Capítulo 48

La brisa cálida de un nuevo día ondeaba la larga cabellera brillante de La Bestia, había pasado toda su velada practicando boxeo de sombra en el patio de su casa sin nada que cubriera su ser salvo un par de vendas que envolvían sus manos; así estuvo hasta perfeccionar sus movimientos más allá de sus propias limitaciones. Transcurrieron alrededor de 9 horas hasta que Rachel Williams se detuvo a tomar aliento pues ya había imaginado a su rival perfecto: Una sombra amorfa, pero que en su composición contaba con los elementos primordiales de todos sus antiguos oponentes; y ante sus ojos esa era la forma ideal de pelear con varios enemigos a la vez.

Cada gota de sudor resbalaba por su piel hasta chocar con el césped, su cabello parecía el oleaje de un océano titánico y el movimiento de sus puños eran tan fluidos que no podrían seguirles el ritmo. Cuando llegó el mediodía, Dorian Mark salió a ver a su novia llevándole una muda de ropa. —Mientras estabas inconsciente Yadira defendió el campeonato mundial. Y fue, bueno. Míralo tú misma. —Al tiempo que la mujer se volvía a vestir, veía la pantalla del teléfono de Mark dónde pasaba una victoria feroz por parte de la campeona. Un nocaut fulminante en el primer asalto que mandó por los aires a su retadora. Y en las declaraciones finales del combate, Yadira lanzó un reto bastante emocionante para todos los amantes del boxeo. —Oye Bestia, te estaré esperando con el cinturón en mi cintura. Si quieres intentar tomarlo te deseo mucha suerte. —Entonces mi siguiente gran pelea será la pelea por cinturón mundial...

—Espera Rachel, hay algo que voy a preguntarte. ¿Cómo se te ocurrió tomarte todas esas pastillas? ¿Por qué lo hiciste? —La brisa dejó de correr, era como si el mundo se hubiera detenido a la espera de la respuesta que Rachel pudiera darle a su novio. —No lo sé, han sido días difíciles y pensé que esa cosa podría ayudarme a estar más relajada... Ya vi que no sirvió de nada. Mark, cuando aceptamos ser pareja ambos sabíamos bien que somos personas peligrosas y ahora quiero más que nunca sacar todo mi veneno contra La Loba.

Pasado un rato desde la explicación de la mujer, esta ultima cogió sus cosas marchándose al gimnasio para reanudar su entrenamiento mientras hablaba consigo mismo respecto a sus ultimas acciones. —"De verdad metí la pata, no solo no logre relajarme como quería sino que perdí tiempo de entrenamiento. Y ahora Mark esta furioso." —Pensaba a la par que sus pies la dirigían por las calles del Distrito.

—Oye, ya viste? Esa es Rachel Williams, no? 
—¿La campeona nacional? Sí, creo que si.
—Entonces, los rumores de que es del distrito 13 son ciertos? No lo puedo creer. 
—Deberíamos y a pedirle su autógrafo. 

Una buena multitud se acercó para rodear a la Bestia dejando sobre ella el flash de sus cámaras y palabrería sin importancia que le hacían recordar porque no le gustaba relacionarse con otras personas. Así que en un parpadeo se escapó del sitio sin que alguno de los fanáticos pudiera verla. —Debo ir al gimnasio, este ya no es un sitio tranquilo. —Se dijo a su misma dando marcha a su lugar seguro.

Cuando Rachel llegó al lugar, su nuevo entrenador intentó regañarle sin ningún resultado. Pues este monstruo se colocó los guantes invitando a todos sus compañeros para pelear con ella. —Puede venir quien sea y no lograrán ni rosarme. ¡Ataquen como si buscaran asesinarme! —¿Un sparring? No, Rachel convirtió su sesión de práctica en una pelea callejera cuando obligó a todo mundo a subir al ring con ella sin importarle si enfrentaba a hombres o mujeres. —E-Espera Rachel, ya derribaste a boxeadores que te llevan varias categorías de peso. A este paso ya nadie querrá entrenar contigo. —Entre miedo y paranoia balbuceaba el pobre entrenador pidiendo calma de su boxeadora lo que provocó aún más furia de La Bestia. —Entonces busca a alguien que pueda seguirme el ritmo, de lo contrario quizá me vaya con el cinturón a otro gimnasio.

La noche cayó en un estadio del distrito más peligroso del país, el Distrito 13 una vez más se había transformado en el epicentro de un gran espectáculo. —¡Por Dios, que cursi! Casi me hace vomitar tanta miel que dijo. Sí esa va a ser mi oponente entonces mi victoria está cantada. —Un micrófono sonó con agonía fingida en medio del ring . Al parecer una persona le había arrebatado el micro al presentador y en medio de la confusión que abundaba en el público, una mujer repleta de tatuajes por todo el cuerpo y cubierta de sangre ajena sobre sus guantes blancos mientras iba sonriendo de manera juguetona. —Ya escucharon ustedes mismos; estas son las contundentes declaraciones de la segunda finalista del torneo de novatas del peso gallo: Amanda Miller. —Una gran cantidad de aplausos y abucheos por igual llenaron el brillante estadio con opiniones divididas.
—¡Tú serás la Novata del Año!
—No hay otra boxeadora igual a ti.
—Yo sigo apoyando a Julia.
—Es imposible que Amanda logré ganarle a Juliana.
Esta mujer logró obtener una fama impresionante en toda su ciudad por tener un estilo de boxeo bastante callejero que se reforzaba en su aspecto luciendo un lateral de la cabeza rapada y el resto en un peinado lateral de color verde, tener de frente a Amante Miller era estar en presencia de una criatura de un mundo distinto y de eso mismo trataba su boxeo pues se movía con gran experiencia sobre el cuadrilátero pese a ser una novata. Todas esas cualidades así como su comportamiento salvaje y errático a la hora de pelar le hicieron ganarse el apodo de: "La Cazadora." —Oye Juliana Mondi, espero estés preparada porque no sólo vas a perder la final. También vas a perder tu carrera. —Amanda giró la vista a la cámara que la filmaba para terminar el programa golpeando el aparato y cortando la transmisión.

Un televisor se apagó en el gimnasio de Simón, la expresión estoica de Julia resultaba en un rompecabezas imposible de descifrar para el entrenador. —¿Viejo, ya lo viste verdad? Esos ojos, ese brillo que tiene esa mujer ya los conocemos. —El comentario de su alumna sorprendió al anciano. —¿De qué hablas?

—Hablo de que esos son los ojos de una estrella que se apagó hace mucho tiempo. Me hace recordar a alguien muy en particular... Lucio.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top