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Mi trabajo como psiquiatra conllevaba enterarme de múltiples cosas que la gente común preferiría nunca saber. Vivir en ignorancia de varios hechos a veces era lo mejor.

Pero había decidido ayudar a la gente con los demonios de su mente, su alma y su conciencia. Bien se dice que en la cara más bonita o serena puede estar escondiéndose un asesino o un psicópata.

Pero realmente quiero hablar de uno solo en particular. Hasta ahora no había tratado con alguien de su calibre en toda la extensión de la palabra.

No había tratado con un síndrome de Stendhal, mucho menos con alguien que lo padeciera y que además lo hubiera vuelto un asesino.

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El síndrome de Stendhal sucede cuando hay una gran cantidad de belleza artística en cortos periodos de tiempo y están todas concentradas en el mismo lugar. Puede abarcar desde una obra hasta a una persona misma.

Son muy contados los casos pero los hay y cada uno es único, los síntomas pueden variar y el tratamiento depende de la magnitud de cada persona.

Park ChanYeol tenía 23 años cuando lo encontré en aquella institución para enfermos mentales. Aquel día había ido para echar un vistazo a las instalaciones por una buena oferta de trabajo y Byun BaekHyun, un enfermero, me estaba dando un recorrido.

El chico me acompaño hasta el jardín y fue cuando vi a un alto muchacho de cabello rojo sentado en el pasto. Baek lo miro con mucha tristeza y se acercó a cubrirlo con su propio suéter. El pelirrojo cantaba mientras jugaba con un anillo.

—YiXing dijo que vendría en cuanto terminara su turno en el museo. Estoy muy feliz porque ya quiero verlo y darle esto. —era lo único que repetía mientras sonreía. Baek solo asintió y vi el esfuerzo que hacía para no llorar.

Desde ese momento comencé a preguntar por aquel chico de grandes orejas y quede más que anonadado. Sentí la impotencia de BaekHyun cuando me dijo que nadie quería tratarlo y que ya había estado tres años en aquel estado de regresión voluntaria. No dije más y me ofrecí para tratarlo.

Las primeras sesiones no tuvieron mucho resultado hasta que decidí preguntarle por aquel muchacho que tanto mencionaba.

—YiXing es la obra de arte más hermosa de todas. Lo amo y es solo mío. —su respuesta me dio pie para formular muchas más preguntas y descubrir todo lo que estaba en su cabeza.

ChanYeol me conto como fue que conoció a YiXing y se quedó prendado de él.

El pelirrojo asistía a la universidad como contador en sus 19 años y cierto día tuvo que ir a hacer un trabajo a un museo. YiXing, entonces de 17 años, trabajaba como guía y le toco ayudar a ChanYeol a orientarse. El síndrome empezó a dispararse por la cantidad de obras de arte y termino por descontrolarse cuando el "chico del hoyuelo" apareció y lo lleno de luz con su bonita sonrisa.

ChanYeol dijo que le gustaba tanto aunque lo hiciera sentir tan mal. Dijo que YiXing había sido esculpido para él y que nadie más podía tocarlo, que el dolor que sentía al acercarse a donde él trabaja o a su persona misma, solo era un obstáculo para ganárselo.

El pelirrojo enloqueció hasta el punto de acosar a YiXing y asustarlo. BaekHyun dijo que el chico de cabello azabache nunca pensó mal de ChanYeol e intento ayudarlo pero fue el mismo pelirrojo quien lo hecho a perder.

Secuestro a YiXing en un arranque de ira al verlo con un alto rubio de mirada fría y lo mantuvo encerrado hasta que llamo al mismo BaekHyun, pidiéndole ayuda.

Saber el resto de la historia me hizo sentir vacío. BaekHyun estallo en lágrimas mientras me contaba todo pero yo quería escucharlo del mismo protagonista. Y eso hice.

ChanYeol me tenía confianza y a la siguiente sesión le pedí que me contara donde estaba YiXing. Creí que seguiría con su ilusión pero esta vez su mirada no fue animada y me miro con tanto dolor que me estremecí.

—estaba muy molesto porque no tenían que tocar algo tan hermoso como YiXing...

— ¿Por qué no?

—porque él era solo mío, lo habían esculpido para mí y debía quedarse en una vitrina de cristal para protegerlo. — tan pronto dijo eso empecé a rememorar los síntomas de su síndrome. Aunque intente encontrarle lógica, ChanYeol había combinado su problema con la obsesión y la locura.

— ¿entonces qué hiciste?

Sus manos se separaron y su mirada se entretuvo en el anillo en su palma. Suspiro y sonrió de manera amarga. —estaba cegado. Le grite y apreté su cuello con mis manos...— escucharlo tan lucido y cuerdo solo lo empeoraba. Me hizo pensar que todo el tiempo había estado cuerdo. —No pude detenerme... no hasta que sus manos dejaron de empujarme...—su voz se rompió y se agarró el rostro, llorando con fuerza.

Tal como lo había dicho: ChanYeol mato a YiXing asfixiándolo.

Deje que el chico llorara y de desahogara hasta que dijera basta. No dejo de pedirle perdón a YiXing ni de decirle que quería verlo de nuevo aunque no pudiera tocarlo jamás.

El síndrome de Stendhal desencadena una seria de síntomas provocados por la extrema belleza de una pieza de arte o una persona... un artista. Park ChanYeol volvió a Zhang YiXing su preciada obra de arte, su máxima representación de la belleza y en el peor de sus ataques psicóticos le había matado.

ChanYeol se marchó aquella tarde con la promesa de que descansaría y regresaría para que pudiéramos tratarlo. Me limite a asentir para dejarlo marchar y suspire agotado por todos los sentimientos encontrados.

A la mañana siguiente, BaekHyun me aviso entre lágrimas que ChanYeol había muerto. Al parecer fue un infarto fulminante en medio de su sueño. No supe si aliviarme o sentirme aún más triste.

Solo pude pensar que ChanYeol por fin podría ir con su preciosa obra de arte.