Oulx. Italia.

20 de enero del 2020

ARES

Tras enterarme de la ejecución del código siete, mandé a mis mejores hombres en busca de mi propio grupo de semidioses. Por desgracia, mi misión para frustrar los planes del Concilio fracasaron y los Elegidos van camino al Olimpo. Maldito pajarraco, siempre interfiriendo en mis planes.

Luego de la batalla de Roma, me instalé en una cabaña de paso en el pequeño pueblo de Oulx, al norte de Italia, para usarlo como punto de encuentro. Varios minutos después, la puerta de la cabaña se abrió anunciando la llegada de seis jóvenes escoltados por varios de mis hombres.

– Bienvenidos chicos, mi nombre es Ares, dios de la guerra e hijo del grande e ingenuo Zeus, dios supremo y portador del rayo. Preséntense –

Los cincos se notaban confundidos y muy a la defensiva.

– ¿Qué hacemos aquí? – preguntó uno de los chicos.

– Los han elegido para una misión especial, pero para eso necesito que me juren lealtad absoluta –

– Sigue soñando que nos entregaremos a ti tan fácil lunático – respondió de manera desafiante.

– Mira gusano, tu vida y la de todos en este planeta están en peligro, así que ayúdame y los recompensaré con lo que deseen –

– ¿Peligro? –

– Así es, fueron escogidos para ayudarme a salvar al mundo de una gran amenaza, los dioses principales de varias culturas se han vuelto corruptos y arrogantes. Pero un grupo de dioses se dieron cuenta de este crimen y fueron expulsados y perseguidos, como yo, a tal punto que nos hemos escondido en lugares como estos. Ahora estos dioses están decididos a destruirnos y necesitamos su ayuda para vencerlos, de lo contrario, el mundo se llenará de caos y destrucción –

Los chicos se tomaron un tiempo para procesarlo.

– Danos un tiempo y lo pensaremos –

– Lo siento muchachos, la respuesta debe ser ahora –

– Es demasiado pronto como para darte una respuesta –

– Si queremos ganar, debemos empezar su entrenamiento lo antes posible. Cada día que dejen pasar, es un día que pierde el mundo. Quizá, para dentro de una semana ya no quedará ninguno de los rebeldes con vida y el mundo se sumergirá en el caos inmediato –

– No lo sé, esto es demasiado surreal como para ser cierto – comentó una de las chicas.

– Sé que es difícil de procesar, pero el destino del mundo radica en ustedes –

– Necesitamos pruebas –

– Bien, bien. Presten atención a lo que les mostraré – dije encendiendo el televisor. Puse a reproducir la batalla del Olimpo y algunas partes de la batalla de Roma.

– Ambos combates sucedieron en las últimas dos semanas, la última justamente ayer. Ambas terminaron con pérdidas importantes en ambos bandos, por esa razón los necesito, para evitar que más personas mueran en los campos de batalla venideros –

Los chicos entraron a solas a uno de los cuartos. Media hora después, salieron para darme su veredicto final.

– Aceptamos –

– Perfecto, empezaremos su entrenamiento mañana mismo. Por hoy podrán estar con sus familias para que se despidan –

– Espera. Tenemos una condición. Queremos que protejas a nuestras familias a toda costa –

– Bien, serán llevadas a nuestra fortaleza, donde serán vigilados y protegidos por fuerzas de élite –

– Yo no lo haré – dijo una de las chicas.

– ¿Cómo te llamas pequeña? – pregunté.

– Soy Lucía, y no me llames "pequeña" –

– Me encanta tu carácter Lucía, ¿Segura de que esa es tu última palabra? Serías un gran eslabón para el grupo –

– Lo siento, pero no me siento bien en este lugar y en esta situación, esa es mi decisión –

– Bien, recuerda que perderás la seguridad que le brindaremos a tu familia y a ti –

– Correré el riesgo –

– Está bien. Capitán, llévela a su casa – le ordené dándole la señal para matarla en el trayecto.

Lucia salió escoltada por dos guardias. Sinceramente, ella era una de las más aptas para la misión, tenía el carácter y le poder de decisión auténticos de un líder. Lástima tanto desperdicio de dones. Pero no puedo dejar cabos sueltos.

– Muy bien muchachos, preséntense –

– Mi nombre es Oscar y tengo dieciocho años –

– Soy Sofía, tengo diecinueve años –

– Mi nombre es Alejandro, tengo la misma edad que Oscar –

– Soy Roberto y tengo diecinueve años –

– Y yo me llamo Helena y tengo diecisiete años–

– Bien, han elegido con sabiduría su bando –

– Ahora ¿Alguno de ustedes conoce a los Elegidos? –

– ¿Tienes fotos de ellos? – preguntó Sofía.

– Las fotos – ordené.

En un momento. uno de mis soldados sacó un paquete esparció algunas fotos de los Elegidos.

– Los conocemos – respondió Roberto.

– ¿Por qué tienen fotos de ellos? – preguntó Helena.

– Ellos han sido reclutados por las fuerzas del Concilio para formar semidioses como lo van a ser ustedes –

– Pero si son buenas personas –

– El Concilio pudo haberlos engañado para que cooperaran con ellos –

– En ese caso debemos rescatarlos –

– Todo a su tiempo Helena. Ahora volvamos al tema –

– Solo diré que son unos idiotas – dijo Roberto.

– Lo dices porqué él te pateo la cara – Dijo Sofía entre risas señalando la foto de Pablo.

– Me tomó de sorpresa, la próxima vez que lo vea le enseñaré a respetar –

– Mataría para ver eso – respondió Sofía

– Aun así, te vencería – comentó Helena.

– ¿Por qué dices eso? –

– Pablo y su amigo, Esteban, son hijos de veteranos de guerra y recibieron entrenamiento militar hace un par de años en un campamento de supervivencia, es por eso que él te venció fácil y también explica cómo Esteban contuvo a Pablo, ya que él es mejor en defensa personal. Así que no tienes oportunidad –

– Eso no lo creo – intervine. – Aunque admito que las habilidades de ambos son admirables, no tendrán oportunidad contra lo que ustedes serán luego de su entrenamiento. Los convertiré en los humanos más poderosos, los convertiré en semidioses –

– Lo ves, al fin lo venceré –

– Valla que tienes un orgullo muy grande – intervino Sofía.

– Dejemos eso a un lado muchachos. Helena, pareces conocerlos mejor que otro en esta sala, así que dame información –

– No lo haré. No si es para hacerles daño –

– Mira, te prometo que seré lo más humano posible con ellos. Al final del té, nuestra misión también es sacarlos de las garras del Concilio, así que pueden vivir y seguir sus vidas sin percances –

Helena se mantuvo algunos segundos dudosa por su posible respuesta, pero al final conseguí mi objetivo.

– Bien. Pablo y Esteban son grandes amigos, casi como hermanos. Fui novia de Pablo y sé que es capaz de muchas cosas por la gente que le importa. A demás, estoy casi seguro de que Pablo siente algo por Camila. Pero de ellos no sé nada.

– Yo sí, yo fui novio de María unos pocos meses y sé que es gran amiga de Esteban y Camila. Es sentimental y un poco débil, no será una gran molestia. Por lo contrario, Camila se ve que es más fuerte, pero creo que es solo una pantalla –

– ¿Alguien sabe de ellos dos? –

Nadie habló.

– Así que a ellos dos no los conocemos, eso los convierte en los miembros más peligrosos hasta no conocer más sobre sus fortalezas y debilidades –

– Hasta ahora no veo rivales que no podamos vencer – comentó Oscar.

– El problema es que ustedes no han recibido Ningún entrenamiento. Además, todos ellos ya saben disparar, lo que los convierte en verdaderas amenazas, así por ahora se limitarán a obtener el entrenamiento necesario. Ahora descansen, mañana será un día duro. Nos volveremos a ver dentro de dos días –

Los chicos aceptaron y se retiraron.

Espero que esta nueva adquisición cumpla con mis expectativas, ya que esta podría ser mi única carta bajo la manga.