Una criatura de gran tamaño con cuernos que fungen de la misma forma que las ramas de un árbol, donde frutos, flores e incluso aves habitan.

Su tamaño total puede alcanzar los cuatro metros de altura y sus astas alcanzan dos y medio metros de envergadura.

Basada en una bestia del folclor británico, su función fue la de sanar la tierra, creado para reparar lo que el hombre ha dañado.

Suelen vivir en familias de cuatro a cinco miembros, su tasa de reproducción es de tres crías cada cinco años.

El ciervo blanco tiene una relación estrecha a la naturaleza, sus cuernos contienen hongos capaces de descontaminar aguas negras, sus pesuñas tienen una bacteria fertilizante de rápido efecto, su piel tiene un hongo que purifica el aire y que se alimenta de la mugre con la que entran en contacto dándole no solo un color limpio al pelaje de la magnífica bestia si no que también le da una bio-luminiscencia  cuando está en entornos oscuros.

El ciervo debido a las bacterias en su cuerpo vive un estimado de cuarenta a cincuenta años aunque están modificados para alcanzar los cien a ciento diez años de edad.

Las crías tienen las bacterias inactivas hasta la pubertad la cual llega a los cinco años.

Los ciervos blancos enfrentan la caza furtiva por sus cuernos, pezuñas y piel, debido a esto reservas fueron creadas para los peculiares animalitos, algunas están dispersas en la jungla de Kipling, en el bosque negro, en Etiopía, en el reino blanco, en el bosque de Kiamo y otros lugares cerca de las ciudadelas de ruinas.

No presentan depredadores naturales, su carne se pudre de forma bastante rápida.

La dieta del ciervo blanco consiste en hongos, limo, pastos, moras, desechos, latas, hojas muertas, espinos, agua sucia, etc.

Existen leyendas de que los ciervos blancos están conectados a la magia también y que pueden poner bendiciones a quienes serán personas de renombre, sin embargo esos son solo mitos.