¿Qué tal se encuentran, queridos lectores de fantasía? Bienvenidos a una entrada más de Bestias de ensueño. Se acercan fechas importantes para el mundo de lo sobrenatural y es por eso por lo que en esta ocasión vamos a presentarles a un grupo de seres que están ligados estrechamente con el otro mundo: los psicopompos.

¿Qué son?

Bueno, cuando hablamos de psicopompos no nos referimos en realidad a una raza de criaturas mágicas o a alguna deidad o leyenda en específico, sino que más bien se le nombra así a un personaje que funge el mismo papel en todas, o casi todas, las religiones y las mitologías existentes.

La palabra psicopompo  proviene de los vocablos griegos "psique", que significa alma, y "pompos" , que podría traducirse como conductor. Es así que la etimología de la palabra se refiere al término "el que guía las almas", y lo podemos definir como un ser encargado de transportar el alma de quien fallece hasta el siguiente plano. Lo hace de manera segura para que esta no se pierda en los diferentes limbos ni vague errante por la tierra durante una tortuosa eternidad. Esta clasificación de criatura es el resultado del curioso análisis en el que nos damos cuenta de que, sin importar la distancia geográfica y de tiempo, todas las grandes culturas han tenido una fuerte creencia, tanto en el alma humana como en la existencia de un segundo plano más allá de la vida, ya sea el Cielo o el Infierno, el temido Tártaro, el Duat o el Mictlán, siempre hay un lugar al que ir después de morir en el que se nos juzgará y se nos castigará por nuestros actos en vida. ¿Coincidencia?... Tal vez sí o tal vez no, pero hoy no vamos a discutir eso.

Los psicopompos vienen en todas formas y tamaños, los encontramos como animales, ángeles, demonios, espíritus de pesadilla y deidades. Todos cumpliendo con una misma tarea, llevarnos a nuestro destino final.

Griegos.

En la mitología greco-romana, tenemos a dos entidades que se disputan el puesto de psicopompo oficial, pero por supuesto, ambos lo son sin necesidad de que uno se superponga al otro, pues pueden coexistir más de uno de forma tranquila.

El primero de ellos es el dios Hermes, aquel de las zapatillas aladas y mensajero de Zeus, cuyo poder para transitar el Tártaro sin ningún inconveniente le permite llevar a cabo una de sus tareas más importantes, guiar a las almas hasta sus puertas.

El segundo, por otro lado, es el famoso Caronte, él viejo y barbado barquero que cobra algunas monedas de oro a cambio de ayudar a cruzar a las almas en pena por la laguna Estigia, y quien castigaba a quien no le entregaba su pago dejándolo varado en aquellas frías aguas por los próximos cien años, hasta que se decidiera a sacarlo y dejarlo en la otra orilla. En ocasiones se le dibujaba con alas, como un demonio, y con un martillo en mano.

Egipcios.

Otra de las deidades más reconocidas como psicopompo es el dios de los muertos, rey de la Necrópolis y de la momificación, Anubis, a quien se le pintaba con cabeza de chacal por relacionar a estos animales con la muerte, pues al enterrar los cadáveres en tierras poco profundas estos animales carroñeros llegaban a devorar los restos formando así la creencia de que purificaban sus alma para la siguiente vida. Siendo una de sus funciones principales la de llevar a los difuntos a un mejor lugar.

Nórdicos.

El papel de psicopompos de la mitología nórdica le pertenece a las feroces guerreras llamadas valkirias, quienes atravesaban los campos de batalla en busca de los fallecidos que habían muerto con valentía y se los llevaban al Valhalla, a la sala de los héroes. Odín también era encargado de llevar a los espíritus a su inframundo y es por eso que también se le considera un guía.

Shinigami.

En Japón, Shinigami es el dios de la muerte, quien se alimenta de las almas y es capaz de inducir el deseo de morir, además elige quién y cómo muere. Aunque también se le concibe bajo un concepto, en el que los shinigamis son dos y al final de la vida deben reunirse para que uno le ayude a cruzar al otro y así no se convierta en un shini-ban o  espíritu errante.

Ksitigarbha.

Del budismo, también conocido como Dizang o Jizo, es el emisario de cuidar las almas de los niños pequeños así como de ayudar a las que renacen dentro de su Inframundo, puertas que puede abrir gracias al poder de su báculo.

Azazel/Azael.

Ángel caído de la mitología hebrea y promotor de las insidias humanas que causaron el gran diluvio, se le conoce como ángel/demonio de la muerte encargado de recibir a las almas en el otro lado.

Agni.

Dios del fuego en la cultura hindú, es también el transportador de muertos, que perdonaba los pecados de los hombres al morir.

Judíos y cristianos.

Para la religión judía los guías son Abraham, Gabriel y Lailah, mientras que para los cristianos son San Miguel, Santa Bárbara y San Pedro, este último poseedor de las llaves del cielo y quien le abriría el paso a ciertos individuos en algunos pasajes bíblicos.

Xólotl.

Es una deidad de la cultura mexica y tolteca que se transformaba en perro y que gobernaba el Mictlán y a los espíritus acompañando a estos en su arduo viaje hasta la tierra de los muertos. En los rituales funestos de estos pueblos prehispánicos se solía sacrificar a un perro acompañante al que enterraban junto a su amo con una piedra de jade para que así ambos emprendieran el viaje. 

Balam.

De la cultura maya, es una entidad jaguar, guardián del inframundo, encargado de proteger a los hombres y de hacer regresar a casa a los niños que se perdían, a través de un chiflido, aunque este sonido podría afectarlos de manera leve por el resto de sus vidas

Ankou.

Es el último parroquiano fallecido en el año, que asume el rol de recoger las almas de sus sucesores por el siguiente periodo, por lo general lo ilustran como un hombre anciano, delgado, con el rostro cubierto y ojos de un rojo encendido, cargado con una guadaña que visita a los próximos en fallecer subido en un carruaje tirado por dos caballos. Esta es una leyenda divulgada en especial en Gran Bretaña y en Francia.

Inuits.

Los pueblos esquimales de Groenlandia creían que las luces procedentes del cielo eran en realidad las antorchas de sus ancestros esperando a mostrar el camino a quienes acababan de morir.

Animales.

Se les reconoce como psicopompos a una amplía variedad de animales, la mayoría con una conexión directa con lo paranormal o que en su defecto representaban a los dioses ya mencionados, entre estos animales están los perros negros, que en la cultura mexica ayudaban a los muertos a cruzar el Chiconahuapan, un río color chocolate, y solo lo hacían con quienes en vida habían sido amables con los animales. Otros son los leones, los gorriones, las águilas, las guacamayas, las abejas, las mariposas, que antiguamente se creía eran el alma que abandonaba el cuerpo, las lechuzas, los búhos y los buitres, aves que pueden atravesar la frontera entre la tierra y el cielo. Los caballos, que los musulmanes creían los llevarían en lomos a su destino si en vida habían cumplido con aquello que dictaba Alá. Los delfines considerados orientadores de almas. Las golondrinas en representación de la diosa Isis y los cuervos en honor a la diosa Morrigan de la cultura celta, quién personificaba la guerra, el caos y la muerte.

Chamanes.

Los chamanes, los sacerdotes y los curanderos de alto rango, también son un tipo de psicopompo, solo que en el plano terrenal, pues, gracias a sus dotes y a los años de preparación sirven de intermediarios entre ambos mundos, pueden sacar el alma de su cuerpo para guiar a las ánimas perdidas y luego regresar en sí, así como asistir a las de los recién nacidos.

Literatura y cultura pop.

Dentro de la literatura y la cultura pop podemos observar figuras que son claros ejemplos de lo que significan los psicopompos, porque poseen la mayoría de sus características. Uno de los más contundentes es quizá el buen Virgilio, maestro de Dante quién lo guía a través de los círculos del Infierno para buscar a su amada en La Divina Comedia. Otro puede ser el terrible cuervo que repite una y otra vez "Nunca más" en el poema de Edgar Allan Poe. E, incluso, podemos reconocer ciertas características de psicopompo en el entrañable Peter Pan, pues resulta un guía para los niños perdidos que viajan al País de nunca jamás  y que en las primeras páginas del cuento infantil se le menciona como una entidad celestial cuya leyenda, contaba, se llevaba consigo las almas de los niños que acababan de morir.

Menciones más recientes de los psicopompos las podemos encontrar tanto en la película Coco, a través del amigo y acompañante de Miguel, el xoloescuintle, Dante (que hace una doble referencia a su homónimo ya mencionado) y en la serie The Chilling Adventures of Sabrina, donde aparecen unas pequeñas criaturas en forma de aves llamadas psicopompos que podrían llevarse el alma de los brujos cuando estos realizan de forma temeraria una proyección astral en la que su alma sale de su cuerpo, no por mucho tiempo, claro, si no buscan sufrir las consecuencias de los pequeños entes.

Y bueno, seguro nos faltaron muchos más dentro de nuestra lista de psicopompos, 

¿conocen alguno que no haya aparecido?, 

¿ya habían escuchado hablar de ellos? 

Cuéntenos su opinión de esta entrada. 

¡Y con mucho gusto nos leemos en la siguiente!

Escrito por Anheleis_HP.