Disclamier: Los personajes de the prince of tennis no son míos sino le pertenece takeshi konomi.
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Soy Ryoma Echizen, una sensación del tenis, un as en la cancha, y aunque soy un crack en el deporte, mi vida amorosa es un auténtico desafío. Cada vez que veo a Sakuno Ryuzaki cerca de otro chico, siento que mi corazón se vuelve plomo, me invade una ansiedad incontrolable y, sobre todo, me arde una rabia que no puedo explicar.

Estar cerca de ella es como un rayo de sol, me siento en paz, feliz, y todo va sobre ruedas. Pero cuando no está cerca, las horas se hacen eternas, y deseo que el tiempo pase volando solo para poder verla de nuevo.

El hecho de que ahora sea la capitana del equipo de tenis femenino ha hecho que tengamos menos tiempo juntos, y eso me fastidia, aunque honestamente no sé por qué. Harto de esta situación, finalmente decido abrir mi corazón a mi mejor amigo, Momoshiro Takeshi, aunque nunca lo admitiría en voz alta.

—Momo-sempai —le llamo en serio.

—Dime, Ryoma.

—Creo que estoy enfermo, y la culpable de todo esto es Ryuzaki —le confieso.

—¿Enfermo? ¿Por qué dices eso, Ryoma?

—Porque mi corazón late a toda marcha cuando estoy cerca de ella, y cuando la veo junto a otro chico, mi corazón se siente como una losa.

Momo suelta una carcajada, aliviando un poco la tensión.

—Ay, Ryoma, casi me asustas.

—No es broma, Momo, esto es en serio.

—No lo es, Ryoma. De hecho, es algo normal.

—¿Sabes a lo que me refiero?

—Sí.

—¿Y qué es?

—No te lo diré; eso es algo que debes descubrir tú mismo.

—¿Y cómo lo haré?

—Bésala.

—¿Qué? —exclamo, sorprendido.

—Simplemente bésala.

—Entonces, ¿si la beso, entenderé por qué me siento así?

—Exacto, Ryoma.

—Bueno, entonces, nos vemos más tarde, y gracias por invitarme a las hamburguesas —bromeo.

—¿Qué? ¡Se suponía que tú me invitabas! —protesta Momoshiro, molesto.

—¿Y dejar que me quedes en la ruina? No, gracias —respondo con una sonrisa burlona antes de dirigirme hacia las canchas de tenis femenino.

En mi breve caminata, mientras la ansiedad sigue haciéndome cosquillas, imagino cómo será ese beso con Sakuno. Pero al llegar a la cancha, lo que veo me llena de furia. Ahí, frente a mí, Sakuno está hablando con un pelirrojo llamado Kintaro, quien se acerca peligrosamente (según mi punto de vista) al rostro de Ryuzaki.

Sin pensarlo dos veces, me acerco y la tomo de la mano.

—¿Qué está pasando, Ryoma-kun? —Sakuno pregunta, sorprendida y visiblemente sonrojada.

—Toyama, aléjate de ella —ordeno con firmeza.

—¿Eh? ¿Qué te pasa, Koshimae?

Sin darle respuesta, la llevo hacia la biblioteca, y una vez allí...

—¿Qué te pasa, Ryoma? —Sakuno me mira con enojo por cómo traté a Kintaro.

—No quiero que te acerques a él ni a ningún otro chico.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque eres mía —declaro antes de besarla.

Ese beso la hace desmayarse, pero mientras la beso, una oleada de emociones me inunda. Me doy cuenta de que estoy completamente enamorado de ella, y no hay forma de que quiera perderla, ni aunque el mundo se vuelque patas arriba. Mi corazón late como un tambor desbocado, y sé que estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío para mantenerla a mi lado.

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Voten y comenten

Bueno aquí vengo con mi primer oneshot , espero les guste y si aún no leen mis otras historias Ryosaku ,les invito a que lo hagan.

Si quieren una segunda parte comentenlo y la hare