Cap. 65: Cita triple
Metrópolis
En medio de una noche en la ciudad protegida por Superman, nos ubicamos a las afueras de la mansión de uno de los capos más reconocidos y temidos de la mafia local, cuyo nombre era Steven Mandragora.
Este era un hombre pálido y albino, con ojos anaranjados. Su cuerpo era bastante robusto y fuera de forma, pero aún así era un metahumano con fuerza y resistencia considerables. Normalmente, siempre vestía trajes formales, alternando colores blanco y celeste en sus atuendos.
Ahora, dos de sus hombres de seguridad privada estaban en la entrada de su mansión, apoyados sobre la limusina larga negra que pertenecía al mafioso.
– ¿Pero por qué cuando yo hago los panecillos no saben igual que los tuyos, Tony? – dijo ajustando un anillo en su dedo. El mencionado le dio un golpe con la palma en su nuca.
Tony: ¿Tengo que volver a decirte cómo tienes que añadirle la cascara de naranja? ¿Vas a hacer que te de la receta de nuevo, ah? Me estás cansando, Cecil, cansando.
En ese momento, un movimiento en los arbustos cercanos se sintió por parte del dúo. Debido a la oscuridad de la noche, no pudieron ver que se trataba de Helena Bertinelli, alias la Cazadora.
Cecil: Escuché algo.
Tony: Cállate, Cecil, estoy tratando de oír – dijo sacando un arma.
Cecil: ¿Por qué tienes que ser tan malo todo el tiempo, Tony? Yo siempre soy amable contigo.
Tony: Me estás cansando, Cecil.
Tony apuntaba con su arma en varias direcciones mientras intentaba mirar mejor. Pero sin que lo notaran, la vigilante ya los tenía en la mira a ambos con su ballesta.
La Cazadora disparó una flecha que se incrustó en la manga de Cecil, pegándola a la limusina. Tony apuntó hacia donde vino la flecha; pero antes de que disparara, una flecha se metió en el cañón del arma. La pistola explotó en la mano de Tony cuando quiso disparar.
Después de eso, la vigilante salió corriendo de su escondite, tomó a Tony y lo arrojó contra Cecil. El choque hizo que Cecil quedara inconsciente, pero Tony aún podía levantarse. Sin embargo, la Cazadora impidió esto al darle una patada en el rostro.
Luego, con una flecha con cuerda disparada de su ballesta, la vigilante trepó hasta una ventana de la mansión. Allí, usó un aerosol especial para revelar láseres que protegían la habitación donde entró. La Cazadora, con tres ágiles saltos, logró sobrepasar este obstáculo. Después, caminando por un pasillo lleno de objetos de colección, la vigilante llegó hasta la habitación del mafioso.
Cazadora: Steven Mandragora, ha pasado mucho tiempo. He cambiado desde la última vez que nos vimos, pero tú no has cambiado. En todos estos años, has construido tu imperio robando y matando. Esta noche será el fin.
La vigilante sacó su ballesta, y sin piedad alguna disparó varias flechas al bulto dentro de la cama de Mandragora. Sin embargo, ella no notó sangre ni oyó gritos de dolor; por lo que quitó las sábanas de la cama, revelando que le disparó a un montón de almohadas.
Cazadora: No.
La Cazadora comenzó a buscar con algo de desesperación en otros rincones de la mansión, pero no encontró al mafioso por ningún lado.
Cazadora: Alguien le avisó.
Decepcionada y enojada, la vigilante abandonó la mansión de Mandragora para enfocar su búsqueda en otro lado. Y por suerte para ella, conocía a alguien que podía ayudarla.
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Departamento de Pregunta
Al lugar donde se dirigía la vigilante era al hogar de su amante. Victor Sage, alias la Pregunta, estaba sentado buscando respuestas a sus muchas conspiraciones en su computadora.
Pregunta: Sé que hay una conexión, pero no la encuentro – una flecha se incrustó cerca de él.
Cazadora: Quizás no buscaste en el lugar correcto – dijo recargada en la puerta – Ha pasado tiempo, P.
Pregunta: Gracioso, iba a decir lo mismo – dijo para volver a fijar su mirada en su computadora – No toques eso – dijo intentando evitar que la Cazadora toque un mural.
Cazadora: No sabía que las exploradoras fueran responsables de los círculos de las cosechas – dijo mirando una serie de conexiones.
Pregunta: Pocos lo saben. Pocos siquiera se hacen la pregunta.
Cazadora: Bien, yo tengo una pregunta para ti. ¿Sabes que es apofenia?
Pregunta: Apofenia. Sustantivo, la tendencia a ver conexiones donde no existen. ¿Viniste aquí sólo para burlarte de mi trabajo?
Cazadora: No, vine a pedir un favor – dijo sentándose de forma sensual en su mesa de trabajo – Dejemos al resto de la Liga fuera de esto, ¿sí? – se acercó un poco más a él – Necesito que me digas bajo qué roca está escondido Steven Mandragora.
Pregunta: Mmm... interesante.
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Metrópolis
Mientras tanto, en una casa de seguridad, el famoso Steven Mandragora se encontraba comiendo unas ostras, vestido sólo con una gran bata morada. Estaba siendo interrogado por la policía federal, liderados por el agente King Faraday; a la vez que recibía seguridad personal por parte de la Liga de la Justicia. J'onn J'onzz, alias Detective Marciano, decidió que Oliver Queen/Flecha Verde y Laurel Lance/Canario Negro se encarguen de esto.
Mandragora: Creo que ese individuo murió a manos de Tommy Monaghan; quien más tarde cayó por accidente en los rieles del tren, según me contaron – dijo respondiendo una pregunta de Faraday.
Faraday: Me pregunto por qué será que la mayoría de tus conocidos criminales ha muerto.
Mandragora: Tal vez mis amigos simplemente atraen la mala suerte, agente Faraday.
Faraday: Mi trabajo es preparar su testimonio ante el gran jurado, señor Mandragora. Tendrá que inventar más que algunos ladrones, que puedan o no estar en este mundo, si quiere obtener inmunidad por parte de la fiscalía – dijo levemente molesto.
Mandragora: Hago lo mejor que puedo. No puede culparme por estar nervioso, tengo enemigos en todas partes; incluso dentro de la Liga de la Justicia – dijo mirando al dúo de vigilantes – Además, me estoy muriendo de hambre. Aliménteme y le daré información para incriminar a mis socios – luego fijó su vista en la vigilante rubia – Hablando de cantar, Canario Negro, noté que no puedes quitarme los ojos de encima; y no te culpo. Quizás después de que me absuelvan de mis presuntos crímenes, te pondré en una jaula y haré que cantes para mí.
Flecha Verde: Escucha, ballena blanca... – dijo molesto por esa insinuación, pero el agente lo interrumpió.
Faraday: Flecha Verde, ¿debo recordarte que estás aquí estrictamente para proveer seguridad?
Mandragora: Sí, ¿por qué no vas a buscar otras cuatro raciones de ostras, como un buen duendecito verde? – el arquero apretó sus puños con furia – Tu novia y yo tendremos mucho de qué hablar mientras no estás – luego lamió un plato mirando a Canario Negro – Me gustan las ostras dulces, por cierto, dulces y jugosas.
Canario Negro: Déjalo que hable, Flecha. Con los enemigos que tiene, esa podría ser su última cena – Mandragora sólo rió de forma malvada ante esto.
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Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, la Cazadora estaba debajo del puente de un desagüe hablando con Pregunta por teléfono.
Cazadora: Dijiste que me ayudarías. ¿Dónde tienen a Mandragora?... ¿Bueno? – se escuchó la llamada colgarse – Fuiste capaz de colgarme.
En ese momento, en un auto modelo Pontiac GTO del año 1967, llegó el teórico en conspiraciones. Dio un giro de 180° y se ubicó al lado de la vigilante.
Pregunta: Preferí eliminar los intermediarios.
El teórico hizo rugir el motor del auto y luego se movió al asiento de acompañante, dándole el manejo del vehículo a la Cazadora. Esta se subió y ambos se pusieron los cinturones de seguridad.
Cazadora: Bien, querido. Sólo para que quede claro, prefiero que mis citas tengan un rostro – dijo con ironía haciendo referencia a la máscara de Pregunta, para después arrancar el auto e irse del lugar.
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Flecha Verde: ¡Cinco minutos! ¡Sólo cinco minutos! – dijo furioso siendo sostenido por dos agentes federales – ¡Le enseñaré a este arrogante algunos modales!
Mientras Cazadora y Pregunta se movían, Mandragora seguía sacando de quicio a Flecha Verde; quien ahora quería moler a golpes (o a punta de flechas) al mafioso.
Faraday: ¡Escucha! ¡Aunque pertenezcas a la Liga de la Justicia, debes comportarte!
Flecha Verde: ¿¡Oíste lo que dijo!?
Mandragora: Oh, Flechita, ¿te ofendí de alguna manera, pequeñito? Mis más sinceras disculpas – dijo con sarcasmo juntando sus manos.
Canario Negro: Faraday tiene razón. Relájate, nada de lo que él diga puede afectarme – dijo con tranquilidad.
Mandragora: ¿Ah sí? Bueno, entonces no te importará explicar cómo una encantadora joven como tú está con un infeliz como él. ¿Es que todos los hombres de la Liga ya tenían pareja? – este comentario sí hizo enojar a la vigilante.
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Segundos más tarde, Flecha Verde y Canario Negro salieron de la casa por órdenes de Faraday; con la vigilante sacudiendo su mano del dolor.
Canario Negro: Espero que estés orgulloso, ahora tendremos que hacer guardia desde afuera.
Flecha Verde: ¿Qué yo esté orgulloso? Tú lo golpeaste.
Canario Negro: Sí, pero fue como golpear una pared – dijo tomándose la mano – Ese hombre no tiene nada de grasa – el arquero intentó tomar su mano, pero ella la alejó.
Flecha Verde: ¿Me dejas ver? – Canario le acercó su mano adolorida y él la tomó con delicadeza – Vivirás para seguir golpeando sospechosos, linda canarita. Busquemos un lugar más alto.
El arquero guió a la vigilante hasta una casa de árbol a la par de la casa de seguridad. Allí, Canario Negro vigilaba recostada en el marco de la casa, mientras Flecha Verde estaba recargado en el pequeño barandal de madera.
Canario Negro: Esto es ridículo. No puedo creer que pasemos por todo esto para proteger a un asesino – dijo molesta.
Flecha Verde: Así son las cosas, linda. Deja libre a un malo para incriminar a docenas de otros malos. Nada es perfecto.
Canario Negro: No, no lo es. Te hace pensar cómo se sentirían sus víctimas si lo supieran.
Flecha Verde: Oye, ¿te vas a poner seria conmigo? – la acercó a él jalándola de un brazo.
Canario Negro: Ahora no – ambos compartieron un beso, pero fueron interrumpidos por la llegada de un vehículo policial – Más policías.
Flecha Verde: ¿Y? – le restó importancia – Mientras más, mejor.
Canario Negro: Pero no vienen solos.
Cerca de donde estaban ellos, estacionó el auto donde Cazadora y Pregunta se movían. Mientras tanto, los agentes federales dentro de la casa retenían a los policías recién llegados.
Mandragora: ¿Quiénes son ellos? Nunca los había visto – dijo algo asustado.
Faraday: Tenga paciencia, señor Mandragora. Los están registrando.
Mandragora: Regístrelos usted. ¡Hágalo! – el agente federal sólo suspiró y fue a la entrada con sus compañeros.
Faraday: Muy bien, chicos, veamos sus identificaciones – los dos policías resultaron ser los hombres de Mandragora, Tony y Cecil.
Tony: Buena noche para una distracción, ¿no?
Mandragora tomó de la cabeza a Faraday desde atrás y lo lanzó con fuerza hasta la mesa donde estaba comiendo, rompiéndola en el proceso. Mientras tanto, Cazadora y Pregunta saltaron una cerca de madera sólo para encontrarse con Flecha Verde y Canario Negro del otro lado.
Canario Negro: No vas a entrar ahí, Cazadora. Eso te lo prometo.
Cazadora: Estoy aquí por asuntos de la Liga, Canario – dijo mientras ella y Pregunta se acercaban.
Flecha Verde: Eso no fue lo que J'onn dijo, acabamos de llamarlo.
Cazadora: No funcionó.
Pregunta: Quizás esto sí.
Repentinamente, el teórico golpeó con fuerza en la cara al arquero esmeralda, mientras la Cazadora golpeaba a Canario con una patada.
Una pelea de vigilantes comenzó. Cazadora intentó golpear a Canario con una patada giratoria, pero la rubia tomó distancia. Luego, la azabache intentó conectar dos golpes que fueron esquivados por Canario. Esta dio un golpe al rostro, otro al estómago, y de nuevo al rostro. Sin embargo, Cazadora se recompuso rápido y le dio dos golpes al estómago, uno al mentón, para rematar con un rodillazo a la cabeza.
Mientras, Pregunta intentaba golpear a Flecha Verde; pero, al contrario de las dos vigilantes que estaban igualadas, el arquero sacaba a relucir la ventaja que tenía en combate cuerpo a cuerpo con el teórico. Flecha esquivó dos golpes de Pregunta, para después rematar con un golpe de su codo y enviar al teórico al suelo.
Flecha Verde: ¿Por qué estás haciendo esto?
Pregunta: Si te lo dijera, no me lo creerías.
Pregunta sorprendió a Flecha con un barrido de piernas. Luego se subió encima de él para seguir golpeándolo, pero el arquero lo adivinó y lo hizo girar en el suelo con un golpe. Allí, Flecha le dio otro golpe al rostro y luego lo levantó, Pregunta aprovechó esto para zafarse y dar dos golpes; pero el arquero se recompuso rápido, lo tomó de un brazo, y lo arrojó fuertemente al suelo.
Volviendo con las vigilantes, Cazadora le dio dos patadas a Canario Negro; luego intentó conectar otros dos golpes que la rubia bloqueó, por lo que volvió a dar otra patada.
Cazadora: Te creía una gran luchadora – dijo intentando conectar más golpes.
La azabache probó con otra patada, pero Canario atrapó su pierna esta vez y la arrojó fuertemente contra un auto, abollando la puerta del conductor.
Canario Negro: Y eso soy – dijo sonriendo con las manos en su cintura.
La Cazadora intentó pararse para seguir peleando, pero fue estrellada contra el auto nuevamente junto con Pregunta; quien fue arrojado hacia ella por Flecha Verde.
Mientras el dúo de Ciudad Star se reunía, un sonido parecido al de una explosión vino desde dentro de la casa de seguridad, por lo que Canario Negro se apresuró a entrar.
Flecha Verde: Te recomiendo que sigas en el suelo – dijo apuntando con una flecha a Pregunta y Cazadora – El impacto de estas flechas no es letal, pero duele... mucho.
Canario Negro: ¡Se fue! – gritó desde la puerta – ¡Mandragora se fue!
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Minutos más tarde, Flecha Verde se encargó de ayudar a los agentes federales caídos mientras Canario Negro confrontaba a la Cazadora y Pregunta.
Canario Negro: ¿Tienes idea de lo que has hecho? – dijo molesta.
Cazadora: Sí, cacé un asesino – dijo en igual estado – Un asesino que la Liga está protegiendo.
Flecha Verde: No tenemos tiempo para esto – dijo poniéndose al lado de Canario – Debemos preguntarle a Pregunta qué hizo con lo que recogió y puso en su bolsillo.
Pregunta: ¿Yo? – dijo mientras, evidentemente, guardaba algo en su bolsillo.
Flecha Verde: No me hagas preguntarte de nuevo – dijo sosteniendo su arco.
Pregunta: Oh, te refieres a esto – dijo sacando una pequeña llave dorada, la cual Canario tomó.
Canario Negro: Es la llave de un depósito que está bajo la estación del tren.
Flecha Verde: Ustedes dos quédense aquí, no hagan enfurecer a Canario Negro. Hasta ahora sólo han visto su lado amable.
Después de eso, el dúo de vigilantes de Ciudad Star salió cerrando la puerta. Luego, la Cazadora le dio un golpe en el hombro a Pregunta.
Pregunta: ¿Por qué fue eso? – dijo tomándose el mismo.
Cazadora: ¿Te especializas en conspiraciones y no pudiste recoger pistas sin que te vieran?
Pregunta: La llave no era una pista, era mía – luego sacó lo que parecía un folleto de su abrigo – Pero esta lista de llegada de cargueros que tomé mientras te estaban gritando... esa es la pista.
Canario Negro: No lo entiendo, ¿por qué no vamos a la estación del tren? – dijo mientras ella y Flecha estaban escondidos en la casa del árbol.
Flecha Verde: Shhh – ambos vieron a la Cazadora y Pregunta salir corriendo de la casa – Porque sé cuando me han engañado.
Canario Negro: Eres lindo cuando actúas presuntuoso – en ese momento, recibieron una llamada de J'onn.
Detective Marciano: Flecha Verde, Canario Negro. Reporte de misión.
Flecha Verde: Tuvimos contratiempos, pero nada que no podamos resolver – dijo fingiendo.
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La Atalaya
Detective Marciano: Entiendo – cortó la llamada sin creerse las palabras del arquero – ¿Por qué ninguna otra pareja puede hacerlo bien? – volvió a hacer otra llamada – Ben 10, Supergirl, aquí el Detective Marciano – no recibió respuesta – ¿Alguno me copia?
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Khoros
Supergirl: Oh sí, siempre quise estar en una pelea de Mega-Zords.
¿Qué estaban haciendo Ben 10 y Supergirl todo este tiempo?
Ambos estaban resolviendo una situación en Bellwood, cuando recibieron una llamada de Rook diciendo que tenían problemas en el planeta natal de los Tetramand.
Kevin Levin y Rook Blonko, quienes se hicieron más amigos desde la Invasión Incurseana, estaban en una feria de autos en Khoros; cuando se encontraron con Argit y un viejo conocido del Osmosiano y el erizo conocido simplemente como OTTO.
OTTO era una inteligencia artificial que conoció a Kevin y Argit en el Vacío, y los tres cooperaron para escapar de esa dimensión. Sin embargo, OTTO los engañó y terminó escapando él solo. Ahora, junto a una banda vestida con trajes y capuchas moradas, estaba en Khoros intentando robar los más lujosos autos de la colección privada de Lord Gar, de la Casa Viento Rojo.
Al principio, Kevin, Rook y Argit hicieron que Gar los encerrara, pero después OTTO y su banda escaparon y robaron los autos que querían. El Osmosiano, el Revonnahgander y el erizo los persiguieron en sus vehículos y lograron atraparlos en el Proto-Camión; pero después OTTO se fusionó con el mismo junto con los demás autos, formando un súper robot (o Mega-Zord para los que conocen a los Power Rangers).
Fue en este momento donde el dúo neoyorkino llegó en una Javalina de la Liga de la Justicia. Luego, se sumaron a una persecución en el auto de Kevin, y ahora Ben estaba transformado en Ultra-T y convertido en otro súper robot al fusionarse con el auto del Osmosiano. Todos bajaron de sus vehículos, pero Kara fue la única que se quedó dentro; pues estaba muy emocionada.
OTTO: Oh, un Mecamorfo Galvánico. Me tiemblan mis multi-trillonarios zapatos de tydenita – dijo con sarcasmo mientras inclinaba un poco las piernas.
Rook: Ben 10, evita dañar los brazos y las piernas. Esos autos valen más que muchos planetas.
Ultra-T: ¿Qué tal la parte que se parece a tu camión?
Kevin: Acaba con él, compañero.
Rook: Oye, no – dijo preocupado por lo que le pasase a su camión.
OTTO: ¿Un reto? – dijo riendo un poco – Es perfecto – tomó por sorpresa a Ben y le dio un golpe a la cabeza que lo derribó al suelo.
Supergirl: ¿Puedo encargarme yo? – dijo desde el asiento de conductor.
Ultra-T: Pero puedo hacerlo yo sin problemas – dijo haciendo aparecer su cabeza enfrente de ella.
Supergirl: Sí, pero yo entrené con las Amazonas – luego tomó el volante – Observa.
La Chica de Acero levantó al Ben Mega-Zord y comenzó a pelear por él. Con tres golpes al rostro y dos patadas al pecho, lograba doblegar a OTTO sin que este pudiera defenderse.
Supergirl: Esto es mejor que cualquier videojuego – dijo riendo un poco.
Ultra-T: No presumas – dijo un tanto celoso de la forma de pelear de su novia.
Kevin: Oigan, ¿qué les pasó a esos encapuchados? – dijo haciendo referencia a los secuaces de OTTO.
Rook: Debo asumir que aún siguen dentro del Proto-Camión.
Kevin: Hah, sí – dijo tomándose la cabeza.
Volviendo a la pelea, la kryptoniana hizo que Ben diera una patada voladora y envió a OTTO muy lejos, hasta cerca de un acantilado.
Rook: ¡Ben, los autos!
Ultra-T: No fui yo.
Ben decidió tomar el control y logró salvar a tiempo a OTTO antes de que cayera por el acantilado junto con los autos.
OTTO: Oh, noble tonto. Empecé como la fallida unidad inteligente de un ventilador – alejó a Ben con una patada doble – Después de todo eso, ¿enserio crees poder detenerme? – dijo haciendo girar su mano izquierda como un taladro.
De su mano izquierda, OTTO disparó un fuerte rayo rosado que envió a Ben a estrellarse contra una montaña. La IA cargó contra él y se disponía a darle un golpe en el pecho, pero Kara fue más rápida y logró hacer que Ben retenga el golpe con una mano.
Ultra-T: No eres muy bueno con las máquinas. Ya sabes, considerándolo.
Ben se fusionó con el brazo derecho de OTTO, por lo que este intentó golpearlo con su brazo izquierdo; pero Ben también lo retuvo y se fusionó con él. Luego, el héroe hizo salir un tercer brazo de su pecho y le dio un tincazo a la cabeza de OTTO, arrancándolo del Mega-Zord mientras se fusionaba con el mismo.
OTTO: Me arrancaste la cabeza – dijo en el suelo.
Ben terminó por fusionarse con todo el Mega-Zord de OTTO, sólo para deshacerlo después. Todos los vehículos caros estaban en impecable estado, pero el Proto-Camión de Rook estaba bastante maltratado.
Kevin: Parece que tu auto necesitará pequeñas reparaciones – dijo abrazando a Rook por el cuello, mientras el Revonnahgander miraba con preocupación su camión.
Ultra-T: Hah, lo siento, Rook.
Después de eso, Ben hizo volver a la normalidad el auto de Kevin, y después el héroe regresó a su forma humana. El vehículo estaba en igual o peor estado que el de Rook; y cuando Kara bajó del auto del Osmosiano, este perdió las ruedas y se levantó su capó.
Rook: Si quieres, te presto mis herramientas – dijo con sarcasmo mientras Kevin tenía la boca abierta.
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Más tarde, Lord Gar invitó a Ben y los demás a su fortaleza, donde un gran grupo de Tetramand vitoreaba y aplaudía al héroe. Gar sostenía a OTTO con la punta de una lanza exhibido como trofeo.
Gar: Ben Tennyson, una vez más has demostrado por qué eres el héroe más grande del universo.
Supergirl: Yo también ayudé – dijo molesta y con los brazos cruzados mientras Ben recibía toda la atención.
Ben: Ah, por favor, son muy amables; pero no pude hacerlo sin mis amigos. El auto de Kevin se destruyó.
Gar: ¿Así fue? Bueno, en gratitud, le daré a Kevin Levin lo que elija de mi propia colección personal – dijo abrazando a Ben y Kevin, ignorando a Kara y Rook.
Rook: Mi vehículo se dañó también – dijo molesto y con los brazos cruzados.
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Más adelante, todo el grupo estaba subido en la Javalina de regreso a la Tierra. En la parte de carga, estaban el Proto-Camión de Rook, el auto destruido de Kevin, y un auto de tydenita que el Osmosiano escogió.
Rook: Mira eso – dijo mirando su Proto-Herramienta con los daños de su camión – Mi distribuidor Spline Vorlon no se puede reparar.
Kevin: Por eso fue que escogí el dinero-móvil de ahí atrás. Lo venderemos y ambos podremos reconstruir nuestros autos.
Rook: Gracias, Kevin.
Argit: ¿Se dan cuenta del problema de eso?
Ben: Sí. Si ese auto está hecho de impecable tydenita...
Supergirl: ¿Dónde encontrarán a alguien tan rico que lo compre? – Kevin y Rook se quedaron pensando.
Detective Marciano: Ben 10, Supergirl – llegó su llamada cuando entraron en el espacio de la Tierra – ¿Me copian?
Ben: J'onn, ¿qué hubo, amigo?
Detective Marciano: ¿Dónde estaban?
Ben: Ah... Atendiendo un asunto en Khoros – dijo algo nervioso.
Detective Marciano: Los necesito en Metrópolis ahora.
Ben: Está bien. Espera que deje un par de amigos en casa y luego vamos para allá.
El marciano cortó la llamada, y Ben y Kara se encogieron de hombros en señal de no entender. Luego, aceleraron la nave rumbo hacia Nueva York.
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Metrópolis
Regresando con la Cazadora y Pregunta, estos estaban camino a los muelles de la ciudad. Mientras el teórico conducía, notó la mirada seria y larga de su compañera.
Pregunta: Háblame de Mandragora – dijo deduciendo la razón del estado de ánimo de ella – ¿Qué fue lo que te hizo?
Cazadora: No lo entenderías.
Pregunta: ¿No entendería qué? ¿Que trabajaba para tu padre, Franco Bertinelli? ¿O que tu mismo padre era un poderoso jefe de la mafia?
La vigilante se sorprendió por esto, y después Pregunta procedió a contarle todo su origen; revelando que siempre supo por qué ella buscaba a Mandragora.
Pregunta: Sólo eras una niña, no entendías cómo se ganaba la vida tu padre. Pero sabías que cuando él hablaba, la gente lo escuchaba, que siempre estaba rodeado de hombres que hacían lo que dijera. Y el más espeluznante de ellos era Mandragora. Mirarlo a los ojos era como mirar a un foso vacío. Una noche terrible, Mandragora decidió que ya no quería recibir órdenes. Tu padre quiso protegerte escondiéndote en un armario... pero lo viste todo. Steven Mandragora asesinó a tus padres, mientras observabas sin poder hacer nada. ¿No es eso lo que sucedió?
Cazadora: Si tú lo sabías, entonces sabes lo que le haré a Mandragora cuando logre atraparlo – dijo después de limpiarse una lágrima – ¿Por qué me ayudas?
Pregunta: Esa... es la pregunta – luego miró por el espejo lateral a una moto con dos acompañantes conocidos – Alguien nos sigue.
La Cazadora volteó y vio a Canario Negro conduciendo una moto negra, junto a Flecha Verde como acompañante.
Cazadora: Piérdelos.
Pregunta: Por completo.
El teórico en conspiraciones aceleró el auto y se alejó un poco de los otros dos vigilantes, pero Canario Negro también aceleró su moto.
Flecha Verde: ¡No se supone que manejes cuando estás molesta! – gritó sobre el viento.
Canario Negro: Van hacia el muelle. ¡Sujétate!
Flecha Verde: ¡No tienes que pedírmelo!
La vigilante rubia estaba a punto de alcanzar Pregunta y Cazadora, pero un auto negro con verde pasó a una velocidad mayor por su costado. El arquero vio de reojo a los que iban dentro de él, mientras que el conductor del auto hizo lo mismo.
Flecha Verde: ¿Esos eran Ben 10 y Supergirl? – le preguntó a Canario.
Ben: ¿Esos eran Flecha Verde y Canario Negro? – le preguntó a Kara.
Ben siguió su marcha sin frenar, y también pasó por el costado del auto donde iban la Cazadora y Pregunta. La vigilante azabache, de igual forma, vio de reojo al dúo neoyorkino así como Kara al par de vigilantes.
Supergirl: ¿Esos eran Pregunta y Cazadora? – le preguntó a Ben.
Cazadora: ¿Esos eran Ben 10 y Supergirl? – le preguntó a Pregunta.
Ben: ¿Qué rayos está pasando aquí? – en ese momento, recibió una llamada.
Flecha Verde: ¡Ben! ¡Ben, ¿eres tú?!
Ben: Por supuesto que sí – dijo conectando la llamada a su auto – ¿Qué hacen ustedes aquí?
Canario Negro: Eso no importa, deben detener a Cazadora y Pregunta.
Supergirl: Ah, eso será complicado.
La Chica de Acero vio que Pregunta había saltado a unas vías de tren por medio de un camión acoplador, usándolo como rampa. Canario Negro hizo lo mismo con su moto.
Ben: Kara...
Supergirl: Sí, ya voy – luego salió del auto para ir detrás de los vigilantes.
Flecha Verde: ¿Ya estamos muertos? – dijo escondiéndose en la espalda de Canario.
Canario Negro: No.
Flecha Verde: ¿Estás segura de que no estamos muertos?
Canario Negro: Si morimos, prometo que te lo diré, Flecha.
Los cuatro vigilantes y la kryptoniana entraron en un túnel por donde pasaban las vías. Pregunta y Cazadora seguían avanzando sin reducir la velocidad; pero enfrente suyo y al borde de una intersección, venía un tren en dirección contraria a la suya.
Cazadora: El tren.
Pregunta: Lo veo.
Cazadora: ¡El tren!
Pregunta: ¡Lo veo!
Al límite, el teórico logró entrar en la intersección antes de ser arrollados por el tren. Supergirl, Canario Negro y Flecha Verde notaron que ahora ellos iban a chocar con él.
Supergirl: ¡Sujétense!
Usando su súper velocidad, la kryptoniana tomó a los dos vigilantes y se los llevó del túnel. Lo único que el tren arrolló fue la moto de Canario Negro. Una vez fuera del túnel, Kara volaba con los dos hasta el auto de Ben cuando Canario golpeó a Flecha.
Canario Negro: ¡Reconstruí esa motocicleta con mis manos!
Flecha Verde: ¿Y por qué me golpeas? Ella fue la que nos sacó – dijo señalando a Kara.
Supergirl: Sí, perdón por haber salvado sus traseros – dijo algo molesta, a lo que Canario sólo resopló.
Flecha Verde: Y J'onn cree que la Cazadora es temperamental.
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Minutos más tarde, ahora Flecha Verde y Canario Negro se encontraban en el auto de Ben en dirección a los muelles. El primero en hablar fue el arquero.
Flecha Verde: Muy bien, ¿cómo es que están aquí?
Ben: J'onn nos llamó. Nos informó que un tal... ¿Mala droga?
Supergirl: Mandragora – lo corrigió – Nos dijo que este tipo escapó de la policía y nos pidió detenerlo.
Canario Negro: Hah, a nosotros nos pidió vigilarlo – luego miró a Flecha – Tal parece que no te creyó la mentira.
Ben: Sí, pero a mí no me gusta – dijo algo desinteresado – Se trata de un mafioso, y J'onn sabe que no me gusta meterme con mafiosos.
Canario Negro: Te entiendo, niño.
Flecha Verde: Como sea. ¿Por qué vamos a los muelles? – dijo intentando cambiar de tema.
Supergirl: Porque fuimos a su mansión, y descubrimos que tiene un hijo que llegará hoy al país en un barco.
Flecha Verde: ¿Quién lo diría? El señor pálido tiene familia.
Ben: Yo creía que iría allí porque le gustan los muelles – dijo bromeando – ¿No vieron su apariencia?
Ben/Flecha Verde: Es como una ballena blanca – luego ambos hombres rieron, las mujeres sólo se miraron y negaron con la cabeza.
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En los muelles, Pregunta y Cazadora habían llegado hasta el barco que esperaba Mandragora. El mafioso llegó en su limusina negra y sus dos matones le abrieron la puerta, este se bajó hundiendo un poco el auto, y avanzaron hasta la puerta del barco. Mientras tanto, los vigilantes estaban escondidos entre unas cajas ubicadas a una buena altura.
Cazadora: Es él... Es mío – luego miró a Pregunta – Tú a los guardias, ¿listo?
Sin embargo, antes de que atacaran, Supergirl había llegado antes y tomó a los matones de sus trajes. Luego, se los llevó hasta un lugar lejos mientras Flecha Verde confrontaba a Mandragora.
Flecha Verde: Oye, tu plato de ostras está aquí, gordinflón – dijo apuntándole cuatro flechas eléctricas, pero el mafioso sólo sonrió confiado – Te lo advertí.
El arquero disparó las flechas, pero estas no inmutaron a Mandragora. Este cargó contra Flecha para golpearlo, pero fue tomado del cuello por Pregunta desde atrás y con un salto. Aún así, el mafioso lo tomó y lo arrojó contra el arquero; estrellándolos contra una grúa y haciendo que unos fierros grandes que traía en la punta se movieran.
Uno de estos fierros cayó cerca de Mandragora, y este lo alzó para rematar a los dos vigilantes; pero una voz detrás suyo lo detuvo.
Canario Negro: ¿Es que nadie te lo ha dicho, Mandragora? – dijo dando un salto para quedar enfrente de él – Nadie se mete con nosotros.
Ben: Lo que ella dijo – dijo detrás del mafioso.
Mandragora intentó golpear a Canario con el fierro, pero ella lo esquivó saltando hacia un lado. Luego, se posicionó frente a él y le lanzó su poderoso grito conocido como Grito del Canario.
El grito fue lo suficientemente fuerte como para hacer retroceder a Mandragora y destrozar su traje, pero su resistencia evitaba que sucumbiera por completo.
Ben: Creo que necesitas ayuda – dijo poniéndose al lado de ella.
El héroe activó su Omnitrix y se convirtió en Blitzwolfer. Una vez transformado, abrió su hocico en cuatro partes y lanzó un poderoso aullido. El ataque, combinado junto al de Canario Negro, terminó por derribar definitivamente a Mandragora. Mientras el mafioso quedaba de rodillas, Canario tambaleó un poco.
Blitzwolfer: Oye, ¿estás bien?
Canario Negro: Lo estaré – dijo con la voz entrecortada – Usar mi grito en forma prolongada me agota.
Cazadora: Mandragora – dijo apareciendo repentinamente detrás del mafioso, con su ballesta apuntándole – También tengo flechas especiales, de las puntiagudas que te hacen daño.
Mandragora: Vuelvo a estar bajo custodia federal – dijo sonriendo confiadamente mientras levantaba las manos, aún de rodillas.
Cazadora: No esta vez.
– ¡Papá!
Repentinamente, el grito de un niño que salía del barco llamó la atención de todos. El niño era igualmente pálido y albino como su padre, además de tener ojos anaranjados. Se le veía con algo de sobrepeso para su edad; y vestía una camisa blanca, un saco y corbata azul, así como unos pantalones de vestir cortos azules, y zapatos negros.
Detrás del niño, salieron otros dos guardias armados dispuestos a disparar contra los héroes; pero Flecha Verde y Pregunta los sorprendieron de atrás con golpes a la nuca.
Mandragora: ¡Edgar! – dijo para recibir al niño en un fuerte abrazo, luego se dirigió a la Cazadora – En mi último viaje a mi país, un grupo mafioso rival secuestró a mi hijo. Me llevó todo este tiempo conseguir su rescate, te aseguro que sus captores supieron lo equivocados que estaban.
Cazadora: Yo te aseguro... que te daré la misma lección – dijo sin dejar de apuntar su ballesta.
Mandragora: Sólo quería que mi hijo y yo desapareciéramos juntos – la vigilante aún así permanecía firme, por lo que el mafioso se puso de pie – Ponte detrás de mí, Edgar, todo estará bien.
Supergirl: ¡Cazadora! – dijo aterrizando entre ella y Mandragora – ¿Enserio quieres esto?
La vigilante miró al niño asustado detrás de la pierna de su padre, y le trajo de recuerdo la escena donde ella estaba oculta en ese armario la noche en que sus padres fueron asesinados.
Cazadora: No.
La vigilante apuntó hacia arriba, disparó una flecha hasta la cuerda de la grúa donde estaban los fierros. Esta dio en el blanco, cortando la cuerda y haciendo que los fierros comiencen a caer hasta Mandragora y su hijo.
Supergirl usó su velocidad para salvar a Edgar, pero aún así los fierros cayeron sobre el mafioso. Sin embargo, debido a su resistencia, este no murió; sólo quedó muy debilitado e inconsciente.
Cazadora: Esto no es lo que quiero.
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Pregunta: Mandragora nunca tuvo ninguna intención de cooperar con los fiscales, sólo estaba ganando tiempo hasta que llegara su hijo.
Minutos después, los seis héroes veían a la policía federal llegar a la escena y llevarse presos a Mandragora y sus hombres. Para evitar que escape fácilmente, al mafioso le colocaron esposas de oro sólido muy difícil de romper. Mientras tanto, él se despedía de su hijo mientras era llevado por una mujer a un hogar de niños.
Pregunta: Sus nuevas identidades ya estaban preparadas, sin mencionar una cuenta en las Islas Caimán llena de dinero sucio para financiar sus nuevas vidas – terminó de relatar mientras un vehículo policial se llevaba a Mandragora.
Cazadora: Tú siempre supiste que el niño estaría en ese barco.
Pregunta: Hice mi tarea – dijo sosteniendo su sombrero.
Cazadora: ¿Por qué te molestaste en ayudarme? ¿Por qué arriesgar tu vida?
Pregunta: Porque tú... me agradas – dijo apartando su mirada, aún con su máscara puesta.
La Cazadora sonrió ante esto y se acercó al teórico, le subió un poco su máscara y lo besó por unos segundos. Luego, lo tomó de su corbata y se lo llevó de ahí.
Pregunta: ¿A dónde vamos?
Cazadora: No hagas tantas preguntas.
Canario Negro: Lo siento, pero... ugh.
Ben: Comparto el sentimiento.
Flecha Verde: A pesar de todo – decía volviendo a cambiar el tema – Fue una buena tarea en equipo. Como una cita doble... o triple.
Supergirl: Hay que repetirla, algún día – decía mientras ella y Ben se dirigían a su auto.
Canario Negro: Oigan, me deben una motocicleta nueva.
Ben: Te pondré en espera – dijo desinteresado – Ya arruiné varios vehículos hoy.
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