004

Narra So Jung:

Algo en este chico me intrigaba, no parecía malo sólo.. intimidante.

—¿Sojungnie? ¿me escuchas?

—Perdona Suni -sonreí arrepentida.

—Ashh -se quejó con un puchero adorable

—¿Qué nos roba la atención de nuestra adorable So Jung? -Haneul leía un libro.

—Nada -sonreí torpemente.

—¡Anda! ¿qué escondes? -me señalo con su lapicera de plumas Suni.

—E-en serio nada -sonreí nerviosa, con ambas manos arriba.

—¿Segura? -la mirada de Hanuel se despegó de su libro, ahora se encontraba directo en mis ojos.

—Yo..

—¡Oh! que lindo~ -voz tierna, la mejilla sobre su mano, y su vista hacia la ventana.

—Suni, estas embobada con ese chico -reí al verla.

—Es lindo~ -sonreia.

—Es amigo de Kim, no es bueno.

—¿Y eso qué? -suspiraba enamorada.

Haneul daba vuelta sus ojos.

—Solo te advierto, no te hagas ilusiones, no quiero verte llorando luego -se puso en pie- aparte es de otro instituto.

—¿A dónde vas? -pregunte.

—Biblioteca, hoy me toca ayudar a la señora Yu -asentí- asi que Suni no me esperes y ve directo a casa ¿si?

—Si, lo se, es muuy lindo~

Sonreí, ella estaba completamente en su mundo.

Hanuel volvió a negar para encaminarse hacia la puerta, chocando con Kim, ambos se miraron por un segundo.

Aquellas miradas eran raras.. no lo sé.. generaban un sentimiento raro..

Ella siguió su camino saliendo del salón, él ingresando.

—¡Oh! ¿Se va? -puchero- ¡Sojugnie cubreme!

—¿Eh? -ella sonrió traviesa- Es-espera.. ¿¡dónde vas!?

Tarde, ya había huido de su banco..

Genial, Hanuel me matará..

Suspiré rendida y fatigada.

Senti una pequeña risa y unos ojos fijos, volteé, evidentemente no me equivoque.

—¿Cuál es la gracia?

—Eres ingenua.

—¿Eh?

—Tsk -muffo para reposar su cabeza por encima de su brazo en el pupitre.

Hice una mueca.

—Malhumorado.

—¡So Jung!

—¿Mhm? ¿Si? Dime -sonreí.

—Soy del equipo de fotografía -sonrió el chico- nuestro club quería saber si podrías por favor posar como nuestra modelo.

—¿Eh? -me sorprendió, ese chico tenía un gran brillo en sus ojos.

—¡Por favor! Eres hermosa, alta y de piernas largas, cómo toda una modelo, ¡Lo suplicó! -reverencio, sonreí apenada.

Las últimas clases transcurrieron como de costumbre, el jóven Kim fue ignorado por las autoridades de dichas clases como si no estuviera presente, como si.. no existiera.

Algo que me molestó.

Oír los murmullos de los estudiantes es una cosa pero otra completamente distinta es la de los profesores.

¿A caso todos en esta institución lo toman como un caso perdido?

Si, los cotilleos y los rumores corren rápido.

Era consciente de todo lo que se expeculaba de él pero.. ¿era verdaderamente cierto? Nadie se tomó el tiempo de descubrirlo.

Me encontraba buscandolo por todo el instituto, realmente sentia el deber de aunque sea pasarle mis pauntes. Como una buena compañera y sobre todo, humana.

Sólo quedaban dos lugares por rebisar, la biblioteca y la azotea.

—So Jung ¿aún no te has ido? -sonrei.

—Buscaba un libro

—¿Asi? dime, quizas puedo ayudarte -sonrió.

Nos dirigimos al rincon de literatura, Suni tendrá que leer mucho después de haber faltado asi a la clase.

—Note algo peculiar -comente dudosa.

No sabia si hablarlo con ella, pero no tenia con quien más.

—¿Qué cosa? aparte del mal gusto del profesor Min a la hora de combinar su ropa -rió, igual yo.

—Note la falta de interés de los sumbaes por Kim..

Ella detuvo sus pasos y giró en una estanteria.

—Si ¿y..? -incentibandome a seguir.

—Es decir, su labor y compromiso es primeramente con nosotros los alumnos, ¿por qué dejan de lado a uno? no lo entiendo -negué, ella sonrió.

—Eres muy justiciera deberias unirte al consejo, Han para presidenta, yo te votaria -rió.

—Hablo en serio -sonreí negando.

—Bien, pues.. creo que se cansaron de intentar

—¿Cansado?

—No es cosa de este año, el jóven Kim  es asi desde hace cuatro años atrás, supongo que tres años bastaron para que la institución lo tomé como caso perdido. -volteo a darme el libro.

—Pero eso no es ético.

—La vida no siempre es correcta So Jung -negó- dime ¿te preocupas por él?

Aquella pregunta, realmente no podia responderla.
¿Por que? simple, no estaba segura de la respuesta.

—Haneul ¿me ayudarías pequeña?

—Claro -ella supiro- cuidate de regreso, mensajea -se despidió para acercarse a la bibliotecaria.

Un último lugar, la azotea.

Subi las escaleras pensando en lo injustos que son.

¿Por qué jusgamos y tildamos a las personas "de"?

Somos tan lamentables como sociedad.

Llegué hasta la puerta, la abri, ahí estaba. Recostado sobre aquel banco con sus ojos cerrados.

Me acerqué hasta él, inclinandome a su altura, divisé cada una de las facciones de su rostro.

—¿Realmente eres un mal chico? -me cuestioné.

—¿Qué haces?

—¡Ah! -me sobresaltó, no pensé que estuviera despierto.

Caí al suelo sentada.

—Se que soy hermoso pero no me interesas en lo más mínimo.

—¿Ah?

—Pierdete. -mantenia sus ojos cerrados.

Reí estupefacta

¿Cómo alguien puede ser tan egocéntrico?

—Ya quisieras interesarme -negué.

Definitivamente no me interesaba, no de ese modo.

—Eres terca como una mula ¿eh?

—Si, aún no sabes nada de mi -sonreí.

Él soltó una leve carcajada abriendo sus ojos, se sentó y golpeó mi frente

—Oye -frote esta.

—Aigoo, necesito un perro callejero, vamos. -se puso en pie para avanzar.

—Aishh ¡que no soy un perro! ¡espérame!

—Como digas Poochie. - sonreía.






Poco a poco, paso a paso, nos estamos acercando, aun sin saberlo..

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top