Sólo por una noche (Parte 2)
En cuanto los dos chicos de verde salieron por la puerta, cada quien se fue a sus asuntos, la casa estuvo en silencio unos 20 minutos hasta que Tord bajó las escaleras encontrando a Tom jugando solo el videojuego de la otra noche.
Se acercó en silencio a la sala y a la consola como si nada le importara.
-Hey- tomó un control y lo conectó -Juego-
-¿Me estás preguntando o avisando?-
-Ambas- Le respondió al de ojos negros sentándose al otro lado del sofá.
Sin decir mucho cambiaron el modo del juego y empezaron a matarse virtualmente, la verdad es que la batalla estaba muy reñida, empezaron algo intenso pero se fueron calmando.
-Así que... ¿Cómo está Tori?- Le preguntó Tom de la nada.
El otro sólo lo vio de reojo - Yo que sé- contestó sin más.
-Supongo que te quedaste a hablar con ella... claro que entiendo si ella no te cuenta de su vida personal- se encogió de hombros y le disparó (Virtualmente :v).
Éste gruñó y reapareció en la pantalla -Ella está Bien, punto.- el tono que uso fue más firme.
-Ouh. Bueno, esperaba ir ahora a verla-
-Pues no deberías- le regreso el ataque anterior.
-¿Ahora yo qué hice? Es mi amiga también- se defendió.
-Ajá, se ve cuanto la quieres- contestó molesto mientras volvía a ganar.
El otro bufó -¿Me vas a decir o No?-
-Eso a ti no te importa-
-Ugh, solo se me hizo raro, no es de las chicas que tengan sentimientos y esas cosas-
Tord pausó el juego en seco -¿Sabes? también es humana, y tiene emociones, que a ti no te importe es diferente-
-Wow, ¿Ambos son igual de amargados o eres solo tú?- le contestó de mala gana igual.
-¿Nosotros? Ustedes son peores, nada más que ebrios enfadados con el mundo-
Tom dejó el control a un lado -No metas a Tamara en esto.-
-Tú metiste a Tori- le gruñó el otro mientras dejaba el control lentamente -No son más que borrachos que estorban; no hacen nada productivo, solo se enojan, vomitan y beben, supongo que es el apellido... porque ambos son desperdicios en ésta casa.-
En el momento se escucharon pasos deteniéndose en seco. Tom la observó sin expresión alguna haciendo a Tord voltear. Tamara solo se quedó quieta donde estaba dejando caer la botella que llevaba en la mano, era claro que le impactó todo lo que dijo.
-. . . Tamara yo. . .- trató el de rojo poniéndose de pie. Fue interrumpido por ella que sin más, salió corriendo del lugar traspasando el espejo.
-¡Tamara!- le gritó Tom, pero eso no la detuvo, inmediatamente tomó a Tord de la sudadera evitando que la siguiera. -¿A dónde crees que vas?-
-¿Tu que crees? A hacer algo-
-Creo que ya hiciste suficiente- lo hizo voltear.
-¿Ah sí? Mejor voy antes de que la hagas ahogarse en alcohol como de costumbre-
En el momento, Tom lo golpeo directo en la cara lanzándolo hacia atrás.
-¿Sabes? Ni tú ni Tori saben cuando cerrar el hocico-
La sangre le ardió inmediatamente al de rojo -¡Ahora si estás muerto, Ridgewell!- le gritó dándole un golpe más fuerte.
El otro se limpió la sangre que salió del raguño -Ya lo veremos, Larsson.- le contestó conteniendo el enojo lanzándose contra él también.
Los golpes empezaron a subir de tono cada vez, incluso se lanzaron los cojines y el florero.
Matilda levantó la vista rápido mientras Matt le hacía una trenza.
-¿Oíste eso?-
El otro negó con la cabeza -Nop-
-Me dio una sensación rara... ¡creo que algo le pasó al florero!- exclamó asustada.
Él acabo de trenzarla y se puso de pie en la alfombra. -¿Segura? Yo solo oigo golpes- comentó.
-A eso me refiero, ¿Qué será?-
Los gritos empezaron a sonar
"-¡Suéltame ya hijo de perra!-
-¡Tu déjame ya maldito idiota!-"
-. . . Seh.. es algo sospechoso- le contestó Matt. -¿Deberíamos ver que pasa?-
Ella asintió con la cabeza y abrió la puerta saliendo con su contra parte del cuarto. Ambos empezaron a bajar las escaleras mientras los insultos se multiplicaban; siguieron bajando hasta que Matt tuvo que jalar a Matilda del brazo antes de que un libro le golpeara la cabeza y ella soltara un grito agudo subiendo a sus brazos.
-¿¡Qué rayos están haciendo ustedes dos?!- les gritó el pelirrojo a ambos.
Ninguno se detuvo más que para gritar que no era su culpa y seguir golpeándose.
Matt tomó a la chica y la llevó tras el muro -¡Edd nos va a matar si llega y los ve así!- se jaló el pelo con estrés.
-¡Su cita perfecta va a arruinar cuando vean este desastre!- gritó ella dándose un golpe en la frente.
-Okay, okay, vamos a calmar todo este asunto- respiró hondo. -¿Qué hará que paren?-
Matilda se llevó la mano al mentón -No lo sé, no escucharán a nadie más que a ellos mismos-
-Ellos mismos... ¡Tengo una idea!- sonrió tomándola del brazo y haciéndola correr.
Mientras tanto, los otros dos se quedaron a lados opuestos en la sala, respiraban fuerte mientras apretaban los puños con coraje. Sobra decir que estaban muy despeinados, retazos de su ropa habían sido arrancados con rabia y los moretones abundaban en su abdomen y mejillas.
-¿Por qué tenías que regresar?- le preguntó Tom limpiándose la nariz.
-Te aseguro que no fue porque quisiera.- masculló mientras arrancaba un pedazo de su sudadera y la usaba de venda volviendo a correr hacia el otro.
Nuevamente peleaban por cada rincón de la casa haciendo un escandalo terrible de cosas rompiéndose. Lentamente, Tord iba perdiendo su ventaja y comenzaba a cansarse, una vez que Tom lo tenía sin escapatoria metió su mano en los bolsillos sacando una pistola ligera; la levantó con fuerza y apuntó hacia una zona no letal.
-¡Tord, No!- gritó una voz femenina entrando a la sala.
Entre la confusión al escuhar a Tori, Tord disparó sintiendo un golpe demasiado doloroso en sus costillas.
Lo extraño fue cuando Tom, en vez de caer, se sumió en una extraña nube morada con quejidos raros, algo cambiaba en él, sus manos eran garras y cuernos salían de su pelo.
-Ay no...- susurró Tamara preocupada.
El otro solo se puso de pie y retrocedio unos pasos tembloroso. Empezó a sudar frio.
-Ok, deja el arma en el suelo, ya.- le dijo Tamara en un tono bajo mientras el monstruo se acercaba lentamente y olfateaba al noruego.
Todos se quedaron inmoviles hasta que Matt irrumpió en la sala. -¡ES EL MONSTRUO!- gritó asustado señalándolo.
Tord volteó completamente apanicado antes de salir corriendo, acto seguido, Tom rugió con fuerza y lo persiguió por la sala haciendo caer los muebles mas grandes causando un desastre mayor, en cuanto lo tuvo acorralado en una esquina del cuarto se lanzó a contra él atravesando el o principal de la casa con un estruendo.
Al lado salió Eduardo con los chicos. -¡¿Pero qué es todo éste disparate?!- exclamó viendo como los chicos salían de la casa.
La bestia se alejó de Tord y completamente confuso salió corriendo hacia el bosque.
-¡Matilda, ¿Estás bien?!- preguntó Mark corriendo hacia los pelirrojos.
-Honestamente... hemos estado mejor- respondió ella viendo el enorme agujero en la casa.
Matt la tomó de los hombros y la apegó a él, -Sip, pero estamos bien así. Gracias.- le dirijió una mirada fría haciéndolo retroceder.
Tori corrió a donde estaba Tord tirado y lo observó, tenía una herida en el pecho hecha por las garras. Tamara y ella intercambiaron miradas.
-¡Ve con él, eres la única que sabe como se siente!- le gritó mientras analizaba la herdida.
Ella asintió con la cabeza -¡Mantenme informada!- le gritó de regreso corriendo al bosque con el celularen la mano.
Tori sacó su celular igual y lo dejó a un lado -¡Matilda, un botiquín!- le llamó. Tord le tomo de la muñeca como pudo.
-Oye, tu arregla la casa, yo solo entraré y...- intentó ponerse de pie suftiendo un temblor de debilidad y soltó un quejido.
Ella lo recostó bien. -Estoy segura de que Edd prefiere a su amigo vivo antes que el muro de la casa- suspiró preocupada -Igual no hay nada que podamos hacer...-
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Tamara corría por el bosque que cada mas se alejaba de las luces, sabía que iba hacia el lago, así que no se perdería.
-¡¿Tom!?- le gritaba a todo pulmón -¡THOMAS!-
Se cansó lentamente y empezó a disminuir el paso, se detuvo en seco al ver un tronco rasgado a la mitad, se acercó a ver huellas frescas en el lodo y alzó la vista. Había escuchado algo.
-¿Tom? ¿Estás ahí?- preguntó temerosa.
En el momento saltó otro tipo de animal, éste era un oso pardo que resultaba bastante familiar. Su corazón dio un vuelco y cayó al lodo del susto, retrocedió aterrada mientras la criatura le gruñía amenzante.
Al ver que estaba ya muy cerca cerró los ojis con fuerza tratando de transformarse igual. Pero antes de eso, el oso salió volando por los aires tras un golpe seco.
-¡Tom!- sonrió ella de oreja a oreja viendo como lo ahuyentaba. Obviamente el animal salió corriendo con la fuerza que le quedaba y el monstruo volvió con ella.
Tamara estiró la mano hacia él tocando su suave pelaje, el solo gruñía en un tono calmado. -Sabía que estabas por aquí- lo abrazó con fuerza, aunque sus brazos no bastaban para rodearlo por completo, se veía muy graciosa, él rió de una forma extraña, tan extraña como puede reir un monstruo.
Tras unos segundos lo soltó y subió a su lomo. -Vámonos a casa ¿Si?- habló con un tono suave tomándolo como a un caballo mientras avanzaba cada vez más rápido hacia su hogar, Tam aprovechó a mandarle un mensaje a Tori.
"Vamos para allá"
Pero cuando llegaron vieron justo lo que deseaban no ver: El auto de Edd estaba justo afuera, él había bajado y se le veía molesto... mucho.
-¿¡QUÉ MIERDA HICIERON?!- Gritó en cuanto los vio llegar.
Todos se quedaron callados donde estaban sin poder verlo siquiera a los ojos.
Tom se tiró en el suelo siendo cubierto por la misma nube púrpura, su ropa estaba algo rota y rasgada, nada exagerado. Ahí donde estaba, en el suelo, alzó la mirada lentamente hacia su amigo.
-Una cosa...- musitó más molesto -¡Les pedí UNA cosa!-
-Edd, nosotros....-
-Ahórratelo- le dijo seco entrando a la casa y poniendo el seguro al auto.
Todos se quedaron en silencio avergonzados a excepción de Ell que corrió tras el chico sin decirle nada a ellos tampoco.
-¡Edd, espera!- lo hizo detenerse en el camino. -Oye... ¿Qué sientes?- trató de sonar lo más suave posible.
-¿Qué siento? Yo.. no creo que quieras...- ella lo interrumpió tomándole ambas manos.
-Puedes hablar conmigo- lo calmó sonriendole para ganar su confianza.
Edd soltó aire agotado y habló -Esto decepcionado... mucho, ellos rompieron una promesa y... se supone que hoy sería una cita perfecta y...-
-Wow ¿F-fue una cita?- ella se coloro por completo.
-. . . ¡No es lo que quería decir!- brincó moviendo sus manos nervioso -Yo... es que... Lo siento, ¿Si? Estoy muy confundido ahora-
-Hey, entiendo que estés decepcionado, créeme que sé como te sientes. Pero al menos estamos todos y relativamente bien...- lo abrazó lentamente y algo insegura.
-Si te hace sentir mejor... para mi nada se arruinó, fue la mejor cita que he tenido en mi vida- sonrió viendo hacia arriba en el abrazo.
El corazón de Edd se detuvo un momento, casi temblando le correspondió el acto apegándola más a él recargándose en su pelo y ocultándose ahí. -La mía también...- sonrió tímido.
Ambos se quedaron así un momento hasta que decidieron separarse igual de lento que como se juntaron.
-Pues... buenas noches, Edd- bostezó. -Te veré mañana en el almuerzo-
-Eso es un hecho, Descansa- le sonrió de regreso viendo como empezaba a avazar al espejo. Ella se detuvo en seco no muy lejos de él y rápidamente le dio un beso corto pero calido en la mejilla. Antes de que el shock se le pasara a Edd, salió casi corriendo.
-¡Hasta mañana!-. Dijo sin más entrando al espejo.
-A..aja...- titubeó todo embobado mientras subía hecho bola de emociones a su cuarto y se tiró sobre la cama tapando su cara con ambas manos. - Necesito ayuda...- sonrió de oreja a oreja.
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HE
VUELTO
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LOS AMO, BYE.
-Annie💕
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