Cap. 45: Vilgax debe morir

Incarcecon del borde de la galaxia

En medio de un grupo de asteroides, una gran nave de los Plomeros se dirigía a una de las prisiones de máxima seguridad más formidables del universo. Dentro estaban Rook, un par de Plomeros, un Linterna Verde, además de Ben 10 y Supergirl.

Particularmente, la Chica de Acero estaba parada frente a una habitación cerrada de la nave, la cual transportaba al prisionero que llevaban a Incarcecon.

Este era muy alto, fácilmente casi cuatro metros. Su piel era verde pálido, y tenía lo que parecía ser un pulpo en la cabeza; ya que debajo de su barbilla salían varios tentáculos verdes. Sus ojos eran rojos, y tenía un casco de metal bordo en forma de una C acostada, con un círculo dorado en medio. Bordeando por detrás la zona de su boca, tenía un respirador artificial verde. Su armadura era bordo, como el casco, y recubría todo su torso. Tenía placas de metal bordo en los hombros, guanteletes y grandes botas del mismo color. Sus muslos y codos estaban cubiertos con tela negra, la cual también llevaba en su torso debajo de la armadura; y también varios "tornillos" dorados en los hombros, antebrazos, muñecas, y rodillas.

Este era Vilgax, el gran villano de Ben Tennyson.

Ahora, el villano se encontraba sobre una gran camilla, atado con tres bandas gruesas de energía azul para evitar que escape, custodiado por algunos guardias.

Supergirl: Finalmente, después de tanto tiempo escuchando sobre ti, puedo conocerte – dijo seria.

Vilgax: ¿Sorprendida, niña? – dijo con su clásica voz gruesa.

Supergirl: Te ves imponente, lo admito. Pero no luces tan fuerte – dijo cruzándose de brazos.

Vilgax: Libérame, y te daré una demostración.

Ben: Buen intento, Vilgax – dijo interrumpiéndolos – Pero al único lugar que serás libre está allá adelante – luego tomó del hombro a Kara y se la llevó – ¿Qué estás haciendo?

Supergirl: Sólo estaba conociendo al tipo que te causó tantos problemas. No puedo creer que de verdad sea él.

Ben: ¿Esto te emociona?

Supergirl: No, claro que no... Bueno, sólo un poco – dijo haciendo la seña con sus dedos.

Ben: No es tan impresionante – luego se dirigió a la cabina de mando – No veo por qué hay que vaciar toda una prisión por sólo un tipo.

Max: Ben, de todos tú deberías saber que no podemos confiar que haya alguien cercano a tu huésped – dijo en la pantalla de la nave.

Rook: Ha resultado ser muy hábil – dijo mientras conducía la nave.

Ben: Sí. Excepto por todas las veces que lo he vencido.

Max: Después de que tú y tu equipo lo encierren y se vayan, todo el sector será limitado al tráfico espacial. Todo va a ser automatizado, hasta los sintetizadores de comida. Estará en total confinamiento solitario. Nadie a su alrededor a quien soborne, chantajee o golpee.

Vilgax: ¿Y me debo sentir alagado por esto?

Ben: Créeme, Vilgax, esto no me gusta más que a ti – dijo acercándose a él.

Vilgax: Créeme tú, Tennyson. En cuanto me libere de este obstáculo, te va a gustar menos – dijo con una sonrisa siniestra. Ben sólo bostezó ante esto.

Alrededor de la gran prisión, un montón de pequeñas naves con convictos en ella la abandonaban; a medida que la de los Plomeros se acercaba.

Rook: Iniciando proceso de anclaje, ahora.

Max: No lo olviden. Una vez que crucen el Campo del Silencio de la prisión, toda comunicación será bloqueada. Y si están en problemas... estarán solos – esta declaración dejó a los Plomeros y al Linterna preocupados.

Ben: Tranquilos. Dejaremos a cara de molusco, y volveremos en poco tiempo – contrario a los demás, era el único con optimismo.

En otra parte del espacio aéreo de Incarcecon, más precisamente detrás de la nave de los Plomeros, una nave más pequeña verde con detalles dorados y motores rosados estaba escondida entre los asteroides.

Esta era la nave de Attea, princesa del Imperio Incurseano, la cual estaba llamando a su padre.

Attea: Saludos, emperador Milleous. Luz del Imperio Incurseano, destructor de galaxias enteras, todas las criaturas tiemblan a tus...

Milleous: Hija mía, no puedes saludarme cada vez que estás aburrida – dijo mientras su imagen aparecía delante de Attea.

Attea: ¿Qué estás haciendo, papi?

Milleous: ¡Sabes exactamente lo que hago! – puso una imagen de varios acorazados invadiendo un planeta – Estoy rodeando Vilgaxia y demandando su rendición – luego su imagen volvió – ¿Podemos hablar luego?

Attea: Hirviendo océanos, destruyendo ciudades, despojando a billones. Desearía poder estar ahí.

Milleous: Chicos de hoy, no piensan estratégicamente. Estos Vilgaxianos son duros, casi como nosotros los Incurseanos. Eso significa que mientras su líder siga vivo, él puede disuadirlos de rendirse.

Attea: ¿Y...? – dijo resignada y aburrida, ya sabiendo lo que diría.

Milleous: Y... lo primero es desmoralizarlos – Attea se quedó callada en señal de que siguiera hablando, a lo que él sólo dio un suspiro – ¿Y cómo vamos a hacerlo?

Attea: Deshaciéndonos de Vilgax, y fue por eso que me enviaste a Incarcecon – dijo sin ganas.

Milleous: Y borrándolo de la vista, su sistema se derrumbará. Ahora, si no te importa, voy a transmitir otro ultimátum. ¡Atención, basura Vilgaxiana! – la llamada se cortó.

Attea: Six-Six, Seven-Seven, Eight-Eight, ya oyeron al hombre.

Una compuerta se abrió detrás de la Incurseana, revelando a tres seres con armadura del otro lado.

El primero traía una que era fucsia con negro en su totalidad, siendo fucsia la parte de las pantorrillas, antebrazos, hombros, cinturón, pecho y casco; mientras que las partes negras eran los muslos, vientre, brazos, cuello, dedos y pies. Su armadura tenía un montón de aberturas a lo largo de su cuerpo. Detrás traía una mochila propulsora gris con dos bastones unidos a la misma. Su casco tenía dos pares de líneas rojas que formaban una especie de X en medio, y terminaba en una punta con un gancho al final.

Este era Seven-Seven.

En medio, estaba otro más alto, y con un diseño de armadura un tanto similar. Era negra en las pantorrillas, pies, parte del torso, parte de los antebrazos, hombros, cinturón y casco. Bordo en los muslos, vientre, brazos, parte de los antebrazos y cuello. Sus pectorales tenían dos placas grises, y sus dedos eran de igual color. También traía una mochila propulsora detrás con dos bastones. De igual forma, su armadura tenía varias aberturas; y su casco era igual al de Seven-Seven en diseño.

Este era Six-Six.

El tercero era el más pequeño de todos; y a diferencia de ellos, su figura tenía apariencia femenina. Su armadura era completamente morada; con excepción de los pies, cinturón, brazos, dedos, y algunas líneas que separaban su pecho de su vientre y cuello, todos eran negros. Al igual que los otros, traía una mochila con dos bastones; y su casco era de igual diseño.

Este, o esta, era Eight-Eight.

Estos tres seres eran conocidos por ser cazarrecompensas letales, famosos por sus armaduras resistentes y amplia variedad de armas. Y ahora, estaban al servicio de Attea.

Attea: ¡Tráiganme la cabeza de Vilgax el Conquistador!

Otra cosa en la que eran conocidos, era por su idioma casi inentendible. Sólo existían pocos seres en el universo capaz de hacerlo. Attea parecía ser uno de ellos, ya que entendió a la perfección lo que le dijo Six-Six luego.

Attea: No te tomes confianzas, te dirigirás a mí como generala o comandante en jefe.

Una vez dicho y hecho todo eso, la Incurseana acercó su nave a la de los Plomeros y comenzó a abrir fuego contra ella. Los impactos eran fuertes, y causaban turbulencias dentro, haciendo que Ben se caiga al suelo.

Rook: ¡Cargando reflectores!

Ben: ¿¡Tomará mucho!? – dijo ubicándose en su asiento. Kara también lo hizo.

Otros impactos dieron en los motores de la nave, haciendo que esta comience a incendiarse desde fuera.

Rook: Desafortunadamente sí.

La nave comenzó a descender violentamente hacia Incarcecon. Rook, debido a que los controles primarios de la nave estaban arruinados, sacó otros controles con una extraña forma de videojuegos. Eran una palanca con mango rojo, y un botón del mismo color.

Con estos controles, el Plomero hizo aparecer dos motores debajo de la nave, y con eso logró nivelarla lo suficiente como para hacerla aterrizar; aunque no en el lugar planeado.

Ben: Rook, ¿estás bien? – preguntó una vez que terminó todo.

Rook: Sí, pero dañé el transporte durante el aterrizaje.

Ben: Bueno, esa no es nuestra prioridad. ¿Estás bien, Kara? – dijo mientras se levantaba de su asiento.

Supergirl: Perfecta – dijo mientras también se levantaba.

Ben: ¿Todos están bien? – preguntó a los que estaban dentro de la celda de Vilgax.

– Bueno, ya que preguntas, puede que me haya lastimado mi... – dijo uno de los Plomeros de la cabina. Tenía la forma de un insecto humanoide verdoso con antenas, con traje de Plomero rojo. Sin embargo, fue ignorado olímpicamente por el héroe.

Ben: Bien. Ahora tenemos que salir de esta nave, incluyendo a Vilgax.

Después de eso, Ben fue hasta la parte de atrás de la camilla del villano y quitó las ataduras que traía.

Vilgax: Ah... soy libre. ¡Libre...! – intentó celebrar antes de ver unas esposas brillantes celestes en sus muñecas.

Ben: No – dijo levantando un control – Y si intentas escapar, esas esposas eléctricas te darán un pequeño recordatorio.

Luego, el héroe activó su Omnitrix y se transformó en Halcón; mientras que Supergirl abría una puerta en un costado de la nave.

Halcón: Ahora todos contengan el aliento, y luego... ¡Salten!

Conteniendo la respiración, todos saltaron de la nave después de Ben. Estos flotaron hasta una gran puerta en Incarcecon, la cual se cerró una vez que todos estuvieron dentro. Cuando eso pasó, unas turbinas en el techo se encendieron, permitiendo que todos pudieran caminar en el suelo sin ser afectados por la gravedad cero.

Vilgax se quitó de encima a uno de los Plomeros cuando tocaron tierra, y Ben saltó con fuerza hasta él, haciendo que traspasen una puerta mientras lo molía a golpes.

Vilgax: ¡Quítame las manos, insecto!

El héroe no hizo caso y siguió golpeando al villano en el suelo. Mientras lo hacía, el Omnitrix hizo que Ben volviera a su forma normal, pero este seguía atacándolo.

Ben: ¡Estoy cansado de ti!

El héroe cambiaformas tomó dos pares de tentáculos de Vilgax y comenzó a jalar de ellos, mientras le propinaba un par de patadas. Ben hubiera seguido con su tortura, de no ser que su novia lo tomó desde atrás.

Supergirl: ¡Tranquilízate, Ben!

Ben: ¿¡Por qué debería!? ¡Él nos engañó!

Vilgax: Agh, no tuve que ver con ese ataque.

Ben: Sí, claro. ¡Jálale otro tentáculo!

Vilgax: Oye, usa tu pequeño cerebro. De haber destruido la nave, podría haber perecido con el resto de ustedes.

– Él tiene razón – dijo el Plomero insecto bajando su arma, luego de estar nervioso todo el tiempo.

Rook: Hubble, no ayudes – dijo revelando su nombre. El mencionado sólo se encogió de hombros.

Ben: No te creo, Vilgax. Pudiste aprovechar esto y salir vivo, y nosotros no. Harías lo que sea para quedar libre.

Cualquier conversación o acusación adicional fue interrumpida por el sonido de una alarma. Otra puerta al lado de todos se abrió, y del otro lado salieron Attea y los tres cazarrecompensas, sorprendiendo a todos.

Six-Six levantó una pistola y un laza-misiles pequeño de su muñeca, Seven-Seven convirtió sus manos en cañones y los apuntó junto con dos más salidos de su espada, y Eight-Eight sólo levantó una pequeña arma.

Inmediatamente, los tres abrieron fuego rosado contra los presentes, mientras estos se ocultaban detrás de los pilares en las paredes de la prisión. La única que no se ocultó fue Supergirl, quien recibía los disparos sin sentir efecto alguno.

Six-Six disparó unos misiles hacia Hubble, pero la Chica de Acero lo tomó desde atrás y lo alejó arrojándolo cerca de Ben.

Rook: ¡Hubble, ¿estás herido?!

Hubble: De hecho, sólo duele cuando respiro – dijo refiriéndose al dolor de la caída.

Ben: Todo está saliendo como lo planeaste, ¿no es cierto? – dijo acercándose a Vilgax – ¡No te importa quien salga herido!

Attea: ¡Hey, Vilgax, ¿listo para rendirte?! ¡No importa como sea; estás frito, molusco tostado!

Supergirl: Ah, Ben, no creo que estén aquí para liberar a Vilgax – dijo mientras seguía cubriendo a todos de los disparos.

Vilgax: ¿Qué les había dicho?

Después de un momento, Attea le ordenó a los cazarrecompensas que dejaran de disparar, puesto que la Chica de Acero no tenía ni un rasguño. Supergirl luego se dirigió hacia la Incurseana.

Supergirl: ¿Qué, eso es todo lo que tienes?

Attea: Agh, Ben Tennyson y su novia. ¿Por qué no me sorprende? – luego miró a Six-Six – Acaba con ella, ¿quieres? – el cazarrecompensas le respondió – ¿Eh? ¿Qué quieres decir con que no trajeron nada contra kryptonianos?

Ben: Hey, Kara – la llamó viendo una oportunidad – Tú encárgate de esos tres, yo distraeré a Attea.

Supergirl: Entendido.

Inmediatamente, y a una gran velocidad, la Chica de Acero le propinó un buen golpe a Six-Six en el pecho, mandándolo lejos. Ella fue detrás de él unos segundos después.

Ben: ¡Hey, Attea! ¡Por aquí, soy Ben! – la mencionada volteó a verlo – Tengo una pregunta: si un tipo te besa, ¿te conviertes en princesa?

Supergirl: ¡JA! Esa fue buena – se rió mientras seguía golpeando a Six-Six. Sin embargo, el chiste causó todo menos gracia en la Incurseana.

Attea: Yo... ¡soy una princesa! ¡DESTRÚYANLOS, SOBRE TODO A ELLA! – dijo lo último señalando a Kara.

Attea sacó dos pistolas y comenzó a abrir fuego furiosamente contra todos, mientras Seven-Seven y Eight-Eight iban con Supergirl.

Vilgax: Ah, eso sin duda ayudó.

Rook: ¿Cómo vamos a proceder, señor Tennyson?

Ben: Tú haz algo... no sé, tecnológico – dijo señalando una terminal.

Rook: Entendido.

El Plomero sacó un dispositivo que parecía ser un escáner y lo conectó a la terminal. Mientras tanto, Attea seguía disparando; los otros Plomeros y el Linterna Verde se lo respondían.

Hubble: ¡No podremos seguir! – dijo mientras su arma se agotaba.

Ben: ¿Ya tienes algo, Rook?

Rook: De acuerdo con la base de datos – dijo abriendo un holo-mapa de Incarcecon – Hay una capsula de escape aquí. Además, hay un cuarto de comunicaciones aquí abajo.

Ben: Bien. Lleva a todos a ese cuarto, desconecta la zona y pídele refuerzos al abuelo Max.

Rook: Muy bien. ¿Usted que hará?

Ben: Iré hacia el hangar con Vilgax junto con Kara, y trataremos de mantenerlo vivo.

Attea: Me estoy aburriendo.

Supergirl: ¿Ah, sí? Pues espero que esto no te aburra.

La Incurseana se dio vuelta ante las palabras de la kryptoniana; pero inmediatamente fue recibida con el cuerpo de Eight-Eight, la cual había sido lanzada contra ella.

Supergirl voló hasta donde estaba Six-Six y lo hizo saltar por los aires. Luego, se dirigió hasta Seven-Seven, el cual sacó unos nudillos que emitían rayos. Ambos chocaron golpes, y el nudillo fue lo suficientemente fuerte para hacer retroceder un poco a Kara.

La Chica de Acero se sacudió la mano para mitigar el dolor, y luego cargó a súper velocidad contra el cazarrecompensas, al cual lo hizo estrellar contra una pared. Seven-Seven cayó al suelo inconsciente después.

Unos disparos comenzaron a venir desde atrás de la kryptoniana, y esta se dio vuelta para ver que se trataba de Eight-Eight. Kara voló hasta ella para atacarla, pero la cazarrecompensas la esquivó dando un mortal en el aire. Sin embargo, Supergirl disparó su visión de calor y la hizo estrellarse contra el techo. Eight-Eight cayó unos segundos después.

La Chica de Acero luego flotó hasta donde estaba Attea, la cual estaba aún en el suelo. Cuando la vio, inmediatamente disparó una pistola contra ella, pero ningún disparo surtió efecto. Luego, Kara tronó sus nudillos.

Supergirl: ¿Sabes? Si cierras los ojos, tal vez duela menos – dijo con una sonrisa confiada.

Attea: Ay, ranas.

Supergirl sólo le dio un golpe al rostro, y fue suficiente para dejarla inconsciente. Una vez que vio a todos los enemigos en el suelo y sin levantarse, ella fue hasta donde estaba Ben y los demás.

Vilgax: Qué poder tan formidable – susurró impresionado.

Supergirl: ¿Están todos bien? – todos los presentes asintieron.

Ben: Muy bien amigos, el espectáculo se acabó.

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Más tarde, Attea y los cazarrecompensas se recomponían de la paliza que les propinó la Chica de Acero. Después de que la Incurseana vio que todos ya estaban en pie, se dirigió a los tres.

Attea: ¿Dónde está Vilgax? – Six-Six le respondió – Lo sé, todos fuimos noqueados. Usa tus rastreadores.

El que lo hizo fue Seven-Seven, el cual activó un rastreador en su muñeca revelando varios puntos rojos que se separaban. Tres por un lado, y cinco por el otro. El cazarrecompensas le informó a Attea.

Attea: Tengo ojos, Seven-Seven. Se separaron. Ustedes, busquen a los Plomeros y al Linterna mientras atrapo a Supergirl, Tennyson, y a Vilgax. Eight-Eight, sígueme.

Eight-Eight les dijo algo a los otros dos cazadores, estos asintieron, y luego la cazarrecompensas siguió a la princesa en dirección a los héroes y Vilgax.

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Mientras tanto, Ben, Supergirl y Vilgax caminaban por uno de los pasillos de Incarcecon hasta el hangar; como había dicho el héroe.

Ben: Sigue moviéndote, Vilgax. Quiero asegurarme de que pases el resto de tu vida bien, salvo, y en prisión.

Vilgax: Ay, de este modo me agradeces. En primer lugar, después de todo, soy la razón por la que tienes el Omnitrix.

Ben: El cual has intentado robar, e iniciaste una larga tradición de patearte.

Vilgax: Eso... no es así.

Ben: Sí, es cierto. Ah, excepto por la vez que te pateé en el espacio, y la otra vez que te pateé al espacio, y en esa arena; oh, y cuando evaporaste el océano. ¿Te das cuenta que yo siempre gano?

Vilgax: Pues sí, lo veo. Tú jamás me venciste en verdad, porque no tienes las agallas.

Tanto el héroe como el villano se quedaron mirando cara a cara en forma desafiante, mientras una sorprendida Supergirl observaba el por qué existía una gran rivalidad entre ellos dos.

Ben: Debí dejar que las ranas te mataran.

Vilgax: Sí, sin duda es más tentador; pero terriblemente inadecuado.

Ben: Estás en lo correcto... Espera, ¿por qué?

Vilgax: Los Incurseanos no estarán satisfechos. En cuanto se deshagan de mí y conquisten mi planeta hogar, otros mundos caerán, más caerán. ¿Quieres eso en tu conciencia, Ben Tennyson?

El héroe sólo apartó la mirada molesto. Aunque le costara (demasiado) admitirlo, el villano tenía razón.

Supergirl: Entonces hay que seguir moviéndonos. Rook tal vez ya consiguió pedir refuerzos.

Ben: Tienes razón – dijo para después seguir caminando – Oye, ¿estás bien? ¿No te sientes cansada?

Supergirl: No, en realidad. Puedo mantener mis poderes aún sin la necesidad del sol. Pero debo ser cuidadosa, no quiero desgastarme.

Ben: No te preocupes. En cuanto salgamos de aquí, pararemos en el primer sol que veamos.

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Más adelante, el dúo neoyorkino y Vilgax seguían avanzando hacia el hangar cuando un temblor se sintió cerca de ellos.

Ben: ¿Qué fue eso?

Attea: El sonido de tus amigos explotando en pedazos – dijo apareciendo detrás de ellos junto con Eight-Eight.

La cazarrecompensas disparó una de sus armas a un panel a su costado, y una gran puerta se cerró detrás de los héroes y el villano.

Vilgax: Desactiva las esposas – le susurró al oído a Ben – Juntos los podemos combatir.

Supergirl: Ni se te ocurra hacer eso – le susurró al otro oído. Luego dio un paso al frente – ¿Esa paliza que te di hace rato no bastó?

Eight-Eight se lanzó al ataque con varios disparos de sus armas. La Chica de Acero se cubrió con sus brazos para evitar que algunos dieran en Ben y Vilgax. Una vez que la cazarrecompensas terminó, Supergirl le disparó su visión de calor, mandándola a volar. Luego, ella se dirigió a Attea.

Supergirl: ¿Ya te vas a rendir?

La Incurseana sólo cargó contra ella e intentó conectar varios golpes y patadas. Kara esquivó los primeros para presumir, y luego atrapó el puño de Attea con su mano.

Supergirl: Cielos, necesitas mejorar esa fuerza – dijo para luego darle un golpe al pecho, y mandarla junto con Eight-Eight.

Vilgax: Qué desperdicio de poder.

Ben/Supergirl: ¿Eh?

Vilgax: Con toda esa fuerza, podrías conquistar un planeta en minutos. ¿Por qué malgastarla en ser una heroína?

Supergirl: Creo que es algo de familia – dijo señalando el logo en su pecho con orgullo.

Vilgax: Sí, tal vez por eso no pudieron evitar la extinción de su especie.

Supergirl: ¿Qué dijiste? – dijo enojada acercándose al villano.

Ben: Oye, oye, oye, tranquila – dijo deteniéndola – Sólo te está provocando. Mejor sigamos nuestro camino al hangar.

Supergirl: ¿Cómo? La salida está bloqueada, y los controles destruidos.

Ben: Mmm... mira, ahí – dijo señalando una rejilla en el suelo – ¿Te importaría?

Supergirl arrancó sin problemas la rejilla; y, desquitándose un poco, empujó a Vilgax por la misma. Luego, tomó a Ben en sus brazos y descendió flotando.

Ben: Lo hiciste a propósito – le dijo sonriendo.

Supergirl: Sí. ¿Algún problema?

Ben: En absoluto.

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Los héroes y Vilgax descendieron hasta unos pasillos debajo de donde estaban. Siguieron uno de ellos hasta llegar a una puerta que los condujo finalmente al hangar de Incarcecon.

Ben: No hay nadie aquí. Creo que tenemos suerte... – repentinamente, una explosión se produjo detrás de ellos, haciéndolos caer al suelo.

Attea: Adivina de nuevo – dijo saliendo junto a los tres cazarrecompensas.

Supergirl: De acuerdo, ella nunca se rinde.

Ben: Los cuatro están en grandes problemas.

Attea: ¿A quién crees que le estás hablando? El Campo del Silencio continúa, así que sabes que no puedes pedir ayuda. Y como mencioné, Six-Six y Seven-Seven barrieron a tu equipo.

– Difiero de eso.

Desde una plataforma, emergieron Rook, los Plomeros y el Linterna Verde apuntando sus armas; a la vez que Six-Six y Seven-Seven apuntaban las suyas. Sin embargo, al ver que eran superados en número, estos últimos las bajaron.

Attea: Te odio – le dijo al héroe, luego se dirigió a los cazarrecompensas – ¡Dijeron que los vieron freírse!

Rook: Cielos, las apariencias pueden engañar.

Rook y los demás estaban de camino al cuarto de comunicaciones, cuando se toparon con la entrada a un ascensor. Ellos debatieron sobre usarlo, exponiéndose a un fino camino conocido como "paso de gato" (el cual se debía cruzar en fila india y con cuidado), o usar unas escaleras. Six-Six y Seven-Seven rodearon al grupo, haciendo que queden atrapados en el paso de gato, para después hacerlo explotar.

El Plomero procedió a contar cómo lograron sobrevivir al ataque de los cazarrecompensas, siendo el Linterna Verde de gran ayuda con su anillo haciéndolos flotar en un campo de fuerza fuera de la vista de ellos.

Attea: ¡Aficionados!

Ben: No te pongas histérica, Attea. Lo podrán arreglar cuando todos estén en prisión – la Incurseana sólo le sacó su larga lengua.

Attea: No te alagues tanto – dijo sacando un dispositivo alargado en su mano.

Rook: Disipador Techadon – dijo reconociéndolo.

Ben: ¿Es peligroso?

Rook: Sólo si lo dispara.

Attea: Insolente mono.

La princesa apuntó el arma contra Ben, mientras los cazarrecompensas se cubrían en el suelo. Luego, Attea disparó el disipador; el cual soltó un potente rayo de energía roja hacia el héroe.

Vilgax: ¡NOOOOOOO!

Sorprendentemente para todos (incluyéndome a mí), Vilgax saltó enfrente de Ben para evitar que reciba el rayo. Ambos salieron volando hacia atrás, con el villano quedando sentado encima del héroe.

Ben: ¿Acabas de hacer lo que creo que hiciste?

Vilgax: Agh... No sé por qué lo hice.

Attea: Ese fue el más glorioso acto de heroísmo que jamás vi – dijo dramáticamente y con sarcasmo, para luego volver a sacar su lengua – ¡Mutílenlos ya!

Los cazarrecompensas apuntaron sus armas, mientras que los Plomeros y el Linterna hacían lo mismo. Supergirl hizo brillar sus ojos rojos.

Ben: Rath, dame a Rath. Vamos, Rath – dijo rogándole a su Omnitrix. El héroe lo activó, pero se convirtió en su forma de Galilean.

Gravattack: ¿Gravattack? – dijo mientras se quitaba inconscientemente a Vilgax de encima por su gran tamaño – Eso creo. ¡Al piso!

Al instante, todos se agacharon mientras Ben hacía brillar una energía verde en sus manos. Luego, Attea y los cazadores salieron flotando en el aire; bueno, todos excepto Eight-Eight, quien logró sujetarse del suelo.

Gravattack: ¿Qué tal si usamos mi poder de gravedad para dar unas vueltas?

Attea, Six-Six y Seven-Seven giraban y giraban en el aire por causa del héroe. En un momento, Six-Six logró sujetarse de un cable con un brazo salido de su hombro, y luego tomó a Seven-Seven con otro brazo. Ambos lograron nivelarse con sus mochilas propulsoras, y dispararon sus armas contra Ben.

El héroe se hizo planeta, y con su órbita mantuvo girando alrededor de él los disparos; para luego soltarlos en contra de los cazarrecompensas. Ben volvió a adoptar su forma humanoide y siguió haciéndolos girar en el aire hasta hacerlos chocar contra un muro, cayendo los tres inconscientes.

Eight-Eight comenzó a arrastrarse en el suelo mientras hacía sonidos extraños con su voz, muy probablemente maldiciendo al héroe.

Gravattack: Amigo; o amiga, eso creo. ¿Tienes idea de cuanta fuerza G te estoy enviando?

Luego, Ben hizo que una turbina del techo cayera sobre la cazarrecompensas. Esta aparentó poder sobreponerse al ataque, para sorpresa del héroe, pero luego cayó vencida.

Gravattack: ¡Las suficientes! – luego se dirigió a Rook – Ahora busquen el cuarto de comunicaciones, apaguen el Campo del Silencio, y llamen al abuelo Max.

Rook: Me alegro. ¡Todos síganme! – todos menos Hubble hicieron lo pedido.

Hubble: Vaya, buen trabajo – dijo tocando al héroe, pero se quedó pegado por la fuerza gravitatoria que emanaba. Entonces decidió quitarse el guante – Tú continúa así.

El Plomero fue detrás de sus compañeros, mientras Supergirl se acercó hasta un costado del héroe; y este volvía a su forma normal. De lo que no se dieron cuenta, era de que Vilgax logró quitarse las esposas de energía y tomó un arma tirada de Attea.

Ben: ¿Quién lo diría, Vilgax? Primero me salvas, después te salvo. No es algo que se vea todos los... ¡AGH!

Vilgax disparó una energía de choque a la espalda del héroe, haciendo que comience a caer adolorido al suelo. Sin embargo, antes de que eso pase, el villano lo atrapó mientras seguía apuntando el arma contra él.

Vilgax: Y nunca lo volverás a ver – Ben cayó inconsciente después de eso.

Supergirl: Sólo lo diré una vez – dijo con sus ojos brillando rojos – Suéltalo ahora.

Vilgax: Tengo un mejor plan: yo libero a Tennyson, si tú me dejas escapar.

Supergirl: ¿Ah sí? ¿Por qué lo haría?

Vilgax: No sean tonta, niña. La princesa y los cazadores despertarán en cualquier momento; y si me matan, mi planeta y muchos otros caerán ante los Incurseanos. ¿Qué eliges? ¿Tu tonto noviecito, o entregarme a un arrogante Incurseano?

La Chica de Acero vio que el villano tenía muy pegada el arma a la cabeza de Ben. Detrás de ella, usando su súper audición, podía escuchar a Attea y los cazadores comenzar a recomponerse. Tenía que tomar una decisión, y rápido.

Supergirl: ... Hazlo, antes de que me arrepienta – dijo mientras apagaba sus ojos.

Vilgax: Además de poderosa, eres sabia. Serías una gran soldado bajo mi mando.

Supergirl: Sí, claro. Sólo sal de aquí – dijo levemente irritada.

Vilgax corrió hasta una nave cercana y huyó unos segundos después. La Chica de Acero se quedó con Ben para atenderlo hasta que despertara. En ese momento, Attea y los cazarrecompensas despertaron del todo. Buscaron con la mirada a Vilgax, sólo para no encontrarlo.

Attea: ¿A dónde se fue ese molusco?

Supergirl: No está, se escapó – dijo para después tomar la misma turbina que aplastaba a Eight-Eight en sus manos – Y yo estoy muy enojada. Les recomiendo largarse de aquí ahora.

La kryptoniana miraba con gran enfado a los cuatro, mientras sostenía la turbina amenazando con tirárselas si no se iban. Attea y los cazadores, viendo que su misión de matar a Vilgax fracasó, entendieron el mensaje y se fueron, no sin que antes la Incurseana se diera vuelta.

Attea: No creas que has visto lo último de mí, Supergirl – dijo para después marcharse.

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Max: Tranquilo, hijo. Estás bien.

Unos momentos después, Max Tennyson había llegado a Incarcecon con un grupo de Plomeros. Estos vieron a Ben inconsciente siendo sujetado por Kara, hasta que por fin despertó.

Ben: Agh, no me siento bien – dijo siendo ayudado a levantarse por su novia.

Max: Bueno, míralo así. Rook nos llamó y no perdieron a ningún miembro de su equipo.

Ben: ¿Y qué pasó con Attea?

Max: Attea y sus cazadores desaparecieron. También Vilgax.

Ben: ¿Lo capturó?

Supergirl: No... Yo dejé que escaparan – dijo bajando la mirada.

Ben: ¿Qué? ¿Por qué? – dijo totalmente sorprendido.

Supergirl: Vilgax te tenía amenazado. Me dijo que te dejaría ir si lo dejaba irse, y luego... todo pasó muy rápido. Estaba muy enojada, amenacé a Attea y...

Ben: Tranquila – dijo poniendo su mano en su hombro – Si alguien como tú se sintió presionada, significa que no fue sencillo.

Supergirl: Lo siento... A pesar de mi fuerza, arruiné esta misión.

Max: Está bien, Kara. No lo arruinaste, diste lo mejor.

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Lugar desconocido

Attea: ¡Di lo mejor!

Inmediatamente, después del fracaso de su misión, la princesa Incurseana llamó a su padre con órdenes de informar sobre lo que pasó.

Milleous: Pues qué mal. Creí que la comandante en jefe de mi celebrada Legión Calavera no iba a fracasar en su misión. Una vez que se corrió el rumor que Vilgax escapó de ti, su planeta hogar ofreció tal pelea que tuve que retirarme. Lo cual, si lo imaginas, destruye por completo mi plan de juego.

Attea: Lo prometo, te lo compensaré – dijo haciendo una reverencia.

Milleous: Más vale, o va a ver serios problemas – dijo cortando la llamada.

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Espacio aéreo de Incarcecon

Aún en las cercanías de la gran prisión, la princesa tomó asiento en su nave muy irritada luego de la llamada con su padre. Mientras tanto, la nave cambió su curso de regreso al Imperio Incurseano.

Attea: No tienes idea, anciano – dijo aún mirando la pantalla de la nave.

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