Cap. 36: El equilibrio

Sede de CADMUS

El incidente que había ocurrido en la Atalaya mientras Ben 10 y Supergirl luchaban contra Eon, era que un equipo especial mandado por Amanda Waller irrumpió en la base de la Liga de la Justicia y logró robar la armadura llamada el Aniquilador.

Dicho equipo era conocido como Fuerza Especial X, y estaba conformado por el coronel Rick Flag y cuatro villanos: Deadshot (Floyd Lawton, un mercenario conocido por su perfecta puntería), Capitán Boomerang (George Harkness, un ladrón australiano especializado en el manejo de boomerangs), Rey Reloj (Temple Fugate, un villano de Gótica cuyos crímenes eran meticulosamente planeados por el tiempo), y Plastique (Bette Sans Souci, una delincuente especializada en bombas).

El plan era simple: secuestrar a cuatro miembros cualquiera del personal de la Atalaya y tomar su lugar, dos atacaban el reactor de la base mientras los otros dos tomaban el Aniquilador, y luego escapar por los teletransportadores, todo supervisado por el Rey Reloj.

Obviamente no fue sencillo. Tuvieron que sortear a varios héroes como el Capitán Átomo y el Detective Marciano, y agradecieron que no se encontraban Ben 10 y Superman en la base. Al final, tuvieron que "sacrificar" a Plastique, quien marchó presa luego del atraco.

Ahora mismo, en una sala de la sede de CADMUS, Tala estaba perfeccionando pociones para que el Aniquilador esté bajo su control. A su vez, recibía tutoría de Félix Fausto, un viejo enemigo de la Mujer Maravilla que quedó atrapado en un espejo por Tala, luego de que su alma vagara por el Inframundo después de ser asesinado por el dios de dicho mundo: Hades.

Fausto: Eso nunca va a funcionar. Los griegos jamás usaron bismuto precipitativo en sus pociones.

Tala: Los griegos no. Pero estoy haciendo una contra-poción, ¿recuerdas?

Luego de que la hechicera terminara de mezclar los elementos necesarios, se acercó al Aniquilador, que estaba cubierto por una gran lona.

Fausto: ¿Acaso crees que ese patético brebaje será suficiente para eliminar la vulnerabilidad del Aniquilador?

Tala: Shhh, cállate Félix. Trato de concentrarme.

Fausto: Tala, has progresado mucho desde mi inoportuno fallecimiento. Pero el estudiante, por excepcional que sea, aún tiene mucho que aprender del maestro.

Tala: Quizás no lo tendría si hubiéramos pasado más tiempo en el currículo, y menos tiempo...

Sin embargo, cuando se disponía a realizar su hechizo, la poción de la hechicera hizo explosión sin efecto alguno en la armadura.

Fausto: ¿Y esta es la mujer que traspasó las mismísimas puertas del Tártaro para recoger mis restos mortales?

Tala: Correcto. Y se supone que siga tus consejos, cuando sin mi hechizo tu espíritu estaría *fiuu* perdido en el viento.

Fausto: Sí, muy amable de tu parte atraparme en este espejo por toda la eternidad.

Tala: Es mejor que la alternativa.

Fausto: Es cierto. Sin embargo, no creo que resuelvas tu problema del Aniquilador. La respuesta es muy simple, Tala.

Tala: ¿Vas a decírmelo? ¿O sólo seguirás atormentándome?

Fausto: No, no. Repite después de mí: por el poder de Zeus, libera su esencia de esta vasija y abre el camino al poder.

Tala: Por el poder de Zeus, libera su esencia de esta vasija y abre el camino al poder.

Tala liberó una gran cantidad de energía rosada hacia el Aniquilador. Sin embargo, tampoco hubo efecto alguno.

Tala: Eso no hizo... ¿nada?

El hechizo no funcionó en la armadura; pero sí en el espejo, ya que el alma de Félix Fausto flotaba detrás de ella.

Fausto: Sorpresa, querida.

La hechicera dio unos pasos hacia atrás de la sorpresa y el susto. Esto provocó que chocara contra el espejo; y cuando hizo contacto, este la absorbió.

Tala: ¡Félix, espera!... Esto es realmente malo, ¿no?

Fausto: No tienes la menor idea.

Luego, el alma de Fausto se metió en el Aniquilador y tomó control sobre él sin ningún problema, hasta rompió parte del casco para que su rostro se vea. El villano se acercó amenazadoramente hacia el espejo donde ahora estaba atrapada Tala. La hechicera se cubrió para lo peor y...

Fausto simplemente acomodó mejor el espejo.

El villano fue hacia la salida destrozando la puerta sin siquiera tocarla, todo ante la mirada atónita y preocupada de Tala.

----------

La Atalaya

Debido al último ataque, se había ordenado que cada miembro de la Liga de la Justicia pase por lo menos cuatro horas dentro de la Atalaya si no tenían crímenes que resolver. Ben 10, Supergirl y la Mujer Maravilla aprovecharon para comer juntos en la cafetería de la base.

Supergirl: Ya hacía falta que charláramos un rato.

Ben: Aquí no está tan mal como pensaba. Pasamos mucho tiempo en Bellwood.

Mujer Maravilla: Quiero que me cuenten todo. Siempre veo algo en las noticias, pero no es lo mismo que escucharlo de ustedes.

Ben: No hay mucho que decir, más que detuvimos a Trombipulor en una ocasión y nos enfrentamos a un viajero del tiempo.

Mujer Maravilla: ¿Viajero del tiempo?

Ben: Ya sabes, viajan de una era a otra creyendo que dominarán todo.

Supergirl: No fue muy diferente de Aggregor. Bueno... sólo la parte de viajar en el tiempo.

Mujer Maravilla: Superman me contó de aquella batalla. Me hubiera gustado ir, como Amazona el espíritu por las peleas es bastante grande.

Ben: Quizás con tu espada y tu lazo mágico las cosas hubieran sido diferentes.

Supergirl: ¿De verdad? A Kal y a mí nos dio una paliza.

Ben: ¿Qué importa? Lo derrotamos, ahora es una escultura en el museo Galvan.

Mujer Maravilla: ¿Escultura?

Ben: Lo convertí en piedra, literalmente.

Supergirl: Yo lo iba a destruir con mi visión de calor, pero Azmuth me dijo que no era necesario.

Ben: ¿Y qué hay de usted, Su Majestad? ¿Algo nuevo que quiera contar?

Mujer Maravilla: Lo único nuevo es que tengo a una pupila entrenando en Themyscira.

Supergirl: ¿Pupila? ¿Algo así como un Robin?

Mujer Maravilla: Más o menos. Se llama Donna Troy, y tiene un gran potencial.

Ben: ¿Donna? ¿No es una Amazona?

Mujer Maravilla: No del todo. La encontré en medio de un incendio sola, intenté buscar a sus padres pero no tuve éxito. Incluso le pedí ayuda a Batman sobre esto. No quería dejarla sola, así que la llevé a mi isla. Allí descubrimos que tenía habilidades especiales, parecidas a las de una Amazona. Ella no recuerda nada ahora, pero confiamos en que lo hará pronto.

Supergirl: ¿Entonces ahora eres madre?

Mujer Maravilla: Somos más como hermanas, de hecho.

Ben: Bueno, tal parece que todos estuvimos ocupados a nuestro modo... – en eso, el teléfono de Ben comenzó a sonar – ¿Me disculpan? Es Kevin – se levantó de la mesa y fue a un lugar apartado para hablar – ¿Qué onda, Kevin? ¿Cómo...?

Kevin: Tennyson, tenemos un problema. Algo anda mal con Gwen.

Ben: ¿Qué le pasa?

Kevin: N-No lo sé, un minuto estaba bien y al otro comenzó a balbucear cosas, tiene convulsiones y transpira mucho. No sé qué hacer Tennyson, necesito ayuda.

Ben: Okay, cálmate Kevin. ¿Entendiste algo de lo que balbucea? Eso puede darnos una pista.

Kevin: No mucho. Sólo algo sobre caos, el equilibrio se pierde y otras cosas.

Ben: De acuerdo, Kevin. Iré en un momento, quédate allí – cortó la llamada, luego fue de regreso hacia la mesa – Kara, me tengo... ¿dónde está Diana?

Supergirl: Dijo que quería ir a su habitación a descansar.

Ben: Bueno, algo pasa con Gwen y tengo que irme.

Supergirl: ¿Qué? Entonces te acompaño.

Ben: Mejor quédate aquí, por si acaso algo...

Supergirl: Para nada. Gwen es una amiga, así que iré contigo.

Ben: De acuerdo, bien, no tengo mucho tiempo para discutirlo, andando.

Ambos héroes fueron corriendo hasta la estación de teletransportación, cuando se chocaron precisamente con la reina de las Amazonas, quien portaba su espada y su escudo.

Ben: Oh, lo siento Diana, tenemos prisa.

Mujer Maravilla: ¿Qué sucede?

Ben: Algo ocurre con mi prima, tengo que verla. ¿Tú también debes irte?

Mujer Maravilla: Hermes, el mensajero de los dioses, vino con una misión importante para mí. Debo ir al Tártaro a detener a Fausto y regresar a Hades al trono, o sino el equilibrio entre el Orden y el Caos se perderá.

Ben: ¿Equilibrio entre el Orden y el Caos?

Mujer Maravilla: Así es. No tengo mucho tiempo, debo...

Ben: Te acompaño.

Mujer Maravilla: ¿Qué?

Ben: Kevin, el novio de mi prima, dijo que ella balbuceaba cosas como esa. Creo que tiene algo que ver.

Mujer Maravilla: Tu prima también es usuaria de magia, ¿verdad?

Ben: Claro, ¿por qué?

Mujer Maravilla: Todos los usuarios de magia de la Liga están en la enfermería, y todos tienen los síntomas que tu prima tiene.

Ben: Entonces sí tiene algo que ver. Definitivamente te acompaño.

Supergirl: Por si lo olvidaste, yo también voy.

Ben: Ahora no creo que sea buena idea, Kara. Esto tiene que ver con magia, y los kryptonianos son susceptibles a la magia.

Supergirl: ¿Y crees que eso me va a detener?

Mujer Maravilla: No tenemos mucho tiempo, Ben. Si Kara quiere ir, mejor que venga.

Ben: Agh, está bien, pero estaré cuidando tu espalda.

Supergirl: Lo mismo digo.

Mujer Maravilla: Entonces, andando.

----------

Inmediatamente, los tres héroes partieron rumbo a la isla Themyscira en el jet invisible de la Mujer Maravilla. En el trayecto, Ben le llamó a Kevin para avisarle que iba a encargarse del problema de Gwen. La Amazona también aprovechó para contar a detalle la misión que le encargaron. Después de todo eso, Ben se dirigió a su novia.

Ben: Estás haciendo esto para probarte a ti misma, ¿cierto? No tienes que hacerlo.

Supergirl: No tengo que probar nada. ¿Por qué no confías en mí?

Ben: Me preocupo, es diferente. Algo malo le pasa a mi prima ahora, y no quiero que algo malo te pase a ti.

Supergirl: No me pasará nada. Quédate tranquilo.

Ben decidió hacer eso. Pero el hecho de que alguien importante para él estaba en problemas se lo hacía complicado, más aún cuando su novia iba a combatir algo que podía causarle daño aún con todos sus poderes al máximo.

----------

Isla Themyscira

Mientras el héroe seguía divagando en su mente, la Mujer Maravilla estaba aterrizando su jet en su isla. Allí, en las puertas del Tártaro, varios demonios intentaban cruzar; siendo detenidos por las Amazonas.

Un demonio había logrado pasar, y atacó a varias Amazonas. Iba a atacar a una que estaba indefensa en el suelo, cuando la Mujer Maravilla lo alejó de un solo golpe.

El tener a su reina en el campo de batalla sirvió como un gran impulso para las guerreras griegas, quienes comenzaron a retener más a los demonios. La guerrera Artemisa se acercó a Diana.

Artemisa: Mi reina, Félix Fausto ha ingresado al Tártaro, todo es un completo Caos.

Mujer Maravilla: Lo sé, Artemisa. Los dioses me ordenaron detener todo esto, y traje ayuda conmigo.

Al campo también se presentaron la Chica de Acero y Ben Tennyson transformado en Frío.

(Aclaración: para que una escena siguiente tenga sentido, estoy usando el diseño de Fuerza Alienígena.)

Artemisa: Pero mi reina...

Mujer Maravilla: No te preocupes, ellos son tan buenos como yo. Que todas retengan las puertas mientras yo me encargo de Fausto – con eso, los tres héroes se adentraron en el Tártaro.

----------

Tártaro

Este era literalmente una fosa de fuego, Apokolips no tendría nada que envidiarle. Inmediatamente, varios demonios fueron a atacarlos.

Supergirl y la Amazona respondieron con sus puños, mientras Ben los atravesaba y congelaba, al tiempo que también exhalaba hielo de su boca.

Supergirl: Está bastante caliente aquí.

Mujer Maravilla: Considerando donde estamos.

Supergirl: Buen punto, pero aún así... – dijo mientras esquivaba una llamarada que había disparado un demonio desde su boca.

De mientras, Ben estaba atacando a varios demonios a la vez con su hielo. Debido a su apariencia, y a como tenía abiertas sus alas, los demonios comenzaron a asustarse. Y el héroe se dio cuenta de esto y abrió más sus alas.

Frío: Así es chicos, soy un ángel. Pueden meterse conmigo si quieren, pero no creo que quieran meterse con el jefe – señaló hacia arriba.

Inmediatamente, todos los demonios salieron totalmente asustados por esto. Supergirl se cubrió la boca para aguantar la risa.

Frío: Tontos – dijo riéndose un poco. Luego, el trío siguió su camino.

Mujer Maravilla: Tenemos que encontrar a Fausto.

Supergirl: ¿No deberíamos liberar a Hades primero?

Mujer Maravilla: Hades puede cuidarse solo. No vine aquí para ayudarlo.

Frío: Creí que la misión era devolver a Hades al trono.

Mujer Maravilla: No dirías eso si hubieras visto lo que le hizo a mi madre, lo que me hizo a mí.

Supergirl: Yo no tengo idea de eso, pero sé que hay una misión que terminar. Y sea lo que sea que decidas, nosotros te seguiremos – miró a Ben, quien asintió.

Mujer Maravilla: Entonces es Fausto. El único problema es encontrarlo.

Frío: No creo que sea un problema.

De inmediato, Ben salió volando hacia un rumbo desconocido mientras Supergirl y la Amazona lo seguían.

En otra parte del Tártaro, tres demonios en estado decrepito estaban peleando por un hueso con carne. El ganador se disponía a comerlo, cuando Ben lo levantó sorpresivamente y se lo llevó. Los otros dos se quedaron peleando por el hueso nuevamente.

Ben dejó caer al demonio en medio de las dos chicas, mientras el héroe se destransformaba al aterrizar. El pobre vio a la Amazona frente a él e intentó alejarse, pero chocó con los pies de la Chica de Acero. Ambas lo miraban de forma seria con sus manos en sus caderas.

Supergirl: ¿Dónde está Fausto?

– Voy a pensar. Oh, sí, está por allá. Oh, no, está por allá. No, allá – dijo señalando en distintas direcciones.

Ben: Muy bien, amigo, más vale que la siguiente sea la correcta – dijo con su mano apuntando su reloj.

– ¿O qué? ¿Me matarás? Cielos, podría acabar sufriendo tormentos eternos como castigo de mis pecados... Espera, ¡ya los estoy sufriendo!

Mujer Maravilla: Déjenme probar – dijo amarrando con su lazo al demonio – Dime tu nombre.

– Abnegazar.

Mujer Maravilla: Dime donde hallar a Fausto, Abnegazar.

Abnegazar: En la biblioteca de Hades.

Mujer Maravilla: Condúcenos allá.

Abnegazar: Está bien.

Supergirl cargó al demonio, Ben se convirtió en Jetray, y todos se fueron volando en dirección a dicha biblioteca. Volaron en medio de un pozo bastante hondo, y aterrizaron frente a una gran puerta doble. La Mujer Maravilla se disponía a quitar el lazo de Abnegazar pero Ben la detuvo.

Jetray: Aún no, tengo una última pregunta: ¿hay algo más que deberíamos saber?

Abnegazar: Sí, ustedes realmente no deberían entrar ahí. Ahora, por favor, ¿podrían quitarme esta cuerda? Soy un demonio, la verdad duele.

La Mujer Maravilla hizo lo pedido, el demonio se fue, Ben volvió a su forma normal, y los tres héroes entraron en la biblioteca caminando sigilosamente.

Esta era bastante grande, con enormes estantes de libros adornados con esqueletos prendidos en llamas. A Ben le entró su famosa curiosidad y tomó un libro cualquiera. Este tenía como portada un rostro con los ojos y la boca cosidos.

Ben le hizo una mueca de aburrimiento al libro... cuando este abrió los ojos, y Ben lanzó el libro lejos del susto. La Mujer Maravilla le hizo seña de quedarse en silencio antes de que el héroe gritara.

La Amazona logró ver a Félix Fausto leyendo un libro en una mesa, con varios otros alrededor de él. Como iluminación, tenía un candelabro de tres velas. Los tres decidieron acercarse cuando...

Fausto: Increíble, ¿no le parece, mi reina? Los pergaminos perdidos de Herculano, Juvenilia de Merlín, El Quijote de Pierre Menard. Tomos tenebrosos que harían que el Necronomicón parezca un cuento de hadas. Aquí hay suficientes arcanos como para saciar mi sed de conocimientos, al menos durante los próximos 5000 años o algo así.

Ben: ¿Por qué querrías apoderarte de este basurero?

Fausto: Para vengarme de Hades, por traicionarme. Planeé torturarlo durante algunos milenios, pero Hades intentó hacer un trato. Me contó sobre este sitio; él cumplió parte del convenio, pero yo no cumplí mi parte. Sigo sin entender por qué se sorprendió, pero ahora estoy en el cielo, hablando de forma figurada.

Supergirl: Entonces habrá que quitarte tu carnet de la biblioteca.

Fausto: Oh, quieren pelea. No estoy de humor.

Félix Fausto extendió su mano, y un gran remolino cubrió a los héroes. Este se los llevó hasta arriba, sólo para descender con ellos violentamente debajo del suelo.

Fausto: No sé por dónde iba.

----------

El tornado se abrió en otro lado del Tártaro. Debido al poco espacio de caída, Ben no tuvo tiempo de transformarse antes de caer al suelo. Afortunadamente, una gran cantidad de nieve hizo su caída más suave, mientras Supergirl y la Mujer Maravilla descendían flotando.

Supergirl: ¿Estás bien, Ben?

Ben: Sí, pero de haber sabido esto, habría traído un abrigo – dijo al sentir el frío del lugar – ¿No tienen frío con esas ropas?

Mujer Maravilla: No realmente.

Supergirl: Rara vez siento frío.

Ben: Claro que no. La reina no siente frío, y la princesa no suda en la fosa de fuego del Tártaro.

Supergirl: Yo también sudo.

Ben: Ay, por favor, resplandecen. Seguramente nunca tienen que usar...

Antes de que el héroe siguiera quejándose, producto del frío, oyeron los gritos de un hombre en las cercanías. Los tres se acercaron para ver al dios del Inframundo encadenado a una roca mientras era picoteado incesantemente por una bandada de buitres.

Supergirl: ¡Déjenlo en paz!

La Chica de Acero arremetió y golpeó algunos, mientras la Mujer Maravilla hacía lo mismo por detrás. Una vez que todos los buitres se fueron, los tres se posicionaron frente a Hades.

Hades: ¿Fausto los envió? ¿Decidió que los buitres no eran suficiente?

Mujer Maravilla: No son suficiente, monstruo – ella se elevó en el aire y rompió las cadenas.

Hades: Parece que estoy en deuda contigo, mi niña.

Mujer Maravilla: Agradécele a los dioses, Hades. Si por mí fuera... Pero aún aquí tiene que haber Orden.

Supergirl: A Fausto no le importa lo que le pase a este lugar.

Hades: Nadie aprecia nunca tu trabajo hasta que te has ido.

Mujer Maravilla: Vamos, vamos a devolverte al trono.

Hades: ¿O morirán intentándolo?

Ben: Eso no está en el plan.

Sin decir nada más, Hades también formó un tornado alrededor suyo y de los héroes. Luego, una bola de energía los cubrió y desaparecieron del lugar.

----------

De regreso en la biblioteca, Fausto seguía leyendo otros libros cuando percibió un olor a quemado. Se dio la vuelta para ver a la Chica de Acero usar su visión de calor para quemar los libros.

Fausto: ¡Mis libros!

El villano cargó contra Supergirl. Esta nunca se movió, y en su lugar Hades apareció detrás de ella y golpeó a Fausto. En el suelo, el dios intentó hacerle una llave pero Fausto se lo sacó de encima sin problemas.

Fausto: Esta vez no quedará nada de ti.

Félix disparó un rayo rosa de su mano y le dio de lleno a Hades, haciéndolo estrellar contra varios estantes. Luego, disparó contra la kryptoniana, pero esta se elevó en el aire esquivando dichos disparos. La Mujer Maravilla llegó desde atrás y le propinó un golpe que lo hizo caer al suelo.

Mujer Maravilla: Ríndete Fausto. Conozco el secreto de la armadura, es alimentada por la ira. Si no te combatimos, no tienes poder.

Sin embargo, Fausto le dio un fuerte golpe que la hizo estrellar violentamente contra el muro detrás de la mesa donde el villano leía.

Fausto: Eso era antes de que la arreglara.

Rath: ¡Déjame decirte algo, Félix Fausto! ¡A Rath le parece bueno saber eso!

Ben apareció convertido en Appoplexian y le dio fuerte golpe al pecho del villano. Este, en el suelo, disparó sus rayos hacia los esqueletos con fuego y estos cobraron vida, rodeando al héroe.

Rath: ¿Crees que estas cosas van a detener a Rath? ¡Pues te diré algo, mago de hojalata! ¡A Rath no le asustan un montón de esqueletos llameantes!

Ben comenzó a golpear con fuerza a cada esqueleto que lo rodeaba. Sin embargo, los esqueletos lo superaban por mucho en número y lograron someterlo en el suelo.

Supergirl cargó contra Fausto, pero este le disparó un rayo y unas vendas doradas la envolvieron completamente, dándole una apariencia de momia. El villano iba a pisarla cuando Hades le disparó una llamarada de su boca.

Fausto logró sobreponerse al ataque del dios y respondió con otro rayo. Este sometió a Hades contra un muro cuando un cráneo con fuego le dio en la cabeza como si fuera una pequeña roca.

Rath: ¡Déjame decirte algo Félix Fausto, ladrón de armaduras, dolor de mi trasero! ¡A Rath le pareció patético tu estúpido ejército huesudo! ¡Y Rath va a poner esa armadura fuera de funcionamiento!

Ben cargó con fuerza contra Fausto y comenzó a usar sus garras en la armadura. Logró hacerle un par de aberturas, pero aún así el villano logró someter al tigre con sus manos. Mientras esto ocurría, la Mujer Maravilla liberó a Supergirl de sus ataduras.

Fausto: Me lastimaste. Permíteme devolverte el favor.

Mujer Maravilla: Yo golpeo mucho más duro que él.

La reina de las Amazonas cargó con su espada contra Fausto. Este disparó un rayo de una mano mientras en la otra tenía a Ben. La Mujer Maravilla fue repelida por dicho rayo y tiró su espada. Fausto comenzó a someterla al mismo tiempo que asfixiaba a Ben.

Supergirl tomó la espada caída y cargó contra Fausto. Ella logró darle fuerte y certero en el rostro e hizo que dejara de someter tanto a la Amazona como a su novio. Luego, voló por encima de él, e incrustó la espada en el rostro de la armadura. Una explosión se vio después.

----------

Ben: ¡Kara! ¡Kara, despierta!

La Chica de Acero había salido despedida por aquella explosión, debido a que la energía que manejaba el Aniquilador era mágica. Quedó inconsciente un momento, pero luego se despertó para ver a su novio llamándola preocupado.

Ben: Ah, qué bueno que estás bien – le dio un fuerte abrazo. Sin embargo, la soltó unos segundos después.

Supergirl: ¿Qué pasa?

Ben: Estás sudando.

Supergirl: Te lo dije.

Hades: Oh, bueno, ¿quién tiene tiempo para leer ahora?

El dios vio varios de sus libros quemados y otros hechos cenizas. Luego, fue hacia el casco destruido del Aniquilador y sacó el alma de Félix Fausto, que ahora era del tamaño de una pelota de tenis.

Hades: Además, tengo un nuevo pasatiempo: atormentar la patética alma de Fausto. ¿Algún problema con eso?

Ben: Ese no es mi campo.

Hades: ¿Y tú, mi niña?

Mujer Maravilla: Has una fiesta; pero no vuelvas a llamarme "mi niña", o te pasará lo mismo.

Hades: Tu madre nunca te dijo, ¿no? Dime, ¿nunca siquiera pensaste en la identidad de tu padre?

Mujer Maravilla: No tengo padre. Mi madre me esculpió en arcilla y luego me dio vida.

Hades: Tu madre y yo te esculpimos juntos. Cuando te conocí hace algunos años, comprendí que Hipólita te había traído a la vida poco después de que yo fuera condenado al Tártaro. Para recordarme, tal vez.

Supergirl: Está mintiendo, Diana, podemos probarlo. Usa el lazo con él, oblígalo a decir la verdad.

Mujer Maravilla: La verdad real, es que no importa. Sé lo que necesito saber, sé quién me crió y sé para qué fui criada – luego volteó a ver a Hades – Más te vale no salir de aquí; porque sino todo mi ejército estará esperándote allá afuera. Maldito asesino.

El trío de héroes no dijo nada más y se fue del Tártaro.

----------

Isla Themyscira

Las Amazonas sellaron la puerta al Inframundo luego de que su reina y el dúo neoyorkino salieran de allí. Todas vitoreaban en vista de la victoria de la Mujer Maravilla.

Mujer Maravilla: Pueden quedarse a descansar aquí antes de volver.

Supergirl: Me gustaría mucho.

Ben: Sí, ¿por qué no? Aquí no está tan mal.

La Amazona asintió y se fue volando para ver a su pupila. Antes de que el dúo partieran hacia el castillo de la isla, Artemisa se puso frente a ambos. Ben se tensó un poco, pero Kara sólo le dio una sonrisa amable.

Supergirl: ¿Cómo estás Artemisa?

Artemisa: Lista para terminar ese duelo que tu primo interrumpió.

Ben: Vaya, qué memoria.

Artemisa: ¿Algún problema con eso?

Ben: N-No, ninguno. Yo mejor me voy Kara, te espero allá – con eso, se transformó en XLR8 y se fue corriendo.

Supergirl: Cuando quieras, Artemisa.

----------

Más adelante, en la noche, la kryptoniana estaba de rodillas frente a la estatua de su difunta amiga Layla. Ella ya no tenía su clásico disfraz y usaba algunas ropas propias de las Amazonas.

Kara: Layla, recuerdo que dije no defraudarte cuando me fuera de esta isla. Espero que estés orgullosa de mí – en ese momento, Ben llegó a su lado.

Ben: Nunca me contaste mucho de ella, ¿sabes?

Kara: No me sentía lista.

Ben: ¿Y ahora?

Kara: Ella era una gran persona. Estuvo presente en todos mis entrenamientos, y siempre me apoyaba. Recuerdo que era un poco tímida, casi siempre se rehusaba a hacer las locuras que yo quería hacer... Fue mi mejor amiga.

Ben: ¿Sabes? Yo no soy de creer que hay un más allá, o un cielo o un infierno. Pero te aseguro que ella, esté donde esté, sí está orgullosa de ti.

Kara: ¿De verdad? ¿Lo crees?

Ben: Así es – luego le dio un abrazo por los hombros – A propósito, ¿cómo salió el duelo entre Artemisa y tú?

Kara: Perdí.

Ben: ¿Qué? ¿Perdiste?

Kara: Sucede que olvidé un poco como manejar una espada. Se nota que ella vive entrenando, y yo sólo me la paso dando puños y patadas. Era obvio quién ganaría.

Ben: ¿En serio? Pues me gustaría verla enfrentar a esa armadura de hace rato como lo hiciste tú.

Kara: ¿Y tú? ¿Ya hablaste con Gwen?

Ben: Sí, y por suerte está bien. De hecho, todos los usuarios de magia de la Liga ya están bien. Y todo eso es gracias a ti... Supergirl.

Kara: Ya basta, no me presumas tanto – le dio un leve golpe en el brazo mientras reía.

Ben: Perdón, es que me siento un poco... culpable.

Kara: ¿Culpable?

Ben: Lo admito. Creí que esta misión no era adecuada para ti, y terminaste resolviendo todo... Lo siento. Prometo no volver a dudar de ti nunca.

Kara: Eso espero – levantó el dedo meñique para que Ben lo tome con el suyo. – ¿Sabes qué? Ahora muero de ganas por un smoothie.

Ben: ¿Tú también? ¡Lo sabía! Le dije a Diana que poner un Sr. Smoothie en esta isla sería genial. Ahora se lo volveré a decir.

Ben se levantó totalmente motivado y se fue corriendo con la Mujer Maravilla para hablar. Mientras, Kara sólo siguió enfrente de la estatua de Layla.

Kara: También tenías razón en eso, Layla. Ben es un gran chico.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top