♡ Besarte
Este 2022 he estado leyendo mucho Komanami <3 me encanta el shipp, así que les escribí un oneshot con vida domestica y erotismo; tarde dos meses, pero por fin lo terminé.
Contiene escenas explicita! Quiero que esto sea soft horny, así que si no te gusta el erotismo por lectura, no leas!
(♡)
Nagito le compró a Chiaki un perrito; y este se orinó en la alfombra.
—¿Lo quieres conservar?—Pregunta Nanami con un rostro inexpresivo.
—Si, es gracioso, si marcó su territorio es porque ya nos quiere.
—Bien, pero yo no limpiaré eso—Dice Chiaki mientras toma su bolso—¿Entonces nos vemos en la cena? Saldré un poco tarde, tenemos que revisar algunas cosas de la jugabilidad.
Nanami trabaja en una compañía de videojuegos como gerente, mientras que Nagito prefiere quedarse en casa y procurar que el departamento esté impecable. Nunca supo que le gustaba ser amo de casa hasta ahora que Chiaki y él viven juntos desde hace un año.
—Descuida, y Chiaki...—El albino se acerca a entregarle un beso en los labios a su novia—Tu puedes.
—Si, yo puedo—Dice Chiaki motivada—Y Nagito...
—¿Si?
—Por favor, educa al perro—Dice Chiaki con una sonrisa, antes de irse le entrega un beso a Nagito en la mejilla, después se da la vuelta y se marcha.
Nagito se enamoró de Chiaki hace varios años, en bachillerato. Aunque les costó ser amigos al principio debido a cierta competencia entre ellos, que aunque era amistosa, en el fondo era presuntuosa.
Si Nagito sacaba 9, Chiaki conseguía el 10.
Si Chiaki no consiguió un peluche de la máquina, Nagito le presumía los suyos.
Si Nagito no podía pasar el jefe de un videojuego, Chiaki lo superaba sin recibir daño.
Si Chiaki quería declararse, Nagito quería declararse primero.
Por lo menos vivir juntos fue algo en lo que ambos estaban de acuerdo.
(...)
—Señorita Nanami, buenos días—Dice Fujisaki con una taza de café que tenía el dibujo de un pato.
—Hola Chihiro—Nanami se sienta en su escritorio, ya con una taza y una galleta de avena—Puedes decirme Chiaki si quieres.
—Lo siento, es que ahora que eres la gerente, creo que debo hablarte como tal.
Chiaki lo mira extrañado como si hubiera dicho un chiste fuera de lugar.
—Chihiro, eres el ceo, literalmente ganas el triple que yo.
—Ya, pero igual creo que hay que ser amables.
—Puedes decirme Chiaki, somos amigos—Dice la chica antes de prender su computadora, Chihiro sintiéndose más aliviado, asiente con la cabeza. Aunque Chihiro Fujisaki sea el ceo de la empresa, todavía no está acostumbrado al puesto.
Chiaki tiene más de cien correos por revisar, todas son observaciones del juego que deben arreglar, así que será una tarde cansada. Pero Chiaki no es de aquellas que pierden la motivación; así que tras tronarse los nudillos, y un buen sorbo de café, comienza a trabajar.
(...)
Nagito no es de esas personas que le guste pasar sus tardes solo, pese a su personalidad excéntrica y autodestructiva, Nagito se considera alguien social. Por suerte ahora hay un perro para serle compañía.
—Debería ponerte un nombre—Dice Nagito mientras acaricia el perro acostado en su regazo—Ahora serás el consentido del hogar, Chiaki y yo seremos tus padres.
El perro responde lamiendo su cara, provocando que el albino suelte una risa. Nagito siempre ha sido fan de los perros, a diferencia de Chiaki quien prefiere a los gatos.
El perro salta de su regazo para dormir en otro lado. Nagito decide levantarse para hacer algunas compras. Hace mucho que no tiene una cena romántica con Chiaki, así que planea hacer una esta noche.
Por eso, sale al supermercado, Nagito prefiere cocinar que tener que llevar a su novia a algún restaurante.
Por eso, antes de salir, decide enviarle un mensaje: "¿A k hora sales hoy? Para saber si tengo tiempo 😋"
Chiaki responde: "tiempo para k? 👀"
"Es una sorpresaaa"
"bien, necesito una sorpresa, hay demasiado trabajo aqui 😴"
"Te encantará, lo prometo"
"hasta comer ramen contigo me encanta"
El rostro de Nagito se sonroja. Chiaki no es de esas personas que les gusta mostrar su afecto al público, pero a puerta cerrada, Chiaki es la persona más cursi que Nagito conoce; y le encanta que solo él pueda ver esa faceta.
"Entonces nos vemos en la cena, te amo chica gamer 💜"
"te amo, chico raro 💚"
Ahora Nagito es el que está motivado. Podría solo ordenar algo a domicilio, pero le gusta esforzarse. Es una de sus cualidades que enamoró a Nanami; muchos suelen esforzarse en enamorar a aquella persona especial, pero cuando la relación se forma, dejan de esforzarse, se acaban los detalles, las sorpresas, el cortejo en sí.
Nagito no ha dejado de esforzarse, incluso si vive con Chiaki, le gusta sorprenderla, ya sea un desayuno, un broche para su cabello, o una flor para su escritorio; detalles que se vuelven recordatorios. El constante mensaje de afecto. Así es como Nagito demuestra su cariño.
(...)
Chiaki no quería llorar de la frustración, y mucho menos en su trabajo.
—(Me rindo)—Dice mientras recuesta su cabeza en el escritorio, rodeada de documentos, y con las manos cansadas de responder tantos correos.
Fujisaki entra con algo de comida china a domicilio. Se lo deja en el escritorio y Nanami levanta la cabeza debido al olor.
—No has salido de aquí en todo el día—Dice Fujisaki preocupado mientras se sienta frente a Chiaki—Nunca se debe nada con hambre.
—He tenido que revisar varias cosas—Nanami suelta un bostezo antes de tomar la comida china—Gracias.
Fujisaki observa el escritorio desordenado de Nanami, el exceso de trabajo se nota nada más verlo. Chiaki es dedicada a su profesión, pero hasta ella tiene sus límites.
Entonces observa el pequeño florero puesto en una esquina, se aprecia un pequeño ramo de unas flores violetas y delgadas.
—Lindas flores—Comenta el castaño.
—Son lavandas, es un regalo de mi novio.
—¿Sabías que las lavandas representan paz y armonía?
—Armonía es lo que necesito—Chiaki estira los brazos—Pero quiero terminarlo todo hoy, así puedo darme un descanso mañana.
—Ya, quieres pasar todo el día con tu chico ¿no?—Bromea Chihiro.
—¿Para qué lo niego?—Responde Nanami con una pequeña sonrisa mientras observa las lavandas.
Para Chiaki no hay mayor sensación que llegar a casa tras un exhausto día, solo para descansar en los brazos de su hombre favorito.
—Entonces te dejo trabajar, ambos tenemos mucho que hacer hoy—Dice Fujisaki mientras se pone de pie.
—Nosotros podemos Chihiro, somos lo mejor—Dice Nanami mientras muestra su puño.
—Si, lo somos—Dice Fujisaki con una sonrisa mientras choca los puños con su compañera.
Nanami entiende que si su novio se está esforzando allá en casa, entonces debe hacer lo mismo.
(...)
Komaeda cocinó salmón con ensalada. Necesita que todo sea perfecto. Entonces recibe un mensaje de Nanami:
"voy para allá <3"
Nagito comprueba una vez más que todo el departamento luzca un hotel cinco estrellas. Mientras tanto, Nanami camina por la ciudad, donde la noche lo ha cubierto todo y las luces de los edificios son las nuevas estrellas.
Nanami no siente los dedos, siente como si hubiera dado un concierto a piano. Incluso mandarle un mensaje a Nagito costó trabajo.
—(Quizás pueda decirle a Nagito que me alimente directamente)—Piensa Nanami a modo de broma—(Igual que cuando me puse enferma).
Chiaki camina junto a varias tiendas, entre ellas una de ropa interior femenina. Donde unas medias blancas con lazos en los muslos, provocan que Nanami se detenga para contemplar.
Chiaki no puede negarlo, siente una debilidad por las medias altas, se siente linda usándolos. Incluso tiene una pequeña colección guardada en lo más profundo de sus cajones. Unas son para lucir frente a todos y otras son exclusivas para Nagito.
—(¿Debería?)—Piensa Chiaki un poco sonrojada, observando que nadie la mire—(Es solo ropa, no tengo nada de qué avergonzarme).
Nanami quería darle una sorpresa a Komaeda, así que decide entrar. Esas medias altas color blanco con listones deben ser suyos.
Antes de entrar, le escribe otro mensaje a Nagito: "Tardaré un poquito, pero valdrá la pena, lo prometo"
Nagito intuye más o menos de que se trata, pero cuando se trata de Chiaki Nanami, Komaeda se vislumbra con lo que sea. Nanami es una chica que pocas veces es detallista o romántica, no porque no ame a Nagito, es un instinto que no suele nacer en ella con tanta frecuencia (a diferencia de su novio) pero cuando lo hace, Nagito lo agradece profundamente.
(...)
Todo estaba en su sitio, Nagito se siente orgulloso de su cena, así que cuando escucha la puerta abrirse, se gira para saludar a su novia.
—Hola—Saluda la chica con una bolsa de plástico en su mano; Nagito se acerca para abrazarla de la cintura y besarla en los labios.
—¿Cómo estuvo tu día?
—Agotador, quería tirarme de un puente—Nanami abraza con suavidad el cuello de su pareja—Pero ahora estoy aquí, gracias por salvarme.
—Estás aquí—Repite Nagito—Ahora siéntate, relájate y deja que te consienta esta noche.
—Siempre me estás consintiendo, soy una mimada por tu culpa—Responde Chiaki con una dulce sonrisa, entonces coloca un dedo sobre los labios de Nagito—Te prometo que te devolveré el favor.
Nagito sabe de qué se trata pero finge no saberlo para seguirle el juego a Chiaki. Entonces ambos se dirigen a la pequeña cocina, donde la comida los espera.
¿Existe mejor forma de pasar la noche que sentarse a disfrutar de la vida con una persona especial?
—¿Qué pasó con el perro?—Pregunta Nanami.
—¿Te refieres a Hiro, nuestro mesero estelar?
Entonces aparece el perrito de esta mañana, con un moño en el cuello y mordiendo un juguete de plástico mientras mueve la colita.
—¿No volverá a usar nuestra alfombra?—Pregunta la chica.
—Llegamos a un acuerdo—Nagito sirve dos copas de vino de manzana—Pero promete no volver a hacerlo de nuevo.
—Por lo menos tendrás compañía, creo que...paso mucho tiempo en el trabajo.
—Te esforzaste mucho para tener ese puesto, no me quejaré—Komaeda le pasa una de las copas—Estoy muy orgulloso de ti Chiaki, lo digo en serio.
Y como Komaeda no miente, Chiaki sonrió convencida.
Disfrutan de la cena mientras conversan, Nanami habla de su trabajo, de sus ideas para el proyecto; no lo dice con cansancio ni pesadez en las palabras, sino con serenidad. Siente como si por fin el fastidio del trabajo se quedará solo en el trabajo, y en casa queda lo bueno.
Komaeda también cuenta su día, de sus proyectos en casa, como terminar de pintar la recamara y llevar a pasear a Hiro; Nagito le gusta su departamento pero a veces es bueno respirar aire fresco.
Tras terminar de cenar, limpian los platos (porque en esta casa no se permite dejarlo para la mañana siguiente), lo hacen juntos, aunque a Nagito le gusta hacer los quehaceres, Chiaki quería disfrutar de su compañía.
—Mañana tengo el día libre—Comenta Chiaki mientras seca los platos con una pequeña toalla—Podemos quedarnos aquí o visitar algún lado.
Komaeda responde abrazando a su novia desde la cintura, recostando su barbilla en el hombro de ella; para Chiaki, sentir la respiración de Nagito tan cerca de su cuello le provoca escalofríos.
Escalofríos en el mejor sentido de la palabra.
—Podemos ir de picnic con Hiro—Responde Nagito en voz baja—Y visitar esa galería de arte pixel que tanto quieres ir.
—Y también ir a ese restaurante coreano que dijiste.
—Y para finalizar, una noche de cine, con palomitas sabor queso.
—Suena encantador...—Chiaki decide tentar a su novio—¿Quieres que...vayamos a la alcoba?
—¿Para qué?—Responde Nagito burlonamente solo para fastidiarla.
—Ya sabes para que—Chiaki le devuelve la sonrisa—El que piense que Nagito Komaeda es un inocente es porque no ha vivido un año con él.
—Tú tampoco te quedas atrás—Las manos de Nagito acarician la mejilla de Nanami mientras la otra desciende—¿Qué compraste antes de venir acá?
—Es una sorpresa...—La mano de Komaeda toca uno de los pechos de Chiaki, masajeando por encima de la ropa—Nagito...
—Eres hermosa Chiaki, tu sonrisa, tu voz...—Nagito comienza a besar el cuello de su novia—Lo mejor de mi día es cuando llegas a casa.
—Yo puedo decir lo mismo—Las mejillas de la chica están sonrojadas—Pienso en ti todo el día.
Chiaki responde al girarse para tomar el rostro del chico y besarlo con pasión en los labios. Se abrazan y dejan que sus cuerpos reaccionen; Chiaki abre la boca para invitar la lengua de Nagito a entrar.
Chiaki siempre invita a Nagito a entrar; en múltiples interpretaciones.
—Bien chica gamer—Dice Nagito de manera seductora—Juguemos.
Mientras una de las manos de Nagito acaricia uno de los pechos de Chiaki, el otro se desliza por su cintura, llegando hasta el trasero; Nanami no se quedaba atrás, pues sus manos ya estaban debajo de la camiseta de Komaeda, tocando todo lo que estaba a su alcance.
Besos, caricias, suspiros y un ardiente deseo cubriendo cada término de sus cuerpos...todo entre dos personas en cuatro paredes blancas.
—Chiaki...—Susurra Komaeda cerca del cuello de la chica—Vamos a la alcoba,quiero ver mi regalo.
—Que impaciente eres—Responde Chiaki con una sonrisa—Está bien, sabes que no puedo negarme a nada cuando pones esa sonrisa.
Se toman de la mano y caminan hasta la habitación; Hiro se queda en la cocina durmiendo y lejos de todo lo que pudiera suceder. Chiaki y Nagito son una pareja a la que les gusta tener intimidad, así que sus "secciones" son verdaderamente importantes.
Llegan a su habitación, cada quien tiene su lado, dos estanterías, dos mesas, dos armarios, dos cajones; pero en mitad de la habitación yace la cama matrimonial y una mesita de noche a su lado, los únicos muebles que comparten Chiaki y Nagito.
Chiaki adora esa cama, y Nagito adora lo que contiene la mesita de noche.
—Siéntate—Dice Chiaki con una sonrisa pícara, Nagito obedece y se sienta en la cama.
Chiaki (quien previamente había tomado su bolsa de la compra) camina hacia el baño, dejando a Nagito impaciente.
Komaeda comienza a imaginar, y claro, todos sus pensamientos se encaminan hacia Chiaki. Ella es la chica de sus sueños, y lo mejor es que ni siquiera sabía cómo tenía que ser la chica de sus sueños hasta que conoció a Chiaki.
En cambio, para Nanami, Nagito era el chico con quien exactamente quería estar, nunca importó que tanto lo negara, aquel suertudo la enloqueció desde el primer instante.
Sentado sobre la cama, Nagito escucha los pasos de Chiaki acercándose, entonces abre la puerta y se deja ver.
Chiaki Nanami luce encantadora; sus medias blancas llegan hasta los muslos, y los lazos color rojo hacen juego con la camiseta blanca que lleva (y cabe aclarar que esa camiseta es de Nagito).
También se ha retirado la falda, ahora exponiendo sus bragas color blanco con un pequeño corazón rojo en el centro. Chiaki no se considera alguien que "sabe ser sexy" pero a ojos de Nagito, ella es la más hermosa de la existencia.
—Todavía no me atrevo a lucir lencería—Comenta Nanami.
—No la necesitas, podrías vestirte como vagabunda y aun así lucir preciosa—Nagito le extiende una mano—Ven aquí.
Chiaki toma su mano y deja que sea Nagito quien marque el ritmo. Está recostada sobre el colchón, y ahora Komaeda está encima suya.
—Te amo Chiaki.
—También te amo.
Se besan y las manos vuelven a entrar en acción; Nagito explora el cuerpo de su novia, sus pechos, su cintura, sus piernas, sobre todo su rostro, porque las expresiones que pone Chiaki cuando gime son inenarrables.
—Nagito...—Dice en un quejido mientras su piel se eriza.
Chiaki dice el nombre de su novio porque es todo lo que puede pensar en este momento. Komaeda sonríe con calidez cuando su mano se posa sobre la ropa interior de Nanami.
El cuerpo de Chiaki es delicado, así que cuando Nagito decide bajar la ropa interior, Nanami se estremece de pies a cabeza.
—Descuida, prometo que te haré sentir de maravilla—Susurra Nagito antes de besarla en los labios.
Nanami cierra los ojos y disfruta del momento. Los labios de Komaeda se deslizan hasta su cuello donde deja un pequeño chupetón (por suerte Chiaki no trabaja mañana); y los dedos de Nagito tocan ligeramente la entrepierna de ella.
—Nagito...—Gime la chica, entonces los labios de Komaeda se deslizan justo donde acaba de tocar—¿Vas...?
—Chiaki, cuando te veo así...—La sonrisa de Nagito es seductora—Solo quiero que te corras una y otra vez.
Ahí está, aquel lado de Nagito que solo Chiaki puede apreciar.
Komaeda utiliza los dedos y la lengua para estimular la intimidad de su chica favorita; utiliza su lengua para lamer la punta del clítoris, provocando que los nervios de Chiaki se estremezcan. Una sensación capaz de llevarla al cielo, y regresar por más.
—Nagito...—Una pequeña sonrisa se aprecia en el rostro de Nanami—Sigue, sigue...
Komaeda acepta gustosamente, lamiendo aquella pequeña zona que hace que Chiaki gima de esa manera; continua, una y otra vez, jugando con los dedos, la lengua y la humedad.
Cambia la velocidad, retrocediendo, avanzado, de un lado al otro, todo mientras Chiaki enloquece con cada toque. Una mano suya está entre los cabellos de su novio, y la otra apretando las sábanas blancas debajo suya.
—Chiaki...—Suspira Komaeda sonriente—Podría hacerlo toda la noche, pero te desmayarías.
—No me subestimes—Responde Chiaki también con una sonrisa— Que de los dos, eres el que más gimotea.
Komaeda se acercaría a besarla pero tiene un trabajo pendiente delante suya, Continua sin darle oportunidad a Nanami de recuperarse, esta vez manteniendo un ritmo constante, una que despoja a Nanami de cualquier vergüenza.
—¡Nagito!—Exclama Nanami, por suerte las paredes del departamento son gruesas y ni siquiera tienen vecinos todavía—Nagito, te amo, te amo...
Y con esas palabras, Nanami alcanza el primer orgasmo de la noche, se lleva una mano a su propia mejilla y deja que el placer la envuelva tan rápido como es posible. Pero eso no significa que su lujuria se haya ido, después de todo, ahora es turno de Nagito.
—Hay un condón en el cajón—Dice Nanami un poco jadeante, refiriéndose a la mesa de noche al lado de la cama—¿Te has corrido?
—A diferencia de ti, resisto un más—Se burla Komaeda, antes de recibir un almohadazo de parte de su novia.
—Tonto—Responde Chiaki sin perder la sonrisa—Ven aquí.
Ambos se sientan en la cama; Nanami desabrocha los pantalones de Nagito al mismo tiempo en que lo besa en el cuello, también dejando una pequeña marca, después de todo, no es justo que solo ella posea una.
Komaeda levanta los brazos para que Nanami le quite la camisa, ahora ambos solo tienen una prenda encima; el su boxer, ella la camiseta.
—No llevas nada ahí abajo ¿verdad?—Pregunta el chico, y Nanami niega con la cabeza—Desde aquí puedo notar tus pezones erectos.
Nagito es de hablar sucio, sin censura ni indirectas, mientras que Nanami aún no es tan explícita (excepto cuando está extremadamente caliente, como ahora).
—Entonces no tiene sentido seguirlos ocultando—Con el rostro rojo como tomate, Nanami se retira la blusa, revelando sus pechos.
—¿Cómo puedes ser tan hermosa?—Pregunta Nagito, y ella levanta sus hombros sintiéndose halagada.
—Tú también tienes algo que me estas escondiendo.
Nagito sabe a que se refiere, así que se pone de pie y de manera lenta baja su ropa interior, revelando su erección; Nanami lo mira de pies a cabeza, su novio es en extremo guapo, y su pasión por él no tiene límites.
Komaeda rebusca en el cajón y saca el pequeño sobre cuadrado, lo saca con cuidado y tras comprobar que está en perfecto estado, lo coloca en su propio miembro. Comprueba hasta tres veces que todo esté en su lugar; entonces se pone encima de Nanami con cuidado.
—Debo parecer un disco rayado, pero te amo—Dice Nagito mientras suavemente introduce dos dedos dentro de Nanami, para comprobar que esté lo suficientemente lubricada.
—Y-Yo también...—Dice Nanami mientras toca el rostro de Nagito—Te amo mucho.
Se besan apasionadamente, mientras Nagito entra poco a poco en su novia, un estoque lento, que hace que Chiaki abra los ojos y diga el nombre de Nagito.
Lo hacen, al principio despacio, pero conforme pasan los minutos, los cuerpos de ambos se relajan y se acostumbran a la presencia del otro; siguen, sin que nada entre ellos no les haga decir lo mucho que están sumergidos en el placer.
Expresiones que quedan para siempre en la memoria del otros, y gemidos que permanecerán en esa alcoba.
—Chiaki—Dice Nagito mientras embiste con un poco más de fuerza—Chiaki...
No hay más que decir, o simplemente, no se les ocurre nada mas que decir, todo mientras su sangre se concentra en generar tanto placer que no se les ocurre una manera de expresarlo.
Entrelazan sus manos, se miran a los ojos mientras las velocidad es cada vez más, las piernas de Nanami tiemblan y aun así las cruza en la cadera de Komaeda.
—Aah...Nagi...Nagito...—Nanami cierra los ojos con fuerza, pues ha alcanzado un segundo orgasmo, las ventajas de ser tan sensible.
Komaeda suspira de manera pesada, pues él también comienza a sentir un calor formándose en su entrepierna, y unos escalofríos cada vez más densos.
—Chiaki...—Pronuncia una vez más antes de correrse, ambos permanecen estáticos, mirándose directamente, mientras la lujuria disminuye lentamente.
Se vuelven a besar, entonces Komaeda se acuesta a un lado de Nanami, y permanecen abrazados, mirando el techo con las respiraciones agitadas.
—Necesitamos un baño—Comenta Nanami.
—Estoy de acuerdo—Komaeda besa la frente de Chiaki—Mañana tendremos todo el día para nosotros.
—Y para Hiro.
Dos personas que aprendieron a ser ellos mismos, consigo mismos y con su pareja. Han tenido todo un año para disfrutar de esto, y tienen la meta de disfrutarlos muchos años más.
Fin ♡
Lo horny soft es superior ૮꒰ ˶• ༝ •˶꒱ა espero que les haya gustado!! <3
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