Roma. Italia

7 de enero de 2020

PABLO

Acabo de llegar a Roma desde Madrid, y todo por seguir mi sueño de ser arqueólogo.

Al llegar al aeropuerto fui directo a recoger mi maleta a la zona de espera, la cuál aún no había salido por la banda transportadora. Entonces la vi, esperando sentada en una silla para recoger su maleta como todos, rubia, ojos color miel y una mirada que me hipnotizaba. Sin duda es la chica más hermosa que he visto. No sé cómo no me di cuenta de ella en el avión.

Habían pasado un par de minutos y ella estaba hablando por celular con una ligera mirada de preocupación, al parecer de lo que hablaba no era nada bueno. De repente, salió de la sala con su maleta muy rápido olvidando su suéter en la silla donde se había sentado, creo que la llamada hizo que tuviera prisa.

Tomé el suéter y salí corriendo lo más rápido que pude en busca de aquella chica, pero al llegar al terminal, noté como un río de personas invadían la habitación era como encontrar una aguja en un pajar, no logré encontrarla.

Al volver a la zona de espera de equipaje mi maleta ya estaba ahí, la tomé y salí de aquel lugar un poco desanimado.

Al salir del aeropuerto, tomé un taxi y me dirigí al lugar que llamaría hogar, el apartamento donde vive mi mejor amigo con sus padres cerca de la universidad. Todo el recorrido pensé en aquella chica y el tener que encontrarla para devolverle su suéter, y de paso conocerla.