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De a poco abrió sus ojos, los tenía hinchados. Frunció sus labios.

-M-maldición- susurro al observar la habitación donde se encontraba- ¿Dónde estoy?- se preguntó el Omega.

-Armin, al fin despiertas- escucho desde el otro extremo.

Miró y era Sasha, quién estaba con una bandeja con una taza de café y un emparedado.

-¿Por qué estoy aquí?- se sentó- ¿Dónde está Le...- se quedó en silencio.

-Armin- dejó la bandeja sobre el mueble.

El rubio bajó la mirada, tenía la esperanza de que todo fuese una maldita pesadilla. Pero sabía muy bien que ese no era el caso.

Sintió como su amiga lo abrazaba.

-Estamos contigo, Armin- le dijo amablemente.

Él sólo asintió.

-¿Ya despertó?- Jean entró a la habitación- Armin-

-N-necesito darme un baño, por favor- se separó de Sasha- necesito relajarme, aunque sea por un momento-

Sasha y Jean se miraron y asintieron.

Lo llevaron al baño, Sasha le dejó unas toallas y ropa de cambio.

La castaña esperaba que su ropa le quedará a su amigo.

Giró la llave y el agua comenzó a caer por la regadera, la tocó esperando a que cambiará la temperatura, se desvistió y entró.

El agua mojaba su cabello y cuerpo, pasó sus manos por su rostro.

-¿Por qué?- se preguntó-¿Por qué me hicieron eso en ese día tan especial?- miró los azulejos- ¿Por qué, Levi?- se agachó y abrazó sus piernas- ¿Por qué, Eren?-

Nuevamente lloró, en ese lugar donde al menos sus lágrimas no se sentían al ser rápidamente llevadas por el agua de la regadera.

Al terminar, cerró la llave, secó su cuerpo y se puso la ropa. Era casi de su talla.

Envolvió la toalla en su cabello y salió del baño.

Jean y Sasha lo miraban. Connie aún dormía en el sofá.

-¿Cómo te sientes ahora?- pregunto el más alto.

-Mucho mejor- intento sonreír.

-Armin...-

-No- negó con su cabeza- no digan "lo sentimos", eso no me hará sentir mejor- frunció levemente el ceño- pero...- miró al alfa.

-¿Qué?-

-Quiero hablar con él- decía decidido- quiero hablar con Eren- se acercó- debe estar en su departamento-

-Armin, creo que no es la ocasión- Sasha trataba de hacerlo cambiar de opinión- Quizá, ni siquiera este ahí-

-Aun así, quiero intentar hablar con él... Del... "¿Por qué?"-

Jean suspiró y asintió.

-Te acompañaré- negó con su cabeza- es tu decisión, pero dudo que sea buena idea-

-No me importa-

Sasha y Jean estaban preocupados.

Al pasar las horas, Armin ya estaba con su ropa, al haber pasado por su hogar, dónde todo le traía melancólicos recuerdos, que en su momento fueron dulces y felices.

Momentos en los que compartió con su amigo y pareja, sin saber que eran ellos en verdad.

Jean iba conduciendo, Armin miraba por la ventana, hasta que llegaron a esa recidencial.

Llegaron con el conserje, quién los dejo pasar, ya que conocía al joven Arlet.

Armin dudo unos segundos al estar frente al ascensor, pero presionó el botón y las puertas se abrieron.

Entro junto a su amigo, la música del ascensor en vez de calmarlo, le hacía sentir más ansiedad.

Los números cambiaban hasta que se detuvo en el número seis.

Caminaron hasta esa puerta, que tenía en dorado "604 B".

-Armin- hablo Jean- aún podemos regresar-

-...- frunció el ceño- no- extendió su brazo- necesito que resuelvan mis dudas- golpeó con sus nudillos.

Se escucharon pasos y como giró el pomo de la puerta, la cuál se abrió lentamente, dejando ver al hermano de Eren.

-¿Zeke?- Armin lo miraba.

-Oh...- miró a ambos- ¿Que hacen aquí?-

-Vine...- mordió su labio inferior- vine a hablar con E-eren-

-Ah- pasó su mano por la nuca- él no se encuentra aquí-

-¿Qué?- pestañeo varias veces- ¿Y dónde lo puedo encontrar?-

-Creo que ya sabes dónde está, ¿No?- ladeó su cabeza- ¿Eso es todo?-

Armin se quedó en silencio, no podía procesar palabras.

-Entonces vamos a hablar contigo- decía directo como siempre.

El rubio dudó en hacerlo, pero los dejó pasar.

Armin miraba todo, habían muchas cosas que faltaban en ese lugar, se sabía casi de memoria.

Faltaban fotografías, adornos, la televisión antigua que estaba en medio de la sala, el adorno favorito de Eren.

Se sentaron y frente a ellos, Zeke Jeager.

-¿Por qué Eren hizo todo eso?- preguntó Jean- es tu hermano, debes conocerlo muy bien, ¿No?-

-Claro- cruzó sus brazos- pero la verdad, no sé porque lo hizo-

-Mientes- susurro.

-¿Mmh?- miraba fijo al chico.

-Mientes, el de la presentación nos dijo que tú fuiste quien le dió el pendrive dónde estaba ese vídeo- frunció el ceño- ¿Por qué mientes?-

-No estoy mintiendo, no sabía que tenía esa cosa- decía despreocupado- pero Eren me lo pidió-

Armin abrió ampliamente sus ojos.

¿Por qué lo hizo?

-¿Tu sabías que tenían una relación?- seguía con la interrogación.

-Si- asintió- lo supe desde el principio, ya que los encontré en este lugar cuando visitaba a Eren-

-¿Por qué no hiciste nada?- apretaba el brazo del sillón en que estaba sentado.

-Si, podría haber hecho algo... Pero Eren se veía muy feliz- sonrió levemente.

-Z-zeke- habló el omega- ¿Por qué sonríes?- nuevamente mordió sus labios.

-Armin, en verdad eres un buen chico. Un gran omega. Te conozco hace mucho tiempo y te tengo mucha estima- explicaba- pero...- desvío la mirada- Eren es mi hermanito, mi prioridad... Y si hacerte sufrir lo hace feliz a él...- está vez lo miró directo a los ojos- lo haría sin dudar ni un segundo...- frunció levemente el ceño- porque mientras estás aquí sufriendo por ese bastardo, seguramente Eren está felíz y eso es lo único que me importa. Tu sabes muy bien todo lo que ha sufrido Eren-

Armin comenzó a llorar.

-Nnhg...- Jean estaba muy molesto- Eres un bastardo...-

-Lo sé- se puso de pie- les iba a invitar un té, pero supongo que ya no lo querrán tomar- se acercó al par- lamento todo lo que pasó, Armin...- suspiró- pero por Eren, soy capaz de cualquier cosa-

Jean se iba a incorporar para increparlo, pero Armin lo detuvo.

Con sólo una mirada entendió.

Abandonaron ese lugar, ninguno habló, hasta que llegaron al automóvil.

Armin se quebró por completo y Jean lo abrazó.

No entendía porque debía sentir tanto dolor.

-Jeje- el castaño sonrió ampliamente- muchas gracias, amor- decía mirando la tarjeta de crédito.

-De nada- le besó la mejilla- puedes comprarte muchas cosas con ella- recogió un mechón de cabello para dejarlo en la oreja- hay que estar viendo las cosas para nuestro bebé- apoyó su mano sobre el vientre del omega- quiero lo mejor- le susurro.

-jaja- miró al alfa a los ojos- yo también- lo abrazó- te amo- le besó los labios.

El alfa correspondió de inmediato, pero se separaron.

El azabache debía asistir a su trabajo, se despidieron en la entrada de la casa del alfa.

El alegre Omega volvió a la sala de estar, tomó el laptop de su ahora pareja y se metió a varias tiendas. No iba a perder el tiempo en comprarse las prendas de vestir de mejor calidad que siempre quiso.

- Haa- suspiró- ¿Qué serás?- frotaba su mano por su abdomen- te estaremos esperando con ansias, mi bebé- se sonrojo.

Cerró las pestañas al haber hecho su encargo. Sonrió mucho más al ver la foto de pantalla del laptop.

Su primera ecografía donde se mostraba a su bebé.

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