Las confesiones siguieron ya entrada la noche. Por muy buena o mala suerte, no me había tocado aún confesar algo, incluso cuando Yoongi tuvo la oportunidad de besarme, no lo hizo. Se limitó a beber su shot y continuar la armonía del lugar.

A J-hope nunca le pasó por la mente eso de los besos, en cambio solo hizo una confesión en toda esa noche.

-¿Es necesario confesarme? -preguntaba con los ojos algo achispados por la bebida- No tengo mucho que confesar mmm... Quizás confesaré que he estado viendo últimamente ropita de bebé.

Comencé a toser, el aire era frío en la zona montañosa y el sol se había ocultado ya. Me disculpé para ir por un abrigo y dejé a J-hope con su reciente fijación en la ropa de bebé.

Sentía las miradas de todos detrás de mí pero no quería que me vieran ponerme nerviosa.

¿Cuándo fue la última que lo hicimos? Negué y despejé mi mente de ese pensamiento maternal. Cómo le había dicho a la señora Jung: éramos muy jóvenes.

La habitación que me habían asignado era una que estaba en la última casita, aquella donde alguna vez J-hope y Jimin se aventuraron a explorar a mitad de la noche. Y la verdad es que si daba miedo, estaba toda a oscuras y la única luz era la que proyectaba el frente de la casa anterior.

Abrí la puerta y casi tropiezo con mi mochila y otras maletas que estaban en la entrada. Encendí la luz y la estancia se iluminó de forma cálida y acogedora. Coloqué mi mochila arriba de uno de los sillones blancos y busqué algún abrigo. Pero, no llevaba ninguno. Lo había olvidado en la mansión. Me di un fuerte golpe en la cabeza con la palma de mi mano.

-¿Y ahora como voy a quitarme el frío de aquí? -pensé en voz alta.

-No hay necesidad, estoy aquí.

Me giré justo a tiempo para verlo cerrar la puerta a sus espaldas y venir en mi dirección. Mi cuello se asomó en automático por la abertura de las cortinas de las ventanas que daban al exterior.

-¿Qué haces aquí, J-hope? -Module mi voz a un susurro- Te pueden ver, alguien puede venir.

-Jmm, no me importa. Saben que compartimos casa. Somos compañeros ahora de habitaciones aquí -señaló el par de maletas a mi lado- es mi equipaje.

-Entiendo, bueno -miré a todos lados, intentando ver a donde fuera menos a su rostro, aún estaba algo molesta con él por ignorarme en las horas previas- veré si hay una manta en la habitación para volver con los demás.

Me encaminé a la que supuse era mi habitación. Encontré una pequeña manta doblada en la cabecera de la cama, sobre las almohadas. Me estaba por envolver cuando sus brazos lo hicieron en su lugar y di un pequeño respingo.

-Perdoname por lo de ayer -el susurro de su voz en mi oído le hizo cosquillas a mi cuello- debí dejarte dormir conmigo nuevamente y hablar las cosas pero me sentía mal por lo de mi familia. Tenía tiempo de no pelearme con Ji Woo.

Ji Woo, aquí vamos de nuevo. Tenía que pensar con lógica y no toda atrabancada como ayer.

-Entonces perdoname también por como me comporté ayer. Pero estaba cansada de sus falsas acusaciones. Desde que llegué -hice una pausa, preguntándome si era el momento adecuado para decirle todo lo que me había hecho su hermana...- desde que llegué, ella y yo no nos llevamos bien. Cree que te voy a lastimar.

-Es mi única hermana y es mi hermana mayor. Eres la única chica que ha entrado y convivido en mi casa. Es lógico que se sienta así. Siempre nos hemos cuidado entre los dos.

-Ella me amenazó con unas tijeras el día que fuimos de compras -lo solté al fin. Lo escuché suspirar y apretar la quijada.

La había cagado, eso sin duda alguna.

-Lo sé, me lo confesó ayer entre lágrimas. Mañana quiere ir a tomar café contigo para pedirte disculpas, a ti y a tu abuela.

-¿Enserio Ji Woo dijo eso? -me sorprendió que quisiera estar en un mismo lugar que yo.

-Sí -me besó un costado de la frente y me apretó más en sus brazos- Entonces... ¿Estamos bien tu y yo?

Me giro sin salirme de su abrazo, me acomoda un mechón de cabello y yo le correspondo con un corto pero afirmativo beso.

-Debemos de volver con los demás, J-hope.

Me apartó de él y sigo buscando el abrigo que sé que no tengo.

-¿Tienes frío? -pregunta y sin yo contestarle, abre una de sus maletas y busca una sudadera para mí.- Toma, ponte esto, no quiero que pesques un resfriado estando acá.

Dudo un momento en ponerla pero él al ver qué no la tomo, viene y me la coloca.

-Perfecta, si alguien pregunta diles que te la presté.

-¿Qué es lo que pretendías hace un par de horas, lo de... tomarme la mano y preguntar si ya sabían que me quedaba en tu casa?

Es buen momento para aclarar eso. J-hope se limita a volver acomodar su maleta y se lleva sus manos a la cadera.

-¿Tú qué crees que pretendía?

-Amm, yo... -me muerdo el labio inferior y miro al suelo de madera.

-Quería decirles que estábamos saliendo, eso quería.

-¿No crees que es peligroso decirles? -sigo mirando al suelo.

Me da miedo que me vea a los ojos porque en estos momentos el recuerdo de las fotos de Lola se vienen a mi mente y soy incapaz de contener mis lágrimas de frustración por la situación en la que nos he metido.

-Bien, no les diremos de lo nuestro hasta que pase algún tiempo. Además tú no tienes que ir pronto a América ¿No?

-No -le miento y me encamino a la salida, antes de que me mire a los ojos y sepa la verdad.

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Bajamos a la casa grande, aquella noche, bajo la luz de luna y alrededor de una fogata hecha por Jungkook y Taehyung, todos nos sentamos a cenar el rico pescado que Seokjin y Suga pescaron por la mañana. Namjoon estaba repartiendo platos y vasos a todos.

-¿Hyung, por qué no tocas un poco la guitarra? -Jimin sacó la guitarra del estuche y se la entregó a Suga. Este negó y siguió al frente de la parrilla.

Me acerqué entonces y Jimin me sonrió para darme un lugar al lado de él.

-¿Es eso de J-hope? -preguntó Suga después de girar por un momento a verme- le hubiera prestado yo alguna prenda más adecuada a su cuerpo.

-Oh, Suga. No es necesario que incómodes a la señorita Kim de esa manera -balbuceo Seokjin llevándose un trozo de carne caliente a la boca y haciendo gestos al percatarse que estaba demasiado caliente.

Todos reímos y comenzaron a cantar una canción con la interpretación de Jimin en la guitarra y Jungkook cómo las percusiones dándose palmadas en las piernas.

-Like an echo in the forest... -coreamos todos.

Vi por el rabillo del ojo como J-hope se acercaba a mí y tomaba asiento a mi lado. Traté de no sonrojarme en público pero no lo logré.

Me levanté para tomar una porción de carne, Suga la escogió especialmente para mí e insistió en darme de comer un poco de shiso en la boca. Mis ojos me traicionaron y miré a J-hope cuando pasó aquello, accidentalmente manché la sudadera blanca de J-hope. Me disculpé de inmediato yendo a limpiarme a la cocina.

-Permítame ayudarla -se ofreció Suga entrando a la cocina y dejando las pinzas de la parrilla en la encimera.- sé cómo quitar esa mancha de grasa de carne. No cuesta nada de tiempo, créame.

Lo vi ponerse a remojar un trapo y después sacar varios productos de limpieza de un cajón bajo del lavadero.

-No es necesario, yo puedo aplicar esos productos.

Me incliné junto a él y comencé a leer los ingredientes de los detergentes.

-Lo es -dijo levantando la vista en mi dirección mientras seguía sacando productos-, ¿Cómo va a devolverle la sudadera toda sucia a J-hope?

-Él lo entendería -le dije con un susurro- Jung Hoseok entendería que fue un accidente.

Seguí leyendo los productos, algunos ofrecían eficacia al instante. Pero Min Yoongi se quedó callado por un largo rato hasta que levanté la mirada y nos vimos a los ojos.

Ni siquiera recuerdo cuánto tiempo tardó en acercarse a mi rostro, quizás fue entre un parpadeo y el siguiente.

En un instante tenía sus labios pegados a los míos. Abrí los ojos y no dudé ni un segundo en alejarme de ellos. Me caí de senton hacia atrás, alejándome del todo del toque sorpresivo de Min Yoongi.

Me llevé los dedos a los labios y sin pensarlo dos veces le levanté la mano. Él me detuvo en seco y en lugar de irse o dejar que le diera una cachetada, se aferró a mi muñeca pero de nuevo sus labios me besaron, esta vez de una forma más urgente, desesperada.

-¡No! -grité y salté, alejándome ahora sí, muy lejos de él.- No sé que impresión le he dado para tratarme así pero debe de saber que no estoy interesada en sus intensiones.

-¿Entonces es verdad? -dijo con una sonrisa arrogante en sus labios y limpiando con un par de dedos- ¿Es verdad que está con Jung Hoseok?

-Sí -confesé ya con las lágrimas en mis ojos-. Tenemos algo.

-¿Desde cuándo?

-El suficiente, Suga. -la voz de J-hope rápidamente nos hizo voltear a nuestras espaldas- No tiene porque darte los detalles.

Se veía algo rojo de las mejillas y lo supe. Había visto toda la escena. Corrí sin dudarlo a sus brazos. Yoongi terminó de colocar solo dos productos, sonó dos veces sus uñas en la repisa de la cocina.

-Díganle a los demás -caminó al patio de nuevo pero se detuvo un momento solo para mirar por el hombro- Perdóname por lo que viste J-hope, no volverá a ocurrir nunca jamás.

-J-hope yo... -comencé a disculparme pero él negó y me sonrió.

-No pasa nada, pequeña Sun-Hee. No hay nada que mencionar. Él me lo advirtió hace un par de noches. Ahora debemos de ir a comunicar lo nuestro ante todos ¿Lista?

No lo estaba.

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-¿No es grandioso? -se alegraba Taehyung- Ahora tenemos a una nueva hermana. Y hace feliz a J-hope, eso es...

-Maravilloso -continuó Jimin quién vino y me dió un fuerte abrazo- Bienvenida a esta gran familia Kim Sun-Hee.

-Gracias a todos por aceptarme -me limpié unas cuantas lágrimas.

Su reacción fue la mejor de todas. Ellos no me vieron como una intrusa o como alguien que venía a quitarles el cariño de su hermano. Ellos me demostraron lo felices que se ponían con la felicidad de J-hope.

-Oh, no, no -se apresuró Jimin a limpiar mis lágrimas- es un momento de alegría, no debes de llorar.

-Jimin... -Le advirtió J-hope- está algo cansada, no han sido días fáciles para ella ni para mí. Está cansada ¿No es así mi Sun-Hee?

-Oh, por dios -vociferó Jungkook, que estaba ahora a cargo de girar la carne en la parrilla- mirate, Hyung. Nunca te había visto así. Es una nueva faceta que me comienza a gustar.

-Todos llegaremos a algún día a eso Jungkook -le contestaba Namjoon ofreciendo su plato para que el pelinegro le sirviera otra porción de carne.

-Unos más pronto que otros, no hay duda de eso -Suga que se había mostrado un tanto alejado de la escena de presentación, estaba ahora concentrado en el brillo de la botella de vodka que tenía en la mano.

-Su abuela me cae bien -habló Seokjin, trayendo de adentro unas copas y un champagne espumoso.- y me habló un poco de usted, dijo que eran del mismo pueblo donde creció J-hope.

-Así es, somos de ahí.

-Tal parece que el destino fue bondadoso con ustedes -Namjoon nos contemplaba con algo parecido a la admiración- Su padre y el del Hoseok fueron grandes amigos. Y miren ahora, tomados de sus manos y con ojos brillando de afecto mutuo.

-Es cierto -Jimin nos tomó de los hombros y miró de un rostro a otro, una y otra vez- incluso puedo decir que se parecen un poco.

-Gracias chicos, por escucharme y aceptar a Sun-Hee -J-hope se inclinó y yo imite su agradecimiento.

Seokjin y Taehyung iban repartiendo las copas llenas de champagne dorado y espumoso. Todos tomamos una y entre risas y sí, llanto silencioso de mi parte. Brindamos.

-Tu felicidad nos llena, Jung Hoseok -ofreció Namjoon y todos imitaron sus palabras.

Bebí mi copa. Conmigo se quedó un sentimiento de nostalgia y alegría. Siendo la primera un veneno que se iba esparciendo por mi corazón partido.

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"No puedo ver el final,
¿Será que realmente hay una salida?
No puedo mover los pies, oh,
Cierra los ojos por un instante,
Agarra mi mano aquí,
Vamos a correr hacia ese futuro." -Life Goes On, BTS.