*Capítulo 2*

—¡Buenas!— grito apenas abro la puerta de mi casa— Llegó la reina de esta casa.

Me voy directo a mi cuarto y lanzo el bolso en el suelo para luego quitarme el suéter y colocarlo frente a mi, esta un poco manchado por algunos lugares, lo giro y la parte de atrás, la que no toco mi falda esta totalmente limpia, la a cerco a mi nariz y aspiro el fantástico aroma que desprende, huele a colonia de hombre y a suavitel, huele simplemente a Daniel.

—Hola reina de las estúpidas— pego un brinco del susto y quito rápidamente el suéter de mi cara, me giro poco a poco hacia la puerta de mi habitación y me encuentro con la intrusa no deseada.

—Hola, Ursula— veo como hace una mueca de desagrado ante mi apodo y yo sonrío satisfecha.

Anabelle mejor conocida con Ana es mi hermana mayor, tiene dieciocho años y es una modelo en proceso de descubrimiento, así es como se llama ella, la próxima Gaby Espino, o sea Ana no es fea pero tampoco es la belleza personificada en una mujer, aunque bueno quizás digo eso solo porque es la insoportable de mi hermana.

Salir con ella es como salir Megan Fox, o sea todos los hombres se le quedan mirando al pasar, es como si mi hermana fuera un imán y los hombres el metal, los atrae de una manera tan impresionante, ella destila belleza y porte, yo en cambio soy la Duff, si, la amiga designada como fea y gorda, ahora entiendo tanto a Bianca Piper.

—¿No puedes estar un día sin pasar pena ajena?— y ahí viene esta ursula a querer regañarme.

—Como te enteraste?

—Todo el mundo lo sabe Andrea, fuiste la burla en todo el liceo, creo que ya hasta tus fotos están en las redes sociales.

Espera Dijo ¿mis fotos?

—¿Cuales fotos?— pregunto.

Ana sonríe y saca su teléfono y comienza a buscar en su galería hasta que consigue con las dichas fotos y me las muestra.

¡Oh por Dios!

Si, la protagonista de las fotos definitivamente soy yo y aunque no se distingue muy bien mi cara en algunas fotos, en otras es como si hubieses ubicado la cámara justo en frente de mi cara, en todas las fotos salgo tirada en el suelo embarrada completamente, parezco un cochino revolcándose en su propio pantano, peppa pig me dirán a partir de ahora y odio a peppa.

La ultima foto muestra a Dani en frente de mi tendiéndome su mano, después de ahí no hay más fotos.

—Quiero esa foto— digo señalando en la que salimos Dani y yo.

Ana sonríe y me quita su teléfono de las manos.

—Al fin Daniel supo que existes hermanita, de la peor forma pero lo supo ¿no?

—Si, mira lo que tengo.

Coloco el suéter entre ambas y ella me lo quita de las manos.

—¿Es el suéter de Daniel?— pregunta sorprendida.

—¡Aja! y eso no es todo— busco mi bolso y saco su pañuelo azul con el que me ayudo a limpiar mis brazos —Tengo dos cosas de Daniel Rodríguez— chillo feliz.

—¿Quien lo diría chama? De un momento a otro pasaste de ser tan invisible para él y ahora eres la chica que ayudo y que no tiene solo una sino dos cosas de él. Felicidades hermanita, al fin tantas burradas te sirvieron para algo.

Le saco la lengua y le quito el suéter y el pañuelo de sus manos para poder seguir oliéndolos.

—Hija como te fue en clas ...— la sorpresa de mamá al ver mi uniforme sucio no se dio a esperar.

Si mami, me caí como siempre y me ensucie como nunca.

—¡Andrea María Mendoza Hernández!— Oh Oh Ese momento en que sabes que estas en graves problemas porque tu mamá te llamo por tu nombre completo— ¿Por qué razón, motivo o circunstancias tienes ese uniforme así? ¿A caso no sabes que el detergente esta bien caro como para ensuciar ese uniforme a ese extremo?

¡Ups! Si no saben lo que es regaño pues prepárense, porque los regaños de María Hernández, mi madre no tienen precio.

—Mamita linda no te enojes— coloco mi mejor cara de niña buena— Me caí saliendo del liceo y como la calle parecía una laguna me resbale y me ensucie toda.

—Pasando pena ajena— dijo Ana susurrando.

—Me haces el favor y ahora mismo te quitas ese uniforme y lo lavas, ni creas que yo lo haré, y más te vale no gastar tanto jabón o te quedarás sin la paga de la semana para poder comprar uno nuevo.

Y así sin más salio de mi habitación echando humo, por lo menos el regaño no fue tan tan feo.

—¡Chan! ¡Chan! ¡Chan! Saliste ilesa hermanita— río ante el comentario de Angie, mi otra hermanita que por los regaños de mamá no me había dado cuenta de que ella también estaba en la puerta de mi habitación.

Angie es la más pequeña de las tres, si, soy la hermana del medio, que triste. Angie tiene ocho años, es la pulga de la casa y aunque es pequeña de edad y de tamaño a veces su inteligencia y ocurrencias nos sorprende a todos.

—Vamonos Angie, dejemos a la tonta de tu otra hermana cambiarse— Ana y Angie se van dejándome sola en mi cuarto.

Me cambio y voy a darme un baño.

***

Llevo como dos horas metida en facebook y ya he visto como seis publicaciones mías en diferentes grupos del liceo, sin contar con las publicaciones que han hecho los demás alumnos, me siento como Lara Jean cuando divulgan las fotos de ella y peter estando en el jacuzzi, ahora yo soy la burla de todo el liceo. 

No me quiero imaginar como iría mi día mañana.

Me llegan varios mensajes de whatsapp y los reviso

Vale: ¿Chiquilla estas bien?

Francis: Aún no quieres ir a lanzarte al metro ¿no?

Yo:  Estoy bien, no es la primera vez que cometo una burrada como las de Maduro.
Y no me lanzaré al metro, seria un desperdicio de tiempo y esfuerzo que prefiero desperdiciar aquí en ni casa sin hacer nada.

Francis: Así se habla, chiquis. ¡Animo! Mañana no te dejaremos sola ni un segundo.

Vale: X2 a lo que dijo Francis.
Y no te preocupes, al menos tus burradas no las han visto todo el mundo y en comparación con Tu presi Maduro tus estupideces quedan eclipsadas.

Yo:  Primero que nada tengo un solo presi y es mi papi presi Guaidó y segundo yo lo sé, nunca diré que Jesús multiplico los panes y los penes en vez de peces o que Margarita es un estado, ni que las iniciales SOS la decimos solo porque nos creemos argentinos.

Salgo de nuestro grupo de whatsapp y miro los demás mensajes, los reviso sin importancia ya que la mayoría son de mis compañeros riéndose por lo que me sucedió hoy al medio día. Un solo mensaje es el que me llama la atención es de un número al que no tengo agregado y cuando lo reviso quedo sorprendida.

"¿Como sigues? ¿Ya estas completamente limpia?"

La mayoría de los mensajes que recibí tenían mi foto y decían algo como: "Andrea pasando vergüenza como por quinta vez" o "Andrea y sus piernas de pollo llenas de barro" pero este es totalmente distinto.

Voy a su foto de perfil y el teléfono se me cae de las manos al comprobar de quien es el número.

¿Cuantas probabilidades hay de que el chico que te gusta se haya preocupado no una vez sino dos veces el mismo día por ti?

No se si esto sea real o no, ¿será que alguien se esta haciendo pasar por él? ¿O son imaginaciones mías?

Yo: ¿Quién es?

Respondo haciéndome la tonta. Como quien no quiere la cosa.

Espero varios segundos hasta que lo lee y comienza a escribir, se detiene y luego segundos después aparece que ahora está grabando un audio.

¡Oh Dios mio! ¡Oh por Dios! ¡Dios mío!

Su audio me llega, tan solo dura cinco segundos pero siento que serán los cinco segundos más largos de mi vida, le doy a reproducir y escucho con atención cada palabra.

"Soy el chico del cual ahora tienes dos pertenencias, un suéter y un pañuelo azul. ¿Ya lo olvidaste?"

Su voz, realmente es él.

Presiono mi cara en la almohada y grito emocionada.

Guardo rápidamente su número y le respondo.

Yo: ¡Uh! No lo olvidé, aunque si quisiera olvidar toda la vergüenza que pase hoy.

Muerdo mi labio y espero a que vuelva a responderme.
Su respuesta llega segundos después.

Mi Crush <3: Yo no. No me malinterpretes, solo que fue bueno lo que sucedió, así pude acercarme por primera vez a ti.

¡Ahahahaha!

Estoy más feliz que la primera vez que gané de Reina en mi escuela, más feliz que cuando mi papi presi Guaidó se autoproclamo presidente interino caramba.

 Yo: ¿No te dio pena ajena con todo lo que me paso?

Mi crush <3:  No, solo medio alegría porque fue una excusa para poder estar cerca de ti.

¡OMG!

¡NPS! ¡No puede Ser!

Sheryl debe de estar orgullosa ahora mismo de mí.

Que me parta un rayo ahora mismo si esto es un sueño. No, mejor no, qué se acabe mejor el queso si esto de verdad está sucediendo.

—¡Andrea!— escucho que mamá grita mi nombre.

—¿Señora?

—Anda a la bodega de la esquina y compra queso que ya se acabo y no hay para rellenar las arepas de la cena.

Más real imposible, mejor que presenciar una escena de celos entre pareja tóxica.

Ya esta dicho, Andrea. Todo lo que te está sucediendo es real, nada ficticio. Al fin las cosas están empezando a salir bien.

***

¡Buenasss! ¿Hay alguien ahí? ¿No? Bueno :(

Ya me voy pues, no me extrañen. 

Arrivederci, sayonara. 

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