Capítulo XXV

Turquía (Ankara)


    Las misiones fueron realizadas en alrededor de un mes, le tomo a los dos grupos divididos que indicó el señor Atticus, mientras el líder Nohán hizo su trabajo, aunque sentía el descontento de ella, que sólo se puso en posición de seguir las órdenes, que se le asignaron ya devuelta en la base de organización todos y cada uno le dieron su día de descanso, algo que aprovecho al máximo; por lo cual Isla fue a tomar una buena ducha, para sacar el estrés que últimamente sintió.

Para cuándo ingreso en su dormitorio, vio todo el lugar con suma cautela, siempre lo hacía a la hora de cualquier eventualidad que se presentará descarto personas enemigas, se sentó en su espaciosa cama con sábanas oscuras, se fue quitando su ropa de a poco, hasta quedar en ropa íntima en color morado, junto con sus pies descalzos llegó al baño, cerró su puerta y se quitó lo que restaba de ropa. Estando en el interior de la ducha, se dejó relajar por el agua caliente que le brindada, puso las manos sobre los azulejos del baño, que es de cerámica pulida en color beige, sus ojos los tenía cerrados para solo dejarse descargar de tanto trabajo y las constantes pesadillas nocturnas que lastimosamente debe seguir teniendo, por más que lo intente están ahí; atormentando cada noche al cerrar sus ojos; dónde se levanta al no tener más sueño y decide entrenar hasta bajar su molestia, es algo con lo que ha tenido que vivir y desea algún día que se vaya.

Mientras se asea su cuerpo con total parsimonia, se detiene al sentir unas manos fuertes sostener su cintura con precaución, algo que la hace poner alerta, abriendo sus párpados siente un beso cargado de promesa en su cuello e inhalar su piel, sintiendo su nariz rodear su nuca y cuello; lo que la pone en alerta; dándose la vuelta para ver a un fornido hombre de cabello negro y ojos grises sonreír como el idiota que es, negó para sí subiendo sus manos por sus brazos, tocando pecho y abdomen a su antojo, para dejarlos descansar en su cuello, reflejando en la iris de él, las ansias de tenerla así de esta forma tan íntima.


— Seni özledim Belicosa'm (Te extrañé mi Belicosa) — hablo en turco, con esa voz tan sexy que posee.


— Görüyorum canım ama yorgunum ve yakın olmak istemiyorum. (Eso veo querido, pero tengo cansancio y no deseo intimar) — fue tan directa, al decirlo con total seriedad.

Por un momento logro ver, un deje de tristeza que fue reemplazado con algo de rapidez de su parte, pero volvió hablar.


— No hay problema, te puedo dar un masaje eso te relajará.


— No está mal, te tomaré la palabra Nohán, ahora debo salir de aquí, si deseas puedes bañarte, te espero afuera. — Fue todo lo que dijo, al alejarse por completo de él, saliendo de la ducha y tomar una toalla.


Enseguida se colocó la toalla en su cuerpo y dejo a Liam tomar el baño con comodidad, algo que el aludido no le gusto; pero respeto su decisión. Al estar en su armario busco un pijama de shorts en negro y camisa morada de tirantes, se aplicó crema corporal, antes para estar fresca.

Luego fue a su cama quitó las sábanas, para acomodar las almohadas y dejar el espacio que necesita; se dio la vuelta al oír la puerta del baño ser abierta, allí salió Liam con una toalla en su cintura la miro y sonrió de lado fue por un extremo de la habitación tomo el pantalón de chándal en color gris, se lo colocó sin problemas, sin tener que usar ropa interior lo notó, negó por lo bajo.

Se quedó sin camisa fue otra vez al baño, tardo alrededor de cinco minutos, trajo consigo un ungüento que ella conocía bien, por ser un regalo de su colega japonés, se lo dio al hacer una visita por una misión que tuvo que hacer; la mirada de Liam fue clara invitándola a acostarse boca abajo, para el comenzar con la labor de hacer el masaje, no le refuto fue directo hacer lo indicado, pero se quitó la camisa de tiritas sin pudor, ya él conocía su cuerpo de pies a cabeza.

Cuando se acostó bien, las palabras de Nohán le llegaron en susurros.


— Solo relájate... debo operar y no deseo quejas. — informó, lo que ella sonrió de lado, por decir esa tontería.


— Trabaja tonto, o sino te puedes ir. — él río por lo bajo, pero comenzó su labor.


Ya en dos minutos, fue colocando la crema para ir haciendo movimientos envolventes en su espalda, luego fue a su cintura; donde ella se relajo, por la suavidad que emprendía, aún siendo tan musculoso llegaba hacer bueno con las manos, sin tener ese pizca de fuerza, sino todo lo contrario. Es decir; cada masaje que le brindaba la hacía sentir más tranquila y serena, por momentos soltaba leves gemidos de gusto, teniendo sus ojos cerrados nunca se dio cuenta, cuando cayó dormida, fue inevitable no verlo Nohán, dando resultado el masaje que ella requería.

Poco después; fue directo al baño se lavo bien las manos, dejando sus manos impecables salió y la detallo tan hermosa con su espalda descubierta su piel blanca con tonos de bronceado en todas partes, además de su rostro, del lado derecho durmiendo con total quietud le agrado verla tan tranquila; a pesar de ser fuerte de carácter, estiró un poco su cuello de todo el trabajo que hizo; no quiso perder más tiempo y decidió integrarse en la cama se acostó del otro extremo, la jalo a su lado con las sábanas cubriendo ambos cuerpos, dejando que sus brazos la tomen como protección, algo que siempre hace al dormir a su lado, acercó su nariz a su cabello sedoso con olor a mora una fruta ácida, pero buena de disfrutar, curvo una sonrisa y decidió dormir; dejando por sentado la noche larga que tuvieron. A pesar de tener muchas misiones y más en ver cómo Isla mato a otro más, de lo que parece es una lista por como le dejo un mensaje en su cuerpo; a personas que pronto harán su aparición delante de ellos, solo espera estar preparado.


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