*Capítulo 13*

Semanas.

¡Varias semanas!

Varias benditas semanas han pasado desde el día de la visita de Daniel y desde el día en que tuve ese raro pero agradable encuentro con Gabo en mi cuarto.

O sea, me siento como la prota de una historia que se encuentra en un triángulo amoroso y no sabe que hacer o a quién elegir.

Tanto que critique a Bella por estar en un enredo amoroso y confundir a mi Jacob solo para darle celos a Edward.

Y yo estoy peor que ella  porque ni siquiera enredo a algunos de los dos para darle celos al otro, solo me enredo a mi misma.

Me siento como un nudo doble nivel guía mayor que me enseñaron cuando estaba en la brigada de los exploradores.

Al principio no entiendo como hacerlo, a la mitad logro hacer una parte y al final vuelvo como al inicio o incluso peor, mucho más confundida que antes.

Mi teléfono vuelve a vibrar sacandome de mis pensamientos y abro el grupo de whatsapp que creo la profesora de castellano para darnos la nota del segundo lapso.

Esto de ver clases online es más fastidioso que tener a la profesora en frente contándonos su vida amorosa que ha sido un total fracaso.

La profe envió un audio de diez minutos, que ladilla pana un audio de diez minutos solo para darnos las notas que intensa de pana.

Le di a reproducir y escuche atentamente los cinco primeros minutos donde daba las calificaciones de la primera mitad de estudiante y decía porqué el alumno obtuvo la calificación, cuando dijo mi nombre y mi calificación que fue 18, o sea baby, si sirvo al menos para castellano, deje de escuchar el audio y abrí el grupo de whatsapp que tengo con mis amigas, a ellas no las he visto desde que comenzó la cuarentena y ya casi vamos para tres meses desde que inició.

Val: Cuenta pues. ¿Qué harás?

Francis: Necesitamos saber, An. Tienes que contarnos.

Yo: Ya lo , chicas. Aún no he decidido, estoy muy confundida.

Desde hace varias semanas en que ocurrió todo he estado intentando ignorar a Gabo y siempre que viene me encierro en mi habitación con llave para que no se le ocurra entrar, me ha enviado varios whatsapp pero siempre lo dejo en visto, siguió insistiendo por varios días hasta que se cansó de tantos vistos que le clavé. Pero ahora solo quiero que vuelva a escribirme y a fastidiarme como antes, extraño que intente hacerme enojar cada vez que venía, ahora que por fin lo admito, lo extraño, extraño hablar con el insoportable de Gabo.

Con Dani en cambio he hablado todos los días a todas horas, hemos hablado por llamadas, siempre estamos en comunicación, aunque siendo sincera siento que ya nada es lo mismo, ¿es posible llegar a aburrirse de una relación? Siento que aunque Dan es todo lo que soñé, es mi crush de toda la vida, el chico dulce y perfecto, el chico que cualquier chica quisiera tener, pero siento que nuestra relación esta pisando la monotonía, todos los días es lo mismo, siento que ya nuestra relación se convirtió en rutina y eso me está aburriendo, eso solo esta haciendo que quiera seguir mi loco impulso de buscar a Gabo, pero no puedo no podré, eso me hará ser una mala novia, no puedo hacerle algo así a Dan, el no se lo merece. Por eso siento que cada vez yo estoy aún más confundida, siento que estoy entre la espada y la pared.

Esto de tener sentimientos hacia dos chicos no es nada bueno, me siento de lo peor.

Salgo de mi habitación y camino hacia la sala donde se encuentran Ana y Angie viendo una película de barbie.
Sip, aunque Ana esté en la universidad y ya sea mayor de edad nunca ha podido superar las películas de barbie y yo tampoco. Me siento al lado de ellas en el mueble y me pongo a ver la película.

—¿Qué te sucede?— pregunta Ana cuando me ve suspirar como por quinta vez.

—¿Qué me sucede de qué o qué?— pregunto haciendo la que no tiene idea de que habla.

—¡Vamos, An! Soy tu hermana, puede que casi nunca hayamos sido las hermanas más inseparables y unidas que existen pero te conozco y se que algo te sucede.

Muerdo mi labio y sigo mirando la película para encontrar el valor de responderle sin tener que verla a los ojos.

—¿Qué harías si te sintieras entre la espada y la pared? ¿Si sintieras que tus sentimientos están cambiando y que dependiendo de esos sentimientos podrías hacerle daño a alguien más, incluso a ti misma por no saber realmente si lo que quieres es lo correcto?

¡Listo! Ya está. Ya lo dije. No hay marcha atrás.

Ana me mira y me obliga a que la mire de vuelta.

—Es por chicos ¿no?— pregunta y yo solo asiento sin querer decirlo en voz alta. Ana me da una sonrisa de medio lado— Supongo que a quién no quieres lastimar es a Daniel...— dice callándose por varios segundos esperando mi reacción, vuelvo a asentir y ella continúa— Y también supongo que los nuevos sentimientos que tienes son por Gabo o ¿me equivoco?

La mención de este último me sorprendió muchísimo, Ana no debería saber nada, ella siempre estuvo enamorada de Gabo al igual que yo, por eso no quería que ella supiera que el también había sido mi amor platónico.

—No tienes que negarmelo, An, ya lo se— ¿lo sabe? ¿como lo sabe?— Gabo me lo confesó.

¿Queeee?
¿Qué Gabo se lo confesó?
¿Qué le confesó el idiota ese?

—¿Qué te confesó?— pregunto nerviosa por la respuesta.

—Que tu le gustabas, que siempre fue así, yo ya lo sospechaba pero no quería creer que fuera verdad hasta que el realmente me lo confesó, y supe que tu también tenías sentimientos por él, solo tenias que darte cuenta con el pasar del tiempo.

¡A bien bello!

Ahora todos sabían de lo que sentía menos yo.

Berro, An. Definitivamente eres más lenta de lo que creí. Me reprocho mentalmente.

—¿Como te diste cuenta de todo? ¿Como fue que lo sospechaste?

—Soy tu hermana ¿recuerdas?— dice volviendo a sonreír — Te conozco y también lo conozco a él, así que fue muy fácil darme cuenta de todo, y ¿sabes? Cuando lo supe me alegré por ambos, porque aunque quería negarlo siempre supe que ustedes dos se gustaban y que solo era cuestión de tiempo para que ambos se dieran cuenta.

¡Ay Dios!

Ya no se que decir.

—¿Qué se supone que haga ahora?— pregunto igual de confundida que al principio y sin saber realmente que hacer con mi vida.

—Como tu hermana mayor solo te digo que hagas lo que te dicta tu corazón.

—¿Como sabré lo que me dicta ese bastardo si ando más confundida que cuando veo mis clases de matemática?

Sorry, corazoncito mío por decirte bastardo, sabes que eres parte de lo que me mantiene con vida en este mundo, eres el único que late pora mantenerme con vida. Gracias, mil gracias.

Ana sonríe.

—Angie esta aquí— dice señalando a la pequeña que esta súper concentrada viendo Barbie mientras nos ignora completamente— Así que no vuelvas a decir bastardo frente de ella— dice la palabra bastardo en un susurro para que yo la escuche— y respondiendo a tu pregunta. Creo que ya lo sabes, solo que no quieres terminar de aceptarlo.

Ana tiene razón, ya se lo que tengo que hacer. Lo supe desde el momento en que volvimos a hablar.

Por eso voy a mi cuarto en busca de mi teléfono y le escribo a mis amigas.

Yo: Ya lo que haré, siempre lo supe...

***

¡Holaaa! De nuevo yo.
Este capítulo no ha sido tan divertido sino que más bien fue un poco de amor, tanto de lo que siente An, como también del amor de hermanas.

Quiero decirle que BENDITA OBSESIÓN está llegando a su fin.

Ustedes se preguntarán, ¿llegando a su fin si apenas y acaba de empezar?

Y la respuesta es . Desde que inició la historia siempre tuve en mente hacerla realmente corta, con pocos capítulos, y así será.

Por lo que les digo que quedarán tan solo dos capítulos más y el epilogo y esta historia llegará a su fin.

Pero no se preocupen quizás más adelante vengas más sorpresas. Así que para eso deberían seguirme y estar al tanto de cualquier cosa que informe y de cualquier locura se me ocurra.

Bye, obsesivas/vos.

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