Cap. 29: Invasión, parte 2

Bellwood, Nueva York

La noche estaba cayendo en la ciudad que nunca duerme, y Ben Tennyson/Ben 10 conducía en bicicleta por la ciudad con una mirada algo decaída y aburrida.

Ben: Ay, no, estás serán unas muy malas vacaciones – dijo deteniéndose en un semáforo – Debí haber asistido a la universidad – luego levantó su mirada al cielo y vio un objeto pasar por el cielo – Vaya, un meteorito.

El meteoro pasó de largo, protagonizando un pequeño espectáculo para las personas que lo vieron, y el castaño siguió su recorrido hasta llegar a las afueras de la ciudad. Allí, estacionó su bici al lado del clásico camper de su abuelo Max Tennyson. Levantó una roca, sacó una pequeña llave escondida debajo, y abrió la puerta.

Ben: Abuelo Max, hola – saludó más animado.

Max: Hola, hijo – dijo mientras este cocinaba con una sartén – ¿Qué tal todo?

Ben: Ah, lo normal, como todo en esta familia – dijo tomando asiento – Venía a preguntar si aún está abierta la oferta que me diste de viajar juntos este verano.

Max: Por supuesto, Ben – dijo haciendo girar unas hamburguesas, pero con la curiosidad de que eran normales – Y espero no te moleste que haya invitado a tu prima también.

Ben: Ya somos grandes, lo que teníamos con Gwen era una simple riña de niños – dijo algo nostálgico.

Max: Entonces tal vez se ponga interesante.

Ben: Eso espero, abuelo, eso espero – dijo luego de un suspiro, mirando por la ventana apoyado sobre su brazo izquierdo; el cual no tenía el Omnitrix.

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Lugar desconocido

Sin embargo, Ben no sabía que lo que estaba viendo era una fantasía creada por una cámara de estasis, en la cual el héroe estaba dormido y con unas ropas grises y arrugadas. Junto a él, estaban igualmente dormidos los demás héroes secuestrados por los Dominadores: Bruce Wayne/Batman, Barbara Gordon/Batgirl, Oliver Queen/Flecha Verde, y Laurel Lance/Canario Negro.

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Metrópolis

Torre Metro

Regresando a la realidad, el resto de la Liga de la Justicia estaba dentro de la base en la ciudad defendida por Clark Kent/Superman. Habían pasado unas horas en donde todos procesaron lo ocurrido en el capítulo pasado, y ahora estaban con los nervios en niveles más bajos.

Hay que recordar que los héroes presentes eran el Hombre de Acero, Kara Danvers/Supergirl, Diana Prince/Mujer Maravilla, Hal Jordan/Linterna Verde, J'onn J'onzz/Detective Marciano, Arthur Curry/Aquaman, y Zee Zatara/Zatanna. El único ausente por ahora era Barry Allen/Flash.

Superman: Concentración, chicos – dijo llamando la atención de todos – Necesitamos averiguar dónde están los otros.

Linterna Verde: Puedo decirte lo obvio, se los llevaron los Dominadores – dijo serio.

Aquaman: ¿Y lo que no es obvio?

Mujer Maravilla: No sabemos por qué ni para qué – dijo preocupada.

Detective Marciano: Supergirl, debes decirnos más – dijo mirando a la kryptoniana – ¿Por qué los Dominadores secuestraron a Ben?

Supergirl: Creo que para ellos representaba la mayor amenaza – dijo pensativa, aún preocupada por Ben.

Linterna Verde: ¿Y la Liga de la Justicia no es amenaza? – preguntó ofendido.

Supergirl: No lo tomen personal, pero si Ben se jacta tanto de haber salvado el universo muchas veces es porque fue así – decía seria – En muchos planetas, Ben es glorificado como el mayor héroe.

Mujer Maravilla: Correcto, eso explicaría por qué a Ben; pero la duda sería por qué al resto – dijo levemente extrañada.

Zatanna: Exacto, ¿por qué no a Superman, Linterna Verde o el Detective Marciano? – dijo mirando a los mencionados – Si es por nivel de amenaza, ellos estarían en los primeros puestos.

Aquaman: Bueno, en retrospectiva, se llevaron a nuestro mejor estratega – dijo encogiendo los hombros, y en ese momento llegó Flash.

Flash: Ya llegué con los refuerzos.

Detrás del velocista escarlata, llegaron otros héroes para ayudar en ausencia de los secuestrados. Eran Helena Bertinelli/Cazadora, Shayera Hol/Chica Halcón, y la fusión de Jason Rusch y Martin Stein conocida como Firestorm.

Linterna Verde: Creí que traerías a alguien de tu equipo – preguntó extrañado.

Flash: Sucede que en Ciudad Central tenemos una situación con un asesino de metahumanos, y mi equipo se hace cargo mientras yo estoy aquí.

Superman: Por lo pronto, les agradezco que hayan venido – dijo saludando a los héroes recién llegados.

Cazadora: Bueno, son extraterrestres, no quería perderme esta experiencia – dijo con suficiencia.

Firestorm: Yo estaba algo escéptico, pero el profesor en mi cabeza me convenció de hacerlo – dijo apuntando a la misma.

Chica Halcón: ¿Qué es lo que han hecho hasta ahora? – preguntó yendo al grano.

Detective Marciano: Tratamos de intentar descifrar a dónde se llevaron los Dominadores a nuestros amigos – dijo tranquilo – Le pedimos ayuda a Faraday y los Plomeros pero no encontramos nada.

Firestorm: Tecnología – dijo abriendo los ojos.

Detective Marciano: Sí, es lo que dije – dijo levantando una ceja – Les pedimos ayuda a los Plomeros con sus satélites y a Faraday con alguna comunicación, pero...

Firestorm: No, lo que intento decir es que si tuviéramos algo de los Dominadores tal vez podamos hackear información.

Flash: Esperen – luego se fue corriendo dentro de la torre y regresó al segundo – ¿Algo como esto? – dijo entregándole al héroe nuclear una pieza puntiaguda, de un color blanco – Lo tomé de la nave que cayó en Metrópolis.

Firestorm: El profesor ahora está emocionado – dijo mirando la pieza.

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Ciudad Gótica

Mansión Wayne

Regresando con los secuestrados, Bruce Wayne tenía la fantasía de que estaba en su gran mansión como si fuera una persona normal. En este momento, se encontraba en la sala principal acompañado de una mujer pelinegra de cabello corto, vestida de manera casual pero elegante. Era conocida como Selina Kyle.

Bruce: De verdad no tenías que venir, Selina – dijo sentado frente a ella.

Selina: Hiciste un viaje de muchos años, Bruce, y extrañaba un rostro amigo en la ciudad.

Bruce: Dicen que hay otro motivo que te atrae aquí – dijo curioso.

Selina: Tal vez – dijo apartando la mirada.

Bruce: ¿Me dirás qué es?

Selina: Sólo se ve por las noches – dijo coqueta, y en ese momento entraron los padres de Bruce.

Martha: Y bien, ¿qué sucede aquí?

Bruce: Mamá, papá, ella es mi amiga Selina Kyle – dijo levantándose, al igual que la mencionada.

Martha: Oh, ya me acuerdo, Selina – dijo amable tomándole la mano.

Thomas: Hijo, debemos ir a Empresas Wayne en tres horas – dijo viendo su reloj – Hay que pelearnos con el tránsito.

Bruce: Ya sabes que no soy bueno para pelear – dijo apenado.

Selina: Díselo al que intentó sobrepasarse conmigo – dijo cruzando sus brazos.

Bruce: Hace cinco años – se excusó.

Selina: Aún así.

Martha: Eso pasó en otra vida – dijo cambiando de tema – La verdad, eres otra persona por completo.

Thomas: Nos sentimos bendecidos de verte tan adulto.

Bruce sonrió ante esas palabras; mientras el mayordomo de la mansión, Alfred Pennyworth, pasaba con una bandeja con tazas y un florero. Pero dio un paso en falso y casi se le cae este último, de no ser que Bruce fue rápido y lo atrapó antes.

Alfred: Buenos reflejos, amo Bruce – lo felicitó, pero el pelinegro quedó algo confundido.

Por otra parte, Max Tennyson había entrado a la ciudad con su camper, acompañado de Ben y Gwen. El castaño miraba por la ventana algo aburrido, mientras la pelirroja estaba con su teléfono.

Max: Primera parada, Ciudad Gótica.

Gwen: ¿Es enserio, abuelo? – dijo incrédula – Tiene la tasa de crimen más alta del país.

Max: Vamos, Gwendolyn, Gótica también tiene sus cosas buenas – dijo sin perder los ánimos.

Gwen: Sí, claro – en eso, vio que Ben sacaba una caja de cartón – ¿Otra vez la caja de los recuerdos?

Ben: Es como una tradición personal – dijo algo nostálgico – Cada viaje siempre tiene sus recuerdos.

Gwen: Bueno, yo aún guardo el que me diste el último verano que hicimos – dijo mostrando un dije en su cuello, el cual tenía la forma del Hechizo de Bezel de la suerte – Siempre te preocupas por los demás.

Cuando Ben lo vio, inmediatamente vinieron unas imágenes a su cabeza en las cuales mostraban a Gwen de niña con un traje ajustado de color morado y una máscara de gato, además de algunas escenas de pelea con los villanos Hex y Charmcaster.

Gwen: ¿Te encuentras bien? – preguntó preocupada viendo la expresión de su primo.

Ben: Sí, sí... no es nada – dijo sacudiendo levemente la cabeza, mientras se rascaba la muñeca donde debía estar el Omnitrix.

Sin que lo notaran, pasaron cerca del edificio de las Empresas Wayne; a donde se dirigían Bruce y su padre a pie luego de estacionar su auto.

Thomas: Deberías acostumbrarte a los trajes, hijo – dijo viendo a Bruce en un traje casual.

Bruce: Ya, papá – dijo algo avergonzado.

Thomas: Sabes que muy pronto no podré seguir al frente, y no tengo tiempo de buscar un nuevo CEO para Empresas Wayne – dijo algo serio.

Bruce: ¿Por qué no nombras a Lucius Fox?

Thomas: La mesa no lo respalda; además, las empresas son compañía familiar, se quedará en la familia – dijo confiado.

Bruce: Oye, quiero forjar mi propio nombre, no sólo quiero cargar el tuyo – dijo deteniéndose.

Thomas: Bruce, si no lo haces, la mesa votará a favor de la oferta de compra de Oliver Queen – dijo algo preocupado.

Bruce: Yo...

Thomas: ¿Qué?

Bruce: No lo sé – su atención se desvió a un edificio con el logo de Smoak Technologies, distrayéndolo al punto de no notar que chocó con alguien – Disculpe – dijo sin mirar a quien chocó.

– Discúlpate bien – dijo molesto, y luego sacó un arma – Relojes, billeteras, teléfonos – vio que no hubo reacción por parte de ambos hombres – ¿Están sordos, quieren un balazo?

Thomas: Ya, tranquilo...

– Los voy a enfriar justo aquí – dijo apuntándole más cerca.

Bruce: ¡Oye! – dijo poniéndose entre el ladrón y su padre – No le apuntes a mi padre.

– ¿¡Quieres plomo en la cara!?

Antes de que alguien hiciera o dijera algo más, un batarang se estrelló en la mano del ladrón haciendo que suelte con dolor su arma. Luego, la figura de Batman descendió hasta derribar de un golpe al delincuente. Después, colgó al mismo en un poste y luego se fue utilizando su gancho especial.

Thomas: ¿Todo en orden? – le preguntó a Bruce, viendo que no quitaba la vista del vigilante.

Bruce: Sí, sí... – dijo sin mirarlo, aún confundido.

Thomas: Quería matarte – dijo extrañado – ¿Por qué hiciste eso? – Bruce no tuvo una respuesta a eso.

Después de ese intento de asalto, muy similar al que sufrió de niño en la vida real, ambos Wayne regresaron a su mansión. Le contaron a Alfred lo ocurrido, y agradecieron que Martha no se encontrara allí.

Bruce: Mamá se va a poner como loca – dijo algo preocupado.

Thomas: Justamente por eso no se lo dirás – dijo serio.

Alfred: Además, amo Bruce, seguramente lo de ese Murciélago no lo creerá – dijo para calmar los ánimos.

Thomas: De hecho, Bruce fue el quiso ayudarme primero – dijo mirando al mencionado – Eres todo un héroe, hijo.

Esas palabras trajeron una serie de imágenes a la mente de Bruce. El asesinato de sus padres cuando era niño, sus diversos entrenamientos en su adolescencia, charlando con Alfred en la Baticueva, y su primer beso con la ladrona conocida como Gatúbela.

Selina: Escuché lo que pasó – dijo preocupada, yendo directamente a abrazar a Bruce – ¿Están bien?

Bruce: Sí, estoy bien, estoy bien – dijo intentando calmarla; pero cuando la vio a los ojos, por un momento la vio con una máscara de gato negro.

Selina: Bruce, ¿sucede algo? – preguntó más preocupada.

Bruce: Estoy bien, sólo debo necesitar aire – dijo intentando organizar sus ideas, y luego procedió a retirarse – Los veré luego.

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Metrópolis

Torre Metro

Regresando a la realidad, el héroe Firestorm se dividió en las dos personas que lo conformaban para que estas ayuden en el rastreo de los héroes secuestrados. El profesor Martin Stein trabajaba con la pieza Dominadora, mientras que el joven de color Jason Rusch lo vigilaba. En otra parte del laboratorio, los héroes Flash y el Detective Marciano trabajaban en otra cosa.

Prof. Stein: Trabajar con genuina tecnología extraterrestre es uno de los más grandes logros, Jason – decía mientras trabajaba en un pequeño objeto, similar a un chip.

J. Rusch: Sí, seguro, porque fusionarse para ser un superhéroe no es lo suficientemente cool – dijo irónico pero risueño.

Prof. Stein: No me malinterpretes – dijo mirándolo – Sólo es ciencia que no conocemos, y podríamos descubrir más usos para el mundo.

J. Rusch: Mientras detengamos a esos monstruos con cabezas de ET, yo estaré conforme – dijo bromista, y luego se acercó a donde estaban Flash y el Detective Marciano.

Flash: ¿Qué es eso? – preguntó viendo el chip.

Prof. Stein: Es lo que yo llamaría un procesador universal, pero el término sólo aplica para todo artefacto terrestre.

Detective Marciano: ¿Y crees que funcione con los Dominadores?

Prof. Stein: Hay que averiguarlo – dijo optimista.

Flash: Probémoslo.

El velocista puso el procesador en la pieza de los Dominadores, y esta comenzó a cargarse de energía aparentemente. Esto emocionó un poco a todos, pero luego vieron que emanaba una luz roja y comenzaba a hacer pitidos.

Flash: No, no, ¡no, no, no...! – a pesar de saber lo que venía, no pudieron evitar que la pieza explotara en mil pedazos; pero lo bueno es que la misma no tuvo efectos colaterales.

J. Rusch: ¿Qué pasó? – preguntó preocupado.

Flash: Que fue una estupidez, eso fue lo que pasó – dijo tocando un pedazo, quemándose un poco el dedo – Intentamos poner una fuente extraterrestre en un invento humano, claro que se sobrecargaría – dijo frustrado.

Prof. Stein: Pero la respuesta es obvia – dijo serio, pero aún tratando de ser optimista – Necesitamos un regulador que pueda contener la enorme energía.

Detective Marciano: Van Horn Industries tiene un prototipo para la NASA – Flash rápidamente comenzó a buscar en una laptop – Lo han mejorado, tal vez ya funcione.

Flash: Sí, lo perfeccionaron y ya se lo robaron – dijo viendo la información de la policía – Según el informe, fue una doctora llamada Laura Washington.

Prof. Stein: ¿Qué, una doctora? No puede ser – dijo incrédulo.

J. Rusch: Sí, ya que artificialmente se ha mejorado con tecnología ilegal – dijo también acercándose a ver los datos – ¿Por qué el universo nos la pondría fácil?

Flash: Dice que sus implantes le dan gran resistencia, fuerza, y la electricidad le suma poderes. Bien, podemos con eso – dijo confiado.

Después de eso, el grupo de mentes brillantez fue a informarle a Superman de lo que habían descubierto y lo que necesitaban hacer. Luego de pensarlo unos segundos, formó un equipo que vaya a buscar el regulador robado.

Superman: Será un grupo de cinco. Cazadora, Zatanna, Chica Halcón, Flash y Supergirl, traigan ese procesador para utilizarlo y luego devolverlo – el grupo formado asintió y procedió a salir de la torre.

Linterna Verde: Buena suerte, señoritas – dijo bromista.

Flash: Te escuché, Hal.

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Ciudad Gótica

Regresando a la fantasía, Barbara Gordon fue corriendo rápidamente hacia la estación de policía de la ciudad; donde su padre, el comisionado James Gordon, estaba trabajando viendo unos papeles de un caso.

Barbara: ¡Papá!

Gordon: Hola, calabaza – dijo viendo llegar a su hija – ¿No deberías estar trabajando? Tu turno en la biblioteca era en la noche, según recuerdo.

Barbara: Sí, bueno, yo... tuve el impulso de verte – dijo algo nerviosa.

Gordon: ¿Todo bien, querida? – preguntó notando esto.

Barbara: Sí... – su atención se desvió hacia un mural en la estación con imágenes y dibujos de Batman – ¿Quién es él?

Gordon: ¿El Murciélago? Se hace llamar Batman, sólo es un vigilante – dijo restándole importancia.

Sin embargo, a la mente de Barbara llegaron imágenes del vigilante por las calles, de cómo aparentemente ella se convirtió en Batgirl, y de trabajar lado a lado con Batman estando en la Baticueva.

Barbara: ¿Tienes alguna idea de quién puede ser Batman? – preguntó interesada pero a la vez confundida.

Gordon: No creo que debas preocuparte por estas cosas. Hija, no hay nada de qué preocuparse, yo estoy aquí – dijo tomándola de los hombros, para después darle un abrazo – Esos vigilantes, no tienes por qué prestarles atención, ¿sí?

Barbara: Sí... seguro – dijo rompiendo el abrazo, y luego procedió a retirarse de la comisaría hasta que chocó de frente con alguien – Oh, lo siento, yo...

Cuando vio de frente a la persona que chocó, notó que se trataba de Bruce Wayne; y al instante vinieron imágenes de ellos dos compartiendo momentos amistosos ya sea en la ciudad o en la mansión del millonario.

Barbara: ¿Bruce?

Gordon: ¿Bruce Wayne? – dijo viendo también al pelinegro – Oh, seguro viene por lo del robo. Tranquilo, ya capturamos al idiota.

Bruce: Por el vigilante, ¿verdad? – dijo interesado en Batman.

Gordon: Parece que es el tema de moda – dijo irónico – Señor Wayne, le presento a mi hija Barbara – dijo tomando de un hombro a su hija.

Barbara: H-Hola...

Al igual que a la pelirroja, a Bruce le llegaron imágenes de Barbara en la mansión pero también en la Baticueva; donde ambos compartieron sus identidades de Batman y Batgirl.

Gordon: ¿Necesita algo más, señor Wayne? – preguntó sacándolo de sus pensamientos.

Bruce: No, sólo estoy más nervioso por lo del robo de lo que creí – dijo risueño para disimular, y entonces Gordon se fue a atender otro asunto.

Barbara: Oye, ¿tú también te sentiste raro? – le preguntó susurrando a Bruce.

Bruce: Sí, creo... creo que ya nos conocíamos – dijo confundido, siguiéndole el juego.

Barbara: No tiene sentido, ¿por qué? – en eso, Bruce vio por la ventana hacia el cielo nocturno de la ciudad, visualizando la famosa señal de murciélago con la que lo llamaban.

Bruce: Es lo que quiero averiguar – dijo serio.

El pelinegro, al ver la señal, tuvo varios recuerdos de él enfundado en un traje con temática de murciélago. Además de eso, vinieron imágenes de él luchando contra varios criminales, mafiosos, y sus villanos clásicos. Luego, la fundación de la Liga de la Justicia, y su flechazo al ver por primera vez a la Mujer Maravilla.

Por otra parte, Ben, Gwen y Max habían estacionado en un punto de la ciudad para descansar y comer algo. Extrañamente, el veterano había sugerido comprar unas pizzas en lugar de otra comida fuera de lo común, pero a los primos no les llamó la atención.

El castaño tenía su mirada puesta en la ciudad, pero no lograba resaltar nada de su interés. Además de la clásica iluminación de las luces de las calles, no había nada llamativo, un rascacielos que destacara sobre otros, sólo se veía un ambiente lúgubre e inquietante.

Ben: Oye, abuelo, quiero estar de tu lado con esto de Ciudad Gótica pero...

Luego, su mirada se posó en la señal de Batman, y eso le trajo unas memorias de él trabajando junto al vigilante; pero lo que llamó su atención fue que no se sintió como él, sino como si estuviera convertido en alguien o algo más.

Ben: ¿Qué me pasa? – preguntó masajeándose el rostro.

Gwen: Eso me pregunto, ¿qué te pasa? – dijo viendo el semblante de su primo – Haces estado muy distraído, más que de costumbre.

Ben: No lo sé, yo... – volvió a ver la Batiseñal – Voy a salir.

Gwen: ¿Salir a esta hora, en Ciudad Gótica? – preguntó tomándolo del brazo, impidiendo que se vaya – Ben, ¿qué pasa? No tienes que distraerte, tu familia está aquí – dijo preocupada, señalando a su abuelo – Basta de preocuparte por otras cosas, quédate aquí.

Ben: Estaré bien, regresaré – dijo calmándola tomando sus hombros.

Entonces, el castaño se fue en dirección hacia la Batiseñal; pero en el camino, notó en una pared un grafiti que decía la frase "¿Hay alienígenas entre nosotros?". Eso le trajo otras imágenes a su mente, de él presionando un reloj en su muñeca, una criatura de fuego, otra parecida a un dinosaurio, otra de cuatro brazos, y otra con antenas largas en la cabeza.

Ben: Esto no está bien – dijo más confundido, pero aún en camino a la Batiseñal.

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Metrópolis

Regresando a la realidad, los héroes designados por Superman habían llegado al lugar donde conseguirían el regulador que necesitaban. Flash había llevado con su velocidad a Zatanna, mientras que Chica Halcón fue volando. La última en llegar fue la Cazadora en una motocicleta.

Chica Halcón: Supongo que es aquí – dijo viendo el lugar.

Zatanna: Debiste aceptar su oferta de cargarte – le dijo a la vigilante.

Cazadora: No me gusta que los hombres me carguen – dijo bajando de la moto.

Flash: ¿Y qué hay de ella? – dijo señalando a Supergirl, quien llegó volando también.

Supergirl: Hola, chicas.

Flash: Ja, ja, ja – dijo riendo irónicamente, mientras Kara reía de verdad.

Cazadora: Soy más terrenal – luego preparó su ballesta – Ahora, tenemos una misión que cumplir.

Con eso dicho, los héroes ingresaron en los laboratorios del lugar a escondidas. Supergirl utilizaba su visión de rayos X para buscar más fácil a la ladrona, pero algunas paredes estaban recubiertas de plomo e impedían que revise completamente el lugar. Un momento después, Zatanna llegó junto a ella.

Zatanna: Si tan sólo estuvieran las demás aquí – dijo nostálgica.

Supergirl: Ah, bueno, tampoco es tan malo – dijo restándole importancia – La Cazadora y Chica Halcón también son buenas.

Zatanna: Kara, enserio – dijo deteniéndose, parándose frente a ella – Estoy segura que las otras lo sienten.

Supergirl: Y yo te dije que quiero escucharlo de ellas – dijo seria, y luego pasó de largo.

Zatanna: ¿Qué hay de malo con perdonarlas ahora? – esto hizo que Kara volteara a verla – Porque aunque lo niegues, tú también piensas que se arrepienten.

Supergirl: No quiero que parezca que hice borrón y cuenta nueva.

Zatanna: ¿Entonces es orgullo? – preguntó cruzando sus brazos.

Supergirl: Es porque me duele. Aún me duele – dijo algo molesta – Aprecio que intentes arreglar todo, Zee, pero no es tan fácil.

Con eso, la Chica de Acero siguió su camino para buscar a la ladrona, mientras Zatanna quedaba con un semblante de preocupación al no poder reparar del todo el error que cometieron antes.

Sin embargo, quien terminó encontrándose con la ladrona fue la Cazadora. Ella había llegado a una habitación de carga hasta que fue atacada por detrás por la villana, disparándole un rayo azul que la hizo estrellar contra un estante de metal.

La mujer, antes conocida como la doctora Laura Washington, era afroamericana, y estaba vestida con una chaqueta de cuero negro, pantalones ajustados del mismo color; pero lo que resaltaba era su brazo izquierdo cibernético, que utilizaba como arma para disparar rayos, un ojo biónico azul similar a los rastreadores de "Dragon Ball Z", y el regulador que estaba adherido al brazo derecho.

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Ciudad Gótica

Regresando a la fantasía, ahora nos centramos un poco en los dos héroes faltantes. Oliver Queen y Laurel Lance también habían llegado a Gótica en vehículo, y estaban en dirección a un hotel. En un semáforo en rojo, el arquero le dedicó una mirada a su pareja.

Oliver: Creo que me casé con la mujer más hermosa del mundo – dijo viéndola embelesado.

Laurel: Ollie, sólo es un vestido casual – dijo viendo su atuendo.

Oliver: Nada es casual en ti, cariño – dijo retomando la marcha.

Laurel: Y dime, ¿quién trae a su esposa a una cita en Ciudad Gótica? – preguntó con cierta ironía.

Oliver: Son sólo negocios – dijo riendo un poco – Una oportunidad se presentó para fusionar Empresas Wayne e Industrias Queen.

Unos minutos después, la pareja llegó al hotel donde se hospedarían. Dejaron el auto en el estacionamiento del edificio, y luego Oliver fue a recepción para informar que ya habían llegado. Por el lado de Laurel, ella estaba en la sala de estar esperándolo; pero le llamó la atención un canario negro en una jaula. Eso la hizo tener imágenes de ella luchando con un traje ajustado negro y medias de red, además de un poderoso grito.

Oliver: ¿Estás bien, Laurel? – preguntó llegando junto a ella, sacándola de sus pensamientos.

Laurel: Sí, sólo... ese canario fue... algo inusual – dijo confundida mirando el ave.

Oliver: ¿Un canario? Pareciera que hubieras visto...

Mientras él hablaba, logró observar un cuadro de Robin Hood colgado en una de las paredes del hotel; y el personaje le trajo imágenes de él vestido en un traje verde oscuro, con capucha, un arco y flechas, y algunas escenas de peleas.

Oliver: Un fantasma – dijo casi en voz baja, con una mirada extrañada.

Laurel: ¿Oliver? – dijo preocupada viendo su expresión.

Oliver: No es nada – dijo tratando de calmarla, pero había quedado algo confundido – Todo está bien.

Por otra parte, Ben había llegado a la Batiseñal en la azotea de un edificio, no estaba ubicada en el techo de la comisaría. El castaño se quedó admirando confundido la señal, como si fuera que encontraría una respuesta. Sin embargo, tenía un revoltijo de imágenes en su cabeza; de las cuales tuvo clara una de cuando, aparentemente, estuvo en la ciudad y rescató a una muchacha rubia.

Ben: Esto... esto es...

Bruce: ¿Quién eres tú? – preguntó serio, habiendo llegado junto a Barbara, y Ben tuvo otras imágenes de ellos dos en trajes negros con temática de murciélago.

Ben: Yo... yo los conozco – dijo señalándolos.

Bruce: Nunca te había visto.

Ben: Pues yo creo que sí – dijo intentando hacer memoria – No sé por qué, pero... creo que es así.

Barbara: Bruce, él vino hasta aquí al igual que nosotros – dijo seria, y luego se acercó a la Batiseñal – ¿Esto llamó tu atención?

Ben: Sí... – dijo asintiendo, aún intentando recordar – Estoy muy confundido ahora, y no sé por qué pero creí que aquí encontraría respuestas.

Barbara: No eres el único – dijo también confundida.

Bruce: ¿Cuál es tu nombre? – preguntó un poco más calmado.

Ben: Ben... Ben Tennyson.

Barbara: Ese nombre... también me suena – dijo señalándolo, recordando un momento de ellos en la mansión Wayne.

Bruce: Alguien viene – dijo sintiendo una puerta querer abrirse.

Para cuando la puerta se abrió, y unos oficiales salieron al techo, los tres ya habían desaparecido de allí. Bruce y Barbara se fueron por su lado, mientras Ben fue por otro; sin embargo, a los tres les sorprendieron la habilidad que tenían para irse sin llamar la atención.

Ben: ¿Qué rayos significa esto? – se preguntó más confundido, rascándose con más fuerza la muñeca del Omnitrix.

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Metrópolis

Dra. Laura: ¿Qué es lo que quieres?

Regresando a la realidad, la villana le apuntaba a la Cazadora con su brazo mientras la vigilante se recuperaba como podía; ya que el ataque fue sorpresivo y doloroso.

Cazadora: Robaste algo importante que necesito – dijo adolorida luego de levantarse.

Dra. Laura: ¿Hablas de esto? – dijo mostrando el regulador.

Cazadora: Sí, entrégamelo – dijo seria.

Dra. Laura: ¿O qué?

Cazadora: Tendré que arrebatártelo.

Dra. Laura: Eso lo dudo.

Al instante, la vigilante sacó su ballesta y comenzó a disparar contra la villana, mientras ella respondía con sus rayos. Sin embargo, la doctora la acorraló contra otro estante.

Dra. Laura: ¿Te das por vencida? – dijo confiada.

Cazadora: Apenas estoy calentando – dijo sarcástica pero seria.

Dra. Laura: Yo también.

Esta vez, la villana fue más rápida y disparó un rayo directo a ella; pero antes de que dé en el blanco, Flash apareció y la rescató con su súper velocidad hasta llevarla a un lugar seguro. Luego, el velocista fue contra la doctora y la golpeó rápidamente con sus puños envueltos en electricidad amarilla.

En ese momento, Supergirl y Chica Halcón aparecieron y Flash volteó a verlas con una sonrisa. Los héroes decidieron intercambiar lugares y la kryptoniana fue hacia Laura, la tomó y le dio un fuerte golpe que la envió lejos; hasta que llegó a la posición de Chica Halcón y esta la remató con un golpe de su maza, noqueándola definitivamente.

Flash: Fue increíble, chicas – dijo chocando palmas con Supergirl.

Chica Halcón: Parece que el regulador está muy unido a ella – dijo viendo el dispositivo.

Supergirl: Deberíamos removerlo.

Zatanna: Déjenmelo a mí – luego comenzó a usar su magia.

Cazadora: Gracias por salvarme – dijo masajeando un poco su hombro – Sólo no le digan a Pregunta sobre esto, ¿sí? – los demás sólo rieron ante eso.

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Ciudad Gótica

Regresando a la fantasía, todos los héroes secuestrados habían ido a dormir lo que quedaba de la noche. Por el lado de Oliver, este había tenido "pesadillas" (que en realidad eran sus recuerdos) sobre un naufragio en una isla, su padre suicidándose frente a él, su supervivencia y entrenamiento, y su regreso a Ciudad Star.

Todo esto hizo que el arquero se levantara de golpe al día siguiente, y luego se masajeó un poco la entre-ceja para volver en sí. Después, buscó a Laurel en el otro lado de la cama pero no la encontró, por lo que se levantó y la vio en la cocina con un conjunto deportivo.

Oliver: ¿Laurel?

Laurel: Buenos días, amor – dijo poniéndose la última zapatilla – Iba a salir a caminar, ¿desayunas?

Oliver: En realidad, creo que quiero acompañarte – dijo algo serio.

La rubia no cuestionó, esperó a que Oliver se alistara y ambos salieron a caminar a una pequeña plaza que había en las cercanías al hotel. El arquero todo el tiempo tenía su mente en lo que había soñado, y esto lo notó su esposa.

Laurel: ¿Todo en orden? – preguntó algo preocupada.

Oliver: Nada, yo sólo creo que... – hubo unos segundos de silencio, en donde él se quedó pensando – Tal vez debemos salir de aquí, hay que escapar.

Laurel: Oliver...

Oliver: Hablo en serio, no sé qué sucede conmigo, sólo sé que quiero irme contigo tan rápido como sea posible – dijo deteniéndose y tomándola de los hombros.

Laurel: Es muy dulce lo que dices, pero fuiste tú quien vino aquí por negocios.

Oliver: He estado teniendo cosas raras en mi cabeza – dijo suspirando un poco – No quiero olvidar que no me falta nada, y no quiero desperdiciarlo; y temo que voy a perderlo. Lamento si te confundo y si te asusto, pero lo único en el mundo que me interesa por ahora es que te amo.

La vigilante sólo pudo sonreír ante las palabras del arquero, y le acarició la mejilla para tratar de calmarlo. Sin embargo, su mirada se desvió hacia otra persona que caminaba cerca por la misma plaza.

Esta persona era nada menos que Ben, quien también había dormido un poco y luego quiso salir a caminar solo. Para Laurel, ver a Ben le trajo unos recuerdos de haber estado en Bellwood en una invasión alienígena, donde el castaño había resaltado como héroe junto a una chica rubia.

Laurel: Ese chico... – Oliver volteó a verlo también.

Oliver: ¿Qué pasa?

Laurel: Ya lo había visto.

Por el lado de Ben, este estaba pensativo sobre todo el remolino de recuerdos que tenía en su mente. Apenas podía hilvanar algunas cosas y otras las tenía muy confusas; pero algo era seguro, el castaño sospechaba que nada de lo que veía era real. Además, desde que comenzó a tener sus memorias, nunca dejó de rascarse la muñeca del Omnitrix; a pesar de que este todavía no se manifestaba.

Barbara: Llámame loca, pero creí que te encontraríamos aquí – dijo apareciendo a su lado, sorprendiéndolo un poco, junto a Bruce

Ben: Creo que no sé quién es el loco, en realidad – dijo algo serio.

Bruce: ¿Has paseado por la ciudad estos días? – preguntó mientras los tres caminaban – ¿Notado tal vez un edificio en particular que no debería estar?

Ben: Smoak Technologies – Bruce asintió – Sí, cuando viajaba con mi familia lo vi, y pensé que...

Bruce: No debería estar – completó su frase.

Barbara: Exacto – dijo señalándolo – Busqué información sobre esa compañía, y no hay nada.

Bruce: No sé qué sucede – dijo confundido – Desde hace tiempo tengo...

Ben: ¿Visiones? – tanto Bruce como Barbara asintieron – Sí, igual que si fueran memorias, también las tengo. ¿Qué está pasando con nosotros?

Bruce: No tengo idea, esto...

Barbara: Bueno, cuando yo comencé a tener esas memorias o como les llamen, intenté dibujar lo que vi – dijo mientras buscaba en su ropa – Normalmente, soy buena dibujando pero... – encontró el dibujo, el cual era el rostro de un Dominador visto de frente con un punto rojo en la cabeza – Esto es lo que logré – ambos hombres lo vieron sin reconocerlo – ¿Qué es?

Ben: No lo sé. Me vienen cosas que son como sueños, pero no lo son – decía muy confundido – No creo que nada de esto sea real.

Barbara: Somos reales – dijo segura – Quien nos ponga esto en la cabeza, creo que empieza a fallar.

Bruce: ¿Estás segura? Estoy con los Wayne, en su mundo – dijo serio pero pensativo – Estoy en un mundo donde jamás asaltaron a mis padres.

Barbara: No sé si sean recuerdos o sentimientos, pero creo que eres un héroe y no es por ningún asalto.

Ben: Esto no ha terminado – dijo preocupado – Van a defenderse de lo que sea que hagamos.

Bruce: ¿Defenderse? – preguntó extrañado – ¿Qué harán?

En ese momento, los tres voltearon para ver dos figuras acercarse. Una era la de un hombre mayor, con canas en los lados de la cabeza, barba de candado, un traje negro parecido al de un monje con una camisa blanca, y una túnica en forma de capa de color verde. Era el villano conocido como Ra's al Ghul. Junto a él, una figura parecida a un esqueleto viviente fornido, con placas de hueso con puntas en sus hombros, un atuendo negro con una línea roja en medio, guantes metálicos con garras, y la piel de su cabeza era verde. Se trataba de Khyber el Cazador.

Ben: Esto.

Después, tanto Ra's al Ghul como Khyber blandieron sus espadas, y luego ambos cargaron contra los héroes. Los tres sólo podían esquivar los ataques filosos de los villanos al no tener ningún arma para defenderse. En un momento, Barbara logró conectar un par de golpes a Ra's; pero no le afectaron mucho y este siguió atacando con su espada. Bruce intentó retener un brazo del villano, pero este logró derribarlo. Ben logró conectar un golpe contra Khyber y logró hacerle un barrido de piernas, pero el cazador se recuperó e intentó lastimar al castaño con su arma.

Al final, los tres héroes quedaron a merced de los villanos; pero antes de que pudieran rematarlos con sus espadas, un grito sónico los alejó unos metros lejos. Fue entonces que Laurel y Oliver aparecieron para ayudar a los otros; con Laurel logrando tomar la espada de Ra's y encajándosela en el vientre, mientras que Oliver tomó una navaja de Khyber y lo apuñaló en el cuello. Los villanos cayeron muertos, pero desaparecieron extrañamente al segundo que lo hicieron.

Laurel: ¿Cómo hice eso? – preguntó extrañada tomándose la garganta.

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Mansión Wayne

Luego de esa pequeña pelea, los cinco héroes por fin estaban reunidos y fueron a una ubicación para conversar mejor. El lugar elegido fue la mansión de la familia de Bruce, donde fueron al jardín trasero para tener privacidad.

Ben: Bien, esto es difícil de explicar.

Laurel: Pues intenta hacerlo – dijo seria, y Ben miró a Barbara.

Barbara: Creemos... creemos que somos una clase de alucinación en conjunto.

Laurel: ¿Qué? Es una locura – dijo incrédula – No tanto como gritar muy fuerte, pero está muy cerca.

Barbara: Creo que eso era tu Grito del Canario, es tu súper poder – dijo logrando recordar algo.

Oliver: ¿Qué? Nada de lo que dices parece tener sentido, nada de esto en absoluto – dijo muy confundido y también incrédulo.

Ben: Bueno, si tú también estás como nosotros, significa que también tienes visiones – dijo algo exasperado – ¿Qué es lo último que recuerdas?

Oliver: No lo sé.

Ben: Intenta recordar – luego se calmó un poco – Antes de venir ayer, ¿qué es lo que recuerdas que pasó?

Entonces, el arquero comenzó a hacer memoria y logró recordar parte de la pelea de Ben y Supergirl contra la Liga de la Justicia; más precisamente, la parte donde él rescataba a Zatanna luego de quedar noqueada.

Laurel: Te vino algo a la mente – dijo dándose cuenta – Oliver, cariño, concéntrate.

Oliver intentó seguir recordando la lucha, aunque no fue mucho puesto que él no participó de ella. Sin embargo, sí recordó las partes que observó por el monitor de la Torre Metro además del comienzo del ataque; así como también el fin de la lucha y el cómo eran secuestrados los cinco.

Oliver: Hubo una pelea – dijo recordando – Y creo que nos llevaron a cinco de nosotros.

Bruce: ¿Llevaron a dónde?

Oliver: No lo sé – dijo negando.

Barbara: De acuerdo, dijiste cinco – luego señaló a todos los héroes – ¿Somos todos?

Oliver: Creo que sí. Si esta es una clase de sueño o una alucinación en conjunto, ¿entonces cómo despertamos? – preguntó preocupado.

Bruce: Saliendo de aquí. Smoak Technologies, el edificio – Barbara asintió – Tal vez la razón por la que parece tan extraño es porque es la forma de salir de aquí.

Barbara: Lo que aquí signifique – dijo un tanto sarcástica.

Luego de esa conversación, los héroes decidieron ponerse en marcha; pero sus mentes les jugaron una mala pasada a Bruce y Ben. Frente al millonario, antes de que se fuera, aparecieron sus padres y se les pusieron enfrente.

Bruce: Ah, lo siento, yo...

Thomas: Hijo, tienes que calmarte – dijo viendo el estado de Bruce.

Martha: Sí, por favor – dijo poniendo una mano en su hombro – Actúas como un extraño.

Thomas: A tu madre y a mí nos preocupa que si no paras este comportamiento inestable, nada de esto va a terminar bien – dijo algo serio – Recuerda, Bruce, ¿por qué caemos?

Esa frase le trajo recuerdos al vigilante, de un momento cuando era niño y cayó por un pozo hasta un nido de murciélagos, siendo este el origen de su miedo a estos mamíferos. Después, su padre lo sacó y lo calmó con esa frase, que se completaba con la respuesta "para aprender a levantarnos".

Bruce: ¿Qué? – dijo confundido.

Thomas: Considéralo, por nosotros, la compañía.

Martha: Esta es tu vida ahora – dijo intentando convencerlo, pero Bruce dio un largo suspiro.

Bruce: No lo es.

Entonces, el millonario pelinegro le dio un fuerte abrazo a su madre y se permitió romperse un poco soltando unas lágrimas; y después repitió la misma acción con su padre, y a la par intentaba guardar en su mente este momento a pesar de que no era real.

Bruce: Lo lamento – dijo soltando a su padre y retirarse.

Por el lado de Ben, frente a él se había aparecido la figura de Gwen, quien parecía muy preocupada por el castaño. Este se le adelantó y le dijo que tenía que irse, y que no volvería.

Gwen: ¿Por qué quieres irte?

Ben: Porque nada de esto es real – dijo apenado y cabizbajo – No lo es, Gwendolyn. Quisiera que fuera verdad pero no lo es – luego dio un largo suspiro – No puedo quedarme, prima, por mucho que quiera.

Gwen: ¿Por qué no? ¿A dónde irás? – dijo tomándolo de los hombros – No sabes lo que te espera allá afuera.

Ben: Tengo una responsabilidad, hay personas que cuentan conmigo.

Gwen: ¿Ahora te crees una especie de superhéroe? Ben, tú no eres un héroe, eres Ben Tennyson – dijo comenzando a derramar algunas lágrimas – Mi primo que siempre me hace fastidiar con su actitud despreocupada y arrogante, el primo con el que comparto cumpleaños. Aquí tienes una vida feliz, con tu familia, con el abuelo, conmigo – hubo unos segundos de silencio – No eches todo eso por la borda por un tonto sueño de niños.

Ben: No es un tonto sueño, es lo que soy – decía serio pero seguro y firme – Porque desde aquel verano, yo tengo una gran responsabilidad. No lo hago por la fama o por un sueño, lo hago porque es lo correcto. Y tengo que irme porque aún hay mucho por hacer.

Gwen: Por favor, no – dijo abrazándolo muy fuerte – No quiero perderte.

Ben: No lo harás – dijo respondiendo el abrazo – Jamás me perdiste, tonta – dijo con una pequeña sonrisa – Sólo tomamos caminos separados, seguimos nuestras vidas.

Entendiendo que su mente trataba de retenerlo con la culpa de haber dejado a parte de su familia para seguir siendo un héroe, Ben simplemente le hizo frente a ese sentimiento y rompió el abrazo con Gwen. Antes de irse, le dio un beso en la frente como aquella vez que quedaron dentro del Ultimatrix y se fue con el resto de los héroes.

Ben: ¿Somos todos? – Laurel le asintió.

Oliver: Déjenme ver si entendí. Tenemos que llegar a un edificio que aparentemente no existe – Ben le asintió.

Bruce: Lo que hagamos, hay que hacerlo rápido; porque lo que los Dominadores nos hayan hecho, deben haber puesto trampas – decía serio pero preocupado – Serán manifestaciones de nuestras memorias diseñadas para mantenernos aquí.

En ese momento, una flecha se incrustó en el hombro izquierdo de Laurel; pero a pesar de sentir dolor, pudo quitársela fácilmente. Frente a ellos, se manifestaron las figuras de cuatro villanos: el Guasón, Jason Todd/Red Hood, Malcolm Merlyn/Arquero Oscuro, y Daniel Brickwell/Brick.

Bruce: ¡No son reales! – exclamó molesto.

Laurel: Pues parecen muy reales en este momento – dijo con ligeros nervios.

Los villanos no contestaron, y los héroes decidieron acercarse para pelear. Bruce fue con el Guasón, Barbara fue con Red Hood, Oliver y Ben fueron contra Brick, y Laurel fue contra el Arquero Oscuro.

Guasón: Así es, Batman, estoy contigo hasta en tus pesadillas – dijo riendo, mientras peleaba a su manera contra el vigilante.

Red Hood: Me abandonaste, así como todos – dijo con resentimiento luego de bloquear un golpe de Barbara.

Arquero Oscuro: Infortunadamente, esto será menos satisfactorio que liquidar a tu hermana – dijo peleando con su arco, mientras Laurel se defendía con la flecha con la que fue atacada.

Bruce peleaba como podía con el Guasón, debido a la forma sucia que el payaso tenía para defenderse usando golpes bajos y ataques por la espalda; hasta que el millonario logró derribarlo en el suelo.

Oliver y Ben peleaban duro contra Brick, pero era complicado debido a la piel resistente del villano metahumano; aún así, se las ingeniaron para lograr derribarlo e intentar noquearlo en el suelo sin mucha suerte.

Laurel por su lado luchaba mano a mano en un duelo parejo con el Arquero Oscuro, usando ella todo su entrenamiento en artes marciales de diversos maestros; mientras que el arquero villano se defendía con su entrenamiento en la Liga de las Sombras.

Barbara y Red Hood era un duelo similar, ambos usando su entrenamiento directo de Batman; pero la diferencia era que el vigilante era mucho más violento que la bati-chica, y ella ya le había quitado un arma de fuego.

Ben: Qué extraño – dijo oculto detrás de un arbusto – Hay un enemigo para todos menos...

Hola, Ben.

En ese momento, un pequeño escalofrío recorrió la espalda del castaño al sentir esa voz grave pero conocida para él. Se dio vuelta para ver la enorme figura de su máximo adversario posarse frente a él con una mirada molesta.

Ben: Tenía que hablar – dijo frustrado.

Vilgax: No te alcanzará la vida para arrepentirte por haberme mandado al Vacío – dijo molesto para después intentar darle un fuerte golpe a Ben, quien lo esquivó rodando en el suelo.

Ben: Eso fue hace años.

Barbara: ¡Ben, tu muñeca!

El castaño miró hacia su muñeca izquierda, la cual no había parado de rascarse todo el tiempo, para ver que ahora por fin tenía el Omnitrix. Ben sonrió confiado para activarlo y convertirse en su forma Vaxasauriana.

Humungosaurio: ¡HUMUNGOSAURIO!

Ahora, habiendo igualado tamaño y fuerza, Ben comenzó a pelear mano a mano contra Vilgax en un duelo que hizo distraer a los demás debido a que ambos colosos ocasionaban pequeños temblores con sus ataques.

Esto fue aprovechado por los héroes. Bruce logró hacerle una llave al Guasón, y luego lo asfixió lo suficiente para dejarlo inconsciente. Barbara recibió un disparo de Red Hood en un costado; pero aún así logró conectarle dos golpes y una patada al rostro, para rematarlo con un golpe en la nuca que lo noqueó. Ben aprovechó una apertura en la defensa de Vilgax y logró darle un cabezazo que desorientó al villano, después lo derribó en el suelo con un empujón y posteriormente le dio un poderoso golpe con sus dos puños al rostro para dejarlo fuera. Laurel por su parte logró quitarle el arco al Arquero Oscuro para después soltarle a quemarropa su fuerte Grito del Canario, enviándolo unos metros lejos y dejándolo abatido.

Laurel: ¡Ollie!

La vigilante le lanzó al arquero el arco y la flecha que tenía para que los utilice contra Brick, disparándole al ojo derecho y dejarlo fuera de combate. Cuando eso pasó, todos los villanos caídos se esfumaron, y Laurel se acercó a Barbara para ayudarla a moverse. Ben regresó a su forma normal, y luego todos asintieron para retirarse hacia la que creían la salida.

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Smoak Technologies

Todos los héroes entraron al edificio, recorrieron un par de pisos, pero no encontraban nada que indicara que fuera una salida. Además, no tenían idea de dónde buscar.

Ben: Muy bien, ¿y ahora qué? – dijo confundido.

Oliver: No soy un genio pero creo que eso no debería estar ahí – dijo señalando una especie de portal dimensional abierto en un brillo verde – O esa es la salida, o chocamos los talones tres veces diciendo "no hay lugar como el hogar".

Bruce: ¿Y si eso no funciona? – preguntó ignorando el chiste.

Laurel: Tiene que funcionar – dijo seria – Se le acaba el tiempo.

Bruce: Vámonos.

Con eso, todos los héroes procedieron a cruzar el portal. Laurel y Barbara fueron las primeras, siendo seguidas por Bruce y Oliver. Ben fue el último en cruzar, pero...

– Estamos orgullosos.

El castaño se detuvo en seco ante esa voz, y luego volteó a ver una especie de holograma de su madre; el cual no movía la boca a pesar de hablar, y le sonreía todo el tiempo. Pero la figura de Sandra no era la única, también estaban las de su padre Carl, su abuelo Max, su prima Gwen, su mejor amigo Kevin, y su novia Kara.

Sandra: Tu amigo estaba en peligro, tenías que ayudarlo.

Carl: Hijo, te vimos en acción, sabemos de lo que eres capaz. Claramente sabes lo que haces.

Kevin: Me dio gusto que aparecieras cuando más lo necesitaba. Eres mi mejor amigo.

Gwen: El reloj no te hace especial, tú lo eres. Confiamos en ti, Ben, todos nosotros.

Max: Es el movimiento más lógico, más seguro y más sensato; pero no es el movimiento que haría Ben. Tú confías en las personas, les das segundas oportunidades.

Kara: Hiciste esto por más tiempo y me enseñaste muchas cosas. Tú llegaste, y yo no esperaba nada de ti. Pero me convenciste de lo contrario, y me hiciste pensar que podría tenerlo todo.

Las frases que Ben escuchó las reconoció, pues en algún punto de su vida todos ellos se las dijeron en persona. El castaño sonrió casi saliendo una pequeña lágrima, les asintió a todos ellos, y luego cruzó el portal.

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Lugar desconocido

Ben despertó de la fantasía de los Dominadores, mientras veía que los demás ya lo habían hecho o lo estaban haciendo. Todos tenían ligeros mareos, y se quitaban un dispositivo que tenían en sus cabezas.

Laurel: ¿Dónde estamos? – preguntó confundida.

Ben: ¿Estás bien? – le preguntó a Barbara, viendo que se tomaba la zona donde recibió el disparo.

Barbara: Sí, tal vez no fue real pero aún así duele demasiado – dijo seria pero adolorida.

Oliver: Amigos... deberían ver una cosa – dijo preocupado viendo una ventana.

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Metrópolis

Torre Metro

Regresando con los demás héroes, el grupo que fue a buscar el regulador ya había regresado de la misión. Inmediatamente, el profesor Stein fue a trabajar nuevamente en intentar descubrir dónde estaban los secuestrados. Luego de un tiempo, el profesor regresó.

Flash: ¿Hubo suerte con el regulador que le quitamos a Cyber-Mujer?

J. Rusch: No sabía que esa chica tenía nombre de villana – dijo levantándole el pulgar, en señal que le gustó el nombre.

Prof. Stein: El regulador sirvió, pero no pude traducirlo – dijo algo apenado mientras enseñaba una tablet – Lo que recuperamos de su tecnología fue un montón de bytes aleatorios.

Flash: ¿Qué? No, no, no – dijo viendo lo que parecía una "lluvia" de datos – Esto no tiene pies ni cabeza.

Detective Marciano: Parece gematría – dijo viendo la lluvia, pero todos quedaron con una expresión de confusión – Gematría es la numerología de la Torá.

Superman: En hebreo, cada letra posee un valor numérico – dijo viendo que los demás seguían confundidos – La gematría es el cálculo de la equivalencia numérica de las letras, palabras, o frases.

J. Rusch: ¿Significa que el idioma de los Dominadores se basa en el Antiguo Testamento? – preguntó escéptico e irónico.

Detective Marciano: O comparte similitudes – dijo mientras descifraba los datos – Hay referencias de cinco terrícolas cautivos aquí, y la señal se está emitiendo en... -3.127 latitud, -23.7987 longitud.

Cazadora: No puede ser, las coordenadas geográficas no tienen números negativos – dijo extrañada.

Chica Halcón: Eso... si no estás en la Tierra – dijo seria.

Supergirl: Están en el espacio – dijo preocupada.

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Espacio exterior

Ese mismo dato habían descubierto los héroes secuestrados, quienes no perdieron tiempo e intentaron escapar escabulléndose por los pasillos de la gran nave de los Dominadores. En este momento, se escondían de dos Dominadores que pasaban caminando y hablando algo en su idioma.

Ben: Ingeniosos – dijo recordando a dónde estaba ubicada la nave – Están ubicados del lado opuesto a la Atalaya, y a una distancia de seguridad de los satélites de los Plomeros.

Bruce: Bien, ¿y cómo buscamos la salida?

Ben: Honestamente, no lo sé – dijo levantando los hombros – Todas las naves espaciales son diferentes, pero tenemos que encontrar el hangar.

– Y ahí es donde entro yo – dijo una voz apareciendo detrás de ellos, y todos voltearon a ver asustados.

Ben: Profesor Paradox – dijo aliviado.

Paradox: Hola, joven Ben – dijo sonriendo.

Ben: Ahora entiendo lo de recordar quien soy – dijo señalándolo – ¿Nos mostrarás la salida?

Paradox: Así es, y el tiempo es crucial si queremos llegar a la Tierra para el siguiente movimiento – dijo viendo su reloj de bolsillo, luego comenzó a moverse delante de ellos – Por aquí, por favor.

El viajero del tiempo guió por unos pasillos a los héroes en dirección al hangar, hasta que se toparon con dos Dominadores en el camino.

Paradox: Señor Queen, tome el arma – dijo señalando un arma parecida a unas vertebras colgada en una pared.

Oliver tomó la misma y disparó una especie de láser amarillo parecido a fuego contra los Dominadores, logrando derrotarlos fácilmente. Luego, siguieron avanzando.

Paradox: A la derecha, fuego – Oliver miró hacia un pasillo a la derecha y le disparó a un Dominador – Por detrás – el arquero volteó y le disparó a otro.

El grupo siguió avanzando tranquilo por la nave, mientras Paradox señalaba hacia donde debían ir moviéndose rápidamente con sus habilidades del tiempo. Así fue hasta que logró llevarlos a su destino.

Paradox: Es aquí – dijo mientras los héroes veían el hangar – Los veré abajo para lo que sigue.

Ben: ¿Y qué es lo que sigue?

Paradox: Todo a su tiempo, Ben – luego desapareció en un brillo blanco, haciendo suspirar al castaño.

Laurel: ¿Sabes volar una de estas cosas? – le preguntó a Ben viendo las muchas naves que habían.

Ben: Bueno, si nos organizamos, podremos todos.

Con eso, los héroes abordaron como pudieron una de las naves; las cuales tenían cinco asientos para poder pilotarla. Sin embargo, cuando subieron, quedaron confundidos ante qué hacer.

Oliver: Listo, ¿ahora qué?

Bruce: ¿Barbara?

Barbara: Ah, sería bueno buscar el manual del propietario – ella vio un panel táctil frente a ella y lo presionó, aparentemente encendiendo los motores – Y pensar que papá quería que vaya a un internado en Inglaterra.

La nave salió por un conducto de la nave nodriza, y fijó el curso directo a la Tierra; pero los Dominadores se dieron cuenta y mandaron miles de naves más para perseguirlos.

Bruce: ¡Sujétense, nos van a disparar!

Laurel: ¿Cómo lo sabes? – preguntó incrédula, y en ese momento sintieron un impacto.

Bruce: Yo lo haría.

Las naves que iban al frente dispararon todo su fuego contra la nave de los héroes; quienes al no tener una manera de guiar manualmente la misma, se preocupaban con cada impacto que sentían.

Ben: No duraremos mucho si seguimos así – dijo activando el selector holográfico del Omnitrix – Tengo que llamar a un especialista.

Luego, el castaño se transformó en su forma de Mecamorfo Galvánico conocida como Ultra-T. Posteriormente, se fusionó con la nave y tuvo control completo sobre ella, elevando la velocidad para escapar de los Dominadores.

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Metrópolis

Torre Metro

Ultra-T: Estamos por aterrizar, abróchense el cinturón.

Ben había logrado llevar a los demás por la atmósfera terrestre, pero el aterrizaje no fue suave debido a que las naves Dominadoras estaban hechas para estrellarse en lugar de un aterrizaje seguro. Aún así, Ben hizo que el mismo no fuera tan turbulento y movido.

Aterrizaron en las afueras de la Torre Metro, donde los demás héroes que estaban allí se percataron y salieron a ver. Al principio, creyeron que era otra nave con fines invasores; pero al ver a los héroes bajar, se aliviaron mucho. Por su lado, Kara de entrada ya sabía que eran ellos, puesto que había reconocido el patrón de colores de Ultra-T en la nave.

La Mujer Maravilla fue rápido y abrazó a Bruce, luego hizo lo mismo con Barbara. Flash se acercó a Oliver y Laurel para ver que estuvieran bien. Cuando Ben se separó de la nave y regresó a su forma normal, también fue recibido con un abrazo por parte de Supergirl.

Superman: Hola, chicos – saludó luego de los abrazos.

Linterna Verde: Lindos atuendos, ¿de compras en el espacio? – dijo viendo sus ropas parecidas a las de hospital.

Bruce: Sin bromas – dijo serio.

Flash: Tienen suerte que en la Torre hay repuestos de sus trajes y equipos – dijo riendo un poco.

Con eso, todos entraron en la base de la Liga de la Justicia para resguardar las identidades de los héroes secuestrados, antes de que la gente se amontonara en el lugar debido al aterrizaje de la nave.

Laurel: Ollie necesita un calmante, lo llevaré a la enfermería – dijo tomando del brazo a su esposo.

Oliver: Cariño, no hace falta...

Laurel: No me discutas – lo calló con un dedo en sus labios.

Ben: Tenemos otros problemas – dijo serio mientras llegaban al centro de operaciones – Al fusionarme con la nave, revisé la tecnología que los Dominadores usaron para controlarnos. Si recuerdo bien, era algo como una interfaz neuronal.

Mujer Maravilla: ¿Y eso qué significa? – preguntó confundida.

Ben: La alucinación en conjunto mantenía nuestras mentes ocupadas, mientras los Dominadores buscaban información – decía preocupado – Creo que no nos eligieron al azar.

Bruce: Nos eligieron por ser los más vulnerables – dedujo serio.

Ben: Y a mí por ser la mayor amenaza – dijo apenado.

Barbara: ¿Pudiste averiguar cuál es su plan?

Ben: No encontré mucho, pero había algo sobre un arma – dijo algo confundido – Estaba casi completa.

Chica Halcón: Perdón por interrumpir, chicos, pero hay buenas y malas noticias – dijo con una tablet en manos – La buena es que los Plomeros acaban de comunicarse, dicen que lograron rastrear la nave nodriza de los Dominadores.

Superman: ¿La mala?

Chica Halcón: Que lo lograron porque está en curso directo a la Tierra – dijo preocupada.

Todos los presentes pusieron rostros de frustración y preocupación; mientras que, en el espacio, la nave de los invasores se aproximaba a velocidad media hacia la atmósfera terrestre.

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