*Capítulo 3*


Vivo en una residencia en Altamira, Caracas. No, no soy tan rica como creen, si lo fuera estaría en Dubai y no aquí mirando la cara de Maduro o de papi Chiavez cada vez que doblo una esquina. Mi papá trabaja en una empresa como ingeniero, mamá es ama de casa, Angie estudia en un colegio privado, Ana estudia en la Unefa, y aunque pensé que estudiaría en la UCV o en la Simón Bolívar termino por estudiar administración en la Unefa, y no es porque la universidad sea mala o tenga algo en contra de ella, pero es solo que en la Unefa puede entrar cualquier persona, incluso ese estudiante que nunca hacia nada en clase y siempre pasaba las materias ¿como? Pues imagino que ya deben saber la respuesta. Y aunque la unefa no es la mejor universidad de todas, no tengo nada en contra de ella pero admitamoslo, si la OPSU tuviera un sombrero seleccionador como en Harry Potter creo que todos en vez de decir "No en Slytherin, No en Slytherin" diríamos más bien: "No en la Unefa, No en la Unefa" o en otro caso seria: "No en la UBV, No en la UBV" porque siendo sincera ya tengo bastante de Maduro como para también tener que escuchar de él en clases porque mi profesores son sus admiradores, y aunque como dije al principio no tengo nada en contra con esas dos universidades pues si prefería estudiar en otro lugar hasta en el mismo Inces, no importa con tal de que no sea ahí.

Respiro y aliso mi falda antes de entrar al salón, después de la mamá de las vergüenzas que pase ayer no tenia nada de ganas de venir a clase hoy pero lamentablemente mi mamá no se creyó eso de "Mami, me siento mal, creo que tengo coronavirus y todo por ir a donde los chinos el fin de semana"
Sip, debí buscar una excusa mejor.

Ajusto la correa de mi bolso y me preparo para lo que vendrá durante el día. Ya son las 7:15, mis compañeros y los demás estudiantes ya están en los salones debido a que nuestra hora de entrada es a las 7:00 pero como no quise que todos me vieran al llegar decidí esperar para entrar cuando ya todos estuvieran en los salones pero aun no me prepare mentalmente para el chalequeo que posiblemente me darán mis compañeros.

Reúno las fuerzas que se que desaparecieron hace mucho y empujo la puerta del salón, mantengo la cabeza bien en alto para que sepan que sigo creyéndome la próxima Miss Venezuela y me siento en mi habitual pupitre justo entre el medio de donde se sientan mis amigas.

La profesora de mate entra como media hora después, nah mentira, fueron cinco minutos después de que yo entre pero que se me hicieron eternos por las miradas de burlas que me lanzaban mis compañeros, aun no me habían dicho nada pero se que no iba a faltar mucho para que uno de ellos dijera uno de sus comentarios.

Vale y Francis en ningún momento se aparataron de mi, incluso en la hora del receso cuando tuve que ir al baño me acompañaron y estuvieron esperando afuera de la puerta como dos guardaespaldas escoltándome.

—Oye An ¿Qué ha pasado con Dani?— pregunta Vale.

Oh si, ayer luego de hablar un rato con Dani fui emocionada a contarle a mis amigas y como no, ellas recibieron muy bien el chisme, porque ¿que clase de amiga eres sino te interesas en los chismes que tiene que contarte tu amiga? Y pues quedamos en que cada cosa que llegara a pasar entre Dani y yo se los contaría pero desde ayer no hemos hablado y no lo he visto aún ya que Dani esta en 5to "B" y yo como niña buena estoy en 5to "A" la mejor sección de todas.

—Nada, aún no lo he visto.

Salimos del baño y caminamos hasta la cantina para ver si podíamos comprar algo para comer pero literalmente la cantina estaba más vacía que monedero de un estudiante universitario.

—¿Qué paso aquí Mer? ¿Te pego la situación país o que?— Le dijo. Francis en broma a Mercedes, la cantinera del liceo.

—La mercancía se acabo mis niñas, así que tuvimos que mandar a comprarla en Cucúta para que nos saliera más barato, ya saben como es todo. Llegara mañana en la mañana.

Oh! Eso explica porque la cantina esta vacía.
Nos compramos una galleta maría que era lo único que había y no las comimos más rápido que en lo que Merce se tardo en dárnosla.

El timbre sonó y volvimos a clase, no había visto a Dani ni siquiera en el recreo, eso definitivamente es raro.

Entramos al salón y en mi pupitre había un paquetico de toallitas húmedas para bebés con una nota encima, abrí la nota y leí en voz alta lo que decía para que mis amigas oyeran.

—Sé que esto no es nada romántico pero quiero que las tengas por si no vuelvo a estar presente para poder limpiarte como ayer.
                       Atte: Dan R.

Suspiro feliz y abro la parte de arriba del paquete para oler las toallitas, huele delicioso.

—¿Quien en pleno año 2020 regala toallitas húmedas?— Pregunta Vale.

—Pues creo que Daniel— responde Francis y me mira— Fue lindo, aunque si fuera tu hubiese preferido que me regalara una harina pan o una leche esa campiña que ya ni sé si se extinguieron.

Vale y yo reímos por el comentario de Francis y nos sentamos rápidamente cuando el profe entro a clases.

Guarde el paquetico de toallitas no sin antes sacar una y pasarla por mi cara para oler bien.

***

Estamos en nuestra ultima clase y ya me quiero ir y largarme de este lugar, el día no ha ido tan mal como creí, mis compañeros se han comportado, al menos la mayoría, unos (los más idiotas, los hijos de su Tibisai esa) tenían toda la mañana ladillandome la existencia por lo de ayer, tuve que darle una patada a uno de ellos en ese lugar donde más le duelen a los hombres para que dejara su show, y así fue como dejaron de fastidiarme y se quedaron callados.

—Chicos necesito que para la semana que viene hagan una exposición del tema que más les guste lo desarrollen y hagan unas laminas de power point para su presentación.

Que ladilla, otra exposición más para la larga lista, los profesores no tienen más manera de evaluar sino por puras exposiciones.

—Hey, An. Tu deberías hablar sobre "¿Como acosar a tu crush por diez años?"— reí ante el comentario de Vale y estuve a punto de responder cuando alguien se adelanto y hablo.

—Profe ¿quien va a poner el vídeo beam?— pregunta el fastidioso de Carlos, al que le di la patadita.

—Utilizaremos el vídeo beam de la institución pero necesitaremos una lapto ya que la de la institución se daño.

—¿Se daño ¿Esta segura profe?— Pregunta Antony, el vago del salón— Eso dice la directora pero que casualidad que se daña la lapto de la institución y a la directora le aparece una lapto nueva en su oficina.

El alboroto se arma cuando Antony termina de hablar. Si, al parecer la directora se adueño de la lapto y ahora dice que esta dañada.

¿Qué cosas no?

Lastima que no podemos hacer nada ya que la lapto la dio el gobierno por ser un liceo público.

Si, de mi familia Angie es la única que estudia en un colegio privado.

Y si reclamamos no servirá de nada, ni Maduro ni nadie más nos va a parar.

—Profe traiga su lapto— salio del más allá la sifrinita del salón con su voz chillona.

—Si me vas a pagar un taxi de venida y de ida para que no me la roben con gusto la traigo, porque mira que el sueldo que me gano aquí no me alcanza ni para un chupi.

—Ay profe si es chimba.

—¿Por que no mejor traes la tuya, Génesis?— si, la sifrinita del salón tenia que tener un nombre común.

Ella me mira con odio como si su mirada me afectara. Ja, ridícula.

—Si Génesis, traela. Ya que tus padres siempre te traen y te llevan— dijo Fer, la otra chica a la que le cae mal Génesis.

Duramos como diez minutos antes de que sonara el timbre para convencer a Génesis de que trajera su lapto hasta que por fin dijo que si.

Le encanta que le roguen a la fea esa.

—No quiero más tareas— me quejo mientras salimos del salón— Solo quiero dormir.

—Ya somos dos— escucho una voz masculina detrás de mi— ¿Podemos hablar?— me giro rápidamente con los cachetes más rojos que un tomate.
Dani esta mirándome con su usual sonrisa de "Derrito más corazones que los chicos de la melodía perfecta"

Sonrío y me acerco hasta donde esta

—Hola, Daniel— su sonrisa se extiende y yo siente que me va a dar un patatu, un soponcio o un veriveri.

—Hola, Andrea— Agarrenme que me desmayo— ¿Recibiste mi regalo no tan romántico?

Sonrío y asiento recordando el paquetico de toallas que llevo en el bolso.

—Si y gracias.

—No hay que agradecer, no es nada, en realidad te mereces mejores cosas— ¡Bum! ¡Bum! ¡Bum! Mi corazón late más rápido que cuando Tibisai aparece en televisión para anunciar los resultados de las elecciones— Por eso quería preguntarte si podríamos salir este sábado, quizás a ver una película.

¡¡¡OH POR DIOS!!!

Daniel Rodriguez me esta invitando al cine, como una cita.

Esperen. ¿Será una cita?

—Eh, si claro. ¿Por que no?— Eso Andre, suena de lo más normal, como si estuvieras bien relajada pero por dentro estas que explotas.

—¡Genial! Pasaré por tu casa a las 3 ¿te parece bien?

Más que bien digo en mi mente.

—Si, perfecto.

Dani sonríe y se aleja no sin antes darme un beso en el cachete.

¡¡Ay!! Sorry papi Presi Guaidó pero creo que te acabo de superar.


****

Holuuu. Creo que en definitiva este ha sido el capitulo más divertido que he escrito por los momentos, y se vendrán muchas más cosas. 

Pd: ¿Quien quiere un paquetico de toallitas húmedas? Sip, ese Dani se pasó jajaja 

Pd: No me mates si estudias en la Unefa o en otra, solo era broma y como dije en la nota no quiero gente picada.

Bye!!


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