bebé- formuló mientras sus palabras sonaban amortiguadas por la ropa contraria.
- Okey ahora si me estás asustando- separó con dificultad el rostro del pelinegro de su cuerpo para hacer que lo mirara acunando su rostro.- que pasó amor?...una pesadilla? - lo vió asentir con un pequeño puchero.- solo fue eso sí?...no lo pienses demasiado, estamos juntos ahora...- dijo limpiando el rastro de lágrimas de las mejillas contrarias. Con unas sonrisa sutil- también te amo mi conejito...ahora necesito que me regales una de tus hermosas sonrisas porque odio verte llorar...- presionó su dedo índice en la nariz de su novio.
Taehyung tenía razón, nada de lo que pasó era real, solo fue todo producto de su imaginación, estaban ahí, juntos y a salvo.
Sonrió con sinceridad viendo a su novio imitarlo.
- Ése es mi Jungkookie, ahora vamos que la cena está lista- dijo tratando de levantarse , más fue detenido por el pelinegro.
- Quiero un besito- dijo abultando su labio inferior.
- Kookieeee~ sabemos cómo terminan tus besitos- una sonrisa impresa en sus labios.
- No es mi culpa que sean tan irresistible...- lo atrajo hacia sí. Acercó su rostro al del pelirubio y lo besó. Lento y saboreándose amenamente.
Estaba tranquilo, esto sí que era real, su vida junto a él, sus proyectos aún en marcha. Todo iba a la perfección.
El beso se tornó caliente de un segundo a otro, jadeantes comenzaron a acariciarse. El pelinegro maniobró para tirar el cuerpo de Taehyung bajo él, en el sillón en el que se encontraba acostado. Se internó entre sus piernas iniciando un vaivén tortuoso, mientras regaba un camino de besos a las clavículas del acanelado, mordiendo el cuello de vez en vez.
- K-kookie~ ya para, llegarán en cualquier momento...
- Que se pudran- dijo, aún trabajando en el cuello contrario.
- Jeon Jungkook son tus padres, hace tiempo no los ves. Sé un poco más respetuoso. - se medio incorporó mirandolo con desaprobación.
- Ushhh ...está bien
- Ushh nada, luego tendremos tiempo , aunque debo pensarlo...anoche me diste muy duro y aún me duele- murmuró con un pequeño puchero en los labios.
- No te oí quejándote~, es más aún puedo oír tus "ahh~ kookie más , ahí ahi~~" - replicó con una sonrisa pícara, transformándose en risa al ver a su novio fulminarlo con la mirada con sus mejillas fuertemente sonrojadas.
- Basta!- lo golpeó y se levantó del sofá yendo rápidamente a la cocina para ocultar un poco el calor que sentían sus mejillas.
Jungkook se quedó mirando el camino por el que desapareció su novio.
Se puso de pie decidido a ayudar en algo a Taehyung antes de que sus padres llegarán. Pero se detuvo apenas lo escuchó hablar desde la cocina.
- Y vé a ducharte ahora, es de mala educación recibir a tus padres con una erección!!!...
Si definitivamente ésta era su vida real...
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