010

Narra Jin:

—No queda otra -susurro Kwan preocupado.

—Jin hay que hacerlo -concreto Youngsoo.

—¿En serio pondrás a Sojung en ese lugar?

—No le pasara nada -afirmo.

—Sabes con lo que estamos tratando -confronte.

—Lo sé, ¿pero qué esperas?

—Daehyun, él debe arreglarlo.

—Pero hyung.. -Kwan fue interrumpido por el gritó de Youngsoo.

—¡Tiene hermanos!

—Estas muy sensible últimamente -muffe.

—Jin, su padre los abandonó, la madre cayó en depresión, sabes que él necesitaba aquel dinero.

—¿Por qué no lo dijo? ¿¡por qué lo hizo solo!?

—¡Cálmense! -Kwan se puso en medio de ambos.

—Sólo será un momento, Dae puede parar directo al hospital si lo atrapan lo sabés.

Ambos nos encontramos  viéndonos directamente a los ojos, en silencio.

—Ash -se quejó para golpear aquella silla y marcharse.

—YoungSoo.. Seok Jin.. -la mirada de Kwan era exasperante.

—¿Qué piensas tu?

—Yo..

—Se honesto

—Él tiene razón.. ellos la vieron contigo, quizás seria mejor..

Sonreí para irme del galpón.

—¡Hyung!

No puedo permitirlo.. ella..

—Ten cuidado -se agachó para recoger sus libros.

La miré en silencio, su cabello cubría su rostro.

—¿Estás bien? -apenas pude articular en un susurro.

Ella me miró con una sonrisa irritada.

—¿Te importa? -tomé su mano- ¿en serio harás esto? 

Un silencio incomodo rodeaba el ambiente.

—Me recuerdas, a ese bastardo.. -empujo sin ganas mi agarre, se alejó de mi.

Haneul..

No me ayudaste -sus lágrimas salían- tú.. me abandonaste.. -su ropa estaba desarreglada, su cabello, sus ojos, ella estaba completamente desalineada— ¿crees qué me ayudaste? ¿en serio piensas qué.. tu mentiría lo alivió? -negó- te odio.. 

Si me arrepiento de algo, fue de haberte llevado aquella noche..

—Tu no debiste haber estado ahí..

Sentí una lagrima recorrer por mi mejilla.

Narra So Jung:

—Por favor Sojung -su rostro era muy preocupante- él no merece ser golpeado -susurro con su vista en el suelo- se que no es tu deber, no deberías pero..

—Lo haré. -él levantó el rostro sorprendido y a la vez algo aturdido.

—Puedes estar segura que no te dejaré sola en ningún momento. -prometió seriamente.

—Lo sé, confió en ti -sonreí para tomar su mano y tranquilizarlo, él sonrió agradecido.

Llegué a casa me bañe y organice algunas cosas en la misma.

—Hija ¿sabes qué papá tiene una cena con el personal? -sonreía emocionada.

—Ya cariño, me avergüenzas -sonreia papá tímidamente.

Ambos reían entre ellos jugueteando, sonreí al verlos.

—Omma, appa -ambos voltearon a verme- realmente son muy lindos -sonreí.

—Hija..

—¿Qué cosas dices? -ambos reían avergonzados.

Volví a ver a mamá planchando su camisa y corbata, papá desesperado buscando sus zapatos, ella llegando al rescate, ambos sonriendo para darse un tierno y corto beso.

Sonreí pese a las tormentas. Recuerdo que hace un año atras, mamá sufrió mucho a causa de él y un cruel acontecimiento.

Estuvieron a punto de un claro divorcio. Pero él se esforzó y luchó mucho por salvar el matrimonio, claro que lo hizo.

Dicen por ahi, que luego de la tormenta llega el sol, pues es cierto. Ellos forjaron el amor con creces. Mamá lo perdonó, pero a diferencia suya, me costo un poco más, no podia olvidar las noches de insomnio gracias al llanto de mamá.

Llegue al extremo de obligarle a dar el consentimiento, para poder cambiarme el apellido. Aunque esten bien y me alegra mucho verlos juntos, quiero darle el escarmiento a mi padre. Porque no olvidó y no quiero volver a verla sufrir de tal modo.

Aún asi, quisiera una relación como la de ustedes en algún momento... una que logré romper brechas y subsanar heridas, sin importar cuán profundas logren ser.

—Hija ¿no quieres qué te llevé? -negué.

—Appa debes irte, ¡figthing!

Él sonrió y se despidió con un beso de omma, llegó hasta mi para besar mi cabeza, salió levantando ambos puños con una sonrisa, lo imitamos con omma.

—Ah -suspiro- tu padre es un gran hombre -apoyo sus manos sobre mis hombros, sonreí.

—Lo es, omma también debería ir yendo.

Asintió—¿No olvidas nada?

Negué, tomé mi mochila, ella beso mi cabeza.

—Mándale saludos a Suni, y diviértete en tu pijamada.

Asentí con una leve sonrisa, me sentía mal al mentirle a omma, pero.. debía hacerlo, ¿verdad?

Saludé a mamá desde la esquina para doblar, en ella logre verlo, parado encima de una motocicleta.

—Oppa -sonreí al acercarme hasta él.

—Sojungnie ¿estás segura? no quiero obligarte

Asentí— Dime Youngsoo, ¿qué es lo qué realmente hacen?

Él dudo unos momentos.

—Deberia saberlo, ¿no crees?

—Toma -extendió el casco, lo tomé para ponermelo, él me ayudo a subir, me sujete fuertemente de él.

La tarde estaba terminando, la noche se acercaba.

—¿Conoces el régimen de las pandillas callejeras?

Pensé un momento, rumores volvian a mi mente.

Son una pandilla peligrosa.

Son pandilleros problemáticos.

Venden droga.

—Oí de ellas, pero no se nada al respecto -él sonrió.

—Hay muchos tipos de pandillas. La nuestra se basa en una pequeña organización de un mafioso coimero.

—¿Coimero? -sorprendida, él sólo asintió con una sonrisa penosa y nostálgica.

—De hecho, fue por mi.. la culpa..

El semáforo estaba en rojo.

Narra Jin:

—Olvida tus idioteces, ya no te cubriré más. Si tienes tiempo de arruinar tu cara y meterte en estúpidas peleas, ten el tiempo y el coraje de decírselo a tu madre.

Él estaba a punto de salir del comedor.

—Ojalá y fueras como tu hermano mayor. Él realmente sabe ser el primero de su clase, el primero en todo lo que emprende. No un flojo desconsiderado.

Dicho esto, salió del lugar.

Tragué en seco, tomé aquella botella de agua y le di un sorbo.

Me dirigí a mi habitación para soltar un gran suspiro.

Revise aquel cuaderno de fotos, el señor perfecto siempre impecable.

—Aveces puedo llegar a odiarte.. hyung -sonreí triste.

Sentí mi teléfono sonar.

—Kwan ¿qué ocurre?.. ¿¡Qué!?

Corrí hasta aquel estúpido bar.

Idiota, voy a matarte..

Entre agitadamente, encontrándome a Kwan siendo retenido por dos imbéciles quienes se reían con malicia.

—¡Hyung! -sus ojos lagrimosos.

—Oh, mirá quien llego -rió el idiota que lo sostenía del brazo.

—Llego tu guardián pequeño -rió el otro.

Los ignoré viendo por los alrededores. Los miembros estaban entre risas y tragos, normal en este lugar.

—¿Dónde está?

—Oye ¿nos ignoras? -irritado.

—Kwan -volví a verlo.

—Ashh este mocoso insolente -se acercó para empujar mi hombro, haciendome retroceder por tal acción, moví mi mandíbula irritado.

Un ruido inundó el lugar.

Como si una bandeja hubiese caído, con ello platos o vasos, vidrios. Las risas aumentaban.

Mire a Kwan su rostro reflejaba preocupación.

Maldición..

—¡Oye!

—¡Hyung!

Los pasé de largo, adentrándome más en aquel antro, crucé aquel cortinado negro y volví a ver preocupado el entorno.

La vi inclinada al suelo, recogiendo aquella bandeja con vidrios.

Las risas de esos idiotas, sus burlas, sus miradas lujuriosas.

Me enfermaban..

¿Acaso es mi culpa? -cai al suelo por un golpe en mi mejilla- estaba borracho -rió vanidosamente- no debiste dejarla sola, ¿eres idiota? ¿dónde crees qué estas? -escupió aun costado- esa perra me sedujo, ella lo busco tsk -reia orgulloso.

Apreté con furia mis puños.

—Anda preciosa -reían.

—Eres patosa ¿eh?

—Lo siento -se inclinó torpemente.

—Esas piernas..

Veía su incomodidad.

—Fiu fiu..

Su descompostura.

—Podría jugar con ellas todo..

—Iré por otros tragos -aún reverenciando, estaba por voltear pero uno tomó su muñeca, su cuerpo reaccionó alterado.

—Oye preciosa -sonrió lleno de lujuria.

—Lo lamento..

—¿Por qué? -sonrió- está bien, puedes arreglarlo -acaricio un mechón de su cabello, acomodándolo detrás de su oreja.

—Ale.. ¡oh! -sus ojos me vieron sorprendidos, asustados.

—¿Oh? ¡Seok Jin! -rió el imbécil.

¿Olvidar? -lágrimas caian- Nunca podré olvidar el hedor de aquel hombre sobre mi.. nunca olvidaré sus palabras.. su nombre -su voz se volvía un hilo- el nombre que grito cada madrugada entre sudor y pavor..

—Me dijeron que es tu chica -volteo a verla, analizándola de a pies a cabeza- woaaa ¡tus gustos me sorprenden cada vez más!

Jung.. Yong.. -apretaba su labio inferior llena de impotencia.

—Jun Yong ¡déjalo ya bastardo! -las risas aumentaban, con ellas mis incontrolables ganas de matarlo..

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