Narra So Jung:

Aquella semana me sentí mejor, conocí un poquito más de él. Le gusta la cocina, es mal orador de chistes, tiene una risa épica y.. ama a su madre.

Sonreí pero.. mi sonrisa se esfumó al verlo una vez más.

—Idiota...

—¡Ahh duele! -apreté con mayor fuerza aquella venda en su abdomen.

—Eso te mereces y más -tire los restos para voltear a verlo cruzada de brazos- ¿Cómo puedes venir siempre con una herida peor que la anterior? -él bajó su remera fatigado.

—No eres ni mi madre, ni mi novia así que calla, jah no tenes el derecho a reprocharme -me miró cansando, el agotamiento físico y psicológico se notaba a leguas.

Me reí por lo bajo, este chico llegaba a doblegar mi paciencia.

—Omma me contó todo -reía mi hermana- te gusta ese chico, es obvio.

Narra Jin:

Realmente dolía, estos idiotas me provocaron un hematoma doloroso..

Dos tipos de acercaron uno me sostuvo para alejarme de encima de ese imbécil, el otro me golpeó..

—¿Tengo qué ser una de las dos? -se acercó a mi rostro

¿A qué juegas? esto es incomodo..

Sonrió— Bien seré tu novia.

—¿¡Eh!? -me tomó desprevenido.

—Deja de venir herido o la próxima vez, yo te golpeare -me amenazó con su puño- Aigoo -negaba con su cabeza mientras guardaba el botiquín de primeros auxilios.

—Oye, ¡oye! -ni siquiera me miro- aigoo mocosa insolente.. ¡en ningún momento acepté esa estúpida oferta! -volteo a verme con una sonrisita siniestra para acercarse- ¿Qu-qué crees que haces?

—Deja de gritarle a tu novia -dijo dulcemente- ¡o te ira muy mal! -grito tomándome por sorpresa, para luego darme un beso fugaz e irse con el botiquín- Aishh idiota -oí esa risa traviesa por lo bajo.

Quede en shock por unos minutos, hasta que reaccione.

—¡Oye! ashh -suspire, ella ya no estaba.

Toqué mis labios levemente, no es como si lo hubiese querido pero.. reconozco que no me desagrado para nada..

—Idiota -reí ante mis propios pensamientos- ahhg -el dolor en el abdomen se hacia presente.

El celular sonó, atendí.

—¿Ahora qué Young Soo?

—¿Eres idiota Kim Seok Jin?

—¿Eh?

—¡Imbécil! ¿¡por qué peleaste con ese hijo de perra!? ¿sabes qué es el hermano menor del viejo verdad?

Recordé nuevamente lo que paso en la mañana..

«Estaba caminando al instituto y los vi, él sujetaba a Haneul de los hombros, ella estaba paralizada.. ganó mi impotencia..»

—Jin.. ¡Jin!

—Ese hijo de mil se lo merecía -mencione.

—Idiota, le fracturaste una costilla ¿cómo estás vos?

—Mhm.. creo que daño mi pulmón

—¿¡EHHH!? -reí ante su paronia- ¿Te ríes imbécil?

—Si, lo siento ommanie

—Ashh no te burles tarado...

La tarde pasó volando, por insistencia de esos tres imbéciles fui al hospital, no era tan grave.

—Hyung, no hagas eso nunca más -suplico Kwan.

—Estoy bien -desparrame su flequillo.

—Claro, por un centímetro casi destrosan tu pulmón, sólo por un centímetro -menciono Youngsoo- Idiota -muffo.

Reí, estos dos chicos eran un dolor de trasero pero..

—Ashh -oí su queja- gracias por responder mis mensajes o llamadas si quiera.

—Daba igual, no era nada -rasque mi nuca.

Esta chica era peor, en cierto punto daba miedo.

—Gracias oppa -se dirigió a Youngsoo.

—De nada bebé -acaricio su cabeza, ambos sonreían.

—¿Ustedes son algo? -preguntó con inocencia Kwan.

—¿Tu crees? -sonrió coqueto Youngsoo.

—¡Ommoo! -Kwan llevó ambas manos hasta su boca, en signo de admiración.

—¿Qué hay de ti y Suni? -preguntó Sojung, el semblante del menor se entristeció.

—Su amiga no la quiere cerca de mi -Youngsoo lo palmeó.

—Cosas que pasan, eres un gran chico ella ya dará su bendición -intento animarlo.

—¿Haneul? -él asintió- olvídalo, nunca dará su bendición.

—¡Jin! -gritaron Youngsoo y Sojung al unisono en un tono represivo.

Suspiré, sin siquiera notarlo ya estábamos caminando rumbo al galpón para comer.

—¡Caliente, caliente! -Kwan soplaba su cuchara.

—Toma agua imbécil -reia Youngsoo.

Sojung había preparado la comida de ante mano, mientras nosotros estábamos en el hospital.

—Abre la boca -soplaba el bocado dispuesta a dármelo, aun delante de ellos.

—Ni lo sueñes -me negué de brazos cruzados- no eres mi nov..

—Eso, así -sonreía al haber logrado meter aquella cucharada en mi boca- ¿está rico cierto?

—No...

—Pues dejá de comer -arrebato el plato delante mío, tomé el suyo- ¡Oye! es mio

—Shh -los oí reír.

Realmente estaba delicioso, no sabia que tuviera dotes culinarios.

—Me gusta tu forma de comer oppa -sonreía.

—Que no soy tu novio -comía casi atragantandome.

—Claro -reía.

—Oigan huelo un olor a romance barbaro por aqui -menciono Youngsoo.

Demonios, me olvidé que estaban aqui.

—Espera, ¿no eran novios? -señalo Kwan a ambos, Young lo palmeó.

—Ingenuo -rió- ¿desde cuándo?

—No hay desde cuan..

—Hoy al medio día -sonrió ella, yo me atragante con la carne.

—¡Vaya! -reia Youngsoo al verme.

Maldito, se que lo disfruta.

—¡Woaaa! en hora buena, felicidades -sonrió animado Kwan.

—No estam..

—Gracias, Jinnie es cute realmente -volví ahogarme- aigoo cariño -palmeo mi espalda- toma un poco de agua -me extendió el vaso, lo tome entre las risas de esos dos.

Narra So jung:

Los chicos acababan de irse, volteé a verlo de brazos cruzados en la lacena, lo pasé de largo y coloqué el delantal dispuesta a lavar los trastes.

—¿Qué estás haciendo?

—¿Lavando? -coloque el detergente en la esponja, lo escuché suspirar, sonreí enternecida.

Senti nuevamente su peso detrás de mi espalda, mis nervios ganaron, quedé inmóvil.

—¿En serio eres mi yeojachingu? -oi su voz en un susurro, directo en mi oido.

Senti el escalofrio rodearme entera, mi cuerpo recibió cierta corriente eléctrica.

—Si -susurre casi inaudible.

Sentí su respiración en mi nuca, con ella una pequeña mordida en mi oreja derecha, mi cuerpo sintió escalofríos, dejé caer el plato que tenia enjabonando.

—Lo-lo siento -intente torpemente recoger los pedazos y me corté.

—Eres descuidada -tomó mi mano y la enjuago quitando el jabón, ardía levemente- ashh -al ver aquel tajo me arrastró hasta la pequeña sala, me sentó en aquel sillón viejo y busco el botiquín.

Se encargó de desinfectar la pequeña herida, se encontraba soplando levemente sobre mi dedo, sonreí.

—Hablo en serio Seok Jin -él siguió soplando sin levantar la vista.

—¿En serio?

—¿Por qué te cuesta entenderlo?

—Dije que no te enamores, ¿recuerdas? -siguio aplicando la pomada.

—¿Me diras qué no sentís lo mismo? -puso la curita- Jin..

—¿Qué sabes de mi? -me miro- ¿qué se yo de ti? -negó para guardar el botiquin.

Esas preguntas me las cuestiono siempre pero..

—Se que amas a tu madre -él se detuvo- se que quieres huir de todo lo que te rodea, por eso, esta es tu segunda casa -sonreí- se que adoras a esos dos chicos -me puse en pie- se que eres buena persona, con ideales por ello me sacaste de ese antro aquella madrugada.. también se que tienes tu propia historia.. tus propios miedos e incluso demonios..

—¿Entonces? -volteo a verme- ¿por qué quisieras estar con una persona así?

—Porque todos tenemos miedo. Algunos miedo a las alturas, otros a la oscuridad, quizas algunos tienen miedos más profundos.. miedo a la muerte, a la soledad, al amor.

—No me da miedo amar.

—Mhm tienes razón, le tienes miedo a las personas, temes ser amado.

—Dejá de decir estupideces.. -volteo para guardar aquel botiquín debajo de esa cajonera.

Narra Jin:

—Te amo, lo entiendo, es es el sentimiento y.. eso no va a cambiar -sonrió- prometí ser tu amiga siempre ¿recuerdas?, considerarme una hasta que confrontes tus propios demonios.

—Es tarde, tu madre se preocupara por ti.

—¿Me acompañaras a casa?

—Puedes ir sola.

Ella guardó silencio, bajó su mirada para desatar su delantal y dejarlo a un costado.

—Descansa Jin -sonrió entristecida para marchar.

—¿Jin? -sus lágrimas brotaban sin fin, su voz apenas se oía, ella temblaba.

—Vete.

—¡O vamos! déjame divertirme -rió el idiota de Young Joon.

—¡Que te vallas Kim Haneul! -ella con pasos torpes empezó a correr.