*Capítulo 4*
Es viernes, la semana ha pasado más rápido que mi mamá cuando sale corriendo para ir a hacer la cola del gas, he hablado durante la semana con Daniel cada vez que podemos, en el receso, al salir de clases, por mensajes, llamadas, incluso nos hemos ido juntos después de clases a nuestras residencias, ya que aunque no vive en el mismo edificio que yo, si vive en el edificio continuo, así que básicamente es como mi vecino de residencia. Yo vivo en la residencia Girasoles y él vive en la residencia Rosas amarillas, la verdad es que aun no entiendo porque la mayoría de las Residencias tienen nombres de flores en vez de comida, podrían llamarse no se, la arepa doble carne o la empanada dulce, bueno eso quedaría mejor para restaurantes o puestos de comida pero igual pueden colocarle otros nombres.
Y hablando de comida ya me dio hambre.
Se me antojo una empanada de pollo con guasacaca y una malta bien fría.
Ufff, ya se me hizo agua la boca.
Y pa' rematar ando sin plata, por andar comprando chupetas en diez bolívares que venden en las calles los tracaleros de chuchería, digo los buhoneros que venden chucherías.
—¿Qué harás hoy?— pregunta Francis mientras caminamos por el pasillo del liceo en dirección a la salida.
¡Al fin! Ya no aguantaba una hora más de clase.
—Iré a buscar en mi ropa algo que sea bonito para mi cita de mañana.
Suspiro feliz y muerdo mi labio como una tonta.
Dani y yo quedamos en salir mañana al cine, y la verdad estoy más nerviosa que las mises cuando tienen que responder preguntas y ni siquiera saben por donde empezar a responder.
Mi primera cita será mañana, y la tendré con mi crush, el único amor que he tenido desde que tenia como seis años o incluso antes, creo que desde que estudiamos por primera vez juntos en el jardín de infancia.
Desde entonces hemos estudiado en los mismos colegios aunque nunca en la misma sección.
Al parecer mis padres y los de él se pusieron de acuerdo en que estudiáramos en la misma escuela, desde entonces siempre me la pasaba mirándolo, admirando cada cosa que hacia así fuera mínima, me sentía como la peor acosadora que podía haber existido en el siglo XXI principalmente en el año 2020. O sea es que con tanta facilidad que teníamos para poder expresar nuestros sentimientos sin ser juzgados y aun así aquí estaba yo admirándolo desde lo más oculto, observando cada paso, cada gesto que hacia, como pasaba su mano por su cabello alborotandolo, o como mordía su labio cada vez que estaba concentrado en algo, o como arrugaba su nariz y frente cuando algo no le gustaba, o como sonreía abiertamente cuando algo le causaba felicidad, si, podía recrear en mi mente cada cosa de él, sabia todo de memoria y aún así nunca me pude a cercar a él por temor a que me rechazara o se diera cuenta de que lo había acosado durante muchos años, porque definitivamente me convertí en lo que tanto temía. Me convertí en una acosadora extremista.
Y ahora que él por fin se dio cuenta de mi existencia, de que por fin me hablo y me pidió salir con él he estado como divagando en mi propio mundo, sin creer todavía que mi crush al que yo creía un amor imposible y alguien inalcanzable se fijo en mi, en la reina de las vergüenzas.
—Suerte con eso— dice Vale sonriendo.
Si, la verdad es que necesitare mucha suerte, muchísima y con eso me refiero a una tarde de chicas en mi casa con Valentina y Francis, encerradas en mi cuarto buscando un oufit así bien bonito como esos que aparecen en internet, aunque claramente mi oufit no será tan bonito y sofisticado pero sera algo parecido, digamos que una copia barata pero bonita hecha en Venezuela.
—Si, lo se. Por eso ustedes irán conmigo hoy a mi casa.
***
Tres horas y media más tarde (imagínense la voz aburrida que colocan en bob esponja para narrar la parte del tiempo)
Y mi cuarto parecía sacado de un programa de acumuladores, literal, creo que hasta podríamos encontrar un hotel de lujo cinco estrellas de puras cucarachas debajo del montón de desorden que hay en el suelo, y aunque ese desorden tan solo lleva tres horas y media en el suelo puede crear en tan poco tiempo una ciudad entera de puros insectos.
Lo único que esta vacío, sin un desorden es mi armario, y es obvio porque toda mi ropa esta tirada en el suelo, en la cama, en la silla o en la mesa del escritorio de mi cuarto.
Suspiro y miro el oufit guindado en un gancho, que mis amigas me ayudaron a escoger para mi cita de mañana con Daniel.
—¿Están seguras de que es la mejor elección?— Pregunto sin dejar de mirar la ropa que elegimos.
—Más que segura, se te verá perfecta— responde una muy feliz Vale.
—Además tienes que confiar en nuestro ojo experto de la moda.
Aja, claro. Como si tuviesen alguno. En realidad no se porque dejé que ellas me ayudarán, supongo que necesitaba opiniones que no fueran la de mi hermana ni mi mamá.
—Ustedes no tienen ningún ojo experto, es más no se ni para que tienen ojos si los chicos con los que salen siempre terminan siendo unos orangutanes en proceso de descomposición
—Más respetico, Andrea. Puede que Vale salga con puros homo sapiens pero yo si tengo mis gustos.
—Oye, más respetico, Francis. Te recuerdo que no fui yo la que salio con el aborto de cucaracha de Luis.
Y así, señoras y señores, damas y caballeros, niños y niñas, es como comienzan las discusiones de mis amigas sobre quien salio o no con el murciélago más feo.
Aunque en realidad todos los murciélagos son lindos en comparación a los ex de mis amigas.
Suspiro y blanqueo los ojos.
Salgo de mi cuarto y las dejó discutiendo antes de que me metan en sus absurdas discusiones.
—¡Andrea!— me llama mamá apenas ve que entro a la cocina.
Que maña de la gente que cuando estas o pasas por un lugar no te dicen nada pero espera a que llegues a otra parte y te pongas cómoda para que te llamen y te toque regresarte.
Suspiro otra vez y me regreso a la sala.
—Si, ma.
—¿Podrías traerme un vaso de agua por favor?— dice sin siquiera dejar de mirar la novela esa chimba que pasan en Venevisión.
Really? O sea, es que no se le pudo ocurrir decírmelo de una vez cuando estaba en la cocina sino que hizo regresarme de allá para volver a ir y todo por un bendito vaso de agua.
Me trago mis quejas o es posible que me gane un castigo solo por decirle algo que no le haya gustado.
Vuelvo a la cocina y sirvo dos vasos, uno de agua para mi madre y uno de jugo de manzana para mi.
Llego de regreso a la sala y me siento a su lado en el mueble entregándole el vaso.
—¿Y las chicas?— pregunta refiriéndose a mis amigas.
—Las dejé en mi cuarto— respondo antes de llevar el vaso de jugo a mi boca y beber un gran trago
—¿Están de nuevo discutiendo?— sonrío y asiento.
Desde que comencé el primer grado de la escuela me hice amiga de Valentina y Francis, desde entonces siempre hemos sido las tres contra el mundo, el trío inseparable, por lo tanto mis padres y los suyos nos consideran parte de la familia, nos conocen desde que estábamos niñas, nos han visto a las tres siempre juntas, riendo, llorando, peleando, que ya se acostumbraron a cualquier cambio de humor y a cualquier locura que podamos hacer.
Termino de beber mi jugo justo cuando el timbre de la puerta de entrada sonó, mi mamá despego la vista del televisor un segundo solo para decirme:
—Abre la puerta, Andrea.
Blanquee los ojos como por segunda vez en diez minutos pero no sin antes percatarme de que mi mamá no estaba viéndome para no recibir el regaño del año por parte de ella.
Deje el vaso en la pequeña mesita de centro y me dirigí a la puerta. Abrí sin mucho ánimos y lo que vi ante mi me sorprendió muchísimo.
Un chico como de diecinueve años esta parado justo en frente de mi puerta y digo como de diecinueve porque es la edad que aparenta, tengo que alzar un poco la mirada porque si, todos resultan ser más grandes que yo y me topo con unos ojos marrones oscuros, una sonrisa ladeada y unos cabellos totalmente negros como la noche apuntando en todas las direcciones posibles, como si cada cabello tuviera vida propia y decidiera hacia que lugar apuntar y así quedarse a menos que alguien decida pasar un peine por ahí.
—¿Esta es la casa de la familia Mendoza?— su cara mostraba un poco de pena y confusión y su voz o por el mismísimo cielo, si que era perfecta, era como escuchar la melodía más hermosa y quedarte como estúpida queriendo escucharla otra vez para ver si fue que no la soñaste, mientras él se queda de pie frente de mi esperando a que le de una respuesta. Aunque ya ni se que fue lo que pregunto.
—¿Disculpa?— dije saliendo de mi asombro. El chico me miró esta vez con un poco de fastidio y volvió a hablar.
—Pregunte que si esta era la casa se la familia Mendoza— Sip, definitivamente no lo soñé. Su voz es tan masculina y varonil que podría jurar que acabo de escuchar una voz de un ángel.
Estúpida, reatziona. Me pego tremenda cachetada mentalmente, porque si, tampoco es que lo haría en persona para quedar más estúpida de lo que ya quede.
—Si, y ¿tu eres?— al fin pude pronunciar unas palabras sin quedar como gafa.
El chico sonríe mostrando una amplia y hermosa dentadura que seguro tuvo que usar brackets para tenerla bien cuidada.
—Oh, creo que tu eres la mocosa de Andrea.
Whats? Esperen ¿quien dijo que es este idiota? Para saber que nombre poner en su lapida cuando lo mate.
—Soy solo Andrea y ¿tu? ¿Más o menos quien eres?
—Oh lo siento, supongo que no te acuerdas de mi. Me llamo Gabriel o como ustedes me llamaban Gabo o para refrescarte más la memoria como tu me decías "Gabito"- levanto sus manos moviendo su dedo índice y medio de ambas manos en un gesto de comillas cuando dijo el apodo de "Gabito"
Mi boca probablemente este más abierta que cuando hablo dormida, me quede en shock, ahí parada mientras el me extendía su mano. Dude un segundo y luego se la estreche sin saber muy bien que decir.
—Es bueno volver a verte, Andrea.
Y con esas simples palabras mi corazón salió de mi pecho corriendo y se alejo lo más posible de él ocultándose en lo más profundo de mi, en un lugar oscuro, donde nadie pudiera tocarlo a menos que decidiera volver a salir.
***
Chan. Chan. Chan
¿Quien será ese tal Gabriel, Gabo, Gabito, que puso a Andrea más estúpida de lo normal? Pues más adelante lo sabremos. Así que no se lo pierdan, siempre por la misma plataforma, diferente hora. Y cuando me anime a publicar :p
Pd: Se que desaparecí unos días, pero han pasado tantas cosas, incluyendo el tema de mi país (Venezuela) tema que no abarcare porque simplemente no quiero y no me apetece. Pero aún así estoy aquí para darles otro capitulo y un poquito más de alegría.
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