XVIII.
“Tienes que comer, ya sabes que eres libre de usar las tarjetas para pedir comida.” Dijo Jungkook, ni siquiera saludo, solo entro al departamento como si estuviera en su propia casa, ya estaba acostumbrado a frecuentar al lugar después de todo.
“Es que no tengo ganas.” Dijo cansado, su apariencia era desaliñada, ojerosa y cansada, solo andaba con batas y en pijama, apenas salía de su habitación. “Pero gracias, lo tendré en cuenta.”
“Por favor.” Sonrío. “Tienes que estar fuerte y sano.”
“¿Para qué? Siento que mi vida está terminada, me siento solo y—” Fue interrumpido.
“No estás solo, estoy aquí contigo.”
Parecía que el gato le había comido la lengua al omega, o eso pensaba Jungkook, desde que le menciono que estaba para él Jimin se quedó sin palabras, aturdido por la clara confesión. No estaba solo, nunca lo estaría, desde que había perdido a su padre Jungkook no se le había separado y si se tenía que husmear en los sentimientos del omega; aquello le hacía sentir muy bien su compañía le hacía olvidar todo lo malo.
Jimin estaba muy deprimido, ya ni siquiera podía llorar porque se había secado en tristeza, no veía a nadie y no hablaba con nadie que no fuera Jungkook, la única vez que salía de su cama era para recibir su visita. Siempre que hablaba con él sentía una inmensa paz, sentía que todo estaría bien; como Jungkook le decía.
“Gracias.” Sonrío. “Nunca podré compensar todos los detalles que tienes para mí, gracias por tu compañía.”
“Ya basta de agradecimientos, siempre estaré para ti, no importa que.”
El omega solo asintió, sonrió y pasó a la cocina para servir en un plato la comida que Jungkook le había traído. El alfa tomó asiento en una de las sillas del comedor esperando a Jimin, miro por todos lados y se dio cuenta que un cuadro en particular había sido quitado de la pared, aquel que empotraba la felicidad de Jimin y Taehyung en uno de sus viajes durante su noviazgo. El alfa sonrió dichoso, el paso había sido abierto.
“No me dí cuenta cuando lo trajiste, pero esta sopa es de mi restaurante favorito, ahí siempre íbamos a almorzar mis padres y yo cuando era un niño, me trae tan buenos recuerdos.” Comentó Jimin mientras se acercaba a la mesa con la sopa que Jungkook le trajo. “Huele deliciosa, me abrió el apetito.”
“Que bien.” Sonrío. “Tuve un buen acierto después de todo.”
“Buena intuición.”
Jungkook sabía cómo tratar a Jimin, sabía lo que le gustaba y lo que le apasionaba así que las conversaciones siempre iban por ese lado, le hacía creer que tenían muchísimo en común y eran compatibles. Era hora de mostrarse como un pretendiente ante el omega, ya no podía seguir haciéndose pasar como solo su cuñado.
“¿No quisieras ir a un spa? Así podrías relajarte y por un momento distraerte, conozco muchos cerca.” Ofreció, le cansaba ver a Jimin tan demacrado, tenía que verlo apetitoso para meterse en su piel. “Anda, acepta, te hará bien.”
“Bueno, solo porque me lo aconsejas.” Sonrío cuchareandose un poco más de la sopa. “Tengo que sobreponerme, como dices, mi papá no hubiera querido verme así. La vida continúa y tengo que honrar su memoria.”
“Es hora de que vuelvas a tus clases también.”
“Hace mucho que deje de ir, supongo que es tiempo de retomar la danza, así dejo de pensar tanto.”
“¿En qué?”
“En Taehyung.” Dijo en un susurro. “Me atormentó pensando dónde estará, me atormenta el solo pensamiento que esté mal o…”
“¿O?”
“Con otra.” Dejó de comer, su apetito se perdió en cuanto volvió a pensar lo que tanto hacía eco en su cabeza en las noches.
“Es absurdo, Jimin. No pienses así.” Dijo Jungkook acercándose a él. “Mi hermano no podría, sería muy tonto si lo hiciera.”
“¿Por qué?” Se levantó de la silla y caminó de lado cruzándose de brazos. “Ahora es un magnate millonario, no sería descabellado que este disfrutando todo el dinero y el poder que ahora tiene, no se comunicó conmigo por más de tres días y no tuvo una explicación para darle cuando se lo reclame, está muy lejos de mi y no se me hace descabellado que se vaya divirtiendo con otros.”
“Tu idea es descabellada por el simple hecho de que mi hermano sería estúpido al arriesgar tu compañía por una aventura, no creo que sea tan tonto para perder a alguien como tú.” Le dijo mirándole profundamente a los ojos, yendo por el alma de Jimin y su cursilería romántica como tanto le gustaba.
“Eso es lo que tú piensas, no lo que Taehyung piensa.”
“¿Y eso importa? Cualquier hombre con dos dedos de frente se daría cuenta de lo afortunado que es al tenerte a su lado.”
Jimin sonrió y desvió la mirada al sentir que sus mejillas se sonrojaron.
“Siempre eres tan gentil, muchas gracias.” Dijo y sucumbió a los deseos de su alma, dió un paso adelante y abrazó a Jungkook.
Ambos se abrazaron fuertemente, sosteniéndose con sus manos y pegados a sus corazones, Jimin cerró los ojos mientras escuchaba su propio corazón acelerarse. El omega pensaba que tenía mucho en común a Jungkook, le gustaban las mismas cosas y sentían pasión por lo mismo, y lo más importante, ambos habían sentido el mismo dolor de perder un pilar importante en su vida.
Jimin sentía que el dolor lo unía a Jungkook, el mismo dolor que le había alejado de Taehyung.
Lo que no sabía era que, tenía más en común con Taehyung referido en aquel dolor pues fue él quien se arrodilló frente a la cama de su padre para llorar su pérdida; tal cual había hecho Jimin. Pero no pensó en eso, porque en su mente solo estaba Jungkook y solo él.
Había ocupado su cabeza todos estos días, solo pensaba en cómo se sentía al estar a su lado y como había estado para él cuando más lo necesitaba. Estaba muy agradecido por tenerlo cerca.
Pensaba en su cercanía y el afecto que tenía mientras lo abrazaba. Sintiéndose seguro entre sus brazos, en las nubes recostándose en su hombro.
Jungkook, a diferencia de Jimin, tenía los ojos abiertos, inspeccionaba el aire y el aroma dulce del omega, analizaba la situación y comenzaba un nuevo plan en su cabeza.
Había visto un cambio en el omega hace mucho, no lo comento con nadie, pero la duda estaba ahí. Conocía su aroma muy bien, pero de un día para otro este cambio haciéndose más dulce y con un aroma que no podía distinguir, ahora que lo tenía tan cerca sabía lo que sucedía.
Estaba en cinta y era el primero en saberlo. El primero y único en notarlo, claro, no dejaría que Jimin supiera de su estado porque no le convenía. Este niño tenía que alejarlo aún más de Taehyung.
Su hijo tenía que separar a la pareja recién comprometida.
“Siempre contarás conmigo.” Dijo Jungkook separándose de Jimin. “Si necesitas algo, solo hablame y estaré aquí.”
“Gracias.” Sonrío.
El dolor los había unido y el hijo de Taehyung los ataría. Era un hecho.
¿Cómo te sentirías al saber que un hijo tuyo va a separarte de Jimin? Pensó. ¿Para que pregunto? Si nunca lo sabrás, te dolerá tanto está traición que terminarás perdiendo la cordura ¿no?
🩸
aclaración 🗣️ Jimin no se da cuenta que anda preñadito porque prácticamente Jungkook lo tiene dopado en sus feromonas y solo siente lo que Jungkook quiere que sienta, al ser un omega receptivo siente mucho más las feromonas de un alfa y jk siendo alfa dominante puede controlar muuuuy bien lo q siente Jm a traves de sus feromonas jeje
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