Capítulo 17

—"Ha pasado mucho tiempo desde que tuve esta sensación." —Rachel empezó a reír al recordar que se sentía recibir golpes, no tardó nada en ponerse de pie con una sonrisa desafiante a su rival. El combate se reanudó sin que nadie del público se atreviera a parpadear, Diana Sáenz subió su guardia a la espera de esos peligrosos jabs imposibles de esquivar.

—"Sé que no me puedo salvar de tus jabs, pero si mantengo mi guardia y voy de frente estoy segura que podré derribarla de nuevo..." —Ni siquiera pudo terminar sus propios pensamientos antes de que los guantes de La Bestia rompieran su defensa con suma facilidad, no había piedad para la retadora que empezaba a sucumbir por las embestidas hacia su cuerpo y no podía realizar ningún tipo de contragolpe; Rachel se desplazaba a gran velocidad por el ring manejando un tempo imposible de neutralizar o al menos verlo venir.—Demonios, esa niña nunca aprende. —Simón apretaba los puños de rabia al ver todo el espectáculo que su alumna estaba dándole al público. —¿Qué ocurre? ¿Por qué Ray no termina el combate de una vez? —Tampoco la amiga de la boxeadora sabía porque trataba Diana como un juguete. —Rachel sigue sin tomarse enserio a su oponente así que piensa divertirse hasta quedar satisfecha. Esa niña no tiene respeto por Diana ni por el boxeo. —Respondió el entrenador dejando de prestar atención a la pelea molesto por la actitud de Rachel. Alejandra por su parte, no apartaba la vista de la contienda pues ese era el camino que su amiga había decidido tomar y era su deber apoyarla.

El segundo asalto terminó con un panorama desolador para la retadora. Lentamente estaba siendo invadida por la desesperación y el miedo de perder este combate. Ya tenía 5 derrotas en su carrera, sabía que la asociación de boxeo no se deshizo de ella porque aún la necesitaban para que fuera el puente del regreso de La Bestia. —Diana, es imposible ganar esto sin hacer algunas faltas. En el próximo round deja que ella se acerque para intercambiar golpes, ahí podrás aprovechar para cometer algunas faltas. —La boxeadora contraria no podía creer que la estrategia de su entrenador fuera hacer trampa para ganar puntos. —"Hijo por favor perdona a mamá por lo que va a hacer, pero una madre debe hacer lo que sea para llevar el pan a su hogar."

—¡Ha sido un asalto terrible para Sáenz, el regreso de la ex campeona trajo mucho revuelo en el mundo del boxeo pero todos estamos de acuerdo en decir que Rachel Williams está jugando con Diana! —Ahora ambas pujilistas tomaban un breve descanso a la espera de que el infierno volviera a darse rienda suelta en el ring. —Niña, ya deja de jugar. ¿Qué tratas de lograr humillando a esa mujer? Acaba la pelea en el tercer round. —La Bestia hacía caso omiso al regaño de su entrenador, las únicas palabras que hacían ruido en la mente de la boxeadora eran las que Mark le dijo: "...la peor forma de morir es cuando te vas de este mundo creyendo hasta el último momento que aún hay salvación. Esa es la forma más cruel de morir y también de vivir..." Esta pelea no era más que un experimento para que Rachel pudiera poner a prueba la filosofía del criminal.

Comenzaba la tercera ronda; esta vez Diana Sáenz bajó la guardía invitando a La Bestia para intentar intercambiar puñetazos. Ya no tenía más opción, si no ganaba este combate entonces tendría que despedirse del boxeo para siempre. —"Voy a ganar, sin importar el costo." —Sin embargo, toda la estrategia de la mujer desesperada se fue cuesta abajo cuando Rachel dió un golpe con todas sus fuerzas al mentón de Diana, un puño con tanta potencia que tiró a la boxeadora. —"Entonces se estaba conteniendo en los rounds anteriores... Debo levantarme por él." —Una vez más los ojos de la madre veían a su niño quien tenía una expresión de dolor en su pequeño rostro; le dolía enormemente ver cómo su madre estaba siendo masacrada por un monstruo. No, esta mujer se esforzó mucho para ser una boxeadora así que reuniendo todo el valor que aún conservaba se volvió a poner de pie.

Otro más, un segundo golpe tan cargado como el primero impactó en la nariz de Diana haciéndola sangrar. Dicho golpe la mandó a volar hasta las cuerdas y sin oportunidad de caer, Rachel Williams lanzó más golpes cada vez más rápidos que destrozaron una buena parte de la mandíbula de Diana Sáenz. Todo terminó cuando la toalla fue lanzada y con el referí llevando el puño en alto de la boxeadora en pie. —Y así termina el combate, Rachel Williams alías La Bestia; se lleva la victoria haciéndole honor a su apodo. Señorita Williams, hay algo que le gustaría decir ahora que está de vuelta? —El mundo entero esperaba las palabras de la mujer, decenas de murmullos y cuchicheos volaban en el estadio con rumores de las posibles palabras de la mujer.

—Cuando me retiré del boxeo fuí obligada a dejar mi cinturón de campeona. Es decir que nunca fuí derrotada y por tanto soy la legítima Campeona Nacional de Peso Gallo. Jessica Martinez, cuida bien de mí título que pronto iré por él. —Rachel bajó del ring tras esas fuertes declaraciones; una vez más envuelta bajo el manto de su chamarra verdosa no sin antes dirigir una mirada de lastima por el niño que corría al ring para cuidar de su madre noqueada. —¡Buen trabajo amiga! Nunca dudé de ti. ¿Qué te parece si vamos a celebrar tu victoria en algún lugar con muchos chicos guapos? —Alejandra corrió a abrazar a su amiga, incluso su entrenador tuvo que tragarse su ira para poder felicitar a su peleadora. —Tómate un buen descanso y vuelve el lunes al gimnasio.

Rachel salió de la arena de boxeo recibiendo algo inesperado, todo el público aplaudía por la victoria de La Bestia. Haberse desecho de la capucha era algo más allá que un cambio de aparecía, y ese combate fue el primer paso en la nueva carrera de Rachel.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top