La luna se encontraba brillando blanca sobre él mientras Jimin se dirigía a la playa esa noche. A pesar del verano alcanzando su final, aún estaba cómodamente cálido, incluso a esta hora. Ninguna brisa perturbaba el aire, una suave calma asentándose en el océano.

Se agachó debajo de las barreras temporales, puestas en las escaleras hacia la playa cada noche.

Jimin estaba usando su top suelto y shorts, pies descalzos dejando huellas en la arena.

La marea se encontraba en un punto medio entre baja y alta. El delicado arrastre del mar besando la costa. A pesar de ser la mitad de la noche, Jimin se sentía bien despierto. La arena iluminada por la luna y las estrellas destellando en el agua.

Un manojo de meses antes, no hubiera siquiera considerado poner un pie en la playa después de que el sol se hubiese ocultado. Era conocimiento general que hacer aquello era algo muy peligroso. Jimin no estaba asustado. Yoongi había dicho que lo protegería.

Jimin sonrió suavemente ante el pensamiento del otro.

Él estaba sentado debajo del acantilado como siempre cuando Jimin llegó, iluminándose ante su presencia. Algo desconocido brillaba en sus ojos. Anticipación tal vez. Un entusiasmo que Jimin rara vez veía.

Yoongi era tan pálido y hermoso como la luna. Su cola brillante e iridiscente.

Yoongi se estiró y tomó su muñeca.

''¿Quieres ir a nadar?'' él sonrió, mostrando todos los dientes, ojos arrugados en felicidad.

Jimin vio por encima de su hombro. A pesar de no estar muy preocupado acerca de estar en la playa de noche, nadar era otra cosa bien distinta. Para Jimin, una cosa era estar en tierra, listo para correr ante cualquier señal de peligro, y otra era sumergirse en aguas infestadas de sirenas, en un momento donde eran más propensas a atacar.

''¿No te entusiasma?'' preguntó Yoongi. ''Lo entiendo.''

Jimin se preguntó si debería haber traído su teléfono. No había tenido la oportunidad de ponerle música a Yoongi todavía, y estaba seguro que la sirena la amaría. Aunque su primera experiencia con una canción había sido el ringtone de Jimin, y no había sido una placentera. Pero si Jimin estuviese más preparado, y el volumen estuviese más bajo, Jimin estaba confiado de que le gustaría.

Debió haber traído su teléfono así podían tomarse fotos juntos. La playa lucía tan bonita así.

''Al menos ven conmigo y sentémonos en la orilla.''

''Supongo que podría.''

Yoongi comenzó a arrastrarse a sí mismo, no tan elegantemente, a través de la arena. Jimin inhaló y dio zancadas hasta su lugar, poniendo sus manos debajo de los brazos de Yoongi y alzándole. Lo arrastró hacia el mar de la misma manera en que había arrastrado a la sirena hacia el voladizo la primera vez. No había necesidad de borrar sus huellas esta vez. El mar borraría fuera cualquiera evidencia de que cualquiera de los dos hubiese estado allí.

''Esto es humillante'' murmuró Yoongi.

Jimin lo cayó juguetonamente. ''Realmente lo amas.''

''¿Es cierto eso?''

''Yup.'' Jimin lo dejó caer en la arena.

Estaban a unos buenos tres metros del mar ahora.

Yoongi lo persuadió de acercarse, hasta que sus pies tocaron el frío mar nocturno, el agua salpicando débilmente hasta sus tobillos.

''No más lejos.''

''Bien'' dijo Yoongi.

Jimin no estaba seguro de cómo explicarlo, pero algo se sentía diferente. Una impaciencia de Yoongi, seguida de una determinación. Cuando pensó que Jimin no estaba viendo, su cara era dura y vacía de emoción.

''Yoongs, ¿estás bien?''

Desde donde se sentaba en el agua, la sirena le vio. Una expresión lastimera en sus facciones. Lentamente, se deslizó más cerca, apenas interrumpiendo el curso del agua.

''Sí.''

''¿Estás seguro?''

''Mhm.'' Se colocó junto a Jimin, y tiró de él hacia abajo, haciéndolo caer con un salpicón en los llanos.

''¡Ah! ¡Yoongi, está muy frío!'' chilló Jimin a través de dientes castañeantes. Estaba completamente empapado, pero no hizo ningún movimiento para levantarse. Ya era muy tarde. Su cabello estaba enredado y mojado por el agua, su top suelto colgándose de él.

Yoongi se lanzó hacia delante, envolviendo sus brazos alrededor de él, proporcionando una cantidad inusual de calor. Jimin estaba sorprendido ante su calor corporal, pero se relajó en él. Estaba debajo de Yoongi, piernas a cada lado de su cola.

Yoongi trazó una de sus garras, ligero como pluma, a lo largo de la mandíbula de Jimin, después su mejilla, y debajo hasta sus labios. Le dio un duro beso, antes de frotarse contra su cuello. Besó la suave piel debajo de la oreja de Jimin, avanzando hasta sus clavículas. Aliento ligero contra él.

Jimin inclinó su cabeza hacía atrás, ojos cerrados.

Yoongi deslizó sus brazos alrededor de él en un agarre fuerte. Nariz en el cuello de Jimin, pausó para respirar. Después, hundió sus dientes dentro, profundo.

Enterró sus garras dentro de la espalda de Jimin, su agarre mordaz mientras el chico trataba de alejarse. Dejó salir un lloriqueó y comenzó a pelear contra él mientras Yoongi lo arrastraba hacia aguas más profundas. Sus sacudidas y salpicones se volvieron más frenéticos.

Su sangre estaba caliente mientras corría contra su cuello y pecho. Tintó el agua alrededor de ellos de un marrón turbio, esparciéndose como tinta. El escalofrío en sus huesos creció, sus dedos entumecidos. El dolor puncionando a través de él mientras trataba desesperadamente de liberarse.

Yoongi no se lo permitió. Se alejó por solo un segundo, sangre manchando su cara y mandíbula, un brillo en sus ojos, sonriendo vicioso ante el pánico de Jimin.

Jimin podía sentir su piel rompiéndose a medida que la sirena cavaba sus garras más profundo en su espalda. Las puntas serradas haciendo el trabajo más corto en su carne.

Yoongi lo tenía solo ahora, después de tanto.

Era la mitad de la noche. Su sonrisa sin remordimientos, enorme. Un verdadero depredador.

Lamió un lado de la cara de Jimin, encantado con el cuerpo tembloroso debajo de él.

Jimin pataleó contra la arena, el agua ahora a nivel de su cadera.

Yoongi sacó sus garras de la espalda de Jimin, y giró dolorosamente una mano en su cabello, girándole para que pudiera ver la playa, su espalda contra el pecho de Yoongi.

Su cuello estaba punzando, y trató de empujar a Yoongi, empujando contra él, pero fue infructífero. La sirena era muy fuerte para él. Un brazo se alzó y tomó las muñecas de Jimin, clavándolas enfrente de él. Su cola enredándose alrededor de las piernas del chico. Apretando fuertemente como una serpiente comprimiendo a su presa.

La mano en su cabello desgarró duramente la cabeza de Jimin hacia atrás, exponiendo su cuello deshecho. Yoongi chupó contra la herida. El pulso de Jimin bajando rápidamente. El agua a su alrededor se calentó con sangre. Camisa blanca un rojo oxidado.

Yoongi sonrió ante la sensación del pulso de Jimin bajo sus dedos. El peso de su cuerpo presionado contra el suyo.

Arrastró sus dientes a lo largo del hombro de Jimin, dejando rasguños rojos mientras esperaba a que Jimin se debilitase. A pesar de ser considerablemente más fuerte, fue todo un inconveniente para Yoongi que su cena continuase pataleando.

Jimin dejaba salir pequeños gimoteos de dolor. Cuando Yoongi mordió su hombro con dureza, chilló. Yoongi amaba esto. La adrenalina surcando a través de él, la euforia que sentía, cuando finalmente tuvo a su presa dentro del agua.

Estaban solos en la playa, y Yoongi podría prolongar esto todo lo que quisiera.

Jimin se había quedado quieto en sus brazos, respiración débil. Yoongi desenredó su cola, y soltó su agarre tanto en la cintura de Jimin como en su cabello. Y ahí fue donde Jimin pateó violentamente, sacando el aire de Yoongi, que se dobló sobre sí mismo en reflejo.

Jimin trastabilló a la costa. Se tropezó en el agua, cayendo de rodillas, débil por la perdida de sangre. Se sentía como hielo, sus extremidades pesadas, el frío profundo en sus huesos. Tambaleándose hasta ponerse de pie, comenzó a salpicar a través del agua.

Casi había alcanzado la orilla, cuando sintió el dolor atravesándole. Garras arrastrando profundos surcos por todo lo largo de su pantorrilla. Atrapando su tobillo, lo suficientemente fuerte como para romper el hueso, y enviándolo de vuelta al suelo.

Yoongi estuvo sobre él en segundos. Su siseó fuerte, enfurecido. Empujó a Jimin sin piedad contra la arena. Un peso muerto sobre su espalda. Jimin clavó sus uñas lo más fuerte que pedo contra los brazos de Yoongi, y sorprendido, la sirena aflojó un ápice, dándole a Jimin el suficiente tiempo para pelear por liberarse, quedando tumbado sobre su espalda.

Jadeó buscando aire, arena crujiendo en sus dientes, pegada en su cara.

Su sangre manchando y floreciendo debajo de él.

Yoongi sostuvo sus brazos a sus costados. Los ojos de Jimin estaban abiertos, aterrorizados.

Trató de patear a su atacante, pero Yoongi había deshecho uno de sus tobillos y el dolor era insoportable. Podía sentir la arena arrastrándose dentro de sus heridas. Cuando trató de empujar a Yoongi lejos, la sirena atrapó uno de sus brazos y le dio toda una vuelta. Justo como su tobillo, Jimin escuchó el crujir del hueso antes de sentirlo. Yoongi dejó caer su antebrazo a su lado, inservible.

Lágrimas resbalaron por el rostro de Jimin.

Trató de gritar, pero Yoongi estampó una mano sobre su boca, garras atrapando su mejilla. Sangre fresca goteó por la barbilla de Jimin. Sacudió su cabeza frenéticamente de lado a lado. Golpeó débilmente contra Yoongi que ignoraba sus intentos de escape.

''No lo suficientemente cerca'' siseó la sirena. Ira agitándose en sus ojos. Su piel pálida manchada con sangre, embarrada en su cabello.

Comenzó a tirar de Jimin de vuelta a las olas. Ignorando sus gemidos agonizantes, demasiado débil para pelear de vuelta.

Arrastrado por la arena, dejando un surco detrás.

El agua lavó sobre el cuerpo de Jimin, sintiéndose familiarmente cálido. La sal quemaba sus heridas. Pero no era suficiente. Se sentía completamente indefenso ahora, sus extremidades arrastrándose por el agua, mientras Yoongi lo arrastraba más lejos en el mar, un brazo alrededor de su torso, el otro en frente de el alrededor de sus hombros.

Cabeza colgando, Jimin apenas respondió cuando garras se enterraron en su estómago. El dolor era increíble, mientras estas cepillaban por su suave piel. Sangre fresca emanando debajo del agua.

Yoongi los hundió en el agua, aún destazando el costado del estomago de Jimin. La carne arruinada debajo de sus dedos, los debilitados músculos. Ansioso por destriparlo.

Jimin dio una última sacudida, que Yoongi respondió dándole un mordaz apretón, costillas inferiores destrozándose.

Se alzó de vuelta firmemente. Cuerpo roto en sus brazos.

Jimin a duras penas inhaló aire cuando emergieron. Su piel un pálido drenado. Sangre se amontonaba brillante y rojiza en la esquina de su boca. Burbujeaba a la par de la irregular, elaborada respiración del chico. Corriendo por su barbilla y cuello.

Yoongi lamió parte de ella. Una sonrisa partiéndole la cara.

Jimin sentía tanto, tanto dolor. Una mano escarbando el desastre recién hecho en su estómago. El agua salada le llenaba la boca mientras Yoongi lo sumergía una vez más. Cada dolor y molestia parecían haberse apagado con el resto de sus sentidos.

Ahora podía escuchar muy poco, sonido blanco invadiendo sus sentidos. Ojos cerrados, porque no tenía la energía para abrirlos. Podía sentir las manos recorriendo y tironeando de su cuerpo, pero no había dolor. Ya no.

Burbujas dejaron su nariz y boca, flotando lejos de su cara.

La presencia de Yoongi, un constante.

Su pecho ni siquiera dolía, y con gusto dejó al océano entrar a sus pulmones. Labios abiertos. La presión del océano rodeándolo. Más hondo, oscuro, y frío.

Por encima de ellos, la línea plana del océano ondulada. El aire cálido. Mar delicadamente esparciendo el sombrío desastre en la playa, lentamente lavándolo fuera mientras la marea se erguía cerca de los acantilados.

La luna, una vez desecha en la superficie del océano, lentamente se completó de nuevo, hasta que, cuidadosamente, tembló y se distorsionó, después, se quedó quieta.

Y todo estaba en paz.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

pobre Jimin, si tan sólo hubiese visto las señales. :(

traduzco y escribo cosas felices también, lo prometo!  chequen mi cuenta acá o en twitter (_niallsplacebo) ♥ besos