Cap. 42: La muerte de Supergirl (Especial, parte 2)
Bellwood, Nueva York
– El funeral de Supergirl fue el tercer luto colectivo más grande que nuestra nación ha vivido, siendo sólo superado por el presidente Kennedy y Superman. Aún así, es en Nueva York donde más se siente su pérdida.
Esas eran las noticias del día después del funeral de Supergirl. En las imágenes, se veían como los neoyorkinos pasaban frente a la tumba de la Chica de Acero dejando flores, algunos mientras lloraban.
Winn estaba sentado frente a su escritorio leyendo el titular de la revista CatCo, el cual decía "Final de una era dorada" junto a una imagen de la kryptoniana.
Cat: Winn, ¿aún no se sabe nada de Kara? No ha llamado, ni ha escrito – dijo mientras pasaba por allí camino a su oficina.
Winn: No sé si Kara vaya a regresar, jefa. La destrucción causada fue...
Cat: Escucha Winn, Kara está bien. Sólo está por ahí holgazaneando, ella suele desaparecer. Recuérdame hablar seriamente con ella cuando vuelva.
Winn: ... Seguro, jefa.
El genio en informática aún no sabía cómo decirle a Cat Grant que Kara Danvers no iba a volver al trabajo. Todo lo que podía hacer era escuchar el vano optimismo de la Reina de los Medios por el regreso de su asistente.
Ahora nos centramos en la casa de Ben Tennyson, donde estaba por confrontar a sus padres por su ya revelada identidad secreta. El héroe estaba cabizbajo, mientras sus padres estaban de frente con sus brazos cruzados.
Sandra: No lo puedo creer. Nos miraste a los ojos y nos mentiste, una y otra vez.
Carl: ¡No mires al suelo, míranos! – Ben hizo lo que le ordenó.
Ben: Puedo explicarles.
Sandra: ¿En serio?
Ben: Bueno, más o menos.
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Ben: ... Lo cual me permite acceder al código genético de varios extraterrestres, para poder pelear contra todas las amenazas intergalácticas hacia la Tierra.
Carl: ¿Y esto se convirtió en tu trabajo desde cuándo, exactamente?
Ben: Hace ocho años. El abuelo Max dijo que cada uno teníamos responsa...
Carl: Oh, por supuesto, papá. Debí saberlo, es clásico.
Ben: Él es mucho más que un plomero. Él...
Carl: Nos mintió. Tu tío Frank y yo sabíamos que tenía otra vida. Lo sabíamos, y que nos mentía todo el tiempo. Yo jamás te mentiría – Ben simplemente no respondió.
Sandra: Es nuestra culpa. Le dimos mucha libertad, ¿y qué fue lo que hizo? Un hijo de 18 años arriesgando su vida.
Ben: No es así, mamá. Tengo que hacerlo.
Sandra: No es cierto. La Liga de la Justicia ya existe para eso.
Ben: La Liga de la Justicia no existía cuando encontré el Omnitrix. Yo tuve que...
Carl: En ese caso, tienes prohibido usar el Omnitrix. ¿Entendido?
Ben: ¡Pero papá, Bellwood cuenta con...! – se levantó bruscamente.
Carl: ¿Has entendido?
Sus padres estaban bastantes serios respecto al asunto. Ben no pudo decir nada, sólo volver a sentarse frustrado por todo lo que estaba pasando.
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LexCorp
En la empresa ahora dirigida por Lena Luthor, el cuerpo de Supergirl flotaba en un tanque junto a varios paneles solares. Estaba entubada y con varios cables conectados a su cuerpo para vigilar sus signos vitales.
Sus lecturas eran planas desde que colocaron el cuerpo en el tanque. La Luthor poco a poco comenzó a perder las esperanzas de traerla a la vida, pues sus heridas fueron totalmente fatales. Sin embargo, la herida causada en su vientre por la visión de calor de Reign se había comenzado a regenerar; lo que encendió nuevamente esa esperanza en Lena.
Ahora, ella estaba frente a la Chica de Acero con su secretaria Eve vigilando el estado de la misma. Sus lecturas, a pesar de todo, seguían siendo planas.
Eve: Señorita Luthor... ¿realmente cree que sea posible traerla de vuelta?
Lena: Tengo que creerlo Eve, se lo debo. De no haber sido por nosotros, esto no habría pasado. A diferencia de Lex, yo sí siento culpa por mis acciones.
Eve: Pero, no ha cambiado nada desde que la trajimos.
Lena: Es la muerte, Eve, nadie puede volver naturalmente. Pero ella no es como nosotros, eso ya quedó demostrado. No importa cuánto tiempo tarde, ya sean semanas o meses. Ella estará aquí hasta que se recupere por completo.
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Lugar desconocido
Dentro de una base militar, se encontraban el general Wade Eiling y el profesor Emil Hamilton dentro de una sala. El científico estaba revisando datos de una computadora mientras el soldado lo vigilaba.
Eiling: ¿Cuándo va a estar listo, profesor?
Hamilton: Este proceso no puede tener fallas, no hay que acelerar las cosas. Si todo sale bien, podríamos tener al soldado perfecto para la nación estadounidense.
Eiling: Eso espero. No recuperé estos equipos de CADMUS por nada.
Hamilton: Sólo faltan unas revisiones más.
El científico observó unos últimos datos. Luego de eso, presionó un botón en la computadora ordenando abrir algo. Ambos hombres entraron a una sala, donde una mujer salía de un tanque rodeada de muchos otros más. Hamilton y Eiling la observaron por unos segundos, hasta que el científico decidió hablar.
Hamilton: ¿Estás bien? – la mujer asintió – Entonces dime, ¿quién eres?
– Soy Supergirl.
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Bellwood, Nueva York
Regresando con los Tennyson, los padres de Ben seguían preguntando el por qué el chico salía de su casa a exponerse a cientos de peligros, según ellos, "innecesariamente". Ben apenas y daba respuestas vagas y cortas.
Sandra: Ben, ¿acaso te juntas... con malas compañías?
Ben: ¿Qué? ¡No!
Carl: ¿Te dicen que está bien "desaparecerte", convertirte en alienígena, mentirle a tus padres?
Sandra: ¿No pensaste qué opinaría Kara de todo esto?
Ben: Ella lo sabe, o bueno... lo sabía.
Sandra: ¿Qué? ¿Decidiste decirle a tu novia antes que nosotros...?
Ben: Ella lo sabía... porque ella era Supergirl.
Sandra y Carl abrieron los ojos como platos, mientras sus mentes hacían "clic". Durante todo el funeral, se habían preguntado por qué no vieron a Kara en ningún momento. Tal parece que la estrategia de usar anteojos funciona bien... demasiado bien.
Sandra: Entonces... ella está...
Ben: Así es... Muerta.
Esto alivianó un poco la conversación. Sandra y Carl entendieron por qué la actitud de su hijo era tan fría y seria. Todo este tiempo él estaba triste, y lo confirmaron al ver que Ben se limpiaba un par de lágrimas. Ambos adultos le dieron un abrazo compartido al héroe, el cual correspondió sin decir nada.
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Cuartel General de los Plomeros
En la base de los policías intergalácticos, un corte de energía se produjo en el lugar. Todos los Plomeros se movilizaron para ver cuál era el problema. Grande fue su sorpresa al ver a un montón de insectos sobre-mutados atacando el reactor de energía.
Un grupo liderado por Rook Blonko comenzó a hacerse cargo del asunto, pero luego vieron cómo el Dr. Animo salía de un muro subido en uno de los bichos.
Rook: ¡Dr. Animo, regresa a tu celda inmediatamente!
Dr. Animo: Me temo que no será posible. Ahora que la ciudad está debilitada, es el momento perfecto para atacar. ¡Adelante, mis mascotas!
Los insectos dejaron de pelear contra los Plomeros y salieron de la base. Rook dio aviso para que lo siguieran, y todos se fueron en dirección a los vehículos. Lo que nunca notaron, es que una serie de rayos azules se movían por toda la base, indicando que Livewire también había escapado.
Regresando con el científico loco, este se dirigía hasta la cima del Empire State; donde tenía pensado modificar el pararrayos del edificio para convertirlo en una máquina mutante.
Dr. Animo: Muy pronto, toda la ciudad estará bajo mis órdenes. Y después, ¡el mundo entero, jajajajaja!
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Ben y sus padres estaban comiendo en familia mientras miraban las noticias. Justamente, se veía cómo los bichos del Dr. Animo se posaban sobre el Empire State, mientras la policía y los Plomeros rodeaban el edificio. Ben se levantó dispuesto a ir, pero fue sujetado del brazo por su padre.
Carl: No irás a ningún lado, jovencito.
Ben: Pero tengo que...
Sandra: Tú no tienes que hacer nada. Alguien de la Liga de la Justicia llegará tarde o temprano.
Ben: ¿No lo entienden? Puede ser cuestión de vida o muerte.
Carl: La única vida que nos importa es la tuya y te quedarás aquí.
Ben se estaba desesperando, no podía dejar Bellwood y Nueva York desprotegidas en este momento. Por lo que se tranquilizó, suspiró, y después tomó una decisión.
Ben: ... Lo siento. Los amo con mi alma, son excelentes padres, me educaron de la mejor manera. Y de vez en cuando, los he visto poner las necesidades de otros primero. No puedo obedecer sin desobedecer todo lo que me han enseñado de la vida, del mundo y de la responsabilidad.
Sandra: Ben, te prohibimos que...
Ben: Así que cuando regrese, háganme lo que quieran. Pero ahora, la ciudad está en problemas.
El héroe activó el Omnitrix y se transformó en Humungosaurio. Luego, salió corriendo por la puerta de su casa, obviamente destruyéndola por ser más grande.
Humungosaurio: Lo siento. Después lo arreglo – y con eso se fue.
Sandra: No nos hizo caso. ¿Qué vamos a hacer?
Carl: Vamos a escuchar a nuestro hijo.
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Regresando con el Dr. Animo, este había mandado sus insectos a distraer a la policía y los Plomeros en lo que él trabajaba en su máquina. Pero Rook supo deshacerse de algunos con su nave, la cual llamaba Proto-Camión, y fue con el científico. Una vez que llegó, salió de su nave y apuntó el arma en su hombro a Animo.
Rook: Dr. Animo, por la autoridad de los Plomeros, usted debe rendirse y entregarse ahora.
Dr. Animo: ¿Por qué lo haría? Estoy a punto de lograr mi hazaña máxima.
Humungosaurio: ¿Avergonzarte ante toda la nación? – dijo apareciendo detrás suyo – Eso ya lo hiciste, Animo.
Dr. Animo: ¡Ben Tennyson!
Humungosaurio: Escogiste al Humungosaurio incorrecto para pelear. He tenido una mala racha.
Dr. Animo: ¡Ataquen, mis mascotas!
Inmediatamente, todos los insectos presentes fueron a atacar a Rook y Ben. El héroe no tenía problemas, pues era del mismo tamaño de ellos; mientras que el Plomero se defendía bien con su arma y movimientos.
Rook: Señor Tennyson – dijo mientras disparaba una red contra un insecto – No tuve tiempo de decírselo, pero lamento su pérdida.
Humungosaurio: ¿Y este es el mejor momento para hacerlo? – dijo mientras golpeaba otro insecto.
Rook: Bueno, no encontré otro momento.
Humungosaurio: Sólo pelea y luego te compadeces.
El dúo siguió derrotando a más insectos, los cuales atacaban por todos lados. En un momento, Ben logró tomar a uno y lo arrojó con fuerza sobre el pararrayos del Empire State, haciendo que el bicho se electrocute y el plan del Dr. Animo se venga abajo.
Dr. Animo: ¡NOOOO! ¡Te maldigo, Ben Tennyson!
Todos los insectos fueron a atacar al héroe al mismo tiempo. Uno de ellos se separó, rodeó el edificio, y atrapó por el otro lado a Rook con sus patas. Luego, se detuvo en el aire con el Plomero colgando de él.
Dr. Animo: La diversión... terminó.
El científico ordenó que su mascota soltara a Rook, y este comenzó a caer al vacío. Intentó usar el gancho de su arma, pero este rebotó en la pared y no se incrustó.
Humungosaurio: ¡Rook, no! – dijo mientras forcejeaba con el resto de los bichos.
El Plomero estaba a pocos metros de tocar el suelo y sufrir una muerte rotunda. Sin embargo, sintió que algo lo tomó de los hombros y lo llevaba a otra parte. Al voltear, quedó boquiabierto y con los ojos abiertos como platos.
Rook: No puede ser...
Supergirl, la Chica de Acero, había hecho acto de presencia en la escena. Cabe aclarar que todos los presentes quedaron igual que Rook, pero había otra cosa. Si bien la chica tenía el mismo traje que usaba, su apariencia era ligeramente diferente. Era más alta que antes; su cabello era más corto, teniendo forma de hongo y llegándole hasta los hombros; y su figura estaba más definida, con su cintura y pecho más grande.
Supergirl: Aquí estarás a salvo – dijo mientras dejaba a Rook en el suelo. Luego, voló hasta la cima del edificio.
Dr. Animo: ¿Tú? ¡Pero sí tú estás...!
Supergirl: Acorralándote, Dr. Animo.
Dr. Animo: ¡Vámonos!
El doctor loco se subió a uno de sus insectos y huyó del lugar. La Chica de Acero fue más rápida y lo alcanzó, tomando al insecto de su cabeza. Luego, con su visión de calor, cortó las alas del bicho y este comenzó a caer con el Dr. Animo al suelo. Supergirl logró salvar al científico mientras el insecto caía pesadamente, dejando un pequeño cráter. Luego, dejó a Animo con los Plomeros.
– Ah, gracias... Supergirl.
Supergirl: Para eso estoy aquí.
Luego, la Chica de Acero voló de regreso a la cima del Empire State y ayudó a Ben con todos los insectos faltantes, derrotándolos a todos en pocos minutos. Una vez que todo fue hecho, Supergirl descendió frente a Ben; quien regresó a su forma normal.
Ben: Kara... ¿enserio eres tú?
Supergirl: Soy yo realmente, Ben. Regresé.
Ben: ¿Sólo así? ¿Con una nueva apariencia y más alta?
Supergirl: Efectos secundarios de regresar de la tumba, supongo – dijo intentando bromear.
Ben: Si es así, dime lo último que me dijiste – el héroe, sin embargo, estaba serio.
Supergirl: No lo sé, no tengo la mitad de mis recuerdos.
Ben: Entonces dime lo que sí recuerdas.
Supergirl: Recuerdo que éramos... cercanos.
Ben: ¿Qué tan cercanos? – dijo con un poco de esperanza en su voz.
Supergirl: Tanto que ahora me lastima que no me reconozcas.
Ben: Oye, lo siento. Yo... aún estoy procesando esto.
Supergirl: Entonces, llámame cuando estés listo.
La kryptoniana se fue volando del lugar, luego de ese tenso reencuentro. Aún así, Ben desconfiaba de esta Supergirl, por lo que decidió salir a buscar la verdad. Pero no lo haría solo, así que tomó su teléfono e hizo un llamado.
Ben: ¿Hola, Clark? ¿Ya sabes lo que pasó?
Clark: Así es. ¿De verdad es ella, Ben?
Ben: No lo sé, tengo algunas dudas. Te espero en Central Park mañana.
Clark: ¿Crees que no sea ella?
Ben: Pasó lo mismo contigo, sólo que esta no es una versión cyborg. Necesito averiguar qué pasó, y creo que tú también mereces saberlo.
Clark: Está bien. Te veré allí.
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Central Park
Al día siguiente, tal como dijeron, ambos héroes estaban frente a la tumba de Kara; la cual parecía no haber sido profanada. Sin embargo, esto no detuvo al dúo de acercarse mejor.
Ben: ¿Puedes usar tu visión de rayos X?
Superman: Dame un momento.
El Hombre de Acero hizo lo suyo. El ataúd parecía no tener signos de haber sido tocado o sacado; pero aún así, se sorprendió por lo que descubrió.
Superman: No está.
Ben: Eso era lo que necesitaba.
El héroe activó el Omnitrix y se convirtió en Armadillo. Se metió bajo tierra, y unos segundos después, salió con el ataúd en manos. Al salir, volvió a su forma normal.
Superman: ¿Qué haces?
Ben: Busco algo más. Ella no salió sola.
Ben abrió el ataúd, para encontrar que este estaba vacío completamente. Reviso por todos lados, y luego lo cerró sin dejarlo donde estaba.
Superman: ¿Encontraste algo?
Ben: No, nada; y ese es el punto.
Superman: ¿El punto de qué?
Ben: Después de la muerte de Kara, y recordando lo que pasó contigo, pegué una calcomanía de Sumo dentro de su ataúd sin que nadie viera. Ahora, ya no está, y no hay signos de haber sido removida. Sólo significa una cosa.
Superman: No sólo robaron su cuerpo, también su ataúd.
Superman volvió a usar su visión de rayos X, pero esta vez buscó pistas alrededor del la tumba de Kara. Descubrió un túnel que iba debajo de la tumba hasta un sitio baldío unos kilómetros más lejos.
Superman: Encontré algo. Sígueme.
Ben se convirtió en XLR8, y junto con el Hombre de Acero fueron hasta dicho baldío. Superman siguió usando su visión de rayos X para ver dónde terminaba el túnel, sólo para encontrar tierra removida.
XLR8: Muy bien, es mi turno.
Ben cambió de forma a Clockwork, y usó la llave en su cabeza para retroceder el tiempo en forma de holograma para saber quién estaba detrás del robo de Supergirl. Cuando llegó al momento que necesitaban ver, vieron a unos hombres usar máquinas especiales para hacer el túnel, sacar el ataúd, y poner su reemplazo. Sin embargo, tanto las máquinas como los hombres no tenían nada para identificarlos o asociarlos con algo o alguien. Después de unos momentos, Ben volvió a la normalidad.
Superman: Bueno, al menos sabemos lo que pasó con su cuerpo.
Ben: ¿Y crees que eso me dejará tranquilo?
Superman: No digo eso, esto sólo es el primer paso para averiguar qué pasó. Lo investigaré desde Metrópolis, pediré un permiso a mi jefe para buscar pistas aquí.
Ben: Está bien. Yo trataré de investigar a la antigua.
Con eso, Superman se fue volando de regreso a Metrópolis, mientras Ben seguía en el baldío intentando ver algo que lo ayudara en su búsqueda.
Ben: ¿Dónde estás, Kara?
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Seis meses después
Ben Tennyson y sus padres habían charlado luego de su polémica salida. Ahora, estaban bien y más unidos, aunque eso significara tener que lidiar con la nueva fama del héroe; ya que todo el tiempo habían periodistas fuera de su casa intentando hablar con Ben.
La noticia sobre el cuerpo perdido de Supergirl no tardó en difundirse. Ahora, todo Nueva York estaba al tanto y con opiniones divididas. Estaban los que creían que la Chica de Acero revivió, y los que creían que era un clon. Sin embargo, esto no impidió que la nueva Supergirl siguiera haciendo su trabajo.
Recientemente, salvó a una pareja de ser asaltada por ladrones en un callejón. Uno de los maleantes sujetó al chico mientras el otro golpeaba y le quitaba su bolso a la chica. Supergirl atrapó a ambos en un contenedor de basura, mientras le devolvía el bolso a la chica. Todo en apenas unos segundos.
También salvó a Stuart Brown de ser atropellado por un autobús, mientras este estaba distraído tomando fotos. Supergirl posó un momento, y luego tomó vuelo.
Unos hombres de la banda criminal de Metrópolis, Intergang, intentaron robar armas alienígenas de una base de los Caballeros Eternos. Supergirl hizo acto de presencia, destruyó las amas, y atrapó a los hombres sin problemas.
Una última hazaña consistió en desviar un misil nuclear al espacio, lanzado desde una base militar de Kasnia del Norte hasta Kasnia del Sur, dejando perplejos a los que lanzaron el misil.
Aún así, no todo era perfecto. Supergirl no había aparecido como Kara Danvers en el trabajo, lo cual confirmaba para Winn que no se trataba de la verdadera Kara. Tampoco se veía mucho con Ben, salvo en algunas misiones que coincidían. Cabe aclarar que el héroe guardó distancia respecto a la Chica de Acero, y también lo hizo la Liga de la Justicia.
Ahora, una televisora local estaba teniendo una gran audiencia, pues se hablaría del tema de Supergirl con un importante analista de Nueva York. Todos estaban expectantes de lo que se diría.
– Ya han pasado seis meses desde la muerte y regreso de Supergirl. Mi invitado de hoy es el analista Gordon Godfrey. Señor, usted escribió un artículo rechazando a Supergirl, y que los humanos deberían ser sus propios superhéroes.
G. Godfrey: ¡Esto es una plaga, está fuera de control! Esta es una Supergirl de la que no sabemos nada.
– Pero está mejorando las cosas.
G. Godfrey: Ya tenemos quien mejore las cosas. La policía, los bomberos, paramédicos...
– La Liga de la Justicia, los Ultimen.
G. Godfrey: El punto de mi artículo es que los humanos dejen de depender de la Liga de la Justicia, que nos salvemos nosotros mismos.
– ¿Cada quien debería ser su propia Supergirl, o Superman? Digo, ¿no es eso lo que ella está haciendo?
G. Godfrey: Ya dejen de engañarse. La Chica de Acero está muerta, vimos el cuerpo.
– Antes de que desapareciera. Ya sabemos que los kryptonianos pueden eludir a la muerte; porque si no, ¿dónde está el cuerpo?
G. Godfrey: ¿A quién le importa? Las preguntas que nos conciernen son mucho más importantes. ¿Quién es esta nueva súper chica? ¿Por qué está aquí? ¿Cuál es nuestro lugar, como neoyorkinos, en un mundo sin Supergirl?
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CatCo Worldwide Media
Cat: El reinado de Supergirl... Lo odio.
En este momento, la Reina de los Medios estaba con su equipo de contenido en su oficina debatiendo la portada de su próxima publicación sobre la Chica de Acero. La entrevista de ayer a Godfrey recibió una gran recepción y Cat Grant no quería quedarse atrás.
Cat: El título, claro está, es un asco. La nota está muy bien, es perfecta; sólo le falta un buen título, uno con chispa. Lo arreglaremos luego, ahora quiero más argumentos, más publicidad. Chloe, ¿qué tienes?
Chloe: En el ángulo policial, Supergirl brinda mucha más seguridad.
Cat: Me gusta, me gusta. Pero mejor cambia lo policial por rating, y también la tasa criminal por retwitteos. Supergirl es tendencia ahora, necesitamos mantenerla así. ¿Qué hay de ti, Ron?
Ron: Iba a cubrir la inauguración de L-Corp de mañana.
Cat: Ahora tienes un cambio de planes. Irás a un evento de la Torre Metro en Metrópolis, es seguro que Supergirl estará allí. ¿Y tú, Steve?
Steve: Ah... no creo que haya un ángulo deportivo aquí.
Cat: ¡Me encanta! Me agrada la gente que sabe su trabajo. ¿Stuart? – el mencionado no respondió, pues no estaba – ¿Alguien sabe donde rayos está Stuart Brown?
Chloe: Creo que dijo que seguiría cubriendo el tema de los desaparecidos tras la batalla.
Cat: Oh... claro – se quedó callada unos segundos – Bueno, a trabajar. Del título me encargo yo. Winn, tú quédate, necesito hablarte – todos los presentes se retiraron, menos el mencionado por ella.
Winn: ¿Para qué me necesita, jefa?
Cat: Ya te dije que no me digas jefa. ¿Sabes algo sobre Kara?
Winn: No, señora Grant... Yo no creo que...
Cat: No te atrevas a terminar esa oración – dijo mientras se servía un vaso de whisky.
Winn: L-Lo lamento, jef... dijo, señora Grant. Pero Kara no aparece desde hace seis meses, y... yo creo que es demasiado tiempo.
Cat: ¿Te digo algo, Winn? Hoy me trajeron mi latte descafeinado, y mi almuerzo tenía pescado. Yo odio el pescado. ¿Sabes lo difícil que es conseguir una buena asistente?... No es posible, simplemente no es posible que alguien como Kara desaparezca de la noche a la mañana así como así... Ella está en algún lado, yo lo sé... Y va a regresar.
Inconscientemente, la Reina de los Medios comenzaba a soltar algunas lágrimas; pero rápidamente las limpió. Luego de eso, Cat se dirigió a su balcón mientras Winn regresaba a su escritorio, ambos conmocionados por recordar a la kryptoniana.
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Ya era de noche en la ciudad que nunca duerme. Supergirl sobrevolaba los cielos de Nueva York buscando más problemas. Y parece que tuvo suerte, pues una serie de cortocircuitos se estaba produciendo en los faroles de las calles. Incluso llegó a ver que alcanzaron a formar su clásico escudo en S. Al descender cerca de un callejón, una figura emergió de un cartel luminoso.
Livewire: Mira nada más, si es Super Boba; o debo decir... Super Falsa.
La Chica de Acero no respondió, simplemente decidió acercarse para atraparla. Pero la villana fue más rápida y le lanzó varias descargas que la hicieron chocar contra un muro.
Livewire: Debe ser mi día de Navidad, y tú estás en la lista de los traviesos.
La ex locutora siguió atacándola con descargas fuertes, mientras esta nueva Supergirl parecía no saber lidiar con Livewire; ya que no encontraba una apertura para atacar.
Livewire: Te fuiste antes de tiempo. Tan completa, y absurdamente... arbitraria. Perdí una victoria que he planeado durante tanto tiempo, ¡por culpa de esa zorra intergaláctica!
El tono irónico que siempre usaba la villana iba desapareciendo a medida que seguía hablando, pasando a ser uno de rencor y furia; todo a la vez que no dejaba de atacar a la kryptoniana.
Livewire: ¿¡Por qué me abandonaste!? ¿¡POR QUÉ!? ¡Teníamos tantos asuntos inconclusos, Supergirl!
Leslie la tomó de su traje e hizo que una gran corriente eléctrica fluyera por el cuerpo de Supergirl. Al terminar, dejó que ella cayera al suelo agotada y adolorida.
Livewire: ¿Quién es tu mami? – dijo con una sonrisa casi sádica – Ya terminé contigo. No me interesa destruirte a ti, tú no eres nadie.
La villana se fue del callejón por los cables que recorrían las calles, mientras dejaba a una debilitada Supergirl en el suelo; quien a duras penas intentaba levantarse.
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Al día siguiente, Ben estaba reunido con Clark Kent en las cercanías del edificio de LexCorp. Clark estaba allí para cubrir la re-inauguración de la empresa de Lex como L-Corp para El Planeta, y a su vez usaba eso como excusa para seguir investigando.
Ben le había pedido ir allí puesto que había averiguado algo sobre el paradero del cuerpo de su novia que lo ligaba con Lena Luthor.
Clark: ¿Entonces crees que Lena clonó a Kara?
Ben: No estoy del todo seguro, pero es lo único que tengo.
Clark: No lo sé. Kara me comentó que Lena es diferente.
Ben: Piénsalo, Clark. Logré memorizar la patente del vehículo que se llevó su cuerpo. Por seis meses lo he estado buscando, y lo encontré ingresando a LexCorp; la única compañía que puede hacer experimentos de clonación en Nueva York. Me sorprende que tú no sospeches, ¿no tienes instinto de reportero o algo así?
Clark: Y si así fuera, ¿cómo piensas probarlo?
Ben: ¿Probarlo? Planeaba entrar y sacar el cuerpo – dijo con total tranquilidad.
Clark: ... ¿Así y ya?
Ben: Sí, así y ya.
Clark: Ben, lo que quieres hacer puede tener consecuencias muy graves. ¿Estás seguro de esto?
Ben: Es el cuerpo de Kara, Clark. Lo único que quiero hacer es regresarlo donde estaba.
Clark: Está bien, Ben. Te ayudaré, tengo algo en mente.
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L-Corp
En el lobby del nuevo edificio de la próximamente llamada L-Corp, estaban reunidas varias personas de una alta clase social y algunos periodistas. Era el evento más importante para Lena Luthor. Su oportunidad para por fin cambiar la imagen de su familia, y poder sentirse orgullosa de sí misma. En este momento, Lena subió a un escenario para decir unas palabras.
Lena: Damas y caballeros, agradezco a todos los presentes por venir hoy y por su generosidad. Como sabrán, el apellido Luthor no tiene la mejor reputación en este último tiempo. Pero hoy estoy aquí para demostrar que algo bueno puede salir de un Luthor, y por eso le dijo que juntos haremos de Bellwood una gran ciudad. Señoras y señores, doy por inaugurada a la nueva... ¡L-Corp!
Todos en el recinto comenzaron a aplaudir fervientemente, mientras afuera se exhibía un gran espectáculo de fuegos artificiales. Luego de su discurso, Lena bajó del escenario para saludar. Estaba conversando muy emocionada con algunos invitados, cuando se le presentó un hombre alto, pelinegro, con un traje modesto y gafas.
Clark: Señorita Luthor – la mencionada volteó a verlo – Clark Kent, del diario El Planeta.
Lena: Oh, un placer – estrechó su mano con la del periodista – Me interesa mucho que en Metrópolis se enteren de lo que pasará aquí.
Clark: ¿Le molestaría una pequeña entrevista por la inauguración?
Lena: Claro que no – dijo algo emocionada.
Sin embargo, esta entrevista no era más que una simple distracción provocada por Clark Kent. Una vez que la entrevista comenzó, Ben Tennyson se coló con gran astucia por el lobby evitando ser notado.
Hoy sí que lamentaba ser famoso.
Llegó hasta una puerta mecánica, donde encontró un ascensor que podía bajar hasta un piso debajo del suelo. Ben dio una sonrisa de suficiencia al creer que estaba llegando a algo, y entonces se subió marcando el piso -1.
Una vez que la puerta se abrió, vio un gran pasillo con varias puertas alrededor. De entre todas ellas, destacaba una con doble puerta unos metros más a la derecha. El héroe intentó abrirla pero no pudo, tenía un buen cierre. Estaba por usar su Omnitrix cuando escuchó el ascensor abrirse, por lo que se escondió detrás de un pilar lo suficientemente grueso para ocultarse.
De dicho ascensor salió una persona bien vestida que parecía ser un científico del lugar. Al mirar mejor, Ben vio que tenía una tarjeta de acceso colgada en su cuello, lo que lo hizo sonreír nuevamente.
Se escabulló por detrás y tomó un matafuegos, el cual estaba ubicado convenientemente cerca de Ben, y lo usó para noquear por detrás al científico. Luego, tomó su tarjeta y la usó para abrir la puerta doble.
Lo que encontró del otro lado... lo sorprendió al grado de abrir los ojos tanto como podía.
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Lena: ... También hay un proyecto de energía autosustentable para que todo Nueva York no dependa de plantas eléctricas o nucleares. Si tenemos progreso, podremos expandirlo al mundo.
Clark: Es algo muy bueno, señorita Luthor.
Regresando con la fiesta, Clark seguía con su entrevista a la Luthor tratando de hacer el mayor tiempo posible. Sin embargo, no iba a dejar pasar la oportunidad de intentar hacer que la mujer hable por su cuenta.
Clark: Y... ¿qué hay de la industria genética?
Lena: ¿Industria genética? – preguntó extrañada.
Clark: Se sabe que Lex Luthor hizo avances en investigación genética para curar enfermedades. Pero, dada la situación actual, esto también podría implicar otros proyectos... secretos.
Lena: Bueno, si hay proyectos para tratar enfermedades terminales, pero nada fuera de lo común. Ahora, si me disculpa, necesito retirarme.
La pelinegra se fue bastante nerviosa por la última pregunta del reportero, y este se dio cuenta por su súper oído al captar el aumento de los latidos de su corazón. Lena decidió irse un momento para calmarse por donde Ben se había ido.
Teniendo un mal presentimiento, ella bajó hasta donde tenía resguardada a Supergirl y descubrió el cuerpo inconsciente del científico que derribó el héroe. Corriendo por el pasillo hasta llegar a la puerta doble, se encontró con Ben 10 mirando directamente el tanque donde la kryptoniana flotaba.
Lena: ¿¡Qué haces aquí!? ¡Llamaré a las autoridades!
Ben: Hazlo. Así tendré un pretexto más para llamar a la Liga – dijo totalmente serio.
El ambiente estaba totalmente tenso. Lena se mostraba evidentemente nerviosa y angustiada, mientras que el héroe tenía una mirada de seriedad y enojo.
Ben: Lo preguntaré una vez: ¿tú clonaste a Supergirl?
Lena: C-Claro que no.
Ben: ¿Y entonces por qué su cuerpo está aquí?
Lena: Para intentar sanarla.
Ben: ¿Sanarla? ¿Cómo? ¡Está muerta!
Lena: ¡Superman también lo estuvo y volvió!
Ben: ¡Eso no te da derecho de robar su cuerpo e intentar revivirla!
Lena: ¡SÍ LO TENGO PORQUE YO LA MATÉ!
Ante esto, Ben se quedó boquiabierto de la sorpresa. ¿Acaso escuchó mal, o Lena Luthor dijo que mató a Supergirl?
Ben: ¿A qué te refieres? – preguntó sin salir de su sorpresa.
Lena: Y-Yo... yo liberé al monstruo que la asesinó – dijo entre algunas lágrimas – Lex tenía un proyecto de búsqueda de nuevas energías en el centro del planeta. Fue allí donde encontraron a las Asesinas de Mundos... y las liberaron por accidente.
Hubo unos segundos de silencio en lo que la Luthor se recomponía, ya que su llanto aumentaba a medida que sacaba toda la culpa con la que cargó todo este tiempo.
Lena: No podía dejar de pensar en todo esto... así que decidí utilizar la tecnología de Lex para intentar traerla de vuelta... yo...
Antes de que Lena pudiera seguir explicando, un sonido vino detrás de ellos. Más precisamente, de la máquina que seguía los signos vitales de Kara. El sonido que emitió no fue otro que un pitido indicando que el corazón de la kryptoniana había latido. Sin embargo... sólo fue uno.
Ben: ¿Acaso...?
Lena: Sí... Lo sabía, es posible.
Sin que ella lo note, Ben activó un sonar en su Omnitrix que tenía para llamar a Kara. Esto era para que Clark Kent se presentara al lugar como Superman. Y precisamente, este apareció al segundo en que Ben lo llamó.
Superman: ¿Cuál es la...? – se congeló cuando vio el cuerpo de su prima – ¿Kara?
Lena: ¿Superman? – miró a Ben – ¿Tú lo llamaste?
Ben: Así es. Si alguien puede saber lo que ocurre aquí, es él.
Superman: ¿Usted hizo esto? – dijo mirando seriamente a Lena.
Entonces, la Luthor procedió a decirle lo mismo que le dijo a Ben cuando descubrió el cuerpo de Supergirl. Un agregado fue que Lena explicó que utilizo energía ionizante para acelerar la regeneración de Kara, debido a que carecía de fuentes de energía solar. El Hombre de Acero aprovechó para analizar el cuerpo de su prima con su visión de rayos X.
Superman: Si todo eso es cierto, sirvió en gran parte.
Lena: ¿De... de verdad?
Superman: Sus signos vitales están muy débiles; pero lo hizo, señorita Luthor. Usted trajo de vuelta a Supergirl.
Lena, en ese momento, sintió como si una gran carga fuera quitada de sus hombros. Había logrado su cometido, ahora sólo faltaba saber cuánto tiempo tardaría Kara en despertar.
Superman: Pero voy a llevármela ahora.
Lena: ¿Q-Qué? – dijo saliendo de su alivio – ¿Por qué?
Superman: A pesar de lo que hizo no fue malintencionado, no estuvo bien sacarla de su tumba de esa forma. Aún así, le estoy agradecido, pero quiero que entienda que sus acciones me hacen dudar de usted. Tengo un lugar donde puedo acelerar el proceso de curación de mi prima, utilizando energía solar amarilla.
Lena intentó objetar, pero se dio cuenta de que iba a hacerlo frente a dos de los héroes más fuertes del planeta; por lo que decidió dejar al kryptoniano llevarse a Supergirl. Aún así, la alegría de haber cumplido su objetivo no se la sacaba nadie.
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Mientras tanto, la otra Chica de Acero sobrevolaba las calles de Bellwood buscando alguna amenaza que detener, sobretodo intentando encontrar a Livewire. Su súper oído captó el audio de una pantalla gigante donde se estaba emitiendo las noticias del día. Supergirl decidió ponerse frente a dicha pantalla para observar mejor, mientras se cruzaba de brazos.
– Winslow Schott, alias el Juguetero, escapó de Metrópolis y procedió a secuestrar a varios niños de una guardería en Queens. Tras una prolongada batalla, el fugitivo fue aprehendido por la policía hace sólo momentos. Pero aún cuando el Juguetero está ahora en manos de la policía, hay un elemento trágico. Minutos antes de su captura, le quitó la vida a la niña Katy Albert de sólo cuatro años.
Para explicar rápidamente, el Juguetero es uno de los clásicos villanos de la galería de Superman, el cual utiliza juguetes como armas para cometer sus crímenes y hacerle la vida imposible al Hombre de Acero. Otro dato importante, es que es el padre de Winn, quien lo odia por todo eso.
Supergirl abrió los ojos como platos conmocionada, mientras la pantalla mostraba la imagen de dicha niña fallecida. Luego, con su seño totalmente fruncido, voló hasta donde estaban tomando preso al Juguetero.
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Fortaleza de la Soledad
Usando los teletransportadores de la Liga de la Justicia, Ben y Superman llevaron a Kara hasta la fortaleza del Hombre de Acero en el Ártico. Allí, la colocaron en otro tanque desnuda (para vergüenza del cambiaformas) frente a una fuente de energía solar amarilla.
En este momento, y gracias a la tecnología kryptoniana, la recuperación de la Chica de Acero estaba avanzando más que bien. Sus signos vitales iban en aumento, y el latido de su corazón ya era medianamente normal.
Ben: ¿Cuándo crees que despierte? – dijo sin apartar la vista de su novia.
Superman: Bueno, a este paso, podría ser en cualquier momento.
Y entonces, sorpresivamente... Supergirl abrió los ojos estrepitosamente.
Ben y Superman abrieron los ojos como platos, mientras que las máquinas que seguían las lecturas de la kryptoniana indicaban que había un rápido aumento en su ritmo cardíaco.
Kara rompió violentamente el tanque donde estaba y quedó flotando en el aire. Su visión se centró curiosamente en Superman, a quien veía con sus ojos brillando rojos.
Ben: Ah... ¿eso es bueno?
Superman: No lo creo.
Sin esperar más, Supergirl cargó contra Superman; tomándolo por sorpresa y enviándolo por un pasillo de la fortaleza a gran velocidad. Lo hizo chocar contra un muro, pero el Hombre de Acero se recompuso de inmediato.
Superman: ¡Kara, soy yo, Kal-El!
La kryptoniana no respondió, sólo soltó un fuerte grito mientras disparaba su visión de calor contra él. Sin embargo, ella dejó de dispararla segundos después, puesto que parecía que le dolió a sus ojos.
Ben: ¡Kara!
Inmediatamente, la mencionada volteó para ver a Ben con una mirada seria parado detrás de ella a unos metros.
Kara: Yo te conozco.
Ben: Así es, me conoces.
Utilizando un poco de su velocidad, se acercó al héroe y lo tomó del cuello de su camiseta. Sin embargo, lejos de inmutarse, este tocó la mejilla de la kryptoniana; logrando hacer que ella se estremezca.
Ben: Tranquila, no voy a hacerte daño – dijo calmado y con una pequeña sonrisa.
Kara: ¿B-Ben...?
En ese instante, la mente de Kara comenzó a tener fragmentos de su vida en la Tierra. Particularmente, recordó esas palabras, pues eran las primeras que le dijo el héroe cuando llegó al planeta.
Sin embargo, ella cayó inconsciente luego de eso. Ben logró sujetarla de la cintura evitando que caiga al suelo. Superman se acercó un segundo después.
Superman: ¿Cómo sabías que eso funcionaría?
Ben: No lo sabía, tuve fe – dijo con una ligera gota de sudor en su rostro, en señal de que fue otra improvisación del héroe.
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Nueva York
La policía que trasladaba al Juguetero había llegado hasta la estación, donde había otros uniformados esperando junto a algunos periodistas. El último en bajar de la patrulla fue el villano, quien estaba esposado. Los oficiales procedían a llevarlo hasta dentro de la estación, cuando Supergirl aterrizó frente a ellos con sus brazos cruzados.
Supergirl: Disculpen oficiales, necesito un momento con él.
Juguetero: ¿Qué? ¡Oye, no puedes...!
Sin esperar, la Chica de Acero tomó al Juguetero de su ropa y flotó en al aire junto con él hasta alcanzar una gran altura, fácilmente comparable con la de la Torre Billones.
– Ah, ¿eso está permitido? – dijo uno de los oficiales en tierra, totalmente consternado.
Juguetero: ¡Tengo derechos, y no tengo nada que decirte!
Supergirl: ¿Qué tal... adiós?
Supergirl soltó al Juguetero, quien caía gritando desesperadamente a una muerte segura, mientras la Chica de Acero sólo observaba desde su posición. Después de unos segundos de caída, el villano aterrizó de espadas sobre una patrulla, abollando el techo de la misma.
Los oficiales, totalmente sorprendidos, voltearon a ver en el cielo a la kryptoniana; quien estaba de brazos cruzados flotando en el aire. Luego de confirmar la muerte del Juguetero, ella se fue volando del lugar.
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Fortaleza de la Soledad
En una cama algo grande, Kara Zor-El despertaba luego de estar inconsciente por unas horas. Al contrario de cuando despertó de golpe, ahora se sentía bastante cansada y débil. Al abrir los ojos, lo primero que vio fue a Ben sentado a su lado.
Kara: ¿Estoy... viva?
Ben: Así es, Kara – dijo tomando su mano – Al parecer, las leyes de la muerte humana no se aplican a ustedes, los kryptonianos – dijo bromeando; lo cual consiguió, ya que ella emitió una pequeña risa.
Kara: Pero... ¿cómo?
Superman: Eso debes agradecérselo a Lena Luthor – dijo entrando a la habitación.
Kara: Kal... – dijo con una gran sonrisa.
Superman: ¿Cómo te sientes?
Kara: Como si hubiera muerto... – dijo imitando el humor de su novio, pero igualmente los tres se rieron – ¿Dijiste que a Lena?
Ben: Sí. Ella tomó tu cuerpo de tu tumba y curó tus heridas, pero nosotros te trajimos aquí.
Superman: Tu ritmo cardíaco era muy bajo, aquí logramos fortalecerlo.
Kara: Entonces, ahora... mis signos vitales... ¿se minimizaron?
Superman: Para permitirte sanar mejor.
Ben: ¿No recuerdas lo que pasó hace un momento?
Kara: No... ¿qué pasó?
Superman: Tuviste un exabrupto. Te despertaste de golpe y usaste más energía de la que tenías.
Ben: La suficiente para golpear a este grandote – señaló a Superman con su pulgar.
Kara: L-Lo siento, Kal...
Superman: No hay problema – la interrumpió – Estas aquí, con nosotros. Eso es lo único que cuenta.
Ben: Ya quiero que todos vean que tú eres la real.
Kara: ¿La real? – dijo extrañada. Ben se tapó la boca; pues, en su emoción, habló de más.
Superman: Al parecer, alguien te clonó.
Kara: ¿Qué? – dijo levantándose un poco – T-Tengo que volver a Bellwood.
Superman: No hasta que hayas recuperado toda tu fuerza – dijo volviéndola a acostar.
Kara: Pero...
Ben: No te preocupes, Kara. Tengo dudas sobre tu doble, pero aparenta proteger la ciudad y a Nueva York.
Superman: Ahora descansa. En unos minutos, te llevaremos a que absorbas más energía solar.
La Chica de Acero asintió y no tardó en volver a quedarse dormida. Ambos héroes salieron de la habitación cuando Ben recibió una llamada de la Liga a su comunicador.
Ben: Aquí Ben 10... ¿¡Ella hizo qué!?
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– ¿Por qué lo hiciste?
– Supergirl, ¿qué te hizo hacer eso?
Supergirl: El Juguetero habría vuelto a matar. Había que dar el ejemplo.
– Nunca habías hecho algo así.
Supergirl: Ahora veo las cosas de otro modo.
– ¿Qué pasa con la ley?
– Sí, ¿no habrá consecuencias?
Supergirl: Yo me considero la autoridad en cuanto a qué es mejor para Nueva York. ¿No lo creen? – dijo seria.
En una pantalla de la fortaleza, Ben y Superman vieron una nota en las noticias donde Supergirl era entrevistada por varios reporteros. Al terminar de verla, Ben apretó sus puños en señal de enojo.
Ben: Tengo que irme.
Superman: Espera, Ben. No vayas a hacer alguna tontería.
Ben: Tengo que saber quién hizo ese clon y por qué está actuando así. Dile a la Liga que no intervenga, yo me haré cargo.
Con eso, el héroe salió directo a Bellwood a encontrar respuestas. Necesitaba saber de dónde vino la otra kryptoniana si es que Lena Luthor no estaba involucrada.
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Bellwood, Nueva York
Otra noche llegó a Bellwood. Una anciana estaba frente a un árbol plantado frente al edificio donde estaba su departamento. En dicho árbol, estaba su gato de pelo blanco al cual llamaba para que baje.
– ¿Precioso? Ven aquí, Precioso – el gato sólo maulló – Precioso...
La anciana y el mismo gato se sorprendieron al ver descender a Supergirl hasta su posición. La Chica de Acero tomó al gato sin dificultades.
Supergirl: Lo tengo, señora – dijo mientras tocaba tierra – ¿Usted sabe que los Persas de pelo lago no deberían estar afuera?
– Precioso no quiso hacerlo.
Supergirl: Oh, no estoy molesta con el gatito, realmente me irrita que la gente no se haga responsable de las pequeñas cosas.
Al principio, Supergirl se mostraba alegre mientras acariciaba al gato; pero su seño se iba frunciendo poco a poco mientras seguía hablando.
Supergirl: No me malinterprete, quiero ayudar; pero cada vez que me debo detener a resolver tonterías, dejo de atender asuntos más urgentes... de vida o muerte – dejó de acariciar al gato, mientras este ronroneaba – Piénselo la próxima vez que deje la puerta abierta, señora.
– Lo haré, lo prometo. Gracias – dijo algo asustada.
De repente, cuatro patrullas de policía se estacionaron frente a ambas de forma que queden rodeadas. Luego, todos los policías bajaron.
– El comisionado quiere hablar contigo, Supergirl – dijo el que estaba al frente. La kryptoniana le devolvió el gato a la anciana, la cual entró rápidamente a su departamento.
Supergirl: Como le explicaba a la señora, estoy un poco ocupada ahora.
– Nos ordenaron escoltarte si es necesario – dijo mientras sacaba sus esposas, mientras los otros policías sacaban sus pistolas.
Supergirl: ¿En serio? – dijo con una pequeña sonrisa.
Luego, la Chica de Acero hizo brillar sus ojos en rojo y todas las pistolas explotaron en las manos de los oficiales, ocasionándoles un pequeño dolor en la muñeca.
– Hija de...
Supergirl: Cuida tus palabras – dijo mientras lo miraba de frente, evitándole terminar su insulto.
Después de eso, la kryptoniana se fue caminando unos metros, para después volar hacia otra parte de la ciudad.
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Fortaleza de la Soledad
De regreso con los kryptonianos, Superman había despertado a Kara para que pudiera recuperarse por completo. El Hombre de Acero la colocó en una gran esfera, donde brillaba un sol artificial.
Superman: Los propulsores solares están al máximo – dijo viendo las medidas de energía desde una máquina.
La Chica de Acero estaba flotando en medio con los ojos cerrados, de manera que pudiera absorber la mayor radiación posible. De mientras, iba recuperando poco a poco sus recuerdos, hasta el momento de su pelea con Reign.
Superman: Tú metabolismo se ha elevado exponencialmente, Kara. Debemos continuar con tu absorción acelerada de energía solar amarilla.
No hacía falta que la kryptoniana asintiera o dijera algo, ella no se movería de allí. En su mente, estaba imaginándose cómo era su clon y qué es lo que estaba haciendo. Cabe aclarar que Superman no le comentó lo que hizo recientemente su doble en Nueva York.
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L-Corp
Lena Luthor estaba en su oficina revisando archivos para despejar su mente. No había podido dejar de pensar en Supergirl y en cómo pudo lograr traerla a la vida. De repente, sintió unos golpes desde su balcón; y vio que Ben 10 estaba allí parado.
Lena: ¿Qué haces allí?
Ben: Hubiera tocado la puerta, pero es un poco complicado para mí pasar desapercibido hoy en día – dijo con un ligero orgullo. Tal parece que el héroe poco a poco se iba adaptando a su fama.
Lena: Buen punto, pero no era a lo que me estaba refiriendo.
Ben: Necesito ayuda. Quiero saber quién clonó a Supergirl.
Lena: Ya te dije que yo no fui.
Ben: Sí, lo sé. Pero creí que podrías tener una idea de quién pudo haber sido.
Lena: ¿Y tú no la tienes?
Ben: Tengo muchas, pero no sé cómo reducir las opciones. Todos podrían ser culpables.
Lena: Por suerte para ti, se me ocurre algo – dijo mientras tomaba una tablet en su mesa – Imagino que sabes que Lex tenía tratos con el gobierno para ser presidente.
Ben: Como no saberlo – dijo recordando su último encuentro.
Lena: Su alianza con CADMUS incluía a varios científicos importantes en genética. Entre ellos, el profesor Emil Hamilton – dijo mostrando una imagen del mencionado.
Ben: Eso también lo sé. Pero CADMUS ya no existe.
Lena: ¿De verdad? Entonces no te enteraste que el general Wade Eiling movió mucho del equipo de CADMUS hasta una base militar.
Ben: Wow – dijo impresionado – Sí que sabes mucho sobre esto.
Lena: Desde lo de Reign, pasé gran parte de mi tiempo revisando cada trato o negocio sucio que tenía mi hermano. De esa forma, no me iba a tomar desprevenida otra vez – dijo con algo de culpa.
Ben: Oye, tranquila – dijo tomando su hombro – Lo que hizo el calvito no es tu culpa. Si te hace sentir mejor, Supergirl le dio una paliza – esto hizo que la Luthor riera un poco – Pero volviendo al punto, ¿sabes en qué base están?
Lena: Claro – dijo mostrando un mapa del lugar – Esta es.
Para Lena, la base militar que mostró era una de muchas. Pero Ben abrió los ojos como platos de su impresión al reconocerla.
Ben: Lo Soledad.
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Base militar Lo Soledad
Precisamente en dicha base, Supergirl había llegado luego de detener algunos crímenes. No fue muy complicado, puesto que todos se asustaron al creer que la kryptoniana los mataría. Ahora estaba frente al general Eiling en una oficina improvisada.
Eiling: Vaya, vaya, la hija pródiga de Kryptón. Estás exagerando un poco, ¿no crees, Supergirl?
Supergirl: ¿Proteger Nueva York es exagerar? – dijo con las manos en la cintura.
Eiling: Sí, cuando haces que corra la sangre por las calles – ella apartó su mirada algo molesta – Te pusimos en la Tierra para ser el soldado perfecto. Ahora, toma – le entregó un papel – Una lista de algunas compañías científicas, todas sospechosas de robar el cadáver de Supergirl para obtener ganancias. Recupera el cuerpo inmediatamente, y discretamente.
Supergirl: No entiendo por qué esto es tan importante. Ya estoy aquí, ¿para qué la necesitas?
Eiling: No estás aquí para cuestionarme, estás aquí para seguir órdenes. Ahora retírate – la Chica de Acero lo obedeció a regañadientes – Recuerda: te trajimos a este mundo, y podemos sacarte de él.
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Bellwood, Nueva York
Supergirl estaba caminando por las calles de la ciudad con una mirada molesta. Todos los transeúntes que se cruzaban con ella se apartaban o la veían extrañados, puesto que era más común verla volando que a pie.
Por otro lado, la kryptoniana estaba perdida en sus pensamientos. Le molestaba que, a pesar de todo lo que hizo, parecía seguir siendo una sombra de la Supergirl original.
¿Por qué no podían considerarla igual? ¿Acaso no podía ser parte de este mundo como ella? ¿Sólo debía ser una simple soldado, sin ningún otro propósito?
¿No podía ser alguien más? ¿Ser algo... más?
Entonces, otra duda llegó a su mente. ¿Cómo podrían detenerla? A pesar de ser un clon, seguía siendo kryptoniana, no debería ser tan sencillo como lo decía Eiling. Y entonces llegó a la conclusión de que debían tener algo para detenerla.
Luego, su vista se posó en un salón de belleza por el que estaba pasando. Supergirl miró la lista de Eiling, frunció el seño, la arrugó y la tiró en un basurero cercano. La Chica de Acero entró en el salón, para sorpresa de las empleadas y clientes.
Supergirl: Buen día, chicas – saludó seria a todas las presentes.
La kryptoniana caminó hasta una silla vacía, se sentó y se miró al espejo usando su visión de rayos X. Pasando por todos sus sistemas corporales, descubrió una pequeña bolita negra escondida en medio de su cerebro. Sin embargo, no pudo ver su interior.
Supergirl: Plomo. Y sólo podría estar escondiendo... kryptonita – dedujo rápidamente.
Entonces, la Chica de Acero usó su visión de calor con su ojo izquierdo, la hizo rebotar en el espejo, y apuntó hasta la parte donde estaba la bolita de plomo. Logró perforarse con éxito, para sorpresa de las chicas presentes que quedaron boquiabiertas.
Su sorpresa aumentó más cuando Supergirl sacó unas tijeras de un cajón y la usó para extirparse la bolita, algo que hizo que una de las empleadas cayera desmayada. La kryptoniana tiró la bolita por un lavabo y procedió a retirarse, no sin antes despedirse.
Supergirl: Supergirl a salvo, Nueva York a salvo – dijo con una sonrisa, para luego cerrar la puerta; mientras que las demás atendían a la empleada que se desmayó.
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Lo Soledad
Ben Tennyson logró llegar hasta la base militar donde se escondía Eiling. Viejos recuerdos llegaron a su mente, de cuando salvó a Cooper Daniels de los DNAliens, o de cuando detuvo la invasión Highbreed.
Sin embargo, no era tiempo para eso. Ben activó su reloj y se transformó en un alien parecido a una iguana de color morado claro con varias manchas de color morado oscuro, su cabeza era negra con una aleta puntiaguda, y tenía tres ojos de color rojo, verde y azul. Este era Camaleón.
Logró infiltrarse con éxito a la base, escabulléndose detrás de todos los soldados que vigilaban con su invisibilidad. Sin embargo, la base era grande como para registrarla toda, por lo que decidió buscar "ayuda".
Y el perfecto ayudante apareció. El profesor Hamilton estaba revisando unos papeles mientras caminaba, por lo que el héroe apareció por detrás y lo acorraló contra un muro.
Camaleón: Profesor Hamilton, ¿cómo ha estado?
Hamilton: ¿Qué es lo que quiere? – dijo algo asustado.
Camaleón: Iré al grano. Sé que ustedes están detrás del clon de Supergirl, quiero saber por qué.
Hamilton: No sé de qué estás hablando.
Camaleón: No se haga el tonto. Supergirl me dijo que usted clonó mis transformaciones con ayuda de Albedo. Ahora una Supergirl cambiada aparece cuando ella está muerta, y usted está aquí. ¿No le parece mucha coincidencia?
Hamilton: Aún así, no tienes pruebas.
Camaleón: Pero sí tengo razón. ¿Dónde está?
Hamilton: ... Sígueme.
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El profesor Hamilton llevó a Ben hasta una sala debajo de la base, donde utilizó un escáner de retina para abrir una puerta. Detrás de ella, vio un montón de tanques con embriones desarrollándose dentro de un líquido especial. Junto a estos, había tres computadoras especiales que seguían las lecturas de todos los clones.
Camaleón: Agh, lindo – dijo mirando uno de los embriones – Parece un espectáculo de feria...
Se detuvo al ver un cuerpo casi completo de Kara, lo cual lo hizo volver a su forma humana. A diferencia de la que andaba por las calles, esta se parecía más a la original. Luego vio otros tanques atrás, todos con una Supergirl a medio desarrollar.
Ben: Es toda una cosecha de...
– Sí, Tennyson.
Dentro de la habitación apareció el general Eiling junto con varios soldados, los cuales apuntaron sus armas directamente al héroe. El profesor Hamilton se ubicó al lado derecho del general, demostrando que lo llamó mientras guiaba al héroe.
Eiling: Todas son Supergirl.
Ben: ¿Por qué? – dijo alejándose un poco, pero los soldados se acercaron más hacia él.
Eiling: No soy bueno con las ciencias. Usted explíquele, profesor.
Hamilton: Logramos crear todos estos clones a partir de una muestra de ADN de Supergirl recogida de una gota de sangre en la escena de su batalla final. La que está activa ahora posee toda su fuerza, su velocidad, sus poderes, incluso su moralidad. Pero no su mente, sólo sabe lo que yo incluí en su programa.
Eiling: Con el tiempo, ella se volverá el soldado más perfecto de esta nación. Cumplirá con la voluntad del pueblo estadounidense. Imagina, un ejército de Supergirls patrullando los cielos de Nueva York, del mundo. Manteniendo la verdad, la justicia, y el sueño americano.
Ben: Vaya, sí que estás loco. Pero no permitiré que hagas esto.
Eiling: No tienes salida. Después de todo, tu chica está muerta. No hay una Supergirl para salvarte. Si mueves un solo músculo para activar tu relojito, mis hombres abrirán fuego instantáneamente.
Ben: ¿Es lo que crees?
Los soldados estaban muy atentos a los movimientos del héroe, la tensión se podía cortar con una aguja. Sin embargo, antes de que algo ocurriera, una ráfaga de visión de calor destruyó las armas de los soldados, explotando en sus manos y dejándolos aturdidos.
Eiling y Hamilton vieron hacia arriba para ver a Supergirl entre las sombras, con sus ojos brillando rojos. El general se molestó bastante por esto.
Eiling: Bien, es obvio que hay que hacer algunos ajustes – sacó un control de su uniforme – Lamentablemente, ¡Supergirl tendrá que morir otra vez!
El general apuntó el control hacia la kryptoniana y apretó un botón rojo, pero no pasó nada. Lo apretó unas veces más, sin tener efecto; entonces subió su mirada a Supergirl.
Está salió de las sombras, mostrando que la herida en su frente por haberse sacado la bolita de plomo ya había cicatrizado; pero aún se podía notar.
Eiling: Oh, diablos.
La Chica de Acero descendió hasta estar al frente del general, y luego volteó a ver los tanques con varios clones de ella con enojo.
Supergirl: ¿Una Supergirl malvada? No en mi turno.
La kryptoniana disparó su visión de calor contra un tanque, rompiéndolo y haciendo que el cuerpo dentro caiga al suelo sin vida. Luego, comenzó a destruir todos los tanques que había en la habitación. El general y el profesor aprovecharon para huir, mientras que los soldados hacían lo mismo cuando se recomponían.
Una vez que Supergirl destruyó los tanques, voló hacia un piso debajo, donde se exhibían más tanques con clones. Usó nuevamente su visión de calor y los destruyó en segundos. Luego, volvió hacia arriba y destruyó las tres computadoras. Dos lo hizo con su visión de calor, mientras que la tercera lo hizo con su puño.
Ben, quien se había mantenido allí, estaba rodeado del líquido de los tanques esparcido por todo el suelo, junto con los clones muertos. Supergirl volteó a verlo luego de terminar.
Supergirl: Mejor vete de aquí – dijo para luego salir caminando de la habitación.
Ben quedó conmocionado por todo lo que acababa de ver, por lo que decidió irse de allí convirtiéndose en Fasttrack. Debía llegar con Superman para contarle lo ocurrido.
Regresando con Supergirl, esta estaba siguiendo al general Eiling por toda la base. El soldado entró en una habitación donde activó varios paneles solares rojos para debilitar a la kryptoniana y poder defenderse. Supergirl llegó hasta la habitación y se paró enfrente de la puerta.
Eiling: Has sido una muy mala soldado, Supergirl. Voy a tener que darte de baja – dijo apretando sus puños.
Sin embargo, la kryptoniana cerró la puerta, dejando encerrado al general. Luego, toda la habitación comenzó a temblar, haciendo que los paneles se apagaran y Eiling cayera al suelo chocándose contra una de las paredes.
Lo que había hecho Supergirl es sacar la habitación, literalmente, de la base. La llevó hasta las cercanías de la ciudad, donde se posó frente a un edificio abandonado.
Supergirl: Usted es una amenaza para la sociedad, general. Nadie lo extrañará.
La Chica de Acero lanzó la habitación contra el edificio, haciendo que lo atraviese completamente hasta caer en la calle como si fuera un dado, rebotando unas veces hasta quedar de un lado.
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Fortaleza de la Soledad
Regresando con la Supergirl original, esta se encontraba fuera de la esfera con ya la mayoría de su fuerza de regreso. Ahora, se encontraba probando cuánta tenía levantando una máquina de varias toneladas, la cual debía hacer encajar con otra parte como si fuera una pieza de rompecabezas. A pesar de que le costó, logró hacer encajar la pieza.
Superman: Bien hecho, Kara. A este ritmo, tus poderes regresarán por completo muy pronto – dijo mientras se acercaba a ella.
Kara: ¿Crees que tarde mucho? Ya quiero volver – dijo mientras movía su hombro izquierdo.
Superman: Bueno, yo creo...
El Hombre de Acero fue interrumpido por una señal directo de la computadora central de la fortaleza. Ambos kryptonianos fueron a ver de qué se trataba.
Superman: Es una alerta, de Bellwood – dijo poniendo unas imágenes en la pantalla.
– La saga del regreso de Supergirl ha tomado otro extraño giro, cuando la Chica de Acero supuestamente añadió al general del ejército Wade Eiling a su lista de víctimas. El presidente ha declarado el estado de emergencia en Nueva York, y se consideran acciones militares. No hay palabra alguna de la Liga de la Justicia sobre esto; por lo pronto, se están movilizando las reservas del ejército, pero no hay modo de saber cómo responderá Supergirl ante esta demostración de fuerza.
Kara simplemente se fue del lugar con un rostro serio. Iba directo a su habitación, pero su primo la tomó del hombro antes.
Superman: Kara, no lo hagas. Sólo estás hasta un poco más de la mitad de tu fuerza.
Kara: Tendrá que bastar – dijo para luego soltarse y seguir su camino.
Superman: Pero Kara...
Kara: No, Kal. No me dijiste que esa otra había comenzado a matar. Esto se trata de mi reputación, es mi pelea.
La kryptoniana se mostró seria y decidida frente a su primo. Este entendió que no iba a ser capaz de convencerla de lo contrario, por lo que accedió a ayudarla.
Superman: Tu doble te supera, necesitarás una ventaja para derrotarla.
Kara: Un traje solar, que me ayude a absorber energía del sol durante mi pelea.
Superman: Tengo algo mucho más práctico – sacó un arma parecida a una pistola grande – Es un cañón de kryptonita de Luthor. Contiene un cartucho de plomo que protege bien la kryptonita. Si lo usas bien, debilitará a tu clon y la pondrá a tu nivel.
Kara: Muy bien – dijo tomando el arma – Dile a la Liga que no intervenga. Necesito hacer esto sin interrupciones.
Superman: Hay algo más que tengo que mostrarte.
El Hombre de Acero llevó a Kara hasta una sección especial de la fortaleza, donde abrió una compuerta especial. Kara abrió los ojos de su sorpresa.
Superman: Esto era lo que nuestra familia usaba comúnmente en Kryptón. No tenías uno, así que lo hice especialmente para ti. Te servirá en esta pelea.
La Chica de Acero sólo pudo esbozar una gran sonrisa, dándole un abrazo a su primo. En sus recuerdos, habían algunos donde sí vio a sus familiares usándolo. Esto sólo sumó más determinación en Kara.
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Bellwood, Nueva York
En la ciudad que nunca duerme, una gran movilización militar se estaba llevando a cabo. Supergirl estaba de pie en un edificio alto mientras veía como tanques se paraban en varias partes de las calles, soldados armando torretas en edificios cercanos, y algunos francotiradores en otros.
En el suelo, varios soldados armados marchaban hacia donde estaba la kryptoniana. Estos se veían visiblemente nerviosos, puesto que iban a enfrentar a alguien que podía esquivar balas y detener misiles. Tres soldados de alto rango se posicionaron frente al edificio.
– Esto es absurdo. No podemos matar a Supergirl – dijo el que estaba al frente de todos.
– Tienes razón, no podemos matar a Supergirl – dijo el de su derecha.
– Somos hombres muertos – dijo el de su izquierda.
– ¡Supergirl, debo pedirte que bajes! – dijo el del frente con un megáfono.
Supergirl: No creo que sea lo mejor para los intereses de la ciudad.
– ¡No nos dejas alternativa!
Algunos tanques apuntaron sus misiles directo a la kryptoniana, mientras que los soldados hacían lo propio con sus armas. Algunos estaban más que nerviosos, sudando mientras tenían sus dedos en el gatillo de sus armas.
Supergirl: Sólo hago esto porque me preocupo.
Sin esperar un ataque, la Chica de Acero disparó su visión de calor contra los tanques en las calles. A todos los partió a la mitad, de manera de evitar asesinarlos. Aún así, algunos de ellos explotaron, quedando algunos soldados gravemente heridos.
Desde el cielo, aviones caza y helicópteros apache se aproximaban a gran velocidad. Pero estos ni siquiera tuvieron oportunidad de atacar, puesto que Supergirl los había derribado a todos con su visión de calor, siempre evitando tener bajas.
Los soldados en tierra estaban aterrados ante la demostración de poder que dio la kryptoniana. En este momento, para ellos era imposible detenerla.
Ben estaba observando todo desde la distancia. Creía que el clon de su novia recapacitaría. Lamentablemente, vio que eso no iba a pasar. Procedió a activar el dial holográfico de su Omnitrix, buscando el alien adecuado para entrar en acción, cuando un estruendo detrás suyo lo interrumpió.
El héroe volteó su cabeza para ver una figura volando en dirección hacia Supergirl. Esta estaba vestida completamente de negro, pero reconoció esa cabellera rubia y larga desde donde estaba. Antes de que pudiera decir algo, Superman aterrizó a su par.
Ben: ¿Superman? ¿Entonces...?
Superman: Así es, Ben... Regresó – dijo con una sonrisa de orgullo.
Y es que efectivamente, la verdadera Supergirl había aparecido con un traje entero con capa, totalmente negro. Tanto la capa como su cabello hondeaban con el viento.
Supergirl: Miren quién volvió – dijo con ironía, cruzando sus brazos – ¿Sabes? Bellwood está bien sin ti.
Kara: No apruebo tus métodos.
Supergirl: No te pido tu aprobación. Entiende esto, aquí no te necesitamos. Nueva York está bajo mi protección, ahora y para siempre.
Kara: Sobre mi cadáver.
Al instante, Kara disparó el cañón de kryptonita sobre su clon; pero esta logró esquivarlo con su velocidad. Luego, golpeó la mano con la que Kara tenía el cañón, haciendo que este salga volando por los aires.
Ben: ¿Eso era una pistola de kryptonita? – preguntó incrédulo.
Superman: Sí – dijo mientras veía hacia donde volaba el arma.
Ben: No es algo propio de ti, o de Kara.
Superman: Lo sé. Vamos, hay que recuperarla – dijo mientras salía volando, con Ben convertido en Jetray detrás suyo.
En el aire, ambas Supergirl chocaron puños; lo que causó una onda expansiva lo suficientemente fuerte como para romper los vidrios de las casas y edificios cercanos. La clon intentó darle un golpe con su otra mano, pero Kara lo detuvo; causando otra onda expansiva.
Las kryptonianas comenzaron un forcejeo en el aire, donde el clon tomó ventaja e hizo estrellar a Kara contra un edificio. Sin embargo, ella se recompuso rápido e hizo lo mismo con su clon. Aún así, esta última logró recomponerse rápido también para hacer estrellar a Kara contra varios edificios.
En un momento, Kara logró liberarse y separarse de su clon; por lo que esta última disparó su visión de calor. Kara logró esquivarla dando giros en el aire, para luego también disparar su visión de calor. Su clon, al igual que ella, también la esquivó.
Luego, ambas kryptonianas chocaron sus visiones de calor, comenzando a medir su poder. El duelo lo ganó la doble, haciendo que Kara salga despedida hacia la calle; donde su clon le dio un golpe a gran velocidad.
Kara se levantó del cráter que había dejado por el golpe de su doble, para contraatacar rápidamente tomándola de su pecho y enviándola contra un edificio. Sin embargo, el clon logró frenar quedando pegado al edificio al estilo del Hombre Araña, para salir disparada contra Kara.
La doble logró conectar un golpe a su rostro, pero Kara le respondió con uno más fuerte que la envió a estrellarse contra un cartel de publicidad. Detrás del cartel destruido, estaba el edificio de CatCo Worldwide Media, donde los empleados miraban la pelea entre ambas kryptonianas.
– ¿Quién es ella? – preguntó un fotógrafo.
– ¡Qué importa, le está pateando el trasero a Supergirl! – respondió otro empleado, a lo que el resto lo miró raro.
Regresando a la pelea, ambas súper chicas chocaron golpes en el aire. La doble logró hacerla estrellar contra otro edificio fuertemente, quedando en el suelo. Allí, el clon la tomó del pelo y la hizo chocar tres veces contra el muro del edificio, destruyéndolo al tercer golpe.
Mientras tanto, Superman y Ben habían llegado donde cayó el arma, quedando a una distancia considerable de la pelea. Sin embargo, los estruendos, el humo y las explosiones se podían ver y oír igualmente.
Superman: La tengo – dijo mientras empuñaba el cañón.
Jetray: Bien, porque esto comienza a lucir familiar. Y no estoy de humor para otro funeral – con esto, ambos héroes volaron en dirección al campo de batalla.
La pelea se había mudado a los muelles, donde el clon envió a Kara a estrellarse en el suelo. Luego, arrancó parte de una grúa y la arrojó contra ella. Kara logró esquivar rodando en el suelo, para luego tomar una cadena de amarre y envolver a su doble con la misma. Después, con toda su fuerza, la hizo estrellarse contra el suelo, atravesándolo y cayendo directo al mar.
Kara fue a ver donde cayó su clon, pero no la encontró. Comenzó a buscarla con la vista, pero detrás de ella emergió su doble con un gran bote en sus manos. Kara se dio cuenta justo cuando su clon lo arrojó contra ella; por lo que puso sus manos firmes para retenerlo. Aún así, Kara fue enviada con el bote varios metros por una calle hasta chocar contra un edificio, pero evitando grandes daños.
Kara apartó el bote y cargó contra su doble. Iba a conectarle un golpe, pero ella lo atrapó y la hizo estrellar contra la calle. Luego, el clon puso su pie en el pecho de Kara para evitar que se levantara.
Supergirl: Estás fuera de forma.
Kara: ¿Ah sí?... No me digas – dijo con ligero cansancio.
Aún así, Kara logró sorprenderla dándole varios golpes al rostro, vientre y nuca; logrando hacerla estrellar en la calle también. Kara aterrizó un segundo después para tomar aire, mientras su clon salía caminando del humo provocado por el choque.
Supergirl: Vaya, eso casi dolió – dijo con arrogancia y limpiándose algo de sangre de su boca – Oye, ¿para qué prolongar esto? Yo podría seguir así todo el día; pero tú, ¿por qué no te vas volando mientras puedes?
Kara: ¿Y dejar la ciudad en tus manos? No lo creo.
Supergirl: ¿No lo entiendes? Yo soy tú, Supergirl. Un reflejo de lo que puedes llegar a ser.
Kara: Si fuera criada por corruptos.
Supergirl: Yo quiero lo mismo que tú. Quiero salvar a las personas, quiero hacer una diferencia. ¿Por qué todos te prefieren a ti?
Kara: Porque eres violenta, e intolerable. ¿Alguna vez te detienes a analizar tus acciones?
Supergirl: Yo... yo sé lo que hago – dijo con cierta duda.
Kara: No, no lo sabes, esa es la diferencia. Tal vez seas como mi reflejo... pero en un espejo roto.
Esto hizo que su doble cargara gritando contra ella. Kara hizo lo mismo, y ambas chocaron puños fuertemente. Su doble logró atrapar otro golpe suyo, y la envió en el aire hasta hacerla chocar contra un camión de petróleo.
Kara salió volando directo a hacia su doble unos momentos después, pero ella esquivó todos sus ataques y la hizo estrellar contra el suelo. El clon se quedó flotando frente a ella.
Supergirl: Ahora dime, ¿quién está mejor equipada para proteger a Bellwood?
Kara: No se trata de quién es mejor, sino de qué es lo correcto. Eres como yo, déjame ayudarte.
Supergirl: ¿Ayudarme?
Kara: Si tanto deseas proteger a las personas, deja que alguien te enseñe cómo hacerlo.
Supergirl: Tú... ¿lo harías?
Kara: Bueno, tuve un buen maestro.
Su clon estaba a punto de darle la mano para ayudarla a levantarse, cuando un láser verde dio de lleno en un costado. La doble salió despedida hacia el suelo, mientras Kara veía quién disparó.
Este no era otro que Ben, quien había tomado desprevenida al clon y le disparó sus rayos de neuroshock. Cuando aterrizó en tierra, volvió a su forma normal y se preparó para usar el cañón de kryptonita.
Kara: ¡Ben, ¿qué estás haciendo?! – dijo alterada.
Ben: Ah... ¿salvándote? – dijo extrañado.
Kara: ¡No estaba por atacarme, tonto!
Del humo causado por el choque, salió la doble algo enojada. Se disponía a atacar a Ben, cuando Kara se interpuso entre ellos. Ella le negó con la cabeza, haciendo que se tranquilice y se relaje.
Ben: Okay, no entiendo nada. ¿No hace un momento se estaban matando?
Kara: Es algo complicado de explicar.
Supergirl: La cosa es... que sí quiero tu ayuda, Supergirl.
Kara: Eso está bien.
Luego, ambas kryptonianas se dieron la mano, aceptando sus errores y llegando a una tregua. Básicamente, como toda pelea entre superhéroes. Sin embargo, Superman también llegó al lugar, y no traía una mirada tan feliz.
Kara: Kal, escucha – dijo antes de que su primo hiciera algo – Logré hacer que recapacite, necesita ayuda.
Superman: ¿Ayuda?
Kara: Sólo quiere salvar a la gente, ser una heroína. Como nosotros.
Superman lo meditó un segundo, extrañado luego de esa feroz pelea que ambas tuvieron. Pero vio el rostro de su prima, y decidió aceptar lo que dijo.
Superman: Está bien. Pero no será sencillo, cometió actos muy serios. Deberá quedarse un tiempo en la Atalaya en lo que la Liga ayuda.
Supergirl: ¿Qué? – dijo algo asustada.
Kara: Tranquila, no será nada grave. Iré a visitarte para ayudar. Tienes mi palabra.
Supergirl: Está bien – dijo mientras era llevada por Superman – Gracias. Ahora veo por qué todos te quieren.
Kara: Por eso estoy aquí – dijo con una sonrisa, mientras Superman y la doble se iban.
Ben: Bien, veo que todos tienen un final feliz – dijo acercándose – Te extrañé mucho, Kara.
Kara: Aquí estoy, Ben. Regresé.
Ben: Ya escuché eso antes. Voy a necesitar pruebas – dijo con algo de seducción.
Kara captó la indirecta y se lanzó contra él, plantándole un gran beso frente al público que se acercaba al lugar. Luego de unos segundos, se separaron por falta de aire.
Ben: Bien, estoy convencido.
Kara: Me alegra – luego voltearon a ver a las personas – Pero no sé si ellos vuelvan a confiar en mí.
Ben: Lo harán. Sólo tomará algún tiempo.
De repente, la kryptoniana sintió un tirón en su pierna izquierda. Ambos héroes bajaron su vista para ver a una niña aferrada a su pierna.
– ¿Volverás a usar el traje azul y rojo? Porque ese me gustaba más.
Ben: O tal vez no tarde nada.
La Chica de Acero tomó a la niña entre sus brazos, mientras el resto de la gente se acercaba para saludar a la verdadera Supergirl, y algunos otros aplaudían.
Sin duda, fue un gran regreso para Kara Zor-El.
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CatCo Worldwide Media
Al día siguiente, todos los titulares en los diarios eran sobre el verdadero regreso de la kryptoniana. Todo Nueva York estaba feliz; y como una señal divina, el sol brillaba más que nunca.
Sin embargo, esto no era igual para Kara Danvers. Puesto que hoy regresaba a su trabajo luego de más de seis meses de ausencia. La rubia salió del ascensor directo a su oficina, y automáticamente se robó las miradas de todos.
Esto la puso más que nerviosa, pues no sabía qué es lo que iba a pasar. Pero al segundo, todos se acercaron a ella para saludarla y preguntarle cómo estaba. Esto la dejó un poco consternada, pero una pequeña sonrisa y un ligero sonrojo adornaron su rostro.
– ¡Kara!
Se dio la vuelta para ver a su amigo Winn darle un gran abrazo. Obviamente, él ya sabía que había vuelto, pero tenía que guardar las apariencias.
Kara: Hola, Winn. También te extrañé – dijo entre risas.
Winn: No sabes lo bien que se siente tenerte de vuelta – luego se acercó a su oído – En ambos sentidos.
Kara: Ya hablaremos luego – dijo un tanto nerviosa por si alguien había escuchado – Ahora... tengo que enfrentarla.
Winn: Oh... cierto. Buena suerte.
Todos los presentes vieron cómo Kara se acercaba a la oficina de Cat Grant. Ella estaba en su mundo, ajena a lo que pasaba fuera de su oficina. Sintió un golpe en su puerta, pero no despegó la mirada de lo que hacía.
Cat: Adelante – Kara entró totalmente nerviosa, pero aún así, tomó valor... y un poco de aire.
Kara: ¿Señora Grant?
Esto hizo que Cat se quedara petrificada. Luego, levantó la vista para confirmar que no había escuchado mal. Después, se levantó de su asiento y se acercó a Kara para reconfirmar su confirmación.
Cat: ¿Kara?
Kara: Señora Grant, se que debo muchas explicaciones; pero le juro que...
Cat: No, no necesitas explicar nada – dijo dándole un ligero abrazo – Pero debo hacer algo antes. ¡Jemma!
Una chica de cabello castaño hasta los hombros, de estatura media y vestida con una falda y camisa entró a la oficina de Cat.
Jemma: ¿Sí, señora Grant? – dijo visiblemente nerviosa.
Cat: Estás despedida.
Jemma: ¿Q-Qué? – dijo con los ojos muy abiertos.
Cat: Eso, me escuchaste, te despedí. Busca tus cosas y deja tu escritorio – la chica estaba petrificada – Ya, ya, ahora.
La chica sólo salió llorando de allí, mientras que Cat regresaba su atención en Kara; quién estaba en shock por la escena que acababa de presenciar.
Cat: Muy bien, ahora... ¿tienes idea de lo difícil que es conseguir una buena asistente? – su tono comenzó siendo gentil, para pasar a uno más enojado.
Kara: Y-Yo...
Cat: ¿Tienes idea de cuánto tiempo estuviste fuera? – Kara sólo negó varias veces nerviosa – Entonces, tienes que cubrir seis meses de ausencia en este instante. Regresa a tu escritorio y ponte a trabajar; y quiero mi latte como ya sabes, además de mi almuerzo.
Kara: Sí, claro...
Cat: Y para la tarde quiero que reúnas al consejo para una reunión de contenido. Mañana será un día ajetreado, tenemos que tener toda la exclusiva sobre Supergirl.
Kara sólo estaba parada, esperando más órdenes de su jefa. Sin embargo, ahora sólo hubo un silencio por unos cuantos segundos.
Cat: ¿Qué haces ahí parada? Ve a trabajar.
Kara: ¡Claro!
La rubia salió de la oficina de su jefa rápidamente. Si hubiera volteado, habría visto la gran sonrisa que dio Cat al saber que su asistente había regresado.
Todos en CatCo aplaudieron a Kara cuando la vieron salir de la oficina de la Reina de los Medios, celebrando su llegada al lugar. Sobre todo Winn, quien le ayudó a reacomodar su escritorio.
Sin duda, fue un gran regreso para Kara Danvers.
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Brooklyn, departamento de Kara
Ya en la noche, Kara le pidió ayuda a Ben con su casa. Había estado un largo tiempo fuera, y debía limpiarlo un poco. Por suerte, no había que hacer mucho, puesto que Clark y el propio Ben se aseguraron de que no esté en pésimas condiciones. Ahora, ambos estaban sentados en el sofá de Kara.
Ben: Bien, ese sería el último – dijo terminando su último smoothie, el sexto para ser exactos.
Kara: Gracias por no dejar que esto se convierta en un basurero – dijo también terminando un smoothie – A ti y a Kal.
Ben: No hay de qué.
Kara: Oye, ¿es cierto que ahora eres famoso?
Ben: Cierto. Sucede que todos me vieron cuando peleamos con Reign. Ahora todo el mundo sabe que Ben Tennyson es Ben 10.
Kara: ¿Y qué hay de mí? No me gustaría perder mi identidad secreta.
Ben: Nadie dijo nada sobre ti. Pero eso será un problema, ahora no pueden ver a Kara Danvers conmigo.
Kara: Lo que significa menos tiempo juntos – dijo algo triste.
Ben: Oye, no te preocupes, lo resolveremos – luego vio la hora – Debo irme. Prometí a mis padres llegar temprano.
El héroe iba a levantarse para salir, pero antes la kryptoniana lo tomó del brazo evitando esto.
Kara: Y... ¿no puedes llamar y decir que te quedarás esta noche? – dijo algo sonrojada.
Ben: Ah, ¿para qué? – dijo sin entender.
Kara: Para esto.
La kryptoniana se abalanzó contra Ben, quedando arriba de él mientras le daba un apasionado beso. Poco a poco, el héroe logró seguir el ritmo de su novia, para después separarse por falta de aire.
Ben: Kara, ¿estás segura de esto? – dijo totalmente sonrojado.
Kara: Después de todo lo que pasó... sí lo quiero – dijo en igual estado que su novio.
Ben no preguntó más. Tomó de los muslos a Kara y la llevó hasta su habitación mientras se besaban, donde tuvieron la noche más apasionada y romántica de sus vidas.
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Bellwood
Dentro de una sala abandonada, se encontraba Livewire leyendo un periódico robado la noticia sobre el regreso de la verdadera Supergirl. Luego, miró hacia el frente mientras reflexionaba sobre el asunto.
Livewire: Si la historia ha determinado que los dioses pueden morir, también ha comprobado que pueden regresar de la muerte. Al parecer, no puedes ser destruida después de todo, Supergirl... Al parecer.
La villana sólo puso una gran sonrisa siniestra en su cara, totalmente alegre de que su verdadera némesis había vuelto y de que nuevamente tenía la oportunidad de ser ella quien la derrote.
Como dijo Ben, todos tuvieron su final feliz.
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Muy bien, sí, lo sé. Tardé una vida en sacar este capitulo.
El problema fue que tuve un bloqueo mental y creativo impresionante; y eso sumado a que tuve otros contratiempos a los que llamo "vida", me complicaron en completar el capitulo antes. Quería hacerlo lo mejor y más coherente posible, y esto es lo que salió.
De cualquier forma, hoy 1 de agosto estoy cumpliendo años y decidí regalarles por fin la conclusión de este mini arco de la historia.
Ahora, espero poder retomar el ritmo que tenía antes al sacar capitulos. Se viene la Invasión Incurseana, pero antes tengo un capitulo especial preparado (sólo espero que no pase un mes para sacarlo xD)
Sin más que decir, espero que lo hayan disfrutado y nos veremos la próxima.
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