—Hyung, estoy en casa. —quito mi bufanda, zapatos y los dejo en la entrada. Luego me encargaré de eso, pienso y voy hacia la cocina por un vaso de agua. Hoy el entrenamiento estuvo fuerte y me duele los músculos.

—¿Cómo te fue, besitos dulces? —las manos frías de YoonGi Hyung me abrazan por la cintura y mi cuerpo automáticamente se adhiere al suyo. Sonrío ante el apodo, aunque ya han pasado catorce años Hyung ha mantenido el dulce mote y nuestros besos ya (casi) no son dulces e inocentes, sino más picantes y provocativos— ¿Amor?

—¿Qué? —dejo el vaso en la encimera y volteo depositando un pequeño beso en los labios— Me fue genial, pero necesitaré un baño de burbujas para que mis músculos se relajen.

—Puedo prepararte ese deseado baño pero con la condición de que me pueda unir a ti. Tenemos que hablar.

—Está bien, Hyung.— me sonrojo y lo beso por ultima vez antes de que desaparezca en el baño.

Han pasado muchas cosas estos últimos años, luego de que me gradué de secundaria fui admitido en la universidad de arte y baile en Seúl, YoonGi convenció a sus padres de que le prestarán un crédito y así comprar esté pequeño y cálido apartamento donde compartimos nuestros triunfos y derrotas como la familia que somos.

Mis padres no estuvieron completamente de acuerdo al principio, pero ya están bien con la idea de que Hyung y yo somos una pareja que viven juntos.

—Besitos dulces, ya está listo el baño. —dice YoonGi asomándose en la puerta. Yo asiento y sonrío caminando al cuarto para quitarme la ropa y dejo puesto mi bóxer. Entro al baño y mi novio ya sumergido en el agua hasta su pecho, sonriéndome. Le devuelvo la sonrisa y cuando voy a meter el pie, él me detiene.

—Quítate el bóxer, amor. —guiña. Yo me sonrojo y niego— ¿Por qué no? Ya te he visto desnudo y además dicen mírame y quiero mirar. —bromea señalando las letras plasmada en mí bóxer... ¿por qué precisamente hoy tuve que ponerme estos?

—Eres un tonto. —susurro quitando mi bóxer y entro rápido en la bañera tanto que chapoteo. YoonGi ríe y yo le saco la lengua.

—Este tonto siempre obtiene lo que quiere. —él estira su brazo y hace una señal para que me acerque— Ven aquí, amorcito.

Me muevo lentamente en el agua y me acomodo dándole la espalda, donde me recuesto en su pecho y sus callosas manos abrazan mi cintura y yo sonrío.

—YoonGi, siento tu pene en mi espalda. —susurro sonrojandome.

—Shh, no pasa nada. —insinúa en tono juguetón—. Oh, esto me recuerda a nuestra primera vez. Sigues siendo tan tímido y adorable como esa noche.

—Hyung~~ —volteo, golpeando su hombro y escondo mi rostro en su cuello.

Diablos, yo recuerdo estar todo nervioso y tenso. Tuvimos dos horas haciendo que me distrajera y en no avergonzarme por esta desnudo frente a mi Hyung.

🍑 13 DE OCTUBRE DE 2013 🍑

🍑 PARK JIMIN (cumpliendo 18 años) 🍑

Acaricio a Holly detrás de su orejitas mientras veo a YoonGi Hyung manejar, y tararea una canción de Twice.

—¿Me dirás qué es o debo adivinar?  —pregunto, siendo impaciente.

—Estamos llegando, besitos dulces.

—¡Al fin! —me encojo de hombros y sonrío. Me sorprendo cuando  YoonGi estaciona en frente de unos grandes y bonitos edificios. Cuando mi Hyung baja, yo abro la puerta y dejo que Holly salga para luego estirarme y bostezar.

YoonGi se acerca y me abraza por la espalda.

—¿Te he dicho que me encanta tu cabello rubio?

—Un montón, yoonie~ —me río cuando su aliento me golpea en la mejilla—. El suyo no está mal pero lo prefiero de color rojizo.

—Lo sé, pronto me lo volveré a teñir así. —deposita un beso en mi mejilla y toma mi mano—. Debemos entrar, ven.

—¿Quién vive aquí?

—Pronto lo sabrás. —abre la puerta y me deja pasar junto a Holly. ¿Vivirá aquí SeokJin Hyung, el novio de RM? Lo sigo al ascensor y veo que marca el botón del piso seis. Abrazo a YoonGi por la cintura y mi nariz aterriza en su pecho, donde huelo mi olor favorito; mi seguridad y felicidad resumida en este hombre. Me siento en mi hogar si estoy con YoonGi.

—Te amo tanto, YoonGi~.

—Yo también te amo, besitos dulces. —levanta mi rostro con sus dedos y une sus labios con mi frente y yo cierro los ojos disfrutando la cálida sensación. Salimos cuando las puertas se abren y mi novio me guía hasta la puerta 4F— ¿Preparado?

—Mmm, ¿sí? —río nerviosamente. YoonGi abre la puerta y nos empuja dentro, enciende la luz y abro los ojos como plato cuando veo el cartel que cuelga de la pared junto con toda la bonita decoración que adorna los rincones del pequeño piso.

Bienvenido a nuestro hogar, besitos dulces.

—Bienvenido a casa, mi amor. —me susurra al oído. siento mis ojos escocer y volteo para abrazar a YoonGi. Él acaricia mi cabello mientras tararea una relajante melodía— ¿Recuerdas que me dijiste que en el futuro querías un hogar conmigo?

—S-Sí. —sollozo limpiando mis lagrimas— Gracias, Yoonie~.

—No es nada, amor. —me atrae a sus labios y los presiona en un suave beso.

🍑 Dos días después.... 🍑

—¿Estás seguro de querer hacer esto, JiMin?

—Por supuesto, desde que se lo ofrecí fui serio. Quiero hacer el amor con usted. —susurro apenado mirando el techo, YoonGi toma mi rostro y me sonríe de manera tierna.

—Vale, bien. Pero, si quieres detenerte sólo dilo. No me enojaré, ¿sí?

—S-Sí. —la punta de mi dedo índice roza su clavícula descubierta y uno nuestros labios en un tierno beso.

YoonGi saca mi camisa y comienza repartir pequeños besos por mi cuello y clavícula. De mi salen pequeños ruiditos que hacen que me sonroje y YoonGi sonría. Sus manos frías acarician mi cuerpo y yo me estremezco, ayudo a quitar del todo la camisa y pantalón del colegio. YoonGi saca su propia ropa y yo miro su bóxer negro  y siento mis mejillas encendidas cuando noto el bulto que hay.

Me remuevo nervioso en su regazo y suspiro cuando Hyung deja besitos por todos mis hombros y acaricia mi espalda.

—¿Aún seguro?

—Sí, aunque siento hormiguitas aquí. —señalo mi vientre.

—Es algo normal, bebé. —dice con voz profunda, me recuesta suavemente y se sube encima de mí. Sus manos van a mi bóxer rosa bebé y lo quita. Dejándome totalmente desnudo, yo muerdo mi labio y cierro los ojos— JiMin, eres hermoso besitos dulces.

—Hyung.

—Dime, cariño.

—Estoy avergonzando, ¿p-puedo cu-cubrime?

—No tienes por que estarlo, eres hermoso y me gusta tu cuerpo. Me gusta mucho. —acaricia mi cabello— ¿Me detengo?

—N-no.

—Haré que se sienta bien. —quita su bóxer y yo observo su pene erguido y me sonrojo cerrando los ojos—. Cariño, veme. No tienes por que avergonzarte.

—L-lo sé.  —YoonGi une sus labios con los míos y lloriqueo cuando siento un ardor en mi entrada.

🍑 Actualidad 🍑

—¿JiMin? —miro a YoonGi por encima de mi hombro.

—Sólo estaba recordando, Yoonie~. —juego con las burbujas que rodean y cubren mi cuerpo— Te amo.

—Te amo más. —besa mi hombro— Aún recuerdo cuando te acercaste a mi por primera vez, pensé que debía ser muy cruel contigo e ignorante iba a funcionar para que te terminarás alejando porque aunque no crea, sí funcionaba.

» Hoy agradezco que que seas tan terco e insistieras quedarte y ser mi amigo. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, JiMin, gracias por enamorarte de mi, por ser mi novio y querer formar una familia y apoyarme en mis sueños de cantante. Siento que nunca te será suficiente agradecimiento de mi parte por eso quiero preguntarte que si quieres pasar toda una vida conmigo para agradecerte como lo mereces, JiMin ¿te casarías conmigo?

—Y-Yoon-Gi —miro el anillo de oro blanco que me tiende y asiento—. Eres el mejor amigo que nunca pude desear. Te agradezco a ti por aceptarme y siempre reírte y mejorar mis torpezas, por protegerme de todo, eres suficiente con estar conmigo. Gracias por apoyarme y darme un hogar. Claro que acepto casarme contigo, Yoonie. —me volteo y abrazo su cuerpo para luego unir nuestros labios— Te amo tan jodidamente tanto.

—El JiMin maldiciendo me gusta, es sexy. —susurra separándome, YoonGi toma mi mano y me coloca el anillo, me enseña su mano izquierda donde adorna el mismo anillo que el mío— Te amo, besitos dulces. Para siempre.

—Para siempre, por siempre, eternamente. —asiento, besando sus labios.

¿Esto es lo que llaman finales felices? Sé que dicen que los finales felices no existen y puede que tengan razón pero, ¿qué sabemos que es la felicidad realmente? De mi parte, puedo decir que encontré mi felicidad a los cinco años y aferrarme a ella fue lo mejor que pudo pasar. Que YoonGi me quitará mis ami-galletas de chocolate, valió la pena cada segundo de mi furia de cinco años.

Y tomaría la misma decisión siempre, si esté fuera el resultado de mis actos.

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Y esto fue todo de besitos dulces y su extra, igualmente dulce.

Espero que les haya gustado un montón, y dejen sus bonitos comentarios al respecto.

Pronto haré una historia con mucho fluffy como éste, pero una versión extendida.

Nos vemos y gracias por todo, bubús. Sois los mejores, tkm.