Capitulo 9 "Incomodo"

Mikasa se la había pasado sintiéndose algo culpable los últimos días pues creía que su felicidad era una cierta traición al sufrimiento de su hermano y de Levi pero no podía evitarlo, encontrar a su alfa había sido la dicha y ahora no podía evitar esperar emocionada la reunión de su familia con la de Sasha, era todo formal únicamente para establecer una fecha para que ellas hicieran el lazo.

Lastimosamente por el estado de ánimo decaído en el que su hermano se había ido no creía que él volviera para conocer a los Braus lo cual le entristecía un poco pero seguía bastante animada, Levi había preparado todo perfectamente para la cena de esa noche con su ayuda y a pesar de todo parecía que al pelinegro no dejaba de gustarle su trabajo.

Tocaron a su puerta y se tensó ligeramente en su silla cepillando algo asustada su cabello.

—Adelante—murmuró intentando no parecer nerviosa.

—Señorita Mikasa, su madre me pidió que le ayude en lo que necesite—el pelinegro le sonrió levemente y se acercó.

—Gracias Levi—la chica dejó el cepillo sobre el tocador y se mordió el labio. — ¿Me...me peinarías?

El beta asintió tranquilo comenzando a peinar su cabello, tomaba mechones con delicadeza y los trenzaba con cuidado de no lastimarla, Hanji le había enseñado y lo agradecía enormemente pues le gustaba que la omega confiara así en él.

—Levi, necesitas descansar—susurró ella después de un rato en silencio. —No has dormido desde...que mi hermano se fue...

—Estoy bien señorita Mikasa, no se preocupe.

— ¿Seguro?

—Sí, seguro—sonrió al terminar y dejó que se viera al espejo.

La pelinegra sonrió también contenta con su cabello trenzado y acomodado en su cabeza de forma elegante.

—Se ve muy lindo...espero que a Sasha le guste—dijo sonrojada viendo al mayor por el espejo.

—Le gustará, todo de usted le gustará.

—Gracias por todo Levi—la muchacha se sonrojó más y bajó la mirada.

—Lo dice como si no la fuera a volver a ver señorita—murmuró tranquilo.

—Eso no pasará, somos familia—

—Mikasa...

—Lo sé, lo sé—le interrumpió ella antes de que continuara. —No me lo digas—pidió volteándose para abrazarlo.

El beta suspiro y correspondió al gesto resignado pero no forzado.

—Estaba pensando que te gustaría conocerla...al menos—susurró el mayor sin soltar a la omega.

— ¿Tienes fotografías de ella?

Levi asintió y se separó un poco para buscar el reloj en el bolsillo interno del saco, se lo mostró y lo abrió para que lo viera. Mikasa tomó el pequeño artefacto entre sus manos y se lo acercó para ver la fotografía.

—Vaya...Kuschel era hermosa—el pelinegro asintió de acuerdo con la joven.

—Sí, te pareces mucho a ella...pero bueno, tus ojos son más grandes como los de la señora Carla—sonrió levemente acariciando los pómulos sonrojados de la muchacha.

—Yo no soy así de bonita.

—Ah, parece que no te has mirado en el espejo, no eres bonita, eres hermosa—le prometió besando su frente. —Ahora...apresúrate o la señora Carla comenzará a ponerse nerviosa.

Ella asintió y lo volvió a abrazar para besar su mejilla.

—Gracias Levi.

Él asintió y después de una reverencia leve salió de la habitación rumbo a la cocina, por la forma en que hablaba parecía que se iría y no la volvería a ver, pero no, la verdad ella se quedaría y Sasha se tendría que mudar con ellos pues la familia Jaeger tenía más importancia que los Braus. Eso era un alivio y una tortuosa incertidumbre a la vez.

Una cosa era la familia Jaeger y la relación que tenía con ellos, además del buen trato que le daban, otra era la familia Arlert, conformada solo por Armin y su abuelo, que eran personas muy amables con todos en general y otra muy diferente era la familia Braus con los que jamás había tratado y no tenía idea de cómo sería su relación.

No tenía miedo pero si estaba un poco renuente a la idea de ser alejado de Mikasa, era molesto pero no podía quejarse. Hanji tenía los mismos miedos que él pues al igual que Mike había visto crecer a la omega y temía no poder tratarla como hasta ahora pero por la posición beta de ambos no podía quejarse ni pedirle nada a nadie, así que lo único que les quedaba era esperar y suplicar a las diosas que todo fuera bien.

—Levi—Carla llamó al pelinegro que bajaba las escaleras sumido en sus pensamientos.

—Dígame, señora—preguntó espabilando para llegar a su lado.

— ¿Mikasa esta lista?

—Sí, acabo de peinarla y bajará en breve.

—Excelente, los Braus llegarán en diez minutos y todo debe estar listo.

—Hanji servirá la comida en cuanto usted ordene y el comedor está adornado como pidió.

—Gracias... ¿Prepararon lo que les dije?

—Sí, con especial cuidado y los ingredientes que nos indicó.

La castaña suspiro y asintió con una sonrisa conforme.

—Ustedes dos son unos ángeles, gracias...mañana tienen el día libre los dos.

—Gracias, señora Jaeger.

La mujer negó con la cabeza y acarició sus cabellos.

— ¿Está nerviosa?

—Sí, mucho.

Carla soltó una risita divertida y negó con la cabeza.

—A todos nos pasa cuando se trata de la persona amada—dijo tranquila acariciando las mejillas del menor. —Lo que me lleva a ti... ¿Has pensado sobre el lazo?

—Señora Jaeger, ese tema no está en discusión, lo siento—dijo bajando la mirada.

La castaña suspiró y asintió comprendiendo sin dejar de acariciar las mejillas de Levi.

—Bien, entiendo—dijo tranquila haciendo que le mirara. —Eren vuelve en un rato, ¿estás bien?

—Estoy asustado—admitió huyendo de sus ojos insistentes. —Su desprecio duele más de lo que creí...

—Solo estaba enojado, cuando entienda la situación podrán platicarlo con calma.

El timbre sonó y ambos voltearon a la puerta con algo de frustración, Levi se separó de la mujer e hizo una leve reverencia para dirigirse a la entrada, todo tenía que ser perfecto.

Abrió dándole la bienvenida a los Braus que entraron sin dirigirle la palabra, la mujer alfa se acercó con una sonrisa tranquila seguida de Erwin y Armin quien ya era tan alto como el omega.

—Carla—saludo el señor Braus extendiendo la mano hacia la mujer. —Muchas gracias por la invitación.

—No es nada—dijo ella con una sonrisa. —Me alegra que puedan acompañarnos esta noche tan importante.

—Es la mejor noche—dijo él entusiasmado. —Que tu hija sea la destinada de mi hija es lo mejor que pudo pasar, ¿y tu hijo? ¿Trabajando? —preguntó buscando a Eren con la mirada, por supuesto que Erwin no importaba porque era un omega.

—Llegará pronto, como su hermana le pidió que viniera cancelo un par de citas.

—Ah es un hermano espléndido, será un buen ejemplo a seguir para mi hija—le hizo una seña a Sasha quien se acercó enseguida con su padre de forma enérgica. —Ella es Sasha, mi orgullo.

Carla extendió una mano a la menor quien la tomó de inmediato.

—Es un placer señora Jaeger.

—Lo mismo opino Sasha, Mikasa me ha hablado maravillas de ti—le sonrió maternal. —Pasen al comedor, por favor, comenzaremos a cenar mientras llega mi hijo—volteó a ver a Levi y le llamó. —Dile a Mikasa que baje a cenar.

—Como ordene, señora—dijo haciendo una reverencia a los presentes para retirarse.

—Ah que bien educado esta—comentó la señora Braus observándolo alejarse. —En la actualidad hay tan pocos como él, es como si no entendieran su lugar en la sociedad.

La Jaeger mayor tomó aire sin borrar su sonrisa y se limitó a asentir, Armin notó la molestia de su suegra y se adelantó.

—Pase por favor—le pidió con un gesto relajado tendiéndole el brazo a la mujer de forma caballerosa. —La cena de hoy está cocinada especialmente para ustedes.

La mujer castaña de tocado exagerado asintió a la sugerencia del menor dejándose guiar siguiendo a su marido a quien ya se le había indicado el camino.

—Mamá, tranquila—le susurró Erwin poniendo una mano en su hombro.

—Lo siento...—murmuró tomando aire para relajarse. —Espero que Sasha no sea igual.

Le sonrió a su progenitora y le acompañó al comedor suplicando mentalmente lo mismo, si Sasha era como sus padres probablemente tendrían que irse con más cuidado al tratar a Levi y sobre todo por el vínculo que había entre él y Eren.

Eren llegó un poco después, cansado y con la maleta en la mano, no tenía deseos de escuchar parloteos sobre lazos ni nada por lo que estaba tentado a irse derecho a la cama, pero justo antes de poder escabullirse Levi entró al recibidor y le observo nervioso sin poder acercarse. Ambos sabían que estaban en una posición muy incómoda pero habían prometido que fingirían que nada había pasado.

El beta se acercó despacio y se inclinó despacio, al enderezarse tomó su abrigo y la maleta.

—Señor, le esperan en el comedor para cenar—dijo breve alejándose un par de pasos. —El señor Braus ha estado preguntando por usted, al parecer espera poder presentarle a sus otras dos hijas con la esperanza...de que sean su pareja—dijo bajando la cabeza.

—Gracias Levi—murmuró apretando los puños para contener las ganas de tocarlo. —La maleta que te pedí está lista para que me vaya temprano, ¿cierto?

—Sí, señor, como ordeno.

—Gracias—susurró comenzando a caminar al comedor.

—Señor—le llamó Levi con voz suave y la vista clavada en el suelo. —Bienvenido a casa.

Eren tragó saliva y se mordió el labio conteniendo todas las respuestas que habían cruzado su mente.

—Gracias—dijo de nuevo con una suave sonrisa reanudando sus pasos, tal vez podría acostumbrarse a solo verlo de lejos.

-0-

Cuando finalmente los Braus se fueron de la casa Jaeger con la fecha para el lazo establecida y la condición de que Sasha se mudaría ahí, todos se fueron a dormir sintiéndose exhaustos por la larga velada a excepción de Eren quien debía terminar un proyecto y enviarlo antes de irse a descansar.

Entró a su habitación, se puso la pijama y encendió la computadora acomodándose los lentes para trabajar aunque estaba seguro que se quedaría dormido en el transcurso de la noche sobre el teclado. La puerta a su espalda se abrió y cerró dando paso a Levi quien sabía que su amo no dormiría esa noche.

Dejó una bandeja con una jarra de café y una taza al lado del computador, escondió las manos en su espalda y comenzó a balancear su peso de atrás para adelante.

— ¿Qué pasa? —preguntó conteniendo una sonrisa sin voltear a verlo, sentía su presencia insistente y curiosa.

—No dormirá, ¿verdad? —preguntó jugando con sus manos.

—No lo creo, tengo que entregar esto para mañana...para en la tarde—dijo tranquilo viendo el reloj.

El pelinegro asintió acercándose a ver la pantalla.

—Me gustaría ayudarle pero no se de esto.

—No te preocupes, estoy bien— murmuró viéndole de cerca acomodándose los lentes de nuevo.

—Señor...debería ir a dormir, puede trabajar en el vuelo según tengo entendido.

— ¿Estás preocupado por mí, Levi?

El beta se enderezó y alejó de nuevo por el simple comentario, Eren sintió como si le hubieran dado un latigazo en el pecho, joder...el desprecio dolía demasiado.

—Me preocupa su salud, no quiero que se enferme y preocupe a su madre.

El castaño suspiró algo decepcionado aunque se esperaba esa respuesta.

—Supongo que tienes razón...solo adelantaré un poco y me iré a dormir, ¿puedes despertarme mañana a las seis de la mañana?

— ¿A qué hora es su vuelo?

—A las once—respondió antes de bostezar.

—Bien, le hablaré a las ocho.

Eren soltó una carcajada involuntaria cubriéndose la boca de inmediato para no hacer ruido.

— ¿Por qué a las ocho?

—Porque necesita dormir más.

—Está bien, está bien—dijo tranquilo volviendo al trabajo. —Eres peor que mi madre—se quejó sin borrar su sonrisa.

—Mi trabajo es cuidarlo.

—Podrías hacerlo sonar como que te intereso un poco.

— ¿Insinúa que no me interesa mi trabajo?

—No, solo...—soltó un suspiro cansado y buscó la taza a tientas para llevársela a la boca, al probar el café soltó un suspiro aliviado. —Quisiera que no sonara como obligación...quisiera que lo hicieras porque me aprecias.

—Sabe que no es por obligación—le dijo comenzando a masajear sus hombros, sabía que debía mantener la distancia, que no era recomendable para él estar tan cerca, pero estaba atraído como si se tratara de un imán. —Si lo aprecio.

—Pero no como quiero—murmuró inclinando la cabeza evitando quejarse, cerró los ojos y llevó las manos a las de Levi intentando tomarlas.

—Señor...—dijo retirando las manos antes de que las tomara. —De verdad creo que debe ir a dormir.

Eren se mordió el labio y soltó un bufido, conteniendo las lágrimas de frustración.

—En un rato... ¿Me harías compañía hasta entonces? —pidió con un hilo de voz volviendo a trabajar.

—Como desee—dijo volviendo a masajear sus hombros. —...lo lamento—dijo suave.

—No te preocupes—aseguró intentando restarle importancia al asunto.

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Hola! Vengo rapidísimo, perdonen que no haya subido el cap antes pero es que ha sido un fin de semana de locos, en serio estoy demasiado cansada y algo molesta, en fin~ este cap es corto cx peeeero el que sigue lo repongo nwn gracias por leer y por sus lindos comentarios! Prometo contestarlos en cuanto pueda ahora me retiro para tomar unas merecidas horas de sueño -w- hasta el domingo! Gracias *besos gays* perdonen si quedo meh xD

Ja ne!

Rave

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