3.

— Deberías llevar ese anillo en tu mano — Sam se cruzo de brazos mirando a Bucky jugar con la cadena en su cuello.

—A Julia no le molesta. Cuando esté listo.

— Te pierdes solo por Italia, que maravilla, me encantaria hacer eso contigo — Julia caminaba con los tacones en la mano, unos zapatos bajos que había comprado de último minuto la ayudaban a poder seguir el camino de regreso, estaba oscuro y tenía la cabeza apoyada en el hombro de Bucky mientras sostenía su brazo.

— Era una pequeña playa, lindo.

—Deberías llevarme

Bucky mantuvo su mirada hacia el frente, Zemo con el cabello húmedo fue un destello en sus recuerdos que empujó profundamente — No recuerdo el camino, lo siento — Mentira. — Oeznik mencionó ayer un postre italiano, creo que le pediré que me haga una lista de los ingredientes, tengo deseos de probarlo.

— Te acompaño.

—No cariño, tus pies te estarán matando mañana, descansa, iré yo.

—Oh, James, tengo el presentimiento de que no me quieres donde sea que vayas.

Helmut tenía acomodo la almohada tras su cabeza cuando la película finalizó, miró a Bucky a su lado con una sonrisa — ¿Qué tal?

—Es, interesante.

—¿Solo eso?

—Me gustó, tienes un gusto particular pero no malo — Zemo fue ayudado por Bucky a sentarse en la cama, pareció dudoso, mirando un segundo las manos en su pantalón de pijama — ¿Solo has venido hasta acá para ver una película conmigo? — Zemo lo miro por fin.

James asintió — Si.

Zemo saco un libro del cajón de su mesa de noche, lo cedió a James que lo tomó, Bucky habló — El Hobbit, es la edición del 37, ¿cómo?

Zemo se encogió de hombros — Vi tu fondo de pantalla.

—¿Me lo prestarías?

Zemo negó con la cabeza, una sonrisa bailando en su boca al mirar como el rostro de Bucky se colocaba triste — Es tuyo, un regalo, complaceme.

—Gracias, es increíble.

—¿Podrías complacerme un poco más?

Bucky asintió.

—Podrías decirme tu número...

— Claro. A cambio de algo.

Helmut lo animo con un movimiento de cabeza para hablar — Toca para mí...

Zemo sintió sus mejillas encenderse, pero asintió — Si, solo, otro día será, el dolor en mi tobillo me distrae demasiado — Zemo mintió, su pecho palpitaba con fuerza —, esta sanando rápido no será tan tardado, podrías hasta sacarme a bailar si quisieras —Zemo trato de aligerar el ambiente.

— También me gustaría.

La rutina establecida con Julia paso rápidamente, pequeños paseos a restaurantes, lugares turísticos y compras de souvenir, hasta que en la noche ella dormía y Bucky la mañana siguiente iba al pequeño huerto que solo él conocía, sacó su celular mirando un mensaje de Zemo, una cita para mañana, algo sobre una película francesa, Bucky acepto rápidamente sin estar muy seguro de que hacer mañana para convencer a Julia de salir solo otra vez, la semana de su luna de miel estaba pasando rápido. Se levantó de la cama por un vaso de agua, encendió la televisión en busca de distraerse, Julia le había hecho prometer no ver noticieros, espectáculos o cualquier red social, principalmente para su salud mental, recibía mensajes de su terapeuta y Sam e ignoraba olímpicamente los de su padre.

Sintiendo que su pierna se movía sacó su teléfono, marcando el número se Sam.

— Hola — Sam se escuchaba cansado —, amigo ¿esta todo bien?

—Tengo que contarte algo Sam.

Sam dejo a Bucky hablar después de animarlo, escucho atentamente de Helmut Zemo — Él, me hace sentir diferente, no me siento ansioso, solo siento paz...

—¿La engañaste?

—No, jamás, no le haría eso pero...

— Estas sintiendo algo más.

—Si, es ridículo, solo lo conozco de un par de días.

— En esos días se a abierto a ti, te abrió las puertas de su casa, a su familia, sus tías te dan de comer y te preparan té, es un pequeño hogar Bucky, es normal sentirse cómodo. Solo debes aclarar lo que sientes y saber como se siente él contigo, Julia es una gran mujer.

Bucky afirma suavemente recordando a Zemo sonriendo cuando sacó a bailar música clásica con Bernadette y Adelaida mientras comían bocadillos, la calidez se envolvió en su pecho recordando a Helmut. Entonces las fiestas frívolas a las que asistía con Julia golpearon en su mente.

—¿Qué hago?

—Algo de amor rudo.

Tienes que decirle.

Bucky sentía la mano de Zemo jugar con sus dedos, sus manos no estaban exactamente entrelazadas pero si unidas, él apoyaba su cabeza en su hombro, el leve sonido de la película en francés en la televisión que Zemo había conseguido. —Helmut — Zemo alzó una ceja mirando hacia arriba directamente a los ojos de Bucky.

— Jamie.

— A ti te, gustan...

Zemo sonrió — Me gustan muchas cosas James.

Bucky se aclaro la garganta — Quiero decir, ¿que opinas de los hombres?

Zemo parecía confundido — No se si entiendo exactamente tu pregunta, mi opinión sobre mi propio género es neutral, algunas opiniones de otros hombres que he conocido me han dejado con intenciones un poco molestas por su descaro o falta de empatia y humildad.

Bucky frunció el ceño — Espero no ser uno de esos.

—Definitivamente no lo eres James. Si te refieres físicamente, puedo decir si un hombre me es atractivo sin ningún problema ni prejuicios de por medio.

James asintió.

—Si te refieres sexualmente — Zemo sintió un rubor pero suspiro borrandolo —, también son de mi gusto y disfruto bastante su compañía como con una mujer.

—Oh

— Espero que aclarara tus dudas.

Bucky asintió, Zemo espero, acostumbrado a veces a que los chicos al enterarse de su sexualidad se apartaran pero Bucky permaneció en silencio — Opino igual que tu y también disfruto mi sexualidad con hombres y mujeres.

— Oh — Esta vez fue el turno de Zemo, Bucky enredo sus manos suavemente, la delicada de Zemo bajo su palma.

— Me gustas. Me gustas mucho Helmut Zemo — Bucky explicó suavemente.

— Y tu me gustas a mí James, solo James...

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