*D O S*

Nota: Antes de leer, quiero decirles que la mayor parte de lo que está escrito en este capitulo sucedió de verdad, y quería contarles un poco sobre ese día.

***

Tengo unas ganas brutales de dejar todo e irme a dormir, pero no puedo, por más que quiera no puedo o me botarán del trabajo. Porque si, gente, Andrea Mendoza consiguió por fin trabajo, incluso faltando unos meses para que cumpla la mayoría de edad, así que aquí estamos, yo contándoles mis anécdotas mientras trabajo porque necesito money, la plata no me va a caer del cielo como en la casa de papel cuando esparcen el dinero por toda la ciudad, ni tampoco lo tendré sentándome en la poceta y esperar a que salga.

Atiendo a una señora mayor, muy linda y amable por cierto, se parece a mi abuelita y a la abuela de Gabo, le vendo lo que quiere y ella se despide diciendo que volverá pronto a comprar más.

Tan linda, venga todos los días si quiere, señora. Yo no me quejo.
Es más, así me distraigo, las ventas han estado muy flojas durante el día y esa señora fue un rayo de luz a este día gris y patético que estaba teniendo.

Como no hay más clientes, agarro mi celular y abro el instagram, comienzo a ver las historias de las personas a las que sigo, y me detengo sorprendida en una.

Un chamo de una agrupación venezolana a la que sigo posteó una historia diciendo que estarían en un perfumes factory ayudando a un amigo con su local, y que podríamos ir a verlos, estarían de una a cuatro de la tarde en ese lugar.

¡¡Dios!! Y pensar que yo no estoy muy lejos de donde están.

Reviso las historias de los otros chicos de la agrupación y efectivamente estarán en ese lugar.

¡AAAAHHH! *Inserte gritos de chama loca*

Yo quiero verlos, es mi sueño, y justo cuando yo comencé a trabajar.
Es que no, de seguro estoy en mi casa sin hacer nada y ni una mosca atrae mi atención, ah pero esperen a que este trabajando para que así ocurra de todo, para que yo no pueda ir. Desgracia ven a mi nuevamente.

Quiero llorar.
Estarán hasta las cuatro y yo trabajo hasta las cinco. Malvado Maduro, todo es tu culpa, si la situación no estuviera tan fuerte yo no tendría que trabajar. Ojalá y te de diarrea.

Cierro el instagram casi que llorando y le escribo a Francis y Vale.

Yo: ¡Chicas! Quiero llorar, los chicos de Calle Ciega estarán relativamente cerca de donde yo trabajo y no podré ir a verlos.

Vale: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿En qué momento?

Yo: Si, recién acabo de ver sus historias.

Francis: Malvada sea, y ¿por qué razón, motivo o circunstancias nosotras no sabíamos nada?

Vale: Por gafas, teníamos que estar pendiente de sus historias. Ninguna de las tres podrá ir ahora.

Yo: Toy que cierro la tienda y me voy, la venta ha estado floja y no estoy haciendo nada.

Término de enviar el mensaje cuando el teléfono de la tienda suena, descuelgo y hablo toda profesional.

—¿Andrea podrías cerrar hoy la tienda a las 3:30 y te vienes a la tienda del centro? —habla mi jefa al otro lado de la línea telefónica— Es que no me dará chance de ir hasta allá y tenemos que sacar cuenta de las ventas de esta semana.

—¡Ok! No hay problema. —Respondo.

—¡Gracias! —dice mi jefa antes de colgar la llamada.

Miro la hora en mi teléfono, 3:15pm.
¿Qué pasaría si cierro ahorita en vez de a las 3:30?
Ash, sin miedo al éxito An, cierra la tienda y vete hasta el lugar donde están los chicos de Calle Ciega. Es tu oportunidad de conocerlos ahora que no son tan famosos.

Y así hice, gente.
Cerré la tienda y me fui.
Rogándole a Diosito que mi jefa no se enterara.
Caminé más rápido de lo normal, casi que me pongo a correr como loca para llegar al metro lo más pronto posible.
Llego sudada y agotada a la estación y bajo las escaleras hasta los andenes, esperando que el bendito tren llegue rápido y no les de por andar con esa gafedad de: El metro presenta un fuerte retraso porque me bajo y empiezo a caminar por los túneles.

El metro llega segundos después, gracias a Dios y me bajo en la próxima estación. Si, les dije que estaba cerca, una sola estación de distancia.
Salgo del metro y miro pa todos lados, ahora ¿dónde carrizo quedará ese perfume factory? Y ¿si no lo consigo? ¿Si me pierdo? De nada habrá valido cerrar con quince minutos de adelanto porque no podré tomarme una foto con ellos.

Con la duda dentro mi camino por la calle en línea recta, si no consigo la tienda me tocará seguir caminando hasta que consiga la próxima estación abierta y me vaya con el rabo entre las piernas hasta donde mi jefa me está esperando.
Sigo caminando casi que con la lengua afuera por todo lo rápido que tuve que caminar hasta llegar aquí, estoy cansada y ni siquiera he encontrado el local.
Camino hasta la primera cuadra y nada, malvada sea, o través culpa tuya Maduro.
Sigo caminando mirando pa ambos lados y en la segunda cuadra mi corazón comienza a palpitar como si hubiese corrido porque un ladrón me perseguía.

¡La encontré!
¡AAAAHHH!
Es verdad eso que dicen de que el que persevera alcanza, gente.

Me quedo de pie al otro lado de la calle de donde se encuentra la tienda, debatiendome mentalmente por si entrar o no, ahora mi valentía se fue con el metro y no se bajó en esta estación conmigo.
Saco mi teléfono y llamo a Francis

—¿Qué pasó? —dice a penas atiende el teléfono.

—Nena, ¿a qué no sabes? —digo en un chillido.

—¿Qué? ¡¿Fuiste a conocer a los chicos de Calle Ciega?! —chilló en respuesta.

—Siii, estoy al otro lado de la tienda, justo al frente, pero ahora me da pena entrar.

—¿Como que pena? —puedo escuchar su regaño incluso al otro lado de la línea— Nena muevete a entrar a ese lugar, te tomas fotos con ellos y aparte me mandas un audio de los chicos, como tu amiga te lo exijo.

Miré hacia la tienda y mis nervios crecieron.

—Nena es que las fans que están ahí están acompañadas y yo ando sola, no tengo quién tome la foto. Me da pena

—Nada, Andrea, si no entras juro que esto jamás te lo perdonaré. Entra como si fueras a preguntar por un perfume y luego le pides las fotos, es más deja y le pregunto a mi mamá por un perfume que vendan ahí. —puedo escuchar como llama a su mamá y le dice que le de un nombre de un perfume que vendan en perfumes factory— Dolce y Gabbana, muevete a entrar y me avisas.

Dice y cuelga la llamada.

Miercoles, se valiente An.

Cruzó la calle y en vez de ir hacia la tienda subo la calle en sentido contrario como si fuera a ver algo más, llego hasta la esquina y me regreso.
Al frente del perfumes factory hay dos chicos con camisa negra entregando volantes del lugar, tomo uno y entro al local.

Mis nervios se disparan aún más al ver a los chicos, suspiro y llego hasta el mostrador, pregunto por el precio de un perfume y el chico que me atiende me dice los precios.
Saco mi teléfono y le envío un audio a Francis.

Yo: Nena los tengo al frente, están cantando y todo y tengo súper pena.

¿Quién diría que yo, Andrea Mendoza, alguna vez sufriría de pena?

Es hora, An, se valiente.

Me acerco a dos de los chicos que están cantando con varias chicas alrededor de ellos. Uno de ellos es Alex y el otro Renny.

—¿Podría tomarme una foto con ustedes? —pregunto con voz temblorosa.

Malvados nervios.

—Claro. —responden los dos al mismo tiempo.

Le doy mi celular a una chica y ella nos toma la foto.

—¡Gracias! —digo y me alejo en busca de otro de los chicos, el que más me gusta.

Reviso la foto y me doy cuenta de dos cosas:
1- La foto salió bien borrosa. La chama esa como que no sabe enfocar una cámara de teléfono.
2- Se me había olvidado quitarme el tapa boca por lo que en la foto aparece mi tapa boca en mi barbilla, de chismoso y salio.

Malvada suerte la mía.

Me doy cuenta de que el otro chico, esta de espalda a mi tomando agua, así que mientras espero reviso mi celular para ver si Francis me respondió. Pero nada.

Por el rabillo del ojo vi que el chico, el otro amor de mi vida, porque el primero es Gabo, ya había dejado de tomar agua y estaba cerca de mi, me armo de valor para también pedirle una foto.

Es ahora o nunca, An.
Me giro hacia Kayl, y lo miro con ojos de borregito enamorado.

—¿Podría tomarme una foto contigo? —pregunto. El me mira y sonríe.

—Claro. —responde y le doy mi teléfono a otra chica pidiéndole que por favor tome la foto.

Me acerco a Kayl y el pasa su brazo por mi hombro.
¡Ay Dios! Voy a morir.
Sonrío a la cámara aún con mis nervios.

—Tomé dos fotos por si una salió borrosa. —dice la chica entregándome el teléfono

—Gracias. —sonrío en respuesta.

No miro la foto sino que me giro otra vez hacia Kayl.

—¿Puedo pedirte un favor? —pregunto nuevamente y el me mira con un poco de duda.

—Dime.

—¿Podrías enviarle un audio a una amiga? —él sonríe ante mi pregunta, su expresión relajándose.

—Claro. —vuelve a decir.

Coloco mi teléfono en alto y le digo:

—Se llama Francis, ¿sabes pronunciarlo? —en seguida me doy una cachetada mental por lo que dije.

A ver, An. Uno, acabas de decir el nombre en voz alta, dos, su nombre es fácil, no es como si le estuvieses escribiendo en una hoja el segundo nombre de tu amiga. Ahí si sería difícil de pronunciar.

—¿Francis? —pregunta con una mirada de: Es fácil, aparte tu lo pronunciaste antes, no soy estúpido.

—Si Francis. —respondo y presionó el botón de grabar haciéndole una seña a él para que comience a hablar.

—Hola, Francis. Aquí te habla Kayl. Te mando un abrazo, un beso, un saludo, corazón. Que pases una linda tarde.

Termina de hablar y él mismo presiona de nuevo el botón para parar la grabación.

¡Me derritoo!
¡Me derritoo!

Que Gabo no me vea así.

Suelto un “Gracias" y me alejo.
En la puerta diviso a Alex solo y me acerco de nuevo.

—¿Puedo pedirte un favor? —vuelvo a preguntar.

—Si, dime. —responde sin vacilar.

—¿Podrías enviarle un audio a una amiga?

—Claro, no hay problema. —responde y yo sonrío.

Coloco el teléfono en alto, porque si, Alex es uno de los más alto de los cinco chicos y presiono el botón de grabar, le hago una seña para que comience a hablar.

—Espera, no me has dicho el nombre de tu amiga. 

¡Rayos!
Me doy otra cachetada mental, por gafa.

—Cierto. —digo cortando el audio. —Se llama Francis. —el asiente y comienza a hablar cuando le doy al botón. —Espera, espera. —digo cortando su inspiración ya que había comenzado a decir algo— No estaba grabando. —digo y el ríe.

—Y yo poniendo ahí mi voz —dice divertido y asiento cuando ya veo que están corriendo los segundos— ¡Hola, Francis! ¿Como estás? Te mando un saludo, que la pases muy bien. Aquí estoy con tu amiga y bueno, te mando un abrazo y espero verte pronto.

Corto el audio y sonrió.

—¡Gracias! —le digo y salgo del lugar aún con los nervios dentro de mi.

Siento mis piernitas de pollo como unos fideos.

Suspiro y le envío otro audio a Francis, para mostrarle lo nerviosa que sigo estando.

***
Nota: Capítulo largo, gente.

Diré unas cositas por aquí:

1-Calle Ciega es una agrupación venezolana súper vieja (si, en serio) De esa agrupación nació, Chyno y Nacho y también Sixto Rein (al igual que otros cantantes). Por razones de la vida y de los años, esa agrupación se separó y quedó al aire, ahora esta volviendo a surgir de las cenizas (como el ave fénix) con nuevos integrantes. Por eso aún no son realmente conocidos.
2-Los nombres de los tres chicos que coloque arriba no son sus nombres verdaderos. Preferí no colocarlos para evitar inconvenientes (¿Si saben a lo que me refiero?)
3-Solo nombré a tres chicos en vez de a los cincos porque fueron con los que de verdad me tomé la foto, porque si, gente, como les dije al principio, todo sucedió de verdad y como ese fue un día feliz pa' mi, quise compartirlo con ustedes.
4-No diré los verdaderos nombres de los chicos pero si gustan pueden buscar en instagram la página oficial de la agrupación y ahí los encontrarán.
5-La inicial del nombre de ellos en este capítulo es la inicial de su verdadero nombre, es decir, el verdadero nombre de Alex comienza con A, el de Kayl comienza con K y el de Renny con R.
6- Si quieren ver como quedaron las fotos y lo desastrosa que yo estaba ese día pueden buscarlo en mi instagram. Aparezco como @girley_Lacruz, en mi perfil, en historias destacadas, hay una que tiene un corazón (<3) ahí están las dos fotos que me tomé ese día.
7-Ya no me extiendo más. Espero que les haya gustado el capítulo.
8-Este capítulo no fue especialmente tan gracioso pero como ya dije quería compartir con ustedes esta anécdota.
9-Nos leemos pronto, loquit@s
10-L@s Am@@@@

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