Cap. 43: Entregas en el centro de la Tierra

Bellwood, Nueva York

Ya pasó una semana desde el regreso de Kara Zor-El/Kara Danvers/Supergirl, y poco a poco todo estaba retomando su ritmo habitual.

En esta linda mañana de sol, alguien estaba tocando desesperadamente el timbre de la residencia Tennyson; por lo que el héroe salió a atender. Cabe aclarar que el portador del Omnitrix cambió su vestimenta. Ahora vestía una camiseta negra con bordes verdes en las mangas, cuello y hombros. Una línea verde atravesaba por el medio el frente de la misma, y en el pecho tenía un 10 blanco. Sus pantalones eran largos, de color marrón claro, con bolsillos en las pantorrillas. Sus tenis eran verdes con blanco en las puntas.

Ben: ¡Un segundo! – dijo para luego abrir la puerta.

Repentinamente, una mano lo tomó de la camiseta y lo acercó hacia el dueño de la misma. Era lo que parecía un jabalí humanoide musculoso. Su pelaje era marrón claro, con piernas cortas y dos dedos en los pies, tenía largas patillas a los costados de su rostro, y su cabello parecía una cola de caballo que le llegaba hasta un poco más abajo de la nuca. Sus ojos eran rojos, tenía cuatro colmillos, y en su hocico tenía un anillo negro.

Su vestimenta parecía de un boxeador de lucha libre. Iba de un bañador morado con el logo de un cerdo en la cintura, tobilleras moradas con bordes negros, y guantes largos morados con puños negros y sin dedos. Llevaba como arma una maza roja y negra con púas, sujeta a un mango con una cadena roja.

– ¡Hola! ¡Yo soy Thunderpig! Te comiste a mi padre con tomate y lechuga en un pan de trigo. Prepárate a morir.

Ben: ¿¡De qué estás hablando!?

Thunderpig: Estoy hablando de venganza. ¡Delgadas rebanadas y jugosas de suculenta venganza! – soltó al héroe, para luego comenzar a girar su maza – ¡Thunder! ¡Thunder! ¡THUNDERPIG!

El jabalí sobre-mutado lanzó con gran fuerza su maza, la cual emitía una energía eléctrica roja, y Ben la esquivó transformándose en Eco Eco. El ataque destruyó la puerta de la casa del héroe.

Ben salió corriendo por el costado de Thunderpig, mientras este retraía su maza y volvía a atacar al héroe. Este volvió a esquivarla creando dos clones. Luego, estos dieron un grito sónico que aturdió brevemente al jabalí; aún así, este se recompuso y volvió a lanzar su maza.

El ataque separó a los Eco Eco. Uno se subió encima de la maza y lanzó otro grito sónico, pero no hizo efecto en el villano y fue arrojado de la maza. Luego, Ben se subió a un auto estacionado a la par de su casa para esquivar otro ataque de Thunderpig, mientras sus otras copias se reunían.

Eco Eco 1: ¡Yo no me comí a tu padre!

Eco Eco 2: Y para que lo sepas...

Eco Eco 3: ... Prefiero el pavo asado.

Los tres Eco Eco se movieron hasta el frente de la casa de al lado, mientras Thunderpig lanzaba sin éxito su maza nuevamente.

Eco Eco 2: ¡Yo no...

Eco Eco 1: ... Tengo nada que ver...

Eco Eco 3: ... Contigo!

El villano sólo se rió mientras lanzaba otra vez su maza. Los Eco Eco se protegieron creando un escudo sónico que repelió la maza, causando a la vez una onda sónica que derribó a Thunderpig y destruyó las ventanas de un auto estacionado a la par.

Su vecino, quien resultó ser Ignacius Baumann, salió totalmente enojado por esto último.

Baumann: ¿¡Tennyson!? – el mencionado volvió a la normalidad.

Ben: Señor Baumann, no es mi culpa. El cerdo apareció de la nada, y dijo que me comí a su padre. Y... – el anciano quedó frente a frente con él – Pensemos positivo, fue sólo el vidrio.

Llamando a la mala suerte, el auto del señor Baumann se abolló completamente mientas sonaba la bocina, además de que los discos de las ruedas salieron rodando. Ben sólo pudo emitir una risa nerviosa ante esto.

Baumann: ¡Siempre tienes que estar molestando, Ben! – dijo para después apretar los dientes y sus puños en su frustración.

Ben: Señor Baumann, no fui yo; es culpa de ese viejo cerdo.

Baumann: ¡Cada vez eres tú, siempre tú! – dijo mientras los recuerdos comenzaban a llegar al anciano.

Un pequeño Ben de 5 años y medio, recién llegado al barrio, había quemado el capó de su auto con una lupa creyendo ver una mancha.

El siguiente recuerdo fue de un Ben de 10 años en un enfrentamiento con el Dr. Animo, en el cual se convirtió en Muy Grande para aplastar un mosquito gigante y derribar al científico con un camión anclado a su auto. Luego, usó el camión para terminar con el mosquito, enviando al vehículo al espacio en el proceso. Todo esto causó que el auto de Baumann quedara de cabeza y con los vidrios rotos.

Un último recuerdo fue de un Ben de 15 años, el cual se transformó en Frío para congelar a un DNAlien que estaba huyendo. Sin embargo, también congeló el auto del anciano; por lo que decidió usar un café caliente que traía Baumann para descongelarlo. El auto terminó partido a la mitad y con su bocina sonando.

En todos estos recuerdos, hubo dos hechos curiosos. Uno fue que el señor Baumann siempre terminaba arrancándose el cabello por su enojo, quedando de esta forma calvo; y el otro es que Ben terminaba usando la técnica secreta de Joseph Joestar y salía corriendo.

Ben: Pero señor Baumann, he pasado la mitad de mi vida reparando los daños.

Ahora, tanto el héroe como el anciano se encontraban en la tienda de este último. Baumann le colocó a Ben un delantal rosa y una gorra rosa con el frente blanco, mientras sostenía unas bolsas con productos.

Baumann: Debiste pensarlo antes de acercarte a mi auto. Hasta que esté pagado, harás entregas para mí.

Ben: Será fácil. Puedo usar mis alienígenas, y...

Baumann: Sin poderes alienígenas ni nada parecido – lo interrumpió – Esto será trabajo duro. ¡Trabajo duro! No diversión. Aprenderás a ser responsable, aunque te mate. ¡Comenzando ahora!

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La Atalaya

Ahora nos trasladamos hasta la base espacial de la Liga de la Justicia, donde Supergirl estaba reunida en la cafetería junto con su clon, más Jessica Cruz (Linterna Verde), y Barbara Gordon (Batgirl).

Supergirl: Muy bien, chicas, déjenme presentarles a Karen Starr.

Así es. La Liga de la Justicia había logrado conseguirle una identidad secreta a la doble kryptoniana, pero aún no tenía un nuevo nombre de heroína. Después de todo, la original Supergirl estaba de vuelta.

Cabe resaltar también que ambas kryptonianas tenían nuevos atuendos. El de Kara seguía siendo similar al anterior; pero ahora la falda era un poco más larga, su vientre ya no estaba descubierto, sus botas eran totalmente rojas, y tenía medias largas amarillas. El escudo de la Casa de El de su traje ya no tenía fondo amarillo, ahora era de color azul.

La ahora nombrada Karen cambió por completo su traje. Ahora tenía un mono blanco que terminaba en unos pantalones cortos, tenía guantes y botas celestes, y una capa roja unida a un prendedor dorado. Lo que era bastante curioso de su nuevo traje es que tenía un escote... muy llamativo.

Supergirl: Karen, ellas son Jessica y Barbara. Dos grandes amigas mías.

Batgirl: ¿Qué tal, Karen? – dijo algo animada.

Jessica: Mucho gusto – su tono era más neutral.

Karen: El gusto es mío – dijo un tanto nerviosa.

Supergirl: Chicas, quiero que me ayuden con Karen. Necesita socializar más para poder salir al mundo de nuevo.

Jessica: ¿Estás segura? No creo que la gente olvide tan fácil.

Supergirl: Y son justo esa clase de cosas que no hay que volver a decir. Vamos, ¿puedes ser más positiva?

Batgirl: Yo creo que Kara tiene razón. Hizo cosas graves, sí, pero puede redimirse. Ella no sería la única, de todos modos.

Jessica: ¿Ah, sí? ¿Cómo quién?

Batgirl: La propia Kara, por ejemplo. Casi mata a Superman en Apokolips.

Jessica: ¿¡Qué!? ¿De verdad?

Supergirl: En mi defensa, estaba siendo controlada por Darkseid – dijo un tanto avergonzada.

Karen: ¿Pero de verdad crees que pueda ser una heroína? – dijo desanimada.

Supergirl: Si crees en cambiar la opinión de los demás, entonces sí – contrario a Karen, ella tenía optimismo.

Karen: Pero, ¿cómo empiezo? Lo único que hice fue estar aquí durante toda la semana.

Jessica: Tal vez surja una oportunidad en cualquier momento.

Justo en ese momento, la Mujer Maravilla apareció frente a las chicas acompañada de Zatanna. Ambas parecían algo preocupadas.

Mujer Maravilla: Chicas, surgió una situación en Japón. Necesitamos ayuda.

Batgirl: Como ahora.

Todas las chicas se levantaron para asistir a la misión, pero la Amazona se detuvo al ver que Karen también iba con ellas.

Mujer Maravilla: Lo siento, Karen, pero es una situación de la Liga.

Supergirl: Pero ella es parte de la Liga ahora.

Mujer Maravilla: Aún está en entrenamiento, no está lista.

Supergirl: Y yo te aseguro que lo está. Confía en mí con esto, Diana.

Zatanna: ¿Estás segura?

Supergirl: Completamente.

La Amazona y la maga vieron que la kryptoniana no iba a dar marcha atrás, su mirada estaba llena de determinación, por lo que aceptaron que Karen se les uniera.

Mujer Maravilla: Está bien, andando. No hay que perder tiempo.

Batgirl: ¡Genial! ¡Una reunión de superheroínas! – dijo bastante entusiasmada, lo que causó que las demás la miraran con extrañez.

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Tokio, Japón

Las cosas estaban bastante alocadas en la ciudad nipona. Lo que parecía ser un kaiju en forma de una tortuga gigante estaba ocasionando destrozos por todos lados con un rayo que salía de su boca.

Zatanna, con su magia, y Batgirl estaban acomodando unos barriles grandes en un barco formando un semicírculo.

Batgirl: La trampa está lista.

Mientras tanto, Jessica Cruz combatía a la criatura; mientras que la Mujer Maravilla, Supergirl y Karen salvaban y resguardaban a la gente.

Linterna Verde: ¡Prueba esto, tortuga! – dijo disparando un rayo de su anillo.

Dicho rayo de color verde se envolvió alrededor de la tortuga, a la vez que lo estrellaba contra un edificio. Luego, Jessica intentó someter a la tortuga con algo de dificultad.

Zatanna: Espera a la Mujer Maravilla, Jessica. Te vas a lastimar – dijo mientras volaba con su magia.

Linterna Verde: ¡Puedo hacerlo!

Sin embargo, la tortuga disparó un rayo de su boca que rompió el rayo de Jessica, mandándola a volar lejos justo cuando la maga llegaba al lugar.

Zatanna: Cuando quieras, Diana.

Mujer Maravilla: Entretenlo, llegaré enseguida – dijo mientras sostenía una viga a punto de caer.

Zatanna: Entretenlo – dijo algo frustrada.

La maga comenzó a disparar varios rayos con su varita, por lo que la tortuga se escondió en su caparazón. Sorpresivamente, de donde se guardaban sus patas salieron explosiones como cohete y comenzó a volar girando.

El kaiju comenzó a seguir a Zatanna, mientras Jessica y la Mujer Maravilla se les unían para guiarlos a la trampa. Una vez que estuvieron cerca, las tres se detuvieron.

Mujer Maravilla: Está casi en posición. Supergirl, Karen, a mi señal – dijo esperando el momento justo – ¡Ahora!

Desde arriba, las dos kryptonianas descendieron a gran velocidad y golpearon a la tortuga para que cayera en medio del semicírculo de barriles.

Mujer Maravilla: Batgirl, tu turno.

Desde una buena distancia, la chica murciélago lanzó un batarang explosivo a uno de los barriles. Esto desencadenó una explosión en cada uno de los barriles, haciendo que la tortuga quede en medio de un humo naranja.

El kaiju comenzó a encogerse lentamente, hasta tener la apariencia de una tortuga normal. La gente comenzó a celebrar en la bahía, mientras las heroínas descendían hacia ellos.

Supergirl: Arigato, gracias, arigato.

Linterna Verde: ¿Desde cuándo habla japonés?

Una vez que las chicas pisaron tierra, comenzaron a saludar a todas las personas. Sin embargo, un gran grupo de niñas disfrazadas de Supergirl casi embiste a Jessica.

Linterna Verde: ¿Qué hacen esas niñas?

Batgirl: Seguro vinieron por la convención.

Linterna Verde: ¿Convención?

Efectivamente, una gran convención de la Chica de Acero se exhibía a lo lejos, producto de la fama que adquirió recientemente. Como promocionales, habían imágenes de Supergirl tanto de ella misma como también dibujada en anime.

Mujer Maravilla: Es muy popular en Japón.

Karen: Sí... popular – dijo un tanto desanimada.

Y no era para tanto, pues algunas personas la veían con desconfianza. Esto provocó una caída emocional para la doble de Supergirl, de no ser porque una niña con una paleta la llamó tirando de su capa.

Karen: Ah... ¿hola?

– ¿Cuál es tu nombre? – preguntó inocentemente en japonés.

Supergirl: Te pregunta cómo te llamas – dijo apareciendo detrás de ella.

Karen: ¿Ah? Oh, bueno, es que... aún no tengo un nombre – dijo para después Kara traducírselo a la niña.

– Eso es raro.

Karen: ¿Qué dijo?

Supergirl: Que ya encontrarás uno pronto – mintió con un leve tono de nerviosismo en su voz.

Karen: Oh, gracias.

Mujer Maravilla: Chicas, hay que regresar a la Atalaya.

Una vez que todas terminaron de saludar, y firmar autógrafos por parte de Supergirl, las chicas subieron a la Javalina en la que llegaron.

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Pueblo Bajo, Nueva York

– ¡Calcetines! ¡Lleve sus calcetines! ¡Aroma en chocolate, vainilla, y nuevo olor a auto!

La primera parada de Ben Tennyson en su trabajo fue el puesto de un vendedor ambulante robótico enano, el cual estaba promocionando unos calcetines grandes en forma de guantes. El héroe llegó con una gran caja en sus manos.

Ben: ¡Entrega del señor Baumann!

– ¿Volviste a destrozar su auto? – tal parecía que hasta ese hecho se había vuelto famoso.

Ben: No fue culpa mía – dijo mientras bajaba la caja.

El héroe le mostró una planilla para que el vendedor firmara. Este lo hizo, y Ben se marchó con una cara de disgusto para nada disimulada.

– Ese pobre bípedo – dijo mientras veía el contenido de su pedido.

Su siguiente parada fue en la nueva tienda de Pakmar, la cual era de vajilla y porcelana. El pequeño alien se encontraba barriendo mientras tarareaba, hasta que llegó el héroe con su pedido; el cual era un... imán con mango extraño o algo así.

Pakmar: Tennyson. ¿Qué haces aquí, en el nuevo negocio de Pakmar?

Ben: Entrega. ¿Dónde lo pongo? – dijo mientras derribaba con el pedido un par de vasijas.

Pakmar: ¡NO! – dijo mientras intentaba atrapar dichas vasijas, lo cual fue en vano.

Ben: ¿Aquí no? ¿En dónde? ¿Por aquí? – dijo mientras derribaba más productos de un estante.

Pakmar: ¡No! ¡Para!

Ben: ¿Para? ¿Por qué? – dijo mientras seguía derribando cosas.

Pakmar: ¡Mejor vete de aquí! – dijo subiéndose a su pecho y tomando su camiseta.

Ben: Pero tienes que firmar por esto...

Pakmar: ¡FUERA!

Ben salió corriendo de la tienda asustado por la actitud del pequeño alien. El pedido se cayó de donde estaba apoyado y derribó otra vasija, mientras más productos se caían de los estantes. Pakmar sólo pudo soltar un suspiro rendido.

La siguiente parada fue un bar, donde Ben entró cargando varios pedidos y dejándolos debajo del mostrador, mientras el encargado lo miraba seriamente.

Ben: ¿Esperaba un paquete?

– ¡Sí! Algo feroz, algo... – miró a los lados antes de continuar con un susurro – mortal.

Ben simplemente ignoró la actitud del barman y comenzó a buscar el pedido. Uno de los clientes del bar, el cual se trataba del secuaz de Fisttrick visto en el capitulo "Una sacudida del pasado", salió de su silla y tomó un bolso rojo de las entregas del héroe.

Ben: Ah, creo que esto es suyo – dijo mientras entregaba una caja con humo saliendo y vibrando por lo que sea que haya en su interior.

En ningún momento el héroe notó que le habían robado.

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Polo Norte

Las seis heroínas iban pasando por el Ártico en una Javalina, piloteada por la Amazona, de camino a una ubicación segura para ir a la base espacial de la Liga de la Justicia.

Supergirl: ¿Por qué no volamos directo a casa?

Mujer Maravilla: La del Polo Norte es la ruta más corta.

Karen: ¿Podría ser...? No, no, no me gusta... ¿Y qué tal...? No, tampoco – decía murmurando para sí misma.

Batgirl: ¿Qué haces, Karen?

Karen: ¿Ah? Sólo pienso un buen nombre para mí. Hoy una niña me lo preguntó y no supe qué contestarle.

Batgirl: Puedo ayudarte. ¿Qué tal... Ultragirl?

Karen: No suena mal, pero... no sé... hay algo que no me gusta.

Batgirl: ¿Y qué te parece...?

Repentinamente, una energía blanca comenzó a rodear a la Javalina, haciendo que está se desestabilice y comience a ir en picada al suelo.

Linterna Verde: ¡Diana, ¿qué pasa?!

Mujer Maravilla: ¡No sé, no estoy haciendo nada!

La Javalina entró por un agujero rodeado por la misma energía y comenzaron a descender por un gran túnel subterráneo que parecía no tener fin. Sin embargo, una luz blanca se vio y aparecieron de la nada en una especie de bosque.

La nave chocó con varios árboles en su camino, haciendo que esta se parta a la mitad. Por suerte, todas las chicas lograron quedar en una sola mitad; la cual aterrizó estrepitosamente en la tierra.

Unos momentos después, las seis heroínas salieron de la nave. Jessica flotó en el aire mientras analizaba la zona con su anillo.

Mujer Maravilla: Atalaya, aquí la Mujer Maravilla – no hubo respuesta – No hay comunicaciones.

Linterna Verde: Mi anillo dice que aún estamos en el Polo Norte.

Batgirl: Quizás en otro Polo Norte – dijo señalando un extraño sol en el cielo, pero lo más extraño era que habían montañas y lagos en dicho "cielo".

Zatanna: ¿Dónde rayos estamos?

Mujer Maravilla: En algún lugar muy profundo bajo la tierra.

Supergirl: ¿Y la salida sería...?

De repente, una escena extraña se presentó. Unas raras criaturas que parecían reptiles humanoides con armaduras y armas aparecieron montados en lo que parecían ser velociraptores. Estos rápidamente cargaron contra las heroínas, algunos comenzaron a dispararles.

Mujer Maravilla: A través de ellos – dijo mientras Jessica cubría con un campo a las demás de los disparos.

Supergirl: No hay problema.

Inmediatamente, la Chica de Acero corrió hasta estar cerca de uno de ellos. Esquivó a un velociraptor para después golpearlo en un costado. Sin embargo, el golpe no le afectó al dinosaurio y dejó a Kara un rapón en sus nudillos. El velociraptor intentó morder a Supergirl, pero ella lo esquivó deslizándose en el suelo.

Supergirl: Chicas, mis súper poderes disminuyeron.

Karen: Tiene razón – dijo intentando volar sin éxito – Creo que tengo la mitad de los míos, tal vez menos.

Jessica logró golpear con un puño creado por su anillo a uno de los reptiles, haciéndolo caer de su velociraptor. Luego, golpeó a otros dos creando dos manos, para hacerlos chocar entre sí.

Zatanna: ¡Ratolf ne le eria! – con su magia, hizo flotar a un velociraptor hasta mandarlo lejos.

Batgirl esquivó ágilmente a otro velociraptor, junto con los disparos de su jinete reptiliano. Luego, lanzó un batarang eléctrico al dinosaurio; para después rematar con dos explosivos, dejando al velociraptor inconsciente.

Supergirl: Oh no – dijo viendo en el cielo a más reptiles llegar en pterodáctilos – ¡Cuidado!

La Mujer Maravilla, Jessica y Zatanna, siendo las únicas que podían volar ahora, se elevaron para combatirlos en el aire. La Linterna Verde las cubrió con un campo de energía, luego de unos segundos lo deshizo y la Amazona logró atacar a uno.

Mujer Maravilla: ¡Ayuda a Karen! – le dijo a Jessica.

La mencionada estaba corriendo de dos pterodáctilos, mientras que sus jinetes le disparaban. Ella intentó volver a usar sus poderes para volar, pero sólo consiguió flotar por unos segundos hasta caer al suelo. Jessica logró alcanzarla a tiempo.

Karen: ¿Qué estás esperando? ¡Atácalos con ese anillo tuyo!

Linterna Verde: Sólo espero una oportunidad.

Jessica esperó que los dos reptilianos estén alineados, luego los derribó a ambos de un solo disparo de su anillo. Ambos cayeron al suelo inconscientes.

Linterna Verde: De nada.

En el aire, la Mujer Maravilla logró derribar a otro con un golpe; mientras que Zatanna hizo lo propio con otros dos. Luego, todas se reunieron en un mismo punto.

Zatanna: Parece que esos eran todos.

Batgirl: Ah, no lo creo. Miren.

La bati-chica señaló lo que parecía ser un Tiranosaurio Rex acercándose rápidamente detrás de Supergirl. Sin embargo, unos disparos se escucharon detrás del dinosaurio, y luego este cayó muerto en medio de las chicas.

En lo alto de una roca, se observó a un hombre de mediana edad con pelo y bigotes blancos. Vestía un taparrabos blanco con puntos negros, una hombrera de metal en forma de calavera con ojos rojos en su hombro derecho conectada con una cadena a su taparrabos, llevaba dos brazaletes en sus brazos con perlas rojas, unas botas de cuero marrones, y tenía un casco con lo que parecían ser alas a los costados. Llevaba consigo una pistola en su mano izquierda.

– Travis Morgan, guerrero de Shamballah – se presentó mientras enfundaba su arma – Las esperaba.

Linterna Verde: Esto se está volviendo cada vez más extraño.

Supergirl: Sí. De seguro Ben la está pasando genial en alguna misión – dijo un tanto frustrada.

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Pueblo Bajo

Ben: Departamento 7-0-F, Departamento 7-F-0, Departamento 7-carita-0. ¿Y el Departamento 7? – dijo rascándose la cabeza en su confusión.

Mientras tanto, nuestro héroe seguía con su trabajo de repartidor por el bajo mundo alienígena de Nueva York. Esta vez, llevaba un carrito para cargar los pedidos.

Zombozo: Ahí está.

El payaso zombi Zombozo, el elefante alien Trombipulor, y el físico-culturista punk Fisttrick estaban vigilando los movimientos de Ben por alguna razón. Y esa razón era que querían robarle nuevamente al héroe.

Entre sus pedidos, figuraba una estrella enana la cual Psyphon mandó a robar. Sin embargo, terminó confundiendo el paquete y le robaron a Ben unos simples peces dorados. El ex sirviente de Vilgax pensaba subastarla entre otros villanos; pero cuando estos se enteraron de que podían conseguirla gratis al robarla, no perdieron el tiempo.

Ben: Tal vez alguien aquí pueda ayudarme.

El héroe cambiaformas iba a tocar una puerta para ver si podían ayudarle a encontrar el destino de uno de sus pedidos. Fue en ese momento donde el trío de villanos anteriormente mencionado aprovechó y atacó.

Zombozo: ¡Corran! – dijo mientras tomaba el carrito, seguido de Trombipulor y Fisttrick.

Ben: ¡Oigan, vuelvan aquí! ¡Si pierdo las entregas del señor Baumann, nunca...! – observó mejor quienes eran sus asaltantes – ¿Zombozo?

Zombozo: ¡Sigan corriendo, no vinimos a pelear!

Ben se frenó para activar su Omnitrix. Una vez encontró a su alien deseado, presionó el dial para convertirse en Armadillo. Luego, saltó hacia el suelo y se movió debajo de él hasta salir enfrente de los tres villanos.

Armadillo: ¿Zombozo, Trombipulor, y Fisttrick?

Zombozo: Ben Tennyson, es gracioso verte aquí. No, no es gracioso. ¡Atrápenlo!

Trombipulor fue el primero en atacar. Tanto él como Ben cargaron entre sí y comenzaron un duelo de fuerza con sus brazos.

Armadillo: ¿Se reunieron sólo para robar paquetes? – Zombozo se acercó hasta los combatientes con un martillo grande de madera.

Zombozo: No me juzgues. Es difícil ser un payaso allá afuera.

El payaso golpeó en la pierna a Ben, haciendo que Trombipulor sea el ganador del duelo y lo someta en el suelo, causando un pequeño cráter.

Armadillo: ¡Quítate, aliento de maní!

Ben dio un fuerte golpe al mentón de Trombipulor, el cual salió volando lejos por el aire mientras Fisttrick lo veía.

Zombozo: Pase al frente, dele al blanco, y gane un premio – le dijo al villano punk mientras señalaba a Ben.

Fisttrick sacó de quien sabe donde una ametralladora láser y abrió fuego contra Ben. Sin embargo, su puntería fue más que mala y el héroe hizo una gran grieta en el suelo, haciendo que el villano quede atrapado de cabeza allí.

El único que quedaba era Zombozo. Ben chocó sus puños como si estuviera tronando sus dedos, mientras el payaso sacaba tres pinos de boliche morados y una gallina de hule.

Zombozo: No me distraigas. Esto requiere mi mayor concentración – dijo mientras hacía malabares con los pinos.

Uno por uno, el payaso fue arrojando los pinos hacia Ben, los cuales explotaban al hacer contacto con él. Las explosiones no hicieron mucho efecto en el héroe, y para rematar Zombozo arrojó la gallina de hule al pecho de Ben. Obviamente, no pasó nada. Ben esbozó una mirada molesta mientras el payaso inflaba un globo azul.

Zombozo: Han sido un grandioso público. Manejen con cuidado.

El payaso reventó el globo con una aguja, y una cortina de humo rosa y serpentinas se hizo presente. Zombozo aprovechó esto para salir corriendo con el carrito mientras era perseguido por Ben. Ambos pasaron a la par de Trombipulor, quien estaba ayudando a salir a Fisttrick tomándolo de su pierna con su trompa.

Ben hizo un leve temblor chocando su puño en el suelo, lo que provocó que Zombozo se cayera con el carrito y los pedidos. El payaso intentó buscar la estrella rápido, pero no pudo reconocerla.

Zombozo: Mejor me voy – dijo para salir corriendo con Trombipulor y Fisttrick detrás de él.

Ben: Eso fue raro – dijo luego de regresar a la normalidad. Luego, llamó con su teléfono al señor Baumann.

Baumann: ¿Ya terminaste, Ben?

Ben: Tengo una pregunta. ¿Hay alguna razón por la que la gente quiera robar sus paquetes?

Baumann: ¿Qué? ¿Perdiste tus entregas?

Ben: No, no es nada de eso – dijo calmadamente – Pero unos tipos intenta...

Baumann: ¡Pues apresúrate y acaba! – lo interrumpió.

Ben: Debo llevar esas cosas por todas partes, podría ir más rápido si me dejara conducir su camión.

Baumann: ¿Debo recordarte lo que le pasó al último camión que tocaste?

El camión al cual se estaba refiriendo el anciano, era el que Ben lanzó al espacio como Muy Grande; el cual seguía flotando en la órbita de la Tierra.

Ben: Eso fue hace años – dijo mientras hacía firmar otro pedido.

Baumann: ¡No más excusas, termina tu trabajo!

Ben: Muy bien, muy bien, deje de gritarme. Casi termino, lo veo pronto – dijo algo molesto para después colgar la llamada – El viejo tiene problemas – luego miró su lista de entregas – Última entrega, unos peces dorados.

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Shamballah, Centro de la Tierra

Las seis heroínas siguieron a Travis hasta una fortaleza rodeada de un gran muro de troncos y piedras. Afuera, algunos guerreros entrenaban con espadas.

Travis: Bienvenidas a Skartaris – dijo levantando un cuerno como vaso – Lamento no ofrecerles algo mejor, los tiempos son duros.

Las chicas y Travis, junto a su esposa Tara, estaban sentados frente a un pequeño banquete. También estaban otros guerreros de la fortaleza.

Mujer Maravilla: Esto es halagador, Morgan; pero no creo que nos trajeran aquí para cenar.

– Necesitamos su ayuda.

Al lugar se presentó una mujer peliblanca, con un vestido corto verde con mangas, brazaletes plateados y una especie de corona verde en su frente. Un cinturón de cadenas con una calavera se exhibía en su cintura.

Travis: Mi hija, Jennifer – la presentó a las heroínas.

Jennifer: Nuestro mundo debe tener campeones. Usé mi magia para hacerlas venir aquí, al centro de la Tierra.

Linterna Verde: Diría que todo esto es falso si no lo hubiera visto. Lo he visto, y aún así es difícil de creer.

Travis: Si quieren algo en que creer, vengan.

El guerrero los llevó hasta un campamento donde había algunos hombres entrenando con bastones de madera y espadas. No tenían armaduras, y no parecían superar los 100 hombres.

Karen: ¿Ese es su ejército? – preguntó incrédula.

Travis: La mayoría perdió todo por culpa de Deimos, así que no deberías burlarte de ellos.

Karen abrió los ojos como platos, en señal de que parecía haber cometido un error no intencional. Sin embargo, las demás sólo le dieron una mirada severa.

Karen: Sólo quise decir...

Supergirl: Que haremos todo lo posible para ayudarlos – la interrumpió para que no siga hablando de más.

Karen sólo bajó la mirada, demostrando estar arrepentida. La Chica de Acero la tomó de la mano y la llevó hasta unas rocas, mientras las demás seguían conversando con Travis.

Mujer Maravilla: Háblanos de ese tal Deimos.

Travis: Sí. Es un hechicero, los que atacaron son sus dino-tropas. Solía atacar el reino de vez en cuando, pero hace unos meses comenzó esta gran ofensiva para apoderarse del mundo.

Batgirl: Al mismo tiempo que descubrió las armas de energía.

Travis: Repentinamente adquirió alta tecnología. Cuando estaba en la Fuerza Aérea, esas armas de energía eran ciencia ficción.

Zatanna: Eso explica por qué Morgan el Bárbaro tiene una automática.

Travis: Atravesé el portal y decidí quedarme aquí. Observen, son los últimos hombres libres de Skartaris. Deimos nos tiene atrapados entre su ejército y la Gran Piedra.

Linterna Verde: Y pregunto, ¿qué Gran Piedra?

Travis: Los monjes la guardan en un tabernáculo, en el interior de la montaña. Dicen que tiene propiedades mágicas. Deimos la quiere, y mucho.

Mientras toda esta conversación ocurría, Supergirl y Karen estaban probando su fuerza levantando unas rocas. Sin embargo, no pudieron cargarlas mucho tiempo, puesto que se les caían por ser pesadas.

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Más adelante, Travis llevó a las seis heroínas hasta el tabernáculo donde se guardaba la tan anhelada Gran Piedra. Subieron un buen tramo de escaleras, pero llegaron hasta una gran puerta, la cual el guerrero abrió sin problemas.

Dentro, había tres hombres vigilando otra gran puerta dentro. Al voltear, uno de ellos reconoció a Travis con una gran sonrisa.

– ¡Morgan!

Travis: ¡Machiste!

Ambos hombres se acercaron para tomarse de los hombros en señal de saludo. Luego, volteó para presentarlo a las heroínas.

Travis: El mejor hombre que conozco, rey de Kiro. Sabe más sobre la Gran Piedra que cualquiera. Machiste, ella es la Mujer Maravilla.

La Amazona iba a saludarlo con su mano en nombre de las chicas. Sin embargo, se detuvo al ver que una de sus manos era una maza, por lo que la bajó después.

Mujer Maravilla: Hola – fue su simple saludo.

Machiste: Cuando enfermé de peste negra, estuve a punto de morir; pero los monjes del tabernáculo me colocaron frente a la Gran Piedra, para que me bañara con sus rayos.

Mujer Maravilla: ¿Es curativa?

Machiste: Sólo en casos desesperados. Puede curar, o matar.

Travis: Y Deimos la quiere para matar.

Machiste, mientras tanto, se acercó a la puerta que resguardaba la Gran Piedra. Los monjes que lo acompañaban se colocaron a ambos lados de dicha puerta.

Machiste: ¡Ahí está! – dijo mientras los monjes la abrían – ¡La Gran Piedra!

Detrás de la puerta, la Gran Piedra no resultó ser otra cosa que el trozo más grande y brillante de kryptonita jamás visto. Apenas la puerta se abrió, Supergirl y Karen cayeron al suelo al borde de quedar inconscientes. Eso no pasó, puesto que Jessica cubrió a ambas con un campo de energía.

Zatanna: ¡Rarrec satreup! – dijo para cerrar la puerta con su magia.

Batgirl: ¿Están bien? – dijo acercándose, a la vez que Jessica quitaba el campo.

Supergirl: Nunca había visto un trozo de kryptonita tan grande – dijo mientras la Amazona ayudaba a ambas kryptonianas a levantarse – Por eso Karen y yo perdimos nuestros poderes. Si nos quedamos, moriremos.

Antes de que alguien dijera algo más, una pantera negra con varios cortes y heridas ingresó al tabernáculo. Luego, la pantera cambió de forma a la de una mujer pelinegra con ojos felinos muy malherida y tambaleándose.

Travis: ¡Shakira! – dijo mientras la atrapaba antes de que cayera al suelo.

Shakira: Deimos está aquí... Es el fin – dijo exhausta.

Efectivamente, afuera de la gran muralla de Shamballah, un enorme ejército de reptiles y ogros marchaba hacia la pelea. Detrás de ellos, grandes dinosaurios con cañones en sus lomos también se acercaban.

De entre todos ellos, al frente y en un caballo, destacaba un hombre de apariencia vampírica; con pelo corto y negro, y barba en forma de candado. Su vestimenta consistía en una gran túnica roja con grandes solapas que dejaba el vientre descubierto, junto con una espada enfundada en su costado izquierdo.

Este era Deimos, el gran enemigo de Travis Morgan.

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Pueblo Bajo

Ben Tennyson seguía con su carrito en dirección al último destino de su pedido. Estaba pasando por unos puestos de comida, mientras unos Kraaho lo observaban desde las alturas. Uno de ellos alargó su brazo hasta una tubería, se balanceó hasta la posición del héroe y le quitó el paquete del carrito.

Ben: ¿¡Pero qué...!? – el Kraaho aterrizó de espaldas a él – ¿Los Kraaho?

El Kraaho comenzó a correr con el paquete, mientras el héroe lo seguía desde atrás. Ben estaba nervioso y a la vez sorprendido por la situación actual.

Ben: Oigan, ¿roban peces dorados? ¡El señor Baumann va a matarme! – el Kraaho siguió con su carrera hasta doblar en la esquina de un puesto – ¡Les compraré unos peces, sólo denme...!

El héroe se detuvo estrepitosamente y boquiabierto, puesto que los Kraaho se reunieron junto a otro grupo, en el cual estaba Seebik al frente.

Ben: ¿Seebik? ¿Sabe Ester lo que haces? – dijo con una sonrisa confiada preparándose para pelear.

Seebik: Oh, espero que no. ¡Guerreros, desintégrenlo!

Inmediatamente, algunos Kraaho sacaron armas láser y abrieron fuego contra Ben. Este activó rápidamente su Omnitrix y se convirtió en Ampfibio, y comenzó a esquivar ágilmente todos los disparos flotando en el aire.

Ampfibio: Seebik, tus guerreros podrían practicar más. La práctica hace la perfección – dijo mientras pegaba dos de sus tentáculos a unos Kraaho – ¡Como esto!

Ben mandó una gran ola de electricidad por sus tentáculos, causando que los Kraaho quedaran chamuscados ante tal ataque. Seebik tomó el paquete y salió corriendo de allí, mientras el héroe electrocutaba a los Kraaho restantes.

Ampfibio: ¡Vuelve aquí!

Seebik corrió hasta un desarmadero de autos en Pueblo Bajo para esconderse, pero Ben logró alcanzarlo sin problemas.

Ampfibio: ¡Seebik! ¡Devuélveme mis peces dorados!

Ben le dio un choque eléctrico al Kraaho por la espalda, haciendo que este se caiga y tire el paquete. Seebik se recompuso rápido y huyó del lugar, mientras Ben volvía a su forma humana y recuperaba el paquete.

Ben: ¿Zombozo, Trombipulor, Fisttrick? ¿Y ahora Seebik y los Kraaho? Es demasiada coincidencia. ¿Por qué querrán robar unos peces dorados? A no ser... – dijo mientras abría el paquete – ... que no sean peces.

Lo que Ben sacó no fueron los tan mencionados peces dorados, era una esfera mediana brillante de color amarillo. El héroe podía tenerla en sus manos sin problemas, lo que indicaba que no era peligrosa al tacto.

Psyphon: No lo son – dijo apareciendo de la nada con el otro paquete.

Ben: Psyphon. No sabía que te gustaban los peces – dijo con su clásico sarcasmo.

Psyphon: ¡No te hagas el tonto conmigo! Es una estrella enana en un contenedor esférico, y me pertenece. ¡Entrégamela!

Ben: ¿Y vas a obligarme?

Psyphon: Oh no, yo no. Ellos.

Desde un costado, salieron Zombozo y Fisttrick; por encima de un auto, salieron los hermanos Vreedle; rompiendo un muro, salió Vulkanus; detrás de Psyphon, aparecieron Trombipulor y Tommyhead; y finalmente, desde el aire con su planeador, salió Sunder.

Por si no los conocen, Vulkanus es un alien del tamaño de un bebé que utiliza un traje mecánico grande y resistente. Tommyhead es una criatura parecida a un humano, pero con la diferencia de que tiene varias costuras y pernos por todo su cuerpo, además de una cara en su estómago.

Ben rió nerviosamente ante la presencia de varios de sus villanos en un mismo lugar; y para colmo de males, su novia kryptoniana no estaba.

Psyphon: Tal vez puedas vencernos uno por uno, pero no serás capaz de hacerlo con todos a la vez. No hay escape alguno, Tennyson. Dame mi estrella enana, ahora.

Ben: ¿Y mis peces dorados?

Psyphon: ¿Qué? – dijo totalmente confundido, junto con Trombipulor y Tommyhead.

Ben: Mis peces dorados. Si esta bolsa tiene tu estrella, tienes la bolsa con los peces.

Psyphon: Está bien. Hagamos un trato: te doy tus peces dorados, si tú me das mi estrella enana.

Ben: Hecho – dijo feliz tendiéndole la mano.

Psyphon: ¿Qué quieres decir con "hecho"? – dijo más confundido que antes.

Ben: Que es un trato. Toma tu estrella enana, sólo quiero los peces para quitarme al señor Baumann de encima.

Psyphon: ¿Por qué? Sostienes una rara estrella enana, el poder supremo, ¿y deseas rendirte tan fácilmente? ¿Qué tienen de especial estos "peces dorados"?

Ben: ¿Poder supremo? – dijo reconsiderando su postura – Bien, nuevo trato: me quedo con esto, me das los peces, y no limpio las paredes con ustedes.

Psyphon: ¡Atrápenlo!

Inmediatamente, Trombipulor y Tommyhead cargaron contra el héroe. Este activó su reloj y se transformó en su forma de Vaxasauriano.

Humungosaurio: Muy bien, entonces no hay trato.

Ben dejó que Trombipulor chocara con él, para después alzarlo por encima de su cabeza y dejarlo caer luego. Hizo lo mismo con Tommyhead, pero a este lo arrojó encima del elefante. Luego, Ben tomó una gran viga de metal.

Humungosaurio: Oigan Trombipulor y Tommyhead, déjenme preguntarles algo; y sean honestos – dijo para después hacer una pose de bateador – ¿Esto duele?

El héroe golpeó a ambos villanos con la viga en la cabeza, haciendo que las mismas quedaran vibrando, a la vez que hicieron un sonido de campana. Luego, los dos cayeron inconscientes.

Humungosaurio: Tomaré eso como un "sí".

Repentinamente, el héroe recibió una lluvia de disparos láser desde su costado derecho, cortesía de Fisttrick y los hermanos Vreedle. Una vez que el fuego cesó, Ben cargó contra los tres.

Humungosaurio: ¡Golpe barrido! – dijo para dejarse caer y golpear a los villanos como si fueran bolos.

El siguiente en atacar fue Sunder, volando con su planeador y sacudiendo su hacha. Sin embargo, Ben lo derribó de un solo golpe.

Humungosaurio: No lo creo – el planeador de Sunder intentó atacarlo por detrás, pero él lo atrapó – ¡Sal de aquí!

Ben giró un par de veces y lanzó con toda su fuerza el planeador. Tanta fue la fuerza con la que lo hizo que el planeador atravesó el techo de tierra de Pueblo Bajo.

Humungosaurio: Genial, lo lancé a una muy buena distancia.

El planeador de Sunder logró llegar hasta donde estaba el camión del señor Baumann en el espacio, chocando con él y haciéndolo caer de regreso al planeta.

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Shamballah, Skartaris

Regresando al centro de la Tierra, el ejército de Travis Morgan estaba listo para salir a la batalla, mientras los monstruos de Deimos atacaban las murallas.

Travis: ¡POR SKARTARIS!

Las puertas de la muralla se abrieron, comenzando la feroz pelea. Los reptiles disparaban sus armas, mientras los guerreros cargaban con sus espadas. Los dinosaurios armados abrieron fuego contra los arqueros que estaban encima de la muralla, pero fueron protegidos por un escudo creado por Jessica Cruz.

Desde las puertas, Zatanna y la Mujer Maravilla aparecieron volando hacia el combate, con Batgirl corriendo detrás suyo.

Mujer Maravilla: ¡Acabemos con ellos! ¡Supergirl, Karen, quédense en...! – vio como ambas kryptonianas saltaron de la muralla con espadas en manos – Olvídenlo.

Zatanna recitaba varios hechizos a la vez, haciendo que varios reptiles salieran volando por los aires, algunos chocando contra los pterodáctilos que sobrevolaban el campo.

Jessica atacaba cada pterodáctilo que veía con su anillo, derribando a sus jinetes también. Uno estaba abriendo fuego continuo contra ella, por lo que la Linterna tomó al animal de sus patas y lo estrelló fuertemente en el suelo.

Batgirl corría por todo el campo esquivando cada disparo dirigido hacia ella. En una de sus volteretas, tomó el arma de un reptil caído y la utilizó para disparar contra sus atacantes, logrando derribarlos.

Supergirl, a pesar de no contar con toda su fuerza, se defendía bien con una espada; recordando su entrenamiento con las Amazonas. Eso no evitó que un reptil tuviera un golpe de suerte y le hiciera un corte en la mejilla, pero Kara contraatacó con un golpe al estómago y luego lo derribó con su espada.

Un momento complicado de la batalla se presentó cuando tres serpientes blancas gigantes con cuernos en la cabeza emergieron de la tierra, comiéndose a los guerreros que veían.

Jennifer vio esto desde lo alto de una torre en la muralla y usó su magia para conjurar lo que parecía ser un demonio alado de fuego, de igual tamaño que las serpientes. El demonio calcinó totalmente a las serpientes, las cuales cayeron muertas al suelo.

Otra sorpresa fue que, de parte del ejército de Deimos, estaba una villana conocida para las heroínas. Esta tenía un disfraz negro; con botas, guantes largos, y bañador blancos; su pelo era completamente blanco, sus ojos rojos, y su rostro tenía el diseño de una calavera. Esta mujer atacó a los guerreros de Shamballah emitiendo un potente grito sónico que los dejaba totalmente aturdidos e inconscientes.

Estamos hablando de Silver Banshee, una villana de la galería de Superman.

La Mujer Maravilla se mantenía en el aire esquivando varios disparos de los dinosaurios grandes. En un momento, logró golpear a uno con toda su fuerza, haciendo que se estrelle con otro. Después de eso, su atención se desvió hacia Silver Banshee; la cual estaba atacando a otro grupo de guerreros con su grito. La Amazona la atrapó desde atrás tapando su boca con el Lazo de la Verdad.

Mujer Maravilla: No podrás quitártelo – dijo al ver cómo la villana forcejeaba para liberarse – Silver Banshee. ¿Cómo rayos llegaste a...?

No pudo seguir interrogando a la villana de los gritos porque otro dinosaurio apareció abriendo fuego. La reina de las Amazonas puso sus brazos en X, haciendo que un disparo rebote en sus brazaletes y regrese al animal, derribándolo. Luego, cuando volteó, se encontró con que Silver Banshee había escapado.

Unos reptiles dispararon tres esferas metálicas a la montaña donde estaba la Gran Piedra con unas catapultas. De las esferas salieron dos patas mecánicas para poder afirmarse a la tierra, y dispararon un láser que perforó la montaña hasta donde estaba el tabernáculo de la Gran Piedra.

Deimos galopó en su caballo directo hacia el agujero con otros dos reptiles, derribando a cada guerrero que se le cruzara. Una vez que todo estaba libre, el hechicero entró en el túnel.

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Pueblo Bajo

Regresando con la pelea de Ben, este aún se encontraba como Humungosaurio frente a Zombozo, Vulkanus y Fistina. El payaso sacó un látigo morado de energía.

Zombozo: ¡Atrás, Tennyson, atrás! – dijo mientras azotaba el látigo frente a Ben, haciéndolo retroceder – Ah, esto me recuerda a mis días trabajando en un comedor de escuela.

Ben observó una torre de autos detrás suyo y tuvo una idea. Corrió hasta detrás de ella mientras los villanos lo perseguían, saltó y derribó con su cola dicha torre, haciendo que caiga encima de ellos.

Humungosaurio: ¡Siguiente!

De los restos de la torre de autos, emergieron Fistina y Vulkanus. El héroe comenzó una lucha mano a mano con ellos, mientras Psyphon tomaba el paquete con la estrella enana.

Psyphon: La batalla no va muy bien, es hora de sacar la artillería pesada.

El ex sirviente de Vilgax sacó la estrella del paquete. De mientras, Ben dio unos cuantos golpes a Fistina y Vulkanus, para luego tomarlos de sus brazos y hacerlos chocar entre sí.

Humungosaurio: ¿Sabes? Pudiste entregarme los peces – dijo mirando a Psyphon.

Psyphon: Peces. ¡Peces! Tonto, esta es una estrella enana. Tú no tienes idea de cuán poderosa es.

El villano colocó la estrella en su pecho. Inmediatamente, una energía brillante amarilla rodeó a Psyphon, al mismo tiempo que este se reía malvadamente.

Psyphon: ¡Jajajajajajaja, permíteme demostrártelo!

Ben cargó contra el villano, pero él le respondió con un ataque de energía desde su mano que lo envió unos metros lejos. Una especie de llama cubrió la mano de Psyphon luego de ese ataque.

Psyphon: Qué poder. Ah, lo único malo es que debo subastar esta poderosa estrella como semi-usada. Pero si destruyo a Ben Tennyson, valdrá la pena.

El ex sirviente de Vilgax disparó más energía contra Ben. Este logró esquivarlas; pero cuando estaba por darle un golpe a Psyphon, este se cubrió con un escudo de energía. Ben comenzó a golpear dicho escudo, sin dañarlo en lo más mínimo. Luego, una corriente de energía lo repelió unos metros atrás.

Psyphon: Impresionante campo de fuerza, ¿no crees?

Luego, con una técnica de velocidad o teletransportación, Psyphon apareció frente a Ben y le dio un fuerte golpe en el rostro. Golpeó dos veces más al héroe para finalizar con una bola de energía lanzada de forma similar al Kame Hame Ha. Ben quedó tendido entre unos autos.

Psyphon: Creo que comienzo a dudar sobre vender esta estrella enana.

El villano tomó de la pierna a Ben, lo hizo girar en el aire hasta lanzarlo contra otra pila de autos. En medio de eso, la transformación del héroe terminó.

Psyphon: Pero si la guardo, conquistaré el universo; y no vas a estar vivo para verlo.

Psyphon fue hasta donde cayó Ben, sólo para ver que ya no estaba. Este había logrado escabullirse hasta esconderse detrás de un auto a espaldas del villano.

Psyphon: Astuto. Eres un pequeño escurridizo, Tennyson.

Ben: Nada podrá vencerlo. Necesito un nuevo plan – dijo mientras buscaba un alien en su reloj.

Unos escombros y piezas de auto volando sacaron al héroe de su escondite. Vió a Psyphon sobre una pila de autos, y activó el Omnitrix con una sonrisa confiada.

Ben se transformó en un nuevo alien. Este era algo robusto, de piel amarillenta, con algunas espinas saliendo de sus brazos. Su única vestimenta eran unos calzoncillos negros; pero este estaba sujetado por un cinturón de metal encadenado al casco que traía el alien. Dicho casco tenía forma de jaula, con dos cuernos a los costados, una placa verde en el medio, unos tubos en los costados inferiores, y lo único que sobresalía de su rostro eran sus ojos brillantes verdes detrás de unas rejas con cerradura. El símbolo del Omnitrix estaba en la placa inferior del casco.

Psyphon voló hasta quedar detrás de la nueva transformación del héroe, dando una sonrisa igualmente confiada.

Psyphon: Ah, ¿qué es esto? ¿Debo estar impresionado?

El villano intentó atacarlo a gran velocidad; pero Ben se dio vuelta antes, haciendo que Psyphon se detuviera.

Luego, tres tornillos salieron de la parte baja de la jaula, esta se abrió a la vez que un humo verdoso se escapaba de la misma; y lo que sea que vió Psyphon del otro lado del casco de Ben lo puso tan blanco como la leche. Unos ruidos grotescos y atemorizantes se escuchaban, a la vez que el villano se alejaba despavorido del miedo.

Psyphon: ¡NO, NO TE ACERQUES! ¡NOOO! ¡AHHHHHH! ¡ALÉJATE, ALÉJATE DE MI, NO TE ACERQUES!

El ex sirviente de Vilgax hubiera seguido huyendo, de no ser que chocó contra un refrigerador viejo. El choque fue tan fuerte que dejó su forma en la puerta del mismo, haciendo que Psyphon caiga inconsciente al suelo. Después de eso, Ben regresó a la normalidad y tomó la estrella enana.

Ben: Tomaré esto. Y lo más importante... – dijo tomando los peces – Tomaré estos.

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Shamballah

Dentro del tabernáculo de la Gran Piedra, Deimos había llegado a la entrada de la misma en su caballo. Este se bajó del animal mientras se dirigía a sus acompañantes.

Deimos: Díganle a los forasteros que tenemos su roca...

Repentinamente, una gran explosión se vio en la puerta. Unos batarangs salieron volando en dirección hacia los reptiles y estos cayeron inconscientes. Luego, Batgirl emergió del humo y logró someter con dos patadas al hechicero en el suelo.

Batgirl: Necesitas un nuevo plan.

Sin embargo, unos disparos rosas salieron de las palmas de Deimos, haciendo que Batgirl deba retroceder.

Deimos: Mi magia es más fuerte que tú, niña.

La chica murciélago usó su gancho, disparándolo al techo de roca, para esquivar los disparos del hechicero. En el aire, Barbara lanzó otros dos batarangs a las manos de Deimos, revelando unos guanteletes con los que disparaba; los cuales cayeron de las manos de Deimos, y luego Batgirl aterrizó sobre uno de ellos.

Batgirl: Tu aliento es más fuerte, tonto. Eso es todo – dijo confiada con las manos en la cintura.

Sin que lo esperara, una figura la tomó desde atrás por el cuello. Batgirl intentó liberarse pero encontró que este tipo era más fuerte.

Al voltear, vio un rostro dividido en dos partes. Uno tenía un aspecto humano, un ojo negro y cabello castaño; la otra parte era robótica, con un ojo verde y con forma de cráneo. Estaba vestido con una camisa amarilla rasgada por la mitad, revelando que su torso también era robótico, el brazo que la sostenía también era robótico mientras que el otro parecía normal; y unos pantalones grises con zapatos negros.

Se trataba de Metallo, otro enemigo del Hombre de Acero.

Deimos: Eres muy hermosa. Pero cuando termine contigo, ya no lo serás – dijo mientras se acercaba y la tomaba del mentón.

– ¡DEIMOS!

En ese momento, Travis Morgan apareció en la entrada del tabernáculo. Tenía unas cuantas heridas, no tenía su casco, y su espada estaba en su mano derecha.

Travis: Seremos tú y yo.

Deimos: Morgan, pensaba matarte hoy – dijo desenfundando su espada.

Ambos rivales atacaron con sus espadas. Las hicieron chocar unas veces, hasta que Travis logró esquivar un ataque y golpeó a Deimos en el rostro con el dorso de su mano.

El guerrero aprovechó el aturdimiento del hechicero para atacar, pero este último logró defenderse del ataque a tiempo. Ambos volvieron a chocar espadas, hasta que Travis lo alejó con una patada.

Regresando con Batgirl y Metallo, la primera intentó liberarse con un batarang. Sin embargo, el villano logró anticiparse y lanzó a la bati-chica fuertemente hacia un muro. Ella cayó bastante aturdida al suelo.

Metallo decidió que Batgirl no era una amenaza y se acercó a la puerta de la Gran Piedra, feliz de tener ese gran pedazo de kryptonita para él. Justo cuando estaba por abrir la puerta, alguien lo detuvo.

Karen: Tócala y te destruiré – dijo seria con las manos en su cintura.

Metallo: A esta distancia, mi célula de kryptonita pondría a Superman de rodillas – dijo abriendo su pecho, revelando un trozo del mineral dentro conectado a él.

Karen: Soy inmune a la kryptonita, boca de lata. Ríndete.

El villano respondió con un rayo de kryptonita lanzado desde su pecho. Karen lo esquivó rodando en el suelo, para tomar una espada que estaba allí.

Metallo: Si eres inmune, querida, ¿para qué necesitas eso?

La doble de Supergirl no dijo nada, por lo que el villano cargó contra ella. Karen logró esquivarlo y pudo apuñalar a Metallo en el hombro. Esto le permitió poder salir del lugar, mientras el villano arrancaba su brazo para evitar más daños. Al arrancárselo, soltó un gran grito de dolor.

Después de eso, salió corriendo detrás de Karen, la cual estaba escondida detrás de una esfinge de gato.

Metallo: ¡Mocosa malcriada, ¿dónde estás?!

Karen empujó la esfinge con su espalda haciendo fuerza con sus piernas, y la derribó sobre el villano. Luego, volvió a salir corriendo, mientras Metallo salía ileso debajo de la estatua.

Volviendo con Travis y Deimos, estos estaban luchando a la vez que subían unas escaleras. En un peñasco, el hechicero logró derribar a Travis y también despojarlo de su espada. Estando en el suelo, el guerrero esquivó dos ataques de Deimos; luego esquivó un tercero dirigido a su cuello y derribó a Deimos tomándolo de su traje.

Después, Deimos tomó la espada de Travis, y este tomó la espada del hechicero. Ambos volvieron a luchar mientras subían otro tramo de escaleras. En un momento, Deimos intentó atacar a las piernas de Travis; pero este lo esquivó y puso su pie en la espada del hechicero, para después partirla con la suya. Luego, apuntó la misma contra él, a lo que Deimos sólo emitió una risa.

Deimos: ¿Crees que venciste? Ningún guerrero amante de la libertad podrá reunificar la tierra trayendo paz, y justicia. Es un tonto sueño.

Travis: Tal vez lo sea, hechicero. Pero es un sueño por el que vale la pena luchar – dijo bajando su espada.

Deimos aprovechó esto y cargó contra el guerrero. Este sólo se hizo a un lado, y el hechicero cayó al vacío, directo a su inminente muerte. Sólo se escuchaba el eco del grito de Deimos cayendo, y luego todo fue silencio.

Regresando con Karen, esta había logrado escapar de la montaña de la Gran Piedra, con Metallo siguiéndola. La kryptoniana logró esconderse detrás de unas escaleras, a la vez que tomaba un arma de uno de los reptiles caídos. Cabe aclarar que ella se notaba visiblemente cansada.

Metallo estaba buscándola cuando fue recibido con varios disparos en su torso. Karen hubiera seguido disparando, de no ser porque su arma se sobrecalentó. Ella intentó salir corriendo, de no ser porque el villano disparó su rayo hasta hacerla estrellar contra unas escaleras.

Una Karen algo debilitada comenzó a subir las escaleras, pero no pudo esquivar un disparo de Metallo, el cual impactó de lleno en ella y enviándola hasta la cima de las escaleras. Karen comenzó a arrastrarse por el piso mientras Metallo llegaba a su posición.

Metallo: Me mentiste, chiquilla. Puedo ver cómo desfalleces poco a poco.

Karen tomó la espada de un guerrero caído, pero estaba tan débil que ni siquiera pudo empuñarla. El villano la tomó del pecho; pero sin que se diera cuenta, la kryptoniana tomó una daga tirada cerca.

Metallo: Veo que ya has perdido toda tu fuerza.

Karen: Pero tengo cerebro...

La doble kryptoniana incrustó la daga en el pecho del villano, logrando sacarle la kryptonita y haciendo que este se quede inmóvil. El mineral cayó a la par de ambos.

Metallo: No puedo moverme sin mi batería de kryptonita, pero te está matando.

Karen: No pienso... rendirme... – dijo mientras intentaba liberarse del agarre del villano con la daga.

Linterna Verde: No tienes que hacerlo.

Jessica, apareciendo milagrosamente, tomó la kryptonita con su anillo y la arrojó lejos. Karen sólo le dio una gran sonrisa, la cual la Linterna correspondió.

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Después de la gran batalla, Travis se reunió con su esposa Tara y su hija Jennifer; las cuales estaban frente a los soldados de Shamballah que celebraban la victoria ovacionando.

Travis: ¡Este momento será recordado siempre! ¡La Gran Piedra está a salvo! ¡Deimos fue derrotado! – dijo lo último levantando su espada.

Los soldados ovacionaron más fuerte ante esto, entre los cuales se encontraban sus amigos Machiste y Shakira.

Travis: Ahora y por siempre – dijo tomando las manos de su esposa e hija y levantarlas – ¡Skartaris será libre!

Mientras tanto, en una parte de la montaña, las seis heroínas estaban reunidas interrogando a Metallo. Batgirl estaba asistiendo a Karen, la cual tenía unas heridas en su brazo izquierdo.

Mujer Maravilla: John Corben, alias Metallo. Fue una sorpresa encontrarte en el centro de la Tierra, robando kryptonita con Silver Banshee. Puedes funcionar bien con este pequeño trozo – dijo señalando la kryptonita sostenida en un campo por Jessica – y sin ella, ¿qué te queda? ¿15 minutos de poder de reserva, diez? Dime, ¿para qué querías tanta? Hay suficiente en ese tabernáculo para matar 100 veces a Superman.

Supergirl: Eso me asusta – dijo irónicamente.

Metallo: No voy a decirte absolutamente nada.

Mujer Maravilla: En pocos minutos, ni siquiera podrás hablar. Quién sabe, ¿cinco minutos? ¿Uno?

Metallo abrió los ojos como platos; pero antes de que pudiera decir algo, sus ojos se apagaron mientras emitía un sonido que descendía gradualmente hasta el silencio.

Batgirl: O tal vez ahora.

Linterna Verde: Rayos – dijo frustrada.

Travis: Llévense esa cosa con ustedes – dijo bajando por unas escaleras.

Zatanna: Por supuesto, y la Gran Piedra también. Linterna Verde la arrojará al sol.

Supergirl: Esperen. Este es el único lugar donde la kryptonita sirve para hacer el bien.

Travis: Ese es un hecho.

Mujer Maravilla: No queremos que Silver Banshee regrese a buscarla. La única forma de dejar la piedra aquí es sellando el portal de Skartaris permanentemente.

Travis: Estoy de acuerdo. Tengo todo lo que necesito, aquí – dijo mientras su esposa e hija aparecían a su lado.

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Polo Norte

Una vez fuera del centro de la Tierra, Jessica estaba usando su anillo para sellar el portal con hielo. Luego de unos momentos, por fin terminó.

Linterna Verde: Listo. Nadie podría atravesarlo.

Supergirl: ¿Cómo te sientes? –le preguntó a Karen – ¿Quieres que te lleve?

Karen: No – dijo elevándose en el aire – Ya estoy bien.

Supergirl: Eso parece – luego volteó a sus amigas – Fue divertido, chicas. Hay que hacer esto otra vez.

Batgirl: ¿Verdad? Tal vez podríamos ser un equipo. Aunque me hubiera gustado algo más simple para empezar.

Zatanna: ¿Más simple?

Batgirl: Sí, como... no sé, una invasión de robots.

Mujer Maravilla: Eso habría sido aburrido – dijo sonriendo, pero Barbara hizo un puchero.

Supergirl: Estoy de acuerdo – luego se elevó en el aire – ¡Adiós!

Karen: ¡Adiós! – dijo también saludando. Las otras sólo se despidieron con sus manos.

Supergirl: Y entonces, ¿cómo se siente? – le preguntó mientras volaban.

Karen: ¿Cómo se siente qué?

Supergirl: Ser una heroína – le dijo con una gran sonrisa.

Karen: ¿Lo crees?

Supergirl: Claro, fuiste muy valiente allá abajo.

Karen: Bueno, se sintió bien. Pero aún no creo estar lista, sólo derroté a un villano.

Supergirl: Oye, te enfrentaste a Metallo. ¿Tienes idea de cuántos dolores de cabeza le ocasiona a mi primo? Lograste sobreponerte a él y a la kryptonita. No sólo ya eres una heroína, eres poderosa.

Karen: Poderosa... poderosa... ¡Eso es! ¡Power Girl!

Supergirl: ¿Ah?

Karen: Mi nombre de heroína, ese me gusta.

Supergirl: ¿Tardaste tanto tiempo por ese?

Karen: Hey, tú me diste la idea – luego se posicionó frente a Kara – ¿Cómo crees que suene? ¡Soy Power Girl! – dijo haciendo la clásica pose de los primos kryptonianos.

Supergirl: Oh no, ¿qué he hecho? – dijo con una leve risa.

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Bellwood, Nueva York

Ben hizo firmar su última entrega del día, los peces dorados, y luego salió corriendo totalmente feliz de haber cumplido finalmente su trabajo.

Ahora estaba en la casa del señor Baumann, donde este estaba terminando de lustrar su auto recién reparado.

Ben: El último de todos, y hasta el último entregado a salvo – dijo mientras le daba una pieza de tydenita cuadrada.

Baumann: Gracias, Ben. Mi auto está completamente arreglado y reparaste el daño.

Ben: ¿Estamos a mano? – dijo mientras el anciano lustraba con su dedo una parte del auto.

Baumann: Completamente – dijo para cambiar a un tono serio – Al menos hasta la próxima que dañes mi auto.

Ben: Tranquilo, señor Baumann. Eso no pasará de nuevo.

En ese momento, y de nuevo llamando a la mala suerte, un resplandor naranja se reflejó en el auto de Baumann. Tanto él como Ben miraron hacia arriba para ver el camión que estaba en el espacio cayendo como meteoro a su posición.

Baumann: ¡Mi auto! – dijo totalmente preocupado, misma expresión que tenía Ben en su rostro.

Sin embargo, el camión no se estrelló contra el auto, sino con su casa. La misma quedó totalmente destruida; a excepción de la puerta, lo único que quedó en pie además de unas maderas que servían como soporte para la casa.

Baumann: Enserio, enserio te odio – le dijo al héroe con su ira reprimida.

Ben: Señor Baumann, no sé qué decir... Pero, creo que lo correcto por hacer es... ¡ADIÓS!

El héroe volvió a usar la técnica legendaria de los Joestar y salió corriendo hasta su casa, mientras el anciano descargaba su ira en un grito.

Baumann: ¡TENNYSON, SÉ DONDE VIVES!

Luego, Baumann entró a su casa abriendo la puerta y se sentó en su sofá, la única cosa que sobrevivió del interior de su hogar. Pero, continuando la mala suerte del anciano, una tormenta comenzó en el momento que se sentó. Debido al día que había sufrido, no tuvo fuerzas, ganas, ni intenciones de levantarse.

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Al día siguiente, Ben y Kara estaban reunidos en el Sr. Smoothies. Ambos se pusieron al día con lo que cada uno vivió el día de ayer.

Supergirl: Con que otra vez lo hiciste – dijo tomando un sorbo de su smoothie.

Ben: Que no fue mi culpa. Fue ese cerdo.

Supergirl: ¿Y las otras veces también fue un cerdo? – el héroe no contestó – De igual forma, no creí que te enfrentaras a tantos villanos por una... ¿qué dijiste que era?

Ben: Una estrella enana.

Supergirl: Ah, eso.

Ben: ¿Te parece poca cosa?

Supergirl: No suena impresionante – dijo indiferente.

Ben: Claro, porque detener una invasión es mucho más impresionante. Ah no, espera, ¡eso ya lo hice!

Supergirl: Entonces imagino que la próxima invasión será aburrida para ti – dijo burlándose.

Ben: Eso no interesa. Lo que también me molesta es que Karen no me haya pedido ayuda con su nombre. Se me ocurren muchos más mejores que... Power Girl.

Supergirl: Es decisión de ella, pero estoy de acuerdo – luego percibió sirenas de policía con su súper oído – Parece que hay problemas, ¿juntos de nuevo?

Ben terminó su smoothie, lo arrojó a un cubo de basura, activó su Omnitrix y se convirtió en Jetray.

Jetray: Hora de ser héroe.

Después de eso, ambos salieron volando en dirección a donde estaba el peligro. De a poco, todo retomaba su curso normal en Nueva York.

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