Día 5 | Decisión Tomada

El pino navideño había quedado armado y lucía hermoso en el rincón de la sala. Con adornos dorados y rojos, el verde de su follaje parecía resplandecer.

La jornada había concluido y esa charla personal que revelaba fragmentos de sus vidas había quedado resguardada entre las cuatro paredes de la cálida cabaña de madera.

Pero también quedó resonando en la cabeza de Jungkook, aquello que Jimin le contara sobre no estar enamorado de su novio.
Él no sabía por qué, pero le agradó descubrir que su corazón estaba disponible.

No, mentira, sí lo sabía, él sabía perfectamente que Jimin le gustaba.

Y era revelador para él, un alma solitaria, percibir que alguien le interesaba más allá de los límites de la amistad.
Él, por qué no admitirlo, se sintió contento de que Jimin le declarara que no amaba al novio. Tal vez su compromiso con ese tal Taemin, siguiera de pie, pero su corazón no estaba puesto allí, y eso era... mucho a su favor.

Jungkook comenzaba a encariñarse con el rubio verborrágico, que sonreía también con sus ojos y que sufría porque su autito pasaba frío. Todo eso le encantaba del chico, todo. En algún punto de ese diálogo mental que estaba teniendo consigo mismo, se sintió apresurado. Jimin solo llevaba dos días a su lado y él supo que una vez más, estaba repitiendo patrones de conducta que han signado su vida amorosa: Conocía a alguien y creía estar enamorado a los cinco segundos, comenzaba una relación a toda velocidad y ¡zaz! Así como iniciaba, mal acababa.

Fracaso tras fracaso, Jungkook nunca había tenido una relación duradera debido a este tipo de actitudes.

Frente a Jimin, que dormía en el sillón de su sala, tras haber hablado hasta por los codos y haberse agotado por armar, según sus propias palabras, el "árbol más grande de su vida", Jungkook se hizo una solemne promesa, esta vez no tropezaría con la misma piedra, no cometería el mismo error de siempre, él se permitiría disfrutar de la compañía de Jimin sin apresurar nada. Después de todo, aunque el rubio no estuviera enamorado de su novio, esa relación existía y él no era nadie para interponerse.

¡Listo! Decisión tomada.
Se sentía conforme y orgulloso de sí mismo.

No, mentira... él sí quería interponerse y decirle a Jimin que le gustaba, demasiado...








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