Capítulo 9
Taehyung y Seokjin caminaban de la mano por el parque rumbo a casa cuando presenciaron cómo una patrulla de policías pasó a toda velocidad por la calle con el claxon alertando una persecución. Seokjin, una persona de naturaleza asustadiza, se apegó a su novio y apretó su mano con fuerza, y Taehyung lo acerco aún más para contenerlo.
- Amor, la policía...
- Sí... - Seokjin confirmó, preocupado
- Están buscando a mi verga...
- Ay ya empezaste-
- ¿La puedo esconder adentro tuyo?
Seokjin, quien siempre intentaba reprobar esos comentarios, no pudo evitar reírse, pero le dio unos golpecitos a Tae en el brazo como muestra de su vergüenza. De lejos divisaron a Jimin, con quien se juntarían ese día. Habría un partido del equipo del colegio y lo más probable era que el muchachito necesitara compañía para ir.
Al encontrarse, sorprendentemente Jimin tenía otros planes. No estaba interesado en lo más mínimo en ir al partido. Irían a comer como nunca antes, Jimin quería samgyeopsal y comería hasta hartarse. Seokjin estaba feliz, extrañaba a su eterno compañero de comilonas
- Bueno, yo quiero un LA Galbi, deberíamos pedir eso
- No me gusta la carne con hueso – alegó Taehyung. Seokjin quiso decirle algo, pero mejor omitió y empezó a reírse calladito mientras miraba la carta de platos
- Pero se lo sacas – contestó Jimin con obviedad
Finalmente le dieron en el gusto a Jimin pidiendo las costillas que amaba, hacía tiempo que no accedía a invitaciones a comer, así que era genial tenerlo de vuelta en las pistas. Tras terminar la comida, fueron a dar una vuelta por la ciudad. Mucha gente caminaba en dirección al colegio con ropa deportiva y banderas para la premiación al equipo. Les darían medallas, además de la copa ganada en la final, como un reconocimiento por parte de la escuela.
Taehyung y Seokjin dudaron, reticentes. Jimin no tuvo problema en dar su punto de vista.
- Si ustedes quieren ir, me parece genial, pero yo no iré
- Oh, no, nosotros estamos contigo. ¿Dónde quieres ir Jimin?
Querer ir... eso era difícil. Su corazón quería ir con Jungkook, ver cómo lo premiaban y le entregaban la medalla de honor de la escuela, verlo reír y celebrar emocionado. Jimin había estado apoyando su triunfo desde el principio, ¿no correspondía acaso llegar hasta el final?
No, no después de una humillación. No después de Jungkook le pidió alejarse. ¿Qué clase de persona se arrastraba después de eso? No él, no su orgullo.
- Quiero ir a hacer algo divertido, jugar bowling, o pool, o patinar, ¿qué dicen?
- ¡Vamos!
Pasaron la tarde jugando los tres, derribando pinos en el bowling. Jimin sonreía ampliamente, competía por ganar, carcajeaba ante sus fallos. Nada le impediría estar contento, aún en esos días de pesar y de sentir el corazón roto.
~
Jungkook había estado entrenando duro los días anteriores a la final. Tenía esa sensación de ser capaz de todo, de conseguir lo que fuera que deseara, porque estaba energizado, motivado. Habían llegado a la final por algo, por sus capacidades, por el trabajo en equipo, por la garra de la hinchada.
Por lo feliz que se sentía al ver a Park Jimin.
En cada entrenamiento, en cada partido, allí estaba, se jugaba la vida tanto como ellos por el equipo. No había visto a un hincha con tanta pasión. Cada vez que lo veía sentado allí, siempre en la misma ubicación de la gradería, su corazón latía fuerte, animado y lleno de ardor.
Sus compañeros habían estado haciendo algunas bromas, de momento inofensivas, pero comenzaron a escalar más y más. Primero hacían risa de Jimin y su boca deslenguada y grosera para animar los partidos. Era gracioso. Luego empezaron con otras cosas.
- Ese secretario está buscando que le den su buen pedazo de verga
Jungkook paró la oreja, como una liebre acechada por un depredador. No cambió su gesto, permaneció imperturbable mientras los demás hablaban de Jimin. Jungkook sabía disimular bien, y lo usaría para entender de qué iban esos chistes sin gracia.
- Qué asco – comentó uno más atrás – quizás de cara podría pasar por trapito, pero sigue siendo un hombre
- Y lo peor es que parece que le tiene ganas al capitán
Jungkook los miró, serio. No quería ser arrastrado a esa polémica.
- ¿No vas a contarnos que te regaló unas cosas el otro día?
- ¿En serio Kook?
- No fue nada – dijo, despidiendo el tema, sacudiendo la mano con indiferencia
- ¿Nada? Le dio hasta una corona de flores, dime si eso no es amor – comentó un compañero, con sorna en su voz
- Yo creo que le gustas, Kook
- Eso es absurdo – respondió el capitán
- Sería asqueroso, Kookie
- Ya hay suficientes maricones en este colegio
- Hermano, brotan de la nada, levantas una piedra y sale un maricón
- Nunca pensé que Taehyung también lo fuera, iba a invitarlo al equipo y luego me fui de culo al ver que se come a Seokjin
- No habrá maricones en este equipo jamás – sentenció uno de los jugadores, mientras los demás seguían cuchicheando, todos inquebrantablemente a favor de no permitir la entrada al equipo a ningún homosexual. ¿Qué diferencia había? Una persona era un buen jugador por su desempeño en la cancha, no por su orientación sexual.
De todas maneras, Jungkook no fue capaz de sacar la voz. Toda su fuerza como capitán se fue a pique, se sintió absolutamente acorralado, como un pequeño pollito en corral ajeno. ¿Qué pasó con su carácter, con su autoridad? Fue como ser devorado por el equipo entero en un instante. No comentó nada y continuó arreglando su bolso.
No bastó con hacerse a un lado, las burlas continuaron en los días siguientes, después de cada entrenamiento, y Jungkook no hacía más que guardar silencio. Encontró la oportunidad de poner freno a todo cuando, Jimin se acercó a él el día de la final con más regalos.
Nadie supo cuanto le partió el alma negarse a recibirlos y echar a Jimin a volar.
Llegó a la casa con una actitud de derrota que sus padres no podían entender. "Pero si ganaron el torneo, ¿por qué estás así?" insistía su padre mientras Jungkook lloraba en la mesa antes de cenar. "Quizás está demasiado emocionado, mi conejito", decía su madre.
Lloró toda esa noche en silencio, como siempre, sin contarle nada a nadie, y al día siguiente puso la misma fachada de indiferencia ante todo.
¿Cómo es que no tenía el valor de gritárselo al mundo y ser feliz? Envidiaba a Jimin, a Yoongi, a Hoseok, Seokjin, Namjoon y al nuevo, Taehyung. Lo tenían tan claro, y se veían tan plenos con la forma en que vivían su vida. Jungkook no se atrevía ni siquiera a admitirse a sí mismo que le gustaban los chicos.
Los días siguientes fueron grises. Recibió la medalla de la escuela y esperó ver a Jimin ahí, pero ¿con qué cara? Si él mismo le dejó claro que no quería verlo. Al parecer, sus palabras habían tenido un efecto devastador, Jimin no volvió a aparecer en ningún entrenamiento posterior. Cada noche, Jungkook peleaba consigo mismo, no lo extraño, no lo extraño, no hace falta.
- Ya no viene tu novia a los partidos, Kook
Era la frase de todos los días en el camarín, acompañado de burlas hacia Jimin. "Quizás le gusta otro ahora" decían, "lo vi muy coqueto con los de tenis", inventó otro. Llegó el día en que Jungkook no pudo con la curiosidad, y comenzó, como un psicópata, a buscar a Jimin, a mirarlo en secreto.
Solía estar con Seokjin y Hoseok. Se reían mucho, inventaban bailes, jugaban como niños. A veces llegaba Taehyung y se iba con Seokjin, Jimin y Hoseok permanecían payaseando, o iban al club de danza. Le encantaba lo cercanos que lucían los tres, se tomaban las manos si miedo, se abrazaban, se hablaban muy de cerca, se decían "te ves hermoso", o "te ves guapo" sin tartamudear. Taehyung nunca parecía celoso de ellos, era casi como una interacción familiar.
¿Tan difícil era hacerle cumplidos a otro hombre? Recordaba cómo sus manos temblaban cuando Jimin se le acercó por primera vez, y Jungkook confesó haberlo visto bailar. Contrario a él, Jimin lucía tan seguro al halagar su forma de jugar.
Así es como era Jimin, decidido, seguro, firme. Dejaba salir todo su ímpetu en el baile. A esas alturas Jungkook debía reconocer que ya lo había visto antes, aunque no en el plan de espiar, sólo con el fin de conocerlo un poco más. Ahora sí era cierto que estaba merodeándolo, no se mentiría una vez más.
Dios, como se movía Jimin, sus caderas tenían vida propia. A veces miraba con ojos dormidos, mientras se levantaba la camisa y dejaba ver parte de su vientre plano. El muchachito se dejaba llevar por la música como absorto por el sonido, como dentro de un video musical, como dando un concierto para miles de personas, y en forma alegórica, un montón de chicas gritaban histéricas y pedían que mostrara más piel. Jimin les guiñaba un ojo y se acercaba a Hoseok a bailar muy pegados, volviendo locas a las niñas del público.
Y a Jungkook. Pero debía comerse las ganas.
Aunque, si era tan valiente como esperaba, no sería por mucho tiempo.
~
Fue una tarde de lluvia cuando Jungkook fue expulsado del equipo sin derecho a volver. Uno de sus compañeros había estado jodiendo sin parar durante días acerca de Jimin, "que el maricón de danza esto, que el maricón de danza esto otro" y sobre cómo su ausencia había afectado el rendimiento de Jungkook. El capitán lo sabía, su ánimo se había ido abajo sin la barra de Jimin y no lo había dado todo en el partido amistoso, incluso había perdido un penal, pero si escuchaba un insulto más hacia Jimin, dejaría salir su energía concentrada hasta terminar con el asunto.
Leo terminó con un ojo casi a reventar y la mitad de la cara negra por la fuerza del golpe, como el impacto de un tren. Jungkook pasó la tarde en la oficina del director, dando explicaciones a sus padres, y luego cinco días en casa en suspensión. Sus padres no le permitirían flojear, así que estuvo castigado haciendo aseo en la casa, lavando los trastes y barriendo la calle. Un compañero de equipo lo había llamado por teléfono diciéndole que cómo se le había ocurrido faltar al fair play de esa manera, que cómo era posible que hubiera golpeado a un amigo así, que qué tenía en la cabeza. Jungkook sólo respondió "se lo merecía porque me tenía hasta la verga molestando a Jimin".
- ¿Y qué con Jimin? – preguntó el chico, al otro lado de la línea
- ¿Qué con Jimin? Que ya estoy harto de que lo molesten sin asunto
- ¿Pero era para pegarle a Leo así? ¿Para hacerte expulsar del equipo?
- Era para matarlo si hubiera podido
- Jungkook... en serio, ¿qué hay con Jimin? No me explico toda esta mierda
- Bueno, te explico entonces, Jimin me gusta, desde hace meses, y por ser macho y duro como ustedes, lo mandé a la mierda. Ahora no me importa encajar con basuras como ustedes ¿contento?
- Estás mal...
- Lo sé, debí aceptar todos sus regalos y decirle que lo quería apenas terminó la final
- No me refiero a e-
- Me importa una verga. Bye
Jungkook cortó la llamada y se arrojó a la cama. Tantas cosas cambiarían volviendo a clases, probablemente lo esperarían para darle una paliza, lo pondrían en la lista negra del colegio (aunque quizás no era tan terrible, Yoongi llevaba meses en ella y parecía orgulloso), se quedaría sin grupo para trabajar, y sería catalogado como violento.
Y maricón. No olvidar.
Pero eso era lo de menos.
~
Seokjin miraba el tablero con los puntajes de los exámenes con una angustia inusitada. Había obtenido cien puntos, y junto a Namjoon encabezaban la lista. La gente lo felicitaba como siempre, ¿quién podía estar triste con un puntaje perfecto? Seokjin tomó aire, exhaló, y agradeció que le fuera bien, al fin y al cabo, desear que le fuera mal para enojar a su padre no perjudicaba a nadie más que a él mismo. Su sonrisa volvió a aparecer cuando vio a Taehyung en la lista, con ochenta y siete puntos. Había subido un montón, de los cincuenta con los que comenzó. Lo vio venir caminando por el pasillo y plantó un beso en sus labios. "¿Cómo me fue?" preguntó el rubio, inseguro, buscándose de abajo hacia arriba en la lista.
- Tontito, estás mucho más arriba
- No te creo, no juegues con eso hyung – decía, mientras viajaba con el dedo índice por la lista. – Mentiiiraaaa – dijo ansioso, cuando subía y subía pasando a Jimin, hasta llegar a su nombre. – ¿Tuve ochenta y siete? Debe ser fake
- No amor, de verdad tuviste ese puntaje. La próxima deben ser más de noventa
A la próxima no estarás en el colegio, hyung, pensó el muchachito, pero no quiso amargar el momento feliz. Estaba negándose que Jin se graduaría en casi un mes.
- Tenemos que celebrar TaeTae
- ¡Sí! ¡Propongo culear!
- Iba a decirte que hoy comiéramos torta...
- Ah, estupendo, torta y culeo, qué mejor, mi casa entonces, hyung, allí encontrarás todo lo necesario para esta celebración
Seokjin comenzó a reírse y envolvió a Taehyung en un abrazo. ¿Qué haría en ese año sin verlo cada día? ¿Qué haría después, cuando Taehyung volviera a Daegu al juicio para tramitar su libertad absoluta? Cuándo Taehyung volviera con sus padres...
- Sabes que nos queda poco, ¿cierto?
- Aish, Seokjin, no empieces...
- Iré a verte todas las tardes, si tengo que ir a Daegu lo voy a hacer
- No irás a verme porque vivirás conmigo
- Es bonito soñarlo...
- Ya basta, Seokjin, te lo digo en serio. Nos iremos a vivir juntos, y tendremos un negocio, se acabó
- Amo que seas tan decidido... - el mayor escondió su rostro en el hombro de Taehyung. Era más que reconfortante, le daba esperanza e ilusión. Taehyung tenía razón, debían seguir con sus estudios y saber negociar.
Por la tarde, Seokjin fue a la biblioteca esperando encontrar a Namjoon para conversar acerca del futuro y pedirle su consejo, pero no estaba solo. Hoseok estaba junto a él, mirando el computador, viendo unos videos lindos, pues se les veía reír enternecidos. Era... extraño. Se sintió como invadiendo un espacio demasiado personal.
Tosió intencionalmente, y el par de muchachos se sobresaltó, para luego recibirlo cálidamente. Se acercó, y conversaron por un rato acerca de temas casuales, hasta que Seokjin aclaró el motivo por el que buscaba a Nam: recibir su maduro consejo.
La idea de Taehyung llevaba incubándose desde hacía tiempo. El rubio quería estudiar administración para aprender a manejar un negocio y no necesitar nada más de nadie, y le decía a Seokjin que él aprendiera el arte que daría alma a ese negocio. Cocinar sonaba perfecto, así que ambos soñaban despiertos, envueltos en el calor de las sábanas, imaginando tener una pastelería propia, en donde Taehyung cuadrara los dineros, y Seokjin se encargara de las recetas. Tendrían pasteleras y un cajero amables como las señoras de la casa que albergaba a Taehyung, y cada cierto tiempo irían de vacaciones a Busan, Haeundae-gu y Jeju. En el verano, saldrían por toda la estación a recorrer algún otro país, y si se perdían, lo harían juntos.
Sonaba hermoso. Pero necesitaba escucharlo de alguien aterrizado como Namjoon, y no fuera del planeta como Tae y como él mismo.
Namjoon lo escuchó y le pareció una excelente idea, pero cocinar jamás sería un trabajo del agrado de los Kim. ¿Qué era del gusto de los Kim en realidad? Que Seokjin fuera un aburrido corredor de bolsa, seguramente. No arruinaría su vida por darles en el gusto.
- Seokjin, las parejas terminan, pero cocinar te servirá para toda la vida, aun sin Taehyung. Puedes trabajar en tantos lugares, tener tu propio restaurante, ser el chef de un crucero... en fin, lo que quieras.
- Gracias, Namjoon. Valoro mucho tu consejo
- Por nada, Seokjin
Al cabo de un rato, Hoseok y Seokjin tomaron sus cosas y partieron a tomar el autobús, Hoseok a casa y Jin a ver a Taehyung. El mayor iba extrañamente silencioso, y Hoseok no podía evitar sentirse algo preocupado, hasta culpable, pero ¿de qué? Tampoco lo sabía.
- Jin hyung
- ¿Sí, Hobi?
- ¿No te molesta que... hable con tu ex?
- ¡No! Cómo se te ocurre... me parece genial que hables con Nam
- Es que... pensé que estabas molesto
- No, para nada, Hobi. Solo voy pensativo con todo esto de graduarnos, y el futuro, y esa mierda. No tiene que ver contigo y Namjoon. Lo que pasó entre nosotros quedó en el pasado hace rato
- Qué alivio...es que... nos hemos acercado en el último tiempo y... me convenció de algo, importante, ¿sabes?
- ¿Sí? ¿De qué? Cuenta
- Postulé a la misma beca que él, para ir a América
- ¡No te creo! ¡Eso es maravilloso! Ven acá
Ambos se abrazaron, de pie en el movido bus, balanceándose de un lado a otro. Seokjin estaba feliz por Hoseok, que pasó tanto tiempo en el agujero de la indecisión, intentando hacer feliz a Yoongi, pero dejándose migajas para sí mismo.
- En caso de no obtenerla, bueno, supongo que estudiaré danza acá en Seúl, no está mal
- La conseguirás, y Nam también
- Eso espero. Sería lindo irnos juntos... - dijo, mirando el piso, sonrojándose
- Creo que no me has contado muchas cosas, Hobi – Seokjin lo miró a los ojos, y pinchó sus costillas, haciéndole cosquillas sutilmente. El pelirrojo le sonrió una vez más, con sus bellos labios con forma de corazón.
- Sólo puedo decir... Namjoon es encantador. No sé, cómo no lo vi antes... - contestó, aún más rojo. – No tenemos nada oficial, pero... no le diría que no. Aunque... me da un poco de vergüenza, y tristeza, que mi luto por Yoongi haya sido muy corto
- Por favor, llevas de luto incluso antes de terminar con Yoongi, ¿no crees? Hace rato que no eras feliz como ahora. ¿Quién tiene derecho a hablar de tu luto, además? Que no te importe, es gente entrometida
- Gracias, Seokjin. Amo lo relajado que eres con todo. Contigo se puede hablar
- No es nada, Hobi
- Oye... tengo otra duda, eso sí. Una un poco indiscreta...
- Dime – le dijo Seokjin, sonriendo dudoso
- ¿Por qué terminaron tú y Namjoon? Sólo quiero saber para no repetir la historia de Yoongi y yo, saber a lo que voy
- Ah, éramos incompatibles solamente. O más bien, somos compatibles como compañeros de clase, como amigos, pero no como pareja. Nam es muy estructurado, y yo soy un desastre, ya ves – le dijo sonriendo – entonces todo era una discusión constante. Tu sí eres más ordenado, se llevarán bien
- Gracias. Bueno, si es que resulta algo...
- Tienes mi bendición
- Tener la bendición del ex... es loco, me agrada. Aunque a veces... me torturo. No es fácil ser novio de alguien que te tuvo como ex
- Ay ya no digas eso
- Es en serio... la gente siempre espera a que... el siguiente sea mejor y tú eres tan guapo que-
- Ya calla, eres hermoso Hobi, olvídate de la gente, olvídate de todo y dale, adelante. Ustedes serán felices, lo veo
- Gracias, te quiero
- Y yo a ti
Un nuevo abrazo selló la conversación, y en unos minutos Seokjin tocó el timbre para bajar del bus. Le sonrió una vez más a su amigo, y abajo lo recibió Taehyung, sosteniendo su mano para bajar los escalones del vehículo y luego besó su dorso y los labios. "¿Y cómo te fue?" preguntó el muchacho rubio, expectante. Seokjin le sonrió.
- Bien. Creo que nuestros planes no son tan descabellados...
- Llegaremos lejos, Seokjinnie. Nuestra pastelería será la más increíble de Corea
- Te creo, TaeTae. Abrázame, y no me sueltes. Quiero imaginar tantas cosas...
- Dime... - el jovencito obedeció, y allí estuvieron, abrazados en la calle, meciéndose como bailando un lento.
- Que esta pastelería es nuestra. Somos los dueños y estamos felices, tras el día de inauguración. Vinieron muchos amigos. Vinieron mis papás, y los tuyos, y están orgullosos... - Taehyung rió bajito al escuchar a su novio. Todo ese prospecto sonaba tan de ensueño. Taehyung buscó el cuello de Jin y se refugió allí, en el calor de su amado novio. Estuvieron allí hasta que las farolas se encendieron, y sólo ahí decidieron entrar.
No sólo una torta, no sólo el deseo. Esa noche los unieron los sueños.
EDITO: SHIT OLVIDÉ ESCRIBIR EL PIE DEL CAPÍTULO
Sólo quiero decir, gracias por leer, disculpen la ausencia ♥ Pero necesito compartir mi alegría con ustedes, fui a los conciertos de BTS en Sao Paulo, y llegué a reja, los vi muy cercaaaa muy muy cerca, todo sudor y sensualidad y DIOSSSS morí y reviví y morí de nuevo ♥♥
Les contaba a la gente de Soft TaeJin que llevé una pancarta de TaeJin, estaba prohibido llevar letreros pero me lo escondí en las tetas XDDDDDD Y levanté el cartel muy alto en So What y el TaeJin estuvo re tierno, hacía tiempo que no hacía nada tierno en So What ♥ Así que fui demasiado feliz. Aunque tengo los muslos, pantorrillas y brazos con moretones, dormí sólo un par de horas en esos tres días, con suerte tome agua y comí uno que otro suflé de papa, pero valió la pena. Eso. Amo a todos hoy. Gracias por leerme, por los votos y comentarios, y deseo que algún día todos/as ustedes vean a BTS y al TaeJin de cerca~~
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