Cap. 31: Familia moderna

Bellwood, Nueva York

Luego de la invasión de los Dominadores, una semana relativamente tranquila había transcurrido en la ciudad que nunca duerme para Ben Tennyson/Ben 10 y Kara Danvers/Supergirl. El día de hoy se había presentado lluvioso y frío, hasta la noche cuando el clima mejoró un poco.

Fue el momento perfecto para un grupo de ladrones que habían efectuado un robo de joyas en el distrito natal de Ben. Ahora, estaban huyendo en una Van negra eludiendo autos en su camino. El conductor del vehículo manejaba muy nervioso y asustado esperando llegar a su destino lo más rápido posible. No obstante, al mirar por el espejo lateral, sus temores se hicieron realidad.

– ¡Está aquí!

Sus dos compañeros, que usaban máscaras negras y estaban guardando las joyas en unos bolsos, vieron por la ventana trasera al héroe castaño transformado en su forma Lepidopterrana conocida como Insectoide acercarse por el aire rápidamente. Uno de ellos sacó un lanzamisiles y disparó uno contra Ben, pero logró esquivarlo.

Insectoide: Es demasiado incluso para unos ladrones – dijo quejándose.

Ben estaba acercándose cada vez más al vehículo de los criminales, pero ellos volvieron a dispararle otro misil y esta vez el héroe no tuvo tiempo de respuesta cuando el mismo impactó sobre él, haciendo que caiga sobre el pavimento mojado por la lluvia.

– ¡Sí, le dimos! – dijo uno celebrando.

El conductor también estaba celebrando, más atento a lo que pasaba atrás que en mirar al frente; pero su alegría duró poco cuando vieron a la Chica de Acero acercarse más rápido que Ben hacia ellos.

– ¡Más rápido, más rápido! – dijo el otro asustado.

La kryptoniana usó su visión de calor debajo de una de las ruedas traseras de la Van, haciéndola estallar en una fuerte explosión que hizo volcar violentamente el vehículo. Kara aterrizó cerca y vio al conductor vivo pero al borde de caer en la inconsciencia.

Supergirl: ¿No tenías amigos? – preguntó extrañada viendo que los otros dos no estaban, sin preocuparse por el estado del criminal.

Los otros dos ladrones lograron escapar del vehículo ilesos y corrían por un callejón lo más rápido que podían. Sin embargo, otro héroe apareció para detenerlos cayendo enfrente de ellos. Se trataba de James Olsen/Guardián.

Guardián: Fin del camino, amigos.

Inmediatamente, una lucha mano a mano inició entre el vigilante y los ladrones; con James logrando mantenerlos a raya sin recibir un golpe, bloqueando y atacando con puños y patadas. En un momento, uno de ellos decidió escapar mientras el Guardián estrellaba al otro contra unas maderas.

Este ladrón no se rindió, se levantó y sacó una vara de metal; en respuesta, el Guardián hizo aparecer su escudo. El resultado no cambió, James supo dominar al malhechor bloqueando sus ataques hasta que logró desarmarlo y noquearlo un segundo después.

Guardián: Va hacia ti – le dijo a su compañero Winn Schott por sus comunicaciones.

Winn: ¿Y qué se supone que...? – dijo mientras comía unos snacks – Oh, ahí está.

Guardián: Haz algo.

El último criminal que quedaba corría lejos del Guardián sin saber que se aproximaba a la camioneta donde Winn daba apoyo logístico al vigilante. El informático aprovechó que el ladrón miraba hacia atrás para abrir la puerta del conductor y derribarlo con ella.

Winn: ¡Eso es, amigo! – celebró viendo al ladrón en el suelo – ¡Lo hice, lo hice! – levantó los brazos, dándole la espalda – Ese fui yo y...

El malhechor se levantó rápidamente, giró a Winn y le dio un fuerte golpe en el rostro que lo derribó en el suelo. Luego, le dio una patada al estómago y sacó una pistola para apuntarle.

Winn: ¡No, no, no, no...! – antes de que disparara, el Guardián noqueó al criminal por detrás.

Guardián: Winn, ¿estás bien? – dijo preocupado, quitándose el casco.

El informático no pudo levantarse del suelo, paralizado del miedo al estar al borde de la muerte. Su rostro reflejaba profundo terror, además de estar sangrando por la nariz producto del golpe previo.

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Cuartel General de los Plomeros

Ben y Kara regresaron a la base luego de enterarse de que el Guardián capturó a los criminales que habían escapado. Cuando llegaron, Rook estaba esperando cerca.

Rook: ¿Cómo les fue con los asaltantes?

Ben: Bien, los atrapamos – dijo tranquilo.

Supergirl: Pero claro, el Guardián tenía que aparecer y terminar el trabajo – dijo algo molesta – En serio, ese sujeto me saca de quicio.

Ben: Bueno, a mí no me molesta; pero ahora estoy de acuerdo contigo – dijo algo serio – Digo, yo tuve que esquivar misiles y él sólo les puso las esposas.

Rook: Hay algo que te molesta, y no creo que sea el Guardián – dijo señalando a la kryptoniana.

Supergirl: ¿Quién dice que algo me molesta?

Ben: Tu frente – dijo tocando su entre-ceja.

Supergirl: Esa arruga – dijo fastidiada – Usaré botox para eso, si hay forma de que alguna aguja atraviese mi piel.

Ben: Mujer...

Supergirl: No lo sé, es sólo... creo que estamos en un bache – dijo pensando bien sus palabras – Puede que detener asaltantes y el atraco al banco de hace días es algo... sencillo.

Ben: Vaya forma de olvidar que en medio hubo una invasión alienígena – dijo irónico.

Supergirl: Siento que últimamente sólo estamos protegiendo joyerías y bancos más que proteger personas – dijo algo afligida.

Rook: En mi opinión, ambos salvaron el día de hoy evitando ese robo.

Ben: Tiene razón, deberíamos celebrarlo – luego volteó a ver al Revonnahgander – ¿Quieres venir, Rook?

Rook: No puedo, tengo planes – Kara abrió la boca de la emoción.

Ben: Ah, cierto, ahora tienes novia – dijo con algo de picardía.

Rook: Tengo novia – dijo sonrojado – No sé por qué que me emociono al recordarlo.

Ben: Sáquese de aquí, ve con tu chica – dijo risueño echando al Plomero, y este se fue con una sonrisa.

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A la mañana siguiente, Rook se levantaba luego de una muy buena noche. Pero la particularidad era que no estaba en su habitación de la base, había dormido en el departamento de la detective Maggie Sawyer, su novia. La misma estaba preparando café en la cocina usando una camiseta del Revonnahgander.

Rook: ¿Usas una de mis camisetas? – preguntó cuando la vió.

Maggie: Sí, ¿es algo malo?

Rook: De hecho, no. Todo me parece increíble – decía mientras se acercaba a ella – Estoy en tu departamento, dormí en tu departamento, haces café por la mañana usando mi camiseta. Creo que todo esto, como dicen los humanos, es muy cliché.

Maggie: Solamente eres feliz – dijo con una sonrisa – Acostúmbrate, Blonko – luego le dio un corto beso.

Rook: Podría hacerlo.

Maggie: Hay que ir al trabajo – dijo luego de ver la hora.

Rook: ¿Es normal que no tenga ganas de asistir? – dijo riendo un poco – Me gustaría quedarme aquí, contigo.

Maggie: Tal vez podríamos quedarnos toda la mañana.

Rook: Puedo avisar que no me siento bien – dijo bromista, algo raro en él.

Maggie: Tal vez – dijo siguiéndole la broma.

Rook: Que contraje COVID-19, quizá.

Maggie: Seguro que sí – dijo riendo.

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Manhattan

CatCo Worldwide Media

Trasladándonos al trabajo de Kara, ella estaba esperando en la puerta del ascensor a su jefe Ron Troupe para entregarle un artículo. Pasados unos minutos, lo vio salir con un vaso de café y una pequeña bolsa en manos.

Kara: Oiga, jefe, le tengo una gran historia – dijo emocionada con una carpeta en manos.

Ron: Quiero cinco minutos para mí, cinco minutos con mi café y panecillo – dijo molesto mientras se dirigía a su oficina, siendo seguido por la rubia.

Kara: Es una gran historia – en el camino, un periodista le puso un periódico en el brazo a Ron sin decir nada más – De hecho, es una exclusiva del robo a la joyería que Ben 10 y Supergirl detuvieron anoche, así que creo que sería una gran... – en ese momento, ambos fueron interceptados por James.

J. Olsen: De hecho, oí que el Guardián fue una pieza importante para detenerlo; y tuve tiempo libre esta mañana para escribir al respecto – dijo alegre con una carpeta en manos.

Kara: ¿El Guardián? Bueno, seguro acabó lo que Ben y Supergirl empezaron, pero... – dijo extrañada, restándole importancia – Dispararon misiles a Ben 10. James, no puedo creer que apoyes al Guardián, es algo... tan extraño.

J. Olsen: ¿Por qué no lo haría? Hace un gran trabajo; y dime, ¿me equivoco, o acaso el Guardián no atrapó a los asaltantes? – dijo con un toque de sarcasmo.

Ron: En la lista de cosas que me importan están mi café, mi panecillo, y el maná celestial que me mantiene apenas, sólo apenas cuerdo en esta oficina – dijo muy serio.

El periodista de color miró de reojo a James y Kara, y el pelirrojo le puso su carpeta en el brazo donde tenía el periódico. Luego él se fue mientras palmeaba el hombro de Ron, y hubo un silencio muy incómodo entre este y la rubia.

Ron: Dije que me dejen en paz – dijo casi susurrando.

Kara: Claro, mi escritorio está por ahí, sí.

La kryptoniana iba a retirarse en sentido contrario a su jefe cuando una mujer de mediana edad se interpuso en el camino de Ron; y esto llamó la atención de Kara.

Ron: ¿Quién es usted? – preguntó sin importarle.

– Necesito que me ayude – dijo rogando.

El afroamericano rodó sutilmente los ojos, volteando a ver a Kara en el proceso. Luego, los tres fueron a la oficina de Ron; donde la mujer reveló su nombre como Regina Williams.

Regina: Mi hija Izzy desapareció hace tres días. Las dos peleamos, y ella me dijo que nunca le he tenido confianza, y luego azotó la puerta. Nunca volvió a casa – ella comenzó a derramar algunas lágrimas, mientras sacaba unos folletos con la imagen e información de su hija – Los puse por todos lados; llamé a sus amigos y a su padre, y nadie sabe nada de ella – Kara tomó un folleto y le pasó otro a Ron – La policía dijo que ella sólo huyó de casa, dijeron que no hay nada que pueda hacer.

Ron: ¿Su hija ya había huido antes? – ella bajó la cabeza, evidenciando que así fue.

Regina: Fue mi cumpleaños ayer, ella habría llamado. Sé que algo malo ocurrió – dijo muy preocupada, y luego Kara sacó un pañuelo descartable y se lo entregó.

Kara: Vamos a publicar su historia, señora Williams, y encontraremos a su hija – dijo segura.

Regina: Gracias – dijo abrazándola, mientras lloraba un poco más – Gracias – luego ella se fue de la oficina.

Ron: ¿Encontraremos a su hija? – preguntó serio una vez que la mujer se fue – ¿Por qué le dijiste eso?

Kara: Porque eso haremos – dijo como si fuera obvio, pero Ron apartó la mirada – Vamos a ayudarla, ¿cierto?

Ron: Una adolescente que huyó no es noticia, es un cliché. Hay historias más importantes que cubrir.

Kara: Más importantes – decía indignada – ¿Qué es más importante que una madre buscando a su hija?

Ron: Mi café, mi panecillo, y los cinco minutos de tranquilidad que me quitaste – dijo molesto, Kara dio un largo suspiro y se retiró de la oficina.

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Bellwood

Pueblo Bajo

Avanzando un poco más en el día, la Chica de Acero tomó la investigación sobre la adolescente desaparecida enserio y solicitó a Maggie ayuda del caso. Ambas acordaron reunirse en el bar alienígena de Pueblo Bajo, y parecía ser que Kara llegó primero al no encontrarla.

Kara: ¿Disculpen? – dijo al no ver a un cantinero en la barra, ni siquiera M'gann M'orzz, pero al acercarse vio a alguien agachado – Oh, hola, ¿me daría solamente una Club Soda? – la persona se levantó para revelar ser Mon-El.

Mon-El: Hola – dijo animado.

Kara: Hola – dijo extrañada y sorprendida – ¿Tú trabajas aquí?

Mon-El: Así es – dijo como si fuera obvio – Sí, después de ese... terrible accidente, no tenían personal; así que acepté el trabajo. Y además, me agrada el alcohol y se me conoce por eso; así que pensé que este sería un gran trabajo para mí.

Kara: Al menos, alguien siente que sirve para algo – dijo algo desanimada.

Mon-El: ¿Por qué tan triste? – preguntó mientras le servía su bebida – ¿Quieres decirme qué sucede? – Kara negó un poco – Vamos, dímelo. Sólo veme... como tu cantinero.

Kara: Yo sólo me he sentido últimamente un poco fuera de lugar – dijo pensando bien sus palabras.

Mon-El: ¿Un poco fuera de lugar?

Kara: Sí, pero una historia surgió en el trabajo hoy. Desapareció una chica, voy a encontrarla – dijo decidida y determinada.

Mon-El: ¿Puedo ofrecerte un consejo no solicitado?

Kara: No lo sé, de acuerdo – dijo un tanto sarcástica.

Mon-El: Si tú vas buscando problemas, los problemas... te encontrarán.

Kara: Gracias por el verdaderamente inútil consejo – dijo decepcionada mientras bebía su bebida, pero luego la escupió en el vaso – Esto no es Club Soda – dijo con asco.

Mon-El: Sí, ¿qué es en realidad un Club Soda? – preguntó confundido, pero Kara vio llegar a Maggie y fue con ella – ¿Seguro esto no es? – dijo oliendo el vaso.

Kara: Te agradezco que vinieras – dijo sentándose junto a ella.

Maggie: Siempre me complace ayudar a los amigos de Blonko – luego sacó una memoria USB – Esto es el reporte de personas desaparecidas e Izzy Williams hasta hoy; pero por desgracia, no es mucho.

Kara: Bueno, cualquier cosa servirá – dijo guardando la memoria.

Maggie: Es curioso que pidieras esto.

Kara: ¿Por qué? – preguntó curiosa.

Maggie: Porque se registró un incremento de desapariciones en las últimas semanas – dijo seria.

Kara: ¿Tienen alguna teoría? ¿Asesinos seriales o raptos?

Maggie: Los asesinos seriales tienen patrones, y los secuestradores motivos; pero lo extraño es que no existe nada que conecte estas desapariciones – dijo algo confundida – Es Izzy Williams, un padre de cuatro, un estudiante, y la lista sigue.

Kara: Y todos desaparecieron – decía intrigada – ¿En dónde están?

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Lugar desconocido

Por otra parte, en una ubicación desconocida de Bellwood, un médico entraba a una gran habitación similar a un galpón junto con un joven detrás de él.

– De acuerdo, tus pruebas salieron muy bien – dijo el doctor con un tono optimista.

– Genial – dijo el joven animado mientras avanzaban por la sala.

– Solamente falta una prueba final.

– ¿Seguro? – preguntó el joven curioso.

– Sólo quédate justo aquí – dijo el doctor indicándole el sitio.

– ¿Aquí?

– Sí.

– Claro – dijo el joven algo nervioso, y luego el médico quitó la lona de una máquina – ¿Qué es eso? ¿Es para una resonancia?

– Algo parecido – dijo el doctor con una extraña sonrisa, luego la activó y una luz morada inundó la sala.

– Debe ser una nueva máquina – dijo el joven impresionado, pero repentinamente dos hombres aparecieron por detrás y lo tomaron de los brazos – ¿Qué están haciendo? – los hombres lo llevaron hacia la máquina – ¡No, no!

El joven asustado y los fuertes hombres fueron hasta la máquina y luego los gritos cesaron, y después el doctor volteó a ver a una persona que recién llegaba.

– Otro perfecto candidato – dijo con una sonrisa cínica.

La persona en cuestión era una mujer vestida en un ajustado vestido escotado rojo con un tajo sobre la pierna derecha, la cual revelaba un llamativo tatuaje de serpiente al igual que alrededor de su cuello. Llevaba varias pulseras de diamantes en su muñeca izquierda y su cabello estaba atado en un rodete con dos varillas filosas de metal.

Se trataba de Veronica Sinclair/Ruleta, una villana recurrente de nuestro dúo protagonista.

Ruleta: Es un placer poner de mi parte – dijo haciendo resonar sus tacones rojos por toda la sala.

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Bellwood

Cuartel General de los Plomeros

Al día siguiente, Kara fue hasta la base en busca de Winn. La noche anterior le había comentado a Ben sobre su investigación y al héroe le interesó el tema, por lo que le insistió para ayudarle. Ella accedió, pero le dijo que necesitaba una última pista para comenzar a buscar.

Kara: Oye, Winn, necesito que veas a las personas en esta memoria – dijo enseñándole la USB – Todas desaparecieron, ¿puedes buscar conexiones entre ellos, su historial...? – luego reparó en que él traía lentes de sol – ¿Sabes que usas gafas oscuras... en la oficina?

Winn: El futuro es demasiado brillante – dijo esquivando el tema, por lo que Kara le quitó los lentes revelando un enorme moretón en el ojo izquierdo – Oye, no, no, no...

Kara: ¿Qué fue lo que te pasó? – preguntó impresionada y preocupada.

Winn: Me asaltaron – dijo serio pero calmado – Tranquila.

Kara: ¿Por qué no me dijiste? – preguntó indignada pero aún preocupada.

Winn: Te tendré esa información dentro de poco – dijo volviendo a esquivar el tema, y Rook llegó junto con ellos en ese instante.

Rook: Hola – dijo animado, más que de costumbre.

Kara: Hola – dijo riendo un poco – Mírate.

Rook: ¿Qué sucede? – preguntó algo confundido.

Kara: Parece que un rayo del amor te atacó – dijo sarcástica.

Rook: ¿Soy muy obvio? – dijo apenado – Lo siento, es que me quedé a dormir en el departamento de Maggie – dijo casi susurrando, a lo que Kara se emocionó – Espero que nadie más lo note.

Winn: De acuerdo – dijo volteando a verlos, revelando su ojo herido a Rook.

Rook: Winn, ¿qué te sucedió? – preguntó preocupado.

Winn: Fui asaltado y estoy bien, y duele sonreír – dijo con una falsa sonrisa – Encontré una conexión entre esas personas en tu lista, les hicieron pruebas de sangre pocos días antes de desaparecer.

Kara: ¿Pruebas? Qué extraño – dijo con algo de inquietud.

Rook: ¿Hay personas desaparecidas? – preguntó curioso – ¿Necesitas ayuda?

Kara: No, no, sólo sigue enamorado – dijo tranquilizándolo, a lo que el Revonnahgander sonrió.

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Manhattan

CatCo Worldwide Media

Después de conseguir la pista que necesitaba, la kryptoniana fue hasta su trabajo para avisar de su ausencia por su investigación. Una vez hecho eso, enviaba un mensaje a Ben para decirle donde encontrarse mientras esperaba el ascensor. Lo que no esperaba era que Mon-El llegara allí, usando las gafas que le regalaron por si acaso.

Mon-El: Eran enormes esas cosas – decía conversando con los otros en el ascensor cuando se abrió – Hola, Kara.

Kara: Hola – dijo sin mirarlo, estando atenta en su teléfono – Espera, ¿qué? – dio media vuelta dentro del ascensor cuando se dio cuenta – ¿Qué estás haciendo aquí?

Mon-El: Ah, sólo me tomé el día – dijo tranquilo.

Kara: Es tu segundo día – dijo seria.

Mon-El: Sí, no quería abusar. ¿Quieres almorzar?

Kara: No; de hecho, estoy trabajando, así que... – dijo evitando que el ascensor se cerrara.

Mon-El: Ah, genial, iré contigo.

Kara: No lo creo...

Mon-El: Por favor, vamos, será divertido. Quieres encontrar a la chica desaparecida, ¿no? – dijo también evitando que el ascensor se cerrara – Y dos cabezas son mejor que una, ¿no? Excepto los del planeta Barvex, hay caníbales de dos cabezas.

Kara: Es que ya hablé con Ben, él me ayudará.

Mon-El: Oh, genial, tres cabezas. Olvida lo que dije sobre el planeta Barvex, tres cabezas son mejor que una – volvió a evitar que el ascensor se cerrara – Aunque ayer vi una película de monstruos donde sale un dragón amarillo gigante, tenía tres cabezas y no era bonito...

Kara: Bien, bien – dijo agobiada, y el daxamita entró en el ascensor – Seremos tres.

Mon-El: Sí.

Kara: Y no quiero que hables.

Mon-El: Claro – finalmente el ascensor se cerró – ¿Te he contado sobre esa vez que...?

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Bellwood

Lugar desconocido

Una hora después, Kara y Mon-El habían llegado al lugar que encontró Winn, allí ya estaba Ben esperándolos usando también unas gafas para pasar desapercibido. El lugar era una clínica médica llamada Investigaciones Clínicas de Bellwood, y los tres esperaban ser atendidos para ver si "tenían" complicaciones de salud.

La kryptoniana también aprovechó para sacar unos dulces de un tazón lleno de ellos y los compartió con Ben, mientras Mon-El leía una revista para niños llamada Highlights; la cual encontraba particularmente divertida.

Mon-El: Dime, ¿crees que soy más un bufón o un caballero?

Kara: Un bufón – la respuesta decepcionó un poco al daxamita, y luego entró el doctor que había hecho desaparecer al joven adolescente antes.

– Vaya, vaya, vaya, vaya, vaya – dijo sorprendido al ver a los tres – ¿Qué tal?

Kara: Hola – dijo alegre mientras los tres se ponían de pie.

– Dijeron que tres jóvenes millennial llegaron de visita, y aquí están.

Mon-El: Sí, nosotros nos ejercitamos – dijo haciendo una voz gruesa y sacar "músculos", a pesar de que traía mucha ropa – Y se nota.

Kara: Sí, sólo queríamos entender mejor lo que hacen aquí antes de aceptar algo – dijo riendo un poco, intentando pasar por alto la actitud bromista de Mon-El – Vimos su página, dice que ustedes pagan a voluntarios...

Ben: Lo que mi chica quiere decir es que estamos ahorrando para viajar a París, y esto nos serviría – dijo interrumpiéndola antes de que hable de más, abrazándola de un hombro.

– Bueno, hacemos pruebas clínicas para un suplemento alimenticio.

Kara: Oh, bien.

– Nosotros queremos examinar el efecto del suplemento en metabolismos diferentes – dijo mientras tomaba tres formularios y se los entregaba – Sólo requiero unas pruebas de sangre, y no tardarán en salir para que puedan ir directo a la ciudad de París.

Mon-El: Genial – dijo comenzando a llenar la forma.

Kara: En realidad, no podemos dar sangre, eso va en contra de nuestra religión – dijo haciendo que Mon-El se detenga, mientras Ben disimulaba un gesto de extrañez.

Mon-El: Sí, sí, somos muy religiosos – dijo intentando sonar respetuoso y serio – Respetamos a nuestros dioses.

Ben: Dios.

Mon-El: Un dios – se corrigió rápidamente – Somos unos enormes monoteístas – luego rió un poco, y Kara le siguió el juego.

– Bueno, se ven bastantes saludables los tres. Vayamos directo al grano, vengan – les hizo una seña para que lo siguieran, y los llevó a la gran habitación con la máquina que desaparecía personas – ¿Cómo supieron de nuestro estudio? Tengo una reclutadora pero no me dijo que vendría alguien hoy.

Kara: De hecho, una amiga mía nos dijo sobre esto – dijo mientras observaba disimuladamente la máquina tapada – Es raro porque no sé nada de ella desde que vino aquí.

– Usted quédese aquí – le indicó a Kara dónde pararse – Usted aquí – le indicó a Ben, quedando al medio – Y usted justo aquí – le indicó a Mon-El, quedando a la izquierda.

Kara: Tal vez usted la recuerde. ¿Izzy Williams?

– Sí, ella pasó por aquí – dijo descubriendo la máquina, la cual parecía un gran arco metálico en forma semicircular.

Mon-El: ¿Qué es eso? – preguntó extrañado y en alerta.

El doctor activó la máquina desde unos controles, y una energía de color morado cubrió todo el interior del arco. Luego, el médico volteó a verlos con una sonrisa maliciosa.

– Dijeron que querían viajar.

Luego, él se quitó una máscara de plasma que estaba utilizando; revelando ser un alienígena de piel verde oscura, escamosa y sin pelos, con varios picos pequeños detrás de su nuca.

Los hombres que lo ayudaban aparecieron para llevarse a la máquina a los tres, pero Kara se quitó de encima fácilmente al suyo haciéndolo chocar contra una viga de metal; abollándola en el proceso. El otro hombre iba a llevarse a Mon-El, pero el daxamita le dio un golpe al rostro y lo dejó noqueado. Entonces, el "doctor" fue hasta la máquina y la atravesó, revelando ser un portal.

Kara: Debes ir a la base – le dijo seria a Mon-El mientras se quitaba los lentes y revelaba su traje debajo de su camisa.

Mon-El: Yo creo que sería...

Ben: Dile a Rook lo que pasó y que envíe un equipo, vamos a entrar – dijo siguiéndola, mientras Mon-El atrapaba las ropas de Kara y los lentes de ambos.

Mon-El: No sabemos qué hay del otro lado – dijo preocupado.

Supergirl: Izzy está del otro lado, eso es todo lo que importa – dijo determinada, ya con su traje de heroína.

Mon-El: Esperen, no... – intentó detenerlos, pero ellos ya habían cruzado el portal.

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Planeta desconocido

Cuando Ben y Kara llegaron al otro lado, vieron lo que parecía ser un paisaje desértico y lúgubre. Estaban en una especie de cañón, con varios peldaños grandes de roca alrededor, la iluminación natural era baja y de un tono rojizo.

La kryptoniana no pudo seguir admirando el lugar cuando fue embestida por uno de los alienígenas del planeta, muy parecido al "doctor" que estaban persiguiendo. La kryptoniana se levantó y le dio un fuerte golpe al rostro; pero el mismo también le dolió a ella, creando una herida en sus nudillos derechos.

Por el lado de Ben, otro alienígena intentó atacarlo pero el castaño activó su Omnitrix y se transformó en su forma Tetramand conocida como Cuatrobrazos. Bajo esta forma, no le costó nada noquear a su atacante con uno de sus puños.

Cuatrobrazos: ¿Estás bien? – dijo acercándose a Kara, y luego tomó su mano derecha – Te lastimaste – dijo preocupado, ambos miraron al cielo para ver un sol rojo, y en ese momento uno de los alienígenas derribados se levantó con un arma en manos – ¡Cuidado!

Ben se interpuso entre el alien y Kara para protegerla, cuando el alien fue derribado de atrás por Mon-El; quien había decidido seguir al dúo neoyorkino, y en el suelo noqueó a su atacante con un fuerte golpe.

Supergirl: ¿Qué estás haciendo aquí? – preguntó extrañada.

Mon-El: Creí que estaban en apuros – dijo como si fuera obvio poniéndose de pie, mientras notaba la herida de Kara – Estás lastimada.

Supergirl: Ese es un sol rojo – dijo señalando el mismo.

Mon-El: Como el de Kryptón y Daxam.

Supergirl: Obtenemos nuestros poderes por la radiación de sol amarillo, y eso significa...

Mon-El: No hay poderes – dijo preocupado.

Supergirl: No hay poderes – dijo seria.

Mon-El: Hay que salir de aquí – dijo yendo hacia el portal, pero este repentinamente se cerró – ¿Y ahora quién podrá defendernos? – preguntó levantando ambos brazos, ante una mirada preocupada de Kara.

Cuatrobrazos: Yo – dijo levantando su mano derecha, y luego regresó a la normalidad.

Ben: Soy el único que sí tiene poderes aquí – dijo señalando su reloj – Sólo manténganse cerca y estarán bien – quiso dar un paso hacia adelante, pero tropezó con una piedra y cayó de cara al suelo.

Supergirl: ¿Enserio? – dijo levantando una ceja.

Ben: Por supuesto, todos mis movimientos están fríamente calculados – dijo levantándose rápido, pero luego hizo un gesto de dolor.

Mon-El: Debemos hacer que funcione, nadie sabe dónde estamos – dijo algo molesto mientras golpeaba los controles del portal.

Supergirl: Por eso tenías que ir por Rook – dijo como si fuera obvio.

Mon-El: No es momento de repartir culpas, debemos volver a la Tierra – dijo algo exasperado.

Ben: Hey, hey, cuidado con ese tono – dijo algo molesto, y Mon-El bajó la cabeza como un niño al que le hubieran regañado.

Supergirl: Los alienígenas los raptaron hasta este planeta, averiguaremos por qué, y los salvaremos – dijo para después comenzar a avanzar junto con Ben.

Mon-El: ¿Podrías tal vez pensar en salvarnos por un segundo? – dijo sarcástico siguiéndolos.

Ben: Si no querías venir, hubieras hecho lo que te dije – volvió a regañarlo – Creí haber sido claro.

Mon-El: De acuerdo, sí, digamos que los encontramos – decía serio – El portal está cerrado.

Ben: Ultra-T o Jury Rigg lo pueden resolver – dijo para tratar de calmarlo, pero escuchó un sonido extraño – ¿Qué es eso?

Mon-El: Parece un transbordador – luego escuchó más atentamente, a pesar de no tener sus habilidades – Un transporte de tropas. ¿A dónde se dirige?

Ben: Es probable que hacia allá.

El castaño señaló un castillo en las lejanías; el cual tenía una forma cónica irregular, con varias líneas curvas a su alrededor que indicaban los pisos, y tres puntas por arriba. Alrededor del castillo había varias torres de seguridad; pero lo que también llamó la atención de los héroes era una nave Incurseana flotando encima de la fortaleza.

Mon-El: Entonces iremos...

Supergirl: Tras de él – dijo yendo en su dirección, seguida de Ben.

Mon-El: No, no, no, no – decía frustrado y asustado mientras los seguía – Nos alejaremos del castillo siniestro porque ahora no tenemos nuestros poderes.

Ben: Y se nota porque no tienes buen oído – dijo enseñándole el Omnitrix – Yo iré adelante.

Mon-El: P-Pero... rayos – maldijo mientras seguía a regañadientes a la pareja, Ben delante de Kara.

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Bellwood

Cuartel General de los Plomeros

Por otro lado, Winn estaba en la zona de casilleros mirándose en un espejo que tenía en el suyo el moretón en su ojo. Al lugar apareció James Olsen para visitarlo, y en la base ya no tenían muchas objeciones puesto que las visitas del fotógrafo ya eran cosa regular.

J. Olsen: Hola, amigo – dijo tranquilo – ¿Estás bien?

Winn: Mejor que nunca – dijo serio y con un toque de sarcasmo, sin mirarlo.

J. Olsen: Anoche llegó un reporte sobre otro asalto a bordo de un vehículo, pero la policía aún no ha hallado al vehículo sospechoso y... ¿quieres revisarlo?

Winn: De hecho, creí que tal vez venías a ver cómo estaba – dijo casi susurrando, rechinando un poco los dientes.

J. Olsen: Oye, yo vine hasta aquí porque sé que estás molesto.

Winn: Sí, sí estoy molesto – dijo asintiendo, reflejando esa emoción – Anoche casi me asesinan.

J. Olsen: Winn, todos corremos un riesgo – dijo serio.

Winn: Ya basta – dijo conteniéndose.

J. Olsen: Winn, sólo deja...

Winn: ¡CIERRA LA BOCA! – gritó cerrando con mucha fuerza su casillero – Sólo aquí sirvo detrás de un escritorio, pero no puedo salir a las calles contigo otra vez – decía fastidiado, con algo de miedo, y penoso de sí mismo – Lo siento, ya no puedo, lo siento, renuncio.

Rook: Saludos – dijo entrando al lugar, pero vio los rostros serios de ambos – ¿Estoy interrumpiendo algo?

Winn: No, no, está bien, dinos – dijo serio pero más calmado – ¿Qué ocurre?

Rook: ¿Uno de ustedes sabe algo de Ben o Supergirl? – preguntó algo preocupado – No responden sus teléfonos y comunicadores, tenía entendido que Kara cubría una historia.

Winn: Sí, de personas desaparecidas.

Rook: De acuerdo, envíame los detalles – dijo para después salir del lugar.

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Planeta desconocido

Regresando con los héroes y Mon-El, estos seguían su camino hacia el castillo que habían fijado como destino. Mientras tanto, los tres también admiraron el paisaje del planeta; encontrándolo muy árido, seco, sin emoción alguna o una maravilla que destacar. Sólo montañas, peñascos y muchas rocas.

Mon-El: ¿En la Tierra no califican todo? – dijo mirando a todos lados – Una estrella es lo que yo le daría.

Ben: Y eso ya es mucho.

Supergirl: Me encantaba ir a otros planetas con mis padres – decía algo nostálgica – Aunque me llevaban a los agradables, no a estos. Pasábamos los solsticios en Sedenach.

Mon-El: Ah, sí, en las montañas Bismut – dijo recordando el lugar.

Supergirl: Sí, sí, crecían debajo de nuestros pies.

Ben: ¿Cómo volcanes? – preguntó algo extrañado.

Mon-El: Sí – dijo asintiendo.

Supergirl: Con todas esas laderas de cristal que se formaban.

Mon-El: Llevé a una chica ahí, tenía una gran vista. Linda... – en ese momento, sintió un sonido extraño bajo sus pies y se detuvo – Ah, ¿chicos?

Supergirl: ¿Qué? – dijo dándose vuelta – Ay, vamos, ¿ahora no quieres seguir?

Mon-El: No es eso, mi pie se atoró – dijo señalando una trampa en su pie derecho.

Ben: ¿Es enserio? ¿Una trampa para osos en este planeta? – dijo incrédulo, y Kara trató de abrirla sin lograrlo – No, déjalo, Armadillo lo solucionará.

El héroe seleccionó a su forma Talpaedan e iba a transformarse, pero el sonido de un disparo llamó su atención. Desde un risco a la distancia, un nativo del lugar les apuntaba con lo que parecía ser una lanza láser, y los tres levantaron los brazos en señal de rendirse.

Ben: Y nos rodearon – dijo desganado.

Mon-El: Este planeta es un asco – dijo serio, pero notó el hecho de que Ben se había rendido – ¿Te transformarás o qué?

Ben: Ah, considerándolo, tal vez no – dijo viendo fijamente a su captor, quien se acercaba apuntándoles.

Mon-El: ¿Qué acaso hoy es el día de ponerse en riesgo innecesario? – decía irónico y algo molesto – ¿Hay un día así en la Tierra?

Ben: Ahora aprenderás cómo se obtiene información – dijo sin quitar la vista del alien – Si ese tipo pone trampas por aquí, es porque no es la primera vez que alguien se escapa. Apuesto a que sabe cómo son las cosas aquí.

Mon-El: ¿Estás de acuerdo con esto? – le preguntó a Kara algo extrañado e indignado.

Supergirl: Tú calla y obedece – el daxamita bajó la cabeza en señal de frustración.

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Bellwood

De regreso en la Tierra, Rook había llegado con un grupo de Plomeros a la "clínica" donde habían estado Ben, Kara y Mon-El; lugar que les había indicado Winn previamente. Registraron todo el lugar hasta que llegaron a la zona del teletransportador, donde vieron la máquina sin reconocerla.

Rook: ¿Pueden ver esto? – preguntó por las comunicaciones a la base, uno de los Plomeros traía una pequeña cámara para grabar todo – ¿Qué creen que sea?

Winn: Nunca vi nada así – se lo escuchó confundido.

Max: Yo sí – dijo serio y preocupado.

Winn: Oh no, conozco ese tono – dijo comenzando a preocuparse – Es de malas noticias.

Max: Es un portal de trans-materia, una forma de viajar al instante entre mundos.

Winn: No... puede... ser – decía incrédulo, mientras que Rook había encontrado la ropa de Kara – Una puerta estelar. Eso significa que...

Rook: Ben 10 y Supergirl no están en la Tierra – dijo serio.

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Planeta desconocido

La noche había llegado al planeta donde estaban Ben, Kara y Mon-El. Su "captor" los había llevado a una tienda que tenía como hogar, y no estaban encadenados, esposados o amordazados de ninguna manera. Ahora, el alien estaba preparando algo parecido a una pequeña sopa ante la atenta mirada de los héroes.

Mon-El: Creo que preparará la cena, y creo que somos nosotros – dijo susurrando.

Ben: Necesitará un fuego más grande – dijo irónico.

– Jo Gunraf no come bípedos – dijo en español, demostrando que los había escuchado y entendido, sorprendiendo a los tres.

Ben: Oh, puedes hablar nuestro idioma – dijo intentando disimular su sorpresa.

Jo Gunraf: Oh, sí – dijo poniéndose de pie – Jo diseccionó a un humano una vez.

Mon-El: Sí, claro, seguro que sí – dijo serio.

Jo Gunraf: Aprendí de su lengua. Una cosa desagradable – dijo con asco.

Supergirl: Jo, ¿así te dicen? – el mencionado asintió – Nosotros juramos que no queremos lastimarte, sólo... – ella se puso de pie, haciendo que Jo tome su arma por precaución pero ella sacó el folleto de Izzy Williams que tenía – Queremos encontrar a esta chica – Jo tomó el folleto.

Jo Gunraf: La trajeron por el portal, y la llevaron a la Fortaleza Roja; donde venden formas de carbono como ustedes – eso preocupó mucho a la kryptoniana – Los venden como animales.

Supergirl: Ellos raptaron a esas personas para venderlas como esclavos – Ben asintió ante esas palabras.

Jo Gunraf: La esclavitud es un gran negocio en Maaldoria.

Mon-El: A ver, espera, ¿estamos en Maaldoria? – preguntó sorprendido poniéndose de pie.

Supergirl: ¿Sabes dónde estamos?

Mon-El: Los locales le decían la Luna de la Esclavitud – decía serio – La Familia Real de Daxam compraba aquí sus esclavos.

Supergirl: Olvidé que practicaban la esclavitud en Daxam – dijo algo molesta.

Mon-El: Había muchas cosas que yo no apoyaba – dijo algo apenado – Debemos irnos.

Supergirl: No.

Ben: Sí – dijo poniéndose de pie.

Supergirl: ¿Qué? – dijo extrañada.

Ben: Ya tenemos lo que queremos – dijo señalando a Jo, dando a entender que ya tenía la información que necesitaba – La chica está aquí, está en ese castillo; y si no la encontramos rápido, conocerá a Jabba el Hutt – luego procedió a irse.

Jo Gunraf: No vayan por la chica. La Fortaleza e-es mala – decía preocupado, algo extraño para Ben – Hay muchas armas, no hay forma de entrar ni de salir.

Ben: Hay una forma de entrar – ahora el extrañado era Jo.

La idea que había tenido el castaño era la misma que usó con Jo para hacer que hable: fingir rendirse. Él, Kara y Mon-El fueron hasta el castillo ahora conocido como Fortaleza Roja y se entregaron a los soldados que había en la entrada. Luego, fueron escoltados hasta el interior del castillo donde esperaba un buen número de aliens armados, siendo recibidos por el "médico" de antes.

Supergirl: Nos rendimos – dijo levantando las manos, misma acción que hicieron Ben y Mon-El.

Luego, el médico junto a otros dos soldados los llevaron hasta el lugar donde tenían a los humanos secuestrados; siendo la misma un rincón algo grande y protegido por un escudo de energía invisible. El médico apagó momentáneamente el campo mientras los soldados metían dentro a los héroes, y luego volvió a activarlo. Ninguno de los héroes y los humanos tenía alguna clase de atadura, ni siquiera Ben.

Mon-El: Al menos están donde queríamos – dijo sarcástico, y Kara volteó a ver a la gente.

Supergirl: ¿Izzy? – dijo cuando reconoció a la chica, rubia igual que ella – ¿Eres Izzy Williams?

Izzy: ¿Supergirl? – decía sorprendida – ¿Tú sabes quién soy?

Supergirl: Tu madre está buscándote.

Izzy: ¿Conoces a mi madre? – preguntó más sorprendida.

Supergirl: Ah... yo... una amiga mía es reportera y tu madre la buscó para que ella te buscara, y ella me lo dijo; por eso vine aquí.

Izzy: Puedes salvarnos, sólo derriba los muros – dijo esperanzada.

– Y todos iremos a casa – dijo un hombre en igual estado.

Supergirl: No será así – dijo bajando los ánimos de todos – No tengo mis poderes en este planeta.

Ben: Pero yo sí – dijo levantando su brazo con el Omnitrix – Y saldremos de aquí antes de...

Ruleta: Ben Tennyson, y Supergirl – dijo repentinamente, haciendo resonar sus tacones – En mi jaula otra vez.

Supergirl: ¿Ruleta? – dijo extrañada.

Ruleta: Tenemos que dejar de encontrarnos así – dijo con su clásico cinismo.

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Bellwood

Cuartel General de los Plomeros

Regresando a la Tierra, Rook y parte del equipo de Plomeros habían regresado a la base para dar más precisiones. Se dispuso que un pequeño grupo se quede custodiando el portal de trans-materia. En este momento, Winn estaba buscando a dónde estaba conectado dicho portal.

Max: ¿Hallaste la ubicación del portal? – le preguntó al informático llegando con él.

Winn: Sí, el rastro de iones indica hacia el sistema Arcturus; al planeta 51 Arc-B – dijo mostrando la ubicación en la gran pantalla de la base.

Max: Es Maaldoria – dijo reconociendo el lugar – Centro de la esclavitud intergaláctica.

Rook: Y esa no es la única mala noticia – dijo serio, también reconociéndolo – Arcturus es un sol rojo, significa que Supergirl no tendrá sus poderes. Todo dependerá de Ben – luego hizo un gesto de frustración – Debí ir con ella cuando pude.

Max: No sabías que esto pasaría, Rook – dijo tratando de calmarlo – Organizaré un equipo de rescate cuidadosamente seleccionado. El aire en Maaldoria es tóxico para ciertas especies, no podrán ir todos – luego se fue para hacer lo que dijo, y Rook vio que Maggie había llegado a la base.

Rook: Hola, ¿qué haces aquí? – le preguntó cuando se acercó.

Maggie: No respondías mensajes ni llamadas, me preocupé.

Rook: Lo lamento, he estado ocupado – dijo algo nervioso.

Maggie: ¿Este es un mal momento? – preguntó notando algo raro.

Rook: Algo así – dijo asintiendo – Ben 10 y Supergirl están desaparecidos.

Maggie: Si alguien los puede encontrar eres tú – dijo optimista, tratando de calmarlo.

Rook: Pero esto pudo haberse evitado de no haber estado distraído – dijo frustrado y algo molesto – Lo lamento, es mejor que te retires.

Maggie: Entiendo – dijo seria, bajando la mirada – Te veo luego, Blonko – luego se retiró.

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Maaldoria

Ruleta: Vaya, esto es un déjà vu – dijo irónica viendo a los héroes.

Ben: ¿Y tú qué haces aquí? – preguntó serio.

Mon-El: Sí – dijo en igual estado, y Ben y Kara voltearon a verlo raro – ¿Y quién es ella?

Ruleta: Estoy aquí gracias a ustedes, desmantelaron mi club – dijo molesta – No tenía a dónde ir, así que imagina mi emoción cuando uno de los peleadores me dijo sobre la Luna de Esclavitud; y aproveché la oportunidad para expandir su mercado.

Supergirl: Tratas todo este asunto... como si vendieras café – decía muy indignada – ¡Tú estás vendiendo personas!

Ruleta: Yo llevé el tráfico de humanos al siguiente nivel. Son especímenes de primera que sobrevivirán toda una vida de trabajo – dijo nuevamente con su cinismo – Son un buen lote, y se venderán por un buen precio.

Supergirl: Es dinero de sangre.

Ruleta: Diamantes de sangre, de hecho – dijo levantando su muñeca izquierda llena de las joyas – Este planeta tiene demasiados, son como tierra para los de Maaldoria.

Ben y Kara expresaron con sus miradas lo molesto que encontraban toda esta situación. El castaño ya estaba teniendo suficiente de esa charla e iba a intentar transformarse cuando llegó una gran sorpresa para él. Junto al médico, apareció la mano derecha de la emperadora de los Incurseanos Attea: Raff.

Ben: ¿Tú? – dijo sorprendido.

Raff: Oh, Ben Tennyson – dijo en igual estado, pero intentó disimularlo – Esto es... terriblemente sorprendente.

Ben: ¿Terrible? – dijo levantando una ceja.

Raff: Lo lamento, pero el Imperio está necesitado de esclavos – explicaba moviendo los brazos – Después de la fallida incursión a la Tierra, muchos planetas se revelaron – luego dio un suspiro – Son sólo negocios.

Ben: Enserio los detesto – dijo muy molesto, y el médico le asintió a Ruleta.

Ruleta: Les tengo buenas noticias: han sido vendidos – dijo feliz a todos los secuestrados.

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Bellwood

De regreso en la Tierra, Max ya tenía al equipo que iría al planeta de Maaldoria y el mismo estaba alistándose frente al portal que estaba en la falsa clínica. Rook iba a ser el líder, y Max se acercó a él.

Max: Blukic y Driba tuvieron tiempo de fabricar una – dijo entregándole a Rook una granada especial – No durará mucho, úsala bien.

Rook: Lo haré – dijo seguro.

Max: Encuéntralos y tráelos – el Revonnahgander asintió y luego ambos se acercaron a Winn.

Rook: Winn.

Winn: De acuerdo, esta cosa podrá abrir el portal desde el otro lado – dijo mostrándole una tablet.

Rook: Entonces lo llevarás, vendrás conmigo.

Winn: No, esto ya está programado – decía incrédulo y algo nervioso – Sólo aprieta el botón y abrirás los portales. Tú no me necesitas.

Rook: Al contrario, necesito que tengas el control.

Winn: No, no...

Max: Plomero Schott, no se lo están pidiendo – lo interrumpió serio – Es una orden.

Winn: Disculpen, tengo que... – luego se fue muy rápido a un lugar más apartado para calmarse, pero Rook lo siguió desde atrás.

Rook: Winn – lo llamó cuando lo alcanzó.

Winn: No podré servirte de nada ahí afuera, mírame – dijo volteando y señalándose a sí mismo, sobre todo su ojo morado – Te diré algo, esto que ves no fue por un asalto. Intentaba ayudar al Guardián y yo... – decía con voz entrecortada, sintiendo vergüenza por él mismo – Si él hubiera llegado dos segundos tarde, yo habría...

Rook: Escucha, ahora Ben y Supergirl te necesitan – lo interrumpió para calmarlo – Mi equipo y yo te necesitamos.

Winn: Estoy tan asustado – dijo reflejando ese sentir.

Rook: Igual que cada Plomero que sale a su primera misión de campo. En la academia nos enseñan a enfrentarlo, pero es diferente una prueba de una misión – decía seguro y con algo de nostalgia – Yo tuve miedo la primera vez, pero aprendí que nada mejorará si siempre huyes – Winn decidió pensar en esas palabras y asintió.

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Maaldoria

Supergirl: Escuchen todos, yo sé que están asustados, pero hallaremos la forma de salir – decía firme frente a las personas capturadas – Tranquilos.

Mon-El: Estamos en el planeta más peligroso de la galaxia, ella y yo no tenemos poderes – le susurraba a Ben – ¿Cómo es que se siente optimista?

Ben: Porque ellos lo necesitan – dijo también susurrándole.

Mon-El: Esto es a lo que me refería. Si buscas los problemas, siempre te encontrarán – decía algo frustrado – Y es cierto, ustedes dos son los mejores buscándolos.

Ben: Eso es lo que hacen los héroes, genio – dijo con algo de sarcasmo – Enfrentan los problemas, no los evitan porque es más fácil.

Mon-El: Yo no me oculto, sólo soy práctico – dijo serio – El universo es peligroso, ¿por qué tienes que ser el que siempre salva a todos?

Ben: Porque eso es lo correcto, es mi responsabilidad. Tener tus poderes o llevar el Omnitrix no es sólo suerte, tiene una gran carga consigo – decía serio pero con determinación en su voz – No importa en qué planeta, no importa en qué tiempo, un héroe no debe rendirse nunca. Es la diferencia entre nosotros.

Sin que se dieran cuenta, Kara e Izzy habían escuchado las palabras del castaño; y la kryptoniana sintió orgullo por su novio. Pero en ese momento, el falso médico volvió a aparecer junto a Ruleta y dos matones armados de Maaldoria.

– Hora de irse, terrícolas – dijo apagando el escudo, asustando a todos, pero Ben se interpuso entre ellos – Muévete.

Ben: Muéveme – luego activó rápido su reloj y se transformó en su forma Merlinisapien conocida como Camaleón.

Camaleón: Si tienes las agallas, claro.

Rápidamente, Ben se hizo invisible y comenzó a atacar a los dos matones con rapidez y agilidad, las personas detrás sólo podían ver sorprendidos que a los villanos parecía golpearlos el aire mismo. Sin embargo, uno de los matones tuvo un momento de suerte y logró conectar su arma con el héroe. La misma consistía en un fuerte choque eléctrico, como si se tratase de una tazer; y Ben se hizo visible a la vez emitía unos quejidos de dolor.

– ¡Muévete! – dijo el doctor algo molesto.

Camaleón: No lo haré – dijo muy serio.

Con su cola, Ben les hizo un barrido a ambos matones y comenzó a someterlos allí a base de golpes y patadas; pero ahora el otro matón tuvo su momento de suerte y logró darle otro choque eléctrico, y el otro matón se le unió rápido con su arma.

Mon-El ya tuvo suficiente de ver a Ben siendo herido e intentó ayudarlo, pero uno de los matones logró quitarlo de encima. No obstante, este acto de heroísmo del daxamita hizo que las personas también saltaran en ayuda de Ben, y ahora los matones se vieron en una enorme desventaja numérica. En poco tiempo, los villanos fueron desarmados y dejados fuera de combate; y Kara se acercó para ayudar a su pareja.

Supergirl: ¿Por qué elegiste a Camaleón? – preguntó mientras lo ayudaba a levantarse, y Ben le dio una mirada seria – Ah, claro, no lo elegiste.

Camaleón: Hay que meterlos en la celda – dijo algo cansado.

Las personas rodearon al médico y a Ruleta, y los que tenían las armas los obligaron a moverse hacia donde los tenían retenidos antes. Mientras tanto, Ben regresaba a la normalidad.

Mon-El: Quédese justo ahí – le dijo al médico imitando su tono.

Izzy: ¿Y ahora qué?

Supergirl: Ahora hay que salir de aquí – dijo mientras el campo de fuerza se activaba, y luego todos comenzaron a correr por el castillo.

Por otra parte, los Plomeros habían activado el portal de trans-materia y ahora lo atravesaban de uno en uno con sus armas en alto. Los últimos en cruzarlo fueron Rook y Winn, y el informático se detuvo a admirar el cielo y lo que acababa de hacer.

Winn: El espacio exterior – decía anonadado – Yo me encuentro en el... espacio.

Rook: Y si no queremos quedar atrapados aquí, vigila el portal y que no se cierre – decía serio – Trataré de localizar a Ben y Kara, que el portal se mantenga abierto hasta tanto.

Winn: Espera, espera, espera, no puedes dejarme – dijo preocupado.

Rook: Estarás bien – dijo moviéndose con el resto del grupo.

Winn: No soy un cobarde – dijo para motivarse y no tener miedo – No soy un cobarde, no soy un cobarde.

Momentos más tarde, los Plomeros habían llegado a la Fortaleza Roja y derribaron la entrada con una explosión. Los guardias de Maaldoria apenas y tuvieron tiempo de reaccionar cuando los policías intergalácticos abrieron fuego contra ellos.

Un tercer guardia intentó sorprender a Rook corriendo desde un costado, pero el Revonnahgander tuvo reflejos rápidos y logró derribarlo con una llave. El guardia se levantó rápido e intentó tomar un arma, pero nuevamente Rook fue más veloz y disparó su Proto-Arma contra él, derribándolo definitivamente. Mientras tanto, los héroes llevaban a las personas a través de los pasillos del castillo.

Mon-El: Oye, dame eso – le dijo a un hombre que tenía una de las armas, y este se la dio – Sigan, sigan.

El daxamita se quedó atrás para cubrir las espaldas de todos, y pronto vio a otro guardia de la fortaleza aproximarse por detrás. Este abrió fuego, pero Mon-El logró cubrirse mientras respondía el ataque; logrando acertar un par de tiros.

Supergirl: Por aquí, vamos – les decía a los secuestrados – Corran, corran.

Sin embargo, otros dos guardias aparecieron en la escena mientras Ben y Kara hacían que las personas pasen por una puerta angosta. Mon-El siguió defendiéndolos con el arma, logrando derribar a uno; pero el otro logró desarmarlo apuntando contra su arma.

El daxamita, viendo que las personas no terminaban de cruzar, se puso de pie y las protegió con su cuerpo. Levantó las manos, para ver si disuadía tácitamente al guardia de no atacarlo; pero este preparó su arma y Mon-El esperaba lo peor. Hasta que sorpresivamente Raff apareció y lo detuvo.

Raff: A él no – dijo bajando el arma del guardia – Él no será lastimado.

Mon-El quedó desconcertado ante esta situación, pero cuando Raff le hizo una reverencia pareció darle una idea de lo que ocurría. No se quedó a meditarlo cuando vio que las personas ya habían cruzado por lo que se acercó.

Supergirl: ¿Qué estás haciendo? – preguntó extrañada y desesperada, pero el daxamita no respondió.

Regresando con los Plomeros, ellos continuaron avanzando por el castillo hasta que Rook les hizo una seña para detenerse cuando escuchó un extraño ruido. A los pocos segundos, aparecieron Ben, Kara y Mon-El con las personas secuestradas frente a ellos.

Ben: ¡Rook! – dijo dándole un abrazo al Revonnahgander – Me alegra verte, viejo.

Rook: Debemos apresurarnos, Winn nos espera.

Supergirl: Espera, ¿trajiste a Winn al espacio? – dijo incrédula.

Hablando del informático, este seguía vigilando el portal de trans-materia como se le había indicado. Sin embargo, estaba teniendo problemas para mantenerlo abierto, hasta que se cerró.

Winn: E-Eso no pasó como debía pasar – dijo algo nervioso.

Repentinamente y desde atrás, un nativo del planeta lo sorprendió con dos golpes que lo derribaron en el suelo. Luego, el alien sacó un arma, y Winn se vio envuelto en la misma situación de aquella vez con el Guardián.

Pero esta vez no se quedó congelado y asustado, tomó una roca que había a un costado y la lanzó contra el arma de su atacante, logrando quitársela. Después de eso, volvió a tomar rápidamente la roca, se puso de pie, y con dos golpes al rostro logró noquear al alien.

Winn: ¡No soy un cobarde! – exclamó sorprendido – ¡NO SOY UN COBARDE! – gritó extendiendo los brazos – ¡TÚ FUISTE EL COBARDE! – señaló al alien en el suelo.

Supergirl: ¡Winn! – gritó corriendo junto a Ben, Mon-El, Rook, los Plomeros y los humanos cautivos.

Winn: ¡Lo hice! – dijo emocionado señalando al alien noqueado – ¡Miren, yo lo vencí...!

Ben: ¡Abre esa cosa, rápido!

Sin decir nada más, el informático logró reabrir el portal y todos comenzaron a cruzarlo rápidamente; incluyendo él. Un alien ocultó tras unas rocas iba a atacar por sorpresa; pero antes de que lo haga, otro disparó lo sorprendió derribándolo. Rook volteó rápido para ver a Jo Gunraf aparecer con un cañón colgando.

Jo Gunraf: Jo ayuda a las formas de carbono – dijo acercándose – ¿Ellos pueden sacar a Jo del planeta para siempre?

Supergirl: Sí, sí, las formas de carbono lo harán – dijo algo exasperada – Sólo cruza.

Jo Gunraf: Hola – le dijo a Rook antes de cruzar.

Supergirl: Espera, hay una nave enorme ahí – dijo señalando una nave Incurseana volando cerca.

Mon-El: Ay, no puede ser.

Ben: Tranquilos, yo...

Izzy: ¡Supergirl, por favor, ayúdame! – gritó mientras un alien la volvía a secuestrar.

Supergirl: ¡Izzy!

Ben: ¡Ay, por favor, no puedo encargarme de todo! – dijo frustrado.

Tanto Ben como Kara comenzaron a correr de regreso, el castaño hacia la nave y la rubia hacia Izzy; para gran preocupación de Mon-El.

Rook: Espero que esto funcione.

El Revonnahgander tomó la granada que Max le dio previamente y la lanzó muy cerca de la posición de Kara. A los pocos segundos, una explosión luminosa de color amarillo llenó el área, encandilando levemente a todos. Cuando la luz cesó un poco, la Chica de Acero estaba flotando en el aire.

Mon-El: ¿Qué era eso? – preguntó confundido.

Rook: Una granada de sol amarillo – dijo aliviado – Un poco de la Tierra.

Kara le asintió a Ben en señal de que cambiaran objetivos. Ahora la kryptoniana se centró en la nave Incurseana y disparó su visión de calor contra la misma, destruyéndola fácilmente. Por su parte, Ben activó el Omnitrix y se convirtió en su forma Vulpimancer conocida como Bestia. Luego, corrió hacia el alien que tenía a Izzy y lo derribó sin esfuerzo, para después rugirle fuertemente haciendo que el villano salga corriendo del susto.

Supergirl: Hay que irnos – le dijo a Izzy.

La adolescente corrió hacia el portal y lo cruzó, siendo seguida por Mon-El y Rook. Kara esperó a que Ben se acercara y ambos cruzaron juntos el portal.

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Bellwood

Cuando el dúo neoyorkino finalmente llegó al otro lado, Ben saltó hacia los controles del portal y los arrancó con sus fuertes mandíbulas; inutilizando la máquina por lo menos desde su lado.

Mon-El: ¡Lo hicimos! – celebró mientras todos aplaudían, y Ben volvía a la normalidad.

Supergirl: Me alegra tanto que estés bien – dijo dándole un abrazo a Izzy, y luego fue donde Rook – Gracias por la recarga.

Rook: Fue idea del magistrado – dijo alegre.

Max: Nada como un poco de sol para revitalizarse – dijo con un toque de sarcasmo – Bienvenidos a casa, chicos – dijo dándole un abrazo a Kara, luego hizo lo mismo con Ben.

Ben: Gracias, abuelo.

Jo Gunraf: La Tierra huele raro – dijo olfateando el lugar – ¿Siempre huele así?

Ben: Sí recuerdas la cocina tuya, ¿verdad? – dijo irónico mientras todos reían.

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Manhattan

CatCo Worldwide Media

Al día siguiente, Kara llevó a Izzy hacia su lugar de trabajo; donde la estaba esperando su madre Regina, quien fue previamente avisada sobre el hecho. La misma caminaba de un lugar a otro mirando el suelo, evidenciando lo ansiosa y nerviosa que estaba.

Kara: Por aquí – dijo saliendo del ascensor junto a la adolescente.

Regina: Es mi bebé – dijo viendo a su hija, con unas lágrimas amenazando salir, e Izzy corrió a darle un abrazo.

Izzy: Lo lamento tanto, mamá – decía entre sollozos – Yo debí escucharte, te quiero.

Madre e hija seguían abrazadas, sin querer soltarse, y Kara decidió dejar esa conmovedora escena para darles privacidad. Por su parte, ella fue hacia la oficina de su jefe Ron y le arrojó una carpeta en medio de su escritorio, interrumpiendo la lectura del moreno.

Ron: ¿"Luna de Esclavitud"? – dijo dándole un rápido vistazo – Qué gran título – luego lo ignoró y siguió con su lectura.

Kara: Todos los desaparecidos eran vendidos como esclavos a alienígenas. Es una buena historia – decía seria y firme – 8000 palabras, testimonios reales de los afectados, de los investigadores y de la chica Izzy; cuya desaparición consideró irrelevante.

Ron: ¿Quieres una medalla? Deberías competir por el Pulitzer – dijo irónico, sin darle tanta importancia, y la rubia se indignó levemente.

Kara: Yo sé que usted quiere que sea racional, pero preferiría equivocarme con cientos de pistas que no seguir aquellas que creo importantes. Esa es la reportera que quiero ser – luego dio un pequeño suspiro – Siempre seguiré a mi corazón.

Ron: Me llevarás a terapia – dijo agobiado.

Kara: Tenga un buen día, jefe – dijo algo alegre, y se fue de la oficina.

Ron: Sigue así, Danvers – dijo en un susurro con una pequeña sonrisa, leyendo su historia.

Por otro lado, quien también decidió visitar CatCo fue Winn; y se dirigió directamente a la oficina de su amigo James Olsen, el cual también estaba leyendo algo.

Winn: Hola – James volteó a verlo – Escucha, sobre lo que dije antes... olvida todo lo que dije, ¡porque estoy de vuelta, amigo! – dijo muy emocionado.

J. Olsen: ¿Por qué el cambio? – dijo riendo un poco, y Winn puso frente a él un pequeño frasco con rocas en el interior – ¿Rocas? ¿Esto te hizo recapacitar? – preguntó confundido.

Winn: Esas rocas... son de otro planeta... que yo visité.

J. Olsen: ¿Es enserio? – dijo algo sorprendido – Espera un segundo, ¿tú fuiste a otro planeta y sin mí? – Winn asintió – No te creo.

Winn: En la Vía Láctea – dijo confiado – Este es el asunto, amigo – volvió a tomar su frasco mientras se dirigía a la salida – El Guardián protege a la Tierra, pero el Plomero Schott protege las estrellas – dijo algo engreído, mientras el pelirrojo reía – Te veo en las calles, James – y con eso finalmente se fue.

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Bellwood

Avanzado un poco más el día, más precisamente a la tarde, Rook tenía que resolver el problema que había creado con Maggie. En este momento, había llegado al departamento de la detective algo nervioso pero tocó la puerta; aunque tuvo que esperar varios segundos para que Maggie le atendiera.

Rook: Gracias por abrir – dijo algo aliviado.

Maggie: Pensé en no hacerlo – dijo seria.

Rook: ¿Puedo pasar? – la policía se hizo a un lado, señal de que le daba permiso.

Maggie: No creo que estés listo para esto – dijo cruzando sus brazos.

Rook: No, no, lo estoy. Perdí el control por un momento – dijo algo asustado al creer que podrían terminar – El día de hoy no fue el mejor para mí.

Maggie: ¿Es todo? – dijo algo incrédula – Tienes que darme más que eso.

Rook: En mi familia, yo soy el mayor de cinco hermanos – comenzó a explicar luego de pensar bien sus palabras – Siempre cargué con ese peso a mis espaldas y mis padres fueron conscientes; pero cada que intento algo para mí, no suele terminar bien – luego dio un pequeño suspiro – Y luego Ben y Kara desaparecieron, y yo no te traté bien porque...

Maggie: Ben Tennyson y Kara Danvers son más que amigos para ti – lo interrumpió – Kara es Supergirl – esto dejó sin palabras al Revonnahgander.

Rook: ¿Cómo lo...? – dijo confundido.

Maggie: Vamos – dijo como si fuera obvio – Oye, te conozco. Las únicas personas por las que te preocupas así son ese par – Rook se apenó ante ese hecho – Y esas gafas no funcionan.

Rook: Eso es cierto, nunca le dije que son un mal disfraz – dijo intentando verle un lado divertido – Pero es un alivio que lo sepas, no me gustaría que tengamos secretos.

Maggie: Cosas malas pasan, en nuestro trabajo pasan todo el tiempo – volvió a su semblante serio – ¿Cómo sé que no te alejarás cuando vuelva a ocurrir?

Rook: No lo haré – dijo intentando sonar seguro – Lo lamento, sólo quiero ser feliz contigo.

Maggie: Lo dejaré pasar, esta vez.

Rook: Entendido – luego ambos compartieron un abrazo – Gracias.

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Brooklyn

Departamento de Ben y Kara

Avanzando hacia la noche, el dúo neoyorkino estaba en su casa disfrutando de una buena película acompañada de unas palomitas, hasta que Ben decidió usar su teléfono para ordenar algo más elaborado para comer. No obstante, alguien llamó a la puerta y la kryptoniana usó su visión de rayos X para ver quién era; dándose cuenta que era Mon-El y fue a abrirle.

Kara: Hola.

Mon-El: Club Soda – dijo sosteniendo una botella con la bebida.

Kara: Sí, eso veo, gracias – dijo tomando la botella.

Mon-El: Te ves relajada y cómoda – dijo entrando a la casa cuando ella le dio permiso.

Kara: Pues lo estoy – dijo mientras ambos se dirigían al sofá.

Mon-El: ¿Aún te sientes fuera de lugar?

Kara: No, no, me siento increíble – dijo mientras apagaba la película y ambos tomaban asiento en el sofá.

Mon-El: Genial.

Ben: Bueno, ya está listo – dijo viendo su teléfono – Mi hamburguesa y tu comida china llegarán dentro de poco – levantó la vista para ver al daxamita allí – Oh, Mon-El, ¿qué onda?

Mon-El: Oh, ya sabes, fui de compras... y pasé por el vecindario – dijo haciendo reír un poco a la pareja – No, yo... yo me equivoqué. Es lo que quería decir.

Kara: ¿Sobre qué? Porque la lista de cosas en las que te equivocas es algo larga – dijo con sarcasmo.

Mon-El: Yo... sobre involucrarme. Cuando te vi con esas personas yo... – decía con sus ánimos decayendo un poco – No había nadie que me inspirara en Daxam.

Kara: ¿Qué me dices del príncipe?

Mon-El: No era digno de admiración. Pero yo quisiera serlo, así que eso quiero decir – dijo algo nervioso – Tomé una decisión...

Kara: Suena decisivo – dijo divertida.

Mon-El: Es muy importante – hubo unos segundos de silencio – Quiero ser superhéroe.

Kara: ¿Cómo dices? – preguntó casi riendo.

Mon-El: Como ustedes. Yo quiero un nombre y un atuendo, y tal vez una capa.

Kara: Quieres un traje.

Mon-El: No, no; bueno, sí, sí me gustaría – dijo riendo algo nervioso – Quiero un traje, pero yo quiero ensuciarme las manos, sólo quiero servir para algo.

Ben: ¿Es enserio? – dijo entrando en la conversación.

Mon-El: Sí – asintió.

Ben: Entonces eres la segunda persona que viene a mí pidiendo ser héroe – dijo mirando a su novia – Pero este camino no será sencillo.

Mon-El: Es lo que quiero – dijo seguro.

Ben: La capa puede ser pesada.

Mon-El: Quiero que sea pesada – dijo más seguro.

Ben: Y vas a tener que llamarme maestro, joven aprendiz – dijo cruzando sus brazos, Mon-El quedó extrañado y volteó hacia Kara.

Kara: Créeme, me obligó a hacerlo – dijo riendo, y luego Ben también rió.

Mon-El: Quiero ayudar a salvar el mundo, y probar que sobreviví por una razón – dijo pensando en las palabras que le dijo Ben en Maaldoria.

Ben: Bueno, tal vez deje pasar lo de "maestro", pero sí tendrás que escuchar – dijo tomando asiento frente a él.

Mon-El: Voy a escuchar – dijo tapando su boca, haciendo reír a Kara – Lo haré, lo juro, esta vez lo haré.

Kara: Tú me trajiste algo, y yo también te conseguí algo a ti – dijo tomando una bolsa de papel.

Mon-El: ¿Me darás algo?

Kara: Sí – dijo sacando una revista Highlights de la bolsa, haciendo reír al daxamita.

Mon-El: ¿Para mí? ¿De verdad es para mí? – dijo fingiendo sorpresa – ¿Y me dirás por qué?

Kara: Ayer te portaste un poco menos bufón, y poco más galante.

Mon-El: Lo notaste, con eso me basta – luego ambos chocaron puños.

Ben: De verdad, pusiste tu vida en riesgo como todo un caballero – luego tomó su hombro – Me enorgulleces.

El daxamita esta vez sonrió de forma genuina, y no de manera divertida. Quizá el tema había pasado a segundo plano por ahora, pero Mon-El seguía viendo a la pareja como los padres que le hubiera gustado tener; y esas dos palabras que le dijo Ben fueron más que suficiente para hacer de su día uno perfecto.

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Maaldoria

En otra parte de la galaxia, el falso médico admiraba la destrucción que había quedado en la Fortaleza Roja luego del escape de Ben 10 y Supergirl junto a un buen grupo de humanos secuestrados. El doctor estaba lamentándose de esa gran pérdida cuando dos seres se materializaron frente a él. Dichos seres vestían ropas negras, estaban encapuchados y usaban máscaras del mismo color que sus atuendos.

– ¿Puedo ayudarlos? – preguntó algo nervioso cuando los seres se acercaron, y uno sacó un holograma con la imagen de Mon-El en él – No está aquí, se fue.

– ¿A dónde? – dijo uno de ellos, con una voz mecánica femenina – ¿Dónde está Mon-El de Daxam?

– En la Tierra, está en la Tierra – la figura que sostenía el holograma lo apagó, mientras la otra sacaba un arma – ¡NO!

El doctor intentó salir corriendo cuando el ser disparó el arma, y ese único tiro fue suficiente para desintegrarlo completamente de la faz del universo.

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