LOS PROBLEMAS DE SER UN DIOS
Roma. Italia.
19 de enero del 2020
JENNIFER
Llegué junto a un grupo de guardias a Roma hace un par de horas acordando con Horus vernos frente al coliseo romano mientras que Hermes iba a encontrarse con otro de los elegidos. Pero ya llevo más de una hora parada en este lugar como una tonta. Entonces apareció dentro de la multitud.
– ¡¿Dónde estabas?! ¡Te estoy esperando desde hace una hora! – Le grité con mucha rabia.
– Lo siento Jennifer, tenía que atender una emergencia – respondió dirigiéndose a la camioneta en la que había llegado.
– ¿Qué clase de "emergencia"? – comenté disgustada mientras entraba en el vehículo.
– No encontramos a uno de los elegidos, así que tuve que hacer algunas llamadas –
– ¿Por qué no solo utilizas tus poderes para localizarlo? –
– No es tan sencillo, no podemos utilizar nuestros poderes mientras estemos cerca a mortales. Son las reglas –
– ¿Ni siquiera para una emergencia? –
– Lamentablemente no es posible. Tan solo imagina que revele mi verdadera forma. El pánico que desataría entre los humanos al ver a un ser humanoide con aspecto de halcón Alzando vuelo tranquilamente –
– Buen punto. En ese caso, odiaría ser una diosa, siempre ocultándose de los humanos y disfrazándose para poder caminar con ellos –
– Esos son los problemas de ser un dios, pero te acostumbras con los siglos –
– Yo no podría vivir así, ese no es un elemento, quedarme eternamente recluida en un palacio celestial rodeada de otros iguales a mí y con la posibilidad de cambiar el mundo actual, pero sin poder hacerlo. Eso no lo podría tolerar –
– Desgraciadamente ese es el modelo actual. Me gustaría ayudar a la humanidad como antes, pero eso ya no es posible, al menos no ahora –
– ¿Por qué ya no nos puedes ayudar? –
– Porque ya no soy igual de fuerte a como era hace un par de milenios, además, en estos momento hay otros dioses predominantes que deberían encargase de eso –
– ¿Y eso? ¿Envejeces? –
– No exactamente, verás, hay dos tipos de dioses. El primero, son los dioses que obtienen su fuerza de lo que llamamos "Elixir sagrado", que es un especie de líquido azulado brillante creado a partir de las plegarias y oraciones de los humanos, al cual pertenecen los dioses benévolos o que conceden deseos, el único problema es que estos dioses son los más fáciles de matar, ya que lo único que hay que hacer es asesinar a todos sus seguidores. El segundo, son los dioses que obtienen sus poderes directamente de la supremacía de su elemento. Estos son un poco más difíciles de matar, pero es solo cuestión de destruir el elemento y se debilitará, por ejemplo, Ares, aumenta su poder en tiempos de guerra –
– ¿Y los dioses que vamos a enfrentar de que clase son? –
– La mayoría hacen parte del segundo tipo, aun así, ustedes tendrán el doble de fuerza que nosotros en nuestra situación actual –
– Otra pregunta, si aún hay dioses del primer tipo, ¿Cómo siguen vivos? –
– Eso es gracias a que todas las culturas, prediciendo un declive, lograron almacenar una gran cantidad de elixir como para de vivir un par de siglos más –
– Valla, Así que no durarán mucho –
– No si no logramos que los humanos vuelvan a adorarnos –
– Pero primero debemos asegurarnos de sobrevivir, de lo contrario, todo esto no serviría de nada – dijo Hermes a través de una pantalla incrustada en el espaldar del asiento del conductor.
– ¿Cómo nos escuchaste? –
– Gracias al radio que tiene Horus a su costado –
– Valla forma de espiar –
– ¿Hay alguna pista de Sergio? – preguntó Horus.
– Hasta ahora nada, pero ya estamos revisando las cámaras del aeropuerto en busca de alguna pista –
– Señor, lo tenemos en las cámaras de la terminal – habló un soldado a través de la pantalla.
– Muéstrale el video a Horus –
– Sí, señor –
Un par de segundos después, la imagen de Hermes se minimizó quedando a un extremo de la pantalla que ahora dominaba el video de seguridad del aeropuerto. En él, un chico de mi edad era perseguido por un grupo de soldados hasta noquearlo y llevárselo.
– Señor, logramos localizar su celular – comentó de nuevo el soldado.
– Excelente. Capitán, prepárese. Tenemos un rescate que efectuar. Horus, te enviaré las coordenadas del punto de encuentro. Nos reuniremos allí en una hora – ordenó Hermes cortando la transmisión.
– Bien Jennifer, parece que este día acaba de ponerse interesante – comentó Horus mientras tronaba sus dedos.
Parece que el viaje a nuestra reunión acaba de convertirse en una misión de rescate.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top