¿Han escuchado el dicho que reza: «La justicia de Dios no es igual a la de los hombres»?

He aquí una criatura que nació por la piedad y la admiración de la Naturaleza.

APARIENCIA.

Iara o Uiara —que en el idioma tupi significa «Madre o Señora del agua», pero que también suele ser llamada Yuara «la que vive en las aguas»— es una hermosa sirena que habita en el noroeste del Amazonas brasileño.

Es descrita como una mujer de tez morena —acanelada—, de cabello largo y negro, el cual le llega a la cadera. Los ojos son café o verdes, dependiendo de la zona brasileña en donde sea vista. Suele llevar el torso desnudo y se baña en la orilla de los ríos durante las noches de Luna Llena, para atraer a los hombres —de preferencia, mujeriegos— y llevarlos a sus dominios.

Los lugareños le temen, mientras que los indígenas no se acercan a las lagunas durante los crepúsculos para evitar ser víctimas del hipnótico canto. 

EL ORIGEN.

Se dice que Iara era una guerrera indígena, la mejor de su tribu.

Sus atributos como guerrera enorgullecían al padre —según algunas fuentes este era un chamán, otras dicen que era el cacique de la tribu—, pero también levantó la envidia de los hermanos, quienes tramaron una forma de deshacerse de ella.

Decididos a quitarle la vida, idearon un plan: la degollarían en su tienda.

El momento de ejecutar el plan había llegado. La noche cayó, por lo que los hermanos de Iara esperaron a que esta estuviera dormida, incursionando dentro de la tienda. Sin embargo, el agudo oído de la guerrera la alertó. Iara despertó, enfrentándose a los agresores.

Después de una encarnizada lucha, Iara asesinó a todos sus hermanos. Dándose cuenta de lo que había acontecido, temió a su padre: ¿cómo explicar lo que había hecho? Así que, sin pensarlo, huyó del asentamiento indígena. 

Con los primeros rayos del sol fue descubierto el macabro evento, por lo que el padre de Iara ordenó su búsqueda y captura; debía pagar por el crimen cometido. Encontraron a Iara —escondida detrás de un árbol— y fue condenada a morir ahogada.

El cuerpo fue arrojado en la unión entre el río Solimões y el Río Negro durante una noche de Luna Llena. Iara luchó contra la corriente, intentando mantenerse con vida. Sin embargo, ni su anhelo ni el esfuerzo la ayudarían a conservar su existencia.

Agotada, Iara se desvaneció, mas los peces sintieron compasión y admiración por la joven, una persona que se aferraba con tal intensidad a la vida no merecía morir. Es por ello por lo que tomaron su cuerpo y lo llevaron a la superficie.

Bajo el encanto de la Luna Llena, Iara se transformó en una criatura marina, mitad mujer, mitad pez, por lo que también se le llamó Diosa de los Peces. 

LA LEYENDA.

Se dice que la voz de Iara es tan bella y conmovedora que los hombres no pueden resistirse a sentir pasión por ella. El canto no puede ser descifrado al estar en su lengua nativa.

Iara traslada a los hombres que han caído en su hechizo hacia el fondo de los ríos, las lagunas o los lagos, en donde los transforma en sirenos, por tres días, para amarlos.

Algunos son devueltos a la superficie, a otros nunca los encuentran. Los que logran sobrevivir retornan trastornados, por lo que tienen que ser tratados por un chamán.

Sin embargo, se dice que los sobrevivientes de Iara suelen volver, al año, al lugar donde fueron "secuestrados". Allí, Iara los espera, se transforma en serpiente y los devora. 

¿Sabías de la existencia de esta sirena que habita en el Amazonas?

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¡Un fuerte abrazo! ¡Nos leemos! 

*Imágenes tomadas de Google y Pinterest. Reconocimiento a sus creadores.

Escrito por CiaraSofi.