Prólogo/ Capitulo 1 "Orden natural"

Prólogo

Las puertas de la corte se abrieron en par provocando un silencio abrupto en el lugar, los guardias llevaron a Levi al pedestal de los acusados y lo encadenaron para asegurarse que no escaparía, aunque él no tenía intención alguna de salir "corriendo". Suspiró aburrido sintiendo el dolor en todo el cuerpo con solo respirar, la gente a su alrededor comenzó a murmurar y aunque no les escuchaba sabía a la perfección de lo que hablaban.

Sus orbes se encontraron con los de Carla Jaeger quien mantenía un semblante serio pero en su mirada se notaba la tristeza que sentía, sus hijos a su lado, Eren y Mikasa, con la impotencia y la pena tatuada en sus rostros, respectivamente le observaban con atención. Levi cerró los ojos y soltó un suspiro, pensando en cómo es que había llegado hasta ese momento.

Capítulo 1 "Orden natural"

Nacer beta en un mundo donde no tienen otra función más que de esclavos o soldados para la religión era un castigo por haber sido un alfa corrupto o un omega promiscuo en tu vida pasada, era servir a aquellos que aprendían a aborrecer con el alma conforme hacían sus años de servicio pues mientras ellos podían vivir rodeados de lujos hasta su muerte los betas se limitaban a una corta vida de treinta años llena de trabajos forzados, maltratos físicos y una horrible enfermedad en los últimos tres meses de su vida en los que comenzaban a deteriorarse con rapidez hasta el punto en que su existencia desparecía por completo...pero Levi creía que ser beta no estaba tan mal y que los demás solo se victimizaban, si bien no eran los líderes de la sociedad como los alfa o los que tenían el don de dar vida como los omega, ellos eran los más fuertes de todos y no le parecía tan malo utilizar sus dones para beneficio de las otras dos grandes razas.

Levi desde niño escuchó a betas comentar sobre una rebelión contra los alfas para lograr una mejor posición dentro de la escala social sin embargo le parecía una reverenda estupidez ¿Qué harían los beta si lograban su cometido? A final de cuentas los alfa serían los únicos capaces de dirigir el mundo en el que vivían, no podrían dar a luz como los omega pues todos los beta eran infértiles y ninguna de las otras dos razas podrían soportar los trabajos que ellos hacían ni podrían luchar las guerras a las que los mandaban así que para él...todo estaba bien en el mundo.

Desde pequeño había sido escogido para la familia de alfas a la que debería servir en cuanto sus años en la milicia terminaran, había sido el mejor de la academia militar pues se esforzaba todos los días porque amaba ser un beta y estaba orgulloso de poder realizar sus labores como tal. A sus 19 años estaba listo para salir del ejército y servir fervientemente a la familia Jaeger, a dar su vida por ellos si es que lo necesitaban porque a partir del momento en que pusiera un pie en la casa de la familia que lo acogió les protegería como si fuera la suya.

Esa mañana a primera hora cuando un automóvil negro llegó su líder de escuadrón se despidió de él con cierto recelo, la verdad es que Levi se quería ir desde un par de años atrás pero Kenny se negaba a dejarle ir por el buen elemento que era, claro que cuando Carla Jaeger exigió que liberaran a su sirviente el hombre no tuvo más remedio que aceptar sus órdenes, pues ella era una alfa de mayor categoría que él.

Un hombre rubio y demasiado alto se presentó ante él por lo que el pelinegro hizo una leve reverencia mostrando la muñeca izquierda donde el símbolo de beta lucía grande y brillante de color negro, el hombre asintió y tomo la placa de identidad que colgaba de su cuello.

-LBJ2412-leyó en voz alta corroborando que fuera el mismo código que su ama le había dado. -Levi Ackerman, Beta, Shiganshina-terminó de leer asintiendo conforme. -MBJ0111-dijo a modo de presentación, inclinando un poco la cabeza en cuanto el chico frente a él se enderezó. -Soy Mike, Beta, Shiganshina-Levi hizo un asentimiento con la cabeza acomodando la mochila en su hombro. -Sube, comenzaras tus labores hoy mismo.

Ackerman subió al auto emocionado y observó el transporte con detenimiento mientras las mariposas revoloteaban en su estómago, al fin cumpliría lo que tanto anhelaba desde el momento en que su vida se cruzó con la de Carla Jaeger.

Sus ojos se abrieron maravillados al ver por la ventana la enorme casa que se alzaba frente al transporte que iba cruzando un enorme jardín, el auto le dio casi vuelta toda la casa y los llevó al edificio al fondo del terreno, más pequeño que la casa pero igual le parecía enorme al pelinegro.

-Te mostraré tu habitación y después te informaré sobe tus labores-dijo Mike al bajar del auto y comenzó a andar seguido de inmediato por el más bajo. -Trabajas seis días a la semana y se te otorgó un día de descanso, como eres nuevo trabajarás en todas las labores domésticas y de seguridad hasta que la señora Jaeger te otorgue una labor en específico, usarás tu uniforme todos los días y debes mantenerlo pulcro, si deseas salir en tu día libre debes avisarme con anticipación para que yo le informe a la señora Jaeger-comenzó a explicar el rubio siendo escuchado atentamente por Levi quien anotaba mentalmente todo lo que le decían al pie de la letra, no iba a fallar con nada. -Mantendrás tu habitación en orden y si alguno de los miembros de la familia se dirige a ti está prohibido verle a los ojos o contestarle sin autorización... ¿Quedó claro?

-Si señor.

-Bien-Mike abrió una puerta y le entregó la llave con una leve sonrisa, Levi parecía ser un buen elemento. -Arregla tus cosas, cámbiate y búscame en la entrada en una hora...bienvenido a la mansión Jaeger-dijo cerrando la puerta para darle privacidad provocando que una sonrisa sincera se pintara en los labios del pelinegro.

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Cuando haces algo que te gusta el tiempo pasa volando, por eso Levi se sorprendió cuando Mike le felicitó por su primer año ahí para él había sido como si solo se hubiera pasado una semana. En ese tiempo había hecho buenos amigos, había conocido a la familia de forma indirecta mientras realizaba sus labores y había tenido la oportunidad de escuchar a la señora Jaeger alabarle por lo bien que hacía su trabajo.

-Ahora que has probado tu dedicación con esta familia se te otorgara una sola labor que debes cumplir sin chistar-le explicó Mike mientras él saboreaba la cena especial que Hanji, la cocinera de la casa y su amiga, había hecho para él. -El joven Eren llegara en un mes de su viaje así que estarás a cargo del cuarto del joven Eren para que lo dejes listo para su llegada, una vez que llegué estarás presente cuando él lo requiera y cumplirás sus órdenes al pie de la letra a menos que la señora Jaeger te diga lo contrario ¿Entendido?

-Sí señor-el rubio asintió contento con el menor, le gustaba lo obediente que era a pesar de su carácter fuerte con sus demás compañeros de trabajo.

-Bien, ve a descansar, mañana empiezas con tus nuevos encargos-el hombre se puso de pie y salió de la cocina dejando solos a la castaña y al pelinegro que saboreaba su comida.

-Le agradas mucho a Mike-dijo feliz la mujer sentándose frente a Levi.

- ¿Por qué lo crees cuatro ojos? -respondió el otro bebiendo el té caliente de su taza.

-Eres al único al que le han asignado su trabajo definitivo en tan poco tiempo, ¿Acaso eres su favorito o algo? -soltó una risa que resonó en la cocina, Levi rodó lo ojos divertido y negó con la cabeza.

-Solo me gusta mi trabajo.

-Eres el beta más extraño que conozco-soltó la chica con una sonrisa y se puso de pie. - ¿Quieres más? -preguntó tomando su plato para acercarse a la estufa.

-No, será mejor que me vaya a dormir para estar listo a primera hora-se levantó de la silla y lavó los trastes que había ocupado a pesar de las protestas de Hanji. -Hasta mañana loca.

-Descansa enano-la mujer sonrió viéndole salir de la cocina.

Levi caminó por los pasillos del edificio hasta llegar a su cuarto, realizó todo el ritual que tenía antes de dormir y se acostó quedando dormido casi de inmediato. La noche como su vida desde que pisó la casa voló y como si solo hubiesen pasado unos minutos de que se había quedado dormido abrió los ojos, observó su alrededor y cayó en cuenta lo que tenía que hacer.

En menos tiempo de lo que cualquier otra persona podría estaba bañado y listo con su traje impecable, listo para comenzar. Salió de su habitación y camino rápido para reunirse con Mike para avisarle que comenzaría con sus labores. Entró a la mansión buscando al rubio y pasó al armario donde debía tomar los utensilios de limpieza, de camino a la gran habitación que ahora le tocaba exclusivamente a él se encontró con sus compañeros de trabajo corriendo de un lado a otro arreglando cosas y acarreando muebles escaleras abajo.

-Levi-Mike le llamó desde el fondo del pasillo por lo que el pelinegro se acercó de inmediato. -Me alegra verte levantado tan temprano.

-Si...aunque usualmente no hay nadie despierto a esta hora.

-Ellos no han dormido-le aclaró negando con la cabeza. -La señora Jaeger está emocionada por el regreso del joven Eren y decidió cambiar toda la decoración en la casa anoche...estamos terminando de sacar los muebles, ella irá por la tarde a escoger unos nuevos y la casa entera debe estar limpia para entonces, así que debes poner real empeño hoy.

-Sí señor-asintió y sonrió casi imperceptiblemente. -Estará conforme con mi trabajo-Mike inclinó la cabeza indicándole la puerta a su lado, conforme.

-Una cosa más, Levi-el pelinegro volteó a ver a su jefe. -La señora Jaeger quiere hablar contigo-el pelinegro se sorprendió y asintió entrando a la habitación, ¿Por qué su ama querría hablar con él? Sintió un poco de miedo pero decidió concentrarse en su trabajo.

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Limpiaba el candelabro con real ahínco, lo dejaría brillante y pulcro para el joven Eren a quien no conocía pero eso era lo de menos en ese momento. Se encontraba tan absorto en sus pensamientos y en su trabajo que no escucho cuando la puerta se abrió dando paso a Carla Jaeger, la dueña de esa enorme mansión. La mujer castaña observó al chico en su labor, se cruzó de brazos y esbozó una leve sonrisa.

-Es bueno verte después de todo este tiempo-Levi dio un leve respingo y volteó a ver de dónde provenía la voz, sonrojado. -Oh no, no te detengas, continua, estas muy concentrado en tu labor.

-Señora Jaeger...debo dejar mis labores cuando usted esté presente en la misma habitación que yo-dijo bajando de las escaleras con prisa para hacer una reverencia profunda.

-Nunca vas a cambiar esa formalidad ¿Verdad? -Levi negó y ella soltó una risita palmeando su hombro. -Enderézate, estamos solo los dos y nadie te regañara por no cumplir las costumbres.

El pelinegro dudo pero terminó por enderezarse encontrándose con los orbes esmeraldas de la mujer de mirada cálida, se apresuró a limpiar el banco que había usado para descansar unos minutos y se lo dejó a la mayor para que se sentara. Carla rodó los ojos pero agradeció el gesto del muchacho, sentándose y soltando un suspiro de alivio.

-Creí que la milicia te haría un poco rebelde...veo que me equivoque.

-No entiendo porque desea que me rebele contra usted...le debo mi vida.

La castaña negó con la cabeza y sonrió enternecida, haciéndole un gesto al beta para que se acercara, en cuanto el chico obedeció ella aprovecho para tomar su rostro entre sus manos y hacerle una caricia maternal en las mejillas para sorpresa del menor.

-Señora...

-No me jodas con eso Levi-le interrumpió ella antes de que él le dijera que eso no debía ser. -Cuando nos vimos la primera vez te dije que serías como mi hijo...y mientras estemos solos serás mi segundo hijo, me encantaría tratarte igual que como trato a Eren en todos lados pero mientras las reglas hacia los beta no cambien...solo conseguiría que te ejecutaran y no quiero eso-Levi suspiró y cerró los ojos, disfrutando las caricias suaves que la mujer le daba...no entendía porque la mayoría de los beta odiaban a los alfa y a los omega si existían algunos como Carla.

-Es solo que...no quiero que la castiguen a usted, no quiero verla sufrir por mi culpa.

-Eres un buen niño...Kuschel estaría orgullosa de ti-le prometió acercándose para besar su frente. -A parte de mis ganas de verte, hay otras dos cosas que quiero comentarte-dijo soltándole para que el pelinegro pudiera enderezarse. -Primero...perdóname por no buscarte antes, llevas un año en esta casa y yo no he cruzado palabra contigo-la mayor se alivió al ver que el joven le restaba importancia a ese hecho. -Pero estoy segura que recibiste mis presentes-continuó más animada que antes, él asintió y desabotonó el cuello de la camisa para sacar el collar con un dije de dos alas entrelazadas, ella sonrió.

-Esta es justo como mi tatuaje-comentó Levi animado, señalando el ala color blanca. -El traje que me envió me pareció demasiado, soy un beta señora Jaeger, jamás usaré algo como eso.

-Mi pequeño Levi merece lo mejor...ya encontraré una ocasión en la que puedas usarlo sin preocupaciones-el beta suspiró abatido y asintió, volviendo a esconder el collar bajo su ropa, la castaña se puso seria y buscó la mirada azul del otro. -Lo segundo es...con respecto a tu tatuaje.

Se sorprendió a sobremanera cuando la escuchó, de pequeño cuando ella lo encontró le había explicado lo que su tatuaje significaba y todo lo que necesitaba saber para no meterse en líos cuando saliera a enfrentarse al mundo. Llevó la mano izquierda a su hombro derecho y apretó la piel bajo esta, levemente ansioso.

- ¿Recuerdas lo que te conté sobre la pareja destinada? -prosiguió la mujer al no recibir respuesta, esta vez Levi asintió.

-Los alfa y los omega nacen con la mitad perfecta de un tatuaje en cualquier parte del cuerpo...quien tiene la otra mitad es su pareja destinada-dijo en voz baja, sintiendo un nudo en la garganta. -Los beta no nacen con un tatuaje...y los que llegan a nacer con uno deben renunciar a su vida para que su otra mitad cumpla con su rol en la sociedad...a menos que sea beta también.

-Sí-Carla se sorprendió por la precisión de sus palabras, como si ella se lo hubiera dicho recién. -Sé que no querías pero me di a la tarea de buscar la otra mitad-continuó explicando poniéndose de pie para acercarse al chico, el corazón del pelinegro retumbaba con fuerza contra su pecho. -Lo encontré...-dijo en voz baja incapaz de continuar.

-Pero...-se apresuró Levi para que ella terminara con la explicación que repentinamente había dejado a medias.

-Él es un alfa.

La mujer vio al menor cerrar los ojos y comenzar a asentir con la cabeza repetidamente, suspirando con algo de desilusión.

-Me lo imagine... ¿Él sabe de mi tatuaje? -ella negó y Levi volvió a asentir. -Mejor...no se lo diga, por favor.

- ¿Estás seguro que no quieres que lo sepa? -preguntó Jaeger con una expresión atormentada, puede que Levi no le dijera nada pero sabía que por dentro le dolía de cierta forma al menor. -Es capaz de buscarte hasta debajo de las piedras...y si tiene el más mínimo contacto físico contigo se dará cuenta.

-Estoy seguro, prefiero quedarme así y continuar mi vida como hasta ahora...no quiero perder la cordura...-dijo triste a lo que Carla asintió y lo abrazó para refugiarlo entre sus brazos.

-Está bien, mi niño...pero creo que deberías saber quién es para que tengas especial cuidado con lo que haces-él asintió y se atrevió a corresponder al abrazo que la mujer le daba, con timidez, siendo bien recibido por ella que le dio un beso en la frente.

Los ojos de Levi se abrieron demás cuando escuchó el nombre de los labios de la antigua amiga de su madre, suspiró quedándose estático un par de minutos y se enderezó despacio, asintiendo repetidamente dándole a entender a la mayor que estaba nervioso. Solo tenía que ser cauteloso, usaría guantes de ser necesario porque estaba terminantemente convencido de que podía llegar al final de su vida sin ninguna clase de percance innecesario como el amor, ¿Verdad?

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Holi cx me reporto con mi primer long fic aquí uwu espero que les guste la idea y que me acompañen hasta el final del fic nwn intentaré actualizar cada semana de lo contrario por favor sean pacientes conmigo xD gracias gente, se les ama nwn <3

Ja ne!
Rave~


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