Roma. Italia.

7 de enero del 2020

PABLO

Llegamos a la casa de campo de Esteban que estaba sobre una colina a las afueras de Roma, tenía una maravillosa vista de la ciudad. Estaba rodeada por una fina capa de nieve que cayó la noche anterior. Ya eran un poco más de las seis de la tarde y ver el atardecer fue algo hermoso.

– Que maravillosa vista – dije asombrado.

– Espera a verla en el solsticio de verano – decía Esteban mientras preparaba una salsa para papas fritas.

– Espero que me invites a verla – le dije mientras acomodaba las sillas.

– Sabes que esta también es tu casa y que puedes venir cuando quieras. Es más, aquí tienes tus llaves – me dijo mientras me lanzaba una llave que sacó de uno de los cajones de la cocina.

– ¿Tu padre aprobó esto? –

– Si, él mismo la mandó a hacer, sabes que mis padres te quieren como a un hijo –

– Vaya, cuando venga tu padre le agradeceré –

– ¿Quieres una copa de vino? –

– Si, por favor, me gustaría probar el vino italiano –

– ¿No has tomado vino italiano nunca? –

– No, solo español y francés –

– Muy bien, toma y prueba este delicioso vino de la cosecha del treintaisiete, fue una de las mejores cosechas, solo hay tres botellas y se sirve exclusivamente para ocasiones importantes –

– ¿Y que celebramos hoy? –

– Celebramos la llegada de mi hermano de otra madre, además de que esta será la mejor fiesta que hallamos organizado –

– ¿Más que la de tu anterior cumpleaños? –

– Ok, esa nadie la podrá superar –

En el cumpleaños número dieciocho de Esteban, con unos amigos, tratamos de imitar la fiesta de la película de Proyecto X, solo que esta vez, aprovechando los contactos de un primo de ellos que era organizador de grandes eventos, logramos contactar algunos DJs para que nos acompañaran. Además, alquilamos una villa con playa privada a las afueras de Barcelona, fue una fiesta de dos días sin descanso, lo que empezó con un poco más de doscientos invitados, para el final de la fiesta habían aproximadamente mil personas que iban siendo atraídas por la música.

– Esa si fue la mejor fiesta de todos los tiempos –

– Exacto ¿Y cómo está la familia? –

– Bien, un poco tristes por mi partida, pero creo era lo mejor para estudiar y hacerle honor a la familia –

– Esa es la idea, más cuando tu padre es un gran arquitecto –

– Si, espero que le vaya bien en su nuevo proyecto –

– ¿Cuál? –

– Terminar la construcción de la Catedral de la Sagrada Familia en Barcelona –

– Así que él la va a terminar, que mejor honor que terminar tan colosal estructura después de doscientos años –

– Sí, estamos orgullosos de él, se estima que la construcción terminará en un par de años –

– Vaya, eso es mucho tiempo –

– Si ¿Y cómo están tus padres? –

– Bien, ahora están en un viaje de negocios en china, planean expandir la empresa poniendo una nueva tienda en Shanghái –

– Así que los perfumes son un buen negocio –

– Si, nos ha ido bien, el año pasado hubo una ganancia de casi diez mil dólares solo en las tiendas de Francia e Italia –

– Eso es mucho dinero y ¿Cuántas tiendas tienen? –

– No tengo idea del número de tiendas, solo sé que tenemos tiendas en Alemania, Francia, Italia, Holanda y Bélgica –

– Dile a tu padre que ponga alguna tienda en España, así podré comprar una para mí –

– Solo dime si quieres una y yo te la regalo, tengo muchas en mi cuarto, sabes qué, espera – dijo mientras entraba a uno de los cuartos. – Toma – dijo lanzándome una colonia.

– Gracias, huele bien– 

– Si, la uso de vez en cuando, ahora ayúdame a mover esta mesa –

Terminamos de ordenar en un par de horas y nos disponíamos a recibir a los invitados que poco a poco iban llegando.

Una hora más tarde ya la fiesta había empezado. Durante todo el tiempo, Esteban estuvo presentándome sus amigos, Así como algunas chicas. Luego de hablar con un par de chicas, Esteban me llamó para que conociera a su mejor amiga.

– Hola, mucho gusto, Pablo – dije con una sonrisa.

– María, un placer conocerte, Esteban me ha hablado mucho de ti –

– Espero que te haya dicho cosas buenas– dije mirando a Esteban

– Si, no para de hablar de su fiesta de cumpleaños –

– Esa fue una buena fiesta –

– "Buena" no es el término que utilizaría – agregó Esteban.

– Muy bien hermano. Los dejo un momento, voy por algo de tomar, ¿Quieren algo de tomar? –

– No Pablo, gracias–

– Así estoy bien hermano–

– Vale, ya vengo– dije mientras me dirigía a la mesa con las bebidas.

Mientras me servía un poco de ponche logré observar que María llamaba a una chica extrañamente parecida a la chica del aeropuerto que estaba en la mesa de los aperitivos al otro lado del lugar. Creo que mi curiosidad se ha activado.