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"─ ¿Y era una mujer? –dijo un hombre mientras entraba a la pequeña tienda en la que trabajo, se veía enojado– aagh, ya veré que le hare a esa.
Apenas dijo aquello el hombre cortó la llamada golpeando la pantalla de su teléfono con el dedo, así rectifiqué que estaba muy frustrado pues lo había echo con una fuerza innecesaria. Me dio gracia su actitud, pero me sentí mal por la supuesta chica. Regresando con el hombre, tomó tantas chucherías como le fue posible y se acercó al mostrador, cuando me vio su rostro se deformo aún más, tuve que aguantar la risa.
─ ¿Alguien más que atienda? –dijo ferozmente–
Pensé durante unos momentos, si decía que estaba sola posiblemente me iría mal, no es por ser cobarde –o tal vez si– pero que más hacer, un típico truco mío tuve que usar.
─ Es momento de su descanso, yo atiendo señor –contesté tratando de usar mi mal humor para mostrar una sonrisa–
En minutos ya había cobrado lo que debía a aquel hombre, una tremenda curiosidad rascaba mi mente al grado de no poder soportarlo. Trague saliva y hable:
─ Señor, ¿qué es la mujer?
El hombre tan solo me miró, una risa socarrona se formó desde el fondo de su garganta. Por unos segundos dudé si era estúpida o valiente.
─ Que raro que una niña lo pregunte, creí que alguien de tu edad ya estaría informado–tomó uno de los refrescos por los que había pagado y lo destapo– Pero estas aquí, con un trabajo y lugar no digno de ti.
«Vamos, ya casi obtienes tu respuesta» me repetía a mí misma mentalmente, como un freno para evitar golpear ese regordete rostro.
─ Pero bueno, esta familia siempre me confunde... La mujer –comenzó– es un accesorio, como una linda camisa, unos lindos zapatos. ¿Y sabes cuál es su mejor pose? Lo único que puede reconocerse de ellas.
Negué con la cabeza.
─ Te daré una pista, es lo único que saben hacer desde siempre.
─ Señor no entiendo, sea directo por favor –dije ya harta–
─ ¡Claro! –contestó alzando los brazos, como si hubiera alguien más allí– ¡Eres mujer después de todo y no entiendes nada! Solo se ven bien después del sexo. Sudorosas y envueltas en sabanas y mejor aun cuando ellas se niegan.
Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo, no me di cuenta cuando el hombre salió de la tienda. El resto de la noche me sentí mas ansiosa de lo normal."
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