iv. bad, bad news

iv.
( bad, bad news )

"QUERIDO LUKIE-POOKIE:

   Primero que todo, me gustaría disculparme por haberte influenciado en ser fan de quidditch y tener las ansias de participar en el equipo de tu casa de hogwarts, aquello recae en mi. De igual forma, me disculpo por haberte insinuado en que ser insensato sería una buena idea, tu no eres de aquellos, en realidad, tu piensas. En eso te pareces a tu tía. De igual forma, lamento mucho que Minnie no te haya firmado el permiso, solecito. No te preocupes, el otro año ya lo harás genial. 

   Ahora bien, me gustaría hablar de tu prima. ¿Alguna razón por la que no me haya escrito primero? Si la vez, por favor dile que me escriba, es bastante tedioso no saber de ella o si está bien. Sobre todo teniendo en cuenta que mi hermana no es la persona favorita de ninguno de los estudiantes con los que ustedes comparten día a día, así que es posible afirmar que Skye puede no estarla pasando muy bien. 

   Cabe añadir que me gustaría que me hablases para contarme cosas sobre tu estadía en hogwarts y no un simple "no entré al equipo, la profesora no firmó". Cuéntame, ¿tienes amigos? ¿Te ha gustado la sala común? Dime, ¿Sir Nicholas ya te invitó a su fiesta de muerte? Oh, y déjame adivinar, ¿acaso la contraseña es Fortuna Major

Con cariño, 

Tu mami"

Luke bajó el pergamino donde la letra ovalada de su mamá se encontraba plasmada. El rubio hizo una mueca de tristeza cuando vio la primera pregunta que le hizo su madre. ¿Tenía amigos? Sí, si tenía. ¿Cuántos? Bueno, a tres no llegaba la cuenta. El niño suspiró mientras guardaba el pergamino debajo del libro, luego desvió su vista a las palabras grabadas en el libro de astronomía que se encontraba en el suelo de la biblioteca. Luke se encontraba sentado como flor de loto con la espalda apoyada en una de las bibliotecas. Había limpiado el lugar, pues aquel espacio estaba tan recóndito que habían telarañas por los libros. 

Escuchó pasos que se acercaban al lugar y de forma automática, Luke pasó los dedos por sus cabellos rubios en un intento de peinarlos, logrando que estuvieran mejor acomodados en el copete que le gustaba hacerse. Al darse cuenta de su acción, sintió sus mejillas pintarse de un tono rojizo poco típico en él, sacudió la cabeza y se obligó a clavar la mirada en el libro. Trató de leer algunas cosas, pero se encontraba simplemente viendo palabras al azar sin siquiera entender de qué hablaban o a qué se referían. 

Antes de que pudiese prepararse, pudo ver los zapatos negros aparecer en su campo de visión. Levantó la vista lentamente. Subió por la túnica negra, la falda de uniforme y luego la corbata roja con detalles dorados. Él simplemente no se podía creer que se encontraba en aquella situación. Subió la vista solo un poco más hasta toparse con el color castaño de sus ojos, ardían, también con una incomodidad clara. Luke casi sonríe ante aquello, pero se contuvo. Hermione le devolvió la mirada desde arriba. Después, frunció el ceño y observó su alrededor. 

—Hay tanto polvo, que creo que tendré que sacudirme después de salir de aquí. 

Luke, esta vez, dejó salir una gran sonrisa ladeada que marcó su hoyuelo en aquella mejilla. 

—Y telarañas —añadió, mientras veía a Hermione sentarse frente a él—. No las olvides, o las arañas se enojarán contigo. 

De repente, fue como si hubiese dicho algo horrible. La castaña abrió demasiado los ojos, mientras su rosto se volvía bastante pálido y miraba a su alrededor con una especie de mezcla entre frenetismo, terror y desconfianza. 

—¡¿Hay arañas aquí?! —chilló ella, alejándose de la estantería de libros a su espalda, casi sentándose sobre el libro que Luke tenía entre los dos.

—Es posible —habló el rubio—. Pero aquí vengo a hacer los deberes y no he visto ninguna, por ahora.

Ella frunció el ceño y le miró con confusión. —¿Por qué haces los deberes aquí? 

La respuesta de Luke fue bastante simple: una encogida de hombros. La realidad era que no le gustaba ningún otro lugar para hacer los deberes. Había probado su habitación, pero Calígula era una gran distracción, se ponía juguetona cuando le veía y, aparte, se distraía buscando hechizos para contener el olor —aunque ya no era una de sus prioridades, dado que lo había movido debajo de la cama de Finnigan y el muchacho aún no parecía haberlo notado, Luke no podía evitar preguntarse si acaso Finnigan se encontraba demasiado familiarizado con el olor a mierda—. El gran comedor tampoco era una buena opción, todos lo miraban como un rarito por estar haciendo los deberes y el cualquier otra parte de la biblioteca, le señalaban por ser un Carstairs. A Luke no le gustaba mucho aquello. 

—¿Visitaste a Neville hoy? —el rubio estiró su cuerpo hasta alcanzar su mochila, de donde sacó una tinta de color rojo sangre y otra negra. Gruñó al no encontrar su pluma principal, así que decidió utilizar la de repuesto, junto a un pergamino—. Se supone que mañana estará como nuevo. 

—La verdad es que no, tal vez vaya después —Hermione imitó las acciones del rubio, sacando su tinta y su pluma. Luego miró fijamente a Luke al notar que había cambiado de tema y no le había respondido el por qué hacía sus deberes en aquel escondite—. ¿Has terminado la redacción de Snape? —Luke asintió—. ¿Puedo verla?

—Me gustaría poder mostrártela, pero la tiene Skye. 

—¿Dejaste que se copie? 

—Me atrapó en un mal momento y terminé dándosela sin pensar. No me gusta que se copien de mi trabajo, y no por ser mala persona, pero prefiero explicar el tema hasta que entiendan y puedan hacer el trabajo por su cuenta. 

Hermione ladeó la cabeza. 

—Jamás te pinté del tipo estricto —dijo, mientras abría el pergamino que les había dado la profesora Thorne la última clase de astronomía. 

Luke, que ya tenía su pergamino abierto y escribía su nombre con tinta roja en una de las esquinas, miró a Hermione a través de las pestañas. No sabía que contestar ante aquella afirmación. En realidad, Luke solía ser del tipo relajado, era bastante tranquilo y sabía manejar la presión, o eso había creído toda su vida al ver a su prima depender de él y a su propia madre ser una completa víctima del estrés constante, pero el estar en Hogwarts había vuelto su vida patas arriba. De repente, siempre estaba con los nervios a flor de piel y caía como un idiota a todas las provocaciones. 

—A veces, Granger, las cosas no son como creemos que son —Luke le dio una sonrisa fugaz, una traviesa y de lado. Luego volvió la vista al pergamino y lo analizó con atención. Era un plano del cielo nocturno y solo debían señalar diferentes cuerpos celestes—. Es bastante sencillo, esta constelación es Leo, la estrella más brillante es Regulus y las constelaciones colindantes con 8: Cáncer, Crater, Hydra, Virgo, Sextans, Ursa Major, Leo Minor y...

Luke alzó las cejas al notar la mirada que le lanzaba Hermione. No parecía enojada, parecía sorprendida de que él reconociera todo aquello con lanzarle una mirada rápida al mapa. La castaña luego bajó la vista al mapa del niño. A medida que hablaba señalaba con líneas y con su letra desprolija, que parecía llena de palitos. 

—¿Cómo sabías? —preguntó Hermione, tomando su pluma y comenzando a poner lo mismo que el rubio había dicho, lanzando miradas rápidas al mapa para que no notara que estaba copiando.

—Desde niño, mi mamá me dejó estudiar el cielo. Me gusta la astronomía y, bueno, la adivinación. Me gustaría poder ser un vidente, pero no he presentado signos, así que me quedo con las estrellas. Es algo estúpido, olvídalo —para cuando terminó de hablar, se dio cuenta de qué ya había dicho demasiado, así que se apresuró a cambiar de tema, antes de que la castaña pudiese decir algo—. Te propongo, yo señalo las estrellas y constelaciones y tu miras los demás cuerpos celestes. 

Hermione aceptó con un asentimiento de cabeza. Cuando Luke bajó la cabeza para completar las 8 constelaciones colindantes y rellenar el resto de información sobre ellas, la niña habló. 

—No es estúpido, Luke —dijo, mientras tenía su vista clavada en el pergamino—. Creo que es bastante genial. 

Luke se quedó estático por unos segundos, sintió su corazón saltar un latido y luego comenzar a latir más rápido de lo que estaba acostumbrado. ¿Qué le sucedía? Cerró los ojos unos segundos y cuando los abrió, observó a la castaña lo más disimuladamente que le permitía su torpeza momentánea. Si fue obvio, ella no dijo nada, tampoco le devolvió la mirada, pero podía decir que le costó solo un poco más de lo normal el mantener la concentración mientras ella y él trabajaban en sus mapas. En realidad, Luke solía hacer sus trabajos siempre muy rápido y por aquella razón eran pocas las veces en las que, de verdad, se preocupaba por la cantidad de deberes que les dejaban. Hasta ese preciso instante. 

En primer lugar, jamás había hecho los deberes en compañía de alguien. Skye siempre los hacía en su habitación y si, no podía hacerlos, iría a dónde él y le pediría ayuda. Neville los olvidaba y, cuando recordaba que tenían deberes, iba corriendo a dónde Luke y le pediría ayuda. Sí, Luke era un experto explicando y ayudando a los demás a hacer sus deberes, pero siempre hacía los suyos en solitario. En segundo lugar, Hermione Granger, la chica que hace un par de días atrás odiaba más de lo que podía admitir, le había dicho que su sueño frustrado de ser un vidente no era una completa estupidez. Así que si, Luke se sentía extraño.

Cerca de una hora y media después, tanto Luke como Hermione habían terminado con sus mapas y habían compartido las partes individuales que había hecho cada quién, con el fin de que ambos mapas estuviesen llenos en su totalidad. Cuando Hermione terminó con el mapa de Luke, el rubio cerró el libro de astronomía que había entre ambos y lo levantó, con el fin de guardarlo en su mochila, causando que un pergamino lleno en tinta roja se pegara a la cubierta y con el movimiento revoloteara por los aires y terminase en las piernas de Hermione Granger. La castaña lo tomó entre sus manos y lo levantó. Luke abrió mucho los ojos, dándose cuenta que aquella era la carta de su madre. Pasó saliva con fuerza y ella se la devolvió. 

—Uhm —empezó ella. 

—Gracias —murmuró Luke, tomando la carta y doblándola a la mitad perfectamente, para evitar que pudiese leer la carta en su totalidad. 

—Lamento que McGonagall no firmase tu permiso —dijo ella. La castaña se arrepintió notablemente al ver la expresión de horror de Luke. Pudo pintárselo gritándole por leer cosas que no tenían nada que ver con ella, pero él se contuvo para la sorpresa de Hermione. Ella decidió continuar—. Harry obtuvo el puesto de buscador en el equipo de quidditch de Gryffindor. 

«La puta mierda, ¡¿Potter?! ¡¿En serio?!»





















❛ ⚜ ❜



















DECIR QUE LUKE estaba furioso era decir muy poco. A Luke ni siquiera le gustaba el puesto de buscador, no tenía la mejor vista y estaba seguro de que pronto le obligarían a usar gafas, sin embargo, le molestaba demasiado el hecho de que fuese justo Harry Potter quién obtuviese el puesto como buscador, que fuese justo él a quien McGonagall si le diese un permiso firmado. Y es que, ¿cómo no? Debió suponerlo, por qué demonios le darían a él, un Carstairs, un brujo cuyo linaje estaba plagado de magia negra y artes oscuras, un lugar en el equipo de quidditch. 

«Seguro piensan que haré trampa —pensó Luke, mientras subía las escaleras hacia la sala común de dos en dos, siempre pendiente de los escalos que desaparecían—. Con lo malvado que soy. Por Merlín.» 

Luke estaba muchísimo más enojado de lo que podía describir. Veía rojo, veía puntos negros en el borde de su visión. Sentía que le temblaba todo el cuerpo y varias veces se detuvo a respirar. Se sentía demasiado ridículo estando así de enojado, trataba de pensar con cabeza fría. Escogieron a Potter por alguna razón, pensaba Luke, es chiquitito y parece un palillo, seguro es rápido, pensaba Luke, claro, debía ser por eso y no porque era el niño que vivió, pensaba Luke, sí, era eso y no que si santo Potter pedía algo debían dárselo porque, vamos, era Harry Potter, pensaba Luke. De tanto pensar, le dolía la cabeza. 

En algún punto entre la biblioteca y la sala común de Gryffindor, Luke comenzó a llorar de la impotencia. Realmente estaba demasiado enojado. Su cerebro maquinaba a mil por hora, tratando de entender por qué Harry si y él no. ¿No era bueno suficiente? ¿O es porque hasta los profesores lo señalaban por ser quién era? La peor parte, era que él mismo sabía que era una estupidez, sabía que no debía enojarse tanto por un maldito equipo de quidditch. Para cuando llegó a la sala común, ya no lloraba y estaba bastante más calmado. Sus ojos probablemente seguían rojizos, al igual que su nariz. Suspiró cuando entró a la sala común y se armó de valor para enfrentarse a todo el lugar.

Luke no se detuvo en la sala común, estaba demasiado llena para su gusto. Nunca se había podido sentar ahí solo, siempre habría alguien que le gritaría que debía estar junto a Malfoy en Slytherin y que el simple hecho de que un brujo que portaba un apellido maldito solo deshonraba el legado de Godric Gryffindor —Luke pensaba que podían meterse aquel legado por el culo—, así que fue derecho a las escaleras que subían a su habitación. Las subió a paso tan pero tan lento, que casi dolía y es que, de repente, Luke tenía miedo. 

Temía encontrarse con Potter y que el enojo volviera. Temía lanzársele encima y tratar de herirlo de la misma forma que le hería a Luke el hecho de que a él no lo habían aceptado en el equipo pero a Harry si. Luke temía probarle a todos que tenían razón, que él solo era un brujo más del linaje Carstairs. Maldito, oscuro, retorcido y podrido por dentro. Cuando llego a la cima de las escaleras, el rubio arrastró los pies hacia la puerta de la habitación. Puso las manos en la perilla y la giró lo más lento que pudo. Se quedó muy quieto y abrió la puerta solo un poquito para tratar de escuchar y saber quienes estaban en la habitación. Se calmó un poco cuando no escuchó nada. Soltó aire con tranquilidad y entró con cuidado. Cerró la puerta tras de si y apoyó la espalda. 

Divisó, en la silla de su escritorio, una bolita de pelos negros y dejando que su cuerpo se relajara un poco, Luke caminó hacia ella. Calígula dormía plácidamente, al rubio le dio pesar despertarla, así que la dejó dormir tranquila. Se quitó la túnica y la dobló, dejándola sobre su cama. Mientras se quitaba la corbata escuchó la puerta de la habitación abrirse de golpe. El bullicio de las voces de sus compañeros inundó la habitación. Escuchó a Finnigan quejarse de que Luke se encontraba en la habitación, escuchó a Weasley reírse del comentario de Finnigan y, por último, escuchó a Potter regañar a Weasley. El pecho se le inundó de aquella llama de enojo que no sabía como controlar. Apretó la corbata en sus puños mientras se aseguraba de darles la espalda para que no notaran lo rápido que su rostro se pintaba de rojo. 

«Cálmate, Randall —se dijo, mientras respiraba hondo por la nariz y soltaba aire por la boca. Repitió ese proceso unas tres veces antes de poder sentir la tensión irse de sus hombros. Los movió de forma circular con el fin de destensarse—. Eso es.»

Volvió a tomar una respiración profunda y después de soltarla, fue capas de seguir doblando la corbata que había usado ese día. Se agachó un poco y abrió el baúl que se encontraba en un orden increíble. Sacó su pijama para aquel día, que era una azul y la dejó sobre la su cama. Y entonces, sucedió algo que por completo había olvidado. 

—Por Merlín, mi ropa apesta a popó de gato —escuchó a Finnigan quejarse. 

Luke se volvió a tensar. Demonios, demonios, demonios. Aquel era el peor momento para que sucediera aquello. ¿Por qué? ¿Por qué? Miró sobre su hombro. Finnigan revolvía sus cosas tratando de encontrar algo que no oliese a mierda, mientras Weasley y Potter susurraban cosas y le lanzaban miradas preocupadas a Luke, como si temiesen que reaccionara de alguna forma agresiva. El ojiazul les devolvió la mirada. Weasley la apartó casi de inmediato, mientras que Potter se la mantuvo. Pudo ver al azabache tratar de ponerse de pie, pero Finnigan llamó la atención de Luke. 

—¡Castairs, maldita sea! —gritó Finnigan. 

Luke suspiró, entendiendo que debía dar la cara por su pequeña broma. Se enderezó de donde se encontraba agachado sobre su baúl, y giró lentamente. Lo siguiente que sucedió, nadie se lo esperaba. El ojiazul sintió un fuerte dolor en su mejilla izquierda. El golpe lo desestabilizó por completo, trastabilló con sus propios pies, los zapatos de enredaron con la alfombra y Luke cayó hacia atrás. La espalda del niño dio con la piecera de la cama, sacándole el aire por completo, por no decir que la caída dentro de su baúl hizo que el culo le doliera de una forma que jamás se imaginó. El rubio tosió con fuerza, tratando de recuperar el aire que el golpe le había sacado, aún así se las arregló para mirar a Finnigan.

Luke tomó una fuerte bocanada de aire. —Me has golpeado —trató de gritar, pero la voz le salió rasposa, como si estuviese disfónico. 

—Te he golpeado porque has puesto el cagadero de tu gata apestosa bajo mi cama y ahora ¡toda mi ropa huele a mierda! 

Luke volvió a suspirar. 

—¿Y cuál es la diferencia entre eso y tu olor natural? —la voz del rubio seguía saliendo débil, pero su mirada estaba cargada de diversión. Pero eso no era lo que sentía. La mejilla le latía y no tenía ni idea de cómo saldría del baúl. 

—Te golpearía de nuevo, Castairs, te juro que sí, pero la noticia de Harry hará todo el daño que necesito. 

Luke frunció el ceño por completo y miró al azabache con rapidez. Harry se tensó en su lugar y tragó saliva con fuerza. El rubio le presionó con la mirada, completamente nervioso, porque de verdad que no sabía que otra cosa podrían decirle que le duela más que un golpe en la cara. 

—Skye está en la enfermería. Se ha desmayado. 

Y fue como si el alma de Luke abandonase su cuerpo. ¿Qué Skye qué?

¿Es que acaso le iban a dar más malas noticias?





















ok pero que bonito es lumione, basta los amo demasiado ya quiero que se casen por dioooos AJAJAJAJAJAJ anyways pobre luke mk, le pasan un montón de cosas horribles, les juro q mi niño va a sufrir mucho. de todas formas, espero que hayan disfrutado este capítulo. 

ahora si hablemos de que luke ha llegado a las fucking 1k de vistas OMGGGGGGG no lo puedo creer, con tan solo 3 capítulitos ha logrado llegar al 1k de vistas. de vdd se los agradezco un montón, que tengan presente que esto no sería posible sin ustedes, ustedes que leen votan y comentan, les juro que les quiero muchísimo, todo esto es por ustedes.

les quiero más que ayer pero menos que mañana <33 nos vemos en el próximo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top