Desatado
N/A: Serán Oneshot independientes uno de otro, no son consecutivos. Están ambientados en el mismo universo, sin embargo, no en el mismo tiempo.
Primer beso (1/10)
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Se le había hecho bastante tarde al verse en la penosa obligación de calificar aquellas deplorables tareas de literatura de la clase C. Realmente no entendía como algo tan sencillo como un ensayo sobre una obra clásica podrían destruirla de tal manera, aunque no era de extrañar considerando que a todos sus alumnos no podría importarle menos la literatura. Dejo salir el aire que había contenido en sus pulmones de forma lenta, estaba cansado de todo eso.
Prefería dedicarse a calificar esas tareas en sus horas libres de clases en vez de llevárselas a casa. No quería que el malhumor permaneciera todo el día. Aunque los demás salones a los cuales les impartía no eran tan malos. Había algunos alumnos que sobresalían y eso podría compensar su esfuerzo.
Transitó por los pasillos de la escuela, comprobando cada uno de los salones por objetos olvidados o que se mantuvieran en orden. Algunas veces al mes le asignaban patrullar la escuela después de que los alumnos se hubieran ido para no haya travesuras . Habían algunos que se quedaban a hacer "su arte" en el pizarrón o cosas con las bancas. Kakashi, otro maestro los había atrapado. E igual se habían extraviado varios artículos. Así que se había implementado tal medida, algo que él consideraba que era una total perdida de tiempo.
Abrió la puerta corrediza del siguiente salón, observó de forma superficial y justo cuando iba a cerrar la puerta de nuevo se detuvo a medio camino. Meditó un segundo e ingresó al salón hasta llegar al otro extremo, donde estaban las ventanas que daban vista a la entrada de la escuela.
Puso su mano en el hombro ajeno causando un brinco involuntario y atrayendo toda su atención. Sus miradas se enlazaron. Ella la desvió con rapidez y dio media vuelta mientras tomaba sus cosas.
―Profesor, ya se han ido todos. Perdí la noción del tiempo.
Neji la observó metiendo sus cosas a la bolsa e intentando caminar a la puerta del salón. Aunque una mano detuvo su caminar.
―Tenten, ¿qué sucede? ― Su nombre pronunciado por esa voz grave la hizo estremecer junto con el contacto de su piel.
La fémina se detuvo y observó el suelo con gran fascinación. Aunque el sentir un apretón de parte de la mano masculina la hizo voltear y encararlo. Ella realmente estaba conteniéndose. Lo había hecho perfectamente durante las dos últimas horas en clases, aunque ahora viendo esos orbes malva, bastaron para que las lágrimas salieron de su organismo.
Neji retrocedió levemente al verla con los ojos húmedos, sus mejillas coloradas y los labios contraídos. En todo su tiempo conociéndola jamás la había visto tan...indefensa.
Y eso estremeció todo en su interior, sintiendo un golpe en su pecho.
―Perderé mi beca, mis calificaciones de literatura se han desplomado. ― Respiro profundamente intentando recuperar la compostura, se limpió las lágrimas y mordisqueo su labio inferior mientras lo miraba de reojo.
El Hyūga levantó la ceja un poco confundido ante esa afirmación.
―¿Literatura? Tú eres muy buena en eso, jamás tuve quejas de tu desempeño.
Él le había impartido Literatura I, un año atrás, ella siempre mostró un gran empeño y dedicación, sus trabajos eran entregados con gran pulcritud. Neji siempre disfrutaba leer sus reflexiones sobre las obras o sus ensayos. Era su mejor alumna. Y es aún más, hablaban al respecto en sus secciones.
Un año atrás Neji Hyūga era su profesor de literatura y su tutor. La preparatoria llevaba un sistema de tutoría que buscaba ayudar a los alumnos con problemas académicos y que los mismos profesores fueran un apoyo incondicional para cierto número de alumnos. Cada profesor tenía a sus tutorados, aunque a muchos no les interesaba. Neji mismo no veía a los alumnos que le habían asignado no más que la sección obligatoria por año, aunque había algunos que tomaban como consejeros a sus tutores que era el objetivo de todo eso.
Tenten comenzó a asistir a sus secciones una vez por semana, hablando de sus materias, tareas y deberes. Aunque al inicio fue bastante...complicado considerando que su tutor era su profesor de literatura y el mismo era bastante reservado, conforme pasaba el tiempo y hablaban, ella comenzó a asistir a su oficina dos veces por semanas y luego tres.
Neji se vio un día esperando a que la puerta se abriera y entrara aquella castaña que le mejoraba su humor considerablemente y más cuando llevaba algún detalle. Eran reuniones agradables y de esta forma él se enteró que la única razón por la cual ella estaba ahí es por una beca completa que mantenía esforzándose y estudiando arduamente día con día.
Sin embargo el año escolar termino y su relación tutor-alumna finalizó. Neji se sintió tan desairado ante eso, y cuando el siguiente año escolar transcurrió esperaba aún que ella entrara. En ese punto el pudo concluir que su relación había avanzado más de lo que se pensaba. Él anhelaba verla. Y sacudiendo el cabeza aliviado agradeció que ella cambiara de tutor y que no le diera clases. Debía tomar distancia.
Ya que ese sentimiento que sacudía la boca de su estómago era incorrecto. Impropio, inadecuado.
Aunque él tenía la teoría que...ella podría estar de igual forma con su presencia. Cuestión que hacía aún más preocupante la situación.
Así que, en este punto, sin ser su profesor ni tutor, había calmado el fuego en su interior. No la había visto desde hace ya más de medio año.
Hasta ahora.
Y el tiempo no había ayudado en nada, su interior estaba ardiendo y una sensación de querer deshacerse de todo lo que la afligía se alzó con fuerza.
―Digamos que...la profesora tiene una perspectiva diferente a la suya. No...esta de acuerdo con las ideas que tengo se las obras y mi actitud no le parece correcta. Además, que no tiene idea de como enseñar. ― Apretó su brazo izquierdo. - No he pasado ninguno de sus exámenes, que ella hace cada dos semanas. ― Alzó la mirada encontrándose con la suya. ― Si pierdo la beca usted sabe que no podré estudiar más aquí.
Neji la observó con detenimiento. Ella se lo había dicho tiempo atrás. Que provenía de una humilde casa y ella misma debía tomar empleos temporales para saldar las cuentas. Sin la beca ella tendría que entrar de lleno a trabajar.
―¿No has hablado con tu tutor al respecto? ―Mencionó con tranquilidad. Ellos deben dar solución a ese tipo de problemas o hasta podría intervenir por ella con la profesora.
―¿Hiruzen? Él jamás está en su oficina y nunca tiene tiempo. Solo lo he visto un par de veces. De igual forma dudo que haga algo al respecto. ―Tomó aire profundamente. ― Siento abrumarlo con estos temas, realmente usted no tendría por qué escucharme ahora.
Neji se apoyó en una banca cercana y observó a la castaña con detenimiento. Realmente no le molestaba escucharla y menos cuando estaba tan abrumada por toda esta situación. Él quería que ella estuviera bien, sonriente como siempre.
―Podría ayudarte, si lo necesitas. ― Miró con atención su reacción.
Tenten abrió los ojos en asombro ante aquella frase. Titubeó levemente y sin decir alguna palabra más dio la vuelta mirando a la ventana y dándole la espalda.
―No se preocupe...yo puedo ver que hacer.
Neji miró el reloj que estaba encima del pizarrón. Había olvidado que ella tenía un orgullo fuerte.
― ¿Por qué no quieres mi ayuda? ― Ellos habían tenido una muy buena relación anteriormente y estaba ofreciendo a darle clases particulares si así lo necesitaba. No entendía esa negativa. Ya que, aunque reconocía su orgullo, eso estaba de lado considerando lo que implicaba el seguir de esta forma.
―No podré contenerme.
Neji alzó la ceja ante esa frase que fue un susurro que casi se pierde por el aire que entró por las ventanas abiertas. Se acercó hacia ella, haciéndola voltear.
― ¿De qué... ― Él simplemente perdió las palabras en su garganta?
Ella tenía esa mirada. Aquella que en varias ocasiones en su oficina había percibido. Intensa. Profunda. Con ese algo que golpeó su estómago.
― ¿De qué hablas? ― Susurró levemente al verla con las mejillas sonrojadas y su labio temblando ligeramente.
La vio tragar saliva y el mismo humedeció sus labios al sentirlos resecos. Ella siguió este proceso de forma atenta. El aire adquirió un peso abrumador.
Fue ahí que lo recordó, aquel momento tan similar al de ahora, cuando ella fue a despedirse de él. Le llevo un pan de nuez que el disfrutaba bastante. Se lo entrego con las mejillas coloradas y sus manos se rozaron levemente. No sabía cuanto tiempo habían estado mirándose, pero cuando la campaña escolar sonó, indicando el final del ciclo escolar y dando inicio a las vacaciones Neji regresó en si, alejándose sin más, solamente dando un ligero gracias. Ella tenía esa mirada tan profunda y él tuvo tantos pensamientos inapropiados que alejarse era lo mejor.
Por lo cual esto ya había pasado una vez. Él realmente supo en ese entonces que no podría repetirse. Entonces ¿por qué estaban ahora de esta forma?
En ese momento ella dejó salir una ligera sonrisa y cortó la conexión visual.
― No es nada, olvídelo. Acepto su ayuda, de verdad la necesito. Aunque no quisiera perjudicarlo con sus tiempos.
El pestañeó siendo consciente de su propia cercanía con la fémina. Retrocedió levemente dándole la espalda. Hace un tiempo que no estaban completamente solos y eso lo había confundido, por un momento no fue consciente de sus acciones. Algo que no era admisible. Recordó que ella era su propia alumna, una chica, menor que él y que había un código de comportamiento en la escuela, que era bastante estricto.
¿Él Hyūga sin poder controlarse? ¿qué era esto, una broma? Él era la persona más recatada, sensata y analítica que había en ese plantel. Veía cada minuciosa opción antes de hacer algo. Y ahora simplemente estaba actuando sin pensar. No era un maldito puberto para actuar de esa forma. Se avergonzaba de si mismo. Aunque entendía que verla de esa forma...lo había alterado.
― Vayamos a la biblioteca, aún alcanzamos algún tiempo ahí. Y podrías llevarte los libros correctos para estudiar. ― Se encaminaron sin mirarse mucho. ― Tu profesora es Anko ¿cierto?
― Ella asintió levemente mientras cargaba con su mochila. ― Ella no se anda con rodeos y es bastante dura.
Tenten dejó salir una ligera risa de sus labios.
― Si sabe que usted no es muy diferente a ella ¿cierto? ― Él la miró inquisitivo. ― Algunos de mi salón prefieren a Anko sobre usted. La única diferencia es que a usted le agradó y a ella no.
Ella lo miró de reojo, aunque no obtuvo respuesta ante eso. Era de esperarse. Una vez en la biblioteca él se adentró a los estantes buscando entre los títulos el libro que necesitaría su alumna de acuerdo a lo que le habia contado de la forma que Anko daba su clase. La sintió moverse a su alrededor tomando uno que otro libro y consultando cosas en ellos.
Neji tomó uno de los libros del estante más arriba y lo hojeó levemente mientras asentía al ver los ejercicios y preguntas que la maestra reutilizada para hacer sus pruebas o eso le había comentado ya que era bastante comunicativa. Realmente no era nada cercano Anko, ella solía parlotear en la sala de maestros y más considerando que daban la misma materia. Era bastante escandalosa para su gusto y solía ignorarla parte del tiempo.
Bajó la mirada encontrándose a la castaña agachada mirando algunos libros y tomándolos. Se levantó dando una ligera vuelta topándose de frente con la cara masculina a una nula distancia.
Ambos músculos cardiacos dieron un golpe fuerte en cada uno de sus pechos. Neji la observo con libros en manos y su cabello recorrido en media cola. Algunos mechones sueltos acariciaban su rostro de forma descuidada. Él intentó tragar saliva mientras repetía de forma mental por que esa situación, la nula distancia y los pensamientos que acudían a su cabeza eran cosas incorrectas. Él realmente se sentía atraído por ella. Por su sonrisa brillante, aquellos ojos expresivos y realmente le agradaba sobre manera el tono bronceado de su piel. Y sobre todo que fuese más inteligente que el promedio de alumnos ahí y su fuerte mentalidad que albergaba.
Eso fue lo primero que le había resultado interesante. Ya que eran transmitidos en sus ensayos u reflexiones. Lo físico vino después, en sus sesiones de tutoría, cuando se descubrió a su mismo contemplándola de pies a cabeza. Y fijando parte de su atención en sus largas piernas que se dejaban ver por la falda del uniforme.
Se maldijo al traer de nuevo esas ideas a su cabeza. Los orbes castaños brillaban con gran intensidad, intentando transmitir algo, mientras las mejillas morenas adquirían un tinte encantador.
Aléjate. Aléjate.
Se repetía a su mismo una y otra vez. Ese era un comportamiento deplorable. Él era su profesor. No podía hacer algo como eso. Mejor dicho, no debía, porque realmente podía hacerlo. Y lo quería.
En contra de sus instintos se aclaró la garganta desviando la mirada de los ojos femeninos e intentó alejarse. Aunque fue detenido. Ella sujeto entre sus dedos de forma suave su camiseta, impidiéndolo avanzar de forma leve.
Las miradas volvieron a encontrarse. Neji simplemente acortó la distancia sin notarlo. Contempló el flequillo que cubría la frente femenina, sus ojos grandes observándolo con ese algo. Sus labios de color rosado esperando ser tomados.
Un golpe fuerte en el estómago lo sacudió. Retiro uno de los mechones de la cara de Tenten, llevándolo tras su oreja. Sus dedos rosaron la piel ajena, acción suficiente para despertar algo en su interior.
Su cabeza gritando, imponiéndose y mandando todo al carajo.
Por primera vez en su maldita vida dejó que su parte irracional lo dominara. Y sin más tomó el rostro femenino con su mano atrayendola hacia el y demandando aquellos labios que desde hace tanto deseaba, preguntándose por como sería la textura. Como terciopelo. Carnosos. Un fuego en su interior ardió con fuerza. Al inicio sintió a la fémina quedarse rígida ante el contacto, aunque a los segundos terminó cediendo. Dejando salir un leve quejido de sus labios. Él la besó de forma suave, delicada y arrolladora. La urgencia de necesitar más le motivó a morder levemente el labio inferior de la chica que sintió como temblaba ante el acto. La acorraló entre el librero y él, probando más de ella, devorando, sintiendo su sabor.
Un ruido sordo lo trajo a la realidad al Hyūga. Se sobresaltó ligeramente y miró los libros que Tenten había soltado. Se llevó la mano al cuello y suspiró mientras evitaba ver a su alumna al rostro.
¿Qué había hecho?
Un silencio incómodo se abrió entre ellos, hasta que la chica se inclinó para levantar los libros. Él se inclinó para ayudarla de igual forma.
―Se lo había advertido. ― Él la escuchó un poco confundido cuando se incorporaron. ― Que no podría contenerme, aunque he de admitir que me sorprendió siquiera imaginar que usted...estaba conteniéndose.
Neji abrió los ojos ante las palabras de su alumna y recordó que en el aula ella había dicho algo similar. Ahora entendía a que se refería. Apretó los labios levemente.
Neji no sabía que el mismo estaba conteniéndose. ¿Cuándo había empezado todo esto? Y aún más importante ¿podría contenerse ahora que había probado la esencia más embriagadora, considerando que era de su alumna y era algo indebido?
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¡Hola queridos!
Feliz año nuevo y ante eso les traigo un nuevo proyecto.
Una nueva colección que empecé debido a un reto de besos en un grupo de Fb. Son 10 diferentes tipos de besos. Por lo cual he elegido a mi pareja favorita para llevarlo a cabo. Serán diez relatos.
Espero les haya gustado, pueden votar y dejar sus comentarios.
PD. ¿He dicho cuanto me gustan los romances alumno-profesor? De hecho ante este one-shot, me inspiré para hacer un long-fic de esta temática, jaja espero este año traerlo por acá.
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