I N I C I O

Sarada abrió los ojos cuando el repentino sonido molesto del timbre inundó el aula. Seguía aturdida al punto que, las irritantes patas de los bancos raspando contra las baldosas, quedaros en segundo plano, al igual que las voces dando gracias a que hoy era viernes, las pisadas rápidas y empujones contra la puerta.

―Nos vemos mañana, Sarada. Es una pena que te tengas que quedar a limpiar viernes ―ChouChou cerró su mochila y la colgó en su hombro―, sino tardas mucho, quizá aún no me haya ido.

―No, vete ―se levantó y guardó sus cuadernos, levantó la mirada y le sonrió― voy a tardar, el aula está..

―Es un total desastre ―miró las sillas mal acomodadas―. Era mejor cuando limpiabamos todos, espero que el profesor nos quite pronto este castigo, cuando me toca a mí es un desgaste para mis uñas.

―Esperemos que sí ―que no, por favor, rogó en sus adentros.

―Entonces nos vemos después, Adiós, Sarada, Boruto.

―Adiós ―la voz de Boruto fue lo único que se escuchó después de que la puerta se cerró.

Sarada dejó su mochila sobre su pupitre y lo alineó, acomodó la silla y se encargó de lo suyo; limpiar la pizarra para continuar con los borradores. Sabía que Boruto prefería alinear las filas de las bancas ya que, era algo pesado al ser tantos lugares.

Meses atrás cuando el profesor los castigó a todos por faltar en conjunto en un día no autorizado, ella nunca imaginó que todo cambiaría por esa estúpida regla, ni siquiera  Boruto. Ambos se resignaron a limpiar en el día establecido con su respectiva pareja de acuerdo al orden de lista.

Boruto hubiese preferido que le toque con un chico, no es que despreciara a Sarada, pero con otro chico podía escapar y dejarle todo el trabajo, pero a ella no podía dejarla sola.

Sarada estornudó, sorprendiéndose a sí misma y maldiciendo la tiza de los borradores.

―Salud.

Podía escuchar los pasos de Boruto a metros detrás de ella; estaba acomodando el escritorio del profesor.

―Gracias ―habló bajito mientras frotaba su nariz contra su manga―, ya terminé con esto.

―Yo sacaré la basura ―Boruto tomó la bolsa y salió.

Es tu oportunidad, muévete. Se repitió tantas veces, pero seguía ahí, quieta y esperando por él, sabía qué regresaría, le tomaría unos tres minutos dejar la basura y volver con una bolsa, pero volvería.
Pero, ¿por qué? Él también se queda, él también corresponde, Pero al igual que ella, se marcha sin decir nada.

Se sentía tan vulnerable a las cruzaba la puerta. Se apoyó en la pared y dejó que su peso bajara hasta sentarse, abrazar sus piernas y pensar qué demonios estaba haciendo.

Al inicio pensó que estaba loca, la primera vez que se quedaron hasta discutieron, la segunda; fueron por algo estúpido, la tercera; había un silencio incómodo, la cuarta; todo sucedió sorpresivamente. Pero no podía evitar sentirse mal al retirarse sin decir nada, era Boruto, ¡Boruto! Si fuese otro chico sería más fácil o quizá nunca hubiese ocurrido, pero era Boruto, su amigo y, mirarlo, cada día era más complicado.

Incluso teniendo los ojos cerrados, sintió su presencia, sus pisadas sigilosas y su respiración calmada pasaron desapercibidas hasta que sintió su cuerpo a centímetros del suyo.

―Yo tampoco puedo más con esto ―Boruto sonaba arrepentido e indeciso―, no debemos...

―¿Te gusta alguien?

―¿Qué? ―Boruto la miró dubitativo.

Sarada abrazaba sus piernas y miraba el suelo, tan vulnerable y tierna.

―Te gusta alguien ―intentó murmurar firme, pero el mal sabor de boca no desaparecía.

―¿Por qué lo afirmas?

―Te estoy preguntando ―sé paciente, se repitió.

―No por eso dije que no debemos ―Boruto miró directamente el atardecer, estaba en el punto donde lucía hermoso y no lastimaba la vista―, quiero, pero no puedo.

―¿Y por qué?

―Porque te quiero y eres mi amiga ―lo primero es verdad, lo segundo una duda que rondó en su cabeza todo este tiempo, pero incluso si lo era, no iba a cambiar de opinión―. Eres más que un simple polvo de viernes a las seis.

Sarada despegó el pecho de sus rodillas y su espalda tocó la pared, Boruto estaba a su lado, podía sentir como la tela de su uniforme se frotaba con la suya con simple hecho de respirar, y es el que le gustaba. Moría de ganas de abrazarlo y embrigarse con su aroma, disfrutaba tanto hacerlo y es por eso que se quedaba, pero no era correcto actuar como si nada de sábado a jueves y desatar todo el viernes.

―Pero, ¿por qué quieres? ―dijo, como si también se lo preguntara a sí misma, cuando ya tenía la respuesta.

―No lo sé ―fue honesto cuando la miró. Sarada parpadeó confundida, después de tanto, por fin lo miraba―, pero tampoco me molestaría averiguarlo.

―Creo... creo que ni a mí ―desvío la mirada, odiaba hacerlo, pero odiaba aún más, sumergirse en la mirada de Boruto, se sentía tonta.

―¿Por qué lo dices con miedo?

―No tengo miedo ―intentó sonar firme―, es incómodo, jamás pensé que tú o yo... bueno quizá sí, pero no tan...

Sarada pensó que lo mejor sería cerrar la boca y los ojos.

―No me gusta otra chica ―dijo sorpresivamente. Se tocó el cuello sintiéndolo tenso, todo en él se sentía inseguro y torpe, suspiró con cierta frustración y la miró―, si te refieres a alguien fuera de esta habitación, no.

El atardecer reflejó algo que desconocía en los ojos de Sarada, algo que le hizo sentir culpa y las ganas de salir corriendo.

―No digas cosas como esas.

―¿Por qué? ―preguntó irritado.

―Porque si no fuera por este horario de limpieza nunca...

―Es verdad, me iba a ir a la universidad y nunca te lo iba a decir ―se sintió avergonzado, si no fuese por el castigo se hubiese ahorrado estos pensamientos internos sobre sus sentimientos―, y ¿sabes por qué? Siempre creí que algo entre nosotros nunca iba a funcionar.

―¿Entonces por qué me besaste? ―frunció el ceño.

―¡Porque se me antojó!

―Esa no es una respuesta ―retrocedió un poco avergonzada.

―Entonces, ¿por qué correspondistes?

―Porque... ―tragó hondo― eso... eso se suele hacer.

―¿Quieres decir que si un estúpido te besa como si nada siempre vas a corresponder? ―apretó la mandíbula indignado―. Definitivamente no pienso salir con alguien así.

―Nadie habló de salir ―Sarada se levantó cuando él lo hizo.

―Exacto, por eso pensé que no tenía caso decirlo, no puede funcionar algo así ―se volteó, mirándola con frustración.

―Boruto... ―intentó acercarse.

―Odio todo esto ―apretó los puños a sus costados―, odio pensar en ti, en esto, ni siquiera puedo concentrarme en mis juegos cuando se trata de ti y estos estúpidos sentimientos, odio esperar con ansias el maldito viernes, odio irme y pensar que alguien más puede besarte, odio tener inseguridades y enfadarme cada vez que estás muy cercana a un chico, ¿lo entiendes? No podría con algo así porque odio pensar en todo lo que implica salir con una chica, tengo diecisiete años, se supone que iba a cerrar la boca un semestre más hasta que tú... ―tomó su mochila y la colgó en su hombro intentando despejar su mente―. ¿Sabes que es lo que me molesta más?

Sarada negó, seguía aturdida por sus declaraciones.

―Que parece que el único que pasa por esto soy yo ―quizá había más que decir, pero nada más salió de su boca aunque, hubiese sido lo mejor para acabar de una vez por todas, pero sus labios se sellaron en una línea firme― Adiós, Sarada.

Cuando la puerta detrás de él se cerró, ella creyó que su única oportunidad había desaparecido, ¿en verdad se quedaría ahí como si nada? Sentía lo mismo, sentía esa frustración por los cambios en sus emociones, los sentimientos estaban ahí desde hace mucho, pero al igual que él, los ignoró.

Quizá si era imposible que algo ocurriera entre ellos, pero lo era aún más si ella se quedaba callada.

Se colgó la mochila y salió corriendo, la puerta hizo eco al cerrarse en el pasillo vacío, ya era algo tarde, esperaba que  Boruto no se fuese corriendo o sería imposible alcanzarlo. Bajó las escaleras lo más rápido que pudo y miró el inmenso camino hacia la puerta de la entrada, Boruto estaba allí, sus mechones  y el atardecer eran los únicos colores vivos en ese pasillo.

―¡Boruto! ―gritó.

Él volteó y aceleró su paso.

―¡Espera! ―no iba alcanzarlo, el corría más rápido al ser más alto―, tenemos que hablar.

―¡Ya dije suficiente!


E L I G E

"Sarada lo persigue hasta abrazarlo" si te gusta el anime shojo ve a la parte "1" 😊

"Sarada le lanza su mochila para detenerlo" si te gusta lo tsundere ve a la parte "2" 😅

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